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Templete de San Pietro in Montorio es una obra arquitectónica de
Donato Bramante que ubicamos en el Renacimiento italiano durante
el Cinquecento y que actualmente se encuentra en la Academia de
España en Roma. En cuanto a sus características, presenta órdenes
griegos y una forma redonda y perfecta que toma como referencia de
un Tholos de la Antigüedad Clásica, aunque se le añade una cúpula
(muy importante como elemento que da prestigio a la obra) y una
linterna gracias a los avances tecnológicos. También hay que saber
que las columnas entre sí no tienen la misma distancia, aunque hacen
el efecto de simetría. Como dato curioso, esta obra, que se considera
española en suelo español, fue pagada por los Reyes Católicos y hecha donde San Pedro fue
martirizado, que además tuvieron en cuenta el tema de las luces y solsticios. Finalmente, con respecto
a su autor, además de realizar otras obras como la Basílica de San Pedro del Vaticano, destacó por ser
el mayor arquitecto de su época y por crear espacios armoniosos y proporcionados, además de jugar
con la perspectiva y la profundidad.
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David es una obra escultórica de Miguel Ángel que ubicamos en el
Renacimiento italiano durante el Cinquecento y que actualmente se encuentra
en la Galería de la Academia en Florencia. En cuanto a sus características, se
trata de una pieza que pretendía dialogar con la tradición de las figuras
simbólicas que habían realizado Donatello y Verrocchio y como insignia para
el palacio. A grandes rasgos, representa a David con una honda en la mano
para alentar al que gobernase la ciudad a defenderla y regirla con el mismo
ímpetu con el que David protegió a su pueblo frente a Goliat. Con un tamaño colosal, se muestra un
profundo conocimiento de la estatuaria antigua en el trabajo preciso de la anatomía humana, en el
cálculo de las proporciones, en la posición general de la figura y en la misma formulación del desnudo.
Además, el contraste entre la serenidad y la idealización del rostro y la tensión y la definición
anatómica de las manos apunta a la acentuación de la vocación expresiva y dramática de los medios
formales. De hecho, la cuestión está especialmente presente en la mano en descanso, pues en ella no
había necesidad de representar la tensión de los músculos y las venas, salvo que con ello se quisiera
anticipar la acción posterior. Por tanto, la escultura enseña por un lado la culminación del proceso de
reconstrucción de los modelos clásicos del Quattrocento y una primera apertura a los nuevos del
Cinquecento. Finalmente, con respecto al autor, además de realizar otras obras como Frescos de la
Capilla Sixtina, destacó como genio renacentista en todas las artes, realizó estudios anatómicos para
reflejar idealmente el cuerpo humano, sus obras están dotadas de una gran fuerza física y espiritual
donde avanza hacia el manierismo con la inclusión del movimiento y la terribilità.
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Tema 2. Arte y mecenazgo. Renacimiento en España y Europa
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El Entierro de Cristo es una obra escultórica de
Juan de Juni que ubicamos en el Renacimiento
europeo en España en el siglo XVI y que
actualmente se encuentra en el Museo Nacional de
Escultura en Valladolid. En cuanto a las
características, se trata de una representación
teatral donde el autor consigue que el mensaje de Cristo se vea más cercano, además de que presenta
la técnica del estofado. Pensado para ser visto de frente, se compone de seis figuras dispuestas en torno
al Cristo yacente, distribuidas simétricamente en torno a un eje que divide el grupo de la Virgen y San
Juan, de forma que el movimiento y actitud de una figura es contrarrestado en el lugar opuesto por otra
similar, estando sus posiciones condicionadas a conseguir una visión completa y frontal del conjunto.
La figura de Cristo está calificada de laocontesco, acusa una honda expresividad y el resto de los
personajes expresan su reacción ante el cadáver, mientras que uno de ellos se dirige hacia el espectador;
en general, los rostros muestran sufrimiento. Finalmente, con respecto al autor, además de realizar
otras obras como la Virgen de las candelas, destacó evidentemente por reflejar un dramatismo muy
acentuado y tratar los ropajes con la intención de conseguir volumen y pliegues.
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El Entierro del Señor de Orgaz es una obra pictórica de El Greco que
ubicamos en el Renacimiento europeo en España en el siglo XVI y que
actualmente se encuentra en la Iglesia de Santo Tomé en Toledo. En
cuanto a sus características, podemos ver la representación de dos
santos (San Esteban y San Agustín) que son los que sostienen el cuerpo
de Orgaz, además de que podemos apreciar lo terrenal y lo celestial.
Tampoco podemos ignorar que la luz de arriba es el alma de Orgaz
ascendiendo ni que la ropa de los santos tiene, a su vez, santos
representados ni que la calidad del párroco es excelente. Como dato curioso hay que saber que el conde
de Orgaz hizo mucho por la economía de Toledo y encargó este cuadro para conmemorar su entierro.
Finalmente, con respecto a su autor, además de realizar otras obras como Laocoonte, fue el artista más
señalado de la producción artística española del momento y exponente del Manierismo, además de que
refleja el misticismo español donde se añaden las ideas italianas del Cinquecento e incluía más
personajes famosos en sus obras de tal forma que nos incluyese a nosotros mismos también. Fue un
buen retratista cuyas obras las encargaban las personas adineradas como la Iglesia y la nobleza.
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El jardín de las delicias es una obra
pictórica de El Bosco que ubicamos en el
Renacimiento europeo en Flandes en el
siglo XVI y que actualmente se encuentra
en el Museo Nacional del Prado en Madrid.
En cuanto a sus características, se trata de
un óleo sobre tabla donde se nos muestra
cómo a partir del pecado original se
producen los pecados de lujuria que nos llevan al infierno. El panel izquierdo está dedicado al Paraíso
terrenal con Dios, Adán, Eva, la fuente de los ríos del Paraíso, un drago y el árbol de la ciencia del
bien y del mal con la serpiente. El panel central da nombre a la obra y con las figuras humanas,
animales, plantas y frutas representa la expulsión de Adán y Evan del Paraíso y cómo el mundo se
entrega al pecado mediante las relaciones sexuales o el pecado de la lujuria; alude al carácter efímero
de las “delicias” que gozan los seres humanos que pueblan este jardín. El panel derecho representa el
Infierno donde reciben su castigo todos los pecados capitales como los glotones que comen sapos o
los envidiosos que se bañan en agua helada, incluso se habla de que el demonio no es más que un
autorretrato de El Bosco. Además, cuando se cierra podemos ver la técnica de la Grisalla donde se
refleja la creación del mundo y con dos inscripciones en latín: “Él mismo lo dijo y todo fue hecho” y
“Él mismo lo ordenó y todo fue creado”. Como dato curioso, esta obra era para Enrique III de Nassau,
aunque fue confiscado por el Duque de Alba para después tenerlo Felipe II, además de que, en general,
no es más que una representación de una época donde se criticaba a la Iglesia Católica y a los monjes/as
como los principales pecadores que cometían la lujuria/gula. Finalmente, con respecto a su autor,
además de realizar otras obras como El carro de Heno, destacó por los temas que trataba en sus obras
como los dichos de la época, las preocupaciones o las sagradas escrituras, es decir, un mundo
totalmente comprendido por la sociedad y, además, no podemos ignorar su acusación como hereje,
aunque es contradictorio por su principal cliente (Felipe II) y porque solo representaba la preocupación
del momento.
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Adán y Eva es una obra pictórica de Alberto Durero que ubicamos en el
Renacimiento europeo en Alemania en el siglo XVI y que actualmente se
encuentra en el Museo Nacional del Prado en Madrid. En cuanto a sus
características, el desnudo revela el interés por la correcta representación
de la anatomía humana y el tratamiento del color, la luz y la sombra en la
superficie de la piel son elementos venecianos. Se trata de dos obras
independientes donde podemos ver comparada a Eva con el cuerpo de la
Venus de Botticelli por los hombros y la postura y a la que le coloca
elementos como la manzana y la serpiente para poder pintar desnudos injustificados, además de ver a
Adán representado como el Dios Apolo e igualmente pintado con elementos para justificar el desnudo.
En general, se trata de un tema religioso basado en un tema mitológico. Finalmente, con respecto a su
autor, además de realizar otras obras como el Grabado del Rinoceronte, destacó por ser el da Vinci o
Miguel Ángel de Alemania, triunfó en los autorretratos y no se quedó en Alemania, pues viajó por
toda Europa acogiendo y dejando influencias, de tal forma que fue muy conocido por sus grabados.
Virgen con Niño es una obra pictórica de Luis de Morales que ubicamos en
el Renacimiento europeo en España en el siglo XVI y que actualmente se
encuentra en el Museo Nacional del Prado en Madrid. En cuanto a sus
características, se aprecia una forma robusta en el niño como reflejo de la
grandiosidad del cuerpo humano, una gradación cromática, la técnica del
sfumato, el alargamiento del modelo humano, un adelanto del tenebrismo y
una unión de los dos dedos centrales de la mano. Esta obra representa a una
Virgen muy joven y cercana tanto al espectador como al Niño, por lo que
hay mayor comunicación y sentimientos. Finalmente, con respecto al autor,
además de realizar otras obras como La Oración en el Huerto, destacó por
ser un pintor virtuoso y autor de un gran número de retablos, obras de gran
formato para altares y piezas devocionales.
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Tema 3. Lo sagrado hecho real. El arte barroco en Italia
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David es una obra escultórica de Bernini que ubicamos en el Barroco
italiano en el siglo XVII y que actualmente se encuentra en Roma. En
cuanto a sus características, se trata de un encargo hecho por la familia
Borghese que está en relación con el papado y es una forma de ostentar
el poder de la familia. Bernini, por medio de la espiral, capta el momento
álgido en el que David se dispone a lanzar la honda, a diferencia del de
Miguel Ángel y es así como supera lo estático de la escultura
renacentista. De esta manera, nos sentimos involucrados en la acción,
casi como si fuésemos Goliat esperando el ataque y suscitándonos miedo y sorpresa. Además, a pesar
de que es un personaje que ya ha aparecido previamente, se centra más en la teatralidad y está colocada
contra la pared, ya que está concebida para que solo se pueda ver de frente y un poco de cada lado.
Como dato curioso, el mármol irá ganando mayor importancia durante el Barroco, de ahí su uso en
esta obra. Finalmente, con respecto a su autor, además de realizar otras obras como el Baldaquino de
la Basílica de San Pedro (etc), destacó por el estudio de la Antigüedad Clásica que deja reflejado en
sus obras a las que añade movimiento y estas muestran escenas narrativas muy en consonancia con la
teatralidad propia del Barroco; son obras monumentales en las que sus personajes expresan
sentimientos y se sitúan en el culmen de la acción. Se le considera el sucesor de Miguel Ángel.
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Galería del Palacio Farnesio es una obra pictórica
de Anibale Carracci que ubicamos en el Barroco
italiano en el siglo XVII y que actualmente se
encuentra en Roma. En cuanto a sus características,
se recurre al amor de los dioses mediante la
cuadratura que consiste en fingir arquitecturas o
esculturas, aunque todo esté realmente pintado y se genera un trampantojo. De esta forma, crea la
ilusión de un espacio abierto al exterior, es decir, como si se tratara de cuadros a caballete llevados a
la bóveda y simulando una segunda bóveda que se abre al cielo; se inspiró en la bóveda de Miguel
Ángel en la Capilla Sixtina. Finalmente, con respecto al autor, además de realizar otras obras como La
huída a Egipto, destacó por inspirarse en la Antigüedad Grecolatina, recuperar las proporciones ideales
y realizar obras marcadas por el Clasicismo.
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Judith decapitando a Holofernes es una obra pictórica de
Artemisia Gentileschi que ubicamos en el Barroco italiano en el
siglo XVII y que actualmente se encuentra en la Galería degli Uffizi
en Italia. En cuanto a sus características, se trata de una obra en la
que, a través de Judith y Holofernes, la autora refleja la rabia
contenida hacia uno de los discípulos de su padre que la violó y,
desde entonces, su obra atacará al género masculino. En general, se
aprecia el claroscuro y la luz propia de Caravaggio, pues esta luz
procede de un lateral y enfoca la escena como punto principal
mientras que el fondo es completamente negro. Además, destaca el color llamado “dorado Artemisia”
y el uso de la espada es una metáfora de la Justicia. Finalmente, con respecto a la autora, además de
realizar otras obras como Lucrecia, destacó por ser la primera mujer admitida en la Academia de
Diseño de Florencia, además de que su obra estuvo condicionada por sus circunstancias vitales, tuvo
la ocasión de contemplar la obra de grandes artistas e interactuar con ellos.
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Tema 4. El poder de la imagen. Arte y propaganda en la España y la Europa barrocas
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Enrique IV recibiendo el retrato de María de Médicis es una obra
pictórica de Pedro Pablo Rubens que ubicamos en el Barroco europeo
en Flandes en el siglo XVII y que actualmente se encuentra en el Museo
del Louvre en París. En cuanto a sus características, se trata de una
representación de Enrique IV recibiendo el retrato de María de Médicis,
reflejando así los matrimonios concertados y el hecho de enseñar un
retrato de la mujer al hombre antes de la boda, además de que Cupido
lleva el marco y Enrique IV está encantado con verla. También se
aprecia la personificación de Francia como una mujer por arriba y un hombre por abajo para que
cualquiera se pudiese ver identificado y vemos cómo le comenta a Enrique IV que le parece estupendo
el enlace. En general, la obra es una aproximación al futuro, pues a partir del siglo XX es muy común
las personificaciones de los países en forma de mujeres. Finalmente, con respecto a su autor, además
de realizar otras obras como Las tres gracias, destacó por tener el monopolio de Flandes y por su taller,
donde contaba con el servicio de muchos artistas que, en función del tipo de encargo, se encargaban
de realizar toda la obra tras sus dibujos preparatorios o simplemente trabajaban en cadena. De hecho,
a día de hoy hay una investigación para saber qué obra es de Rubens y cuál es de su taller bajo su
firma.
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La Fragua de Vulcano es una obra pictórica de Velázquez que
ubicamos en el Barroco europeo en España en el siglo XVII y
que actualmente se encuentra en el Museo Nacional del Prado
en Madrid. En cuanto a sus características, representa el
momento en el que Apolo va a decirle a Vulcano que Afrodita
le está siendo infiel, pues la infidelidad de Afrodita se retrató a
menudo en la historia del Arte, pero esta vez se representó el
momento en el que Vulcano se entera. Además, se muestra la postura del contraposto y el estudio
anatómico de las figuras, pues Velázquez vió en su momento la obra de Miguel Ángel y da Vinci.
También cuenta con una perspectiva aérea donde lo lejano se difumina y lo delantero está más claro,
usa el color veneciano, desaparece el tenebrismo y aparece el fondo; aprendió a captar un momento
concreto como el Barroco italiano. Finalmente, con respecto a su autor, además de realizar otras obras
como Las Meninas, destacó por su influencia posterior en artistas como Goya, en el Realismo y en el
Impresionismo, y cuya trayectoria pictórica se vio influenciada por su vida, sus viajes y las personas
en ellos.
Las tres Gracias es una obra pictórica de Pedro Pablo Rubens que
ubicamos en el Barroco europeo en Flandes en el siglo XVII y que
actualmente se encuentra en el Museo Nacional del Prado en Madrid.
En cuanto a sus características, se trata de la obra más famosa del
autor y representa a las tres hijas de Zeus que personifican la belleza,
la vida y el sexo y, de hecho, una de las tres está inspirada en una de
sus mujeres. Aunque mantiene la composición del italiano, incorpora
un mayor componente psicológico, pues parece que el grupo está más
unido gracias a que ellas se agarran o se miran. También ha cambiado el canon de belleza de las
mujeres y hay una mayor sensación de movimiento, donde la guirnalda de flores acentúa la belleza y
el foco de luz resalta el colorido perlado de las muchachas. Finalmente, con respecto a su autor, además
de realizar otras obras como Enrique IV recibiendo el retrato de María de Médicis, destacó por tener
el monopolio de Flandes y por su taller, donde contaba con el servicio de muchos artistas que, en
función del tipo de encargo, se encargaban de realizar toda la obra tras sus dibujos preparatorios o
simplemente trabajaban en cadena. De hecho, a día de hoy hay una investigación para saber qué obra
es de Rubens y cuál es de su taller bajo su firma.
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Mujer barbuda es una obra pictórica de José de Ribera que ubicamos
en el Barroco europeo en España en el siglo XVII y que actualmente
se encuentra en Toledo. En cuanto a sus características, se trata de un
encargo que le hizo el Duque de Medinaceli a José de Ribera para que
dejara constancia de lo que se consideraba algo extraordinario. Doña
Magdalena aparece en el centro vestida como una mujer con rostro
viril y dando de amamantar a su bebé, mostrando cierto dolor y
abatimiento. Por su parte, el retrato del marido al fondo es soberbio,
captando la amarga resignación con la que vive el caso. En la
inscripción podemos apreciar un huso y una devanadera de hilo como símbolos de la feminidad, el
tenebrismo, contrastes que acentúan la tensión del momento, cierto naturalismo en manos y paños; es
una obra de carácter documental tratada con exquisito respeto y de manera casi científica. Finalmente,
con respecto a su autor, además de realizar otras obras como la Inmaculada Concepción, destacó por
utilizar unos contrastes tenebristas con abundancia de sombras negras pero suavizados por la inclusión
de un colorido y una luz estudiados de los maestros venecianos, además de por el realismo.
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Sagrada Familia del pajarito es una obra pictórica de Murillo
que ubicamos en el Barroco europeo en España en el siglo
XVII y que actualmente se encuentra en el Museo Nacional
del Prado en Madrid. En cuanto a sus características, se trata
de una escena religiosa con total naturalidad, pues podría ser
cualquier familia cotidiana con la que sentirse identificada,
aunque hay elementos de la Sagrada Familia como los útiles
de carpintero de San José y el niño sujeta un pajarito como
símbolo de la pasión que sufrirá luego. Se puede apreciar el uso del colorido que tira hacia los marrones
y el perrito como elemento característico de la pintura de Murillo. En general, son figuras elegantes
con cierto realismo que se sitúan, con la ayuda de un foco de luz, delante de un fondo en penumbra y
podemos ver muchos detalles como el cesto o el gesto del perro, además de que el colorido empleado
sigue el estilo de los naturalistas. Finalmente, con respecto al autor, además de realizar otras obras
Autorretrato, destacó por inclinarse hacia la gracia y embellecer la realidad haciéndola más amable,
de ahí que trate el tema religioso desde un punto de vista más familiar e incluso trata la pobreza con
niños, acaparando así casi todos los encargos de la época.
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In Ictu Oculi es una obra pictórica de Valdés Leal que
ubicamos en el Barroco europeo en España en el siglo
XVII y que actualmente se encuentra en el Hospital de la
Caridad en Sevilla. En cuanto a sus características,
representa el abrir y cerrar de ojos donde la vela de la vida
se apaga, además de que muestra cómo la calavera tiene
el pie sobre el mundo y, por tanto, la muerte domina. Los
elementos materiales también indican que la muerte llega
a todos independientemente de la riqueza o la pobreza. El
cuadro está rematado en un arco de medio punto y sigue
un esquema triangular en el que se inscriben un amplio número de diagonales que dotan de mayor
ritmo al conjunto, además de que el fondo en penumbra crea un efecto más dramático y simbólico al
sugerir que la muerte sale de las tinieblas y avanza hacia el espectador, dotando de mayor teatralidad
a la escena. Finalmente, con respecto al autor, además de realizar otras obras como Finis Gloriae
Mundi, destacó con “Las Postrimerías” donde reflexionó sobre la brevedad de la vida y el triunfo de
la muerte. De hecho, planteó el dilema de conseguir la salvación o la condenación eterna, pues la
salvación solo la consiguen los que hayan practicado obras de caridad. En general, trató las Vanitas.
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