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TEXTO ARGUMENTATIVO DE JOHN DEWEY

John Dewey fue filósofo, psicólogo y pedagogo estadounidense y para él la


doctrina del interés es la base de la pedagogía. Su pensamiento se basaba en que
no se puede suscitar artificialmente el interés por algo que no es capaz de
suscitase por sí mismo.

Para Dewey, el proceso educativo tiene dos aspectos: uno psicológico, que
consiste en la exteriorización y el despliegue de las potencialidades del individuo y
otro social, que consiste en preparar y adaptar al individuo a las tareas que
desempeñará en la sociedad. En las sociedades modernas es imposible predecir
con exactitud lo que será la educación dentro de veinte años, y que es imposible
preparar al niño para enfrentar un orden posible de condiciones, prepararlo para
la vida futura significa que debe hacerse dueño de sí mismo. Por lo tanto, de los
dos factores de la educación el psicológico es el fundamental y la personalidad
individual es el único agente de progreso efectivo, y para desarrollarla por
completo la educación debe asumir una fisonomía y un carácter sociales.

En cuanto a las propuestas metodológicas, se resistió a formular métodos


didácticos precisos, considerando que el verdadero método de enseñanza se
identifica con el método general de la investigación, llevada a cabo por
grupos de estudiantes bajo la tutela y orientación del educador.

En conjunto, el legado teórico y práctico de Dewey constituye, por su actualidad,


originalidad, variedad y profundidad, una herramienta útil para pensar y actuar en
los nuevos escenarios sociales, culturales y educativos.

De acuerdo a sus criterios Dewey es muy importante su obra pedagógica,


construida en torno al valor de la experiencia protagonizada por los estudiantes en
la enseñanza y a su inclusión en el medio social y cultural. También tiene una
gran utilidad para situarnos ante los retos educativos actuales de una manera
más lúcida, crítica y práctica.

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