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UNIVERSIDAD POPULAR AUTONOMA DE

VERACRUZ

Docente

Lic. Martin Luis Cuesta Molina

Derecho Constitucional

Tema Origen Y Evolución Del Estado

Grupo 201

Adelina Cruz Acebedo

Ciclo: Sep – Dic


Origen Y Evolución Del Estado
Tenemos en primer lugar al Estado egipcio y trataré de conceptuar a Egipto,
como una primera formación estatal. Más o menos hace más de 5 mil años,
aparece la autoridad centralizada en el antiguo Egipto. Se carece de
los datos exactos para reconstruir aquél proceso de centralización, sin embargo
sabemos que era necesaria la presencia de un gobierno de esta índole. Tenían un
Estado personalizado, en el sentido de que la concepción de la autoridad se
identifica plenamente con su depositario. La teoría del Estado egipcio se resumiría
en que el Estado es el faraón, afirmación que no solo es reconocida por el faraón
mismo, si no por todos los subordinados a este.

Después en Grecia empezaré por especificar que su unidad política básica fue la
polis. Su geografía determina el aislamiento territorial, tenían una tecnología poco
desarrollada en lo agrario y una población en expansión.

Los griegos tenían costumbres organizacionales, en las cuales se permitía la


participación en los asuntos públicos por medio de asambleas y no presentan un
alto sentido de centralización y personalización de la autoridad. Su autoridad no
estaba basada en una sola persona, sino que se dividía en varios jefes y aún se
reconocía el "consejo de ancianos". Los teóricos políticos de esa época
consideraban al Estado por una parte como la ciudad o el sitio donde debe
desarrollarse la plenitud de la vida humana; por otro lado solo se referían a
las funciones públicas concedidas a cualquier ciudadano que pueda realizarlas
mediante la renovación de los cargos.

En Roma, el Estado aparece condicionado por las fuertes interacciones de


distintos grupos humanos. Surge por la necesidad de imponer la autoridad central
al pueblo. La formación de Roma como Ciudad – Estado, parece determinada por
la existencia de un Estado anterior, el etrusco, cuyos orígenes se han perdido,
pero que es posible conjeturar como similar al desarrollo que se dio en Grecia.

2.1 Surgimiento Y Evolución Del Estado


Se refiere al principio de gobernanza por el que todas las personas, instituciones y
entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes
que se promulgan públicamente y se hacen cumplir por igual y se aplican con
independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios
internacionales de derechos humanos. Las instituciones políticas regidas por dicho
principio garantizan en su ejercicio la primacía e igualdad ante la ley, así como la
separación de poderes, la participación social en la adopción de decisiones, la
legalidad, no arbitrariedad y la transparencia procesal y legal.

Conceptualmente el Estado de derecho contempla los siguientes puntos: 1) la


estructura formal de un sistema jurídico y la garantía de libertades fundamentales
a través de leyes generales aplicadas por jueces independientes (división de
poderes); 2) libertad de competencia en el mercado garantizada por un sistema
jurídico; 3) división de poderes políticos en la estructura del Estado; y 4) la
integración de los diversos sectores sociales y económicos en la estructura
jurídica.

Históricamente, el Estado de derecho apareció cuando en los estados modernos


se luchó para que la personalización del poder del monarca diera paso a una
organización política y administrativa regida por formas jurídicas establecidas con
normas que la sociedad avale. La idea de limitar al Estado fue propuesta por
Georg Jellinek.

En México el Estado de derecho está contemplado en la Constitución donde se


define que las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los
tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el
Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de
toda la Unión. Además contempla que para su modificación se requiere el voto de
las dos terceras partes del Congreso de la Unión y que ésta sea aprobada por la
mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México.

2.1.1 Modelos Pre Estatales. La Poli Griega Y La Civitas Romana


La Polis

Los griegos no diferenciaban entre sociedad y política, lo político incluía lo social,


según Aristóteles el hombre es un ζooν πoλίτικoν, “Zoom Politikon” para referirse a
que el hombre se realiza solo con plenitud en la polis, inferiendo que el que está
fuera de ella es un ἰδιώτης , el Idion es aquella figura opuesta a la del Politicón, la
del Ciudadano; en este sentido hay diferencia entre hombre político y hombre
social. La Política era el vivir colectivo, el vivir social y el lugar para adoptar
decisiones. La palabra social no es griega, es latina.

Respecto al origen y constitución de la sociedad Aristoteles mantendrá, al igual


que Platón, la teoría de la «sociabilidad natural» del hombre. El hombre es un
animal social (zóon politikon), es decir, un ser que necesita de los otros de su
especie para sobrevivir; no es posible pensar que el individuo sea anterior a la
sociedad, que la sociedad sea el resultado de una convención establecida entre
individuos que vivían independientemente unos de otros en estado natural:

«La ciudad es asimismo por naturaleza anterior a la familia y a cada uno de


nosotros«.

El todo, argumenta Aristóteles, es anterior a las partes; destruido lo corporal, nos


dice, no habrá «ni pie ni mano a no ser en sentido equívoco»; el ejemplo que toma
como referencia sugiere una interpretación organicista de lo social, en la que se
recalca la dependencia del individuo con respecto a la sociedad.

Zóon politikon (en griego, ζῷον: animal, y πoλίτικoν: social o político) es una
expresión escrita por el filósofo estagirita Aristóteles en su libro 1 de Política. El
significado literal de la misma es: «animal social» o más específicamente «animal
político», y hace referencia al ser humano, el cual a diferencia de los animales
posee la capacidad natural de relacionarse políticamente, o sea crear sociedades
y organizar la vida en ciudades (ciudad, se dice «polis» en griego).

Cuando Aristóteles definía al hombre como zoon politikón, hacía referencia a sus
dimensiones social y política. El hombre y el animal por naturaleza son sociales,
pero solo el hombre es político, siempre que viva en comunidad. Por tanto, la
dimensión social ayuda a constituir la base de la educación y la dimensión política
contribuye a la extensión de esa educación.

Aristóteles se preocupó tanto por la naturaleza del ser humano como por sus
relaciones sociopolíticas, creía que el individuo sólo se puede realizar plenamente
en sociedad, que posee la necesidad de vivir con otras personas. También
expresó que aquellos que son incapaces de vivir en sociedad o que no la
necesitan por su propia naturaleza, es porque son bestias o dioses.

En la polis griega la política se entiende sólo en situaciones de total independencia


y soberanía. La política se restringe a las relaciones de los ciudadanos que han
sido liberados de las obligaciones que otros tienen (esclavos, mujeres,
extranjeros) y pueden entregarse a la libertad de lo político, es decir a relacionarse
con otros ciudadanos iguales, sin coacción, violencia ni dominio.

Tiene una dimensión horizontal, de relaciones entre iguales. La libertad política


según la entiende la Grecia clásica está vinculada a un espacio (la polis, el ágora).
Lo político empieza cuando se han resuelto los problemas de subsistencia
material, la violencia. La dedicación a lo público requiere concesiones en lo
privado, pero lo privado era considerado inferior a lo público, menos importante, el
hombre no político era un ( ἰδιώτης ), un ser incompleto.

La Civitas romana

La idea de la política vinculada a la polis como comunidad es muy distinta al


concepto de cívitas, un grupo cuya cohesión se basa en el consenso de la ley.
Cuando el hombre pasa de la polis a la cosmópolis, el sentido de la política se
diluye, ya no se habla del hombre como animal político sino como animal social.

El latín distingue claramente Civitas de urbs. Urbs es lo que llamamos ciudad, las
calles, las plazas y todos los edificios y demás construcciones que la forman. Y
Civitas es un nombre que hemos perdido. Lo más parecido es ciudadanía. Con la
palabra Civitas designaban los romanos al conjunto de ciudadanos que constituían
la ciudad. La Civitas, la ciudad eran los ciudadanos. Los mismos romanos explican
que urbs viene de orbis por la forma más o menos redonda de las murallas.

Los romanos viven en la cosmópolis, cambio cualitativo y cuantitativo. El hombre


deja de ser un animal político para ser considerado un animal social, el sentido de
la política se distingue.

Sartori dice que la concepción griega de polis tenía forma de organización


horizontal, no existían jerarquías. En el pensamiento romano tenía la misma
concepción, pero donde los griegos decian polites, los romanos decian civis, en
donde esta se configura como una civitas societas que implicaba una iuris
societas. (Sartori, Giovanni. La política. Mexico, FCE. 2003, p. 204)

Sartori señala que la politica nunca fue percibida verticalmente asociandola a la


idea de poder : con Maquiavelo en el renacimiento, con su obra “El Príncipe” S.XV
y XVI descubre la política y la política romana tiene un componente más jurídico y
un componente ético-político y a demás se le agrega la religión en la baja Edad
Media. (Sartori, p. 209)

Con Maquiavelo se entiende la política como algo aislado, sin componentes


jurídicos, etc. Este estudia la política como algo autónomo que tiene su propias
leyes, la política es autosuficiente ya que se puede explicar por ella misma, se
puede entender como una causa primera generadora que afecta a otros muchos
ámbitos.

En Grecia eran ciudadanos todos los que fueran mayores de edad, no así las
mujeres y los esclavos. En el ámbito económico es importante a la hora de
diferenciar entre política y sociedad, lo que antes era “Polis” ahora es “Civitas”, las
Civitas se organizan de forma jurídica.

La Antigua Roma designa al Estado surgido de la expansión de la ciudad de


Roma, que en su época de apogeo, llegó a abarcar desde Gran Bretaña al
desierto del Sahara y desde la Península Ibérica al Éufrates, provocando un
importante florecimiento cultural en cada lugar en el que gobernó.

Al período de mayor esplendor se le conoce como Paz romana, debido al relativo


estado de armonía que prevaleció en las regiones que estaban bajo el dominio
romano, un período de orden y prosperidad que marcó la edad de oro de
Occidente y el despertar de Oriente.

La ciudad inicial fue levantada en el pomoerium palatino, y Rómulo quedó como


único soberano. Creó el senado, compuesto por cien miembros (patres) cuyos
descendientes fueron llamados patricios y dividió la población en 30 curias. La
naciente ciudad-estado era gobernada por un rey (rex) elegido por un consejo
(senatus).

2.1.2 La Edad Media


La Edad Media es el período de la historia comprendido entre la caída del Imperio
Romano de Occidente, en 476 d. C., y la llegada de los españoles a América, en
1492. Este periodo histórico se encuentra entre la Edad Antigua y la Edad
Moderna.

Esta periodización corresponde a los estudios sobre la historia de Occidente,


centrados en el desarrollo de la cultura occidental europea. Tradicionalmente, se
consideró que la Edad Media fue una época de opresión religiosa y restricción de
la cultura, las ciencias y el conocimiento. Sin embargo, diferentes estudios
académicos actuales matizan esta visión y proponen una explicación más
profunda y compleja sobre el periodo.

Durante la Edad Media, el poder de los Estados europeos se vio debilitado a favor
de señores feudales, grandes terratenientes que se ocupaban de la seguridad de
sus tierras. La organización política, económica y social giró en torno a los feudos,
en los que los campesinos trabajaban a cambio de la protección y el amparo de su
señor feudal.

Además, durante este periodo surgió la religión musulmana y se expandió por la


península arábiga, el Medio Oriente, el norte de África y el sur de Europa. En
contraposición, la Iglesia cristiana se desarrolló como una fuerza fundamental en
Europa, que dio identidad cultural a las diferentes unidades políticas en el
continente.

2.1.2 El Estado Moderno Absolutista

El absolutismo consiste para el soberano en la falta de control sobre su


actuación y esto no tenía cabida en un Estado moderno donde los gobernantes
estaban limitados por una serie de doctrinas políticas —conocidas como
constitucionalismo, pactismo o contractualismo— que restringían su poder
justamente para evitar un posible abuso del mismo y, también, por otras
instituciones políticas como las cortes estamentales que reflejaban las
discrepancias entre el rey y el reino.

Los rasgos distintivos del Estado moderno fueron la autonomía y la consolidación


del propio estado, así como un absolutismo debilitado por un ejercito real
supeditado a las estructuras feudales, una burocracia poco eficaz y una fiscalidad
que apenas controlaba el enorme gasto generado por el mantenimiento militar.

2.1.3 El Estado Liberal


Se llama Estado liberal cierta configuración en el orden jurídico-político de un
Estado, caracterizado por aspectos tales como la separación de los poderes
públicos, la democracia, un sistema económico de libre mercado, el sometimiento
irrestricto a la ley y a la constitución, la existencia de un Estado de derecho, y el
respeto a las libertades individuales de los ciudadanos y a la propiedad privada,
entre otras cosas.

El Estado liberal surge como consecuencia de la crisis del modelo político


absolutista, propio de los regímenes monárquicos, que dio origen a la revolución
liberal, mediante la cual se sustituyó el modelo monárquico, o antiguo régimen, por
el modelo liberal o nuevo régimen.

En este sentido, el Estado liberal es un sistema político característico del


comienzo de la Edad Contemporánea, y, como tal, permanece vigente hasta
nuestro tiempo presente.

2.1.4 Del Desarrollo Liberal Al Estado Constitucional


En efecto, el Estado liberal tuvo en la ley una de sus bases fundamentales, a tal
punto que puede hablarse de un Estado legislativo en el que Derecho y Ley eran
lo mismo. Dado que los derechos fundamentales se entendieron, desde una
concepción objetiva, como límites al ejercicio del poder estatal, estos límites sólo
podían ser interpretados bajo el imperio del principio de legalidad y dentro de las
escuelas positivistas clásicas dominadas por el culto al texto legal. Bajo esta
concepción se pretendía, legítimamente, que la igualdad en la aplicación de la ley,
sumada al libre ejercicio de la autonomía privada, permitieran mejorar las
condiciones materiales de vida, fundamentalmente porque se entendía que:

Los valores básicos a los que debía servir el Estado de Derecho liberal burgués, a
través de su orden jurídico, eran los derechos individuales y, más
específicamente, la libertad individual, la igualdad, la propiedad privada, la
seguridad jurídica y la participación de los ciudadanos en la formación de la
voluntad estatal. Tal criterio coincidía con el sistema de concepciones políticas y
de los intereses de los grupos y estratos dominantes, de manera que la dimensión
axiológica de la legitimidad se correspondía con su dimensión sociológica, es
decir, había una adecuación entre la idea válida del Derecho y los intereses de los
estratos que, dadas las condiciones históricas, estaban en condiciones de
establecer el Derecho.

Los movimientos sociales de la segunda mitad del siglo XIX, fruto de la gran
industrialización europea, se opusieron a ese estado de cosas y buscaron
modificar los valores a los que debía servir el Estado. Las garantías que rodeaban
los derechos y las libertades repelían la acción del Estado sobre las atribuciones
de que era titular el propietario de los medios de producción o de la fuerza de
trabajo.

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