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Asignatura: Historia del Pianismo. 3er Año Piano. Profesora Auxiliar MSc.

Mayté
Aboy González.
La música para piano en Latinoamérica, siglos XIX, XX, XXI. Compositores por
países. Aportes de los mismos a la literatura para piano.
Argentina: Carlos Guastavino, Alberto Ginastera. Astor Piazzola.
Brasil: Ernesto Nazareth, Heitor Villa-Lobos. Mozart Camargo Guarnieri.
México: Manuel Ponce, Mario Ruiz Armengol, Carlos Chávez.
Venezuela: Moisés Moleiro, Federico Ruiz.
La música de concierto latinoamericana es desde sus inicios una síntesis de la
tradición europea y de los elementos originarios, tanto folclóricos como
populares. Sus compositores expresan el nacionalismo desde posiciones que en
algunos casos es más universal- en el siglo XIX es latente la influencia de todas las
corrientes estilísticas de Europa, en particular la ópera italiana y la tradición
germana, con la entrada del siglo XX esta filiación se extiende a Debussy, Ravel y
Stravinsky e incluso Prokofief, Hindemith y Copland, en algunos casos- y en otros
marcadamente ecléctico o con un profundo arraigo de los elementos originarios.
La tendencia universalista, que por razones obvias es más propia de las primeras
generaciones de compositores, regresa con fuerza desde finales del siglo XX y el
XXI, pero por razones técnicas y estéticas diferentes, tendiendo a expresar lo
personal, más allá del localismo, sino como reflejo de un interés y un
conocimiento global de la época y la cultura universal.
Dentro de este panorama de la creación musical latinoamericana de concierto,
encontramos una lista de compositores que dedicaron una parte importante de
su creación a la pianística en particular.
Argentina: Julián Aguirre, Carlos Guastavino, Alberto Ginastera y Astor Piazzolla.
Julián Aguirre (1868-1924) Pianista y pedagogo. De la generación de 1880. Al
igual que los literatos de esa misma promoción, viajaron frecuentemente a
Europa, y a diferencia de sus predecesores que carecían de la formación
académica necesaria para crear obras importantes, los compositores de esta
generación introdujeron en la música argentina una amplia representación de los
géneros musicales: ópera, poemas sinfónicos y sinfonías, conciertos, suites,
oberturas, piezas para instrumentos solistas, música de cámara y música coral.
Por otra parte, influidos por el romanticismo europeo, cultivaron diversas formas
de nacionalismo musical. Julián Aguirre realizó estudios musicales en el Real
Conservatorio de Madrid de forma breve en París. Influido por el nacionalismo
musical de la España de finales del siglo XIX, fue en busca de esas mismas raíces
en Argentina. Como resultado dejó una abundante producción, (las cuatro quintas
partes de esta corresponden a la pianística y a la música para voz y piano), en un
primer período inspirada en el cancionero criollo, que incorporó al estilo
salonnier imperante en el último cuarto del siglo XIX y principios del XX. Varias
composiciones para piano: Aires nacionales argentinos, Intimas, Gato, Huella,
Zamba, conforman lo más característico de su producción. Estéticamente sus
producciones privilegian lo agradable y emotivo en cuanto a la sonoridad
pianística.
Algunas obras para piano:
. Gato
. El Patio
. Huella
. El Sauce
-Aires criollos (ciclo)
- Aires nacionales (ciclo)
Audición: Aires nacionales argentinos Op. 36, 2do Cuaderno. Luis Bakalov

Carlos Guastavino (1912-2000) Compositor y pianista argentino. Considerado el


más grande exponente del nacionalismo romántico argentino. Su estilo musical
está firmemente arraigado al siglo XIX, muy apegado a las ideas de los primeros
exponentes del nacionalismo en el siglo XIX como: Francisco Hargreaves y el
propio Julián Aguirre; la afinidad con el intimismo y la delicadeza este último es
evidente. Su inspiración permanece fiel al espíritu popular de las melodías
folklóricas originales, cargadas de emotividad y lirismo; sus melodías son la base
de su estética. Nunca pierde la frescura, ni siquiera en los momentos de mayor
complejidad rítmica, armónica o contrapuntística. Su inclinación por la estética
romántica lo mantuvo estilísticamente alejado del entorno musical argentino, lo
cual se hace evidente si se compara su trabajo con el de Alberto Ginastera, su
contemporáneo casi exacto. Esa separación de las corrientes modernas y
vanguardistas que se producían en Argentina, le facilitaron el éxito a su música,
construida sobre bases de estilo romántico. Tal es así, que la misma se convirtió
en un modelo para los compositores de música popular de la generación de los
60, que incorporaron sus innovaciones a su propia creación.
Entre sus obras para piano:
. Bailecito (1940)
. Gato
. El Patio
. El Sauce
-Sonatina en sol menor (1945)
-Sonata en Do menor (1947)
-Tres Sonatinas (1949)
. Estilo (1952)
-Diez Preludios (1952)
-Diez cantilenas argentinas (1958)
-Mis amigos (1966)
-Diez cantos populares (1974)
-Romance del Plata (1987)
Audición Guastavino. Tres Romances- Martha Argerich y Mauricio Vallina

Alberto Ginastera (19016-1983). Considerado uno de los más importantes


compositores de Latinoamérica en el siglo XX. A pesar de su fuerte sentimiento
nacionalista, supo conjugar con maestría los elementos del folclore tradicional y
los innovadores desarrollos musicales que estaban teniendo lugar en la Europa
del momento. Poseedor de la prestigiosa beca Guggenheim en 1945 y
participante en el curso de composición que ofrecería Aaron Copland en el
Festival de Tanglewood. El estilo de composición de Ginastera es el resultado de
la fusión magistral de la tradición musical europea que conoce durante su
formación como músico, con las tradiciones iberoamericanas y amerindias de
Argentina. El balance entre ambas varía a lo largo de su carrera, pudiendo
establecerse varios períodos en la obra del compositor. El primero de estos se
caracteriza por la utilización de elementos del folclore, a la vez que el empleo de
las técnicas de composición tradicionales. A esta época pertenecen, por ejemplo,
sus Danzas Argentinas para piano. En el segundo período se suma el empleo de
técnicas más avanzadas, desempeñando las músicas vernáculas un papel menos
predominante. Aquí encontramos, referido a la literatura pianística, la Sonata
No.1, Op. 22 para piano. Finalmente, en el último período (denominado por el
propio compositor como “Neo Expresionismo”) combina el serialismo con
técnicas dodecafónicas y procedimientos de vanguardia. A diferencia de los dos
períodos anteriores donde prima la tonalidad y politonalidad, en este tercer
período Ginastera se decanta por la atonalidad. La Segunda y Tercera Sonata para
piano, se incluyen entre las obras de este período. Sobre este último período el
propio compositor afirmó lo siguiente: “No hay más melodías folklóricas ni
simbolismo. De todos modos, hay constantes elementos argentinos, como ritmos
fuertes y obsesivos, adagios meditativos sugiriendo la tranquilidad de la mágica y
misteriosa Pampa”.
A diferencia de otros compositores nacionalistas, Ginastera no solo mostró una
sensibilidad hacia los aspectos de su cultura local, sino que también se interesó
por las corrientes compositivas internacionales del momento. Su obra es el reflejo
de un músico que se impregna de la historia, el folclore y la literatura de su país
natal, al mismo tiempo que encuentra en las técnicas contemporáneas de
composición, como el serialismo dodecafónico y la politonalidad, su medio de
expresión. El autor argentino recorrió en 45 años el largo camino que separa el
nacionalismo americano más conservador de las estrategias del serialismo
integral propias de la escuela europea, sin perder nunca su identidad geográfica.
Entre las obras más conocidas y ejecutadas de Ginastera se encuentran sus tres
Danzas Argentinas Op. 2. El ciclo inicia con la Danza del viejo boyero, aquí
reproduce la escena del hombre que cuida los bueyes y que sufre un pequeño
altercado durante su viaje. Desde el inicio sorprende la bitonalidad de la pieza: la
mano izquierda en teclas negras y la derecha solamente en teclas blancas. Se
escucha un ritmo de malambo, una danza competitiva de los gauchos, incluyendo
una hemiolia típica de este género. La pieza termina con las notas MI-La-Re-Sol-Si-
Mi, las cuerdas de una guitarra, un recurso de valor sentimental para Ginastera.
La Danza de la moza donosa, está inundada de melancolía. Tiene forma ternaria y
combina el suave balanceo de una danza tradicional como es la zamba, en la
mano izquierda, junto con expresivas melodías con abundantes giros cromáticos
en la mano derecha. Con la superposición de intervalos de cuarta, quinta y octava
a la melodía, la textura se ve enriquecida en la sección central, lo cual le confiere
una sensación de amplitud quizás reflejando lo vasto de la Pampa. La melodía
inicial reaparece en la sección final, esta vez doblada a la tercera, desembocando
en un acorde tonal que nos deja en total incertidumbre.
La Danza del gaucho matrero, tiene como protagonista una figura importantísima
del folklore argentino: el gaucho. Así denominan al vaquero encargado del
ganado y caballos en los enormes ranchos de la Pampa llamados estancias. Los
patrones rítmicos enérgicos del malambo reaparecen, junto con evocadores
efectos pianísticos: clústeres intermitentes que simulan disparos, glissandos que
traducen saltos, todo esto con el vigor de una danza gaucha. Los cambios de
compás, los atrevidos contrastes dinámicos, la bitonalidad y los momentos
seriales, comunicarán al oyente la rebeldía de este singular personaje.

Obras para piano:


-Danzas argentinas Op.2 (1937)
-Tres Piezas Op.6 (1940)
-Malambo Op.7 (1940)
-Doce preludios americanos Op.12 (1944)
-Suite de danzas criollas op.15 (1946)
-Rondó sobre temas infantiles argentinos Op. 19 (1947)
- Danzas argentinas para los niños
. Moderato: para Alex
. Paisaje: para Georgina

-Piezas Infantiles I
. Preludio
. Osito bailando
. Arrullo
. Soldaditos

-Piezas infantiles II
. Antón Pirulero
. Arrorró
. Chacarerita
. Arroz con leche

-Sonata No.1 Op.22 (1952)


-Sonata No.2 Op. 53 (1981)
-Sonata No.3 Op 55 (1982)

- Concierto para piano No. 1 OP.28 (1961)


-Concierto para piano No. 2 Op. 39 (1972)
Audición: Complete Piano Music
Astor Piazzolla (1921-1992) Bandoneonista y compositor argentino. Innovador del
tango en lo que respecta al ritmo, el timbre y la armonía. Estuvo en contacto
desde muy joven con el jazz y la obra de Bach; el encuentro con estas músicas lo
experimentó durante los años que vivió con su familia en Nueva York. De la
música de Bach asimila el uso del contrapunto, la fuga y los patrones armónicos.
Interesado también, por la obra de compositores como Stravinski, Bartok y Ravel.
Recibió clases de Alberto Ginastera y Raúl Spivak. Estudió armonía, música clásica
y contemporánea con la compositora y directora de orquesta francesa Nadia
Boulanger, lo cual fue muy significativo para su formación y carrera. Es
importante su creación musical para cine. De la inmensa obra de Piazzolla, que
acumuló cientos de tangos, muchos de ellos han sido transcritos al piano, en
versiones a piano solo y a dos pianos. Entre estos: Adiós Nonino, Libertango, El
Gran Tango, Soledad y muchos otros.
Audición: Cuatro Estaciones Porteñas (video)

Brasil: Ernesto Nazareth, Mozart Camargo Guarnieri y Heitor Villa-Lobos.


Ernesto Nazareth (1863-1934) Pianista y compositor brasileño. Su música se ubica
entre la música de concierto y la popular y se considera fundamental dentro de la
cultura brasileña de los siglos XIX y XX. Considerado uno de los más altos
exponentes del “choro”, creó y fijó el “tango brasileiro” Su música está permeada
de disímiles influencias, no solo de la música popular brasileña, sino de la música
académica europea, de África y hasta rigtime. Llevó a cabo una carrera como
pianista, logrando tocar su música en giras por todo el país y muchas de sus obras
consiguieron un importante éxito. Su primer “tango brasileiro” se tornó suceso
nacional. Desde muy joven comenzó a conocer músicos populares de “choro”,
que estimularían su particular sentido del ritmo. A la par fue un apasionado de la
música de Chopin, lo cual se ve reflejado en su obra. Escribió piezas de concierto,
pero su identidad estaba arraigada en la música de carácter ligero de su tiempo,
presentando un estilo inconfundible. Su producción pianística abarca más de 200
títulos. Compuso, mayormente, polkas, valses y tangos brasileiros.
La pianística de Ernesto Nazareth refleja el entorno social y ambiental de su época
y está impregnado de gracia, ingeniosidad, estilo y personalidad. Pese a la
sencillez de los temas y su tratamiento, así como de las estructuras, su música
mantiene un permanente interés, inspiración. Es de destacar que su escritura
para piano exige muy a menudo una técnica desarrollada, pues la caracteriza el
virtuosismo y la elegancia. Todo lo anterior se combina de manera muy acertada
con el sabor y la gracia de un músico popular. Sus obras se utilizan en
conservatorios, tanto de música académica como música popular. Nazareth fue
admirado por compositores como Darius Milhaud y Villa-Lobos. Su obra
sobrepasa las más de 200 composiciones.
Audición: Arthur Moreira Lima interpreta Ernesto Nazareth (audio)
Nazareth: Apanhei-te cavaquinho (video)

Mozart Camargo Guarnieri (1907-1993) Compositor, director, pianista y pedagogo


brasileño de gran impacto en su país. Una beca obtenida en 1938 le permitió
estudiar en París contrapunto, fuga composición y estética con Charles Koechlin.
Además, durante esta estancia tuvo contacto con la compositora Nadia
Boulanger. Su interés por el folclor brasileño fue despertado por el profesor y
crítico Mario de Andrade quien realizó una exhaustiva labor de investigación de
tradiciones musicales a lo largo de todo el país. El interés de Andrade por la
carrera de Guarnieri se debió a que veía en él un compositor líder en la expresión
de las raíces brasileñas frente al academicismo europeo. Su obra incluye material
de danzas populares urbanas como la samba o el choro. Su primera obra exitosa,
la Sonatina para Piano de 1928, posee tendencias de la música nacionalista,
especialmente centrado en la música regional de la zona de Sao Paulo. En la
orquestación de su Concierto para piano y orquesta No. I compuesto en 1931,
utiliza instrumentos tradicionales brasileños. El interés de Aaron Copland por la
música de Guarnieri le propició una beca de seis meses en los Estados Unidos. El
Concierto para piano y orquesta No. 4 compuesto en 1968 utiliza técnicas
derivadas del serialismo que añade elementos nacionalistas brasileños, creando
un estilo moderno con una visión muy personal. El empleo del atonalismo se
puede apreciar también en su Concierto para piano y orquesta No. 5, escrito en
1970. El último de sus Conciertos para piano, compuesto en 1986 no utiliza
técnicas seriales ni atonales. Es una obra de carácter intimista que retorna a l
estilo de sus primeros conciertos. El atractivo universal de su estilo inconfundible
surge principalmente de una mezcla sumamente personal de melodías y ritmos
bajo la influencia de tradiciones brasileñas con un lenguaje musical de enfoque
cosmopolita. Guarnieri ocupa un lugar central en el contexto de la música
brasileña y su influencia en varias generaciones de compositores nacionalistas es
ampliamente aceptada. Es uno de los compositores brasileños más importantes
de su generación junto a Heitor Villalobos y Oscar Lorenzo Fernández.

Obra para piano:


- Concierto para piano No. 1 (1936)
- Concierto para piano No. 2 (1946)
- Concierto para piano No. 3 (1964)
- Concierto para piano No. 4 (1968)
- Concierto para piano No. 5 (1970)
- Concierto para piano No. 6 (1987)
- “Variaciones sobre un tema nordestino” para Piano y Orquesta (1953)
- Concertino para Piano y Orquesta de Cámara (1961)
- Serie “Ponteios” 50 Piezas agrupadas en Cinco Libros.
- “Suite Mirim”
I. Ponteando
II. Tanguinho
III. Modinha
IV. Cirandinha

-Sonata para Piano


I. Tenso
II. Amargurado
III. Triunfante-Fuga a tres partes: Enérgico- Triunfante
Audición: Mozart Camargo Guarnieri- piano Concierto No. 1 Intérprete Max
Barros (audio)

Heitor Villa-Lobos (1887-1959) Compositor, director de orquesta y pedagogo.


Considerado por muchos como el más grande compositor del siglo XX en Brasil.
Persiguió una identidad propia para la música de concierto de Brasil y logró
encontrarla, basándose en el folclore y la música popular brasileña. Su genialidad
se sustenta, por sobre todas las cosas, en la integración de los ritmos y danzas
folklóricas en la música culta o académica de su país. Fue un investigador
incansable de la música popular de su país, labor comparable a la de Bartok y
Kodaly en Hungría. Dentro de esta inclinación por lo popular el “choro”, género
carioca, lo atrajo particularmente. Fue descubierto por Darius Milhaud, quien
llevó al gran pianista polaco Arthur Rubinstein a verlo tocar el violoncelo para
películas de cine mudo. Rubinstein quedó fascinado con su música y contribuyó a
la divulgación de su música por el mundo, a la vez que sensibilizó a los magnates
brasileños para que financiaran los viajes de este compositor a París, donde
alcanzó el reconocimiento y la celebridad internacional.
La obra de Villa-Lobos, más allá de las dispersiones estilísticas o de los altibajos de
su calidad, refleja una originalidad y una fuerza que justifica la creciente
aceptación de su obra, aún confrontada ésta con los ejemplos más destacados de
la música contemporánea. Lo nacional brasileño en su música procede de fuentes
naturales generadas en las experiencias propias directas del músico no solo en la
esfera de las tradiciones vernáculas (períodos de prolongadas actuaciones en
conjuntos populares), sino que en la de las estéticas de la llamada música
académica del Viejo Mundo, con las cuales interactuó a lo largo de su camino de
formación, desarrollo y madurez. Comenzó siendo un postromántico y muy
pronto se alineó al impresionismo francés, cánones que adoptó primero
literalmente para luego modificar. Su lenguaje se mantuvo libre de los
subterfugios de una forzada estilización de lo vernáculo, ausente de todo
sofisticamiento. Este tipo de nacionalismo, tan natural en su manifestación como
genuino en sus raíces, le permitió a Villa-Lobos las más inusitadas incursiones en
el terreno de lo cosmopolita y a órbitas asociadas a tradiciones de pasado
histórico. Entre ellas destaca la orientada hacia reactualizar los cánones
contrapuntísticos de Johann Sebastian Bach, audazmente integrado al folclore de
Brasil. De esta vuelta al pasado con las técnicas del tardío Barroco, reconstruidas
con las últimas evoluciones del tonalismo del siglo XX, logró concretar el músico
las llamadas “Bachianas”. No obstante, las Bachianas Brasiileiras son, por sobre
todas las cosas, un homenaje al genio alemán. El modelo formal supuestamente
asumido, tiene un valor puramente simbólico y sentimental, sujeto a la
interpretación ultrapersonal de Villa-Lobos. Entre ellas, la No. 3 fue escrita para
piano y orquesta, mientras la No.4 es para piano solo.
La pianística de Villa-Lobos presenta notables dificultades para el intérprete por
el tratamiento que hace del instrumento a lo que hay que añadir las
complejidades en la ejecución de los ritmos folclóricos y la intrincada polirritmia.
Encontrar el justo punto de fusión del elemento folclórico-popular con los otros
de modernidad y trascendencia, es el principal problema con el que se enfrenta
un pianista al interpretar la obra de Villa-Lobos. Prole do bebe es una serie de tres
suites pianísticas inspiradas en la infancia. No son piezas para niños, sino sobre el
mundo infantil, como Kinderszenen de Schumann o Children’s Corner de Debussy.
Aquí reinan la ternura y el humor, sin desdeño de la acidez de las disonancias, la
irreverencia de las polirritmias ni tampoco del virtuosismo. La primera suite
(1918) es la más conocida, apadrinada y difundida por el pianista polaco Arthur
Rubinstein. La séptima pieza, O Polichinelo, muy influenciada por Petrushka de
Stravinski, fue una de las favoritas del notable pianista. Al propio Rubinstein está
dedicada también “Rudepoema”, posiblemente la pieza pianística más ambiciosa
de Villa-Lobos. Compuesta entre 1921 y 1926 en un único movimiento de casi
veinte minutos de duración, es una partitura de grandes contrastes y notable
virtuosismo, que denotan la influencia de la Consagración de la Primavera. Otra
obra a destacar dentro del repertorio ya no solo pianístico de Villa-Lobos, es el
“Choro No. 8” escrito para dos pianos y orquesta. Dicha pieza representa el
bullicio del Carnaval de Río, pero también de las danzas pintorescas, bárbaras y
religiosas de las tribus indígenas. Aquí el compositor despliega un inagotable
abanico de ritmos y melodías a menudo organizadas en densas superposiciones
texturales y armónicas, lo que desemboca en una de las partituras más
extrovertidas e impactantes de Villa-Lobos.
Selección de obras para piano:
-Suite para piano y orquesta (1913)
-Ibericarabe (1914)
-Ondulando (1914)
-Prole do Bebe, primera serie (1918), segunda serie (1921), tercera serie (1926)
-Choro No. 8 para dos pianos y orquesta (1925)
- Cirandas (1926)
-Rudepoema (1921-1926)
-Bachianas Brasileiras No.4 (1930-1940)
-Valsa da dor (1932)
-Ciclo Brasileiro (1936-1937)
-As Tres Marías (1939)
- Hommage a Chopin (1949)
-Conciertos para piano No 1, No 2, No. 3, No. 4 y No.5 (entre 1945 y 1957)

Audición: Bachiana No.4 Heitor Villa-Lobos. Piano, Larissa Paggioli (video)


“Hommage a Chopin” Heitor Villa-Lobos. Piano, Anna Estela Schic (audio)

Venezuela: Moisés Moleiro y Federico Ruiz


La música venezolana de concierto está estrechamente relacionada con la música
popular y folclórica de esa nación. La música bailable y formas como la danza
(joropo), la contradanza, la polca, el minué, la mazurca y el vals fueron
introducidos y utilizados ampliamente en la música de concierto. El vals, de
tradición naturalmente europea, adquirió una personalidad muy propia y
especialmente rítmica, combinando la división ternaria y binaria del compás, lo
cual lo distinguió radicalmente del europeo, llamándose desde entonces vals
venezolano, aunque manteniendo la estructura armónica y formal heredada de la
tradición europea. De esta forma, el vals fue el género nacional que más se
acercó durante el siglo XIX a la expresión nacional en la música de concierto
venezolana. A partir del tercer cuarto de este siglo vale mencionar autores de
célebres valses como Federico Villena, Teresa Carreño, Rogelio Caraballo y otros.
Ya en el siglo XX sobresalen los valses de Pedro Elías Gutiérrez, Laudelino Mejías y
Francisco de paula Aguirre, entre otros. Es el período romántico por excelencia
que caracterizó en particular el desarrollo de la pianística en Venezuela.
Moisés Moleiro (1904-1979) Pianista y compositor. Ganó por concurso la cátedra
de Piano en la Escuela de Música, cargo que desempeñó hasta su muerte. Sus
obras se han interpretado en Estados Unidos, Europa y América Latina. Los
géneros sonatinas, toccatas, suites y piezas infantiles conforman el catálogo para
piano de este compositor. Aunque sus sonatinas y toccatas tienen una sonoridad
“scarlattiana”, esto se combina con las síncopas de acento venezolano. El lenguaje
musical de Moleiro es de mucha sencillez y transparencia, sin dejar de ser
altamente original. La cultura venezolana y por ende su música es el resultado de
la mezcla de tres razas: la indígena, la mediterránea (especialmente la española) y
la negra africana.
En el siglo XIX, la música académica de Venezuela había sido muy prolífera en
valses románticos nacionales, con el decaimiento de este género, a principios del
siglo XX los compositores retomaron el interés por crear obras que elevaran los
ritmos autóctonos a nivel de academia. Este fue el caso del joropo: baile y ritmo
folclórico autóctono de los llanos de Venezuela y Colombia que es la Danza
nacional de este país. Precisamente fue un joropo la obra más popular del
compositor Moisés Moleiro.
El “Joropo” de Moleiro es una obra imprescindible en el repertorio pianístico
latinoamericano. Una pieza de alta dificultad técnica a pesar de su brevedad (lo
que la condena a bis la mayor parte de las veces). El acompañamiento escrito
como “bajo de Alberti” sostiene de principio a fin la obra, sumándosele enormes
saltos sincopados que le aportan una mayor riqueza rítmica.
Obras para piano:
-Ligia (1923)
. Sonatina No.1 (1931)
. Sonatina No.2
. Sonatina No.3
. Sonatina No.4
. Sonatina No.5

-Suite Infantil
. El manantial
. El gárgaro
. La rueda
. El amolador
. La cuna
. Los pájaros
-Coplas y Vals venezolano (1932)
1934
- La fuente
- Toccata en Do Mayor
-Toccata en si menor
-Toccata en Do sostenido menor
-Danza salvaje (Estudio de concierto) (1937)
-226 ejercicios para piano (1940)
- Sonata al estilo clásico (1942)
-Serenata al estilo español (1944)
-Joropo
-Estampas del llano (1953)
-Dos miniaturas (1962)
. La moza de la herrería
. El herrero
-Pequeña suite para piano
-Preludio y fuga
-Playera
Audición: Joropo de Moleiro. Pianista Gabriela Montero (video)

Federico Ruiz (Caracas, 1948) Compositor y acordeonista venezolano. Versátil


compositor cuyo lenguaje musical se nutre del nacionalismo y la música popular
venezolana, así como de la música popular latinoamericana y caribeña. Además,
se apropió de las técnicas de composición del siglo XX como dodecafonismo y las
técnicas electroacústicas. Su extensa producción comprende prácticamente
todos los géneros musicales: música sinfónica, de cámara, electroacústica, lieder,
obras corales, óperas y música para teatro y cine.
Algunas obras para piano:
- “Piezas para niños menores de 100 años”
. Merengue
. Preludio
. Chaplin
. Our Lady of Sorrow
. Secuencia cinematográfica.
. Vals para Dulcinea
. Un cha cha chá para Madalit
. Joropo-estribillo

- “Tres valses venezolanos”

- Micro Suite
. I Preludio
. II Invención
. III Passacaglia
. IV Scherzo
. V Final

Audición: Concierto para y orquesta No. 2 Federico Ruiz (video)


Micro-Suite para piano (audio)

México: Manuel Ponce, Carlos Chávez, Mario Ruiz Armengol.

Manuel M. Ponce Cuéllar (1882-1948) Compositor, pianista, organista, profesor y


crítico musical, llamado el “padre del nacionalismo musical mexicano”. Uno de los
primeros compositores de música de concierto en incorporar la tradición popular
en sus obras. Fue el primer compositor mexicano de música de concierto en
obtener éxito internacional. Fue un estudioso intérprete que llegó a convertirse
en un pianista formidable y gracias a esto pudo realizar estudios en Bolonia y
Berlín. La obra de Ponce se caracteriza por el empleo de diversos estilos y
lenguajes musicales a lo largo de su trayectoria como compositor, lo cual refleja
un amplio conocimiento y dominio de las técnicas de composición. A grandes
rasgos se percibe un romanticismo que viene a cerrar el capítulo de los músicos
que le precedieron y un modernismo que se manifiesta esporádicamente desde
las obras de Juventud, pero que se consolida a partir de su estancia en París. Tuvo
largas estancias en el extranjero durante su vida, incluida en La Habana, desde
1915 hasta 1917 y en París desde 1923 a 1925. Durante su estancia en La Habana
supo asimilar la esencia de la música local para adaptarla a su estilo y motivos
propios, sin dejar de introducir temas del folklor cubano. Su permanencia en
París, más tarde, donde recibe clases de Paul Dukas, le permitió acceder a la
intensa vida musical de la capital francesa. El compositor supo absorber las
modernas técnicas internacionales en la línea de sus contemporáneos como Bela
Bartok, Bohuslav Martinu y Serge Prokofiev a la par que su primer reconocimiento
artístico hacia sus raíces culturales mexicanas, indígenas en particular. Logra así
un ambiente de música autóctona del México prehispánico. A lo largo de todos
sus años de viaje, Ponce siempre regresó a su tierra natal y durante
prácticamente toda su vida se dedicó a una sistemática labor de recopilación,
selección y armonización de cantos populares. La obra de este compositor ofrece
un extenso abanico de posibilidades sonoras, de estilos diversos y riqueza
tímbrica que expresan su paso por el romanticismo de influencia europea, el
romanticismo nacionalista y por el nacionalismo indigenista, hasta llegar a un
modernismo avanzado.
Breve acercamiento a su creación pianística:
En su obra para piano encontramos el romántico Concierto para piano y orquesta
estrenado por el propio autor a su regreso a México en 1912. Dicha obra es una
composición romántico-heroica con toda la épica característica de la Europa de
finales del siglo anterior. También destacan dos sonatas y numerosos trabajos
cortos, como un preludio notablemente difícil pero atrayente y la Fuga para la
Mano Izquierda Sola compuesta en París en 1929, que mantiene tres voces
contrapuntísticas independientes. El Intermezzo es probablemente la pieza para
piano más célebre de Ponce, cuyo tema es de una singular inspiración. Las
dimensiones reducidas y su forma ternaria -con una breve introducción y una
coda- le dan un equilibrio perfecto. Es el primero de los tres Intermezzi para piano
que escribió Ponce y aunque se desconoce la fecha de composición, pertenece a
ese momento tan representativo de sus grandes obras románticas. Es una
composición en el estilo de una canción sin palabras. La Suite cubana, para piano
está integrada por tres piezas. Fue compuesta en 1916 durante la estancia del
compositor en La Habana y refleja una gran influencia española, por otro lado,
presenta también giros melódicos y armónicos característicos de la música
cubana, así como atmósferas y sonoridades marcadamente impresionistas. Los
Trozos románticos, para piano, son un conjunto de 14 piezas y un bello ejemplo
de música de salón característica de la primera década del siglo XX, alusivas al
estilo de composición de Liszt, Chopin, Grieg, Mendelssohn y Schumann. La
Sonatina, fue escrita en 1932 durante su último año de estancia en París. El
primer movimiento tiene forma sonata y es sin duda, armónicamente lo más
complejo del compositor. En el segundo movimiento se percibe un expresionismo
romántico; en cambio el último pertenece al nacionalismo indigenista, con
elementos rítmicos autóctonos. Su última obra importante para piano es el
conjunto de Cuatro danzas mexicanas. Constan de dos partes: la primera funciona
como introducción (brillante y virtuosística) mientras que en la segunda se
desenvuelve la danza en sí (más lenta, de carácter sensual y expresivo). Esta obra
es de excelente factura y gran madurez.
Obras para piano:
. Intermezzo No. 1
. Intermezzo No. 2
. Intermezzo No. 3

. Scherzino mexicano,
. Scherzino maya,
. Scherzino, a Monsieur Claude Debussy

-Suite cubana, para piano


. Serenata marina
. Plenilunio
. Paz de ocaso

-Trozos románticos, para piano (14 piezas)


-Balada mexicana, para piano
- Caprice
-Vier Kleine Fugen für den Anfänger, para piano
-Malgré Tout, danza para la mano izquierda sola
- Sonatine
- Mazurcas, para piano (25 mazurcas)
-Cuatro danzas mexicanas
-Preludios encadenados
-Preludio y fuga para la mano izquierda
-Estudios de concierto
-Deux etudes pour piano
-Concierto romántico
-Sonata Allegro Scherzo
- Rapsodia mexicana No. 1 y 2
-Rapsodia cubana
Audición: Sonatina (video)
Intermezzo I Lang Lang (video)

Carlos Chávez (1899-1978) compositor y director de orquesta mexicano. Llevó a


cabo una importante labor como pedagogo, fue director del Conservatorio
Nacional de Música de México. Fue un gran organizador y creador de la música
vida musical y cultural en México que dejó instituciones, metodologías,
infraestructura un sistema que no ha sido superado. Estudió piano con Manuel
Ponce Pedro Luis Ogazón. Realizó estudios de armonía y composición para luego
continuarlos prácticamente de manera autodidacta con el profundo análisis de la
obra de los grandes maestros, así como de la música india y mestiza. Sus primeras
composiciones se enmarcan dentro de la estética nacionalista vigente en México
en la primera mitad del siglo XX, vinculada a autores como Manuel Ponce, Blas
Galindo y otros. Acorde con esta estética su inspiración el autor la buscaba en
temas históricos y legendarios de su tierra natal, aunque reinventando su folclor,
y no citando. El contacto con la vanguardia europea, a raíz de su viaje al viejo
Continente efectuado en 1922, le llevó a adoptar un lenguaje armónico y rítmico
más avanzado, influenciado por Igor Stravinsky y Arnold Schömberg, aunque sin
que el músico perdiera sus raíces. Entre 1923 y 1924 residió en Nueva York y
entabló relación con Varese Copland. Juntos se animaron a la creación de un
proyecto de música específicamente americana.
Su música para piano llena una parte significativa de su catálogo y en ella el
compositor establece una especie de diálogo íntimo consigo mismo. Se considera
contemporánea, moderna, llena de originalidad y hallazgos. Sus primeras
producciones fueron francamente románticas, entre estas destaca el Sexteto para
piano y cuerdas (1919). A partir de los Madrigales (1921) y los Nocturnos (1922)
se afilió al Impresionismo. Se encontró con las tendencias novedosas europeas
durante su viaje por Austria, Alemania y Francia. En Berlín, la casa Bote und Bocke
publicó su Duxieme sonate pour piano (1921). Hasta 1921, su producción es
esencialmente romántica, con Robert Schumann como principal influencia.
Durante su estadía en Nueva York se adhirió a la música abstracta y casi científica
entonces de moda, como se refleja en los títulos de muchas de sus composiciones
escritas en esos años: Polígonos para piano (1923), 36 para piano (1925). A partir
de este momento adoptó un estilo rigorista y esquemático que concentra la carga
emocional en una repetición repetitiva, descarnada y esencial. Dentro de esta
estética se enmarcan los Preludios para piano (1937), el Concierto para piano
(1938). En Invención (1958), para piano, abandona el principio repetitivo e
inaugura lo que llamó la “no repetición “, que comprende la armonía, la melodía,
el ritmo y el timbre.
Obras para piano (algunas):
. La danza de las brujas (1910)
. Serenata (1911(
. Canción (1911)
. Barcarola (1911)
. Nocturno (1911)
. Vals I y II (1912)
. Miniatura (1912) . Sonata No. 4 (1941)
. Segundo estudio de concierto (1915) . Fugas para piano (1941)
. Berceuse (1918) . Estudio IV: homenaje a Chopin
(1949)
. Pensamiento feliz (1918) . Invención I (1958)
. Carnaval (1918) . Sonata V para piano (1960)
. Oda I (1918) . Sonata VI para piano (1961)
. Elegía I-II . Estudio a Rubinstein (1973)
. Gavota . Caprichos para piano (5) (1975)
. Suavemente
. Meditación
. Sonata fantasía (Sonata I) (1918)
. Sexteto para piano y cuerdas (1919)
. Barcarola (2) (1919)
. Valse Íntimos I-IV (1919-1920)
. Preludio
. Madrigales I-VII (1921-1922)
. Nocturnos (4) (1922)
. Polígonos (1923)
. Sonatina (1924)
. 36 (1925)
. Solo (1926)
. Sonata para piano No. 3 (1928)
. Preludios para piano (10) (1937)
. Concierto para piano y orquesta (1938-1940)

Audición: Estudio homenaje a Rubinstein

Mario Ruiz Armengol (1914-2002) Pianista, compositor, arreglista y director de


orquesta. Su obra abarca la música de concierto y la música popular. Fue parte del
movimiento feeling, Este movimiento se gestó en Cuba y contó con muchos
seguidores en la región. Autor de Siete Ejercicios de Composición y Armonía para
piano, este trabajo recibió el reconocimiento de músicos como Duke Ellington y
Billy May. A la par escribe su primera obra de concierto: Preludio para Piano y
Arpa. enmarcar estilísticamente. la obra pianística de este compositor cuenta con
31 Piezas Infantiles, 16 Reflexiones, 32 Miniaturas, 5 Valses, Scherzos, Minuetos,
Sonatas, Fantasías, Preludios y Música para Piano a cuatro manos. Dentro de su
obra para piano destacan las 19 Danzas Cubanas, un homenaje a Lecuona,
Cervantes, Anckermann y otros cultores del género en Cuba.
Audición: Danzas 7, 8 y 9 (video)

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