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,) TOXICOMANIA Y ALCOHOLISMO VARIANTES DEL ARGUMENTO ONTOLOGICO EN LA MODERNIDAD* Ernesto S. Sinatra 1. Problemas de ta modernidad: ciencia y segregacin ‘Alhablar de la ciencia modema, es frecuente situar sus orfgenes en René Descartes, en la formulaci6n de su cogito «pienso ergo soy>. Es decir, lo reconocemos responsable casi, de nuestro estado de civiliza- ‘cién, pricticamente culpable porel estado actual de las cosas eno que se refiere a ciencia y técnica (1). Con su inventiva produjo una trans erencia de responsabilidades: desde Dios al sujeto.Sibien nunca dej6 de reconocer en Dios 1a causa final de sus argumentaciones, el garante tltimo de sus actos, dio lugar al pensamiento modemo por su énfasis en extremar los alcances de la raz6n argumentativa, posibili- tando el despegue de diversas teorfas del conocimiento. ELhombre, ya ‘duefio de sus actos, encontraba la certeza de Jo humano en la funcién racional del pensamiento. * Clase de apertura del Seminario “Toxicomanfa, Alcoholismo y Estructuras Clinicas” (21-04-92); ena que retomamos una propuesta deJ. A. Miller que consistié en propiciarla constitucién de un espacio de investigaci6n sobre estos fenémenos. 2B ERNESTOS. SINATRA ‘Vemos introducirse de este modo la modemidad en su conexion con el ideal iluminista: extender las fronteras de 1a razOn a través de las Ciencias y de las artes, laicizando Areas restringidas hastaentonces alas autoridades eclesiésticas. ‘Semanifiestalaprobleméticade a autoridad; yano resulta suficiente ‘el modelo deontol6gico que basa su funcién en una orden que indica Jo que se debe hacer; se ha iniciado una contrareforma que exige la consolidacion de una autoridad epistemolégica que dé razones de 1o que hace, organizando el saber por medio de proposiciones. Corre el siglo XVIII y se cristalizan modos de gobiemo que articulan a la funcién monérquica, una relacién con el saber. Hablemos del despotismo ilustrado, porejemplo,enelqueelsoberano reinante gobernaba ermnombre del bien del sibdito, para instruilo en favor de su bienestar.(2) Pero una peticién de principio en esta formulacién introduce una uestiGn para nosotros més que relevante: para querer el bien del otro, cualquiera sea, es necesario que el otro quiera su bien, ademas es ‘menester que ese bien pueda ser generalizado. Notemos que el bien en cuestidn tiene forma de satisfaccion: sabemos por experiencia que el bien de cada uno puede tomarla forma de la propia destrucci6n. E! masoquismo moral, tormento del pensa- ‘iento que prevalece en la obsesién, cvidencia que el masoquismono s6lo debe considerarse clinicamentc como perversin. Entonces, ;e6mo hacer posible ordenar el bien de cada uno a través del bien de todos?, ;e6mo es posible ordenar gozar de lo mismo?, {je6mo podrfan ser homogeneizadaslas condiciones de satisfacci6n tal que valieran para todos? El proyecto de la ilustraci6n intentaré con el dominio politico desde ‘el siglo XVIII, homogeneizar os derechos y deberes de los ciudadanos ante la ley, escrita por los hombres. Un ideal de justicia que utitizaba ‘como instrumento de su prédica el ilimitado poder de la razn: crear un saber que valiera para todos e independiente del poder de la iglesia; un saber universalizable al alcance de quien quisiera. El saberno serfa a partir de entonces, privilegio de nadie. El avance cartesiano no se detendrfa en sus efectos hasta la revolucién francesa, 24 \VARIANTES DEL ARGUMENTO ONTOLOGICO EN LA MODERNIDAD La vieja cuestién de Ja antigiiedad, que habfa tomado forma de disputa en Ja edad media, se reactivaba: volvia a tratarse del lugar de los universales frente a la exigencia de lo particular. : Posteriormente Kant habria de dar un nuevo giro aesta controversia, ahora desde la raz6n préctica: cada cual habré de actuar segdin la ley moral, cuyos alcances poseencardcteruniversal; aesaley cadahombre deberd sacrificar sus apetencias particulares, devenidas por este mis- ‘mo razonamiento, una funcién patol6gica. Pero decfamos que se trata deuna cuestiGn de la antigiiedad y hemos de remontamos a la Grecia secular -cuna de la civilizacién- para encontrar un caso paradigmético de la tensiGn entre el goce de uno y Ta coerci6n de lo universal Di6genes de Sinope, recluido en su tonel, daba respuesta a la ppretensién del amo antiguo de someter a cada uno a las leyes de la ciudad -leyes que supuestamente fueron hechas para ese bien comdn. El decidi6 aislarse del 1azo social a la vista de todos, en las puertas ‘mismas de la polis griega, desafiando el orden legal del sefior griego {que ostentaba derechos adquiridos sobre todos sus sGbditos. Este intento solitario de resistirl discurso del amo —el mas antiguo ‘de lahumanidad—, hizo escuela, No s6lo fue su saldolaescuela cfnica reunida por el desprecio a las convenciones sociales, inscripta mas como forma de vida que como filosofia, También la posicién apre- miante de la histeria interrogaré al amo de tumo para que dé muestras de su saber, atravesada por un goce insuficiente. Del ingenio de Diégenes a la reiterada queja histérica se manifiesta aggiomado a través de los siglos el discurso formalizado por Jacques Lacan: 83S, a, ft Se evidencia la estructura misma de nuestra civilizacién: la existen- cia, ahora sostenida por el pensamiento cartesiano, debe dar respuesta ‘en la modemidad, a la falta primordial de acuerdo entre los sexos. 25 ERNESTO. SINATRA EI discurso del amo sufre —segtin Jacques Lacan— un redimen- sionamiento en la sociedad modema: el capitalismo demuestra su triunfo a través de la produccicn de bienes de consumo, los que répida- ‘mente cubren los mercados intemacionales, ms alld de nacionalidades, lenguas e ideologias. El valor de fetiche de la mercancfa ha develado la estructura de su modo de produccién; Karl Marchaescritoel fundamento econémico que causa! capitalismo conelnombre de plusvalfa, excedente ‘generado por el proceso de trabajo en las sociedades mercantiles, Jacques Lacanha retomado con rigor dicho concepto para introducit en su propia conceptwalizacion, la satisfaccion inherente a los seres hhumanos (3). El plus de gozar ha sido la resultante del recubrimiento de dos mercados: el mercado de la produccién y el mercado del saber. Lo sabemos, el goce del saber se cotiza en el mercado, pero este goce el efecto de wna produccién entrépica: el goce adecuado a la complementacién de los sexosno existe, de su falta se elaboraun plus, exceso respecto de lo que no hay, pero defecto respecto del goce pretendido por cada uno, El discurso del amo oculta Ia verdad del proceso —su efecto de divisién subjetiva— y la produccién de ese plus de gozar que se desprende del trabajo del saber —saber que en el esclavo se ponia a funcionar a partir de la orden del amo: ess Sia Pero el discurso capitalista indicado por Jacques Lacan, nos pone en estado de alerta sobre una variacién producidaen relacién con el goce. Mientras en el discurso del amo existe una relacién de imposibilidad entre el sujeto y la causa de su deseo (S // a); en el discurso del capi- talista esa imposibilidad se ha desvanecido. {Existe relaci6n posible entonces, entre el sujeto y 1a causa de su deseo? VARIANTES DEL ARGUMENTO ONTOLOGICO EN LA MODERNIDAD La cuestién que se abre requiere indicar —al menos— 1a relacién entre ciencia y técnica, Hoy, los objetos de la técnica que abarrotan los mercados, multi cando gcométricamente los consumidores de la comunidad interna- .Intentaremos situarlo partir de las consideraciones precedentes sobre la funci6n toxicémana. ‘Si hablamos de iniciacién para dar cuenta del primer encuentro con la droga por parte de un sujeto, debemos interrogar qué condiciones pueden ofrecerse para dar cuerpo a dicho sintagma. ‘Si bien 1a iniciacién implica siempre un cierto «pase» social, se produce un acceso en este caso auna sociedad marginal con undialecto y reglas especfficas que constituyen al «drogadicto». La pubertad ha sido conceptualizada por Sigmund Freud (12) en tanto momento de actualizacién de la cuestidn sexual, a partir del ‘imposible goce del cuerpo. El encuentro con la droga, que conduce a 32 ‘VARIANTS DEL ARGUMENTO. ONTOLOGICOENLA MODERNIDAD un sujeto a decirse «drogadicto», 10 ubica progresivante en una relaciGn exclusiva con ese objeto producto de la industria, Allf donde se verifica la falta del objeto adecuado para lasatisfaccin, alifel joven adicto encuentrala droga (laespecffica parasu goce), obturando deese modo la angustia que le provoca su confrontaciGn con el deseo del Otro, 1a que pondrfa sobre la mesa la cuestiGn del goce sexual. Elencuentro con la droga se sitfa, porende, en el lugar de la falta de referent fijo paralapulsidn: alli dondchay un vacfo (privacién), surge 1a droga posibilitando quc el sujeto evite volver a confrontarse con la ‘castraci6n y deba dar las prucbas de un goce sexual sefialado por una imposibilidad. Parecerfa entonces, que la droga viene al lugarenel que el fantasma se ha desestabilizado, y —justo antes de que se produjera el sintoma que constituirfa el lamado al Otro... se produce la iniciacion. Elencuentro cona droga posterga la confrontaci6n de un sujeto con tuna pregunta sobre la cuestién sexual que se hallaba a un paso de formularse, Estas consideraciones debenleerse a partirdelas anteriores, es decir, estimando con precisién el modo particular bajo el que se despliega para cada sujeto 1a funci6n toxicémana. Un sintagma indica una cristalizaci6n de un juego de lenguaje que opera sobre los individuos, lo sepan o lo ignoren; y més alld de las condiciones de estructura que pueden conducira determinados sujetos aestablecer una singular relaciGn con una droga, sostener «los j6venes se droga» reintroduce complejfsimas cuestiones que previamente habfamos planteado. Resaltemos algunas curiosidades: el exceso de algunos productos — como el alcohol— se halla prohibido y penalizado; la utilizacion de ciertos faérmacos, decfamos, se halla prohibida. Productos destinados al placer y al alivio de enfermedades, encuentran otros fines. La raz6n de su interdiccidn es atendible, ya que atentan contra los mismos consumidores, y a veces incluso contra terceros. La penalizaciGn, indica que la consumiciGn es regulada por el Estado, a través de su aparato legislativo y judicial. ERNESTOS. SINATRA _ SE ee ‘Se trata de una injerencia del ente pubblico en los usos de Ta vida privada, Decfamos que la superproduccién indica problemas de dificil solu- cin que pueden evar a guerras de mercado trans-nacionales, para intentar colocar el producto. ‘La droga, en tanto hoy es objeto de la técnica —no es ajena al funcionamiento del mercado, sino més bien, lo contrario: parece @ ‘veces, determinarlo. La lgica de su circulaci6n esta inserta en estas mismas leyes de regulacién. Pero los significantes también circulan, y el discurso del amo sabe disponer sus emplazamientos. Eneste contexto se inscriben los sintagmas de 1a lengua, los que a veces llegan a determinar nuestros pensamientos: es Io que sc suele amar las ideologfas. ‘«Drogadicto» no deja de ser un nombre del cual, en determinado juego de lenguaje, puede extraerse un ser, ¢s decir un goce, pero también puede ser utilizado en otro juego de lenguaje para acusar aun sujeto a partir de un rasgo que no combina adecuadamente con 1a norma vigente para que todo marche. No se trata de des-responsabilizar, sino més bien de lo contrario: ofrecerel dispositivo analitico a quien se decida a jugar en otro juego de lenguaje, esta vez se pondrd a prueba si un sujeto est dispuesto a saber de verdad la «raz6n de ser» de su sufrimiento. Estas consideraciones son, tan s6lo, algunas delas1ineas orientativas queapuntanalintentode dimensionarmésacotadamente este complejo ‘ircuito de tramasdiscursivasque cifiennuestro campo deinvestigaciGn, paraintentar arrespuestasencada caso asrenovadasmanifestaciones ‘del malestar creciente en nuestra civilizacion. VARIANTES DEL ARGUMENTO ONTOLOGICO EN LA MODERNIDAD Referencias: 1 Soler, Colete-Curso 1990 Quelle psychanalyse? - Indi abso! | Quelle psychanalyse? -Inédito-Clase 2.Miller, acques A. «Pataptm: sobre elfraca ’ sode las Luces». Rev. Uno = i : no por Uno Bolin de a Asocacén Manda de Pscoands- i aa bbee bed - ee XVI (inédito) - clase del 13/11/68. Lacan, Jacques - Psicoandliss, radiofonta y television, «Tele- visién» Ed. Anagrama; pg, 103. Seal ee '5.Alemén, Jorge | Larriera, Sergio - Lacan: Heidegge i B ie rer, - Un deci menos tonto - «Lathouses» - Ed. Serie Psicoanalitica, pg. 182. ie 6.Lacan, Jacques- Momentos cruciales de la experiencia gnalitica, «Proposicién del 9 de octubre de 1967...» Ed. Manantial, pg. 22. pier acues-Cuso 19451 Leninié-Inddio-Clae e127) 8, Freud, Sigmund - Obras co ympletas, «El malestar en la civiliza- cid - Ed. Biblioteca Nueva, pe, 3046 Star 9. Miller, Jacques A Le toxicomane et ses therape tes, «Clbrure> ee Editeur (Analytica N° 57). pete ). Lacan, Jacques - Seminario XXIII (inédit i ta) clase del 10-2-76. 11. Quine, Willard - Desde un punto de vista légico - «Acerca de lo que hay» Ed. Orbis - Hyspamérica, 12. Freud, Sigmund - O.C., «Tre i pre 's ensayos para una teorfa sexual»

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