Está en la página 1de 2

Fratelli Tutti

Un Extraño en el
Camino

RESUMEN:
En el segundo capítulo, “Un extraño en el camino”, el Papa retoma la parábola
del ‘Buen Samaritano’ para profundizar sobre el sentido del prójimo bajo la
figura del caído y abandonado al lado del camino para invitarnos no tanto a
reconocerlo como prójimo, sino a hacernos prójimos de todos. La invitación
consiste en sanar las heridas de quienes tenemos alrededor sin importar su
lugar de procedencia o su afinidad ideológica con la nuestra, pero esto solo es
posible cuando reconocemos la intrínseca dignidad de cada persona.

ANALISIS:
En el capitulo II de la enciclica Fratelli tutti. Lleva el titulo “un extraño en el
camino”, y en él el papa nos invita a mirar la realidad desde la parábola del buen
samaritano, interpelando nuestra vida personal, eclesial y social ante cualquier
justificación de la indiferencia como la única respuesta posible ante los heridos del
camino. En cambio, Francisco nos propone una cultura diferente orientada a superar
las enemistades y a cuidar los unos de los otros. A partir de la constatación de que
vivimos centrados en nuestras necesidades y pasamos de largo ante los caídos y
vulnerables, el papa afirma que somos “analfabetos en acompañar, cuidar y sostener a
los más frágiles y débiles”, y que “nos molesta el dolor ajeno”, “síntoma de una
sociedad enferma”.
Jesús, en la parábola del buen samaritano nos muestra un camino diferente
que está inscrito como ley fundamental de nuestro ser: hacernos prójimos,
compadecernos del herido del camino y rehacer la fraternidad.
Es decir, abrirnos a nuestra vocación de ser ciudadanos del propio país y del
mundo entero. Ante tanta herida y tanto dolor la parábola propone reconstruir la
comunidad “a partir de hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los
demás, que no dejan que se erija una sociedad de la exclusión, sino que se
hacen prójimos y rehabilitan al caído para que se haga el bien común”, pues
“eso es dignidad”. Una tarea de la que todos somos corresponsables, no sólo
los que tienen responsabilidades políticas, pues ser pueblo consiste en “ser
constantes e incansables en la labor de incluir, de integrar, de levantar al
caído”, “desde lo más concreto y local hasta el último rincón de la patria y el
mundo”.
Este capítulo termina con una referencia a Mateo 25: “Fui extranjero y me
acogisteis”. Jesús tenía un corazón abierto, capaz de identificarse con el otro
sin importarle donde había nacido o de dónde venía. Por eso, estas palabras
tienen para los cristianos una “dimensión trascendente: implican reconocer a
Cristo en cada hermano abandonado o excluido”.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
En el capítulo anterior Francisco nos hace una descripción de la realidad actual
y ahora nos propone mirar el mundo desde los ojos del buen samaritano.
La biblia plantea el desafío de las relaciones entre nosotros desde Caín y Abel
hasta las relaciones humanas dentro de la sociedad judía arraigadas en
profundas tradiciones, sin embargo el nuevo testamente quiere ampliar esta
concepción desde la premisa del evangelio de mateo: “traten a todos los
demás como ustedes quieran ser tratados porque en esto consiste la ley y los
profetas”, “exhortando a todos a ser misericordiosos así como el padre de
ustedes es misericordioso” como consiga el evangelio de Lucas.
Existe entonces una motivación para ampliar el corazón de manera que no
excluya al extranjero pues el amor rompe las cadenas que nos aíslan y separan
y tiende puentes que nos permiten construir una gran familia donde todos
podamos sentirnos en casa porque el amor sabe de compasión y de dignidad
Luego se aborda en profundidad la parábola del buen samaritano en donde
Jesús nos cuenta de un hombre herido al lado del camino y personas con
funciones importantes dentro de la sociedad huyeron del lugar donde estaba el
herido, no tenían en su corazón el amor por el bien común, solo uno se detuvo
le regalo cercanía, lo curo con sus propias manos, se ocupo de el pero sobre
todo le dio algo que en este mundo de hoy escasea, le dio su tiempo,
seguramente este samaritano tenia planes para aprovechar el día con sus
compromisos o necesidades pero fue capaz de dejar todo para atender al
herido. El papa finaliza esta reflexión preguntándonos ¿con quién te
identificas?

También podría gustarte