Aproximadamente en el año 1307, empezó Dante Alighieri a componer la
Commedia, más tarde calificada por Giovanni Boccaccio como Divina, para llamarse entonces la Divina Comedia. Dante la llamó también poema sacro, como alusión al peregrinaje por el “otro mundo” que se describe en el texto: es el viaje de las tinieblas a la luz. En esta obra pueden descifrarse varios mensajes o formas de “enseñanza” católicas. En el inicio de este canto podemos notar que se encuentran en la puerta del Infierno, en la cual se encuentran inscripciones que describen el ambiente terrorífico y desagradable que los espera dentro, no está de más recordar que Virgilio había comentado ciertas cosas sobre este sombrío lugar. En el canto II Virgilio lo describe como un lugar en el que se oyen el chillar desesperado, dolientes sombras gritando la segunda muerte. En el primer terceto podemos notar la presencia de una anáfora, la importancia del número 3 en esta obra aparece en este terceto con un triple paralelismo: “Por mí se llega a la ciudad doliente, por mí se llega al eternal duelo, por mí se pasa entre los condenados...” Este recurso se utiliza como una manera de poner énfasis en la figura a la que se refiere dicho “por mí”, es un paralelismo sintético ya que en cada uno de ellos se nos nombra algo diferente, que en este caso, es la personificación de la puerta. El que pase a través de ella llegara a dicha ciudad doliente. Esta puerta se describe como ancha ya que son muchos los que pasan por ella. En el segundo terceto hay un enfoque en Dios: “…a mi alto constructor lo justo indujo;…” Ese creador del que nos habla es Dios, el creo ese terrible lugar con el fin de que todos paguen por sus pecados, quienes se encuentran allí no están por pecar,sino por no haberse arrepentido, por su falta de fe. Luego podemos ver presente a la Trinidad del Cristianismo, recordemos que Dante se basó en la simbología del número 3 para esta obra. “…me levanto la potestad divina (padre) el saber sumo (hijo) y el amor primero (espíritu santo). En el tercer terceto se les aclara el dejar toda esperanza, dando a entender el infinito sufrimiento que habrá en ese lugar, un lugar sin salida. En el cuarto terceto Dante describe esas inscripciones de la puerta con “un color sombrío” el cual se asemeja con las sensaciones que este lugar causa. En el quinto terceto se nos presenta Virgilio diciéndole a Dante que para pasar por este lugar, debería de dejar toda flaqueza, todo miedo, toda duda. Como sabremos Virgilio representa la razón en esta obra, el mismo proyecta sensaciones de conforto, Dante en el sexto terceto dice sujetar su mano y sentir dicho conforto y tranquilidad. “Tomo después mi mano con la suya con gesto alegre, que me dio conforto…” Cuando ambos ingresan a ese lugar, las imágenes auditivas no son para nada agradables, gritos desesperados de almas miserables, almas que vivieron indecisas, quienes no merecen alabanzas, Dante las nombra como: “Allí suspiros, llantos, y altos ayes sonaban por el aire sin estrellas haciéndome llorar desde el principio. Horribles jerigonzas, lenguas raras, palabras de dolor, acentos de ira, y al son de manotazos, roncos gritos” Lo primero que dice dante sobre este caótico lugar es que “no tiene estrellas”, según la fuente “Blog spot Literatura para secundaria” la falta de estrellas es la falta de dios, cada alma en el paraíso es una luz, y esas luces que nosotros vemos desde aquí son dichas almas, esta luz no llega al infierno ya que carecen de la bondad de dios. Podemos notar la angustia de Dante en este canto ya que rompe en llano al oír estos sonidos tan desesperantes, nos da como conclusión una especie de enseñanza, como la falta de fe puede afectar en la vida del ser humano volviéndolo tan insignificante y desgraciado, en un ambiente tas horroroso como lo es el infierno, como Dios es la luz de todo allí y si el ser humano no cuenta con ella se vuelve miserable. Como el mundo del hombre decae completamente sin esta luz, sin la fe, sin el arrepentimiento de sus pecados.