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Según lo estable el Código Penal en el Art. 1, la clasificación básica de las infracciones y de las penas, son
de carácter tripartito:
Las infracciones las clasifica según su gravedad en Crímenes, Delitos y Contravenciones, siendo el tipo
de pena aplicable en cada caso el elemento que permite distinguir si en un caso en concreto estamos
frente a un crimen, un delito o una contravención.
Crímenes; en este sentido el legislador dispuso que los crímenes son las infracciones que
conllevan un tipo de penas denominadas “Aflictivas o Infamantes”.
Delitos; son aquellas infracciones que la ley castiga con “Penas Corrientes”.
Las Contravenciones; son aquellas infracciones que conllevan las “Penas de Simple Policía”.
Dentro de este esquema clasificatorio tripartito los crímenes constituyen las acciones delictivas
consideradas más dañosas, los delitos son aquellos actos menos graves y las contravenciones en si se
reputan de escasa importancia punitiva, no constituyendo su ocurrencia un nivel de peligrosidad tal que
amerite una punición relevante
Al determinar los tipos de penas, es decir, las que son aflictivas o infamantes; correccionales o de simple
policía, el Código Penal en sus Artículos 7, 8, 9 y 464, las identifica en forma expresa:
La reclusión Mayor
La detención
La reclusión Menor
El destierro
El confinamiento
La prisión temporal
La interdicción por determinado tiempo de ciertos derechos cívicos, civiles y de familia;
La multa.
Degradación cívica
En el art. 464, establece las penas de simple policía las cuales son:
El arresto
La multa
El Comiso de ciertos bienes embargados
Las penas denominadas aflictivas e infamantes constituyen los supuestos de sanción más graves,
establecidas en nuestro ordenamiento para ser aplicadas en los casos de infracciones altamente lesivas.
Los tipos de infracciones a las que le son aplicables estas penas son las que el propio código denomina
crímenes, tal y como lo establece el art. 1.
Los criterios en que se funda la pena, no son el dolor ni la deshonra del condenado, sino el respeto a la
dignidad humana y la resocialización, por lo que la clasificación de las penas en aflictiva e infamantes
carece de importancia en razón de que la evolución y desarrollo de nuestro derecho penal tiende hacia
una concepción preventiva de la pena.
El artículo 302, del Código Penal, establece que se castigara con la pena de 30 (treinta) años, de trabajos
públicos a los culpables de asesinato, parricidio, infanticidio y envenenamiento. La pena aflictiva seria la
que causa dolor en el condenado, de ahí que cuando el legislador instituyo la pena de trabajos públicos
tomó en cuenta las crueles e inhumanas condiciones en que se ejecutaban este tipo de sanción.
Con respeto a las mujeres se estableció cierta indulgencia, en razón de que las penas de trabajos
públicos serian cumplidas por estas, haciendo tareas interiores en las cárceles y presidios (ver art. 16).
La Pena de trabajo público como tal fue derogada por la ley 224, de 1984 sobre régimen penitenciario,
siendo sustituía por la Resolución Mayor.
En la Republica dominicana, dependiendo del bien jurídico afectado, las penas en el ordenamiento
jurídico vigente se clasifican en:
Las penas Privativas de Libertad: Reclusión Mayor, Reclusión Menor, Prisión Correccional y
Arresto;
Las penas Privativas de Derecho: la Interdicción por determinado tiempo de ciertos derechos
cívicos, Civiles y de Familia; Degradación Cívica.
La pena Pecuniaria: la Multa
Las penas privativas de libertad, tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de
los condenados
2.3.2.1 Penas Privativas de Libertad; la privativa de libertad como pena es de uso relativamente
reciente. ¡Su uso comienza en el siglo XV!, en el marco del proceso de humanización de la pena, que se
llevó a cabo en la Edad Media, bajo los auspicios de la Iglesia Católica como una forma de impregnar al
derecho penal de los fundamentos altruistas del cristianismo, como el perdón, el respeto a la vida, el
amor al prójimo, la validez del arrepentimiento.
antes del sigo XV!, la privación de libertad no tenía carácter de pena, sino que se usaba como un medio
instrumental en el proceso de realización del derecho penal.
Las Penas de Reclusión Mayor penas finas; Esta es la sanción más grave aplicable en nuestro país hasta
el momento, la cual está establecida en 30 años de trabajos públicos, la misma sustituyo a la pena de
muerte suprimida en el año 1924.
En nuestra legislación la pena de 30 años aparece en una importante cantidad de infracciones; sin
embargo, en los casos que más la aplican los tribunales son en los casos de Crímenes contra las
personas, como el asesinato, envenenamiento, infanticidio y parricidio (art. 302).
Esta pena es una pena fija, que a partir de la ley 224 de 1984 sobre régimen penitenciario con la
supresión de los trabajos públicos quedo transformada en reclusión mayor. Es la segunda pena mas
grave dentro del ordenamiento y se aplica en caso de crímenes considerados graves.
2.3.2.1.2 Penas Flexibles:
Además de las penas de 20 y 30 años, nuestro ordenamiento represivo, también se caracteriza por el
predominio de penas flexibles, es decir, aquellas que han sido configuradas con un mínimo y un máximo.
Este sistema se introdujo en Francia desde 1810 con la finalidad de otorgarle al juez la facultad de
aplicar el principio de proporcionalidad en la determinación de la pena en cada caso concreto, así como
la individualización de la condena en función de criterios subjetivos, situación que es muy difícil cuando
se trata de penas únicas o fijas.
La pena Flexible con mayor rango establecida en nuestro Código Penal es la reclusión mayor de 3 a 20
años, consignada en el artículo 18.
En el art. 304, párrafo 11, establece que el Homicidio intencional sin agravantes es una infracción
sometida al régimen punitivo de la reclusión mayor de 3 a 20 año.
Esta disposición legal es sumamente importante porque le permite al juzgador ser justo al momento de
determinar el monto de la pena, pudiendo tomar en cuenta circunstancias de hechos particulares a cada
caso que justifiquen una pena alta o baja.
Otra pena flexible dentro de la categoría de reclusión mayor es la de 5 a 20 años. El crimen de robo con
violencia establecido en el artículo 382, así como las modalidades de robo contenidas en los artículos
384 y 385. Esta es una de las penas aplicadas con mayor frecuencia en los tribunales debido a la gran
cantidad de procesos que se llevan a cabo por este tipo de infracción.
La pena de reclusión mayor, en este caso de 3 a 10 años, aparece en la norma 153 de nuestro código
penal, el cual establece que “se impondrá la pena de 3 a 10 años de trabajos públicos al que hiciera un
pasaporte falso, al que falsifique primitivamente un pasaporte verdadero y al que hiciere uso de un
pasaporte falso o falsificado. En ese mismo orden se encuentran bajo la misma modalidad punitiva el
robo ejecutado en las condiciones prescritas por los artículos 386 y 387.
B) La pena de detención.
Es una pena criminal flexible que va de 3 a 10 años, (art. 21 CP), instruida en nuestro código penal en los
artículos 7, 19, 20 y 21 la detención es una pena aflictiva especial, con relación a la reclusión. Esta pena
no se cumple en cárceles comunes, sino en una de las fortalezas de la Republica dominicana que haya
sido destinada a ese efecto por disposición del poder Ejecutivo (art. 19 CP). EN ESTOS MOMENTOS
ESTOS TIPOS DE DETENCION NO SE ESTAN REALAZANDO.
Los artículos 81 y 92, se establecen pena de detención a determinadas conductas que afectan la
seguridad del Estado. La pena de detención no es aplicable en crímenes comunes.
Esta es una pena criminal flexible con un mínimo de 2 (dos) años y un máximo de 5 (cinco) años (art. 23
CP), por ejemplo, en el artículo 148 se establece la pena de reclusión menor para los culpables de hacer
uso de los actos falsos descritos en el artículo.
Según el Art. 40 del Código Penal, esta es una pena restrictiva de libertaD de carácter preventivo
especial, o de enmienda. La propia disposición legal establece que esta pena se cumple en “una casa de
corrección”, debiendo el condenado destinarse según su elección a uno de los talleres establecidos en la
casa. Este articulo confirma una tendencia, aunque tímida de nuestro legislador ancestral hacia la
prevención especial.
La prohibición del derecho de porte de armas, el pertenecer a la guardia nacional, de servir en el ejército
dominicano o de enseñar, o de ser empleado en ningún establecimiento de instrucción en calidad de
profesor, maestro o celador
La pena de interdicción legal se trata de una pena accesoria a la detención y a la reclusión, esta
consignada en el artículo 29 del CP, el cual establece que “Todo condenado a detención o reclusión
permanecerá mientras dure su pena en estado de interdicción legal. se le nombrara tanto a estos como
a los condenados a trabajos públicos, tutor y pro-tutor, que cuidaran y administran sus bienes”.
El Profesor Artadnan Pérez Méndez afirma que la interdicción legar tiene dos objetivos fundamentales:
Con lo cual pueda lograr una vida más cómoda que las de los otros
Se trata de una disposición que instituye penas privativas de derechos, aplicables de forma accesoria en
los casos en que la ley de forma expresa lo establece. En virtud de esta normativa “Los tribunales que
conozcan de los negocios en materia correccional podrán, en ciertos casos, privar al condenado de una
parte o de la totalidad del ejercicio de sus derechos cívicos, civiles y de familia siguientes:
el de votación y elección
el de elegibilidad
el de ser jurado o nombrado para ejercer otras funciones públicas, o para los empleos de la
administración
el porte de arma
el de votación o sufragio en las deliberaciones de familia
el de ser tutor o curador de otras personas que no sean sus propios hijos con el consentimiento
de la familia
el de ser expertos o servir de testigo en los actos públicos
Y el de prestar declaración en juicio, a no ser que se reciba como simple noticia.
Se trata de una pena pecuniaria porque se ejecuta sobre el patrimonio económico del condenado, lo
que implica siempre el pago de una suma de dinero. La multa es la pena más común de todas las
consignadas en la legislación dominicana. Se aplica como principal y como complementaria.
En materia criminal la multa aparece como pena complementaria de la reclusión mayor y menor. En las
materias correccionales y de contravención aparece como complementaria y como principal.
En el artículo 11 del CP, incluye la multa dentro de las penas comunes a las materias criminales y
correccionales, conjuntamente con la vigilancia de la alta policía, la confiscación del cuerpo del delito,
las cosas producidas por el delito y las que sirvieron para su comisión.
La pena de multa no opera de pleno derecho, como sucede por ejemplo con la de degradación cívica,
sino que solo se aplica en los casos en que un texto legal lo dispone y en virtud de una decisión de un
juez. Así lo entiende el Profesor Pérez Méndez “de que la multa es una verdadera pena se concluye que
la mismA no puede aplicarse sino cuando un texto de la ley así lo determina
Las penas de policía, según lo establece el artículo 464 del CP, “las penas en materia de policía son:
El arresto
La multa
El Comiso de ciertos objetos embargados.
En nuestro ordenamiento jurídico penal hay dos tipos de arresto; el arresto como pena y el arresto
como medida cautelar regido por el CPP, a partir del artículo 221. en el presente caso nos referimos al
arresto como pena de policía privativa de libertad de 1 a 5 días. Las multas en esta materia son
sumamente insignificantes, ya que el artículo 466 la sitúa de 1 a 5 pesos básicamente.
Las medidas de seguridad son sanciones que se imponen a un sujeto que haya incurrido en la comisión
de algún delito, debido a su peligrosidad delictiva, con el objeto de lograr su reeducación y reinserción
social.
En nuestro código penal como ya hemos mencionado más arriba, las medidas de seguridad vigentes a la
fecha son la interdicción legal, la privación de ciertos derechos cívicos, civiles y de familia; la
degradación cívica; la súper vigilancia de la alta policía, todas estas medidas establecidas en el código y
pos-delictivas. Pero también existen otras que son pre-delictivas, como la prisión de los menores
solicitados por sus padres
2.3.4 Las penas y las medidas de seguridad en la Legislación penal especial moderna las Leyes 50-88 y
24-97.
La Ley 50 del 1988 sobre drogas narcóticas, y la Ley 24 del 1997 sobre violencia intrafamiliar, son las dos
leyes penales especiales más importantes de las últimas décadas.
Ley 50 de 1988 sobre drogas narcóticas y la 24 del 1997 sobre violencia intrafamiliar.
Ambas legislaciones aparecieron en coyunturas en las que debido al auge que habían tomado el
narcotráfico y la violencia intrafamiliar, se entendió que debía producirse una respuesta penal de alto
perfil.
Desde el punto de vista punitivo, dos aspectos importantes tienen en común esas dos leyes. Lo primero
es que crean un régimen de penas y medidas de seguridad diferente a la estructura clásica que
habíamos venido utilizando a través del Código Penal y lo segundo es que las dos legislaciones poseen
una configuración punitiva basada en la prevención general, esto así por el marcado interés del
legislador en que el sistema de penas establecidos se constituyera en un instrumento de intimidación
para disuadir tanto el tráfico de drogas, como la violencia intrafamiliar.
2.3.4.1.1 Ley 50-88
En su estructura punitiva, esta ley denomina todas las penas restrictivas de libertad como “Prisión”,
abandonando la clasificación tradicional de las penas en función de su gravedad que las divide en
Reclusión Mayor, Reclusión Menor, Prisión y Arresto; sin embargo, se mantiene más o menos fiel a la
tradición con respecto a las escalas en las penas flexibles y en las penas únicas. Es por ello que
constituye una constante en esta ley la prisión de 6 meses a 2 (dos) años, de 2 años a 5 años, de 3 años a
10 años, de 5 años a 20 años y la pena única de 30 años.
Como novedad en el ámbito punitivo podríamos señalar la suspensión por un año de las operaciones en
contra de importadores, fabricantes distribuidores de determinadas sustancias sin cumplir con las
condiciones requeridas en la propia ley (art.66), en ese mismo orden el art. 67 establece como pena la
clausura de determinados establecimientos que no cumplan con determinados parámetros de control.
El art. 68 establece la suspensión para el ejercicio profesional para los gerentes de farmacias en caso de
que se dediquen a vender medicamentos controlados por la ley sin autorización.
El art. 70 consiste en la inhabilitación para el ejercicio profesional por el termino de 1 año para los
médicos, dentistas y veterinarios que no cumplan las prevenciones de los artículos 31, 38 y 49.
En el art. 86, se prohíbe aplicar circunstancias atenuantes a los declarados culpables de violación de la
ley 50-88. Esta disposición por si sola pone de manifiesto el interés del legislador.
Este instrumento normativo, se puso en vigencia con la finalidad de que sirviera de respuesta a la
escalada de violencias físicas y psicológicas que en los últimos tiempos se producen en el marco de las
relaciones intrafamiliares. Al considerarse que, en los conflictos de este tipo, la mujer constituye el
sector más victimizado. Este texto legislativo, desarrollo el concepto normativo de “violencia contra la
mujer”, definiéndola como “toda acción o conducta pública o privada, en razón de su género, que causa
daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer mediante el empleo de fuerza física o violencia
psicológica, verbal, intimidación o persecución (art. 309-1)
De ese mismo modo el art. 309-2, la ley define el concepto de violencia doméstica o intrafamiliar como
“todo patrón de conducta mediante el empleo de fuerza física, o violencia psicológica, verbal,
intimidación o persecución contra uno o varios miembros de la familia o contra cualquier persona que
mantenga una relación de convivencia, contra el cónyuge, ex cónyuge, conviviente o ex conviviente o
pareja consensual, o contra la persona con quien haya procreado un hijo o una hija.
Esta normativa significo un agravamiento de todas las consecuencias jurídicas derivadas de las
infracciones relacionadas con la violencia contra la mujer o violencia doméstica o intrafamiliar
De conformidad con lo dispuesto en los artículos 309-4 y 332-2, los culpables de violencia e incesto
respetivamente, no podrán ser beneficiados con reducción de penas en virtud de circunstancias
atenuantes. Esta disposición constituye una evidencia reveladora del carácter intimidatorio que prima
en la ley 24-97.
2.3.4.2 Las medidas en la legislación penal especial moderna ley 50-88 y 24-97.
En efecto, los artículos 53 y siguientes de esta ley viabilizan la posibilidad de que aquellos imputados de
violar la ley 50-88, sometidos a la justicia por simple posesión y que se compruebe su condición de
adictos, puedan ser enviado a un centro de desintoxicación y rehabilitación. Sin embargo, la decisión
jurisdiccional en ese sentido, está condicionada a la recomendación que haga un complejo y
supernumerario órgano evaluador denominado “Comisión Multidisciplinaria” creada por la propia ley.
El art. 53, dispone que se crea bajo la dependencia de la Secretaria de Estado de Salud Pública y
Asistencia Social, unA Comisión Multidisciplinaria que asesorara al Magistrado Procurador Fiscal
competente, constituida por un médico representante de Asociación Médica dominicana(AMD), un
oficial médico de la Dirección Nacional de Control de Drogas, y un médico representante de la
Procuraduría General de la Republica, para determinar la condición de adictos o fármaco dependiente
de los consumidores que caigan en la categoría de simples poseedores de la droga controlada en esta
ley.
Esta ley se ocupa de las medidas de seguridad. en la redacción de esta ley se observa un marcado
interés por la protección de la víctima y en menor grado se procura la corrección del condenado a través
de las medidas de seguridad. sin embargo, cabe destacar que este instrumento jurídico tiene el mérito
de ser uno de los primeros que pone de relieve la posibilidad de reaccionar frente al delito de forma
distinta a la imposición de penas.
El tribunal condenara además en todos los casos al agresor a la restitución de los bienes destruidos,
dañados u ocultados.
El artículo 309-6, detalla el conjunto de estas medidas y aunque no constituye un tipo de reacción
material frente a los delitos de violencia intrafamiliar, sino más bien que son medidas cautelares,
pueden transformarse en “Penas accesorias”, al momento de que el tribunal apoderado juzgue el fondo
de la imputación.