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Introducción

Comenzando este recorrido con algunas reflexiones del momento pasado y el que estamos
viviendo.

La situación extraordinaria por la que atravesamos frente a la pandemia nos ha puesto en


el desafío de buscar respuestas para acompañar a nuestros/as alumnos/as en el marco de
las instituciones en las que trabajamos. Sabemos de la importancia de mantener la
escuela abierta aun sin asistir presencialmente a ella y del esfuerzo realizado en el
aislamiento generando estrategias diversas para sostener el intercambio y la continuidad
educativa con los y las alumnos/as, lo que ha confirmado una vez más el compromiso de
muchos/as docentes y estudiantes de la formación docente.

Cada Instituto de Formación Docente del país cuenta con


una plataforma virtual, esta que están utilizando en este
momento. Podemos plantearnos , ¿es necesario utilizar este
recurso tecnológico? La utilización de un campus virtual
permite a la institución ordenar y organizar toda la tarea
pedagógica. Si cada docente decide de manera aislada qué
recurso utilizar la dispersión será enorme, ya que se amplían
las superposiciones de tareas y, sobre todo, le genera al
estudiante la necesidad de recordar adónde ingresar sus
datos para cada materia.

Dentro de las plataformas virtuales se pueden definir espacios diferentes según el uso que
se haga del mismo. Pueden ser espacios de aulas de cursado, bibliotecas, espacios libres
tipo cafetería, etc.

Dentro de esos espacios veremos específicamente el uso de las aulas como espacios
formativo.

Intentaremos, entonces, definir qué es un aula y luego qué es un aula virtual. Nos dice Inés
Dussel que un aula es una "una estructura material y una estructura de comunicación entre
sujetos".

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El aula es un espacio material y una estructura comunicativa.
Las aulas virtuales vienen a aportar ese espacio pensado para los mismos
fines que la escuela presencial. Pero esto no implica que una clase virtual sea
lo mismo que una presencial, aun cuando esta se dicte de manera
sincrónica por videoconferencia.

Todos hemos transitado en nuestra vida escolar en la modalidad presencial, sabemos que
cuando estamos en nuestras instituciones el “afuera”, permanece en otra dimensión. El
espacio aula nos permite un tiempo y un lugar para desarrollar nuestra tarea. En la
virtualidad los mismos artefactos que nos permiten vincularnos con el mundo exterior, son
los que nos acercan a la formación.

Hemos probado en estos dos años especiales que la escuela se mantuvo al frente para
afrontar los desafíos. Los docentes comprendieron inmediatamente que el vínculo no podía
cortarse y se pusieron al hombro la monumental tarea de sostenerlo a pesar de las
dificultades propias de cada región, la falta de habilidades tecnológicas, en algunos casos,
y/o la falta de recursos en otros.

Seguramente se abrirán innumerables investigaciones y conclusiones dada la diversidad de


experiencias recopiladas, los aprendizajes adquiridos por los alumnos y por los propios
docentes. En este momento la conclusión más cercana es que estos cambios, si bien se
dieron por un fenómeno extraordinario y en forma abrupta, abren las puertas a una nueva
modalidad que es el b-learning (blended learning) o modalidad mixta de aprendizaje, en el
cual se combinan los encuentros virtuales con los encuentros presenciales. Ahora, que
hemos pasado ya el momento "obligatorio" de la virtualidad, podremos extraer de esa
experiencia lo mejor de la misma y lo mejor de la presencialidad para complementar y
mejorar las propuestas de clases.

En ese sentido la educación híbrida, según el BID, “requiere tanto distribuir los contenidos
entre plataformas y clases presenciales, como desarrollar modelos de enseñanza y
aprendizaje que permitan capturar la atención y el interés de los estudiantes por aprender y
asegurar interacciones significativas e integradas del estudiante"

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Docentes Conectados

Les proponemos observar este video de Flavia Terigi en Docentes Conectados sobre la
educación en tiempos de pandemia.

https://www.youtube.com/watch?v=Hpl-QhkIVOI&feature=emb_logo

Estas propuestas utilizan tecnología en línea no solo para complementar, sino también
para transformar y mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje. No obstante, esto
no significa que un profesor pueda simplemente iniciar un aula virtual, subir material, videos
o utilizar el chat; el aprendizaje combinado en estos espacios es exitoso cuando la
tecnología y la enseñanza se informan entre sí para atraer a los estudiantes y resignifican
el aprendizaje. La educación en línea no es un suplemento, sino que implica un cambio de
juego. No se la puede ver como una expresión simbólica que demarca la brecha entre la
educación tradicional y el aprendizaje conectado, entendiendo que solo lo digital implica
futuro y lo demás es viejo y se debe para desechar. Se trata de conjugar experiencias
positivas de uno y otro modelo, hacia una nueva forma en donde ambos se interconectan.
La planificación, la selección y adecuación de contenidos son centrales para lograr un
recorrido exitoso.

Algunas preguntas que nos comparte Esther Levy y María Fernanda Juarros para orientar
las reflexiones

¿Cómo modificamos la propuesta de enseñanza para llevarla a cabo en un ambiente virtual


(con sus diferentes soportes tecnológicos, videoconferencias, etc.)?
¿Reproducimos las mismas acciones?
¿Cómo repensamos los procesos de apropiación del conocimiento?
¿De qué modo articulamos la especificidad de los saberes disciplinares
con los entornos virtuales?
¿Qué nuevas formas adoptan los rituales que regulan los “encuentros” en estos entornos?
¿Qué nuevas formas de vincularnos y comunicarnos con nuestros/as estudiantes
establecemos?

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Juarros, M.F. & Levy, E. (2020). Módulo 1: La práctica docente en la educación a distancia.
INFD

Algunos ejemplos

Estudiantes que realizan un trabajo grupal "cara a cara" en un salón de clases y luego van
a sus casas para analizar ese trabajo, reconectarse a su propio ritmo para enriquecerlo y,
más tarde, volver al salón para recibir asesoría del profesor y avanzar así dentro un
proceso continuo.

También, lo que se conoce como aprendizaje invertido, un enfoque pedagógico en el que la


instrucción directa se realiza fuera del aula y el tiempo presencial se utiliza para desarrollar
actividades de aprendizaje significativo y personalizado.

En el método tradicional el contenido educativo se presenta en el aula y las actividades


de práctica se asignan para realizarse en casa. El Aprendizaje invertido da un giro a
dicho método, mejorando la experiencia en el aula (Fulton, 2014, pp. 3-4) al impartir la
instrucción directa fuera del tiempo de clase –generalmente a través de videos–. Esto
libera tiempo para realizar actividades de aprendizaje más significativas tales como:
discusiones, ejercicios, laboratorios, proyectos, entre otras, y también, para propiciar la
colaboración entre los propios estudiantes (Pearson, 2013, p. 5).

Aprendizaje invertido. Reporte Edu Trends

Cada estudiante tiene una gama de fortalezas y requisitos diferentes y un enfoque de


aprendizaje combinado permite a los profesores reconocer esto. Cuando se les da la
capacidad de utilizar herramientas de las esferas tradicionales y digitales, los profesores
pueden presentar la información necesaria de varias maneras diferentes diseñadas para
adaptarse a los diferentes estilos de aprendizaje de sus alumnos.

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Por todo esto queremos proponerles algunas ideas que puedan permitirles a cada una/o de
ustedes el armado de sus “clases” y a sus cursantes la administración personal de su tiempo.
En formación docente tenemos la ventaja de que nuestros/as cursantes son adultos/as y son
capaces de autorregularse mediante nuestra ayuda y apoyo.

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Caracterización del trabajo docente en la escuela hoy

Exceden los objetivos de esta clase desarrollar todos los cambios que se llevaron a cabo
sobre la formación y el trabajo docente a través de tantas décadas: cambios políticos y
económicos a nivel internacional, con fuerte impacto en la región; también, cambios en
materia cultural y educativa, etcétera. Frases como “todos los sólidos se desvanecen”, “la
modernidad no cumplió con sus promesas”, “aldea global”, “tiempos de incertidumbre”,
“existen varias infancias”, sintetizan algunos modos ver de las transformaciones en las
últimas décadas.

Sin embargo, algunas transformaciones que caracterizan hoy el trabajo docente, lejos de
revelarse como cambios, se presentan en las prácticas como tensiones:

En la situación de pandemia, las tensiones


cobraron fuerza, y el rol docente, necesariamente, se replanteó.
Se revalorizó la tarea. Aquellas frases que sugerían que no es necesaria la
escuela y "que todo está en Internet" cayeron al vacío por falaces.
Es una situación que nos convocó a todos en nuestra tarea educadora
y nos impuso repensar recursos y estrategias para intentar acompañar a
nuestras y nuestros estudiantes en ese momento.

Hoy transitando ya otro momento, será importante pensar qué estrategias virtuales pueden
perdurar en los nuevos escenarios actuales.

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¿Qué traen las TIC al trabajo docente?
Volver a pensar el trabajo docente en relación a las tecnologías digitales

Las tecnologías digitales resultan potentes dispensadores de información y exigen repensar


la función transmisora del trabajo docente. Hoy profesoras y profesores difícilmente
podemos competir con estos nuevos soportes en su dimensión informativa. La idea que el
maestro y la maestra son una fuente de información es una afirmación de la modernidad,
hoy el desafío para los educadores va más allá, es ser fuentes de formación y no tanto de
información, es habilitar la capacidad de hacer buenas preguntas y no tanto de disponer
respuestas para todo. Se trata de construir nuevas relaciones con la información, facilitando
otras competencias orientadas hacia: la búsqueda, la selección, el procesamiento, la
valoración crítica, el descubrimiento, la investigación, la creación y la invención de nuevos
discursos repletos de “otras autorías”.

Algunos autores han subrayado la importancia de la escuela como espacio de interrupción


de la injusticia y desigualdad en el acceso los bienes sociales. Ese señalamiento no
contradice, por el contrario, abona, al que subraya la necesidad de producir lazos y
diálogos entre la diversidad de contextos en los cuales los niños y jóvenes forman parte. A
su vez, la escuela frecuentemente parecería dejar al margen el mundo visual al que están
expuestos los niños y niñas y centrar su oferta en la escritura, es por ello que se vuelve
necesario encontrar formas conciliadoras entre la cultura de la imagen, la de la escritura, la
de la reflexión y la de la emoción. Por todo esto, siempre apostando al rol igualador de la
escuela, es que nos parece oportuno preguntarnos sobre estas cuestiones.

La pregunta, siempre en sentido polifónico, nos habilita como formadores y habilita a los
estudiantes a arriesgar distintas respuestas. Respuestas que podrán incluir reflexiones
acerca de cómo las TIC pueden colaborar en la comprensión de la igualdad y la diferencia
en la escuela en forma dinámica y respetuosa de la diversidad. Sabemos que no serán solo
las TIC las que hagan este proceso; estamos convencidos de que la manera de lograr que
la escuela reconquiste su sentido de transmisión es acercándonos e integrándonos.

Párrafos extraídos de Las transformaciones del trabajo docente y las tecnologías digitales.
Especialización Docente en educación y TIC. Vanesa Casal y Lidia Roccella.

Vinculado a lo anterior la distancia nos obliga a pensar fuertemente en nuestros


destinatarios. Daniel Prieto Castillo nos trae una reflexión sobre el tema y sobre los relatos
binarios que construimos.

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Un espacio de comunicación

El aula, tanto la presencial como la virtual, como todos sabemos es un espacio de


comunicación multimedial.

Como señala el ya mencionado Daniel Prieto Castillo (2015), "Insistimos: el hecho


educativo es profundo, esencialmente comunicacional. La relación pedagógica es en su
fundamento una relación entre seres que se comunican, que interactúan, que se
construyen en la interlocución".

Es un desafío importante para todos lograr establecer vínculos, generar espacios de


aprendizajes y tender puentes a los estudiantes, no solo hacia los contenidos que se deben
trabajar, sino también a la construcción de los futuros docentes en todos sus aspectos
sociales, humanos, laborales, etcétera.

"...pensar en que los espacios virtuales también son espacios para construir
vínculos, vínculos pedagógicos. No es sólo un lugar para dar contenidos, o para
subir contenidos, o para subir actividades. Son lugares para conversar, para
intercambiar y para saber de nuestras estudiantes y de nuestros estudiantes. Y
además, pensar propuestas colaborativas, propuestas en equipo para ellos y
para ellas, es decir, establecer vínculos con nuestros y nuestras estudiantes y
permitir que se establezcan vínculos entre ellos y ellas"..

Mercedes Martín

En las aulas virtuales el desafío es mayor, ya que la comunicación mediada por la


tecnología implica necesariamente más esfuerzo en la generación de vínculos naturales, en
el armado de redes, etc. No obstante, una vez comenzados los procesos, los caminos
pueden ser más fluidos incluso que en la presencialidad, donde los tiempos de cada
materia marcan el ritmo de las vinculaciones.

Es importante ayudar a nuestras y nuestros estudiantes a utilizar cada espacio en su


especificidad y desarrollar estrategias comunicativas que les servirán también como
procesos formativos.

Existen herramientas que posibilitan diferentes modos de comunicarse, más o menos


formales, más o menos profundos. No es lo mismo una sala de chat que un foro de debate
sobre un tema académico. Como señala D. Prieto (2015):

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En todo acto educativo hay seres humanos, sean en interacción directa o a través de
mediaciones discursivas e instrumentales.

La cuestión es, ¿Qué pasa con la interacción y la comunicación cuando el vínculo


pedagógico está mediado tecnológicamente? ¿Cómo recrear la experiencia vital de
estar juntos para aprender? ¿Cómo enseñar y aprender en contextos virtuales
sin perder la riqueza que brinda el “cara a cara”?

Asumir el aula como espacio de comunicación supone apropiarse de las diferentes


herramientas previstas y de la multiplicidad de herramientas asociadas.

Pero además estos espacios posibilitan trabajar en nuestros estudiantes de la formación


docente aspectos de su propia escritura. Desarrollar estrategias de argumentación en un
foro, producir colectivamente materiales escritos, comprender la complejidad de los
procesos comunicativos potencian la formación. Desde luego que estas situaciones pueden
y deben propiciarse en la presencialidad.

En un aula es posible establecer varios tipos de comunicación:

Comunicación entre muchos


Uno a uno Uno a varios
(todos, algunos)

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El espacio de Chat asume características más informales, como espacio de diálogo
sincrónico o de dudas.

Veremos algunas de las características de las


herramientas comunicativas del aula.

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Características del aula virtual

El aula virtual es un espacio web dentro del nodo institucional, dentro del cual puede darse
un proceso de intercambio entre docentes y estudiantes que posibiliten el aprendizaje. No
debería ser solo un mecanismo para la distribución de la información, sino que debe ser
un sistema adonde las actividades involucradas en el proceso de aprendizaje puedan tomar
lugar, es decir que puedan permitir interactividad, comunicación, aplicación de los
conocimientos, evaluación y manejo de la clase.

Las aulas virtuales pueden utilizarse:

 para la educación a distancia,


 como complemento de la clase presencial.

Esto significa que las aulas virtuales son espacios dentro de una plataforma educativa que
pueden ser utilizadas en las diversas modalidades de cursado: presencial (como
complemento), semipresencial o virtual.

¿Qué se puede hacer en un aula virtual?


Dentro de un aula virtual podemos:

 Utilizar un correo interno que actúa como todos pero con el beneficio de poder
observar quiénes leyeron el mensaje y enlazar WhatsApp a los contactos.
 Foros para producir ricos debates en diversos formatos: que todos se comuniquen
con todos, que las intervenciones queden ocultas hasta poder participar, con la
posibilidad de incorporar videos.
 Espacios específicos para subir archivos o definir visitas a sitios.
 Crear encuestas, organizar calendarios.
 Enviar noticias a correos externos.
 Definir evaluaciones.
 Crear wikis para trabajos colaborativos.

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 Definir espacios de preguntas frecuentes.
 Realizar seguimiento de las tareas de los estudiantes.

Las aulas pueden tener un uso institucional:

 Grupos de trabajo de docentes o administrativos;


 espacios de capacitación;
 bibliotecas o videotecas;
 para la gestión de la información.

Las aulas pueden ser útiles a los docentes para el dictado de clases. Según sus usos, las
aulas podrían clasificarse en:

 Aula auxiliar o complementaria (su uso como repositorio de archivos).


 Aula extendida o ampliada (donde, además, el docente utiliza las herramientas de
comunicación).
 Aula expandida o virtual (donde se potencian las herramientas de la plataforma y de
la web 2.0).
 En tanto los contextos de desempeño de los docentes son variados, como lo son su
disponibilidad de tiempo, sus competencias técnicas, sus necesidades estables y
temporales, etc., y como las posibilidades técnicas del aula son versátiles, se
plantearán algunos escenarios de uso del aula, de modo que cada docente/alumno
de esta propuesta vea qué modalidad de aprovechamiento le resulta útil y/o tiene la
posibilidad de implementar.
 Estos escenarios no están ordenados en una escala de “peor” a “mejor”, sino de
complejidad técnica y de aprovechamiento integral y articulado de las posibilidades
de la plataforma para generar entornos virtuales de enseñanza.

Aula auxiliar o complementaria


 Sería un modelo de aula usada sobre todo como biblioteca para subir recursos y
comunicar eventos (noticias y fechas del calendario) a los alumnos, pero no
especialmente como espacio de intercambio, para lo cual se usa el aula presencial.
Sería un aula 1.0, parafraseando un modo de clasificar la World Wide Web.

Aula extendida o ampliada


 En este modelo, el aula se usa para crear un espacio y un canal de comunicación
apto para cubrir el tiempo entre clase y clase donde docente y alumnos no se
encuentran entre sí. 14

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Aula expandida o virtual
 El aula abandona una lógica de comunicación vertical, donde el docente comunica o
recibe consultas individuales, ya sea por mail o por foro de consultas, y se constituye
en un espacio de trabajo como lo puede ser el aula presencial, donde las
comunicaciones son también horizontales, mediando actividades didácticas y
generando así un funcionamiento áulico habitual pero “virtual”. Se hablaría de
“expandida” en tanto amplía las posibilidades del aula virtual, no ya reemplazando
sino brindando posibilidades que la presencialidad no tiene.

Un aula para cada necesidad

Este título, que bien pudo ser sacado de alguna publicidad, refleja algunas premisas
importantes para declarar en este inicio:
 Que un aula es lo que hagamos de ella. Como en la presencialidad, un aula es un
espacio físico vacío que podemos moldear; primero, con una decisión de uso (será
dirección, biblioteca, aula de clases, etc.); luego, con el mobiliario adecuado y su
disposición espacial; y, finalmente, con el modo de uso. Dos aulas de clase
idénticas, con los mismos bancos y recursos, pueden constituirse en aulas
“diferentes” de acuerdo al tipo de práctica que se realice en ellas y a la significación
y apropiación que realicen sus habitantes.
 Que el tipo de uso del aula y su construcción debería surgir de la evaluación de las
necesidades de docentes y alumnos en un contexto determinado. En ese sentido, no
habría a priori usos “pobres” y “ricos” del aula, en tanto y en cuanto el uso de
recursos del aula sea elegido por una decisión reflexiva y no por limitantes
personales, por no “animarse” a buscar un poco más, o porque el uso de todos y
cada uno de los recursos o potencialidades del aula “queda bien”.
 Que es posible un aula para cada necesidad en virtud de la multiplicidad de
herramientas técnicas que presenta tanto la plataforma utilizada para el
funcionamiento de las aulas como el campus que las reúne. Las herramientas en un
aula se pueden activar o desactivar, enlazar, limitar en sus accesos y nivel de uso,
etc., dando cierta flexibilidad para poder configurar aulas acordes con los objetivos
que se tenga.

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El acceso a las aulas: el escritorio

La metáfora del escritorio es por demás conocida en un sinnúmero de programas y


entornos. Generalmente, es la primera pantalla que el usuario visualiza al ingresar a un
espacio o sistema inmediatamente después del “logueo”, y en el mismo sentido lo
encontramos aquí.

El escritorio es, más precisamente, una herramienta de gestión de la información de


nuestro campus que reúne en un solo lugar lo referido a las diversas aulas en las que
estemos activos. Esta información permite a cada participante (docentes, alumnos,
conducción, invitados) organizar sus actividades de estudio y aprendizaje para que nada se
olvide o quede extraviado entre las múltiples aulas virtuales.

Áreas del escritorio

El escritorio ocupa nuestra pantalla una vez que nos hayamos logueado. No obstante, si ya
entramos a una de nuestras aulas, podemos volver a él a través del botón que
indica “Aulas” o acceder a otra aula a través de la lista desplegable:

En el escritorio encontraremos los siguientes elementos:

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1. Identificación del usuario.
2. Notificaciones generales para los usuarios.
3. Acceso a las aulas en las que estamos dados de alta.
4. Barra que nos permite buscar aulas o mostrarlas con diversos criterios.
5. Si presionamos sobre la estrella, ese aula estará visible entre las primeras (aulas
favoritas), si elegimos el icono "modificar aulas" podremos acceder a la edición de
los contenidos, si elegimos el botón de seguimiento accederemos al listado de
estudiantes para observar su avance en el trabajo en el aula.

1. Identificación del usuario

Además de mostrar la imagen que hayamos cargado y nuestro nombre, podemos acceder
a la configuración de nuestros datos personales, que se almacenan en el campus a través
de la opción: "Perfil y preferencias":

2. Acceso a aulas

En el centro del escritorio encontraremos las aulas a las cuales nuestro perfil nos da
acceso. Se observa el registro de nuestro último acceso a ellas, como también podemos
marcarlas como "favoritas" a través de la estrella y así posibilitar que nuestras aulas más
usadas se encuentren al principio del listado.

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Hay dos elementos interesantes que nos permiten seguir el proceso de las y los
estudiantes, el círculo en el ángulo derecho superior y el botón de seguimiento que accede
al registro mas detallado en el aula.

Este listado de aulas puede ser ordenado según diferentes criterios (Nombre, Favorito o
por Último acceso). Es importante establecer un orden a medida que se vayan acumulando
las aulas en las que participamos, esto podemos realizarlo con la siguiente barra:

3. Leer correos desde el escritorio

El escritorio nos permite acceder a nuestros correos no leídos en todas las aulas; podemos
acceder a ellos haciendo clic el ícono del sobre con el punto rojo que figura en la barra
superior:

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4. Sucesos recientes

Las actualizaciones realizadas recientemente en cualquiera de nuestras aulas se muestran


en esta sección del escritorio. En la ventana figura su fecha de publicación y si dicho
suceso ha sido leído o no.

Por defecto nos muestra unos pocos sucesos, pero mediante el botón de "Mostrar más" se
puede extender el listado para visualizar más novedades. Para ingresar al suceso que nos
interesa solo debemos hacer un clic sobre el mismo.

Tutoriales

 Cómo se ingresa al aula


 Edición del perfil (descargar desde la sección Archivos)
 Editar el perfil y las preferencias (descargar desde la sección
Archivos)
 Qué son los sucesos recientes

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Créditos

Autores: Equipo TIC del INFoD.

Cómo citar este texto:

Equipo TIC del INFoD. (2020). ¿Qué es y qué podemos hacer con un aula virtual?. Espacio
de acompañamiento: Aulas Virtuales para docentes. Buenos Aires: Ministerio de Educación
de la Nación.

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons

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