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La Conferencia de Wannsee y el debate en torno a la génesis de la “Solución

Final del Problema Judío”

Mesa de trabajo sugerida: Mesa N° 5 “Segunda Guerra Mundial y Holocausto”


Autor: Marcia Inés Ras
Universidad, Departamento o Escuela a la que pertenece: Facultad de Filosofía y Letras, UBA.
Dirección postal: Reconquista 761 PB 6, CABA, 1003.
E-mail: marciaras@hotmail.com
Palabras clave: Holocausto – Solución Final - Conferencia de Wannsee – Hitler - Segunda Guerra
Mundial

Setenta años atrás, el 20 de enero de 1942, en una magnífica mansión señorial acorde para el
nivel de máximos representantes del Tercer Reich se celebró una “reunión de secretarios de Estado”1
que los historiadores denominan la Conferencia de Wannsee. La convocatoria2 había partido del
General de las SS, Jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA) y de la Policía de
Seguridad (SD), Reinhard Heydrich. A media mañana se reunieron los 15 participantes3, 6 de ellos
representantes del aparato de las SS y de la Policía y 9 representantes de agencias del estado (
ministerios y administraciones de ocupación en las zonas de Europa oriental bajo dominio alemán).
A cargo de la confección de las actas4 y sin autorización para intervenir en la discusión estaba el

1
AA.VV., La Conferencia de Wannsee y el genocidio de los judíos europeos. Folleto de la exposición permanente,
Berlín, Casa de la Exposición de Wannsee, 2007.
2
La primera convocatoria a la Conferencia fue para el 9 de diciembre de 1941 pero fue aplazada cuando se conoció la
noticia del ataque japonés a Pearl Harbor. El 8 de enero de 1942 fue reprogramada para la fecha en que finalmente se
celebró. Para este trabajo se emplea la traducción en La Conferencia de Wannsee y el Genocidio de los Judíos Europeos,
Berlín, Casa de la Exposición de Wannsee, 2007, pp. 47-61.
3
Para la lista completa de invitados, su jerarquía, funciones y cargos vid Norbert KAMPE, “The Wannsee Conference”,
AA.VV., The Wannsee Conference and the Genocide of the Jews. Catalogue of the Permanent Exhibition, Berlín, House
of the Wannsee Conference, Memorial and Educational Site, 2009, especialmente, pp. 178-187. Se puede acceder en línea
a muchos aspectos aquí referidos sobre la Conferencia ˂http://www.ghwk.de/engl/ kopfengl.htm˃.
4
En la mayoría de las traducciones consultadas se las denomina “protocolo”. Christian GERLACH las llama “minutas”,
para Raúl Hilberg son un “resumen”, vid “The Wannsee Conference, the fate of the German Jews, and Hitler´s decision
in principle to exterminate all European Jews, Omer BARTOV (ed.), The Holocaust. Origins, Implementation, Aftermath,
Londres, Routledge, 2000, p.108 y La Destrucción de los judíos europeos, Madrid, Akal, 2005, p. 529 n.333
respectivamente. Me inclino por “actas” por ser el término de uso más frecuente y por lo tanto más claro para hablantes
del Río de la Plata.
1
funcionario de menor jerarquía en la sala: el Teniente Coronel de las SS, jefe de la sección de Asuntos
judíos de la Gestapo, Adolf Eichmann. Para conocer lo tratado durante el encuentro sobrevive una
copia5 de las actas que redactó, un resumen de lo discutido cuyo texto fue aprobado por Heydrich
recién después de editar tres o cuatro borradores previos6.

Fuera de la mansión, un gélido invierno extendía su manto blanco cientos de kilómetros al este
hasta el Frente Oriental de la campaña militar por tierra más grande y costosa de la historia
congregada el 22 de junio de 1941 para la invasión de la URSS. Su formidable avance inicial sobre
el territorio ocupado por el “enemigo político” bolchevique pero reclamado como “espacio vital”
(Lebensraum) para la raza superior aria se había estancado frente a la contraofensiva del Ejército
Rojo. Al día de la Conferencia las “hordas asiáticas” se rehusaban a rendirse o a dejarse derrotar: al
norte las tropas alemanas habían plantado el cerco a Leningrado, al sur habían tenido que retroceder
frente a las puertas del Cáucaso y las tropas del centro acababan de sufrir una espectacular derrota en
las afueras de Moscú. A pesar de la imagen de la Wehrmacht de sí misma de ser el ejército más
moderno del mundo, desde el comienzo de la guerra ofensiva había sufrido un brutal proceso de
desmodernización que la llevaba a combatir en condiciones semejantes a las de la guerra de las
trincheras del 147.

La situación era cuanto menos inesperada según las previsiones y cálculos de los estrategas
alemanes. Si bien en la primavera anterior durante los preparativos para la invasión su plana mayor

5
Fue encontrada en una carpeta del despacho de uno de los participantes, Martin Luther, subsecretario de Estado del
Ministerio de Asuntos Exteriores. Dicha carpeta contenía las invitaciones a la Conferencia, documentos relacionados a
su convocatoria, intercambios previos entre su oficina y la RSHA y la copia mimeográfica de las actas 16 de 30 con el
texto “asunto secreto del Reich” estampado en sello rojo. Luther cayó en desgracia en 1943 y fue encarcelado en
Sachsenhausen. La documentación en su despacho fue secuestrada para preparar un juicio en su contra y luego archivada
en un edificio que no sufrió la quema sistemática de documentación incriminatoria de antes del fin de la guerra. Luther
murió a mediados de 1945. Su copia de las actas fue descubierta en 1947 por el equipo de fiscales americanos que
preparaba el juicio de la Wilhelmstrasse. Su autenticidad no está en duda: dos de los asistentes a la Conferencia la
reconocieron, uno de ellos Eichmann, la persona que las confeccionó. Para facsímiles y edición crítica de cada una de las
páginas de esta carpeta del archivo de Luther vid AA.VV., The Wannsee Conference…, pp. 188-239.
6
Para una selección de nueve de las ocasiones de las que se tiene registro entre 1957 y 1961 en las que Eichmann se
refiere a la convocatoria, preparativos, redacción de las actas e implicancias de la Conferencia vid AA.VV., The Wannsee
Conference…, pp. 241-251. Para un extracto más extenso de la sesión de su juicio en Jerusalén del 23 de junio de 1961
vid Raúl HILBERG (ed.), Documents of Destruction. Germany and Jewry 1933-1945, Chicago, Quadrangle Books, 1971,
pp. 99-106. Para una descripción magistral de los métodos y heurística necesarios para emplear como fuente histórica los
testimonios posbélicos de Adolf Eichmann vid Christopher BROWNING, “Perpetrator Testimony. Another Look at Adolf
Eichmann”, Collected Memories. Holocaust History and Postwar Testimony, Madison, The University of Wisconsin
Press, 2003, pp. 3-36.
7
Aspectos desarrollados por Omer BARTOV, The Eastern Front 1941-1945. German Troops and the Barbarization of
Warfare, Nueva York, St. Martin’s, 1986 y Hitler’s Army. Soldiers, Nazis and War in the Third Reich, Nueva York,
Oxford University Press, 1992. Por ejemplo, la Wehrmacht empezó la ofensiva con 700.000 caballos, Richard OVERY,
Russia´s War, Nueva York, Penguin Books, p. 89.
2
(OKW) en sintonía con los deseos explícitos del Führer había puesto gran atención al detalle en la
confección de órdenes8 que les ordenaban vivir de los recursos del terreno, tomar represalias
colectivas contra civiles, la ejecución sumaria de prisioneros y cometer toda una serie de actos
criminales que constituían una aberrante desviación del ethos militar de tradición prusiana, las tropas
se encontraban varadas y expuestas al rigor invernal de la meseta rusa sin uniformes de invierno9
porque la expectativa de una rápida victoria no los habían contemplado.

La letal combinación de aspiraciones imperiales, nociones de superioridad racial alemana,


anticomunismo virulento10, identificación ideológica de la guerra con una cruzada antibolchevique,
guerra de exterminio (Vernichtungskrieg), condiciones extremas y tasa de mortandad elevadísima
había desatado una brutalidad en las prácticas de combate que se profundizaba con la progresión de
la contienda en el Frente Oriental11. Si en las primeras 6 semanas luego de la invasión de Polonia en
septiembre de 1939 los Einsatzgruppen habían asesinado unos 16.000 civiles polacos12, las protestas
de la Wehrmacht pusieron fin a estas matanzas13; después de la invasión de la URSS, en cambio, con
su colaboración14 solamente entre el 28 y el 29 de septiembre de 1941 asesinaron 33.771 judíos en la
quebrada de Babi-Yar; a seis meses de la invasión, los Einsatzgruppen asistidos por auxiliares locales
habían fusilado y arrojado en fosas colectivas unos 370.00015 judíos soviéticos. Hacia enero de 1942,
la Wehrmacht había asesinado o sometido a condiciones que volvían imposible la supervivencia a
millones de civiles soviéticos16; había impuesto en Serbia represalias en una relación de 100:1; de los

8
Se las conoce como las “órdenes criminales”, a saber, el Decreto Barbarroja del 13 de mayo de 1941 y la Orden de los
Comisarios del 6 de junio de 1941. Están publicadas en prácticamente todas las selecciones documentales; en español
Yitzhak ARAD, Israel GUTMAN y Abraham MARGALIOT, (eds.), El Holocausto en documentos. Selección de
documentos sobre la destrucción de los judíos de Alemania y Austria, Polonia y la Unión Soviética, Jerusalén, Yad
Vashem, 1996, pp. 411-413 sólo contiene extractos de ambas.
9
Omer BARTOV, The Eastern Front..., pp. 23-24.
10
BROWNING, Christopher, Ordinary Men. Reserve Police Battalion 101 and the Final Solution in Poland, New York,
Harper Perennial, 1992.
11
Omer BARTOV, The Eastern Front… y Hitler’s Army….
12
El objetivo era eliminar potenciales líderes opositores y miembros de la intelligentsia (nacionalista). Se estima que unas
5.000 de estas víctimas eran judías. Las matanzas sistemáticas continuaron en 1940.
13
Raúl HILBERG, La Destrucción de los judíos europeos, Madrid, Akal, 2005, pp. 206 et ss. Christian STREIT,
“Wehrmacht, Einsatzgruppen, Soviet POWs and anti-Bolshevism in the emergence of the Final Solution”, David
CESARANI (ed.), The Final Solution. Origins and Implementation, Londres y Nueva York, Routledge, 1996, p. 124.
14
Jürgen FORSTER, “The Relation between …”, David CESARANI, The Final Solution…, pp.98-99.
15
Un documento paradigmático de registro contable de asesinatos en masa es el “informe Jäger” del Eisantzkommando 3
del Einsatzgruppe A apostado en los países bálticos que contabiliza un total de 137.346 víctimas desde la invasión al 1 de
diciembre de 1941, vid KLEE, Ernst, Willi DRESSEN y Volker REISS (eds.) (1991), ‘The Good Old Days’: The
Holocaust as Seen by its Perpetrators and Bystanders, Nueva York, Free Press, pp. 46-58.
16
La literatura es muy vasta; un trabajo especialmente revelador es Christopher BROWNING, “German Killers.
Behaviour and Motivation in the Light of New Evidence”, Nazi Policy, Jewish Workers, German Killers, Cambridge,
Cambridge University Press, 2000, pp. 143-169.
3
3.3 millones de prisioneros de guerra soviéticos que había tomado unos 2 millones ya habían muerto17
(principalmente) a causa de inanición forzada (aún cuando había comida disponible), exposición a
temperaturas extremas o ejecución sumaria en lo que constituye la matanza masiva más concentrada
en la historia de la humanidad18.

Lejos del frente, en territorio del Reich, se empezaron a recibir quejas de los soldados en las líneas
porque aunque había escasez de trenes para transportar abrigo desde Alemania al este para los
soldados expuestos a la mutilación y muerte por congelamiento no escaseaban para sacar judíos del
territorio alemán por esos mismos rieles19. También corrían rumores descontrolados20 a causa de los
más de 70.000 pacientes asesinados víctimas del así llamado “programa de eutanasia” de exterminio
sistemático de pacientes mentales arios21 autorizado en secreto por el Führer. Unos 500.000 judíos22
habían sido expulsados de Alemania, Austria y el Protectorado antes de que se cerraran para ellos
todas las vías de emigración legal. Y en diciembre de 1941, en el territorio anexado, había comenzado
el gaseamiento de judíos polacos y de Sinti y Roma en furgonetas de gas con monóxido de carbono
en el campo de exterminio de Chelmno.

Pero aun cuando esta breve enumeración de sólo algunos de los crímenes cometidos habría sido
suficiente para caracterizar al Tercer Reich como uno de los regímenes más brutales de la historia, en
retrospectiva debemos conceder que a esta altura todavía era relativamente inexperto en el genocidio,
lo que nos remite otra vez a donde comenzamos, al 20 de enero de 1942 y a la Conferencia de los
“secretarios de Estado” en la apacible villa a orillas del lago de Wannsee.

17
Vid Christian STREIT, “The German Army and the Policies of Genocide” y Jürgen FORSTER, “The German Army
and the Ideological War against the Soviet Union”, HIRSCHFELD, Gerhard (ed.) (1986), The Policies of Genocide. Jews
and Soviet Prisoners of War in Nazi Germany, Londres, Allen & Unwin, 1986.
18
Durante la Guerra en total murieron unos 3.3 millones de los 5.7 millones de prisioneros de guerra soviéticos en
contraste con los 8,300 de los 231,000 prisioneros de guerra británicos y americanos en manos alemanas. De los 3.3
millones de prisioneros de guerra alemanes que tomó el Ejército Rojo el número de muertos en cautiverio es objeto aún
de controversia; las estimaciones oscilan entre 374.000 y 1 millón.
19
Gerald L. WEINBERG, “Two separate issues? Historiography of World War II and the Holocaust”, David BANKIER
y Dan MICHMAN (eds.), Holocaust Historiography in Context. Emergence, Challenges, Polemics and Achievements,
Jerusalén, Yad Vashem, 2008, p. 381. Unos 50.000 judíos alemanes, austríacos de Praga fueron deportados a Łódź, Riga
y Kaunas, algunos de ellos fusilados al llegar.
20
Para una excelente descripción de la visibilidad del exterminio del programa de eutanasia vid Gordon J. HORWITZ,
“The Castle”, In the Shadow of Death. Living Outside the Gates of Mauthausen, Toronto, The Free Press, 1990, pp. 55-
82.
21
Nuevamente, la bibliografía es abundante. Una buen texto introductorio es Alice PLATEN-HALLERMUND,
Exterminio de enfermos mentales en la Alemania nazi, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 2006.
22
537.000 aproximadamente según AA.VV., La Conferencia …, p. 50.
4
Durante la hora y media seguida de un refrigerio que duró el encuentro, Heydrich les recordó a los
presentes su reciente designación como “plenipotenciario” 23 y su “responsabilidad”24 personal25 en
el “tratamiento de la solución final de la cuestión judía”26 en Europa “sin tomar en consideración las
fronteras geográficas”27. Luego “pasó brevemente revista a la lucha conducida hasta el presente”28
contra este “enemigo”29, que había consistido en dar “impulso a la emigración acelerada de los judíos
de la zona del Reich”30 ya que se “consideró como la única solución provisional posible”31 para
“limpiar el espacio vital alemán de judíos, de forma legal”32. Frente a un auditorio que le daba
inesperadas muestras de “entusiasmo sin límites”33 y se expresaba en un lenguaje desembarazado
muy diferente del que quedó consignado en actas34 citó estadísticas de judíos emigrados y repasó los
“inconvenientes ocasionados”35 por esta política de expulsión, que “eran claros para todas las
autoridades. Pero al carecer de otras posibilidades de solución”36 se había adoptado
“momentáneamente”37.

Sin embargo, continuó Heydrich, “dados los peligros de la emigración en tiempos de guerra y
dadas las posibilidades del Este”38 que han surgido con ella, se “prohibió la emigración de los
judíos”39. Con “la previa autorización del Führer”40 se ha producido un cambio en la política
antijudía: “la evacuación de los judíos hacia el Este reemplaza la emigración”41. “En esta solución
final de la cuestión judía europea se toma[ban] en cuenta los aproximadamente 11 millones de

23
El 24 de enero de 1939 fue establecida y puesta a su cargo “para preparar un incremento en la inmigración de los judíos”
la Oficina Central del Reich para la emigración judía; el 31 de julio de 1941 el Mariscal del Reich Hermann Göring firma
una carta en la que pide le someta un “plan global” para la “solución final” del problema judío, Yitzhak ARAD, et al
(eds.), El Holocausto…, pp. 141-142 y 257 respectivamente.
24
AA.VV., La Conferencia…, p. 49.
25
Heydrich adjuntó a cada invitación una copia de la carta de Göring del 31 de julio de 1941, vid supra.
26
AA.VV., La Conferencia…, p. 49.
27
AA.VV., La Conferencia…, p. 49.
28
AA.VV., La Conferencia…, p. 49. La cursiva es mía.
29
AA.VV., La Conferencia…, p. 49.
30
AA.VV., La Conferencia…, p. 49. La cursiva es mía.
31
AA.VV., La Conferencia…, p. 49. La cursiva es mía.
32
AA.VV., La Conferencia…, p. 49. La cursiva es mía.
33
Aspecto recalcado en varias ocasiones del testimonio de Eichmann vid, por ejemplo, Raul Hilberg, Documents…, pp.
101-103. La cita en p. 101.
34
Para el testimonio posbélico de Eichmann, vid supra.
35
AA.VV., La Conferencia…, p. 50.
36
AA.VV., La Conferencia…, p. 50. La cursiva es mía.
37
AA.VV., La Conferencia…, p. 50. La cursiva es mía.
38
AA.VV., La Conferencia…, p. 51. La cursiva es mía
39
AA.VV., La Conferencia…, p. 51. Se refiere a la orden del Comandante en Jefe de las SS y Jefe de la Policía Alemana,
Heinrich Himmler, del 23 de octubre de 1941 en Yitzhak ARAD (ed.) et al, El Holocausto…, pp. 168-169.
40
AA.VV., La Conferencia…, p. 51. La cursiva es mía.
41
AA.VV., La Conferencia…, p. 51. La cursiva es mía.
5
judíos”42 que habita[ban] el continente, contabilizando a los que ya están bajo control alemán como
así también los de países aliados, enemigos y neutrales43.

La Solución Final implicaba “conducir”44 a los judíos de la URSS “al servicio de trabajo al Este.
En grandes columnas de trabajo y separados por sexo”45, “para que construyan carreteras”46. No
había “duda alguna”47 de que “se perder[ía] una gran proporción de ellos como consecuencia de una
selección natural”48. Los sobrevivientes “necesitar[ían] un tratamiento adecuado”49. El resto de
Europa sería “revisada a fondo”50. Los judíos “evacuados”51 de allí serían trasladados “por trenes”52
hacia los “guetos de tránsito”53 y luego transportados “al Este”54.

A juzgar por las actas, las mayores diferencias entre los presentes giraron en torno a los Mischlinge
(medio o cuarto judíos alemanes): si los medio judíos y los judíos en matrimonio mixto (con un
ciudadano alemán) también debían ser liquidados55. Se levantaron protestas por el “trabajo
administrativo interminable”56 que ocasionaría la propuesta de esterilizarlos por lo que tampoco hubo
acuerdo sobre este punto. Con respecto al ritmo de la “evacuación”, hubo diferencias de criterio sobre
cómo sacar “lo antes posible”57 los 2.5 millones de judíos de la Gobernación General y cierta alarma
de que se llevaran los empleados para trabajar en “industrias de guerra esenciales” hasta tanto “no se
disponga de sustitutos”58.

42
AA.VV., La Conferencia…, p. 51. La cursiva es mía.
43
Los cálculos de judíos por país fueron realizados por Eichmann en preparación para la conferencia, vid supra.
44
AA.VV., La Conferencia…, p. 53.
45
AA.VV., La Conferencia…, p. 53. La cursiva es mía.
46
AA.VV., La Conferencia…, p. 53.
47
AA.VV., La Conferencia…, p. 53.
48
AA.VV., La Conferencia…, p. 53. La cursiva es mía.
49
AA.VV., La Conferencia…, p. 54. La cursiva es mía.
50
AA.VV., La Conferencia…, p. 54. La cursiva es mía.
51
AA.VV., La Conferencia…, p. 54.
52
AA.VV., La Conferencia…, p. 54.
53
AA.VV., La Conferencia…, p. 54.
54
AA.VV., La Conferencia…, p. 54. La cursiva es mía.
55
Como Heydrich no logró imponer su agenda sobre este punto y primó la línea de los funcionarios de exceptuarlos, se
dedicó mucho espacio a este tema en las actas a fin de que quedara pendiente de resolución en futuros encuentros. Aunque
se celebraron varias conferencias posteriores tendientes a resolver el “problema Mischlinge” como Hitler nunca tomó una
decisión básica para este grupo de personas, quedaron exentas de una persecución sistemática.
56
AA.VV., La Conferencia…, p. 60.
57
AA.VV., La Conferencia…, p. 61.
58
AA.VV., La Conferencia…, p. 60.
6
Esta fatídica Conferencia de Wannsee ha estado muy en el centro de la discusión académica 59 en
torno a la “génesis”, “orígenes”, “cristalización” o “emergencia” 60 de la “Solución Final al Problema
Judío” y ha sido ocasión de varios coloquios internacionales61. Sus implicancias han sido
alternativamente sobrevaloradas62 o degradadas63 pero luego de numerosos y en ocasiones agitados
debates existe un acuerdo entre los especialistas en que constituye un momento central 64 dentro de
este proceso. ¿Por qué se le asigna este lugar?

En primer lugar, porque en medio de la oscuridad documental que rodea el proceso de la


institucionalización del asesinato en masa total que hizo Auschwitz posible, las actas de la
Conferencia constituyen un documento rarísimo y por lo tanto insoslayable65. La escasez de
documentación específica en torno a los orígenes de la Solución Final obliga a los historiadores a
extrapolar elementos de acontecimientos, documentos posteriores y testimonios ex post facto fuera
del círculo más íntimo de los diseñadores de la política antijudía para poder reconstruir este proceso66.
Si bien invariablemente prefieren documentos contemporáneos, como los documentos no hablan por
sí mismos y pueden ser interpretados de formas diferentes, recurren a testimonios subsiguientes para
zanjar estas cuestiones. En el caso de los principales autores de la política antijudía nazi: Hitler,
Himmler y Heydrich, ninguno sobrevivió para dar testimonio finalizada la guerra. Pero un hombre
que ocupaba una posición de testigo privilegiado en tanto asesor de Heydrich en asuntos judíos, Adolf
Eichmann, sí sobrevivió y brindó extenso testimonio iluminando aspectos centrales de este proceso

59
Entre otros encuentros centrales para el debate historiográfico de los orígenes de la Solución Final para marcar los 40
años de la Conferencia en 1982 la EHESS organizó un coloquio en París recogido en François FURET (ed.), Unanswered
Questions: Nazi Germany and the Genocide of the Jews, Nueva York, Schocken, 1989. En 1992, para marcar los 50 años,
en Londres fueron seis las prestigiosas unidades académicas que contribuyeron para su organización; las intervenciones
se pueden consultar en David CESARANI (ed.) (1996), The Final Solution. Origins and Implementation, Londres y
Nueva York, Routledge, 1996. En enero de este año se llevó a cabo en Jerusalén el simposio “A 70 años de la Conferencia
de Wannsee. La organización del asesinato en masa de los judíos y sus implicancias”. No he podido consultar su contenido
para este trabajo.
60
La forma de denominar el período anterior a la implementación o puesta en marcha de la Solución Final difiere entre
los autores si bien no hay duda de que se refieren al mismo problema aunque lo interpreten y caractericen de forma
diferente. La palabra “génesis” se encuentra frecuentemente en los trabajos de Philippe Burrin y Saul Friedländer, entre
otros. Christopher Browning, se inclina por “orígenes”; Raúl Hilberg por “cristalización” e Ian Kershaw por
“emergencia”.
61
Vid supra n. 1.
62
Por ejemplo, Christian GERLACH, “The Wannsee Conference…”
63
Daniel RAFECAS, Historia de la Solución Final. Una indagación de las etapas que llevaron al exterminio de los judíos
europeos, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2012, es, en mi opinión, un ejemplo de una interpretación que no
considera a la Conferencia de Wannsee en todas sus implicancias, vid especialmente pp. 155 et ss.
64
Christian GERLACH, “The Wannsee Conference …, p.108.
65
Entre muchos otros, Christian GERLACH, “The Wannsee Conference…”, Omer BARTOV, The Holocaust…, p. 108.
66
Christopher BROWNING, “The Decision Concerning the Final Solution”, François FURET (ed.), Unanswered
Questions…, p. 102.
7
y de las circunstancias que rodearon la confección del documento67. Por sí solas la combinación de
estas dos circunstancias convierten a la Conferencia de Wannsee en un acontecimiento central y a sus
actas en un documento esencial en cualquier explicación sobre la génesis de la Solución Final.

Veamos entonces qué es lo que el documento que redactó Eichmann hacia fines de enero de 1942
nos revela sobre el proceso de destrucción de los judíos sacando partido de contar con su versión de
“la cocina” de los acontecimientos, tanto cuando se vanaglorió en privado descorchando botellas de
vino en Buenos Aires por su participación en ellos hacia mediados de los cincuenta68, como cuando
trató de distanciarse de sus actos en la cárcel y en el banquillo de los acusados en Jerusalén a principios
de la década del sesenta.

Naturaleza del proceso

La característica más evidente de la Conferencia de Wannsee que se desprende de las actas es la


implicación de toda la administración estatal alemana en el exterminio de los judíos. En palabras de
Raúl Hilberg, constituyó un “momento histórico”69 en la evolución de la implicación del aparato
burocrático alemán en el “proceso masivo de destrucción”70 que la conducía en “una sola dirección
hacia muerte y más muerte”71. Asesinar a una escala continental era una tarea tan colosal que no
podría ser llevada a cabo únicamente por las SS y la Wehrmacht con la complicidad del Ministerio
de Transporte para el uso de los ferrocarriles; por el contrario, requería del “proceso administrativo
llevado a cabo por burócratas en una red de organismos esparcidos por todo el continente” 72. Si la
Solución Final fue un “logro administrativo” sin precedentes de la burocracia moderna73, la
Conferencia de Wannsee significó un avance decisivo en el alineamiento de la “falange de
funcionarios”74 para la “enorme empresa administrativa”75 que implicaba poner en marcha la

67
Para los problemas que presenta este testimonio posbélico en particular y cómo abordarlo como fuente histórica vid
Christopher BROWNING, “Perpetrator Testimony… pp. 3-36.
68
Me refiero a las entrevistas que grabó con el periodista holandés y exmiembro de las SS Willem Sassen a partir de
1956. Según Irmtrud Wojak, Eichmanns Memoiren: Ein Kritischer Essay, Frankfurt, 2001, se escucha ocasionalmente
en las grabaciones el sonido característico de sacar el corcho de una botella de vino, Christopher BROWNING,
“Perpetrator Testimony.., n. 14, p. 89 .
69
Raúl HILBERG, La destrucción…, p. 462.
70
Raúl HILBERG, La destrucción…
71
Raúl HILBERG, “The Bureaucracy of Destruction”, François FURET (ed.), Unanswered Questions: Nazi Germany
and the Genocide of the Jews, Nueva York, Schocken, 1989, p. 127.
72
Raúl HILBERG, La destrucción…, p. 17.
73
Raúl HILBERG (ed.), Documents of Destruction…, p. 85.
74
Raúl HILBERG, La destrucción…, especialmente pp.1094 et ss.
75
Raúl HILBERG, La destrucción…, p. 446.
8
“maquinaria de destrucción” en jurisdicciones nuevas, cada una con problemas y obstáculos
específicos.

Este encuentro había sido organizado para reunir a todos los organismos con jurisdicción en los
asuntos judíos a fin de “clarificar ciertas cuestiones de principios”76 y “coordinar ciertas líneas de
acción”77. Los participantes, funcionarios del estado, dirigentes del partido y oficiales de alto rango,
en tanto miembros de las elites funcionales del régimen nacionalsocialista eran los encargados de
traducir los objetivos políticos del régimen en acciones administrativas concretas 78. Es decir, el
encuentro proveyó el marco para la coordinación necesaria a fin de extender a escala continental79
“un coherente programa genocida para matar a once millones de judíos europeos”.80

Dentro de lo que algunos historiadores califican como el caótico sistema policrático del Tercer
Reich existían numerosos organismos y agencias que tenían funciones y jurisdicciones superpuestas
que competían y muchas veces hasta se bloqueaban entre sí. El comienzo de la liquidación de los
judíos soviéticos, los preparativos para el asesinato de los judíos polacos y el inicio de la deportación
de los judíos del Reich habían creado competencia y tensiones entre los distintos responsables de
cada área así como entre ellos y las autoridades locales y centrales. A pesar de que se habían realizado
encuentros anteriores para dirimir jerarquías, atribuciones individuales y demarcar jurisdicciones,
existía un número importante de cuestiones sin resolver para la toma de decisiones e implementación
de las políticas a seguir así como conflictos entre distintas autoridades en términos de
responsabilidades e intereses81. En este sentido la Conferencia marcó el triunfo de la disputa
desplegada a lo largo de 1941 entre distintas autoridades del régimen por la responsabilidad en la
“Solución Final del problema judío”, con el consiguiente triunfo del programa antijudío más radical
y la hegemonía de la RSHA y la personal de Heydrich en él82.

76
AA.VV., La Conferencia…, p. 48. La cursiva es mía.
77
AA.VV., La Conferencia…, p. 48. La cursiva es mía.
78
AA.VV., La Conferencia…, p. 25.
79
Omer BARTOV (ed.), The Holocaust..., p. 106.
80
Ian KERSHAW, Fateful Choices. The Ten Decisions that Changed the World 1940-1941, Nueva York, The Penguin
Press, 2007, p. 467.
81
Gideon BOTSCH, “The Authorities represented at the Conference”, AA.VV., The Wannsee Conference…, p.156. El
testimonio de Eichmann es revelador también del “espíritu” reinante vid supra.
82
Eichmann en sus testimonios describe la satisfacción de Heydrich al finalizar el encuentro, vid supra.
9
Atribución de responsabilidad

El papel y lugar relativo de Hitler en la concepción y formulación de la Solución Final y su


responsabilidad a la hora de la toma de decisiones para su puesta en marcha es objeto aún de
controversia. Para algunos, Hitler es concebido como el iniciador de la radicalización de la política
antijudía83 o su propiciador ideológico84. Otros lo encuentran menos determinante que su más fanático
lugarteniente en materia racial, Heinrich Himmler85; otros se inclinan por adjudicar la “emergencia”
de la Solución a la así llamada “iniciativa local” ya sea de burócratas de jerarquía intermedia86 o de
miembros del partido en la administración local de los territorios recientemente anexados al Reich87
antes que considerarla una decisión central emanada desde Berlín. Los desacuerdos que subsisten
entre los especialistas refieren estrictamente a un grado de matiz o énfasis asignado diferente y nunca
a quitar a Hitler de la escena en esta cuestión.

Parte del origen del eje de esta controversia se funda en el hecho de que no se ha encontrado –y
seguramente nunca existió- el documento escrito con firma de puño y letra de Hitler que lo vincule
directamente en el proceso central de toma de decisiones de exterminio de la Solución Final. Tampoco
sobrevivió a la guerra ningún testigo que haya declarado haberla escuchado personalmente
directamente de su boca. Esto ha llevado a que los mejores argumentos incriminatorios se basen ya
sea en testimonios judiciales posbélicos de quienes afirmaron haber recibido la orden de exterminio
de alguien a quien el Führer se la impartió en persona88, en explicaciones por analogía con
acontecimientos en que su autorización para el asesinato en masa están documentados de forma
incontrovertible89, o en especulaciones interpretativas basadas en el estilo de su liderazgo o en las
acciones sobre el terreno de los perpetradores basados en documentación incontrovertible. La

83
Entre otros, BURRIN, Philippe, Hitler y los judíos. Génesis de un genocidio, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1989.
FLEMING, Gerald (1986), Hitler and the Final Solution, Oxford, Oxford University Press. DAWIDOWICZ, Lucy S.,
The War against the Jews, Nueva York, Bantam Books, 1975.
84
Entre otros, Raúl HILBERG, La destrucción…, Perpetrators, Victims, Bystanders. The Jewish Catastrophe 1933-1945,
Nueva York, Aaron Asher Books, 1992; Christopher BROWNING, Nazi Policy…, The Origins…, The Path…; Ian
KERSHAW, La dictadura…, Hitler, the Germans…, Fateful Choices… .
85
BREITMAN, Richard, The Architect of Genocide. Himmler and the Final Solution, Londres, Grafton, 1991 y
“Himmler, the architect of genocide”, David CESARANI, The Final Solution…, pp. 73-84.
86
Götz Aly, “The planning intelligentsia and the ‘Final Solution’”, Omer BARTOV (ed.), The Holocaust…, pp. 92-105.
87
KERSHAW, Ian (2008), Hitler, the Germans and the Final Solution, Jerusalén y Londres, Yad Vashem y Yale
University Press, especialmente “Improvised Genocide? The Emergence of the ‘Final Solution’ in the ‘Warthegau’”, pp.
60-88.
88
Tal es el caso de Eichmann, quien afirmó haber conocido la orden de exterminio de boca de Heydrich en el otoño de
1941.
89
Me refiero a la firma de puño y letra de Hitler autorizando la implementación del programa de eutanasia y
incontrovertible implicación en la concepción y redacción de las “órdenes criminales”.
10
inexistencia documental de la orden firmada por el Führer (Führerbefehl) para la Solución Final
seguramente no dejará de inspirar nuevas teorías explicativas.

Las actas de la Conferencia arrojan sólo alguna luz sobre este aspecto de la cuestión. De ellas surge
con claridad que la decisión “básica”, “principal”, “en principio”, “fundamental”, “política”90 de
extender el asesinato de judíos soviéticos a todos los judíos del resto de Europa ya había sido tomada
al más alto nivel de Estado. De la simple observación de la lista de invitados, este nivel político más
alto sólo puede haber consistido en Himmler o el mismo Hitler. De cuál de los dos provino la
“concepción” de la “idea” o la “orden” de exterminio total no puede ser inferido del texto de las actas.
Tampoco permite clarificar la naturaleza que habría tenido esta orden verbal o tal vez simplemente
gestual91. Pero lo que sí puede negarse categóricamente es el supuesto desconocimiento o falta de
aprobación de Hitler de este plan92. Valga la aclaración para rechazar de plano cualquier intento de
argumentación exculpatoria en este sentido: las actas son explícitas al respecto: el reemplazo de la
política de forzar la “emigración” de los judíos por la de “evacuarlos” al Este está legitimado por “la
previa autorización del Führer”93.

Datación y contexto de la decisión

Estas cuestiones constituyen otro eje de agitado debate entre los especialistas. Con respecto a la
datación de la decisión de implementar la política de exterminio – entendida como un momento
seguramente separado temporalmente de la concepción de la decisión de exterminio- es poca la luz
que arrojan las actas. Está claro que la decisión de implementar la Solución Final ha sido tomada
antes del 20 de enero de 1942 por personas diferentes de las presentes en el encuentro pero no se
puede avanzar en una datación cronológica más precisa basándose únicamente en este documento.

En cuanto a las interpretaciones acerca del contexto en el cual se tomó la decisión, algunos
historiadores se centran en la valoración realizada por Hitler de la evolución de la marcha de la guerra
como factor explicativo mientras que otros tienden a privilegiar el “consenso homicida” que se estaba

90
Nuevamente, los investigadores se inclinan por palabras diferentes para imprimir el matiz de su valoración personal del
significado de la decisión de implementar la Solución Final.
91
Las especulaciones acerca de la naturaleza de la orden de exterminio han formado parte importante del debate sobre
los orígenes de la Solución Final y sobre el proceso de toma de decisiones en el régimen.
92
Este ha sido el intento del negacionista del Holocausto que utiliza un lenguaje y estilo más parecido al de un historiador:
John IRVING. Su nombre obra se excluye de la lista de textos citados para no colaborar en extender la confusión entre lo
que él escribe y el trabajo de investigadores serios y sus legítimas controversias historiográficas críticas y eruditas.
93
AA.VV., La Conferencia…, p. 51. La cursiva es mía.
11
gestando en las elites alemanas. Al coordinar las acciones necesarias de los preparativos para la
implementación de la “evacuación” de los judíos en Europa occidental “al Este” la Conferencia creó
las condiciones para abrir las compuertas para las deportaciones sistemáticas. Unos diez días después
de la Conferencia la Solución Final estaba en marcha94.

En cuanto a la evaluación del desarrollo de la guerra, las actas parecerían inclinarse por las
hipótesis que interpretan que la decisión se tomó en un contexto de “euforia” y de anticipación de una
victoria95 (cercana). Hay una referencia explícita en las actas a las “posibilidades del Este”96 que han
surgido con la guerra, que son las que permiten una “solución” superadora a la emigración para el
“problema judío”. Esto parece reforzar la afirmación en el sentido de que para el otoño de 1941 lo
que se ha perdido es la ilusión de la guerra relámpago (Blitzkrieg), pero no de la victoria97.

En cuanto a la atmósfera reinante en las elites de la administración civil alemana, las actas de la
Conferencia demuestran que estaban preparadas y dispuestas a poner en marcha medidas criminales
de exterminio total en contra de los judíos. Este consenso homicida es seguramente inseparable de
la “atmósfera de violencia permanente” reinante que se había iniciado con la guerra y desembocado
en el asesinato en masa en los territorios invadidos a la URSS98. La redacción e implementación de
las órdenes criminales contra prisioneros de guerra y civiles soviéticos en una guerra conceptualizada
como una guerra ideológica de exterminio contribuyó a crear una “disposición intelectual” genocida
en las elites de poder en Alemania y al “desarrollo de una situación” en las cuales la Solución Final
se volvió posible99.

En síntesis, puede afirmarse que la Conferencia de Wannsee no fue el punto de inicio del asesinato
en masa de judíos por parte del Tercer Reich. Este proceso ya se había puesto en marcha después del
inicio de la invasión de la URSS pero el programa genocida se limitaba a los judíos soviéticos. No
abarcaba aún a los judíos guetizados en Polonia ni a los de Europa Occidental. La reunión de

94
Esto se desprende de las directivas impartidas por Eichmann del 31 de enero de 1942 y a su referencia explícita al
“inicio de la Solución Final”. Entre otras cosas, instruye acerca del orden de deportación de distintas categorías de judíos.
95
Esta es la hipótesis de Christopher BROWNING formulada en todos sus escritos sobre el problema vid Nazi Policy…,
The Origins…, The Path….
96
AA.VV., La Conferencia…, p. 51. La cursiva es mía
97
Jürgen FORSTER, The relation between Operation Barbarrossa as an ideological war of extermination and the Final
Solution”, David CESARANI (ed.) (1996), The Final Solution. Origins and Implementation, Londres y Nueva York,
Routledge, 1996, p. 97.
98
Peter KLEIN, “The Path to the Mass Murder of the European Jews”, AA.VV, The Wannsee Conference…, p. 135.
99
Christian STREIT, “The German Army and the Policies of Genocide”, HIRSCHFELD, Gerhard (ed.), The Policies…,
pp. 1-14. Es de destacar la diferencia que marca entre los comandos de la Wehrmacht y del Ejército; este último estaba
dispuesto a participar en el exterminio del “enemigo político” pero no en el del “enemigo racial”, vid pp. 4-7.
12
“secretarios de Estado” del 20 de enero de 1942 no fue convenida para debatir si la extensión del
programa de exterminio a todos los judíos de Europa debía implementarse o no, sino para acordar la
mejor manera de poder ponerlo en marcha. Ninguno de los presentes podía ignorar las matanzas que
se estaban llevando a cabo en el territorio invadido de la URSS ni las implicancias de la nueva política
a implementar. La Conferencia fue el marco en el que formalmente se discutió la “Solución Final de
la cuestión judía” y se convirtió en política de Estado.

Desde el inicio de la guerra se había ido ampliando gradualmente el círculo de víctimas potenciales
del régimen: de enfermos mentales a nacionalistas polacos, de matanzas selectivas de polacos a
comisarios políticos del Ejército Rojo, prisioneros de guerra y civiles soviéticos; y finalmente, de
judíos soviéticos de sexo masculino a todos los judíos soviéticos.

La Conferencia de Wannsee permitió cruzar el umbral entre el asesinato en masa y el genocidio


de judíos soviéticos a la Solución Final, entendida como el programa que aspiraba a exterminar hasta
el último de los 11 millones de judíos hombres, mujeres y niños en Europa. El encuentro sirvió para
incorporar y coordinar la participación y colaboración de gran parte de las agencias centrales
necesarias para implementar este programa. Si bien es incorrecto, entonces, afirmar que la Solución
Final se decidió durante la Conferencia, pocos dudan ahora de que se trató de un momento de
importancia histórica en su implementación.

Por si hiciera falta recordarlo, las “evacuaciones” que se planean a fin de transportar judíos al
“Este” implicaban cuando menos transportarlos a fin de ponerlos al alcance de las balas de las
temibles unidades de exterminio móviles de Heydrich, los Einsatzgruppen100. La otra posibilidad
conduce al mismo resultado: al “Este” estaba Polonia, a la que los alemanes iban a “convertir en el
cuartel general de los centros de exterminio”101. Al “Este” había comenzado a funcionar Chelmno un
mes atrás y se habían comenzado a edificar las instalaciones de gaseamiento de Belzec y Birkenau.
El objetivo real del vasto programa de “evacuación” que se pone en marcha después de la Conferencia
persigue el exterminio y no la explotación de la fuerza de trabajo. Separar a los judíos por sexos debe
entenderse como un medio de evitar toda posibilidad de reproducción antes de que se lo destruya. En
Wannsee se acordaron los lineamientos de los procedimientos generales para poder implementar el

100
Raúl HILBERG (ed.), Documents…, p. 86.
101
Raúl HILBERG, La destrucción…, p. 529.
13
exterminio total de los judíos en Europa en el corto plazo. Ninguno podía quedar vivo porque unos
pocos sobrevivientes “se podrían transformar en el germen de una resurrección judía”102.

A partir del 20 de enero de 1942 “reasentamiento” o “traslado por tren” ya no pueden ser
interpretados en sentido literal de desplazamiento forzado103. La fórmula “Solución Final” deja de
connotar expulsión de los judíos a los confines de la esfera de influencia alemana104 o deportación y
confinamiento en un gueto105 como medios para “obligar a los judíos a salir del espacio vital del
pueblo alemán”106 para pasar a significar genocidio precedido de deportación 107. La Conferencia de
Wannsee marca la transición del asesinato en masa de judíos soviéticos iniciado a pocas semanas de
la invasión de la URSS108 al genocidio de todos los judíos bajo la esfera de influencia alemana109; es
decir, la expansión del asesinato en masa que ya se estaba llevando a cabo en Europa del Este a un
genocidio sistemático a escala continental110.

102
AA.VV., La Conferencia…, p. 54.
103
Christian STREIT, “Wehrmacht…”, David Cesarani, The Final…, p. 107.
104
Christopher BROWNING, “Nazi Resettlement Policy and the Search for a Solution to the Jewish Question, 1939-
1941”, The Path to Genocide, Cambridge, Cambridge University Press, 1992, pp. 3-27.
105
Jürgen FORSTER, “The relation between…”, David CESARANI (ed.), The Final Solution.Origins and
Implementation, Londres y Nueva York, Routledge, 1996, p. 87.
106
AA.VV., La Conferencia…, p. 49. La cursiva es mía.
107
Norbert KAMPE, “The Wannsee Conference”, AA.VV., The Wannsee Conference …, p. 173.
108
Cuándo se tomó la decisión de exterminar a los judíos soviéticos también ha sido objeto de acalorada controversia. La
disputa ha sido zanjada a favor de la interpretación de que la orden fue impartida después de la invasión, en el verano de
1941, hacia mediados de julio.
109
Norbert KAMPE, “Preface”, AA.VV., The Wannsee Conference and the Genocide of the Jews, Berlín, House of the
Wannsee Conference, Memorial and Educational Site, 2009, p. 9
110
AA.VV., Facing Justice – Adolf Eichmann on Trial, Berlín, Gedenk- und Bildungsstätte Haus der Wannsee-Konfe-
renz, der Stiftung Topographie des Terrors und der Stiftung Denkmal für die ermordeten Juden Europas, 2011, p. 82.
14
Portada de la carpeta “Solución Final de la Cuestión judía” del archivo de la Oficina de Asuntos Extranjeros dentro
de la cual se encontró la copia de las actas de la Conferencia de Wanssee enviada a Martin Luther, la 16 de 30, la única
de la que se tiene conocimiento no haya sido destruida antes del fin de la guerra, AA.VV., The Wannsee Conference…,
p. 239.

15
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