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POLICÍA NACIONAL
El derecho penal es el conjunto de normativas que sirven para el castigo de
actos criminales. El mismo tiene una larga tradición conceptual que comienza
con el derecho romano y que puede entenderse como una superación de
la sociedad con respecto a prácticas que eran poco sistemáticas en lo que
respecta al castigo. Así, el derecho penal tiene como finalidad la protección de
la sociedad ante eventuales accionares que dañen a alguno de sus miembros y
es desde esta perspectiva que debe comprenderse su importancia; para esta
finalidad, el derecho penal se vale del establecimiento de distintas penas en
función de la gravedad del acto cometido.
Es importante decir que así, vemos como existe un gran desarrollo en lo que
concierne a la protección de la sociedad: ya no será la mera de venganza o el
hecho de causar el mal el derivado de un delito sino ante todo un proceso que
garantiza seguridad a los inocentes y reconoce derechos a los culpables.
Para finalizar cabe señalarse que existe también un derecho penal de carácter
internacional. El mismo remite a una serie de normativas que se aplican a
crímenes que trascienden las barreras de los estados, como por ejemplo los
llamados crímenes de lesa humanidad, crímenes que son lesivos a la propia
condición humana.
Penas Criminales.
El artículo 6 del Código Penal Dominicano establece que: "las penas en
materia criminal son aflictivas, infamantes o infamantes solamente". Ahora bien,
según el artículo 7 del referido Código (Modificado por la Ley No. 46-99 del 20
de mayo de 1999 del referido Código las penas aflictivas o infamantes son:
1) la reclusión mayor.
2) la detención.
3) la reclusión menor.
La Detención no podrá ser menor de tres años ni mayor de diez (Art. 21 citado
Código);
Art. 300.- El que mata a un niño recién nacido, se hace reo de infanticidio.
Art. 301.- El atentado contra la vida de una persona, cometido por medio de
sustancias que puedan producir la muerte con más o menos prontitud, se
califica envenenamiento, sea cual fuere la manera de administrar o emplear
esas sustancias, y cualquiera que sea sus consecuencias.
Art. 302.- (Modificado por las Leyes 64 del 19 de noviembre de 1924 G.O.
3596; 224 del 26 de junio del 1984 y 46-99 del 20 de mayo del 1999). Se
castigará con la pena de treinta años de reclusión mayor a los culpables de
asesinato, parricidio, infanticidio y envenenamiento.
Art. 303.- (Modificado por la Ley 24-97 de fecha 28 de enero de 1997 G.O.
9945). Constituye tortura o acto de barbarie, todo acto realizado con método de
investigación criminal, medio intimidatorio, castigo corporal, medida preventiva,
sanción penal o cualesquiera otro fin que cause a las personas daños o
sufrimientos físicos o mentales. Constituye igualmente tortura o acto de
barbarie la aplicación de sustancias o métodos tendentes a anular la
personalidad o la voluntad de las personas o a disminuir su capacidad física o
mental, aún cuando ellos no causen dolor físico o sufrimiento síquico.
Art. 303-1.- (Agregado por la Ley 24-97 del 28 de enero de 1997 G.O. 9945 y
modificado por la Ley 46-99 del 20 de mayo del 1999). El hecho de someter a
una persona a torturas o actos de barbarie se castiga con reclusión mayor de
diez a quince años.
El primero de los requisitos exigidos por el tipo atenuado de estos delitos contra
la libertad, es que sea el autor quien da libertad al detenido o encerrado, lo que
excluye los casos en los que sea la actividad de la víctima o la intervención de
terceros lo que ocasiona la cesación de la situación de
detención.
Los delitos más comunes contra el patrimonio son el hurto, el robo, siendo éste
una modalidad agravada de aquél, la estafa, las defraudaciones, la apropiación
indebida, el alzamiento de bienes o los daños, ya sean éstos dolosos o los
cometidos por imprudencia grave.