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C A p Í T U L O 6.

CARACTERIZACIÓN DEL PROCESO DE TRABAJO EN


CASAS PARTICULARES.

La idea de este capítulo es describir y explicar el proceso de trabajo en casas particulares


junto a sus características específicas. Este primer capítulo de análisis combina la teoría con
los resultados obtenidos a partir de las entrevistas realizadas en el trabajo de campo. Algunos
interrogantes en los cuales estuvimos trabajando parten de pensar si a partir de caracterizar la
relación salarial de este colectivo de trabajadoras, ¿se puede pensar el trabajo doméstico desde
la relación clásica de capital trabajo? Relacionándolo con el capítulo 5, en este partiremos de
definir las características del proceso de trabajo en casas particulares, exigencias, autonomía,
doble jornada, entre otras.

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6. l. El proceso de trabajo en cuas particulares.

Como ya explicamos en el apartado 3.3 la categorla de "proceso de trabajo" nos sirve para
investigar el impacto del proceso de producción capitalista y sus transformaciones en la salud
colectiva. Definimos que el trabajo doméstico remunerado es un conjunto de actividades que
se vinculan directamente con la reproducción de la vida cotidiana. Por medio del trabajo
doméstico remunerado se ejecutan tareas relacionadas con el consumo improductivo, cuyo fin
es la reproducción cotidiana de los integrantes del hogar (Ooldsmith, 1990). Marx (1971)
afirmó que el consumo improductivo era a la vez consumo y producción al indicar que,
mediante el gasto de los medios de subsistencia, el individuo se reproduce a sí mismo, pero no
analizó el trabajo contenido en este proceso. Si bien está oculto y complementario con
respecto al de la esfera pública, también contiene las instancias de producción, intercambio,
distribución y consumo de valores de uso.

En la presente tesis considerarnos que hablar del trabajo doméstico remunerado en general
incluye un conjunto de actividades amplias que tienen que ver con la reproducción de la vida
1 cotidiana y su sede de reproducción que es el hogar. Se pueden definir las siguientes
categorías principales que agrupan actividades relacionadas y encaminadas a funciones
determinadas: las vinculadas a los alimentos (comprar, preparar y servir comida, planificar
menús, limpiar utensilios); la limpieza, el mantenimiento y guardado de la ropa; la limpieza
general de la casa; el cuidado y atención de los/as niños/as; el cuidado de animales
domésticos; tareas de servicio personal (por ejemplo: llevar los hijos de los empleadores al
colegio o a actividades extracurriculares, pasear al perro, etc.) ; labores que aparentemente no,
son trabajo, como vigilar la casa, y sobre todo los que están vinculadas a la conservación del
patrimonio del hogar.

La cualidad multifacética del trabajo doméstico permite abordar el proceso de trabajo a partir
de pensarlo como un proceso de producción que abarca una gama de procesos de trabajo,
tanto simples como complejos (Goldsmith, 1990). También podríamos pensarlo como un
proceso de trabajo complejo, debido a la suma de trabajos de tipo simple. Un ejemplo que
traemos a continuación a partir de un relato de una trabajadora entrevistada es en relación al
lavado de ropa. La trabajadora nos indica que éste implica seleccionar la ropa a lavar,
agruparla por colores, colocarla en el lavarropas y luego sacarla para colgarla y que se seque,
luego esperar que se seque para recogerla, doblarla, planchar la ( si es necesario) y guardarla
donde corresponda. El acuerdo que se haya establecido con la empleadora puede que incluya

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también tareas de planchado de la ropa, esto implicaría otro proceso simple (como rociar,
planchar, doblar / colgar y guardar). En este caso podría considerarse el lavado y el planchado
de la ropa como un proceso complejo de trabajo constituido por la suma de varios sencillos.
Por lo tanto, como nos demuestra este ejemplo, los quehaceres de la empleada pueden abarcar
diferentes aspectos y dimensiones, y manifestar diversos procesos de trabajo, tanto simples
como complejos. Algunos testimonios en relación al proceso de trabajo nos dicen:

Lavar la ropa, no es sólo meterla en el lavarropas. Lleva tiempo. Hay que separar
por color ... esperar que termine, colgar todo prolijo, después guardar. No es un
segundito (Natalia).

Me pasa en una casa que voy que la señora se olvida de comprarme el jabón. Y me
dice, dejá yo lo pongo después. A mí eso no me gusta porque como la casa es chica
si no lavo me sobra el tiempo (María L.).

En esa casa no plancho, no me lo piden. Pero hay otra casa que me hacen planchar
mucho. Voy y me esperan con 20 camisas del señor (Marta).

No es tan fácil limpiar, me la paso pensando cómo organizarme para cumplir con
todo lo que me piden (Mercedes).

Cuidar a los nenes es una responsabilidad muy importante, darles todo lo mejor y
cuidarlos siempre, cocinarles (Analía).

Sucede que los "objetos" en el trabajo doméstico en general son las personas y los bienes
receptores del trabajo. Estos abarcan a la casa misma (por ej.: limpieza, vigilancia), como a
sus miembros (bañar, cuidar, dar de comer a niños/as/ adultos mayores) y bienes de consumo
(cocinar alimentos, lavar ropa).

En relación a los objetos de trabajo definidos a partir del concepto de proceso de trabajo,
pueden variar de acuerdo a la tarea que se esté llevando a cabo. En este sentido, un mismo
objeto puede funcionar para distintos procesos de trabajo, por ejemplo, la misma ropa es
usada para el proceso de trabajo de planchar y también para el proceso de trabajo de lavar. Por
otro lado, un objeto de trabajo dentro de un proceso puede servir como herramienta de otro,
por ejemplo una cacerola, que es objeto al lavarla, secarla y guardarla, y es herramienta
cuando es utilizada para la cocción de un alimento.

130
6. l. l. Exigencias y prescripción del trabajo con incertidumbre de resultados.

En el trabajo doméstico que se realiza en casas particulares las tareas no están estandarizadas,
por lo que no hay una sola fonna de llevarlas a cabo, ni tampoco se desarrollan siempre de la
misma manera. Como mencionábamos más arriba, las trabajadoras generalmente realizan sus
tareas en soledad, muchas otras, con la supervisión de la empleadora de forma permanente o
al finalizar la tarea a modo de verificar el desempeño de la trabajadora en su labor. En este
aspecto, puede que la supervisión de las tareas sea más o menos estricta.

Podríamos decir que el trabajo en casas particulares comparte con el resto de los trabajos la
separación que se establece entre la planificación y la ejecución de las tareas. Por su parte la
planificación es llevada a cabo por las trabajadoras, ya que no se trata de actividades que sean
detalladas por un estricto criterio por parte de la patronal. Sino más bien que se manejan por
objetivos a cumplir a conseguir, se trata más de un orden de trabajo, más que descripción del
desempeño.

Una primera característica es la distinción entre la prescripción del trabajo o la especialización


entre el trabajo mental y el trabajo manual, la organización del trabajo y la ejecución del
trabajo esta distinción es clara entre esa división del trabajo, que es la división de tradicional
del trabajo - capital. Por otro lado, frente a esta división, el trabajo manual intenta ganar
autonomía de alguna u otra manera y en el caso del trabajo doméstico, esa autonomía se da de
manera creciente.

No hay una definición de cómo hacer el trabajo, sino más bien.de cuál es el resultado del
trabajo y tal vez se puede contraponer esto a aquella empleadora que esta todo el tiempo
fiscalizando como hace las tareas, en otras palabras esta cuestión tiene que ver con la
supervisión. La tareas del trabajo doméstico remunerado generalmente se establece al inicio
de la relación laboral, la primera semana o los primeros días, en esto puede haber mayor o
menor intervención de la empleadora, según los testimonios relatados por las entrevistadas.
Aquí es donde se cruzan las experiencias y conocimientos previos de ambas, la trabajadora y
la empleadora. Según lo relatado por las trabajadoras, es en ese período inicial de "acomodo
mutuo" cuando la trabajadora cuenta con mayores posibilidades para negociar sus condiciones
de trabajo. Posterior a este tiempo inicial el intento de incrementar la carga· de trabajo, sin
recompensa salarial, genera conflictos como en cualquier otro empleo. Son bastante
frecuentes, según los testimonios que nos brindaron las trabajadoras, hogares donde les dicen
algunas tareas específicas a realizar y luego se suman tareas que no habían sido pactadas y las

13\
"1
trabajadoras se sienten bajo presión a realizarlas cuando en verdad es una suma a su exigencia
laboral sin aumento de sueldo alguno.

Si no me lo dijo desde el principio yo no lo hago. Como se le ocurre que yo puedo


pensar que ella quiere tal cosa. No, asl no me gusta trabajar (Ester).

Cuando empecé me dijo: "Los nenes se cuidan solos, vos limpia". Y la verdad que
no es así. Yo los cuido también (Margi). 4(1
w-:1
En el primer testimonio vemos una idea muy recurrente en los relatos que tiene que ver con la
incertidumbre en tomo al resultado de las tareas. Es decir, la idea del resultado incierto de lo
·r)
que se entiende por trabajo "bien hecho". Esta característica es propia en los trabajo de
servicio y que se relaciona con lo que vimos en el capítulo anterior sobre la inmaterialidad del
t{J
producto del trabajo doméstico, en donde el problema surge cuando el objetivo puede ser de
resultado incierto y por tanto, la prescripción del trabajo conlleva incertidumbre en los
resultados. En el segundo relato vemos que no son claros los límites de la tareas que deben
realizar las trabajadoras, en donde en más de una oportunidad, no quedan delimitadas las
,r-_
r
tareas que deben realizarse, cuáles si y cuáles no. La idea del resultado incierto tiene que ver
r
con cuál es la idea del trabajo bien hecho.
r
El conocimiento y las normas respecto del trabajo doméstico se califican generalmente de .--
"sentido común". Estamos definiendo al sentido común como aquel que desde la antropología
es planteado como una categoría epistemológica que existe tanto universalmente como sujeta .--
-~

e,
a peculiaridades de cada cultura. Geertz (1983) define al sentido común como un sistema de
conocimientos de cada cultura; pero cabe cuestionar si presenta variaciones con base en la
._
e=
diferenciación social entre géneros, clases o etnias. Lo contradictorio de las tareas del trabajo
doméstico serían que todos podemos cuidar y limpiar, pero al mismo tiempo, ¿cuáles son los ...,
parámetros que nos indican que esa tarea está bien realizada?
._
$

Los conocimientos sobre el hacer del trabajo doméstico se transmiten mediante la educación e:-
informal de "mujer a mujer": &:-
e:
Empecé limpiando a los 12 al'los, cuando estaba terminado el colegio. Me enseño &:-
mi mamá, ella limpiaba en mi colegio. Cuando terminé la primaria, la directora de
la escuela me dijo: te vas a venir a limpiar a mi casa. Yo me llevaba muy mal con
t.
mi papá, así que me fui cama adentro (Mónica).

Empecé a limpiar a los 16 años, me enseño mi mamá y mi hermana (Mirta). ••



132
''

Soy mujer, a mi nadie me ensel\ó, ya lo sabia hacer (Silvia).

Empecé reemplazando a otra chica, a los 19 al\os, yo justo vine para acA (nació en
Paraguay) en las vacaciones con mi tia. Y tenla una conocida mla que tenla que
reemplazar, si ella no volvla yo me quedaba con el trabajo. Entonces me quedé. Me
hablan recomendado (Sonia).

Al principio mi patrona era exigente, con como yo hacia las cosas y como querla
ella que las hiciera, después se fue relajando ... (Analla).

Como vimos en el capítulo 2 y también 5 de la presente tesis, en nuestra cultura occidental se


supone que es "naturalmente" de las mujeres el papel de la reproducción, el saber atender,
cuidar una casa y a sus integrantes, pero como fuimos viendo es una construcción social. Por
eso cuando escribimos en el capitulo 5 sobre la relación entre la empleada y la empleadora
reflexionábamos sobre esa relación y cómo se contraponen ambos sentidos comunes. Además
en esta relación de dominación o subordinación, los conocimientos de sentido común de la
empleada están en desventaja respecto a los de su empleadora, ya que la primera por miedo a
ser despedida y remplazada prefiere darle la razón a la patrona.

A su vez, en torno a las normas se puede observar que como nos relatan las trabajadoras, las
patronas no comentan sobre lo bien hecho de una tarea, sino que sólo opinan cuando algo les
parece que está mal o necesitan que se realice algo nuevo o distinto . Esto puede derivarse de
la misma conceptualización social de la invisibilidad del trabajo doméstico; éste solo se
vuelve visible cuando no se realiza. Las empleadas en este sentido ante una ausencia de
opinión, interpretan que la empleadora está conforme, por más que ni siquiera realice un
juicio de valor sobre la tarea realizada. Esto genera en las trabajadoras cierto sentimiento de
inseguridad respecto a no saber si lo que van a hacer va a ser del agrado de la empleadora o
por el contrario van a recibir una reclamo.

Es muy pesada, me controla todo. Cuando algo está mal enseguida me lo dice, sino
nunca nada, las cosas que están bien ni las dice. Solo ve lo malo (Natalia).

Por otro lado, según el relato de las trabajadoras entrevistadas otra cuestión que también tiene
que ver con la organización del trabajo se vincula con el uso de aparatos electrodomésticos,
ya que influyen en el orden y marcan el tiempo de las tareas. Esto se puede ver, por ejemplo,
con el uso del lavarropas y / o la aspiradora, ya que los electrodomésticos marcan el orden de
la limpieza, si primero barrer, luego pasar la aspiradora, si pasarla en un momento donde hay
menos gente o nadie en la casa, etc. El lavarropas también marca el tiempo porque su función

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de lavado tiene una detenninada duración, luego hay que tender la ropa, y todo tiene que
ocurrir en el horario de trabajo de la empleada. En relación a estos tiempos que tienen que
manejar las empleadas ellas nos cuentan que una de las presiones que sienten en sus trabajos
es cumplir con los tiempos que se estipula que lleva limpiar esa casa, ya que si se pasan de
horario es responsabilidad suya o está mal visto para la patrona.

Una trabajadora nos relata:

Yo me organizo yo sola en cada casa. Pero en cada casa es diferente, por ejemplo
hay una casa en la que empiezo por la pancha, y estoy una hora, si no empiezo por
la plancha, se me complica todo. Entonces, yo sé, como voy tres horas, si o si una
hora plancho y después me quedan dos horas para limpiar. En otra casa, empiezo
por la cocina, siempre cada casa igual, pero entre sí diferentes (Mercedes).

Yo sé que el lavarropas tarda 45 minutos, después tengo que hacer lo que sigue.
Cuando limpio el piso si se van los nenes pasó mucha agua. Ahora si están en la
casa trato de no hacerlo porque se pueden resbalar (Natalia).

Estos ejemplos nos demuestran que una de las preocupaciones centrales tiene que ver con
cumplir con todas las tareas en el tiempo pactado y que no falte ni sobre tiempo. De todos
modos esto varía dependiendo de si la empleadora se encuentra trabajado hace mucho o poco
en ese hogar, ya que si cuenta con años de antigüedad en el lugar va a contar con experiencia
como para tener en claro cuánto le demanda de tiempo cada tarea.

Ahora ya hace 15 años que estoy ahí así que ya hago todo automático te diría. Ya
me sé cómo funciona todo ... (Margi).

Ella te explicaba y se iba, no es que te molestaba (Mónica).

Al principio la señora era muy "hincha", pero a medida que fue pasando el tiempo,
se fue aflojando más. Ahora me dice todo: "si podés ... ", "si tenés tiempo,",
"cuando puedas ... ", "manejate". En ese sentido son copados, no me puedo quejar.
Porque hay de todo, te digo (Analia).

Éste último relato demuestra cómo puede ir cambiando la relación y con ello las exigencias de
la parte empleadora, pero sin dejar de ser un punto muy importante para las trabajadoras.
Podríamos pensar que al realizar la tarea en forma aislada de otras trabajadoras, ellas le dan
un mayor grado de protagonismo e importancia a esta relación. Por lo que se espera que la
misma sea "buena", ya que de lo contrario va a condicionar la continuidad en ese trabajo no
O

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•• por parte de la trabajadora, o en el caso de no poder cambiar tener que estar siendo sometida a

•• una relación laboral que genere daños en su salud .

••• 6. 1. 2. Tener las llaves: manejar los tiempos y autonomía .

t Muchas veces las tareas son especificadas por la empleadora, de acuerdo a lo que ella

•• considera que debe hacerse en la casa y de qué forma, tanto en relación a la limpieza como al

•• cuidado de personas. Otras empleadoras, también, según nos cuentan las entrevistadas, les dan
cierto margen de autonomía para decidir la forma y el orden en que deben hacerse las tareas:


•• En esa casa no me dicen hace primero esto o lo otro. No me molestan yo hago todo
tranquila (Sonia) .


1¡--e• Ese fue mi primer trabajo, ahí aprendí mucho. Pero la sefiora era demasiado
exigente .. . me di cuenta después. Me hacia hacer la cama como un hotel. Su casa
estaba como un hotel. Y a las siete de la tarde, tenía que ir a los cuartos a poner las

.
sabanas y la colcha de las camas abierta, de una forma prolija, doblada. Así cuando
¡-• se iban a acostar encontraban la cama armada de esa forma (semi abierta). Pero lo
¡•
.
bueno de ese trabajo es que aprendí mucho (Maria).

En términos de Canevaro (2009) el punto de partida es pensar que los desacuerdos y

!! --•

..
conflictos que se producen entre ambas partes sobrevienen de concepciones diferentes en
!1 • relación al significado y la "forma" de limpiar y ordenar una casa, así como a los

i . procedimientos y medios que deben ser utilizados para cuidar a un niño y /o adulto mayor.
Para el autor esta búsqueda de cierta similitud en la forma de ejecución de las tareas de

••
1
limpieza y de cuidado de los niños es entendida como "maneras de hacer" (De Certeau, 1996

1• en Canevaro 2009).

i1 .

..1:.
Lo que encontramos a partir del trabajo de campo realizado es que las trabajadoras, a grandes
11• rasgos al menos las entrevistadas, se dividen en dos en relación a sus opiniones en torno a las
i 9 indicaciones que pueden darles las patronas sobre cómo proceder en determinadas tareas a
realizar en la casa. Algunas comentan que si tienen patronas exigentes les sirve cuando son
sus primeros trabajos para "capacitarse", pero al mismo tiempo, una patrona que "está muy

1:• encima" no es bueno, ya que controla todas las tareas y les exige demasiado. Cuestiones que
tienen que ver con distintos puntos de vista de la trabajadora y la empleadora son los que se

•.
relacionan con "imponer su criterio", que a su vez, es una forma muy común de controlar el

135
4
••

proceso de trabajo, estas situaciones también son de incomodar y las trabajadoras son las que
ceden para que se imponga el criterio de las empleadoras.

Tuve una patrona que fue muy exigente conmigo, pero gracias a eso aprendí todo
lo que sé. (María)

Ya sabrás que la última palabra la tiene ella, es una loca ... que el florero acá, la
ventana así, se plancha todo, desde las medias hasta las bombachas (Natalia).

No me molestan yo hago todo tranquila (Sonia).

En la investigación de Jahoda, Lazarsfeld y Zeisel (1971) se demuestra que el hecho de estar


sin empleo afecta a la estructuración del tiempo personal, reduce las oportunidades de
relación social y tiene un impacto negativo en la autoestima. El desempleo lleva a los
trabajadores y las trabajadoras, al margen de las consideraciones económicas, a anhelar el
trabajo en la fábrica en lo que refiere a que no permite vivir aislados/as y, por el contrario,
posibilita establecer "relaciones sociales más ricas, variadas y satisfactorias" (Jahoda et al.,
1971 ). Pero en el caso de las trabajadoras domésticas remuneradas el espacio en el que
trabajan no es un lugar donde pueden establecer relaciones ya que muchas trabajan en
soledad. Aún así en los relatos de las trabajadoras entrevistadas no encontramos críticas o
puntos de vista negativos en relación al hecho de encontrarse solas realizando su tarea, esto
podemos adjudicarlo a que la mayoría no contaba con experiencias en otros empleos, por lo
que no encontraban como una complicación o algo negativo el hecho de encontrarse solas en
su trabajo. O puede deberse a que consideran algo sumamente positivo el tema de lograr
autonomía en sus trabajos, en este sentido, al igual que todo trabajo, las trabajadoras buscan
ganar márgenes de autonomía para tener el control y con ellos nos referimos a hacer el trabajo
como quieren y de la manera que les resulte más conveniente, sobre todo administrando su
tiempo de trabajo. De su trabajo priorizan la autonomía, en el sentido que consideran que el
mejor trabajo es estar sola en la casa limpiando, sin la patrona. Ejemplo de esto encontramos
en este relato:

Mira es así, yo empecé con cama adentro, después pude safar consiguiendo varias
casas. Lo mejor es que te den la llave, vos vas limpias y te vas, chau (Marta).

Como vemos claramente transmitido en este relato el pasaje del trabajo "sin retiro" al "con
retiro" tiene como consecuencia la mayor autonomía que logran las empleadas domésticas al
poder delimitar sus horarios y tareas (Canevaro, 2014).

136
1
El estar cama adentro es muy cansador, de lo peor te dirla. Estas a su servicio 24
horas (Margi).

Cam~ adentro trabajé pero fue eterno, tenla 16 aflos. No querla estudiar, querla
trabajar. Probé, pero me lo pasé llorando, no aguanté (Mercedes).

Fui niflera, fui a lavar ropa, lavaba y planchaba, trabajé con cama. Empecé por hora
a los 12 afl?s, cuando terminé la escuela. Tenla muchos problemas con mi papá y la
que fue m1 maestra cuando terminé séptimo grado me llevó a su casa a trabajar.
Ahl hacia todo, limpiaba, lavaba, planchaba todo hacia. Ahl estuve tres aflos,
desp~és ya me metl con cama. A los 17, 18, ya estaba trabajando con cama y
también hacia de todo (Mónica).

Trabajé mucho tiempo con cama y después dejé para trabajar con retiro, durante el
día. Lo mejor es trabajar con retiro. Cuando trabajé con cama era porque en esa
época nosotros no teníamos c~a (Sonia).

En estos testimonios, nos cuentan sobre la posibilidad de poder manejar los tiempos y contar
con menos exigencias por parte de la empleadora a la hora de trabajar. Por lo que prefieren
realizar las tareas de modo independiente, ellas nos relatan que al estar acostumbradas a
trabajar solas, prefieren hacerlo así y si es lejos de la presencia de sus patronas, mejor.

6. l. 3. Del buen empleo a la empleadora buena.

Lo que nos resulta interesante para reflexionar en relación a lo planteado hasta aquí, tiene que
ver con lo que Gorbán y Tizziani (2015) plantean citando un estudio de Lautier y Marques
Pereira (1994) donde definen al sistema sobre el que se apoyan las estrategias de los
trabajadores como un triple sistema de representaciones. Este sistema lo definen como
compuesto por las representaciones de sí mismo, las representaciones de su actividad de
trabajo y las representaciones del mercado de trabajo en su totalidad. En esta perspectiva, las
representaciones "de sí mismo" están marcadas por la desvalorización y la estigmatización
vinculadas a ambas inserciones laborales. En las representaciones "de su actividad de trabajo"
priman las representaciones de lo que constituye un "buen empleo". En el caso de las
empleadas domésticas, esto está estrechamente relacionado con lo que es una buena patrona,
lo que denominamos como una relación de confianza y respeto. Este "buen empleo" es
definido por las propias trabajadoras, y esto lo decimos en base a nuestro trabajo de campo, en
términos del buen salario y buenas condiciones laborales, pero también en términos de una
relación que se basa en la confianza y el respeto con la empleadora.

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Ella me escucha, si le pido algo siempre lo escucha. Es buena conmigo (Maria).

Son bueno gente. Yo les pido vacaciones, y no tienen problema en dármelo.


Cualquier aumento me lo dan sin que yo les pida (Ester).

Nunca un problema, son muy justos conmigo (Marta).

Algunos patrones se hacen los "pavos" y te inventan excusas o te dicen que no


tienen plata, y no es asl, cuando me tocó asl trate de cambiar (Natalia).

Para Gorbán y Tizziani (2015) las representaciones sobre el mercado de trabajo están
estrechamente vinculadas a las experiencias de trabajo y se irán ampliando a medida que las
trabajadoras adquieran antigüedad en este tipo de empleo. A su vez, la información a la que
acceden las trabajadoras, como veremos en próximos capítulos, ya sea en los espacios de
sociabilidad entre pares o en los espacios sindicales, modifica la manera en que éstas se
representan lo que es y lo que debería ser un "buen empleo". En este sentido, en el encuentro
con otras trabajadoras, en la puesta en común de las experiencias individuales de trabajo, se
construye un marco de referencia - vinculado a las características de la actividad como salario,
horarios, exigencias referidas a las tareas, etc. - que adquiere una dimensión colectiva.

En relación a este tema del "buen empleo" al preguntar por sus trabajos mencionan:

Me tratan bien son muy buenos conmigo (Ángeles).

Son piolas por suerte, no tengo que reclamarles (Mercedes).

He tenido patronas de todo tipo, pero lo importante es llevarse bien (Marta).

Tengo una relación normal, son mis jefes (Sonia).

Como vemos a partir de las entrevistadas el tema del trato es algo muy recurrente e
importante para las trabajadoras, es decir que es un tema determinante para dejar un trabajo.
Esto tiene que ver como decíamos con la vulnerabilidad e indefensión bajo la que trabajan al
interior de un hogar.

A continuación algunos relatos de trabajadoras expresando haberse sentido maltratadas:

No me gusta_que 1:1e trate~ mal. Era un~ contadora, vino enojada del trabajo y se la
agarro conmigo, vmo enoJada del trabaJo y yo le dije: "así no, yo me voy". y me
dice: "¿Por qué?" "Porque me estas tratando mal. Yo no soy tu hija", le contesté.

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Yo me fui a trabajar porque mi viejo me trataba mal. Y acá me están tratando mal.
Era chica, tenía 16 ai'los ... (Mónica).

En verdad de trabajos que tuve, en algún momento me trataron mal. Como que
estas un tiempo y después te agarran de punto. Me declan hace esto, esto y yo decia
eso no me corresponde hacer a mi, además de que me lo decían de muy mal modo
(Analia).

Por otra parte y en relación con esto agregan que el trabajo lo realizan de forma solitaria y
aislada:

Mi trabajo lo hago yo sola. Si, yo tengo que pensar en las horas que tengo que
trabajar y ver cómo hago para llegar, porque tengo que hacer todo sola. La única
vez que hice un trabajo también de limpieza, pero de oficinas, en el que éramos
cuatro trabajadoras, me pareció horrible, mis compafleras le hicieron pagar el
derecho de piso. Entonces decidí irme a limpiar a otra casa (Ángeles).

En este relato podemos apreciar lo determinante de sentirse a gusto en el trabajo, como para
continuar o estar dispuesta a buscar otro empleo que sea mejor. También en este sentido
valoran que el trabajo sea recomendado por la alguna conocida o amiga, para no tener que
exponerse a una mala experiencia. Lo que consideran ellas es que al ser recomendadas en un
empleo encuentran una garantía más fiable y segura de que la parte empleadora va a cumplir
con sus expectativas de lo que ellas llaman tener una "buena relación" con la empleadora. En
sus relatos nos dice:

Siempre me recomiendan, voy a las casas así. Siempre (Sonia).

Cuando vas a un lugar que no conoces ... Eso es lo feo (Mónica).

O sea yo ya aprendí: cuando son tipos solos, no voy (Natalia).

En los i;elatos que copiamos más abajo, podemos ver como el tema de la confianza y el hecho
de ser puestas a prueba es algo habitual en este tipo de trabajo, como ya mencionamos en el
apartado 5.3. Es interesante pensarlo como un vínculo de "control por desconfianza", como
un aspecto del control no habitual, ya que en el resto de los trabajos el control es por
productividad.

Tenía una patrona que todo me lo decía, todo me lo controlaba, estaba obsesionada
yo creo. Tenía una cámara web en la casa, y desde su trabajo me miraba. Entonces
si había algo que no le gustaba ya me llamaba y me lo decía: "Que saca el tender el

\39
living, no lo quiero ahf, ya se seco la ropa, guardala". Si puedo usar menos el
celular .. . Me miraba todo (Maria).

La típica es cuando sos nueva y encontras plata, porque bueno más de una te la
deja para ... para ver que hacés. Si llevas, si la entregas, si la dejás, asl. Y hay más
de una que cuenta hasta las monedas ... de su mansión (Mónica).

Aquí vemos como se controla a la trabajadora partiendo de la desconfianza, colocando


cámaras o dejando dinero para supervisar e inspeccionar si la trabajadora actúa como la
empleadora espera que lo haga.

6. l. 4. Doble jornada y doble presencia.

Las trabajadoras domésticas remuneradas por ser mujeres cumplen con una doble jornada
laboral. Más allá de que las tareas que transcurren dentro de los límites del hogar son las que
ocupan la mayor parte de la jornada de su trabajo, al regresar a sus casas las trabajadoras
realizan su segunda jornada de trabajo, la no remunerada. El relato que copiamos a
continuación nos parece muy claro en relación a esto y fue replicado en varias de las
trabajadoras que entrevistamos,

Prefiero ir a trabajar que quedarme a cuidar a mi hijo, al fin de cuentas, por lo


menos si salgo a trabajar no lo tengo que cuidar a él y a mí me pagan por lo que
hago (Natalia).

Natalia es madre soltera de dos hijos, uno de I año y otro de 14 años. Puede salir a trabajar ya
que vive con su hermana que cuida de sus hijos cuando ella está fuera; su hermana trabaja de
noche en una empresa de seguridad, por lo que a cambio de que le cuide los chicos Natalia le
paga el alquiler en el que comparten con los chicos. En su relato vemos la situación de una
madre que es sostén de su hogar y prefiere salir a trabajar "porque le pagan". Lo que nos deja
en su relato es el claro ejemplo de que siendo mujer trabaja tanto fuera como dentro de la casa
y hace la diferenciación de que saliendo de su casa "por lo menos me pagan". Este tipo de
declaraciones se repitieron en las entrevistas pero entre quienes tenían hijos/as menores.
Quienes contaban con hijos/as ya adolescentes relataban que los/as mismos/as ya colaboraban
con tareas del hogar y no eran tanta la demanda y atención que debían dedicarles.

El tema del cuidado de sus hijos/as es muy recurrente también en los relatos ya que para ellas
cuando sus hijos no pueden quedar al cuidado de algún familiar o allegado implica una

140
complicación e incluso imposibilidad para salir a trabajar. Es el caso de una de las
trabajadoras que migró desde Paraguay, al tener su familia en el país de origen, no contaba en
Argentina con alguien que pueda cuidar a sus hijos por lo que en la etapa en que eran recién
nacidos hasta que ingresaron al sistema de educativo con turno de jornada completa, ella tuvo
que dejar de trabajar para vivir únicamente con el ingreso del marido.

Ellos son re buenos, son macanudos, en el sentido de que cuando yo me enteré que
estaba embarazada del más chiquito, además de que me pagaron todo como
correspondfa, porque estaba en blanco .. . el marido me dijo: "si no tiene con quien
dejar el bebé, puede traerlo". Es imposible trabajar asi con mi hijo, pero bueno, era
una opción que me daban para que no me vaya (Maria).

Cuando mis hijas eran más chicas para trabajar las dejaba en doble jornada de
colegio. Antes de eso, tuve que dejar de trabajar (Sonia).

Mónica estudió para maestra jardinera pero nunca ejerció, trabajó desde los 12 años de niñera,
con cama adentro, cuidando a personas mayores, etc. Cuando sus hijos también eran chicos
dejó de trabajar:

Yo cuando me casé yo ahl no trabajé más. Cuidaba a los chicos (sus hijo/as) y
cuando volví a trabajar, hace ocho afios, al principio trabajé en negro. Antes
cuando yo cuidaba a los chicos (sus hijos/as) vivíamos del sueldo de mi marido que
estaba en blanco (Mónica).

Incluso lo remarcan como una cuestión diferente a las empleadoras, diciendo:

Yo no tenía ayuda cuando mis nenes eran chiquitos, como ella (la patrona) tiene
ahora . .. (Mónica).

A este tema de la doble presencia y / o doble jornada laboral también le dedicaremos el

capítulo octavo, dedicado al tema del tiempo y precariedad extendida.

En los testimonios que transcribimos a continuación se presentan claros ejemplos de "doble

presencia" :

Mi maddo piensa que para mí es fácil. " Vos no hacés nada", me d_ice. "Estas todo
el tiempo ahí sentada", y no, es un trabajo, y a parte estoy todo el tiempo pensando
en ellos también (por su familia) (Ester).

Mi marido también me manda mensajes avisándome: que_salió del tr_abaj ~; que


ll egó a casa, que esto que lo otro. ¿Entendés? " Los perritos ya cotmeron , me

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escribe. Todo para que yo me quede más tranquila, si no me lo dice él, se lo
pregunto yo (Margi).

Yo todo el tiempo estoy hablando con ellos, ¿qué va a comer Fran? (su nieto) Soy
madre, siempre fui así (Marta).

No me cansa estar pendiente de las dos cosas. Porque si no sé qué pasa en mi casa,
ya me estreso, si no se qué pasa ya me siento mal (Maria).

Estos relatos son claros ejemplos de que cuando están en sus trabajo están pensando en las
tareas domésticas y cuidados familiares de sus propios hogares. Por lo que en la mayoría de
los casos, no logran "desconectarse" de las responsabilidades de su hogar mientras están
trabajando. Sumado a que cuando llegan a sus casas siguen trabajando de lo mismo, pero para
su familia y sin salario a cambio. Por lo que esto les conlleva una doble carga que muestran
signos de cansancio y agotamiento como consecuencias en su salud.

6. l. 5. El control colectivo informal.

Annia Tizziani y Débora Gorbán (2015) afirman que el aislamiento de estas trabajadoras es
matizado con el encuentro con otras trabajadoras ya que existe una serie de actividades que,
aún formando parte de esta ocupación, desbordan el espacio físico de lo doméstico. Estos
espacios serían: las áreas comunes de edificios, las entradas de las escuelas, las plazas, los
comercios, el transporte de sus casas al trabajo, etc. Constituyen espacios en los que las
empleadas desempef\an una parte de sus responsabilidades, pero al mismo tiempo, se habilita
la sociabilidad e intercambio con otras trabajadoras. Incluso en aquellas situaciones de trabajo
que conllevan un mayor encierro y aislamiento, como es el caso del servicio doméstico en
barrios cerrados, el transporte público ofrece un espacio y un tiempo para la sociabilidad entre
pares. Para las autoras el segundo elemento que permite matizar el aislamiento que caracteriza
esta forma de empleo se relaciona con el peso que adquieren las relaciones personales en el
acceso al empleo en el sector. Y es lo que denominamos como "red de contactos".
Precisamente la pertenencia y la integración a una red constituyen una condición de acceso al
trabajo en el servicio doméstico (Hondagneu Sote lo, 1994; Lautier, 2004; Canevaro, 2011 ,
2012).

Prácticamente todas las trabajadoras entrevistadas durante nuestro trabajo de campo


reconocen que les da mayor seguridad y tranquilidad acceder a un empleo a través de

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recomendaciones personales de empleadores o, más frecuentemente , de amigas, conocidas,
vecinas, parientes que trabajan en la actividad. En esas "redes" circula información sobre las
oportunidades de empleo, pero también sobre las condiciones salariales y laborales de unas y
otras. Es decir, que si una trabajadora está buscando empleo, recurre a estas redes para
avisarles que está buscando trabajo y si estas trabajadoras saben de alguna casa en donde
estén buscando una empleada, se lo hacen saber. O viceversa, si alguna patrona les menciona
de alguien que busca una empleada, les avisan a su red de conocidas para que estén al tanto. A
su vez para las trabajadoras es algo que consideran beneficio, el hecho de ir a una casa
"recomendadas":

Es que sí, siempre que voy a un lugar es porque alguien me recomendó. Entre
nosotras nos hacemos favores, por decirlo de una forma. Un día una necesita y otra
la ayuda (Ester).

Yo como hace varios afios estoy en esto, tengo a mis primas que hacen lo mismo, a
mi hermana, a mis vecinas y también mis amigas. Entre todas nos recomendamos
(Margi).

A veces de una misma familia grande de patrones, entre nosotras todas nos
conocemos. Porque nos fuimos pasando trabajo a medida que fue necesario. Y así.
Yo trabajo en una casa y en lo de la hermana de esa patrona, trabaja una conocida
mía, en otro, mi prima, así, ¿entendés? (Maria).

Cuando estás en un trabajo piola y la patrona te dice que una amiga, ponele,
necesita a alguien. Está bueno, ese es un buen trabajo para recomendar, porque
seguramente te van a pagar bien o el laburo va a estar bien (Natalia).

Cuando preguntamos con quien comparten sus experiencias de trabajo, y sobre las relaciones
sociales de las trabajadoras, todas nos transmitieron que tenían contacto y / o amistades con
otras trabajadoras por fuera de su espacio laboral. En esos encuentros comparten temas de
trabajo, como recetas de comida o anécdotas, pero también sobre cuánto le pagan a cada una
por lo que hacen, por cuidar a uno o más nenes, a una señora, sólo limpiar, distancia del
trabajo a su casa, etc. Y entre ellas establecen si un trabajo está bien pago o no, al mismo
tiempo que se daban consejos sobre cómo exigirle a los patrones que les respeten sus derechos
laborales. Por lo que hablamos de que un trabajo que es muy dificil de fiscalizar por parte del
Estado, sin embargo, sucede que las relaciones informales permiten autoregularse, en el
sentido de saber el nivel salarial, los derechos laborales, las condiciones de trabajo, etc.

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Esta es ta forma que nos tmnsmitieron en la que comparten sus experiencias de trabajo,
además la mayoría argumentó que lo consideraba· muy necesario para conversar sobre temas
de trabajo, con colegas que realizaban la misma actividad que ellas:

Te vas dando cuenta si está bien pago o no, porque lo vas hablando. Yo cuando
viajo en el colectivo si me cruzo con mis vecinas vamos charlando de eso. De si el
trabajo es muy pesado, qué tal la patrona, el horario, todo (Mirta).

En un trabajo en donde dentro del espacio del hogar ajeno no hay vinculación con otros pares,
ni relaciones de convivencia laboral, por consiguiente no hay ayuda, ni solidaridad en el
espacio laboral. En términos de Dejours (2007) esa cuestión de lo colectivo y la solidaridad,
es una cuestión social y política, pero es también una cuestión que tiene que ver con la salud.
Porque para el autor, la mejor manera de prevenir contra riesgos psicosociales, contra las
patologías mentales del trabajo, es justamente esta convivencia: el convivir juntos y la
solidaridad, algo que no se da al interior de este trabajo.

Siguiendo a Dejours (2007) podemos afirmar que hay dos grandes fuentes de la salud en el
trabajo, la primera es el vínculo individual con la tarea, que está relacionado con la
sublimación, pero también está el hecho de poder entrar en un vínculo, en una relación de
pertenencia a un equipo, pertenencia a un oficio, una profesión, porque todas estas
pertenencias nos remiten siempre a sistemas de valores. Cada ocupación está estructurada por
ciertas reglas, esas reglas de trabajo no son nunca únicamente normas para tratar la cuestión
de la eficacia; esas normas de trabajo organizan también los vínculos y los lazos entre los
miembros de un equipo. Cuando los trabajadores se encuentran aislados entre sí, pierden todo
el beneficio de la ayuda mutua, que no es solamente en favor de la eficacia, sino que también
es una ayuda mutua respecto del sufrimiento.

En este sentido, creemos que las cadenas de recomendadas que se generan en tomo a este
trabajo, que ayudan a las trabajadoras a sentirse respaldadas por esta recomendación, es un
punto que ayuda a las trabajadoras, pero también por el lado de la empleadoras que saben que
la persona que va a trabajar en su casa, es de confianza. Es decir que la red de conocidos es
algo que ayuda a que se establezca un vínculo de confianza mutua entre ambas partes.

Asimismo, consideramos que en este aspecto el darle visibilidad a la actividad del trabajo
doméstico remunerado junto, con el sindicato como espacio de socialización, son puntos
positivos a pensar en tomo a la salud de este colectivo. Teniendo en cuenta que el sindicato

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debel'lo tener como objetivo principul el bienestar de sus miembros, es decir, asegurar
condiciones dignos de seguridad e higiene laboral y generar mediante la unidad, la suficiente
capacidad de negociación como para establecer una dinámica de diálogo social entre la parte
empleadora y las trabajudoras.

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