Tipología de cómo considerar a los Partidos Políticos.
Los partidos políticos son hoy un fenómeno universal. No hay sociedad
donde no existan, aún en sociedades que se consideran no democráticas. Los partidos políticos surgen por un proceso de masificación de la ciudadanía, una expansión del demos, hay una fuerte carga de derechos políticos para hombres y luego se extiende hacia las mujeres. Los partidos políticos se consolidan con esta modificación. Además, la consolidación de los Estados Nacionales. Esto da como consecuencia: Pensar en términos de representación políticas, por la grandeza territorial y de población de los Estados. ¿Cómo se canalizan esas voces ciudadanas en las tomas de decisiones?. Los pp tiene incidencia clara en las decisiones políticas parlamentarias.
Hay distintas explicaciones de por qué surgen los partidos políticos.
Algunos autores se centran en las cuestiones institucionales, en cómo los partidos comienzan a ser organizaciones auxiliares del parlamento, hay otros que consideran una cuestión histórica comparativa y como las crisis y rupturas de las sociedades generan los PP, que son la voz que quedan de un lado o del otro. Institucionales: Los PP aparecen como órganos asociados al parlamento, tienen una función auxiliar de condensar ciertas posiciones grupales o colectivas internas al parlamento, los PP simplifican las discusiones dentro del parlamento. Y hay otras que se han centrado en que las causas de los PP tienen que ver con consecuencias de la modernización y de las necesidades funcionales del sistema político, sobre todo con el poder representar una pluralidad social cada vez más completa. Los partidos políticos estarán asociados a un proceso de pluralización de la vida política moderna, porque las sociedades ya no se piensan como cuerpos homogéneos sin diferencias ni pluralidades, y cada vez más aparece la pluralidad donde se debe perder de vista la unidad orgánica. La idea organicista de la sociedad, como una sociedad homogénea la cual llega a consensos homogéneos, se rompe con la llegada de las sociedades modernas y sus pluralidades. La pluralidad corrompía a la sociedad, los PP eran mal vistos en sus orígenes, se pensaban que era un problema para el cuerpo social (Los PP son partes de la polis, y Schmitt por ejemplo repudia la idea de pluralidad).
Los PP al principio eran visto como facciones, es decir partes de un
todo mayor que tienden a disolver el todo. De a poco los PP comienzan a ser aceptados, y en las primeras décadas del siglo IXX se empiezan a integrar como parte del sistema político.
Uno de los criterios para clasificar a los PP es la base social. Desde
perspectivas marxistas se sostiene que la composición social de los partidos es el asunto clave, porque básicamente los partidos son proletario/obrero o burgueses, los PP son expresión de intereses de clase. Uno puede clasificar a los partidos por la orientación ideológica, lo determinante ya no sería tanto la composición social, es decir a donde pertenece el adherente del partido, sino cuales son los intereses que sigue el partido, lo normal sería que la base social coincida con los intereses. En este segundo criterio se estaría hablando de partidos de izquierda y de derecha. Desde el punto de vista ideológico los partidos podrían ser pensados como más o menos radicales, más o menos moderados en sus propuestas. Una gama de partidos que planteen una revolucion aotros que conviven muy bein con el orden actual. El tercer criterio tiene que ver con la estructura organizativa, se tiene en cuenta cómo se ordenan internamente los partidos, se conciben como organizaciones, se suponen movidos por fines propios que trascienden los objetivos que les dieron de origen, al tiempo que superan y transforman los intereses que le dieron de origen. Michel planteaba que cuando los partidos políticos se organizan se oligarquizan a la vez, Weber considera qu todo esta burocratizado y los PP deben someterse a cierta estructura.
Hay otro tipo de clasificaciones que sigue razones históricas. En un
principio los PP funcionaron como partidos de representación individual o de notables. Van desde que existen los PP, hasta principios del Siglo XX, donde la democracia se empieza a masificar. Estos partidos funcionaron en un contexto donde la ciudadanía estaba restringida, no todos tenían derechos políticos. Son partidos que se ordenan en ciertas figuras, personas o familias notables. En un momento de la historia había partidos que eran clanes familiares, y la votación a esos partidos era una adhesión a la familia. Buena parte de la política se decidía en los clubes políticos, de la alta sociedad, e iban al parlamento con todo decidido. Esto hacía, que quien era el referente, tenía completa libertad para votar en el parlamento para decidir lo que era lo mejor en términos del bien común. El notable político, no tenía mandato imperativo respecto de sus electores, es decir tomar las decisiones independientemente cual hubiera sido la voluntad de sus votantes. Sigue presente la idea de un bien común. A medida que se amplía la ciudadanía y hay más sectores que votan, aparece una nueva forma de partido llamados de masa o aparato, donde el peso de la estructura del partido es fundamental, Michels Partido socialista alemán. Esta apertura electoral, implica que esas masas tienen que ser adoctrinadas o educadas políticamente, y se deben pensar mecanismos de cómo llegar a todas las personas. Y aquí aparece el papel de la prensa, la cual empieza a masificarse, aparece la prensa escrita/el diario, como mecanismo de educación ideológica para los ciudadanos. No se trata solo de convencer votantes, se debe asegurar una adhesión permanente al partido, es decir los militantes. En los partidos de masas el militante tiene un rol protagónico, no solo difundir las ideas del partido, sino también incidir en las decisiones del partido. En todo caso, el político electo, es casi un vocero de los intereses de su partido. El político de los partidos de masas llega al parlamento con una posición tomada del partido en relación al tema que se está discutiendo, ese político está bajo un mandato imperativo para decidir en función de lo que su partido le dijo que debe decidir. Los partidos de notables tenían un margen para decidir, y no respondían a los intereses de los votantes. Los partidos de masas van desde las primeras décadas del siglo XX hasta fines del siglo XX. Lo que sucede ahí es una masificación de los medios, pero no de los medios escritos, sino de los medios televisivos, lo cual cambia el mundo de los PP. ¿Por qué? Porque cada vez se diluyen las rígidas fronteras de identidades sociales, como identidades de clase. Se deja de pensar en términos de militancia, porque las adhesiones del partido ya no están vinculadas a su posición social, sino que se pluraliza el electorado en una cosa muy amorfa, ya no está claro dónde están los obreros, los burgueses, los del interior o los de la capital. Esos clivajes sociales tan claros, se disuelven mucho más, y cuando esto pasa necesariamente lo que hacen los PP es reducir hasta el mínimo su componente ideológico, tratan de representar a todos los que puedan (lo cual no quiere decir que no tengan ideología), y de alguna forma pierden el compromiso con sus votantes de mantenerse fieles a sus ideas. Disolución del componente ideológico del partido, no desaparece la ideología, pero están menos atados, van a buscar votos en todos los sectores sociales. Los partidos políticos deja de perder tiempo en desarrollar grandes agendas políticas. Son partidos profesionales-electorales, o catch-all.
Los PP tienen dos funciones: Ascendentes, o de representación
política. Los partidos cumplen funciones en la intermediación entre Estado y sociedad. Algunas de estas funciones tienen que ver con la representación de la sociedad civil hacia el estado. Dentro de esto hay funciones que sirven a esta representación en el estado, que tienen que ver con esto de agregar y filtrar demandas, es decir la sociedad tiene muchas demandas dispersas, no estructuradas, y los PP con su oferta política lo que hacen es agrupar, condensar, sistematizar las demandas. Son cosas que nacen de la sociedad civil y van hacia el Estado, por eso es ascendente. Agregación y filtro de demanda. Bueno los partidos también sirven como un instrumento de movilización política, de identificación política, a partir de una identificación partidaria. Una tercera función es que los partidos políticos sirven para estructurar el voto, sin los PP sería muy difícil que las identidades políticas que se movilizan fueran a parar a alternativas políticas discernibles, identificables. Se reducen las opciones a ese menú partidario. Luego están las funciones de los partidos políticos que canalizan acciones del Estado hacia la sociedad civil, que son las funciones descendentes o de gobierno, sirven para que el Estado pueda funcionar, que el Estado tenga una dinámica propia. Desde los PP, en los sistemas como el uruguayo donde los Pp tienen el monopolio de la representación electoral, una función que cumplen los PP es que aportan recursos humanos para cubrir los cargos de gobierno, es decir desde los PP se recluta al personal político. Y la otra función, es que los PP, al ocupar los cargos públicos, también tienen un rol fundamental en la toma de decisiones públicas en el sentido que definen políticas públicas.
Para definir a los partidos políticos toma la definición de Sartori: Un
partido político es un grupo político de personas identificado con una etiqueta oficial que se presenta a elecciones, libres o no, y que en esas elecciones puede conseguir que sus candidatos alcancen cargos públicos.
Sartori:
1 - Grupo político: Conjunto de personas
2 - Etiqueta oficial: Sigue el procedimiento jurídico establecido. Reconocimiento jurídico de que ese grupo de personas es un PP. 3 - Elecciones: presentarse a las elecciones, libres o no. 4 - Candidaturas viables: personas que se candidatan, y esas candidaturas deben ser viables. 5 - Cargos públicos: efectivamente tengan cargos públicos.
Es una visión bastante restrictiva
En la ciencia política desde que se consolida como una ciencia moderna, una preocupación muy grande fue siempre cómo funcionan los sistemas de partidos. Una cosa es el sistema político, compuesto por un conjunto de actores como los movimientos sociales, grupos de interés y partidos políticos, es decir el sistema político incluye otros actores además de los partidos. Uruguay es una partidocracia por su centralidad. Una cosa es el sistema político, y otra cosa dentro del sistema político es algo que los politólogos han llamado Sistema de partidos. ¿Qué es un sistema? Es un conjunto de unidades o de partes, que se relacionan e interactúan entre sí, y establecen relaciones discernibles entre ese conjunto y el ambiente. Es un conjunto de partes que interactúan que tienen algún vínculo más o menos estable, con cierto orden interno, y al cual podemos delimitar de algo que está afuera, lo que se llama ambiente según los funcionalistas. El sistema político depende también de otros sistemas como el económico, que se encuentran en el sistema social. Nosotros vamos a hacer foco en el sistema de partidos.
Tenemos que pensar los partidos y sus interacciones en esta lógica
funcionalista, tenemos que ver cómo se relacionan, cuáles son las relaciones posibles entre los PP. Es importante saber esto para saber cuáles son las alternativas de relacionamiento que tienen estos partidos.
¿Cuántos partidos hay en el sistema de partidos? ¿Cómo pueden
interactuar estos partidos? Estas dos preguntas han preocupado mucho a la ciencia política europea porque en europa, el sistema de gobierno mayoritario son sistemas de gobierno parlamentario. En el sistema parlamentario se vota a un partido, no a un presidente, por lo tanto la importancia del partido va en función a la cantidad de cargos públicos/escaños que haya conseguido.
Sartori, en su texto, determina las normas para contar partidos.
¿Cuántos partidos son y cómo contarlos? Dice Sartori que dependiendo la respuesta que demos a la primer pregunta, eso nos dirá qué tan fragmentado está el sistema de partidos, es decir qué tan fragmentado está el poder político. Si sos pocos partidos el poder político estará muy poco fragmentado, si son muchos lo inverso. La cantidad de partidos también nos dirá cuáles son las alternativas de coaliciones. Pero el tema es que el problema es cómo contar. Existen criterios como por ejemplo: Si tenés por lo menos 3 escaños, te cuento, si tenés menos no te cuento, pero esto no resuelve nada, porque existen partidos pequeños que son determinados para conformar una mayoría en una coalición, o incluso aunque no lo sean, son partidos que al existir obligan a los demás partidos a coaligarse fuera de él. Entonces para Sartori, la importancia de los partidos políticos no se debe contar solo por la cantidad de escaños que tiene, sino también las posibilidades de interacción que habilita ese partido, como un partido puede o no formar coaliciones con los demás, y eso no depende tanto de cargas en el parlamento, sino con la cercanía o lejanía ideológica con los demás partidos.
Lo primero a considerar es el criterio de importancia, esto es cuánto
peso electoral y de cargos públicos tiene un partido, y lo segundo es la posibilidad de gobierno que tiene un partido, la posibilidad de formar coaliciones. Si para contar los partidos debemos tener cuenta el peso relativo electoral, pero también el potencial de gobierno, se deben asumir dos normas o criterios para contar la cantidad de partidos dentro del sistema de partidos.
1. No van a contar los partidos que, durante un cierto período de tiempo,
siga siendo superfluo para generar o construir coaliciones de gobierno. Sigue siendo un partido político, pero no debería considerarse como una unidad relevante para el sistema. Pero esta primera norma, está orientada a partidos que persiguen conformar gobiernos, y no todos los partidos políticos quieren forman. Esta norma nos permite identificar a los partidos que tienen voluntad de formar gobierno, y estamos descartando a todos los partidos. Según esta norma, no deberíamos contar a partidos que no sean parte de una coalición de gobierno, por ejemplo el Frente Amplio. Se cuentan partidos, solo si son relevantes para conformar coaliciones. 2. Sí debemos contar aquellos partidos que, aun cuando no tengan posibilidades de coalición de gobierno, tengan capacidad de chantaje. Debemos contar a los partidos incluso que no formen parte de la coalición, siempre que logre con su propia existencia, hacer que los demás partidos asuman interacciones propias. Es decir, si ese partido consigue alterar la dirección de la competencia, sí deberíamos contarlo.