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Cómo Caminar y Orar en el Espíritu - Mensaje del

Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela


Publicado el23 marzo, 2015

La presencia del Espíritu Santo es importante en la vida de cada creyente y en la iglesia,


porque Él es el que nos permite entrar en la manifestación del poder y la autoridad de
Dios.

Y yo os rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros
para siempre. Juan 14:16

La presencia del Espíritu Santo es importante en la vida


de cada creyente y en la iglesia, porque Él es el que nos permite entrar en la
manifestación del poder y la autoridad de Dios. Jesús necesitó ser ungido con el
Espíritu Santo para comenzar su ministerio.

El Espíritu Santo mora en cada uno de nuestros corazones. Cada creyente debe anhelar
la manifestación del Espíritu Santo, pero Él no mora donde hay pecado y donde hay
estructuras de pensamientos rígidas que lo limiten y lo razonen.

La iglesia primitiva reconoció y supo manejarse en la dimensión del espíritu, el


evangelio no se puede llevar a cabo sino es por la mediación e influencia del Espíritu
Santo, y por eso Jesús lo dejó en la tierra para que fuera nuestro ayudador; Él es
necesario para mostrar el reino de Dios. Ahora bien, en Jerusalén nadie se atrevió a
proclamar el evangelio, ni si quiera los apóstoles, hasta que Jesús los instruyó de que
fueran a la habitación y esperaran allí al espíritu santo, pero para que ellos recibieran el
bautismo del Espíritu Santo era necesario que estuvieran juntos y unánimes, y ellos
estaban haciendo la atmósfera para que se manifestara la presencia del Espíritu.
El Espíritu Santo no necesita cuatro paredes para mostrarse, Él solo necesita alabanza,
adoración y oración, mientras más adoramos y alabamos más se acercará nosotros,
solamente con el Espíritu Santo tenemos autoridad en la oración y en la proclamación
de la palabra.

El Espíritu Santo es el que da gracia a cada creyente, necesitamos esa gracia para entrar
a la presencia de Dios a pedir ayuda de parte de Dios.

Dice en Mateo 7:7

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Necesitamos una llave especial que se llama Espíritu Santo para que cuando vayamos a
pedir se nos sea dado. Él es quien nos redarguye de pecado y nos enfrenta.

Dice Juan 14: 16

Y yo os rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre.

Dice Jesús que él le rogará al Padre para que envíe a uno que sea nuestro consolador, y
dice rogar porque para nosotros es difícil recibirlo por la falta de fe, porque siempre
nuestra prioridad será lo natural y lo que está en la carne.

Por eso debemos orar y alabar en el espíritu, debemos practicar una vida en el espíritu,
porque eso es lo único que nos dará la seguridad de que todo lo que hagamos será de
parte de Dios, y esa es una lucha que tenemos, que siempre queremos hacer las cosas
como nosotros pensamos y para que el Espíritu Santo more en nosotros debemos morir
a lo que pensamos, cuando nosotros de verdad anhelamos su presencia en nuestras vidas
debemos pedirle que él entre a nosotros y que sea él quien nos dirija.

Por eso nosotros podemos ver que en la iglesia primitiva los ciento veinte se
mantuvieron esperando que se derramara el espíritu, si el Señor le dice que venia al
tercer día ellos no habrían esperado los tres días juntos y unánimes simplemente hacen
lo que quieren y al tercer día llegan a buscar lo que Dios les había prometido, por eso
Jesús era el hombre que operaba toda la sabiduría del Padre. Si queremos el poder para
liberar y sanar debemos anhelar la fuente de poder, hay que gemir y pedir en su
presencia para poder recibir la plenitud de Dios.

La oración de Pablo de tres días en ayuno fue la prueba de Dios para Ananiás y que él
ya estaba listo para recibir. El Espíritu Santo no es solamente nuestro ayudador y
maestro sino que Él es también el poder de nuestra oración; cuando vemos hombres
ungidos por el Espíritu, seguro ese hombre pasa horas delante de Dios orando.

Efesios 3: 14-17

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien
toma nombre toda familia cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas
de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para
que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados
en amor.

Hay una riqueza de gloria que Dios tiene para nosotros que no se puede alcanzar sino es
por el Espíritu Santo. Tenemos que entender esto porque sino no podremos alcanzar las
promesas de Dios, la riquezas de gloria de la que la palabra habla solamente las vamos a
recibir a través del Espíritu Santo. Automáticamente aceptamos a Dios ya nuestra vida
no nos pertenece a nosotros y solo Dios puede manejarnos a nosotros y ponernos donde
él quiere, solo que a veces se nos olvida que pertenecemos a Dios y que Él es quien
decide el propósito que tenemos en la tierra y eso solo el Espíritu Santo nos lo revelará.

El Espíritu Santo nos da la fe y nos revela el amor de Cristo, nos revela la sangre, la
cruz, pero sino tenemos al Espíritu Santo para que nos revele todas estas cosas siempre
creeremos que la crucifixión es un cuento o una película; pero cuando tenemos al
espíritu y tomamos de su carne y su sangre algo fuerte pasa dentro de nosotros, esto no
se entiende con la mente humana, esto es por revelación del espíritu en el corazón de los
hombres.

La iglesia necesita con urgencia al Espíritu Santo, él es quien lleva la iglesia a la


velocidad de Dios, pero si lo apartamos de nosotros por algo que hemos hecho mal, sea
un pecado o la desobediencia, la iglesia se paraliza y queda sembrada en un solo lugar y
puede que siga operando pero no hay vida dentro de ella, asi se convierte nuestras vidas
en un desierto sin vida y sin frutos; necesitamos entender que el Espíritu Santo es una
persona que sí habla de Cristo y del Padre y que siempre estará con nosotros en todos
lados.

El amor de Jesús es tan grande que aun después de entregar su vida sigue pensando en
nosotros y nos deja a uno que sí estará todo el tiempo a nuestro lado.

Dice Santiago 5:16

Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis
sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

Cuando dice que la oración del justo es eficaz y que puede mucho, está diciendo que la
oración en el espíritu lo puede todo, debemos orar poderosamente, entonces el Espíritu
Santo obrará poderosamente y efectivamente con nosotros.

Colosenses 1: 19 dice:

Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud.

Pablo dice que su trabajo es conforme a la potencia del Espíritu Santo, por eso nuestro
servicio a Dios debe ir enmarcado en el espíritu, porque esto nos da potencia y poder de
Dios, y entonces será de bendición para nosotros y los que están con nosotros. Podemos
orar con elocuencia pero si solo está en la mente esa oración no tiene ningún efecto.

Por eso la misión es que seamos mas dependiente de Dios y del Espíritu Santo, Él nos
ayuda en nuestras debilidades y nos enseña lo que debemos hacer, Él es quien intercede
por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras humanas, todo lo hace
para que creamos y crezcamos en Dios. Cuando caminamos bajo la unción Dios mueve
fichas en la tierra para bendecirte, gente que sin tener que ver nada contigo nos van
ayudar por que el es quien mueve las fichas en a tierra, cuando somos buscadores del
espíritu santo el busca gente que nos bendicen.

Romanos 8:26-27

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del
Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

La mejor intercesión del espíritu para nuestras vidas es cuando nos hacemos uno con Él.
Dios no tiene acepción de personas esto es para aquel que lo anhele y lo busque. Hay
dos libros: el libro de la vida y el libro de las memorias de Dios, en el libro de la vida
está todo lo que eres, y en el libro de las memorias está lo que has hecho por Dios.
Cuando somos atacados, el espíritu muestra al Padre el libro de las memorias y le
recuerda lo que has hecho y tu fidelidad.

Asi le pasó a Mardoqueo, que tuvo el favor del rey porque en el libro de las crónicas,
justo en la página donde escribieron que Mardoqueo lo había librado de la muerte, el
Espíritu Santo, en el justo momento, llevó al rey a leerlo. En el libro de las memorias
está escrito lo que has hecho por amor a Dios y Él lo recompensará, siempre y cuando
seas amigo del precioso Espíritu de Dios.

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