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MATERIA:
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
MATRICULA:
2023-3200278
TEMA:
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN FINAL
DOCENTE:
Introducción
Cuando abrimos la Biblia lo primero que descubrimos es la historia del pueblo de Dios.
Una historia viva, con personajes que nos llenan de asombro, pero a la vez aprendemos
de su fe y de sus experiencias con el Dios que maneja y sujeta la historia.
En la Biblia se narran una serie extensa y diversa de relatos que en un principio eran
documentos separados.
Se cuenta desde el origen del mundo y de la humanidad, creados del barro primigenio
por Dios en el Jardín del Edén, hasta el fin del mismo y el Día del Juicio Final.
Se incluyen también los relatos de vida de los profetas antiguos y, en la cristiana, la vida
y enseñanzas de Jesús de Nazaret. En el Nuevo Testamento se lo presenta como el
último de los profetas y el hijo de Dios.
Interpretaciones de la Biblia
No existe un punto de vista único sobre la Biblia, dentro de cada religión o secta que la
toma por libro sagrado.
La tradición judía considera como válido sólo el Antiguo Testamento (llamado Tanaj).
En contraste, la tradición cristiana considera válido también el Nuevo Testamento, que
junto al viejo componen la Biblia cristiana.
Esta lectura de la Biblia cristiana fue propuesta en el año 382 por la Iglesia Católica,
bajo pontificado de San Dámaso I. Luego fue ratificado en el Concilio de Trento de
1546.
Se lo denomina “canon” (es decir, modelo), pues determina y ordena los libros tenidos
por válidos y verdaderos.
Una vez aprobada como escritura canónica, se ordenó que la biblia fuera traducida al
latín. Esta obra se le encomendó a Eusebio Hierónimo, mejor conocido como San
Jerónimo. A esta versión se le conoce como la Vulgata o biblia para el pueblo. Se
publicó en el siglo IV de la era actual y no se disputaron mucho tiempo.
Estos movimientos llevaron a la revisión de los textos por parte del Vaticano y la
rectificación en el concilio de Trento en el año 1546. De igual manera, con ayuda de sus
compañeros y la invención de la imprenta, Lutero tradujo la biblia al alemán. Esto lo
hizo con el fin de acercar el contenido a personas de todas las clases y desmitificar estas
escrituras.
Pronto la biblia se tradujo a múltiples idiomas, por lo que hoy tiene diferentes versiones.
Sin embargo, han quedado de lado algunos escritos considerados apócrifos. Cada
versión se ha estudiado y preparado de manera detallada para conservar el mensaje
original. También, gran parte de sus escritos han sido comprobados por la arqueología,
confirmando datos y personajes de la historia del mundo.
En resumen, la historia de la biblia deja mucho que desear sobre el contenido inmerso y
la importancia que reviste. Es una obra que ha necesitado de gran esfuerzo para ser
preservada por cada traductor y es el libro más vendido del mundo.
Origen de la Biblia
La biblia hebrea está compuesta por los 24 libros sagrados del judaísmo. Estos se
escribieron durante 1000 años (entre 900 a.C. y 100 d.C.). Los más antiguos (de los
siglos X a VIII a.C.) se encuentran en el Libro de los Jueces y en las llamadas “Fuentes
E” (para los judíos) o “Pentateuco” (para los cristianos).
La palabra Biblia se origina, a través del latín, en la expresión griega ta biblia ta haguia;
(los libros sagrados), acuñada por vez primera en 1º. Macabeos 12:9. Biblion es el
plural y significa papiro o rollo, usado también para libro.
Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos,
importante mercado de papiros de la antigüedad. Esta frase fue empleada por los
hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega)
mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o
Antiguo Testamento.
Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto
de libros que forman el Antiguo Testamento, así como a los Evangelios y a
las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Ya como un título, se empezó a
utilizar en latín biblia sacra (los libros sagrados) sin artículo, dado que éste no existía
en latín.
Sin embargo, al ser Biblia un cultismo en latín acabó pasando de considerarse un plural
neutro a un femenino singular (la sagrada Biblia), entendiendo ya Biblia como el
nombre propio de todo el conjunto.
Fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla
griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o
Antiguo Testamento.
Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto
de libros que forman el Antiguo Testamento, así como a los Evangelios y a
las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Ya como un título, se empezó a
utilizar en latín biblia sacra (los libros sagrados) sin artículo, dado que éste no existía en
latín.
Sin embargo, al ser biblia un cultismo en latín acabó pasando de considerarse un plural
neutro a un femenino singular (la sagrada Biblia), entendiendo ya Biblia como el
nombre propio de todo el conjunto. A través del latín se derivó a la gran mayoría de las
lenguas modernas.
La Biblia es considerada un libro sagrado por varias de las religiones de occidente, pero
no todo el material que contiene es de carácter religioso, (incluye genealogías,
censos, leyes civiles, actos administrativos, etc.) sino que tiene valor histórico y
literario.
Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces (Canto de Deborah) y
en las denominadas fuentes "E" y "J" de la Tora o Pentateuco, que son datadas en la
época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de
Oseas, es también de la misma época.
Ninguna de estas decisiones fue reconocida ni asumida entre los protestantes, surgidos a
partir del Siglo XVI, ni por distintas denominaciones para protestantes, surgidas a partir
del Siglo XIX. El Canon de las Biblias Cristianas Ortodoxas es aún más amplio que el
Canon de las Biblias Católicas Romanas, e incluye el Salmo 151, la Oración de
Manasés, el Libro III de Esdras y el Libro III de los Macabeos.
El Nuevo Testamento fue escrito en lengua griega koiné. En él se cita con frecuencia
al Antiguo Testamento de la versión de los Setenta (o Septuaginta), traducción al
griego del Antiguo Testamento realizada en Alejandría en el siglo III a. C.
La Biblia es para los creyentes la palabra de Dios, por ser indudable para éstos su
inspiración divina. Es un libro eminentemente espiritual y habla sobre la historia de la
humanidad, su creación, su caída en él pecado y su salvación, y expone cómo el Dios
creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano. De igual
forma, la Biblia expone los atributos y el carácter de Dios.
Para los creyentes, es la principal fuente de fe y doctrina en Cristo. En el Siglo XVI los
diferentes movimientos de la Reforma Protestante comenzaron a experimentar
un alto desgaste en discusiones filosóficas y a separarse unos de otros.
Para menguar este problema se definió el principio llamado sola escritura, que significa
que solamente la Biblia puede ser considerada fuente de doctrina cristiana. Para
la Iglesia Católica Romana, además de la Biblia también son fuente doctrinal la
tradición, las enseñanzas de los Padres de la Iglesia (discípulos de los Apóstoles), y
decisiones emanadas de Concilios.
Los cristianos protestantes rechazan esta aseveración y consideran como cabeza única
de la iglesia a Jesús de Nazaret. Para ambas partes esta gran diferencia ya no es
considerada tan solo en términos filosóficos o religiosos, sino como designios divinos
plasmados y asentados en la Biblia misma.
Para los Judíos Ortodoxos el Nuevo Testamento, por supuesto, no tiene validez. El
rabínico considera como fuente de doctrina el Talmud, mientras los Caraítas defienden
desde el siglo VIII el Tanaj como única fuente de fe.
Estructura de la Biblia
Martín Lutero hizo una traducción al alemán de la Biblia. La Biblia se divide en libros,
cada uno constituye un tomo independiente y con un sentido dado y particular. Puede
ser sumamente distinto del siguiente en tono, extensión y contenido.
Esto significa que puede haber cantos de alabanza a Dios (como en el Libro de los
Salmos, con 150 cantos distintos), narraciones o cartas (como en la Epístola de Judas,
de media página).
Dependiendo del canon bíblico que se acepte, el conjunto contendrá unos u otros
documentos. Un ejemplo de canon distinto al católico es la traducción alemana que
Martín Lutero hizo de la Biblia. Este fundador del protestantismo optó por incluir los
libros apócrifos, al final, como un apéndice edificante. Se oponía así a la versión
aceptada y promovida por la Iglesia.
de Salmos (en hebreo Tehilim o Canciones de alabanza) tiene 150 canciones (151 en la
versión de los Setenta), mientras que la Epístola de Judas es una carta de media página.
La Biblia hebrea O Tanaj está dividida en tres secciones: los cinco libros de Moisés
(la Ley o Tora), los libros escritos por los profetas hebreos (los Profetas o Nevi'im) y
unos libros que no entran en ninguna de las dos categorías anteriores (las Escrituras
o Ketubím
Un libro de la Biblia es un grupo establecido de escrituras. Por ejemplo, el libro); éstos
son conocidos como hagiógrafas o simplemente las Escrituras.
La Biblia judía Fue escrita predominantemente en hebreo, pero tiene algunas pequeñas
partes que fueron escritas en arameo. En la Biblia cristiana, la Biblia hebrea es llamada
Antiguo Testamento, para distinguirla del Nuevo Testamento, que es la parte que narra
la vida de Jesús y su predicación, entre otras cosas.
Las Biblias cristianas. Contienen la totalidad del Tanaj o Antiguo Testamento, junto con
un grupo de Escrituras posteriores conocidas como el Nuevo Testamento. Dentro del
cristianismo no hay acuerdo completo sobre el número exacto de libros que debe tener
(con igual reconocimiento) el Antiguo Testamento, es decir, sobre su canon.
La Iglesia Católica Romana Confirmó, sin embargo, el canon de la Biblia de los Setenta
y de la Vulgata en el Concilio de Trento (1545-1563), reconociendo y confirmando la
canonicidad de algunas escrituras cuestionadas por Lutero, que desde ese mismo siglo
comenzaron a ser llamados Deuterocanónicos, concepto introducido por Sixto de Siena,
que significa literalmente segundo canon, a los cuales las iglesias orientales también
reconocen plena canonicidad, agregando también otros libros que se encuentran en
códices antiguos, como III y IV Macabeos y la Oración de Manasés.
A la hora de abordar una clasificación de los libros de la Biblia debemos tener en cuenta
sus dos grandes partes, siendo el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento,
ocurriendo en el Antiguo Testamento la creación del mundo y la vida del pueblo hebreo
hasta la llegada de Jesús, y en el Nuevo Testamento la vida de Jesús y su posterior
importancia
El Antiguo Testamento
Este primer apartado (único, en el caso judío) contiene las historias y tradiciones del
pueblo israelita originario. Además, cuenta las vidas y enseñanzas de los profetas:
Moisés, Samuel, Jeremías, Ezequiel, entre otros.
Todos ellos eran muy anteriores a la era de Jesús de Nazaret. Existe un debate en las
distintas iglesias que lo toman por sagrado, respecto a qué versión debe tomarse. La
Iglesia Católica y las Iglesias Cristianas Ortodoxas defienden la versión griega (con
deuterocanónicos), mientras que el judaísmo sostiene que debe coincidir con el Tanaj
hebreo.
Génesis: Narra la creación del mundo, el arca de Noé, la torre de Babel y la vida de
Abraham y sus descendientes.
Levítico: Una serie de leyes y normas que se deben seguir en los rituales y que deben
ser cumplidas por los sacerdotes.
Deuteronomio: Narra el fin de la vida de Moisés y el encuentro del pueblo de Dios con
su nuevo hogar.
Libros históricos
Los libros históricos son aquellos libros de la Biblia que cuentan la historia desde la
muerte de Moisés hasta la revolución macabea en contra de los helenistas.
Estos libres tienen un gran valor histórico, tratando temas sobre el pueblo hebrero que
nos sirven para conocer eventos históricos muy importantes. Son muchos los libros que
conforman esta clase, por lo que debemos nombrarlos a continuación.
Josué
Jueces
Rut
Samuel
Reyes
Crónicas
Esdras
Nehemías
Ester
Macabeos
Libros Sapiensales.
Los libros están entre los históricos y los escritos por los profetas y que reciben su
nombre por su contenido espiritual, formados por los siguientes.
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
Cantares
Libros proféticos
Son todos aquellos libros religiosos escritos por los profetas y que se suelen dividir en
dos, aquellos escritos por los llamados profetas mayores y aquellos escritos por
los profetas menores. Los libros proféticos son los siguientes.
Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento está dividido en los cuatro Evangelios, Historia (Hechos de los
Apóstoles), las Cartas a iglesias cristianas por Pablo y otros apóstoles, y el Apocalipsis
que narra el fin del mundo y el Juicio Final.
En el Nuevo Testamento solo las iglesias cristianas reconocen como libro sagrado.
Narra los hechos de la vida de Jesús de Nazaret, presentado como el mesías predicho
por la tradición judía, conocido como Cristo o Jesucristo.
Esta segunda parte de la Biblia se compone de 27 aunque algunas religiones no toman a
todos como canónicos, por lo que en ocasiones vemos mencionados tan solo 22 libros.
libros:
Los primeros textos son los Evangelios, siendo los textos que narran la vida de Jesús
desde la vista de cuatro personas diferentes, encontrándose en estos algunos de los
momentos más importantes de la vida de Jesús.
Tras esto encontramos a los Hechos de los Apóstoles, siendo un libro que narra la
fundación de la Iglesia cristiana y su expansión por el Imperio Romano.
Tras esto encontramos a las epístolas, siendo cartas escritas por figuras relevantes del
cristianismo que cuyo receptor debía ser el pueblo cristiano en general.
Por último, está el libro llamado Apocalipsis o Revelaciones, siendo un libro profético
donde se habla del fin del mundo, explicando cómo llegara este según la visión
cristiana.
Evangelio de Mateo
Evangelio de Marcos
Evangelio de Lucas
Evangelio de Juan
Hechos
Romanos
Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
Tesalonicenses
Timoteo
Tito
Filemón
Hebreos
Santiago
Pedro
Juan
Judas
Apocalipsis
Aparte de los contenidos en ella, esta obra hace referencia a libros y epístolas de las que,
en el mejor de los casos, se preservan fragmentos. Entre ellos se encuentran.
Algunos escritores nos han llamado la carta de amor de Dios de la Biblia. Otros han
descrito que tiene nuestro manual de por vida. Son ambas cosas y mucho más. La
importancia de la Biblia se basa en el hecho de que es la revelación de Dios para
nosotros (Juan 1: 1–5).
La Biblia revela el deseo de Dios desde el principio de tener un pueblo propio (Levítico
26:12). En él, aprendemos acerca de la perfecta comunión que los humanos tuvieron
una vez con Dios en el paraíso y cómo fue quebrantada por el pecado y la
desobediencia.
Pero mediante el sacrificio del Hijo de Dios, Jesucristo, podemos ser perdonados.
Descubrimos que Dios desea redimirnos y restaurarnos a una relación correcta con Él
(Romanos 5: 1–11, 18–19).
Es un libro que da vida. La Palabra de Dios es viva y poderosa, “más cortante que la
espada de dos filos más aguda, corta entre el alma y el espíritu, entre las coyunturas y la
médula. Expone nuestros pensamientos y deseos más íntimos” (hebreos 4:12, NTV).
Dios que desea redimirnos le dio a Su Palabra el poder para salvarnos (2 Timoteo
3:15). “Hemos nacido de nuevo, no de semilla perecedera, sino de lo imperecedero, por
la palabra viva y permanente de Dios” (1 Pedro 1:23).
La Biblia no solo tiene el poder de salvarnos, sino que también tiene el poder de
santificarnos: “Ahora que se han purificado a sí mismos al obedecer la verdad para que
se amen sinceramente el uno al otro, ámense profundamente unos a otros, de corazón”
(1 Pedro 1:22).
Meditar en las enseñanzas de las Escrituras nos hará prosperar espiritualmente y traerá
bendiciones y verdadero éxito en la vida (Josué 1: 8; Santiago 1:25).
La Biblia contiene la sabiduría y la guía esenciales para hacer nuestro camino por la
vida: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119: 105,
ESV).
Jesús nos enseñó a depender de la Palabra de Dios para nuestro “pan de cada día”. No
podemos subestimar la importancia de consumirlo regularmente, porque es el
combustible de nuestra vida espiritual (Deuteronomio 8: 3; Mateo 4: 1–4).
La Palabra de Dios nos equipa y nos da poder para servirle (2 Timoteo 3:17; hebreos
4:12), y podemos elevarla como nuestra mayor arma ofensiva contra nuestro adversario,
el diablo y los poderes de las tinieblas (Efesios 6:17).
La Palabra de Dios es eterna: “La hierba se seca y las flores se caen, pero la palabra de
nuestro Dios permanece para siempre” (Isaías 40: 8).
La verdad es eterna: “La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas reglas
perdura para siempre” (Salmo 119: 160, ESV). ¿Cómo podemos dudar de la
importancia de la Biblia cuando leemos: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras
no pasarán jamás” (Mateo 24:35)
La Biblia Vulgata.
Su nombre indica que estaba escrita en latín vulgar, por lo que se le decía simplemente
“La vulgata”. La compuso San Jerónimo a pedido del Papa Dámaso I en el siglo IV.
El objetivo era unificar las distintas versiones que circulaban en una sola, en la lengua
más comúnmente hablada por el vulgo del Imperio Romano.
La Reina Valera.
Esta es la versión empleada por los protestantes, traducida por Casiodoro de Reina y
Cipriano de Valera. Luego fue sometida a revisiones en las que se modificó su
estructura original (eliminando los deuterocanónicos). El texto matriz para esta
traducción fue el Textus Receptus de Erasmo de Rotterdam.
La Biblia Griega.
Conocida como la Septuaginta y abreviada LXX, es la traducción al griego koiné de los
textos hebreos y arameos, más antiguos incluso que las versiones usadas para el Tanaj
hebreo. Es la empleada por la Iglesia Ortodoxa Cristiana.
En los Evangelios se narra la vida y milagros de Jesús. Se conoce con este nombre a los
relatos y testimonios de la vida de Jesús de Nazaret, que se centran principalmente en
sus milagros y enseñanzas.
Uno de sus seguidores o apóstoles escribió cada uno: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
De ellos surge el término “evangelizar”, que significa “revelar los evangelios”, es decir,
revelarle las verdades de Dios a alguien.
Hoy día tenemos conocimiento de que Marcos era reconocido como aquel joven que
estaba envuelto en una sábana y quiso seguir a Jesús cuando se lo llevaron detenido, tal
como se narra en Marcos 14: 51,52. También sabemos que fue un discípulo de Pedro y
que fue con Pablo en alguno de sus viajes.
Sobre Mateo conocemos que también fue conocido como “Leví”, y que se dedicaba a
recaudar impuestos (publicanos), pero fue llamado por Cristo Jesús, así como también
cada uno de nosotros ha recibido el llamado especial del Señor.
Respecto a Lucas, él fue un discípulo de Pablo, y también se sabe que escribió el libro
“Hechos de los Apóstoles”. Su profesión era la de médico, y esto se puede corroborar en
el lenguaje y el modo en el cual escribió la palabra de Cristo.
En cuanto a Juan, tenemos conocimiento de que fue uno de los apóstoles que tuvo más
proximidad a Jesús, y él mismo se reconoce como “el discípulo que Jesús amaba”.
Además, escribió otros libros importantes que aparecen en la Biblia, uno de ellos es el
Apocalipsis.
Pero no basta solo con conocer estos datos, o saber cuáles son los 4 evangelios, puesto
que lo más importante es integrarlos a nuestra vida, ya que son el corazón de la doctrina
de nuestro Señor Jesucristo, la senda escrita que Él nos legó para que dirigiésemos
nuestras vidas, aun en la modernidad, ya que sus enseñanzas tienen vigencia y son
aplicables aun en nuestros días.
La palabra de Jesús llegó a nosotros tal como Él mismo lo prometió, cuando nos dijo en
Juan 14: 25 y 26: “Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Pero el Consolador, el
Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y
os recordará todo lo que yo os he dicho”.
No podemos dudar de la veracidad de los textos cuyo contenido nos ha sido dado por el
mismo Dios, quien con todo su amor nos ha dejado una lumbrera para nuestros días,
pues, en ellos podemos encontrar el modo de afrontar las difíciles pruebas que puedan
presentarse, o las dudas que podamos tener en algún momento.
Jesús, en su palabra, nos enseñó cómo actuar, qué esperar de estos tiempos y, sobre
todo, nos dejó claras instrucciones para fortalecer nuestra fe. En estos cuatro evangelios
tenemos un retrato de la vida y obra de Jesús, así como los hombres de esa época y la
Palestina de aquel entonces.
En el evangelio de Lucas veremos una muestra de todo el amor que Jesús sintió incluso
por los más desposeídos, a quienes nunca despreció, sino que siendo el hijo de Dios los
acogió en su seno; y, en el evangelio de Juan nos muestra con profundidad cómo Cristo
es Verbo y Salvación.
Los Evangelios Apócrifos
El vocablo apócrifo proviene del griego «από» que significa «lejos», de «κρυφος» que
se traduce como «oculto», y del latín «apócryphus», que significaba «ocultar lejos» y
que con el tiempo pasó a significar «oscuro» u «oculto».
Con este término se clasifica en una amplia cantidad de libros que no fueron
reconocidos por las Iglesias cristianas de los primeros siglos como parte de la Sagrada
Escritura. Sin embargo, estos libros se muestran con características o nombres que los
hacen lucir como si fuesen libros canónicos.
Uno de los libros apócrifos del Nuevo testamento que es bien conocido tenemos al:
Sin embargo, a través de la historia han surgido otros libros “paralelos” con la intención
de explicar en algunos casos acontecimientos y detalles que en la Biblia no se relatan,
añadiendo eventos que guardan poca relación o nula con el texto original; estos libros
son llamados apócrifos.
Los libros Apócrifos del Antiguo Testamento son trece en total, son los siguientes: 1ra y
2da de Esdras, Tobías, Judit, Adiciones a Ester, La sabiduría de Salomón, Eclesiástico o
sabiduría de Sirac, Baruc, Daniel capítulo 13, El canto de los tres jóvenes hebreos,
Oración de Manasés, y por último 1ra y 2da de Macabeos. De toda la lista solo los
referentes a los Macabeos tienen un contenido histórico comprobable.
Para nombrar algunos de ellos, se encuentran los evangelios de Felipe, Tomás, Marción,
Judas y Valentín, en la categoría de históricos resalta “los hechos de Pablo”, en las
epístolas se habla de la epístola de Bernabé, epístola a los corintios y epístola de
Policarpo, mientras que en los libros apocalípticos están “el apocalipsis de Pedro y el de
Pablo”.
Los apócrifos del Nuevo Testamento, a diferencia de algunos de los del Antiguo, no
tuvieron aceptación debido a que emergieron en entornos considerados heréticos, como
la biblioteca de documentos gnósticos hallada en la aldea de Nag Hammadi (Egipto).
En el año 2006, el erudito César Vidal publicó un libro que contiene una traducción y
análisis de estos llamados Evangelios gnósticos. Alfonso Ropero publicó un libro
llamado Todos los evangelios, donde recopila todos los documentos encontrados (libros,
manuscritos o fragmentos) que contienen información relacionada con los relatos
Extrabíblicos del Nuevo Testamento.
Conclusión
Leer la Biblia con una mente abierta y un corazón receptivo. Contiene la verdad más
pura acerca de Dios, la vida, la naturaleza del hombre y escudriña lo más íntimo de
nuestro corazón.
Dios va a ser ciertamente el juez y vamos a tener que rendir cuentas de nuestras vidas
algún día, y es indispensable que sepamos quién es y qué es lo que pide simplemente de
nosotros antes de que ese solemne día llegue.
En esencia, este trabajo de Investigación nos ayudará a enfrentarnos a ese evento para el
que todos estamos destinados
Debemos de tener mucho cuidado, porque él, es celoso, y a él, le gusta que le adoremos
solo a él, a nadie más. Porque él es luz, y luz es vida. Por su inmenso amor,
misericordia, humillad, sabiduría, conocimiento, poder y reverencia
Pero Jesús le respondió: —Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre; sino de
toda palabra que Dios dice”. Mateo 4:4
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de
dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los
tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del
corazón. Hebreos. 4:12
Referencias
Fuente: https://humanidades.com/biblia/#ixzz86nstVvCP
https://humanidades.com/biblia/
https://www.monografias.com/trabajos93/biblia-su-historia/biblia-su-historia
https://historiando.org/historia-de-la-biblia/
https://www.evangeliodehoy.net/cuales-son-los-4-evangelios/
Fuente: https://humanidades.com/biblia/#ixzz87BQZsJVN
https://historia-biografia.com/historia-de-la-biblia/
https://infolibros.org/libros-pdf-gratis/religion/la-biblia/apocrifos/