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LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA 1º DE BACHILLERATO La Sagrada Familia

Cartagena

LA EDAD MEDIA Y LA TRANSICIÓN AL RENACIMIENTO. PARTE 1

1. LA POESÍA LÍRICA HASTA EL SIGLO XIV.


1.1. Características de la lírica popular y tradicional.
En las diversas formas de la lírica popular peninsular se encuentran estas características comunes: • Un
tema habitual es el de las confidencias que una joven enamorada expresa ante su madre, sus hermanas o
amigas; también ante el ser amado o ante las olas del mar, las flores del campo, etc. • El ambiente rural
cobra gran importancia: el río, el campo, el ambiente marinero, las romerías…
1.2. Características de la lírica culta y cortesana.

• Influenciaprovenzal. Surge en el siglo XII en la región de Provenza, al sur de Francia. • Es obra de los
trovadores, autores cultos conocidos y de diversa procedencia social. • Estaba destinada para ser
cantada en ambientes palaciegos por los mismos trovadores, algunas veces, o bien por juglares
especializados en la difusión de este tipo de poemas.
• La métrica del verso es siempre regular y de rima consonante.

• El tema principal es el amor cortés: la dama es el «señor» y el poeta es su «vasallo». El zéjel es


una forma poética de origen arábigo-andaluz que aparece en Castilla en el siglo XIV.
02. LAS JARCHAS.
Las jarchas están generalmente compuestas por dos a cuatro versos, en los que una voz poética
femenina llama a su amante o confiesa su pena amorosa a su madre, sus hermanas o a gente de su confianza.
Las jarchas, en lengua mozárabe, se conservan transcritas con grafías árabes o hebreas (literatura
aljamiada) y aparecen al final de unos poemas cultos, llamados moaxajas. La estructura, el contenido e
incluso parte de la rima de la moaxaja estaban condicionados por el estribillo final mozárabe: la jarcha.
03. LA LÍRICA GALAICO-PORTUGUESA.
Las cantigas, escritas en gallego-portugués, fueron cultivadas por autores de diferentes clases
sociales, desde reyes hasta clérigos y trovadores. Han sido clasificadas en las siguientes categorías: • Las
cantigas de amigo son de carácter popular-tradicional. Tienen como tema principal el amor, usan un
lenguaje sencillo y una voz poética femenina expresa sus sentimientos amorosos.
• Las cantigas de amor pertenecen a la lírica cortesana culta y se basan siempre en el mismo asunto: un
caballero se lamenta del desdén de la amada o de los rigores de su ausencia.
• Las cantigas de escarnio y maldecir, también de carácter culto y cortesano, presentan en común su
intención satírica, a menudo burlesca. Las de escarnio se caracterizan por su contenido más refinado,
mediante el uso del doble sentido de las palabras, las ambigüedades y los equívocos; mientras que las
de maldecir suelen referirse a personas concretas, con cierto aire de caricatura.
04. LA LÍRICA CASTELLANA.
Como ocurre con las jarchas y las cantigas de amigo, abundan las composiciones en las que la voz
poética es la de una mujer que se lamenta por la ausencia de su amado. Esta voz femenina puede tomar la
forma de las malmaridadas, forzadas a casarse con el hombre que no aman; o las malmonjadas, obligadas a
ser monjas en contra de su voluntad. También son frecuentes las canciones de trabajo, las canciones de
boda, las mayas (que celebran la llegada de la primavera) las albadas, en las que los amantes se quejan de la
brevedad de la noche; las alboradas, que manifiestan alegría por la llegada del amanecer…
Otra aportación de la lírica castellana es la serranilla, que relata el encuentro amoroso con una
pastora de la sierra, de ahí el nombre de serrana (por ejemplo, en el Libro de buen amor) o serranilla. Una
de las principales notas características de la lírica castellana tradicional es el empleo del villancico,
compuesto por versos generalmente de arte menor, estructurados en dos partes: estribillo (de dos a cuatro
versos, que anuncian el tema) y glosa, formada por una o varias estrofas que desarrollan el tema ya
planteado, al final de las cuales se repite total o parcialmente el estribillo.
El amor cortés surge de una visión idealizada de las relaciones amorosas: el caballero será un
“vasallo” de la dama, a la que rinde total servicio al considerarla un ser superior, a pesar del sufrimiento que
le causan su rechazo, su ausencia o la imposibilidad de unión con ella. A menudo, la dama era una mujer
casada y, por tanto, el caballero enamorado la adoraba en secreto.
5. LA POESÍA LÍRICA EN EL SIGLO XV.
El esplendor de la nobleza cortesana promovió la aparición de los cancioneros, que eran colecciones
poéticas en las que se recogen composiciones pertenecientes a varias tendencias poéticas. Destacan tres
autores importantes de poesía culta:
5.1. EL MARQUÉS DE SANTILLANA.
Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana escribió los Sonetosfechos al itálico modo
empleando por primera vez en castellano el soneto y el verso endecasílabo. Sus Canciones y decires y las
Serranillas son sus obras más interesantes. En estas últimas se narra el encuentro amoroso entre un caballero
y una pastora.
5.2. JUAN DE MENA.
Su principal obra es el poema Laberinto de Fortuna. En este extenso poema alegórico, relata la
llegada del poeta al palacio de la caprichosa diosa Fortuna, que aparece descrita como la reina que controla
el mundo.
5.3. JORGE MANRIQUE.
Su obra más recordada es Coplas a la muerte de su padre. Esta obra, que reflexiona sobre la vida, la
fama, la fortuna y la muerte, pertenece al género poético de la elegía funeraria medieval o planto y
contempla estos grandes temas desde una aparente resignación cristiana.
Está formada por cuarenta coplas de pie quebrado (o coplas manriqueñas).
Las Coplas a la muerte de su padre se organizan en tres partes:
❖ La muerte como elemento cósmico y universal (coplas 1-13).
Utiliza los temas clásicos del “tempus fugit” (‘el tiempo pasa’) y el “memento mori” (‘recuerda que
vas a morir’) para reflexionar sobre lo efímero de los bienes materiales.
❖ Muerte de personajes históricos y evocación emotiva nostálgica del pasado (coplas 14-24). Con el
tópico del “ubi sunt?” (“¿dónde están?”) describe acontecimientos y personajes históricos de la época y
reflexiona sobre la muerte y los tópicos de la caprichosa diosa Fortuna y la Fama. ❖ La muerte del padre, el
maestre don Rodrigo Manrique (coplas 25-40).
Jorge Manrique presenta a su padre como un ejemplo de virtudes humanas, sociales y guerreras,
que recibe con resignación cristiana la llegada de la muerte. Al final, el maestre don Rodrigo dialoga con la
Muerte, quien insistirá en lo perdurable de su fama.
Las coplas se componen de doce versos agrupados en una sextilla doble.
6. EL MESTER DE JUGLARÍA Y LOS CANTARES DE GESTA.
Bajo el nombre de mester de juglaría (u “oficio de juglar”) se recogen las obras que los juglares
transmitían de forma oral durante la Edad Media. Los juglares iban de villa en villa y entretenían a la
población recitando poemas, contando noticias e historias, haciendo malabarismos y acrobacias, etc.
Los cantares de gesta componen un conjunto de narraciones en verso de las hazañas (gesta en
latín) de un héroe individual o colectivo.
Solo se han conservado tres poemas: el Cantar de Mio Cid, unos cien versos del Cantar de
Roncesvalles (sobre la muerte de Roldán en la batalla de Roncesvalles) y una parte de Las mocedades de
Rodrigo (de creación tardía, acerca de la juventud del Cid).
6.1. CANTAR DE MÍO CID.
El Cantar de Mio Cid se conserva en un manuscrito en la Biblioteca Nacional de Madrid copiado en
el siglo XIV, al que le faltan la hoja inicial y dos interiores. Al parecer, es una copia, a su vez, de otro
manuscrito fechado en 1207 y firmado por un tal Per Abat.
6.1.1. Autoría y fecha.
Con respecto a la autoría y a la fecha de composición del Cantar de Mío Cid sobresalen dos teorías.
La primera es la teoría neotradicionalistas, de Menéndez Pidal, que creía que un juglar (de la zona de San
Esteban de Gormaz) habría redactado los dos primeros cantares, y otro (de Medinaceli), el tercer cantar. La
segunda teoría es la neoindividualista, que sostiene que el autor es un poeta culto, y probablemente de origen
burgalés, quien habría compuesto la obra en el siglo XIII para que fuese recitada por los juglares.
6.2.2. Estructura.
El poema consta de 3730 versos, agrupados en tiradas o series de número variable de versos
monorrimos asonantados, de entre 12 y 16 sílabas. Cada verso, a su vez, queda dividido por una cesura en
dos mitades o hemistiquios. Las tiradas se agrupan en tres cantares:
1. Cantar del destierro.
Comienza con la salida del Cid de Vivar, desterrado por Alfonso VI, y la despedida de su mujer y sus
dos hijas. Gana territorios a los árabes en tierras de Toledo y Zaragoza, y hace prisionero al conde de
Barcelona, a quien más tarde libera. Tras cada victoria, el Cid envía regalos al rey con el fin de ser
perdonado. 2. Cantar de las bodas.
El Cid conquista Valencia, obtiene el perdón del rey y se reúne con su mujer y sus hijas en la ciudad
recién ganada. Defiende Valencia del asalto del rey de Marruecos. Los infantes de Carrión piden la mano de
las hijas del Cid, para lo cual intercede el rey.
3. Cantar de la afrenta de Corpes.
Los infantes de Carrión toman venganza contra el Cid y sus hijas, a causa de las burlas por su
cobardía. En el robledal de Corpes, abandonan y azotan a las hijas del Cid. Ante esto, Rodrigo Díaz de Vivar
pide justicia al rey y se convocan unas cortes donde se restaura el honor afrentado. Las hijas del Cid
terminan casándose con los infantes de Navarra y Aragón.
6.2.3. Temas.
En la obra se observan dos tramas:
❖ El tema de la deshonra pública por el destierro del Cid se resuelve con el engrandecimiento del
Cid mediante sus hazañas victoriosas y las riquezas que le procuran; finalmente, se describe la
entrada triunfal del Cid en Valencia.
❖ El tema del deshonor privado, causado por la humillante «afrenta» de la que son víctimas las
hijas del Cid por parte de los infantes de Carrión, queda reparado en la culminación definitiva de
su honor: las hijas del Cid se casan con los infantes de Navarra y Aragón.
6.2.4. Estilo.
▪ El uso del epíteto épico, para enaltecer al héroe («el que en buena hora nació», «el que en buena hora
ciñó espada»…).
▪ El uso de figuras literarias de repetición: pleonasmos («llorando de sus ojos»), paralelismos y
anáforas («Tanta lanza […] tanta adarga […] tanta loriga […] y tanto blanco pendón […] y tantos
caballos buenos») y construcciones bimembres o dobles («por mí dejáis casas y heredades»).
▪ Fórmulas dirigidas al oyente, con el fin de comunicarse con él y de que participe en la narración
(«como oiréis contar», «bien oiréis lo que dirá»…) o elementos dramáticos (frecuente uso del
diálogo, movimientos de los personajes, elementos decorativos, etc.).
▪ Episodios humorísticos, cuya función principal era la de divertir al auditorio e introducir un
momento de distensión entre sucesos dramáticos.
7. EL MESTER DE CLERECÍA.
El mester de clerecía (“oficio de clérigos”) es el conjunto de obras narrativas en verso, de origen
culto y escritas por clérigos entre los siglos XIII y XIV. En esta época el conocimiento se concentra en los
monasterios, hasta que de las universidades y el desarrollo de las ciudades provocan la incorporación de
nuevos públicos al mundo de la recepción literaria.
El mester de clerecía presenta los siguientes rasgos diferenciadores:
➢ Un lenguaje cuidado y conciencia de autoría literaria.

➢ Sus obras abarcan tanto temas religiosos (vidas de santos, milagros…) como temas históricos,
asuntos propios de la poesía épica o incluso de materias más variadas.
➢ Intención didáctica y moralizante: transmitir una enseñanza moral y religiosa. ➢ Utilización de
fuentes escritas, como la Biblia, o procedentes de la antigüedad clásica. ➢ Uso de la cuaderna vía o
tetrástrofo monorrimo: cuatro versos alejandrinos (14 sílabas), divididos en dos hemistiquios de siete
sílabas, y con la misma rima consonante [AAAA].
7.1. GONZALO DE BERCEO.
Escribió obras hagiográficas o vidas de santos (San Millán de la Cogolla), obras marianas (como
Milagros de nuestra señora) y obras doctrinales (como El sacrificio de la Misa). La obra más importante de
Gonzalo de Berceo es Milagros de Nuestra Señora. Se trata de una obra mariana, que se inscribe en las
tendencias medievales de culto a la Virgen María.
La obra comienza con una introducción alegórica en la que se presenta una naturaleza idealizada (el
tópico latino del “locus amoenus”), que sirve de lugar de reposo para el ser humano y que simboliza, además,
las virtudes y perfecciones de la Virgen. A continuación, se relatan veinticinco milagros realizados por la
Virgen a favor de personas que sienten una gran devoción por ella.
Las principales características de la obra son las siguientes:
❖ Berceo añade elementos cotidianos para atraer a sus oyentes.

❖ Introduce un tono humorístico y emplea metáforas y comparaciones espontáneas.


❖ Utiliza expresiones coloquiales para llamar la atención de sus oyentes.

❖ Al final de cada relato aparece una moraleja o enseñanza.

7.2. JUAN RUIZ, ARCIPRESTE DE HITA.


El Libro de buen amor es la obra más importante del mester de clerecía en el siglo XIV. Su título se
refiere a la distinción hecha por el autor entre buen amor (el amor a Dios) y loco amor (el amor carnal). En
las aproximadamente 1700 estrofas de la obra se relata la autobiografía ficticia del autor (Melón de la
Huerta) que sirve de hilo conductor.
Los elementos más importantes de la obra son:
✓ Una introducción donde se explica el sentido y la interpretación del libro.

✓ Una autobiografía ficticia del autor, a partir de la narración de sus amores con distintas mujeres. Una
de las principales aportaciones es la figura de Trotaconventos, antecedente del personaje de Celestina. ✓
Una narración de los amores de don Melón y doña Endrina.
✓ Una colección de ejemplos, fábulas y cuentos que sirven de enseñanza moral y cierre de los
episodios. ✓ El relato alegórico de la batalla entre don Carnal y doña Cuaresma.

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