Está en la página 1de 2

Vicente Serradell Catalá

3-10-2020

SANT’ APOLLINARE EN CLASSE, RÁVENA


Video: Sant'Apollinare in Classe, Ravenna (video) | Khan Academy

El vídeo realizado por los profesores Steven Zucker y Beth Harris,


pertenecientes al recurso de historia del arte de la Khan Academy, muestra, con mucho
detalle, el mosaico del ábside que se encuentra en el interior de la basílica de Classe
dedicada al primer obispo de Rávena.

En las primeras escenas se comenta rápidamente el origen de Classe. Es una


zona que se encuentra a las afueras de Rávena que, alrededor del siglo I d.C, se
emplazaba una laguna sobre el que se construyó el puerto romano que albergaba
permanentemente la flota del imperio y más tarde un cementerio.

Ya en el interior, los docentes explican que el edificio es una basílica, que ha


pasado por muchas restauraciones como tantos otros edificios de Constantinopla cuando
el emperador Constantino trasladó allí su residencia, tal es el caso del hipódromo, donde
se realizaban carreras de caballos, o las murallas de la antigua Byzas, y que habría
tenido mosaicos a lo largo de toda la nave principal.

La construcción es tipo basilical porque tiene las típicas características: amplios


espacios subdivididos en tres naves, una principal con columnas de mármol y dos
pasillos laterales, mediante columnas y un ábside al final de la nave principal. Era la
tipología arquitectónica de tipo religioso por antonomasia por sus funciones prácticas,
como por ejemplo, congregar para seguir la liturgia, y por su fácil construcción ya que
el único problema era la nave central porque era más ancha y porque se utilizaba la
madera como material para sustentar el techo de la misma.

Si nos fijamos ya en el mosaico del ábside, descubrimos que en el centro del


llamado arco triunfal, arco que se localiza alrededor del ábside, se ubica una imagen
barbuda de Dios que sostiene un libro. A sus lados se hallan figuras que representan a
los cuatro evangelistas y unos corderos que salen, simultáneamente, de las ciudades
orientales de Jerusalén y Belén.

El mosaico continúa en la parte de abajo del arco triunfal y muestra la


transfiguración, momento en que Jesucristo difunde su naturaleza divina a tres hombres.
Para representar este evento narrado de los evangelios sinópticos, nos encontramos una
gran cruz de oro situada en el centro de un cielo azul estrellado, con un pequeño busto
de Jesucristo en su núcleo y las letras griegas alfa y omega en los bordes del tramo
cruzado de la misma, que representan a Jesucristo siendo el principio y el final de todo;
a los profetas Moisés y Elías, de medio cuerpo, a los lados de ésta en un cielo dorado; y
a Sant’Apollonare, de frente, en un espacio más terrenal, un prado verde con arbustos,
plantas y pájaros muy esquemáticamente representado, orando con doce ovejas blancas,
que representan los doce apóstoles.

También podría gustarte