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BENJUMEA
ZAPATA
GESTIÓN CULTURAL:
UNA DISCIPLINA EN
FORMACIÓN
Reflexiones a propósito de la formación de gestores culturales
en Colombia
1
GERMÁN BENJUMEA ZAPATA
2011
2
Dedicado a mi hija Susana
3
PRESENTACIÓN
Se debe reconocer que los artistas y los docentes del magisterio (en niveles de la
educación básica y media) realizan actividades no sólo educativas, sino sociales y
culturales, y por ello, la gestión cultural y los estudios culturales son discursos
pertinentes a tener en cuenta en el proceso de enseñanza aprendizaje y de
formación de maestros.
El autor.
4
5
TABLA DE CONTENIDOS
Capítulo 1
Conceptos y Reflexiones sobre Identidad y Cultura
Capítulo 2
6
1.5. ¿Cómo se define un gestor cultural local?
1.6. ¿Cuáles son las etapas de intervención en la cultura, según las distintas
profesiones?
1.7. ¿De dónde vienen los gestores culturales de la Casa de la Cultura y
cómo se evidencia ese origen en el trabajo?
1.8. Roles y perfiles ocupacionales
1.9. ¿Cuáles son las esferas de interacción del sector cultural?
1.10. ¿Cuáles son los principales factores que desencadenan la acción y la
intervención en la cultura?
1.11. ¿Cuáles son los retos del sector cultural?
Capitulo 3
7
2. CULTURA, REGIÓN Y TERRITORIO
Bibliografía
8
Capítulo 1
Reflexiones propias y ajenas sobre lo cultural
9
1. UN POSIBLE PUNTO DE PARTIDA: LA IDENTIDAD CULTURAL EN
TIEMPOS DE GLOBALIZACIÓN
¿Puede establecerse una jerarquía de esos factores o bien intervienen por partes
iguales en la configuración de la personalidad cultural? Sólo el análisis de cada
uno de ellos permite responder la pregunta.
1
En la Ley General de Cultura del año 1997 (ley 397), el título II, se refiere expresamente a la
relación del patrimonio cultural y la identidad nacional. Igualmente en la constitución política se
mencionan los derechos culturales. Este tema será tratado más adelante.
2
Antropólogo y físico senegalés.
10
agresión exterior, ya sean culturales o de otro tipo. De ahí que los contactos entre
civilizaciones -por ejemplo, en un proceso de colonización- los colonizadores se
esfuercen por debilitar, cuando no destruir, la conciencia histórica del pueblo
colonizado.
Pero la unidad lingüística jamás se da a escala continental. Las lenguas siguen las
corrientes migratorias y el destino particular de cada pueblo. La fragmentación y la
diversidad son la regla general hasta que un esfuerzo oficial, una decisión política
trata de extender el uso de una lengua en detrimento de otra, aunque sea por la
fuerza. Tal fue el caso, en Francia. Del habla de la llamada la Isla de Francia,
dominante en relación con los “dialectos” picardo, provenzal y bretón. Se trata de
un verdadero fenómeno de aculturación o de alineación lingüística.
11
advierte, no sin sorpresa, que pese a cuatro siglos de opresión cultural ninguna
lengua europea (ya se trate del inglés, del francés, del portugués o del español) ha
ejercido menor influencia sobre la gramática de la lengua africana más vulnerable,
más expuesta a los peligros de una alteración. El léxico, en cambio, permeable
por naturaleza, sigue siendo la zona sensible, campo de aculturación o terreno de
intercambios culturales, según el criterio que se adopte. Pero, por intenso que sea,
un aporte léxico no puede quebrar un sistema lingüístico ya que cada palabra
nueva es sometida y adaptada a la fonética y al genio de la lengua propia.
12
lado malo y que occidente había tomado de África y del mundo negro-africano lo
que éste tenía más discutible (se refería al Jazz) y viceversa.
Puede considerarse el medio cultural como una estructura asimiladora que digiere
materiales extraños y que evoluciona sin perder por ello la conciencia de su
identidad. Esa asimilación le enriquece y no puede afectar su destino. Sólo la
destrucción por una causa mecánica de origen externo, la ruptura interna por
razones diversas o la escleriosis por exceso de autarquía pueden serle fatales. De
ahí que haya que tomar la reflexión de Mauriac como una paradoja o una
ocurrencia y reconocer que las civilizaciones pueden influirse positivamente por su
lado bueno.
Así, hoy día sabemos que el arte negro a influido en el arte occidental del siglo XX
de manera duradera. El artista de occidente ha tomado en préstamo al artista
anónimo africano, más que un canon de belleza, el derecho de liberarse de las
normas clásicas –como la proporción dorada o el realismo- que, en diversas
formas, han predominado en el arte de occidente desde la Antigüedad hasta los
tiempos modernos. La libertad creadora de formas plásticas y de ritmos, una
libertad de expresión reconquistada, tal es la gran lección que el arte moderno ha
aprendido del arte negro. He aquí un buen ejemplo de la influencia feliz nacida de
un contacto entre dos civilizaciones cuyo destino es a la vez paralelo y autónomo.
13
Cada civilización posee, en efecto, un doble registro conceptual. El primero
pertenece a una esfera específica, a una zona protegida, valga la expresión por la
barrera psicológica propia de cada pueblo, espacio que no se puede aprehender
sino desde dentro. Este registro, que es también el lenguaje poético, constituye el
núcleo denso, la fuente viva, el corazón de toda una cultura universal, de toda
civilización. Jean Paul Sartre lo definió al decir que “los rasgos específicos de una
sociedad corresponden exactamente a las locuciones intraducibles de su lengua” .
El segundo registro da cuenta de lo universal, de las ideas generales inteligibles
para todos, terreno en el cual una civilización puede influir en otra.
3
M.BUXÖ. Prologo En: El Simbolismo en General de Dan Sperber. Editorial Antropos. Página 16
4
C. GEERTZ. LA INTERPRETACIÓN DE LAS CULTURAS. 1992
14
se afirma que no existen diferentes culturas, sino, diferentes manifestaciones
culturales asociadas a grupos humanos, pues no existen diferentes especies
humanas. Desde esa perspectiva no se debe concebir una teoría general de la
cultura, y solo se pueden hacer inferencias referenciadas en el mismo grupo,
porque es simbólica y tiene significación en ellos. Por ello no se explica, se implica
(Gil Torres,1998:71)5.
15
dato curioso para consolidar el trabajo y los hallazgos teóricos del decenio se creó
la Comisión Mundial de la Cultura y Desarrollo, integrada por 19 científicos
sociales, políticos, economistas y creadores de todo el mundo, presidida por Javier
Pérez de Cuellar. Durante tres años la comisión hizo consultas y elaboró el
material sobre lo que se dibuja la cultura como la verdadera última frontera del
desarrollo, se dijo entre otras cosas que hacen falta nuevos marcos de referencia
ética, nuevas formas de organización, nuevas ideas y sobre todo mucha
creatividad para enfrentar los cambios radicales que estamos viviendo en este
umbral epocal lleno de oportunidades pero también de desigualdades.
16
Colombia, que con los contenidos de los artículos 70 y 71 de esta C.P. dieron
lugar a una Ley General de Cultura12 que en el año 1997 retoma el Concepto de
Tylor sobre Cultura y que fue refrendado por la UNESCO en 1982. Así, pues,
Cultura con mayúscula y cultura con minúscula con diferencias gramaticales que
demuestran la necesidad de reflexionar el concepto y su uso en el campo de la
historia.
12
Ley General de Cultura. que entre otras cosas conceptualiza Cultura, Patrimonio Cultural,
Obligaciones y estímulos para la creación e investigación, articula un Sistema Nacional de Cultura
a partir de un Ministerio y unos Consejos de Cultura Nacionales, departamentales y Municipales.
Ley que por así decirlo todo el sistema se la pasa por encima.
13
N.GARCIA CANCLINI y Otros. Políticas Culturales en América Latina. Editorial Grijalvo. México.
1987.
-----------------------------------Culturas Hibridas. Documento sin más datos.
14
N. GARCIA CANCLINI. Op. Cit. Página 13.
17
de manera concreta sobre el proceder que el llama “culturalista” que “conduce a
infundir sobre la realidad una obsesión por el orden, el recorte y el establecimiento
de formas, algo que de hecho es propio de la modernidad”15.
Este ejercicio de análisis de se puede realizar con distintos bienes culturales, con
expresiones y manifestaciones inmateriales y, por supuesto, con obras maestras
del arte y la arquitectura.
BIENES
15
N. GARCIA CANCLINI. Op. Cit. Página 51
I
C
E
D
18
PROPIOS AJENOS
PROPIO
AUTONOMIA APROPIACIÓN
AJENO
ENAJENACIÓN ALIENACIÓN
19
2. ARTE E IDEOLOGÍA EN AMÉRICA LATINA: APROXIMACIONES
CONCEPTUALES
2.1. Ideología
…Quizá ha sido Latinoamérica más original de lo que suele pensarse, y
quizá sean más originales de lo que parecen a primera vista ciertos
procesos que, con demasiada frecuencia, consideramos como simples
reflejos europeos… (Romero: 1967, 25-26).
20
g) los tipos de pensamiento motivados por intereses sociales;
h) el pensamiento de identidad;
i) la ilusión socialmente necesaria;
j) la unión de discurso y poder;
k) el medio por el que los agentes sociales dan sentido a su mundo, de
manera consciente;
l) el conjunto de creencias orientadas a la acción;
m) la confusión de la realidad fenoménica y lingüística;
n) un cierre semiótico;
o) el medio indispensable en el que las personas expresan en su vida
social;
p) el proceso por el cual la vida social se convierte en una realidad natural
(Ibídem, 19-20).
La ideología, en proximidad con el discurso del Estado, fue trabajada por
Althusser (1974), quien concibió el Estado como una máquina represiva, que tiene
a su servicio una serie de aparatos ideológicos que le permiten instaurar el
sistema.
El estado es una “máquina” de represión que permite a las clases
dominantes (en el siglo XIX a la clase burguesa y a la “clase” de los
grandes propietarios terratenientes) asegurar su dominación sobre la
clase obrera para someterla al proceso de extorsión de la plusvalía
(Ibídem, 22).
16 Esos intentos, por generalizar a Latinoamérica como un concepto homogéneo, no han sido
nuevos, de hecho, algunos de los presupuestos de este trabajo son las grandes diferencias
ideológicas que existen en la región; la cultura y el contexto hacen que las representaciones sean
muy distintas, como se ve en las características y formas de las pinturas murales en México,
21
movimientos populares en Suramérica se fueron constituyendo espontáneamente,
cargados más por un alto contenido emocional, aunque representaban diferentes
estados de ánimo de amplios grupos sociales, que reaccionaban desde sus
propias experiencias, en ocasiones movidos por la desesperación y a veces en
procura de una determinada y simple solución para un problema particular
(Romero:1967, 66-67). Esta concepción fue imperante hasta los años ochenta y su
crítica ha permitido transitar de la búsqueda del ser americano al reconocimiento
de los individuos y colectividades como sujetos creadores y constructores de sus
propias realidades.
Imaginario es un concepto relacionado con lo ideológico, preciso para describir la
caracterización del “ambiente” en el que se forma artísticamente, produce la obra
y vive un artista, quien a su vez es un sujeto productor de simbologías, que nutren
la forma de entender los elementos de la historia occidental europea, la historia
latinoamericana y, especialmente la formación del imaginario de sociedad en la
que le toca vivir. Algunos artistas antioqueños de los denominados modernos de la
primera mitad del siglo XX, estaban envueltos en una ideología progresista, que se
empezaba a desarrollar a partir de un discurso que miraba en el desarrollo
tecnológico-científico y en la “revolución educativa”, un futuro mejor para el país 17.
Las artes y en particular lo que suele denominarse como arte público evidencia e
indica, problemáticas sociales; retomando a Francastel,
Colombia y Argentina. sin embargo, el agrupar así las naciones americanas corresponde a
aspectos conceptuales de corrientes de pensamiento que circularon en el contexto histórico y que
tanto algunos artistas plásticos, como la sociedad de entonces, los conocieron y vivieron. Las
corrientes políticas de México con el PRI, en el Perú con el APRA y en Colombia con el UNIR de
Gaitán proponían discursos populistas que dejaron huellas y sensaciones de que los problemas en
el hemisferio eran muy similares. Dentro de esas intenciones de unificación ideológica, uno de los
elementos que ha dejado rastros significativos en Latinoamérica, es el proceso político religioso,
que se conoce como filosofía de la liberación; ésta es una ramificación del discurso social, que
involucra al complejo aparato ideológico cristiano. Además de esto, en América Latina se comienza
a abogar por la idea de lo Real Maravilloso (Realismo Mágico) en la literatura y en la política.
22
…Se considera que el artista traduce mediante su lenguaje particular
una visión del mundo común de la totalidad de la sociedad en que vive.
Es únicamente en términos de necesidades y de difusión como se
aborda el estudio de la obra de arte (Francastel:1998, 8).
23
a) Indigenismo 18 o indianismo, representado en la idea que rescata y revive la
condición indígena autóctona, muy en boga en los años veinte en México y que en
Colombia tomó fuerza en la misma década con grupos literarios y musicales.
Según este paradigma, las artes entraron a jugar un papel predominante en
algunos países, el caso más directo es el reconocido muralismo mexicano, cuyo
compromiso ideológico-político atendía a la reivindicación de la identidad indígena
de un pueblo. Según Eduardo Serrano, el más coherente expositor del
indigenismo en Colombia, en las Artes Plásticas, fue Luis Alberto Acuña, sin dejar
de mencionar la producción de esculturas de madera y bronce del boyacense
Rómulo Rozo. Acuña, después de estudiar en Europa, fundó el grupo Bachué,
cuyos miembros buscaron, ante todo, la integración del arte del país con las
condiciones específicas y particulares del medio (Serrano: 1996,157). Rosales
Amaya se refiere específicamente a este contexto indigenista, que se empezaba a
mostrar, como a la idea de un nacionalismo que se debía reivindicar o, en algunas
regiones, inaugurar, para beneficio de un cambio social y político. Pedro Nel
Gómez, por su parte, al igual que Alipio Jaramillo, expresaron en su pintura
algunos problemas de la sociedad y exaltaron virtudes del pueblo colombiano
(Serrano: Ibídem, 159), algo también predominante en el panorama regional en
Latinoamérica. Sin embargo, en las representaciones humanas de las pinturas de
Gómez Agudelo, se toman sólo ciertos elementos de esta fuente indigenista, ya
que los personajes de sus composiciones son más mestizos que indígenas y eso
lo hace diferente y perteneciente más bien al grupo de mestizofílicos, que se
explicará más adelante. En el caso de algunos países latinoamericanos, como
Perú, todavía perviven fuerzas poderosas de esta corriente. Para esa mirada
romántica del indio americano en algunos países, también se ha usado, de
manera imprecisa, el término folclore, que, como en el caso colombiano en los
años setenta y ochenta, se caracterizó por ser un discurso bañado por tintes
ideológicos de la estética marxista, representada en el socialismo prehispánico,
18 En Colombia, Argentina o Brasil la población indígena no es tan grande como en Perú, Ecuador,
Guatemala o México.
24
cuyos activistas solían creer que las sociedades indígenas contaban con una
especie de aparato ideológico comunitario con estilo comunista. La profesora y
crítica de arte Ivonne Pini se refiere a este discurso dentro de la corriente
americanista desde el cuaderno del Bachué, en el cual se afirma que, “El
europeísmo prácticamente ha fracasado. Sólo nos queda una orientación hacia
nosotros mismos, hacia la tierra; un único remedio; ser nosotros” (Pini: 2002,10).
b) El Occidentalismo, según Rosales Amaya, es la característica ideológica que
identifica a las minorías que ostentan el poder en Latinoamérica
(Colmenares:1989). En cuanto a las representaciones artísticas, en el caso
colombiano desde finales del siglo XIX, se considera relevante mencionar el auge
de la academia y el retrato (Serrano:1996,138-143), en cabeza particularmente de
los bogotanos Pantaleón Mendoza, Epifanio Garay y Ricardo Acevedo Bernal y,
en el caso antioqueño, en el reconocido yarumaleño Francisco Antonio Cano,
quienes estudiaron en capitales europeas y norteamericanas, especialmente en
Madrid, Paris y Nueva York, muy acorde con esa idea generalizada en la alta
cultura del obligado paso por Europa para investirse de sabiduría, conocimiento,
destreza y poder. El discurso Occidentalista se fundamenta en la erudición y el
racionalismo como base, es decir, se conservan los códigos antropocéntricos
europeizantes, que hacen de las elites circuitos muy cerrados; esa corriente, por
así decirlo, lleva el ideal latinoamericano a ser entendido como la prolongación de
la ilustración europea.
c) El discurso predominante, especialmente en el imaginario republicano
colombiano y latinoamericano del siglo XX, es el mestizaje. Este reconocido
proyecto político refuerza la mezcla de las “razas” indígena, negra y blanca, en un
claro ejercicio de simplicidad y determinación; los criollos aluden al mestizaje para
establecer su nuevo poder y statu quo y de paso conciliar con las identidades del
buen salvaje. La obra mural de Pedro Nel Gómez refuerza la idea de mestizo
encontrada en los barequeros o mineros y en la mujer de los Andes. Para él, el
sincretismo mitológico se pueden mezclar con las esperanzas progresistas,
25
representadas en los avances tecnológicos en sus narraciones murales 19, siempre
pensando en la idea de “la patria”. Además de Pedro Nel Gómez, son muchos los
artistas de los años treinta y cuarenta que sobresalieron con representaciones
mestizas, entre ellos Ramón Barba y José Domingo Rodríguez, ambos escultores
reconocidos por la fuerza de sus personajes campesinos, comuneros, guerrilleros;
propuestas que fueron eclipsadas por la introducción de la abstracción y el
expresionismo en Colombia, que ya nada tenían que ver con las narraciones
propuestas por los artistas de las décadas anteriores. 20 La idea de un pueblo
mestizo, como pueblo latinoamericano, asume al pueblo como las mayorías
demográficas.
d) La hipótesis de Rosales, que refuerza Bonfill Batalla, sobre la identidad y el
pluralismo cultural latinoamericano (Bonfill:1986, 177-209), ha sido la
yuxtaposición, para otros autores reconocida como la estratificación cultural e
ideológica, que, al contrario de la identidad mestiza, promulgada por el arte social
colombiano del establecimiento, se muestra como una identidad o discurso
fragmentado, completamente estratificado, que no genera redes de comunicación
entre segmentos de población: los establecidos o elites mestizas u
occidentalizadas excluyen y marginan a las minorías que, sumadas, equivalen a
las mayorías poblacionales por su condición social y/o étnica. Para los promotores
de este modelo, las cualidades y valores de las representaciones artísticas están
en función de una estructura estatal oficial, que legitima el poder a partir de
20 Mas no por eso se deben entender como propuestas carentes de fuerza ideológica. El
expresionismo abstracto, por ejemplo, fue impulsado por el neo-fascismo norteamericano en los
años cincuenta para combatir el realismo social; según Luis Camnitzer, en sus ensayos sobre Arte
e Ideología, publicados en la Revista Arte en Colombia No 31, Marta Traba, reconocida crítica de
arte y promotora de artistas, que en la época tenía programa de televisión, rechazó el compromiso
de los artistas con “corrientes ideológicas”; pero si se lee a Jean Marie Girard, se explica cómo
toda obra de arte está cargada necesariamente de un contenido ideológico y uno estético.
26
símbolos nacionalistas; sin embargo, las obras de arte público, en muchos casos,
pasan desapercibidas (a pesar de sus dimensiones) para ciertos segmentos de
población, que ni siquiera se percatan de las simbologías, pues no les es familiar o
es simplemente ilegible por falta de elementos críticos e información suministrada
en los procesos de educación básica o, en otros casos, las obras son sólo
parafernalias propias de establecimientos institucionales, como universidades,
bancos y edificios de gobierno. Sin lugar a dudas, es una buena salida para
explicarse la “marginalización” del imaginario de pueblo como las clases
explotadas, aplicable al conjunto de sectores subalternos (Arrom: 1992) y al
establecimiento de estereotipos para su clasificación/estigmatización, que en
algunos casos provienen desde la colonia: indios, ladinos, negros perezosos
(Ceballos: 1994).
e) En las últimas dos décadas, los especialistas en comunicación y cultura
latinoamericanos han acuñado un concepto nuevo en el discurso, proveniente de
la biología, se trata del hibridismo. Al estudiar las influencias y los desarrollos
propios de la región, se le apuesta a la hipótesis de los entramados interculturales
que se tejen por la mezcla de distintos grupos étnicos. Néstor García Canclini
(1987) los considera como diálogos culturales entre multiplicidad de identidades y
discursos que generan nuevos códigos, allí donde las elites son muy dadas a
consolidarse como burguesías emergentes. La existencia de culturas diversas
dentro de los estados nacionales tienen una complejidad, que se ve acrecentada
por los sistemas instituidos de desigualdad que son inherentes al modo productivo
dominante.
Son, entonces, cinco discursos ideológicos, que Rosales Amaya compila en su
texto, a saber: indianismo, occidentalismo, mestizaje, yuxtaposición e hibridismo.
En cuanto al tema de identidad cultural es muy importante mencionar que algunas
tendencias contemporáneas de las ciencias sociales evitan mencionar cualquier
discusión o profundización por considerarla un concepto decadente. Por otro lado
algunas corrientes occidentalistas como el materialismo dialéctico consideran que
sólo se trata de dos grandes corrientes ideológicas que concentran las
representaciones de identidad: el Monismo cultural, representado en este texto
27
como occidentalismo y el Relativismo cultural considerado en los otros paradigmas
presentados anteriormente y los posibles faltantes. En síntesis y en el marco de la
reflexión, los paradigmas expuestos en este texto y tomados del estudio de
Rosales, tienen en cuenta los desarrollos que sobre el tema han hecho
latinoamericanos y posibilitan ampliamente la comprensión de las corrientes
predominantes en las artes de buena parte del siglo XX.
28
políticos, culturales y militares necesarios para hacerse valer por sí mismos,
constituían a la vez una clase privilegiada, casi a la manera de barones feudales y
magnates criollos”(Ibídem,93); pero se deben tener en cuenta las discontinuidades
históricas, como la concepción temprana de la idea de nacionalidad, que en
América se dio mucho antes que Europa y que fue precisamente promovida por
los criollos. No hay alguna coincidencia conceptual o ideológica con el proceso
europeo, en el cual la invención de nacionalidad comienza por cambiar el
imaginario nacional de las comunidades, con las gentes, el paisaje, las tradiciones
y las lenguas. En Hispanoamérica, por su parte, el campesino, el indio y, en
general, los marginados fueron integrados por las elites criollas con una intención
política, ejemplo: “…en lo futuro, los aborígenes no serán llamados indios ni
nativos: son hijos y ciudadanos del Perú, y serán conocidos peruanos” (Ibídem,
80), como todos los blancos y mestizos (y más adelante los negros).
La nacionalidad es una invención cultural, que hace parte del imaginario de un
colectivo humano y que se aglutina por medio de elementos significantes, como la
patria, la religión, la lengua, la historia y las costumbres. El Estado, igualmente,
hace parte, según Anderson, de otro imaginario:
3. El Estado constituye una elaboración importante de la división social del
trabajo.
4. Donde no hay división del trabajo, ni siquiera puede hablarse de Estado.
5. El Estado es la especialización y concentración del mantenimiento del orden.
6. El Estado existe allí donde agentes especializados se han separado del resto
de la vida social.
Estado y Nación son elementos importantes en el fortalecimiento de la modernidad
en el siglo XIX, caracterizado por la intervención sobre el cuerpo social,
disciplinándolo a través de doctrinas e instituciones, en el desarrollo de la
economía y la política y en la garantía de la soberanía sobre el territorio y la
presencia institucional, por medio de sus aparatos ideológicos y represivos.
Fabio Zambrano Pantoja se refiere a la Nación en la era moderna como
Conjunto de habitantes de un país, que comparte un mismo idioma, una
tradición común y que es regido por un mismo gobierno. Los sentimientos de
29
pertenencia comunitaria que desarrolla este pueblo, están precedidos por un
proceso de imposición de una cultura letrada y homogénea, por el desarrollo
de una normatividad religiosa donde se comparte una fe común, y por la
propagación de un sistema económico que haya impuesto unas reglas de
funcionamiento de las relaciones de mercado (Zambrano:1983,31).
De la relación entre Estado y Nación se desprende el concepto de nacionalismo, el
cual resulta significante para hablar de la obra artística de Gómez Agudelo en
correlación con los aspectos ideológicos.
2.4. Nacionalismo
Este referente conceptual se debe entender en términos de ideología política,
pues en el nacionalismo se considera la creación de un Estado nacional como
condición indispensable para realizar las aspiraciones sociales, económicas y
culturales de un pueblo. El nacionalismo se caracteriza, ante todo, por el
sentimiento de comunidad, de nación, derivado de unos orígenes, religión, lengua
e intereses comunes. El nacionalismo es un principio que sostiene que debe haber
congruencia entre la unidad nacional y la política. El nacionalismo prescribe que
los límites étnicos no deben contraponerse a los políticos. En la era moderna, un
hombre debe tener nacionalidad o pertenecer a un cuerpo político. Así las
naciones se convierten en una contingencia, no en una necesidad universal. De
ahí que políticamente surja una estrecha relación entre el nacionalismo y la
identidad cultural, ya que en ambos conceptos la consolidación de sistemas
simbólicos comunes constituyen la esencia que aglutina los colectivos, bien sea en
torno a un Estado, a un territorio o a un proyecto político. La identidad cultural de
un pueblo, según Cheik Antha Diop, depende de tres factores principales: el
histórico, el lingüístico y el psicológico (este último, entendido en su acepción más
amplia, puede abarcar las particularidades religiosas). La importancia de esos
factores varía según las circunstancias históricas y sociales de cada sociedad. Sin
la concurrencia de los tres no puede haber identidad cultural plena, ya se trate de
un pueblo o de un individuo. Pero la presencia armoniosa de esos tres elementos
es puramente ideal. En realidad se producen multitud de combinaciones según
que predomine uno u otro sobre los demás. Actuar sobre ellos equivale pues a
30
modificar la personalidad cultural, colectiva o individual, en un sentido o en otro, y
tales modificaciones pueden llegar a provocar incluso una crisis de la identidad
(Antha Diop: 1986).
Los aparatos ideológicos del Estado son importantes herramientas en el momento
de generar unidad e identidad, es por eso que un Estado, que se considere
moderno, tiene la necesidad de intervenir en los procesos educativos,
económicos, religiosos, comunicativos y culturales.
Las ideas nacionalistas, que se vivieron en Colombia entre 1930 y 1960, se
relacionan con las condiciones políticas y sociales de la época –cambio de
régimen partidista y afán de modernización-.
2.5. El americanismo
Americanismo es el nombre que se le dio a una corriente, especialmente literaria,
que trataba de conciliar y de equilibrar herencias y actitudes diversas en América
Latina. Desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX, sobresalieron
generaciones de autores preocupados por las cuestiones sociales, vinculadas al
fenómeno cultural americano y algunos buscaron alejarse de los postulados
europeos, buscaban una identidad propia y latinoamericana especialmente. En
este proceso de autodescubrimiento, se estudiaba lo producido por los países
americanos desde la colonia hasta el modernismo, contrastándolo con lo clásico y
construyendo un nuevo mapa cultural continental. Era muy diciente la voluntad de
afirmar las tradiciones culturales criollas, mediante su estudio y difusión, la fe en
un destino común para el continente y una defensa del cambio social dentro de la
libertad de autorrealización que tienen los estados modernos. El influjo fue
enérgico sobre las generaciones que se formaron leyendo libros americanistas,
como los de Andrés Bello y José Martí, además, entre otros autores se destacaron
Henríquez Ureña, José Enrique Rodó, Ángel Rama, José Lezama Lima, Rubén
Darío, Facundo Quiroga y Alejo Carpentier. Las preocupaciones temáticas e
intelectuales del americanismo viraban hacia los personajes emblemáticos de su
historia, los avatares políticos de sus países, las circunstancias dramáticas de
dictaduras y guerras civiles. Desde Simón Bolívar, se había hablado de un
31
panamericanismo que uniera las naciones de América en una hermandad política
y económica, sin embargo este proyecto se frustró. No obstante y en concordancia
con estas tendencias de pensamiento, en 1889 y 1890, se celebró la I Conferencia
Panamericana en Washington, que dio origen a un concepto de panamericano. En
1910, se conformó la Unión Panamericana en Buenos Aires; a pesar de los
esfuerzos por ser un bloque significativo y unificado y ante el fracaso de esta
institución, se creó la Organización de Estados Americanos en 1948, después de
la segunda guerra mundial.
Para la consolidación de este pensamiento latinoamericano, fue de gran valor la
obra de Alejo Carpentier, quien como literato legó una prolífica obra, marcada con
una identidad propia y como intelectual abrió espacios de discusión en la
continuación de un proyecto latinoamericanista en varios textos y conferencias.
Carpentier persuadió con la idea de “...el descubrimiento del paisaje americano, de
la realidad de otras vegetaciones y de otras tierras...”, abrió los ojos al mundo y
remitió a los lectores a leer el diario de Colón desde una mirada más crítica, en la
cual el conquistador reconoce la belleza del paisaje, de los indios y de su cultura.
Para Carpentier, otras ideas de hombre comenzaron a rondar en territorios del
norte; ya Europa no fue la misma y aseguraba que no se podía descartar que la
entrada de Europa a la era moderna estaba marcada en gran medida por el
descubrimiento de América, que trajo consigo un reordenamiento de las ideas de
la época: “... cobra el hombre por primera vez la noción cabal del mundo donde
vive...Ya conoce su planeta, ya sabe que la tierra es
redonda...”(Carpentier:1979,19-32).
Conclusión
La obra de arte es una expresión o representación nutrida por las sugestiones
ideológicas y los deseos del artista en la sociedad moderna. Sin embargo, los
historiadores del arte han puesto tradicionalmente un especial interés en crear una
narrativa lineal, hasta el punto de que pareciera que cada movimiento, escuela,
32
tendencia o estilo artístico fuera la continuación o el resultado del anterior 21 ,
aspecto problemático si se consideran, entre otras cosas, la intención de
unicidad 22 de la obra en el arte moderno y la discontinuidad histórica que,
precisamente, hace evidente las rupturas que se presentan con ciertas obras y
con ciertos artistas.
Esa postura narrativa y teleológica, que han planteado algunos historiadores del
arte se puede considerar, de alguna manera, problemática. El primer problema de
carácter ideológico, surge a simple vista, la idea generalizada de historia del arte
como historia de las artes plásticas (incluyendo obviamente a la arquitectura),
convirtiendo las historias de la música o del teatro en historias fragmentadas y, en
algunos casos, complementarias; otro problema es la imposición totalizante con la
definición del “arte universal”.
Es muy importante para el arte moderno latinoamericano descentralizar la forma
lineal y tradicional como se explica y se abstrae por completo su funcionalidad
histórica y propagandística y el lugar que ocuparon como aparatos ideológicos del
estado, muchas veces sin que los mismos artistas se dieran cuenta.
El revisar algunos conceptos y la historia reciente de nuestros países
latinoamericanos denota la injerencia de los distintos centros de poder, de los
aparatos ideológicos y de las estructuras de propaganda, las cuales han sido
utilizadas para traer beneficios a sectores de élite y, por supuesto, a programas y
22 Única e irrepetible.
33
proyectos de nación, de región y de identidad política. Estos intereses y
beneficios han sido simultáneos y dispersos a la vez, en muchas ocasiones se
presentan en contradicción histórica; sin embargo, aparecen y reaparecen según
las dinámicas sociales, políticas y culturales.
34
3. REFLEXION ENTRE LAS NOCIONES DE CULTURA, ARTE Y POLÍTICA
“Las estructuras políticas y las manifestaciones artísticas de una
sociedad son expresiones de una misma cultura. Sería lógico por lo
tanto poder establecer una correlación estrecha entre ambas, si no
inmediatamente, al menos con una perspectiva histórica de por
medio”23
23
L. CAMNITZER. ARTE E IDEOLOGÍA II. En: Arte en Colombia No. 31.
24
J.M. GIRARD. ACERCA DEL ARTE, EL REALISMO Y LA IDEOLOGÍA. Ediciones de la Flor.
1970. Buenos Aires. Página 13
35
la época, vive, sueña (y en ocasiones rechaza o “reniega”) en su propio sistema
de valores o superestructura. El éxito de su trabajo es que trasciende las formas
convencionales. Es decir, la obra maestra sobrepasa los dos elementos pilares de
la ciencia, el tiempo y el espacio. Significa en cualquier contexto, superestructura,
y por ende cultura e ideología; su comprensión sobrepasa los límites
epistemológicos entre culturas. “Por espiritual y perturbador que sea, el poder de
la obra de arte esta sin embargo, ligado a la materialidad concreta de la obra. Si
se modifican las formas, el contenido estético se encuentra también él modificado:
apenas tal restauración haya alterado las formas iniciales, el misterioso acuerdo –
ese sentimiento de unidad orgánica y dialéctica, que experimentamos como
principio de de organización de los diversos elementos de la obra- se rompe…En
el arte como en otro dominio, forma y contenido están unidos. Forma y Contenido
estético, Forma y Contenido ideológico” 25
25
J.M. GIRARD. Op. Cit. Páginas 13 y 14.
36
“The work of art (or monument) thus arrives in its public place,
negotiated through the choice and significance of the site, cultural
approval (or least acceptance) and allocated resources. However much
interaction may have already taken place, at its installation or
performance and thereafter, we shall asses the response of viewers /
participants as a predicating condition of the work’s meaning. It is the
space of the relationship between work and public that that experience
takes place.”26
En el arte público son varios los elementos que entran en juego para alcanzar una
apropiación o lectura de la obra. Según el hábitat, la experiencia de los
participantes, y los rituales que se tengan en la cultura se articulan los símbolos
planteados en ella para alcanzar unos niveles de comprensión que no son los
mismos en todos los sujetos participantes. La concreción y el sentido de la misma
dependen de la aprobación cultural y los recursos o insumos de la obra. Las
características del espacio físico y el espacio o ambiente generado con la
intervención de la obra de arte, interactúan en la experiencia; al igual que un muro
es además de una pintura al fresco un muro arquitectónico o un simple límite entre
dos espacios construidos. El significado y la interpretación son privados, aparte de
la intención del artista. En el siguiente cuadro se pueden apreciar los elementos
que intervienen en una obra de arte según el análisis de Arlene Raven:
26
A. RAVEN. ART IN THE PUBLIC INTEREST. U.M.I. Research Press. Londres 1989. Página 298.
37
Los elementos en el arte público27
APROBACION RECURSOS
CULTURAL
ESPACIO PÚLICO:
ESPACIO
LA OBRA (Lugar con el significado
(Sitio físico) adquirido a través del
arte)
EXPERIENCIA
(Espectadores/participantes y
artista)
(Rituales de preparación,
Concreción y observación)
Publico (proyectado)…………….SIGNIFICADO………………….Privado o
personal
27
A. RAVEN. Op. Cit. Página 295. Traducido al castellano y adaptado al contexto.
38
4. EL COMERCIO COMO CIRCUNSTANCIA SOCIAL DEL ARTE
El siguiente texto es tomado y adaptado de Miguel Pedraza y José Iturbe, quienes
presentan la hipótesis de que el arte ha sido atravesado por distintos sistemas de
producción como un proceso económico ineludible.
39
El arte en la cultura, ha sido entonces una constante que no se puede ocultar, ya
sea por medio del arte simbólico y majestuoso de las culturas que conforman las
primeras civilizaciones, con grandes obras arquitectónicas; como son el caso de
Egipto, Mesopotámica, e incluso los aztecas o Mayas; o con el equilibrio clásico de
los griegos y romanos, que con su escultura y adoración a la figura y belleza
humana crearon los cimientos de la estética occidental. Y por último la riqueza y la
poética del romanticismo, que se desprende desde el cristianismo, donde la
música y la poesía, se convierten en una arte más colectivo y trascendental.
Adaptando en este aparte, la concepción hegeliana del arte.
40
Para las vanguardias, el proceso de mercantilización del arte se dio en el siglo
XIX, con la revolución industrial y el triunfo de las clases medias europeas. El
arte salió de la monumentalidad de los palacios e iglesias para instalarse en
los salones burgueses. En estos salones se exponían obras de muy diversos
estilos que competían entre sí ante los compradores. No es, como se suele
decir, que la competencia aparezca como un hecho nuevo en el siglo XIX,
puesto que competencia existía antes entre los artistas (entre los músicos de
la corte, por ejemplo, testimonio de lo cual siempre se puede poner a Lully),
para entrar en los mejores puestos de palacios e iglesias. Lo que es nuevo es
la vaciedad de sentido o valor de las obras de arte tras la caída de las
instituciones que las soportaban. Lo que cambia es, pues, los valores de las
obras de arte. El nuevo valor en que se centra la competencia artística es el de
originalidad. Si antes lo que se valoraba era la «primorosa técnica», y entre los
cortesanos el «buen gusto» que compartían, todo ello para ensalzar la
excelencia de los poderes de la iglesia y palacio, ahora se busca la
originalidad del gusto individual. El artista ya no busca la entrada en la
comunidad del buen gusto cortesano, sino que se le pide la expresión de su
individualidad; individualidad que encontrará su afín en el burgués que compre
sus obras. Y el burgués mostrará su propia personalidad individual mediante la
exposición de las individualidades afines de los artistas cuyas obras ha
adquirido, a la par que muestra su eficacia en la actividad de búsqueda de esa
afinidad.
42
son objetos como todos los demás. Son intocables, inutilizables; se exponen
para ser observados y no manipulados.
Pero todo esto no fue más que bonitas palabras. Las obras de arte realizadas
para destruir el objeto artístico mercantilizado (y, por tanto, en contra de la
dinámica capitalista del museo), precisamente sólo pueden existir en el
43
contexto institucional del objeto museable, porque fuera de él no serían más
que simples cacharros, si no sencillamente basura: un conjunto de ladrillos, de
papeles de periódico, de cristales mal cortados o planchas de hierro oxidadas.
Parece ser que la falta de forma de la obra necesita de un suplemento
institucional para completar su formalización y convertirse en un objeto re-
presentado. Lo mismo ocurre con otros varios intentos de salir del museo,
tales como happening, body-art, land-art, que al final acaban convertidos en
objetos museables como material fotográfico.
Aún no se ha concebido una clara alternativa al museo. Por ello los artistas se
encuentran en la situación de la doncella que dice «mírame y no me toques».
Por un lado rechazan los museos y por otro, los necesitan. Para muchos
artistas la gran opresión museística no es que sus obras se expongan en un
museo, y se conviertan así en mercancía, sino precisamente lo contrario: que
no se expongan (y no se les pague por su trabajo).
Esto nos lleva a pensar que quizá la característica de la obra de arte sea ser
objeto, esto es, una obra de arte materializada y ofrecida a la re-presentación
o interpretación. Y, precisamente, mediante este ser-objeto es como se realiza
la unión de Arte y Vida. Es verdad que la obra de arte es una cosa como las
demás y por eso puede convertirse en objeto de mercado. Sin embargo, se
diferencia de las cosas en que está concebida para ser mostrada o re-
presentada. Y el museo es, precisamente, el encargado de sacar al objeto
fuera de la esfera de la mercancía (y esto aunque haya pagado por él una
cantidad exorbitante), introduciéndolo en la esfera del aura. Gracias a ese
carácter de objeto, Arte y Vida pueden fusionarse debido a que no se
identifican. Gracias a la segregación en su estructura de los sujetos actantes, y
del distanciamiento que ello provoca, el individuo puede mirar la vida a través
del objeto de arte.
44
Capítulo 2
45
1. COMPETENCIAS PARA EL DESARROLLO DE LA
CULTURA REGIONAL Y LOCAL28
El concepto de competencia tiene que ver, entre otras cosas, con el desarrollo de
habilidades y de saberes aplicados en contextos que requieren resolver problemas
o potenciar cualidades. En la última década el Ministerio de Educación Nacional
ha indicado a las instituciones encargadas de la formación académica (formal y no
formal), en todos los niveles, que tengan en cuenta en los currículos, las
competencias generales y las competencias específicas, con el objeto de
garantizar una pertinencia social, acorde con el momento de la historia económica
y política del país. Si a ese concepto de competencia, le sumamos, la acepción de
cultura, se puede entrar en una larga discusión, desde las definiciones. Por esta
razón se debe entender la cultura, en la Administración pública, como sector, y al
mismo tiempo como dimensión, así, resulta más fácil comprender a qué se refiere
la idea del “desarrollo de la cultura”, que en otras palabras, podría ser
comprendida como el desarrollo de procesos culturales en los entes territoriales.
Este tipo de concepciones son heredadas de los años noventa, cuando la Unesco
propuso declarar la “Década de la cultura” (1988-1997), desde una perspectiva
sectorial y transversal al mismo tiempo. De una u otra forma, a pesar de la
definición antropológico-sociológica de la Ley General de cultura en Colombia, se
debe considerar seriamente que existe un “renglón” en la Administración Pública,
que se denomina Cultura y que debe fortalecerse, recorriendo un camino
competente y cada vez más profesional.
Resulta clave, preguntarse qué conocen del tema. Ese interrogante formula otras
preguntas, como: ese papel de la cultura debería formularse en los planes de
28
Conferencia en el marco del 8vo. Encuentro de Directores de Casa de la Cultura, Medellín. Abril
de 2009. Dirección de Fomento a la Cultura del Departamento de Antioquia .
46
desarrollo o los planes de desarrollo deben interpretar ese papel en las
comunidades? Respuestas en ese sentido permitirán perfilar cualquier discusión
sobre las competencias y retos del desarrollo cultural en esa localidad.
47
cuanto a las competencias para el desarrollo cultural, se deben establecer primero
las del gestor.
•Producción artística
Artes •Cultura popular
•Industrias culturales Sostenibilidad
•Planificar •Patrimonio cultural
•Educación artística
•Coordinar •Artes Visuales
•Comunicación
•Empresas culturales y
•Direccionar creativas •Financiación
•Artes Plásticas
•Evaluar •Artesanía •Cooperación
•Artes Escénicas
•Folclore •Legislación
•Artes auditivas y
Administración musicales
cultural •Artes literarias
Quehacer
cultural
48
49
1.4. ¿Cuáles son las características del gestor cultural?
50
51
1.6. ¿Cuáles son las etapas de intervención en la cultura, según las
distintas profesiones?
52
PRODUCCIÓN
DIFUSIÓN Distribución
Consumo Representación
Participación Financiación
Frutos Ramas y follaje
53
GESTOR ARTÍSTICO GESTOR ANIMADOR
TERRITORIAL SOCIOCULTURAL
Otros
54
juventudes, y minorías,
55
La acción cultural se desarrolla en escenarios muy diversos, aunque
complementarios entre sí. Si bien la responsabilidad del desarrollo cultural recae
en el Estado, quien es el ente encargado de diseñar las políticas, proveer la
infraestructura y buena parte de los recursos, también otros sectores como el
sector empresarial privado, tienen unas obligaciones y responsabilidades con el
sector cultural, de hecho, aspectos relacionados con la “responsabilidad social”
están íntimamente ligados con el desarrollo de proyectos y programas de iniciativa
privada; otro ente que apoya o soporta buena parte de los programas y ayuda al
Estado a implementar las políticas culturales es el sector solidario y cooperativo, el
cual es cada vez más fuerte en Colombia; y dado que, la economía solidaria se
rige por unos principios de participación y democracia, los proyectos donde las
artes son un medio o una estrategia tienen mucho éxito en este sector. El
siguiente cuadro permite determinar las lógicas de cada esfera y puede servir para
orientar al gestor cultural en las responsabilidades de cada sector, objetos,
limitaciones y posibilidades.
Organización y participación
propia
56
OBJETO Cobertura Productivida Cooperativismo
S d
Servicio Crecimiento
rentabilidad
Prestar los Permanencia
servicios que Eficacia/efici
Solución de necesidades de
requiera la encia
los asociados
sociedad.
crecimiento
Interés social
Se basa en un
Producir
presupuesto Se rige por la Ley 454 de
bienes y
aprobado. 1998.
servicios con
Interés social. fines
lucrativos.
Se rige por
el derecho
privado.
Los Sociedades
contribuyentes en
Comandita
Propiedad
individual o
colectiva
57
PROPIED El pueblo Patronal Los trabajadores
AD
SOBRE
LOS
MEDIOS
DE
PRODUC
CIÓN
58
Falta de ética en las relaciones
Caída del estado benefactor y implantación acelerada del modelo del Estado
neoliberal
• Concentración de la riqueza
• Pérdida del valor de la mano de obra no calificada y artesanal
• Subsidio a la miseria
• Indicadores de pobreza relativa tolerables
• No se reconoce el conflicto de intereses entre sectores
• Atomización y dispersión obrera
Conflicto armado
Reclutamiento de menores de edad
Terrorismo
Miedo
59
Desconfianza ante las instituciones
60
2. ¿CÓMO APORTAN LAS LEYES A LA GESTIÓN CULTURAL?29
2.1. Políticas
Las políticas culturales están plasmadas en los planes sectoriales y están
soportadas en la constitución y las leyes, estas políticas entendidas como las
distintas formas de intervención del sector cultural son implementadas desde el
Estado y cubren todos los sectores o esferas de la sociedad (el sector privado o el
sector asociativo). Estas formas de intervención del sector artístico y cultural
establecen medios y recursos para incentivar etapas como la investigación, la
formación de profesionales, los procesos de creación, los canales de distribución y
divulgación de las artes, la formación de públicos, la orientación de los consumos,
la participación, la conservación y por supuesto, la financiación de las distintas
expresiones artísticas.
2.2. Normatividad
De acuerdo con el territorio administrativo las normas pueden variar, existen leyes
que son ineludibles y operan en todo el país hasta decretos reglamentarios
especiales para aspectos concretos étnicos, patrimoniales o regionales. Los
acuerdos y ordenanzas en el orden municipal y departamental se limitan a las
29
Conferencia dictada en el marco de la Cátedra Abierta Universidad, Cultura y Sociedad. Cátedra
Abierta. Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia y Ministerio de Cultura de
Colombia. Conferencia: La legislación como herramienta para la gestión cultural. Medellín, mayo de
2008.
61
necesidades locales y regionales, por otro lado, están los convenios
internacionales que regulan ciertos bienes y protegen especialmente lo
relacionado con patrimonio cultural y el apoyo discrecional a la alta cultura, estas
últimas son normas que no tienen carácter coercitivo ni establecen sanciones o
procedimientos claros. Es importante resaltar que a pesar de la vigencia de
muchas normas, éstas no se desarrollan satisfactoriamente, podría decirse que la
razón más frecuente es la desinformación unida al bajo interés en los mandatarios
regionales en temas de promoción, divulgación o estímulos para el desarrollo del
sector por considerarlos costosos y poco útiles en la solución de los problemas
prioritarios de la mayoría de la población.
Los planes sectoriales traducen el espíritu de las leyes y plantean soluciones a los
diferentes temas de desarrollo del sector, sin embargo y a pesar de contar desde
el 2001 con un Plan nacional de cultura, son muchas las regiones del país que no
han configurado sus propios planes y, por supuesto, no desarrollan programas
concretos en este sentido. La participación es clave en el sistema nacional de
cultura, el orden consultivo es muy importante, por esta razón los consejos de
cultura (o consejos de artes y cultura, como se deben llamar en la actualidad
según la reciente reforma a la Ley de cultura) se convierten en instancias que
asesoran, hacen veeduría y control político pero en ningún caso toman decisiones
o implementan las políticas.
62
La nacionalidad colombiana a partir de la diversidad, reconocimiento de la
multiculturalidad y multietnicidad.
Derechos civiles y ciudadanos con atención prioritaria a población
vulnerable
Mecanismos de participación y veeduría, Acciones de tutela, Derechos de
petición, Acciones populares.
63
garantizar su libertad e independencia profesional
(Artículo 73) y el acceso a los servicios de
comunicación (Artículo 64)
De autor Contempla la protección de la propiedad
intelectual (Artículo 61) y la regulación de la misma
por medio de las leyes (Artículos 150-174).
Al conocimiento Derecho al acceso al conocimiento, la ciencia, la
técnica y demás bienes y valores de la cultura
(Artículo 67); la libertad de enseñanza, aprendizaje,
investigación y cátedra (artículo 27) y la búsqueda
del conocimiento y la expresión artística (Artículo
71).
A la promoción y fomento de la Contempla la obligación del Estado de promover la
ciencia, la tecnología y la investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión
cultura de valores culturales (Artículo 70) y estipula
incentivos para instituciones y personas que
fomenten la ciencia, la tecnología y demás
manifestaciones culturales (Artículo 71).
Precisamente en estos dos artículos se fundamenta
la Ley general de cultura.
2.4. Leyes
Existen leyes de orden estructural que organizan el sector, plantean los fines y
regulan las políticas nacionales, que se mueven entre el mecenazgo, la provisión
de bienes, la democratización y la participación. Estas leyes son básicamente tres:
la Ley general de cultura, resultado de las coyunturas y discusiones de los
gestores culturales de la década del noventa y las condiciones y voluntades
políticas de los gobiernos de turno; la Ley 715 de 2001, resultado de una reforma
constitucional que reorganizó el sistema de transferencias del gobierno central a
las regiones, cambiando los procedimientos y modelos en cuanto al acceso de
64
recursos del gobierno central y la reciente Ley 11 85 que reforma parcialmente la
ley general de 1997 pero haciendo énfasis en el desarrollo del patrimonio cultural y
los mecanismos que garanticen de alguna manera su sostenibilidad.
En cuanto a los derechos culturales pueden compararse las leyes 397 y 715 a
partir del siguiente cuadro
65
regulados en el Artículo 22 del expresiones multiculturales del
numeral 4 de 60 de 1993, modificado municipio.
por 715 de 2001.
El Municipio promoverá, creará,
fomentará y fortalecerá las
bibliotecas públicas y mixtas
(Artículo 24).
Fomentar la formación y
capacitación técnica y cultural del
gestor y del administrador cultural
(Artículo 29).
◦ Ley 881 de 2004. Ley mes del artista y del arte nacional colombiano.
67
Articulación del patrimonio cultural y natural con el desarrollo
socioeconómico y los procesos de construcción ciudadana, para garantizar
su sostenibilidad en el tiempo
El asunto tributario es de mucho provecho tanto para grandes firmas como para
pequeños empresarios, dado que tributos como el impuesto sobre las ventas o el
impuesto de renta, en el orden nacional o en el orden regional la posibilidad de
operar la exención o reducción en los impuestos de industria y comercio o
impuesto predial, incentiva la creación de empresas creativas y culturales y
fortalece la industria cultural.
68
casas de la cultura y transformó el sistema burocrático de sectores de la cultura, la
infancia, la juventud, la mujer, etc, no eliminó las obligaciones del Estado, las
cuales, no han cambiado en la esencia y muchos de estos servicios se contratan
con particulares, ahí radica la importancia de citar esa ley en este documento.
69
necesidades señaladas por la Asamblea constituyente y la visión del plan
estratégico de Antioquia. Este plan desarrolla 4 campos de políticas y 96 líneas
programáticas resultando muy completo para desarrollar políticas públicas en el
sector y sitúa a la cultura como una prioridad; el plan se encuentra en proceso de
revisión y aprobación por parte de la asamblea departamental y posiblemente
estará implementándose muy pronto.
70
3. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL TURISMO COMO INDUSTRIA
CULTURAL30
30
Conferencia dictada en el marco del II Foro Regional de Turismo. Diciembre de 2009. Municipio
del El Carmen de Viboral.
31
J. L. ROMERO, Latinoamérica situaciones e ideologías, Buenos Aires, Candil, 1967, pp. 25-26.
32
N. GARCÍA CANCLINI y E. PIEDRAS FERIA, Las industrias culturales y el desarrollo de México,
México DF, Siglo XXI, 2006, pp. 64-67.
71
Mencionar los casos de Santa fe de Antioquia, Guatapé, La Pintada, Jardín,
Jericó, Barbosa, “La vuelta a oriente”
La gestión cultural es sin duda un campo emergente, con una gran fuerza
dinámica, tanto desde la óptica de favorecedora de la cohesión y el
desarrollo de las sociedades, como desde la perspectiva de la cultura como
generadora de riqueza y empleo. Ciertos conceptos acuñados en los
últimos años – controvertidos en algunos casos – como los derechos
culturales y la gestión de la diversidad cultural, “la cultura da trabajo” o la
excepción cultural, terminan por explicar el creciente interés por este campo
profesional.33
33
Francisco Piñón, Secretario General de la OEI. Formación en Gestión cultural y políticas
culturales Unesco, OEI, Iberformat. 2004.
72
han propiciado la proliferación de PYMES en todas las áreas y la necesidad de
articular redes y sistemas (gremios) y desde esta perspectiva las empresas
pequeñas, los festivales, el conjunto de corporaciones artísticas y las empresas
creativas, también hacen parte de clusters y por ende, pueden considerarse
industria cultural: Pero para facilitar la comprensión del tema, se puede entender
una como la gran industria y la otra como la industria alternativa o independiente,
que no esta necesariamente determinada por el tamaño de la organización, sino
por los de valores adicionales y la autenticidad de sus expresiones o servicios.
Es posible identificar un ciclo económico afín entre los sectores cultural y turistico,
ya que el turismo actúa como un proceso dinamizador y promotor de la cultura al
permitirle a ésta un aumento de su demanda y de sus ingresos34, además de un
espacio más amplio de divulgación nacional e internacional. Por su parte la cultura
es un elemento esencial para la industria turística pues constituye la oferta o
atracción de la que se beneficia esta actividad económica, junto con los beneficios
de la naturaleza.
34
GARCÍA CANCLINI, Op. Cít.
73
II. ¿Es el sector económico el más llamado a intervenir el Sector turístico?
por ejemplo, el Ministerio de Comercio en el orden nacional es la
autoridad turística, por supuesto, se han generado diálogos, muy
recientes, con el Ministerio de Cultura, especialmente por el manejo que
la industria le da a los bienes y manifestaciones de interés patrimonial,
porque el deterioro es absolutamente evidente. Cuáles son los enfoques
de formación (estatales y privados) de los empresarios turísticos, de los
policías de turismo, de las PYMES y de los inversionistas de capital
privado, por supuesto, este enfoque es decididamente economicista:
explotación de los valores agregados de las comunidades en función de
la acumulación de capital. Son muchos los ejemplos ya conocidos en
que la plusvalía de la actividad turística o industrial no se distribuye
entre los propietarios tradicionales o los poseedores de las tradiciones
que se utilizan como “gancho” o estrategia de marketing.
35
Telenovela de mayor audiencia en canales nacionales en la actualidad, hasta algunos niños se
disfrazaron de “El capo” en el halloween. Diciembre de 2009.
74
reavivar la tradición. La cultura como identidad se transforma entonces en
simple consumo y en instrumentos de venta que no constituyen un legado,
sino más bien, se apropia dentro del mercado como simple plusvalor
privado y particular. Por otro lado la globalización ha arrasado con las
herencias culturales de la identidad al establecer mediante el mercado
nuevas experiencias de consumo cultural que no permiten distinguir entre lo
propio y lo foráneo.36
36
Rafael RUBIANO MUÑOZ, La industria cultural: entre la cultura de masas y la cultura popular,
en: Cátedra abierta, Universidad, Cultura y Sociedad, Módulos 3 y 4, Medellín, Universidad de
Antioauia, Ministerio de Cultura. 2006, pp 9-21.
75
vestigios de la cultura prehispánica o en los Municipios de Antioquia
donde se venden sus tradiciones y costumbres. En este mismo grupo
pueden entrar otras categorías como el turismo religioso, o hasta el
turismo gastronómico.
76
turno (con los llamados eventos de ciudad, transformaciones radicales,
campañas de imagen del mandatario). Los casos de Medellín, Bogotá
ya son reconocidos en el orden mundial; estas ciudades en sus centros
de convenciones y en su sistema de infraestructura comercial (malls)
son generadores de oportunidades de negocios y plusvalías para
capitales nacionales y extranjeros. El turismo de servicios
especializados en los casos de: intervenciones quirúrgicas cosméticas,
servicios educativos o servicios tecnológicos, también son muy
relevantes en toda la región latinoamericana.
III. Hoy en día el producto turístico cultural también está siendo respaldado
cada vez más por otras Dependencias e Instituciones Gubernamentales
que han destinado recursos económicos para su desarrollo y
consolidación en el mercado turístico. De hecho, el turismo en sí es una
actividad eminentemente humana, por lo tanto hace parte de la cultura
(generalización bastante banal, pero punto común en muchas
reflexiones). El caso de Medellín es muy particular con la relación de las
dimensiones Industria – Cultura – Públicos, se realizan, cada vez de
forma más frecuente eventos multitudinarios y muy sofisticados,
verbigracia el Culture Fit, Medellín, presentado hace algunas semanas
en Plaza Mayor al cual el alcalde Alonso Salazar se refiere como
37
Cartilla de presentación de Culture Fit Medellín, Alcaldía de Medellín, noviembre de 2009. Para
mayor información consultar: www.culturefitmedellin.org
77
Resaltan los términos con los cuales se presentan las propuestas, aunque el
asunto no es sólo verbal, hay además obras civiles para cada evento y para cada
nueva administración esta el reto de superar a la anterior, haciendo de esta
práctica una carrera absolutamente desbocada. Esta vez, la Unidad deportiva
Atanasio Girardot y la Villa Suramericana son obras de gran envergadura que
acompañarán los juegos. En la relación Industria – Cultura – Públicos, el arte es
muy importante como aparato ideológico del Estado (Althusser), se puede
identificar esto en las expresiones del alcalde Salazar
Franco Dragone, quien fuera uno de los creadores del Circo del Sol, el
bailarín y coreógrafo Rafael Amargo, la compañía artística La Fura Dels
Baus y el colectivo artístico Comedians…38
38
Ibídem.
39
Francy Esther DEL VALLE MONTOYA, Economía e identidad:soportes material y simbólico de la
cultura, en Cátedra abierta, Universidad, Cultura y Sociedad, Módulos 3 y 4, Medellín, Universidad
de Antioquia, Ministerio de Cultura. 2006, pp 23-35.
78
Es frecuente encontrar explicaciones apologéticas de condiciones raciales o étnico
históricas para fortalecer las representaciones que el status quo quiere proyectar
como imaginario colectivo.
40
GARCÍA CANCLINI, Op. Cít.
79
rentabilidad de la industria del turismo cultural en España es sorprendente y es tal
vez la industria más fuerte en este país ibérico.
41
http://www.mincultura.gov.co/?idcategoria=26575
42
Ibídem
80
(Ibídem). El texto completo se puede consultar en la página:
Mincultura.gov.co.
Desde el año 1996 Colombia cuenta con la Ley de Turismo Nacional y la reciente
reforma a la Ley 397 de 1997 o Ley General de Cultura en la denominada Ley
1185 de 2008, donde se plantean aspectos muy avanzados para el manejo del
patrimonio cultural de la Nación.
81
posibilidades para la mirada pero también sus barreras para la
comprensión.
43
G. REY, cultura y Desarrollo humano, unas relaciones que se trasladan, en: Tomado de
http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric00a04.htm, consultado el 18 de junio de 2009.
82
4. LA CULTURA COMO ACTIVO PARA EL DESARROLLO44
En estas dos últimas décadas hemos pasado por transformaciones muy visibles
en la escena sociocultural. En la década de los noventa se consolidó el concepto
de DIMENSIÓN CULTURAL DE DESARROLLO, en este mismo decenio, la
Unesco declara el decenio para cultura (tomar apartes de gloria morales López),
la discusión sobre la formulación de políticas culturales para el desarrollo tomó
lugar en América latina.
DIMENSIÓN
ECONÓMICA
CULTURA
DIMENSIÓN DIMENSIÓN
AMBIENTAL SOCIAL
Las tres dimensiones del desarrollo que se han construido desde Breton Woods
han sido la Dimensión económica en primer lugar, la Dimensión ambiental en el
segundo momento y la Dimensión social como tema frontera, la Cultura en esta
triada se concibe como la transversalidad entre las tres. Desde esta óptica la
Dimensión cultural es transdisciplinaria, pues media en las otras dimensiones y es
requisito indispensable para alcanzar el desarrollo. El deseado desarrollo se
alcanza cuando en un territorio determinado se elevan la consciencia y se unifican
44
Confrencia en el 3r Foro Departamental de Cultura, abril de 2010. Plaza mayor Medellín.
83
los intereses, y esto solo se puede lograr con la comunión de estas cuatro
dimensiones.
El afán del Estado y las fundaciones industriales por institucionalizar los esfuerzos
particulares y de instrumentalizar la acción cultural, generó también procesos de
resistencia cultural, los cuales, requirieron del perfeccionamiento del discurso por
medio del estudio y la investigación. Desde principio de la década de los noventa,
hasta nuestros días, la intervención en el sector cultural dejó de ser exclusiva de
sectores simpatizantes de la izquierda y se ha convertido en un requisito para ser
competitivo aún en los contextos más derechistas de la sociedad latinoamericana.
84
En Colombia, múltiples programas de formación de gestores culturales
aparecieron en la escena académica, las universidades públicas y privadas
ofrecieron (y ofrecen) en distintas modalidades programas de cualificación (cursos,
asesorías, diplomas, pregrados y posgrados), con el objeto de hacer más
competitivo el perfil del gestor cultural.
85
industriales y de servicios) han establecido metodologías para intervenir y
organizar la oferta y la demanda de bienes simbólicos en las distintas etapas de
intervención del sector cultura: la creación, la producción, la distribución y difusión
y, por supuesto en el consumo.
86
CREACIÓN
• POLÍTICAS
CULTURALES • GLOBALIZACIÓN
• CONVERGENCIA • DIGITALIZACIÓN
TECNOLÓGICA
DISTRIBUCIÓ
N Y DIFUSIÓN
87
4.2. Crecimiento económico y bienestar
88
Capitulo 3
89
1. POSICIONES FRECUENTES FRENTE AL ASUNTO CULTURAL45
45
Algunas de estas diapositivas se presentaron en los Encuentros subregionales de Cultura del
Departamento de Antioquia. Conferencia: Desarrollo local y cómo construir región desde la cultura.
Dirección de Fomento a la Cultura de Antioquia y Extensión Cultural de la Universidad de
Antioquia. Subregiones de Oriente (Carmen de Viboral) y Occidente (San Jerónimo), septiembre y
octubre de 2009.
90
POSICIÓN 1
“No creo que los artistas se deban tornar en lobbystas. Nuestros
Estados son pobres y están ocupados en otras cosas. Ello no quiere
decir que no exista un caso para el fomento de la cultura,
seguramente existe. Pero ese es precisamente el dilema del
subdesarrollo: la multiplicidad de prioridades… Para decirlo de una
vez, no creo que valga la pena esa piñata escasa en plata y rica en
palabrería… ¿cómo gastar recursos en un proyecto cultural cuando
pulula el hambre en las calles?
Alejandro Gaviria
POSICIÓN 2
“La cultura, entonces, empieza a redefinir su papel frente al
desarrollo, de una manera más activa, variada y compleja
gracias entre otros motivos, a las propias transformaciones
del concepto de cultura que se ha desprendido
progresivamente de su asimilación inoportuna y simbiótica
con las humanidades y las bellas artes. Ya la cultura no es lo
valiosamente accesorio, el “cadáver exquisito” que se
agrega a los temas duros del desarrollo como: el ingreso
per cápita, el empleo o los índices de productividad y
competitividad, sino una dimensión que cuenta
decisivamente en todo proceso de desarrollo tanto como el
fortalecimiento institucional, la existencia de tejido y
capital social y la movilización de la ciudadanía.”
Germán Rey
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POSICIÓN 3
“La gestión cultural es sin duda un campo emergente, con una
gran fuerza dinámica, tanto desde la óptica de favorecedora
de la cohesión y el desarrollo de las sociedades, como desde
la perspectiva de la cultura como generadora de riqueza y
empleo. Ciertos conceptos acuñados en los últimos años –
controvertidos en algunos casos – como los derechos
culturales y la gestión de la diversidad cultural, “la cultura da
trabajo” o la excepción cultural, terminan por explicar el
creciente interés por este campo profesional.”
Francisco Piñón
92
REFLEXIÓN DE LAS ÚLTIMAS DÉCADAS
cambiar radicalmente el
Es necesario
modelo de desarrollo que se ha venido
utilizando en nuestros municipios (dado que,
en buena proporción nos ha sido
impuesto desde fuera), para buscar el tan
anhelado desarrollo sustentable con todas las
transformaciones éticas, económicas y sociales
que esto implica.
INDICADORES DE DESARROLLO
(ID) – (PIB)
INDICADORES DE DESARROLLO
HUMANO (IDH) – (NBS) –(IPR)
INDICADORES DE FELICIDAD
HUMANA (IFH)
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PRIORIDADES LOCALES
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PROBLEMÁTICA DEL
DESARROLLO LOCAL
Es escasa la trasversalidad de procesos de desarrollo local
Dispersión y desequilibrio de la acción gubernamental en los
Fragmentación de las intervenciones sociales
distintos sectores
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“Cada decisión pública consume
recursos políticos y fiscales y representa
un costo de oportunidad evidenciado en
la desatención o no intervención en otros
asuntos”.
Luisa Fernanda Cano Blandón
2. CULTURA Y REGIÓN
96
97
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE REGIÓN
98
MERCADO, MERCANTILIZACIÓN Y
CONSUMO CULTURAL
La inserción de
los medios de
La comunicación Políticas de Sobre- La cultura como
como espacios de autosostenibilidad dimensionalidad de
democratización económica de los los conceptos de
generadora de
cultural y artística socialización procesos culturales industria cultural plusvalía
La lógica del
desvanecimiento
99
NUEVAS POSICIONES POLÍTICAS
100
LA CULTURA UN SABER Y UN DERECHO
Sector
Cultural
Dimensión
Desarrollo CULTURA Cultural
Saber
Cultural
101
REFLEXIÓN
• Nuevos retos planteados en la construcción de
la región desde lo cultural ¿Cuál es el estado
de cada ítem en su contexto?
• Sobre los pendientes: qué agentes sociales
benefician (intereses, necesidades o
expectativas)
102
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANTA DIOP, Cheikh. Los tres pilares de la identidad cultural, En: Antología del
Correo, La Habana, UNESCO, 40 Aniversario, mayo – junio 1986.
103
GARCÍA CANCLINI, Nestor et al, Políticas culturales en América Latina, México,
Grijalbo, 1987
GIRARD, Jean Marie. Acerca del arte, el realismo y la ideología, Buenos Aires,
Ediciones de la Flor, 1970.
PEDRAZA , Miguel y José Iturbe. El arte del mercado del arte. México, Plus
editores, 1990.
104