LICENCIATURA EN GESTIÓN EDUCATIVA

OPTATIVA I: COMUNIDADES DE APRENDIZAJE - UAA - CBA - Comisión 3

– 2021
PROFESORAS:
Dra. Silvia Rodriguez
Esp. Prof. Mónica Muñoz
ALUMNAS PARTICIPANTES DEL TRABAJO:
SERRA ANDREA VERONICA DNI:24285348
SERRA ANABEL CAROLINA DNI:24285347

COMUNIDADES DE APRENDIZAJE

Trabajo Práctico de la clase 1

1) Analizar el video “Educar: volver disponibles las herencias para todas y todos”
de Graciela Frigerio.
2) A partir del video sugerido:
a) Registrar reflexiones con los aportes del video de Graciela Frigerio.
b) Establecer vínculos entre el material bibliográfico propuesto para la clase 1 y
escenas escolares diarias, propias de la experiencia.
c) Generar nuevos interrogantes a partir de esa relación que se propone en el
ítem b.
d) A partir de este recorrido presentar en el aula virtual un informe de trabajo
realizado que contenga el desarrollo y conclusiones del trabajo, nuevos
interrogantes que consensuaron y la bibliografía.

2 a) En el video “Educar: volver disponibles las herencias para todas y todos”, Graciela
Frigerio, en primera instancia, prefiere usar el término “educador” antes que “docente”
para referirse a la profesión, ya que, ese término engloba de mejor forma las actividades
de quienes se paran en un grupo para acompañar los procesos de los estudiantes. Deja
en claro también que muchas de las reflexiones que plantea no son más que hipótesis,
pero pone especial cuidado al momento de fundamentarlas. Un educador es aquel que se
ocupa de “dar de saber”, es decir, pone a disposición del otro todo aquello que la
humanidad ha ido pensando. Ella, nos propone de algún modo que educar es un acto
político porque no hay indiferencia para nuestras intervenciones, lo que hagamos deja
huellas, produce efectos y afecta la vida de otros y otras, y sus relaciones. Ese acto
requiere ser acompañado por saberes que son siempre provisorios.
También dice que educar es volver disponible las herencias colectivas que son ofrecidas
para que sean aceptadas, reformuladas y rechazadas. Es como tender la mesa para que la
otra y el otro puedan elegir esos legados, que no serán segmentados según la clase u
origen. Es también salir a discutir las profecías de fracaso alojadas en las cunas al nacer
y que deja a algunos tirados a la intemperie.
Quienes educan salen al encuentro de la otredad a ofrecer la historia del pensar y el
hacer de los hombre y mujeres, e intentan que el mundo sea un lugar donde algo del
orden de la igualdad pueda empezar a funcionar, para que nadie esté inhabilitado en su
curiosidad y su deseo de saber.

2 b) Convertirnos en una comunidad de aprendizaje significa entender que

conformamos un equipo de educadores con la finalidad de compartir ideas y
conocimientos para mejorar nuestra práctica docente y crear un entorno de aprendizaje
donde todos los estudiantes puedan alcanzar su máximo potencial. Las comunidades de
aprendizaje pueden ser definidas como un grupo de personas que aprenden juntas,
utilizando las mismas herramientas y en el mismo entorno y en donde los alumnos se
convierten en los protagonistas de su propia educación, asumiendo la responsabilidad
sobre lo que aprende. A través de la comunidad aprendizaje, se favorece el desarrollo de
las habilidades sociales y las interacciones. Tanto la interacción como la participación
son fundamentales y gran parte de las actividades están enfocadas hacia estos dos
aspectos. Por lo que se espera que la comunidad tenga una participación activa en las
escuelas para garantizar el aprendizaje de niños y niñas.
Una comunidad de aprendizaje es un modelo educativo en donde se originan los
proyectos educativos basados en las actividades que van dirigidas a la realización de
una transformación social y educativa. Es por esto que todas las personas de la sociedad
deben involucrarse, de manera coherente y organizada, en el proceso de aprendizaje y
desarrollo social de la comunidad estudiantil entendiéndose: familiares, docentes,
vecinos, organizaciones sociales y otros.
Cuando la sociedad cambia rápidamente y las reformas educativas parecen haber
agotado su impulso inicial, cuando trabajar la diversidad en la escuela se confunde con
aceptar el fracaso escolar e imponer una propuesta curricular de poca calidad, se hace
necesario buscar alternativas eficaces que ofrezcan una educación que posibilite que
todos los niños y niñas consigan los aprendizajes que se requieren para no ser
socialmente excluidos en la sociedad de la información. En los tiempos que corren,
ofrecer una educación de calidad es un trabajo que requiere que el directivo cuente con
conocimientos y habilidades que le permitan realizar una gestión directiva eficaz,
entendiéndose esta como la generación de acciones, diseño de estrategias, promoción de
ambientes y obtención de recursos para el cumplimiento de la tarea sustantiva del centro
escolar. Para que los directivos transformen sus prácticas y sean líderes pedagógicos es
necesario que conozcan a fondo sus fortalezas y áreas de oportunidad.
En la actualidad, la Escuela como Institución que imparte el conocimiento y la
información, por un lado, no está dando respuestas satisfactorias a las necesidades reales
de los estudiantes y por otro lado debe enfrentarse diariamente a los retos de una
sociedad cambiante atravesada por una dura etapa que evidencia, sin lugar a dudas, un
franco deterioro de los valores y por sobre todo, no nos permite vivir en armonía.
En este contexto, la gestión directiva debe atravesar un campo totalmente minado y en
donde se ponen en evidencia otras cargas extras o adicionales de trabajo,
desencadenando las diferencias entre el denominado trabajo prescripto y el trabajo real.
Esto implica muchas veces tensiones entre lo que se supone que se debe hacer y lo que
realmente se tiene que hacer, quedando el directivo en la mayoría de los casos en una
situación en la que el trabajo real supera en gran proporción el trabajo prescripto,
generando condiciones de malestar e insatisfacción en el trabajo, cuya duración es
imperceptible, ya que, como educador, el directivo siempre conserva un as en su manga:
la fértil vocación docente.
Cuando hablamos de la relación entre teoría y práctica, cobra cuerpo una forma de
investigar llamada “investigación sobre la acción”. La necesidad de una buena relación
entre la teoría y la práctica para una mejora de la calidad de la enseñanza impartida por
los educadores, es al mismo tiempo recogida en la actual legislación, donde se plantea el
maestro como investigador de su práctica. Si bien es cierto, la teoría y la práctica en la
educación no siempre han estado unidas, ambos conceptos suelen ser considerados en el
ámbito pedagógico como opuestos. Incluso, las responsabilidades de una y otra también
estaban claramente diferenciadas. Normalmente se entendía por teoría lo que elaboran
los investigadores y por práctica lo que hacen los educadores en su trabajo cotidiano.
Obviamente, esto llevaba a una separación entre teóricos y prácticos de la educación,
presentando graves dificultades para entenderse mutuamente.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, se va descubriendo de que la práctica se
funda en los estudios teóricos realizados sobre ella y en ella. Es decir, la aplicación de
dicha teoría para transformar dicha práctica. Se describe así, una relación entre la teoría
y la práctica fundamentalmente de complementariedad, ya que, una se complementa a la
otra, las dos se necesitan y las dos son imprescindibles a la hora de hacer ajustes tanto
en la escuela como en el aula. Creemos como futuros directivos, que existe una íntima
relación entre la teoría y la práctica en la educación, siendo necesario unir ambos
aspectos para conseguir la innovación de la escuela. Si no hacemos esto, y no se integra
la práctica educativa con una profunda reflexión teórica, será prácticamente imposible
superar la improvisación, la intuición injustificada, la espontaneidad reflexiva o la
rutina, elementos que hoy, son bastante más que frecuentes en las aulas.
Por último, hacemos un espacio para hablar sobre el rol del director como figura clave
para la vida institucional de las escuelas. Partimos de la pregunta: ¿Por qué es necesario
que un director se capacite? Consideramos que los directores son actores clave para la
vida de toda institución educativa, ya que ellos son quienes pueden marcar el rumbo y la
visión de toda la escuela. Ellos promueven el desarrollo de las capacidades de los
docentes, el trabajo colaborativo con toda la comunidad educativa y generan las
condiciones para que en la escuela se respire un buen clima institucional. De este modo,
una escuela puede transformarse en una verdadera comunidad viva donde tanto los
adultos como los estudiantes aprenden de manera constante, y mejoran. Sabemos que el
rol directivo es complejo por la diversidad de funciones que abarca: pedagógica,
administrativa y social. Por todo esto, es esencial que los directores estén en contacto
directo con capacitaciones específicas para fortalecer los conocimientos y capacidades
que el día a día de su tarea demandan.

2 c)
 ¿Qué estamos transmitiendo y cómo lo estamos haciendo?
 ¿Cómo estamos mostrando la realidad cotidiana y lo que sucede en el mundo a
los niños y jóvenes?
 ¿Qué disposiciones políticas y sociales estamos propiciando en la escuela?
 ¿Qué disposiciones quedan excluidas del proceso formativo?
 ¿Les damos oportunidad a los niños y jóvenes para que expresen sus necesidades
y demandas?
 ¿Cómo se logran las finalidades educativas en nuestra escuela?
 ¿Se aproximan los discursos a las acciones?
 ¿Qué prácticas escolares resultan satisfactorias y por qué?

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
- AGUERRONDO, Inés. La escuela como organización inteligente. Editorial
Troquel. (1996)
- BLEJMAR, Bernardo. Gestionar es hacer que las cosas sucedan. Ediciones
Novedades Educativas. Buenos Aires – México (2005)
- GVIRTZ, Silvina, PODESTÁ, María Eugenia (Compiladoras). Mejorar la
Escuela. Acerca de la gestión y la enseñanza. Granica. Buenos Aires – México –
Santiago – Montevideo.
- RIVAS, Axel. La educación argentina actual. Desafíos para la conducción
escolar.
- FRIGERIO, Graciela. Video. “Educar: volver disponibles las herencias para
todas y todos”.