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Sabemos que un accidente no ocurre por el azar o el destino. Se trata de una sucesión de
errores u omisiones que a veces desencadena una lamentable tragedia. No existe una receta
para evitar los accidentes laborales, pero sí debemos considerar algunas premisas.
Por ejemplo, en alguna ocasión, una unidad minera brindaba un respirador de media cara
sencillo con 2 cartuchos para gases ácidos y un pre-filtro de tela para capturar el polvo del
ambiente. Mensualmente se reemplazan cuatro cartuchos a los 800 mineros. Pero la mina no
tenía gases ácidos, sólo generaba monóxido de carbono y gases nitrosos, y ambos no eran
filtrables por los cartuchos.
A un promedio de US$ 3 el par de cartuchos, se malgastaba entonces US$ 4800 por mes en un
solo implemento que no daba protección alguna al trabajador. Esto nos indica que la magnitud
del cambio dependerá de la gravedad de la situación y de la disposición de cambio de los
interesados. Se deben analizar los procesos, pues a lo mejor el proceso está bien pero lo que
no funciona es la manera en cómo se aplica.
En segundo lugar, un elemento fundamental, es aprender del pasado. Epícteto(60 a 120 AC),
nos decía: «Cada vez que le ocurra un accidente, no olvide reflexionar sobre las posibilidades
que tiene de sacarle provecho a la circunstancia». La historia nos demuestra que tenemos que
esperar que la desgracia toque la puerta y recién cuando es alguien cercano a nosotros, mas
aún si es joven con un futuro por delante, es afectado por estos hechos, nos acordamos de la
seguridad. En esa circunstancia pensamos en su importancia y que si se hubiesen tomado
medidas no hubiese ocurrido.
Estamos seguros que este mensaje logrará la reflexión de cada uno de nosotros y motivará a
tomar una actitud proactiva hacia la misión propuesta. En una reunión organizada por el ISEM
sobre la problemática de los accidentes fatales en la minería peruana se concluyó que las
principales causas observadas fueron:
Resistencia al cambio a todo nivel, principalmente de los actores ejecutores del mismo (jefes
de área y supervisores).
Compromiso no sostenible.
Existe una motivación inadecuada (sueldos bajos, discriminación que sufren los trabajadores
de contratas, problemas personales, etc.)
Alta rotación del personal contratista, especialmente el no calificado; esto origina una escasa
identificación con la unidad minera, conocimientos y habilidades.
Finalmente, algunos lineamientos que pueden ayudar a revertir esta situación y convertir a la
minería peruana, líder a nivel mundial no sólo en ratios de producción, sino también en
indicadores de seguridad:
Iniciar una capacitación temprana en aspectos de seguridad, comenzando desde los colegios
fiscalizados a cargo de las empresas mineras, por ejemplo, y continuando en las facultades
afines de las universidades y centros educación técnica. Lo ideal es que en el currículo de cada
curso de especialidad se toquen temas relacionados a la seguridad.
Redefinir el proceso de fiscalización minera de forma que realmente evalué el nivel de gestión
de seguridad de la empresa minera y sus contratistas.
La minería es una parte crucial del progreso de nuestra civilización moderna. Las materias
primas obtenidas de la explotación minera están presentes en casi todos los productos en los
que basamos nuestra vida cotidiana. Por eso, la disponibilidad de estos materiales influye
directamente en las futuras innovaciones tecnológicas y en el desarrollo de muchos sectores
industriales. Por si fuera poco, la minería sirve de soporte a nuestra economía creando puestos
de trabajo en aquellos lugares donde se hallan las explotaciones.
Sin embargo, estos beneficios no están ausentes de riesgos. A través de los siglos, la minería se
ha considerado una profesión de riesgo. Son muchas las causas de accidentes, pero entre las
más comunes se encuentran las siguientes:
Cuando los mineros se adentran en las profundidades de la corteza terrestre suelen encontrar
bolsas llenas de gases tóxicos que pueden poner en grave peligro su salud. El sulfuro de
hidrógeno es un ejemplo típico de este tipo de gas, ya que tiene un efecto devastador en el
sistema nervioso.
2. Explosiones
En las minas de carbón subterráneas puede formarse una acumulación de metano, que crea
una mezcla altamente explosiva cuando se combina con finas partículas de carbón. Además, las
explosiones utilizadas durante las detonaciones controladas para ampliar la zona de
explotación minera también pueden ser origen de accidentes.
El derrumbamiento de pozos mineros puede suponer una seria amenaza para los mineros, ya
sea debido a errores humanos, desastres naturales o actividades sísmicas.
4. Inundaciones
Muchas de las minas existentes se hallan en zonas remotas donde las precipitaciones y las
condiciones acuíferas no están estudiadas con detalle. El riesgo de inundación también se
incrementa porque la actividad minera modifica constantemente la fisionomía del terreno.
Riesgos en la mineria
Por ese motivo, los gestores de las minas deben aplicar múltiples medidas de precaución para
mantener todos los riesgos mencionados bajo control. Algunos de los métodos utilizados para
lograr este objetivo son los siguientes:
1. Equipo de seguridad
Todos los mineros deben llevar equipo de seguridad para protegerse de las lesiones físicas, los
productos químicos peligrosos y las temperaturas elevadas. Los cascos, la ropa de protección,
las botas y las gafas de seguridad son algunos de los equipos que precisan los mineros para
mantenerse seguros.
Los sistemas de ventilación instalados en las minas pueden redirigir los gases nocivos fuera del
pozo de la mina y, de este modo, proporcionar una calidad de aire aceptable. Los sensores para
la detección de gases tóxicos son un elemento esencial para la gestión de estos sistemas.
Los pozos mineros que ya no se utilizan deben cerrarse para que no se descompongan y
colapsen con el tiempo. Además, las minas abandonadas pueden llenarse de metano y
aumentar así el riesgo de explosión.
5. Comunicación eficiente
La información sobre las condiciones actuales de trabajo en las minas es de vital importancia
para la seguridad de los mineros. Con este propósito, los mineros utilizan elementos de
señalización visual y dispositivos móviles. Una comunicación clara es esencial cuando se
utilizan explosivos a fin de que todas las personas que se encuentran en el lugar puedan ser
notificadas y desplazarse a una distancia segura. La mejor solución en el caso de las
detonaciones controladas son las sirenas, que pueden advertir a las personas de los
alrededores sobre cualquier peligro potencial.
De este modo pueden utilizarse, por ejemplo, las sirenas de Telegrafía, Screamer Car, Bono
o Gibon. Su activación puede realizarse a distancia por un operador u otra persona responsable
que puede enviar una señal clara o un mensaje de voz y, de este modo, informar a todos los
que se encuentren en las inmediaciones sobre la detonación.
1. No ignore el peligro
El primer paso para mantenerse seguro es ser consciente del hecho de que trabajar en una
mina es peligroso. Acepte que la industria de la minería está inherentemente llena de peligros
y manténgase alerta siempre en el trabajo. También cuide a sus colegas y nunca baje la
guardia. Los accidentes con mayor impacto pueden ocurrir en un momento de descuido.
Todos los miembros de su equipo deben recibir entrenamiento regular sobre seguridad. Esto
no solo se debe aplicar a nuevos empleados. Incluso los de mayor tiempo deben asistir a cursos
de actualización. Las sesiones de entrenamiento en seguridad que contienen componentes
teóricos y prácticos pueden ser de mucha ayuda. Trabajadores que toman roles extenuantes
pueden ser enviados a chequeos de salud y de estado físico para determinar si podrán cumplir
las demandas físicas de su trabajo.
4. Siempre use el equipamiento de seguridad
Hay una lista larga de equipos de seguridad que los trabajadores de las minas usan para su
protección, desde cascos hasta gafas de protección y guantes. Es esencial que todos los
trabajadores usen el equipamiento de seguridad necesario todo el tiempo. Ha habido infinitas
historias de trabajadores que se han salvado gracias a los cascos, por ejemplo.
5. Supervise a su equipo
Todos los miembros de su equipo deben seguir las instrucciones de seguridad sin ninguna
excepción. El supervisor debe ser diligente sobre el seguimiento y en reforzar las reglas. Nunca
permita que más personas de lo establecido ingresen a un lugar. Los supervisores también
deben saber el paradero de sus trabajadores durante cada turno. Igualmente, todos deben ser
informados sobre lo que sus compañeros de equipo están haciendo durante el día. Nunca deje
a nadie violar las reglas de seguridad sin una advertencia, o en el caso de continua
desobediencia, consecuencias apropiadas.
Cuando los accidentes ocurran, todos deben saber que hacer. Los procedimientos de seguridad
deben estar claramente definidos. Cuando los documente, describa los accidentes que puedan
ocurrir, lo que se debe hacer y a quién contactar. Los procedimientos de seguridad deben ser
exhibidos prominentemente en los lugares que son visitados frecuentemente por los
trabajadores.
Asegúrese que todo el equipo de seguridad recibe mantenimiento de forma regular y cumpla
con los últimos estándares. Nunca trate de ahorrar en el equipo de seguridad. Si es que un
artículo ya no cumple con los estándares, reemplácelo, incluso si esto significa incrementar
gastos o retrasar un proyecto. Nunca deje a su staff usar equipo de seguridad anticuado, ni
siquiera por un periodo corto de tiempo.