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39 MONOGRAFÍA
Tableros empujados
Grupo de Trabajo 3/10
TABLEROS EMPUJADOS
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Ejecución
Monografía Presentación
Coordinador:
Benjamín Navamuel Aparicio (ULMA)
Miembros:
Jordi Revoltos Fort (SENER)
José Mª Martínez Gutiérrez (SARENS)
Guillermo Lorente Perchín (GGRAVITY ENGINEERING)
Antonio Reyes (PERI)
David Arribas Mazarracín (FCC)
José Manuel Peña Pascual (TECPRESA)
Oscar Ramón Ramos (ORRAMOS INGENIERÍA / UNIV. DE CANTABRIA)
José Antonio Llombart (INGENIERO CONSULTOR)
Ricardo Llago Acero
Juan Manuel Linero Moya (BBR.PTE)
José M Simón – Talero Muñoz (TORROJA INGENIERÍA)
Luís Matute Rubio (IDEAM)
Carlos Castañón Jiménez (IDOM / MC2)
Tomás Ripa Alonso (LRA INFRASTRUCTURES CONSULTING)
Patricia García Rodriguez (ACCIONA)
Carlos Bajo (FERROVIAL)
Rafael Pérez Valencia (SACYR)
Narciso Pulido Asín (SACYR)
Raimon Rucabado (MEKANO4)
Germán Bares Lucindo (MEKANO4)
Carlos Polimón Olabarrieta (DRACE INFRAESTRUCTURAS)
Jesús González (ENERPAC)
Patrick Ladret (FREYSSINET)
Antonio Vázquez Salgueiro (GGRAVITY ENGINEERING)
Juan Rodado (GRUPO PUENTES)
Índice
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Capítulo 0. Principios del méteodo de empuje incremental
Tal es el caso de los puentes empujados. Precisamente el adjetivo “empujado” hace referencia
al proceso constructivo de la estructura. Los elementos y particularidades del sistema se
describen y analizan en los siguientes capítulos.
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M-39. Tableros empujados
1. Desarrollo histórico
Estas son heredadas directas de los puentes de madera, cuya tipología fundamental era la
celosía desarrollada desde los tiempos del Imperio Romano, pasando por los magníficos
puentes de Palladio (s. XVI), (figura 1.1), hasta las realizaciones suizas, alemanas y francesas
del siglo XVIII (con luces de hasta 100m en la segunda mitad de siglo).
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Capítulo 1. Desarrollo histórico
A partir de aquí, las celosías saltaron a América, siendo los ingenieros estadounidenses los
que continuaron esta escuela. Sin embargo, será en Europa a través del ingeniero R.
Stephenson con su Britania Bridge en 1850 (figura 1.2), el precursor del primer gran puente
tubular con la viga cajón de acero. Se alcanzó la sorprendente luz de 142m.
En un plazo relativamente corto, se comenzó a usar el sistema de empuje para estos puentes
de celosía metálicos, estableciéndose el primero de los hitos en la historia de los puentes
empujados. Se alcanzaron luces comprendidas entre los 60 m y 100 m, si bien, para esas
luces tan excepcionales en la época, se recurría al empuje de dos semitableros o la
disposición de pilas intermedias provisionales, por lo que los voladizos usuales se situaban
en máximos de 50 m (Figuras 1.3 y 1.4).
También desde los inicios, se comenzó a compensar la flecha en la punta del voladizo
mediante el empleo de una nariz de lanzamiento (estructura metálica ligera en el frente de
avance) o la implantación de una torre de atirantamiento. Hasta la aparición y generalización
del uso del teflón, el empuje se realizaba sobre rodillos, con un sistema similar al que se utiliza
en las modernas cimbras autolanzables.
Figura 1.3. Construcción por empuje del viaducto de Scorff (línea Nantes-Chateaulin, 1860-62).
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M-39. Tableros empujados
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Capítulo 1. Desarrollo histórico
Durante el empuje el tablero descansaba sobre los apoyos POT definitivos que disponían de
una lámina de teflón en cara inferior que deslizaba sobre una chapa de acero inoxidable
colocada sobre las pilas. Esta configuración permitía una carrera de desplazamiento de 960
mm. Cuando se acababa la carrera se levantaba el puente con cilindros hidráulicos y se corría
el apoyo POT de nuevo a la posición inicial.
El puente sobre el río Inn (en la pequeña localidad de Kufstein en Austria, muy cerca de la
frontera con Alemania) de 1965, también de Leonhard, es el primer ejemplo claro del método
de empuje incremental que es consecuencia de la mejora y experiencia obtenida en la
construcción del puente sobre el río Caroní. Las dovelas se hormigonaban cada semana en
un parque adyacente al estribo, el empuje era continuo, sin izado de reposicionamiento de
apoyos y, aunque no disponía de pretensado de empuje, el pretensado de continuidad se
enfilo a posterioridad del empuje dentro de las almas del cajón.
Con este primer caso se pusieron en práctica la mayor parte de los conceptos teóricos del
método, consiguiendo importantes ahorros frente a la alternativa de cimbrar toda la estructura.
Sin embargo, se detectaron puntos débiles del método que podían ser mejorados con algunas
medidas:
2. Evitar los costes adicionales de realizar las juntas in situ entre segmentos
hormigonando cada segmento contra el anterior.
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M-39. Tableros empujados
Para la construcción de un puente sobre el río Inn, cada segmento de tablero se construía con
un encofrado convencional, apoyado sobre el terreno detrás de un estribo contra el segmento
precedente y cuando alcanzaba la resistencia suficiente se lanzaba una longitud igual a la del
segmento para dejar espacio en el encofrado para hacer un nuevo segmento. Para la vida de
servicio del puente se dispuso de un pretensado parabólico.
Durante los siguientes años, la fuerte competencia con otros métodos de construcción de
puentes, especialmente respecto a la técnica de las cimbras autolanzables,
produjo numerosas mejoras y ajustes del método. La inserción de almohadillas de
neopreno-teflón entre tableros y apoyos de lanzamiento evitó la necesidad de levantar el
tablero tras cada empuje (Figura 1.6). La nariz de lanzamiento ha variado desde una celosía
a vigas de alma llena metálicas (Figura 1.7) o de hormigón o incluso se ha sustituido
por un atirantamiento frontal provisional de carga variable. Los sistemas de tiro con
cilindros hidráulicos han evolucionado hacia dispositivos compactos de rozamiento que
proporcionan un movimiento suave del tablero con grandes márgenes de seguridad
gracias al control electrónico del proceso. El desarrollo de programas informáticos
facilitó el cálculo de las envolventes de tensiones de lanzamiento y los movimientos de la
forma más precisa y rápida.
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Capítulo 1. Desarrollo histórico
Figura 1.7. Lanzamiento puente cerca de Kufstein. Las pilas rectangulares son provisionales.
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M-39. Tableros empujados
2. Viabilidad
Un puente empujado es, en esencia, una estructura que se construye en una posición distinta
a la definitiva y que posteriormente es desplazada a ésta deslizando sobre una sucesión de
apoyos situados en sensible prolongación del eje longitudinal del puente. Este proceso
constructivo tiene una serie de implicaciones que deben tenerse presentes en todo el proceso
de realización del puente: concepción estructural, proyecto y construcción.
Así, el proceso constructivo particular debe ser tenido en cuenta con precisión en el diseño
del puente: no puede ser empujado un puente que no haya sido diseñado y calculado para
ser construido por este procedimiento, o sin hacer una adaptación completa del proyecto.
Además de los aspectos tecnológicos, el desarrollo del método de lanzamiento ha sido posible
gracias a la generalización del uso del ordenador en el análisis de puentes, que permite
abordar de una manera sistemática el problema de una estructura que va pasando por
diferentes estados.
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Capítulo 2. Viabilidad
Sin embargo, si en los orígenes del método el proceso estaba fundamentalmente limitado por
la técnica, y los puentes lanzados debían adaptarse a unas geometrías muy específicas por
su sencillez –por lo que su análisis era relativamente simple- en la actualidad la técnica ha
sufrido un avance espectacular de manera que pueden realizarse con garantía maniobras
antes impensables, constantemente monitorizadas y en unos plazos muy cortos, lo que
permite el lanzamiento de geometrías menos favorables, a costa de exigir un diseño y análisis
más complejos.
Aún con todos estos avances, no todos los puentes pueden ser lanzados.
Este apartado está, en consecuencia, dedicado a estas singularidades que el proceso
constructivo por empuje confiere a las estructuras así ejecutadas que permite hablar de los
empujados como un tipo de puentes en sí mismos.
Un aspecto destacable en lo referente a la “empujabilidad” de un tablero es la relación entre
el efecto de las cargas a puente terminado y los esfuerzos que se producen durante el empuje,
conforme se trata de explicar a continuación. Las cargas totales gravitatorias a considerar en
la fase de servicio del puente (situación “persistente” en el argot normativo) están constituidas
por la suma ponderada del peso propio, resto de carga permanente o carga muerta y las
sobrecargas de uso; en fase de empuje las cargas a considerar son sólo las correspondientes
al peso propio de la estructura del tablero que se empuja (en un puente mixto habitualmente
sólo lo correspondiente a la sección metálica, aunque en algunas ocasiones se lanza el tablero
con las prelosas) y una sobrecarga de construcción. La diferencia entre ambas cargas suele
ser importante, lo que posibilita el empujar tableros de una luz considerable, sin que las
cuantías se vean incrementadas por el proceso constructivo elegido. Este hecho, que es más
evidente en el caso de tableros mixtos o de ferrocarril, en los que la proporción peso propio
empujado / cargas totales en servicio es más elevada, hace que el empuje de un tablero sea
una técnica muy competitiva para un rango amplio de luces.
Se presentan a continuación algunas consideraciones relativas a la “empujabilidad” de un
tablero. Para mayor claridad de la exposición se han agrupado aquéllas en los siguientes
epígrafes:
• Limitaciones geométricas
• Longitud del tablero
• Sección transversal y peralte
• Sistema de empuje
• Tipo de sección. Luces y cantos del tablero
• Puentes de canto variable
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M-39. Tableros empujados
La geometría (trazado) más favorable para poder construir un puente por empuje es aquella
en la que las alineaciones de deslizamiento, generalmente en los extremos inferiores de la
sección, son de curvatura y torsión constantes o nulas.
En un caso general, la geometría de deslizamiento está formada por una pareja de curvas
que se desplaza sobre una serie de puntos en el espacio. Si esta pareja de curvas tiene una
separación constante (por ejemplo, deslizando sobre los extremos inferiores de un puente con
sección de ancho inferior constante), el deslizamiento de un puente así configurado podría
asemejarse al del envainado de una espada, siendo posible sólo tres geometrías de puentes
lanzables-envainables: recta, circular o helicoidal (Figura 2.2).
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Capítulo 2. Viabilidad
Así, sin considerar aún la flexibilidad del puente y tomándolo como infinitamente rígido, sólo
serían posibles las siguientes configuraciones de geometrías de lanzamiento sobre dos curvas
de deslizamiento equidistantes y superponibles a sí mismas, mostradas en las figuras 2.4 a
2.10 y que podríamos llamar geometrías canónicas:
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M-39. Tableros empujados
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Capítulo 2. Viabilidad
Figura 2.9. Deslizamiento sobre carriles circulares concéntricos paralelos de diferente radio.
Figura 2.10. Deslizamiento sobre carril recto y carril helicoidal de eje el carril recto.
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M-39. Tableros empujados
De los casos anteriores puede extenderse el deslizamiento sobre otras superficies (toros,
paraboloides, hiperboloides…) siempre que las trayectorias sean rectas, circulares o
helicoidales.
Si bien hasta ahora se ha considerado el deslizamiento implícitamente continuo, la realidad
de un lanzamiento ocurre sobre una serie discreta de puntos de apoyo, por lo que las
condiciones antes establecidas no han de extenderse a lo largo de las curvas sino a puntos
discretos de las mismas. Así, un tipo adicional teórico de curvas que permitirían deslizamiento
serían curvas periódicas de módulo constante.
En este caso, todos los vanos deberían tener la misma luz, y los puntos de deslizamiento de
las pilas deberían estar alineados según una recta, circunferencia o hélice (Figura 2.11).
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Capítulo 2. Viabilidad
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M-39. Tableros empujados
largo del viaducto. Esta adaptación de trazado es más susceptible de ser llevada a
cabo en puentes de ferrocarril, donde los radios de curvatura en planta y en alzado
son mayores.
Puentes rectos con alineación en alzado recta y parte en Kv.
En estos casos se puede construir el tablero realizando un empuje distinto desde cada
estribo del puente. Sin embargo, presentan el inconveniente de tener que realizar dos
parques de prefabricación y una dovela de cierre. Además, en puentes de carretera se
añade el problema geométrico de la transición de peralte.
Por último, hay que mencionar la casuística que aparece en los tableros de puentes de
ferrocarril con vía sobre balasto. En éstos, la rasante de la vía no tiene por qué coincidir con
la del tablero, puesto que se puede construir un balasto de espesor variable que acomode la
rasante de la vía al perfil del tablero. En este caso se deberá tener en cuenta en el cálculo la
carga adicional que supone el sobreespesor de balasto que se disponga.
La longitud del tablero a lanzar viene determinada fundamentalmente por el trazado, que debe
corresponder con una de las tres geometrías canónicas antes mencionadas o de sus
asimilables, en todo el tramo a lanzar. Podría darse el caso de un trazado con dos geometrías
canónicas diferentes entre los estribos –por ejemplo, un tramo recto y otro circular, o dos
tramos circulares, pero de diferente radio de curvatura – en cuyo caso el puente podría
subdividirse en dos lanzamientos, como ya se ha indicado anteriormente, realizando el empuje
de sendos trazados canónicos desde cada estribo.
Así, de forma general, la máxima longitud de tablero a lanzar corresponde al mayor tramo en
el que el trazado pertenece a una geometría canónica, o es asimilable a una de ellas.
Otro factor que puede determinar la máxima longitud del tablero empujable es el peso del
mismo, que, caso de tratarse de un tablero muy largo y por tanto muy pesado, podría impedir
su empuje con los medios técnicos disponibles.
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Capítulo 2. Viabilidad
El espacio disponible tras los estribos para ubicar el parque de empuje no determina la
longitud del tablero a lanzar, ya que generalmente no se empuja el puente ensamblado en su
totalidad detrás del estribo, sino que se subdivide en tramos o dovelas que van empujándose
sucesivamente. Sin embargo, este espacio disponible sí puede determinar si el empuje es
viable o no. Así, es necesario disponer de la longitud que resulte necesaria con respecto a la
del primer vano para asegurar el equilibrio en la primera fase de empuje o, en su defecto,
disponer contrapesos que aseguren dicho equilibrio; también se puede suponer en estos
casos alguna pila provisional intermedia entre el estribo y la primera pila.
Por último, también hay que tener en cuenta el trazado en planta tras el estribo desde el que
se empuja, puesto que dicho trazado puede afectar al parque de fabricación o al relleno o
excavación que sea necesario hacer en dicha zona.
Para poder empujar un tablero, no es el eje del mismo el que debe seguir una alineación
empujable, sino que es su intradós al que se debe referir dicha empujabilidad. Por otra parte,
resulta evidente que para garantizar la estabilidad transversal del tablero se requieren dos
líneas de apoyo, que deben ser paralelas en todo momento, salvo excepciones puntuales.
Además, los apoyos sobre los que se empuja tienen un determinado ancho por los que estas
dos líneas son dos superficies o planos de deslizamiento (Figura 2.13).
En los casos en los que el tablero tiene un bombeo en la losa superior (puentes rectos de
carretera y puentes de ferrocarril), se suelen colocar los dos patines inferiores de una misma
sección a igual cota.
Cuando el tablero tiene un peralte constante, lo más usual es desfasar verticalmente las dos
líneas de apoyo en una dimensión igual a lo que resulte de multiplicar su intereje por el peralte.
También se pueden disponer los dos patines a la misma cota, con lo que se obtienen almas
de altura distinta. Se suele preferir la primera disposición con el fin de tener almas de igual
rigidez longitudinal y de menor peso. Cada uno de los dos patines de deslizamiento debe estar
preferiblemente en horizontal para evitar tendencias a la deriva lateral del tablero o para evitar
esfuerzos adicionales de guiado.
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M-39. Tableros empujados
En general, los puentes con variación de peralte son empujables si su intradós mantiene un
peralte constante. En estos casos, se debe recurrir a variaciones de la altura de las almas o
a sobre-espesores de la losa superior.
Por último, tienen un peralte ligeramente variable aquellas soluciones vistas en el apartado
anterior en las que el tablero está sobre un plano inclinado o sobre una esfera.
En el caso de puentes metálicos o mixtos, la sección transversal típica es la de cajón, si bien
se han lanzado otras tipologías, como bijácenas adecuadamente arriostradas
transversalmente y/o en las que habitualmente se refuerza su ala inferior.
El deslizamiento se suele realizar sobre las platabandas inferiores, lo más próximo posible a
su encuentro con las almas. La relativa esbeltez de las almas y las grandes reacciones que
reciben a lo largo del empuje hace necesario una cuidadosa evaluación de los fenómenos de
inestabilidad (patch loading), que puede requerir un refuerzo de las almas.
Un aumento global del espesor de las almas para afrontar el patch loading, además de
antieconómico, conlleva un incremento del peso a lanzar, por lo que suele recurrirse a
rigidizarlas de diversas formas. Las células inferiores, tanto interiores como exteriores –y tanto
mejor, ambas a la vez- mejoran considerablemente la respuesta al patch loading (Figura 5.12).
Una precaución a tener en cuenta en lanzamientos de secciones cajón es la disposición de
elementos que cierren el circuito de torsión de la sección cuando ésta se lanza sin la prelosa
superior.
Durante el empuje casi todas las secciones pasan por posiciones de apoyo y por el centro de
luz, por lo que la alternancia de flexiones positivas y negativas afecta a todas ellas. En
consecuencia, en puentes de hormigón pretensado, el pretensado que se introduce en el
tablero para el empuje suele ser sensiblemente centrado por lo que es interesante tener una
sección transversal eficiente, es decir, con poca área (lo cual también proporciona menor peso
y menores esfuerzos de flexión) y con módulos resistentes altos. Por ello, la sección cajón y
bijacena son las comúnmente utilizadas para estos tableros descartándose por lo general
secciones tipo losa o secciones en pi.
En tableros mixtos es común empujar la parte metálica del tablero y posteriormente
hormigonar la losa del forjado y, en su caso, el hormigón de fondo en los tableros de doble
acción mixta. En lo que respecta a la sección metálica, ésta puede ser un cajón en forma de
U, que se arriostra superiormente de forma provisional durante el empuje para dar rigidez a
torsión al tablero o puede disponerse un tablero bijácena compuesto por dos vigas doble T.
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Capítulo 2. Viabilidad
En este caso, las alas inferiores deben tener la suficiente anchura y rigidez para recibir y
soportar las cargas que se transmiten durante el empuje.
Las esbelteces normales para puentes de hormigón pretensado de carretera suelen ser h/L =
1/17 ó 1/18 hasta 1/20. Para puentes de ferrocarril de alta velocidad se suelen disponer
esbelteces del orden de 1/12 ó 1/14, llegándose hasta 1/17.
En puentes metálicos o mixtos, al ser más ligeros, las esbelteces que resultan son algo
mayores, del orden de 1/20 o 1/25. En puentes de ferrocarril, las esbelteces habituales rondan
el valor h/L = 1/16.
A partir de una determinada luz puede resultar antieconómico un puente de canto constante,
siendo una de las posibles alternativas el empleo de tableros de canto variable (Figura 2.14).
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M-39. Tableros empujados
El canto variable confiere al tablero una geometría alejada de la canónica. Sin embargo, a
pesar de la geometría en principio tan desfavorable para el lanzamiento, en ocasiones es
posible su construcción por empuje, y son varias las realizaciones que han empleado este
método.
Una de las formas de abordar el lanzamiento de un puente con canto variable puede ser “no
recurrir al canto variable”, es decir, realizar el lanzamiento sobre unas líneas de deslizamiento
que no sigan el canto variable. Así, puede realizarse el deslizamiento sobre la platabanda o
cordón superior (Puente de García-Sola. Figura 2.15), que sigue la alineación del tablero y no
el canto variable. Este procedimiento tiene el inconveniente de que requiere unas estructuras
auxiliares sobre las pilas para situar los apoyos de deslizamiento a la cota correspondiente;
además, la acción de estos elementos auxiliares sobre las pilas puede resultar condicionante
en su dimensionamiento.
Otra alternativa puede ser adosar unos carriles de lanzamiento provisionales, que sigan la
trayectoria del canto constante, como en el lanzamiento del viaducto sobre el río Nalón, que
se muestra en la figura 2.17, con carriles adosados lateralmente a las almas; o inferiormente,
por medio de celosías auxiliares, como se realizó en el puente sobre el Río Caroní en Ciudad
Guayana, Venezuela (Figura 2.16).
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Capítulo 2. Viabilidad
Puede también realizarse el lanzamiento deslizando por la platabanda inferior (que acompaña
el canto variable). Este procedimiento requiere incorporar en el cálculo la geometría real de
dicho canto, mediante una secuencia precisa de modificación de cotas de apoyos.
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M-39. Tableros empujados
Por último, una solución original que posibilita el lanzamiento de un tablero con canto variable
puede ser adaptarlo al sistema ábaco. Este método, ideado por Julio Martínez Calzón,
virtualmente desvincula en la fase de empuje el “exceso” de canto, reduciendo el tablero a
lanzar a un canto constante igual a su canto mínimo, y disponiendo el “exceso” de canto
variable, necesario para el correcto funcionamiento del puente en servicio, en unos elementos
en forma de ábaco situadas sobre las pilas, que dan nombre al sistema (Figura 2.19 y 2.20).
La disposición del ábaco reduce en fase de empuje los voladizos máximos, y en situación
definitiva, una vez conectados dintel y ábaco, aporta todas las ventajas del canto variable. Sin
embargo, dicha conexión ha de ser tratada cuidadosamente.
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Capítulo 2. Viabilidad
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M-39. Tableros empujados
3. Sistemas de empuje
3.1. INTRODUCCIÓN
Se han considerado dentro de este apartado aquellos sistemas de empuje que precisan un
punto de reacción externo para transmitir la fuerza de empuje al terreno. Casos típicos de
estos sistemas son aquellos que utilizan como punto fijo de reacción, por ejemplo, el estribo
de lanzamiento, el propio parque de prefabricación, o bien, puntos de anclaje ex profeso
(macizos de hormigón, anclajes al terreno, etc.) en algún lugar de la traza.
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
Cilindros verticales
Guiado lateral
Figura 3.1. Detalle de cilindros de empuje por fricción instalados en estribo de salida.
El sistema, completado con una placa fija de frenado, permite realizar un proceso cíclico de
movimiento longitudinal y recuperación de los cilindros hidráulicos de empuje.
La esencia del sistema se basa en una reacción vertical suficiente y en una adecuada
distribución de los rozamientos: alto en el contacto entre el tablero y los cilindros hidráulicos
de elevación, y bajo entre estos mismos cilindros y la superficie de deslizamiento inferior.
Además, para movilizar el tablero, la fuerza de fricción sobre los cilindros de empuje ha de ser
mayor que la suma de fricciones del resto de apoyos deslizantes, inclusive la del parque de
dovelas.
La versión más simple de este sistema consiste en ubicar los equipos de empuje en el estribo
de salida del parque de dovelas. La configuración más habitual los sitúa por delante del eje
de apoyo definitivo. En el caso de que los apoyos definitivos del puente estuvieran
previamente instalados, se debe siempre evitar que durante el proceso de empuje el tablero
se apoye en ellos (para no quitar reacción vertical en el sistema de empuje). Los cilindros
hidráulicos transmiten el empuje al tablero por su parte inferior. Es un método habitual para
un viaducto de sección cajón y los cilindros transfieren el empuje bajo las almas de la sección
del tablero gracias al máximo rozamiento que se puede transferir a la dovela por medio de la
placa de elevación-empuje ubicada sobre los cilindros que izan y descienden la dovela. Junto
a ellos longitudinalmente está ubicado el macizo de frenado que a su vez sirve de reacción y
anclaje a los cilindros hidráulicos de empuje.
Estos equipos de empuje con cilindros hidráulicos de fricción están también recomendados
para puentes de hormigón con pendientes longitudinales ascendentes de hasta un 5%
aproximadamente, si bien también se pueden utilizar tomando ciertas precauciones con
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M-39. Tableros empujados
Cilindro vertical
• (2) Se bombea aceite en la cámara de los cilindros de elevación, hasta que el tablero
se eleva lo suficiente (unos 20 mm) para liberar el bloqueo existente entre el tablero y
freno consiguiendo además elevar la reacción vertical. En este momento el puente
descansa sobre los cilindros de elevación y es retenido por los cilindros de empuje.
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
• (4) Una vez agotada la carrera de los cilindros hidráulicos horizontales de empuje, se
procede a bajar los cilindros de elevación. El tablero pasa entonces a descansar de
nuevo sobre el freno, habiéndose avanzado la carrera de los cilindros longitudinales
de empuje (normalmente entre 250 y 500 mm).
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M-39. Tableros empujados
Con esto, la reacción vertical de levantamiento que condiciona la fuerza de empuje depende
de la posición relativa entre los equipos de empuje y los apoyos adyacentes en los que se
sustenta el tablero. Por ello en tableros de gran longitud se requiere una distancia considerable
entre los equipos de empuje y el parque de dovelas.
Asimismo, los cilindros longitudinales de empuje tienen que ser dimensionados para la mayor
fuerza de empuje considerando la fricción y la pendiente longitudinal del tablero. Relativo a la
fricción, se refiere a la existente en el parque de dovelas (entre el 16% y 20%, si se desliza
directamente sobre el mismo) y en los apoyos de empuje (entre el 3% y el 5%).
• El rozamiento estático provoca que la fuerza de empuje al comienzo de cada ciclo sea
máxima para poder contrarrestarlo.
En el caso en que el tablero sea empujado con pendiente negativa, los dispositivos de empuje
por fricción pueden tener una capacidad de retenida que suele ser la mitad de su capacidad
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
La fuerza de empuje disponible no siempre es mayor al empuje máximo necesario. Esto suele
suceder en los empujes de las primeras y las últimas dovelas cuando la reacción vertical en
el sistema de empuje no es suficiente. En estos casos, suele ser necesario un sistema auxiliar
de empuje, conformado por unas barras o cables unidos a unos elementos auxiliares
conectadas a la nariz o a las dovelas adyacentes a ella (mediante un elemento tipo lapa unido
a la parte inferior del tablero). Como se observa en la figura 3.4, este sistema auxiliar se
puede materializar mediante unos alojamientos laterales a ambos lados de los cilindros de
empuje en los que se ancla uno de los extremos de cada barra (o cables) y el extremo opuesto
tira del tablero.
Figura 3.4. Complementación tiro con barras al sistema de empuje por fricción.
Como las capacidades de empujes estándar de estos sistemas suelen estar entre las 600 t y
las 700 t, y el coeficiente de rozamiento en placa se puede considerar de forma conservadora
entre un 50% y 60%, las reacciones verticales mínimas a conseguir para que el sistema no
patine deben estar entre 1.200 t y 1.400 t.
Existen otras combinaciones disponibles menos habituales que se pueden aplicar a los
puentes empujados con sistema de fricción, tales como el sistema de empuje de fricción en
tándem: se emplea fundamentalmente en puentes de gran longitud. Este sistema trabaja con
dos o más equipos básicos en tándem (Figura 3.5), uno en el estribo de salida y el resto en
las pilas. Esto implica instrumentar las carreras los sistemas de empuje y realizar el empuje
de manera sincronizada electrónicamente.
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M-39. Tableros empujados
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
• Colocar los cilindros en una ménsula insertada en la parte trasera del puente o dovela
a empujar. En este caso, el cilindro acompaña el movimiento del tablero y el extremo
opuesto de la barra se dispone anclado al estribo o murete de reacción actuando de
anclaje pasivo. (Figura 3.9).
Los tiros máximos combinados van desde pocas decenas hasta más de 500 T por cilindro, en
función del peso propio del puente a empujar y de las pendientes longitudinales. Para
conseguir estos valores, se pueden emplear dos o más líneas de tiro en función de la
capacidad máxima de las barras roscadas/cilindros de tiro, el peso y la geometría del tablero
en cuestión. La longitud de las barras puede llegar hasta los 12m por motivos de transporte.
Figura 3.7.1 Apoyo del cilindro huecocontra estribo. Figura 3.7.2 Ménsula de reacción en el estribo.
Los cilindros de tiro están montados sobre un puente de tesado (taburete o silla) y constan de
dos conjuntos de anclaje a la barra:
• El primero por encima del cilindro bloquea la barra en su parte móvil durante las
emboladas, y
• El segundo dentro del puente de tesado, que bloquea la barra durante la recuperación
del cilindro evitando el destensado de la misma.
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M-39. Tableros empujados
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
Dichos cilindros de tiro deben tener doble cabeza con anclajes del cierre (superior e inferior)
o estar montados sobre un taburete o puente de tesado con un sistema de clavado de cuñas,
para evitar el destensado del cable durante la recogida del cilindro. (Figura 3.10).
En la mayoría de los empujes se pueden emplear dos o más líneas de tiro en función de la
capacidad máxima de los cables/cilindros de tiro, el peso y la geometría del puente en
cuestión.
Los tiros máximos combinados van desde pocas decenas hasta más de 1.000 T, en función
del peso propio del puente a empujar y de las pendientes longitudinales.
La utilización de barras o cables depende de las longitudes a empujar en cada una de las
fases en que se divide el empuje, recomendándose el uso de cables en el caso de longitudes
grandes.
El principal inconveniente del tiro con barras frente al sistema de cables es la longitud máxima
de las barras. Éstas normalmente tienen una longitud máxima de 12 metros y precisan la
utilización de manguitos de empalme en el caso de empujes de mayor longitud. Los cables no
precisan de estos empalmes intermedios.
El tiro con cables tiene como inconveniente frente al sistema de barras que los equipos de tiro
son más sofisticados y que los cables precisan mayor cuidado y limpieza que las barras.
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M-39. Tableros empujados
• Pista de deslizamiento del tramo de tablero a empujar: para alojar los apoyos
provisionales de empuje.
Estas vigas requieren un anclaje al estribo o al terreno, que es lo que diferencia estos sistemas
de los siguientes de deslizamiento que se mencionan en el siguiente apartado 3.2.2.
Estos sistemas presentan diferentes variantes en función del peso de la estructura a empujar
y de cómo se materializa el deslizamiento y el anclaje. Así, de menor a mayor peso a empujar
podemos encontrar sistemas que utilizan rieles metálicos sobre las vigas a sistemas con viga
de hormigón pretensado con agujeros o con mordazas de reacción.
Se han considerado dentro de este apartado aquellos sistemas de empuje en los que el punto
de reacción va variando según el avance del tablero. Los sistemas de deslizamiento que se
explican a continuación, tienen como principal característica que no necesitan fijarse o
anclarse al terreno, porque el propio peso del puente provoca una diferencia de rozamiento
entre dos planos horizontales muy cercanos creando un sistema de fuerzas cerrado que no
necesita de dicho anclaje.
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
Teflones
Patines
52
M-39. Tableros empujados
casos, cuando se quiere o es necesario tener un control de cargas continuo durante todo
momento del empuje, los patines incluyen un cilindro hidráulico interior de doble efecto que
nos da lectura en cada instante de la carga vertical que soporta.
Elementos de empuje: son cilindros hidráulicos de doble efecto horizontales que van unidos
a los patines de deslizamiento y que se anclan consecutivamente a los topes laterales
existentes en cada carril de deslizamiento. Son los elementos que proporcionan la fuerza
horizontal para empujar el puente. Cuando llegan al final de su carrera, se recogen
automáticamente y se conectan a los topes siguientes de su carril.
Lubricante: Es el elemento que se aplica a la parte superior de los teflones para un mejor
deslizamiento de la base de los patines sobre ellos.
Generador hidráulico: Es el elemento que suministra la potencia necesaria para operar los
cilindros de empuje y/o de los patines. Pueden ser eléctricos y/o diésel.
Orejeta de retenida, en
empujes cuesta abajo
Figura 3.13. Vista lateral del sistema de deslizamiento. Skidshoes (patín hidráulico) de 500 T.
Las capacidades de los sistemas de deslizamiento son muy variadas, si bien siempre tiene
que haber una relación entre las cargas verticales en los patines a mover durante el empuje
y las fuerzas horizontales necesarias. Esta relación nunca debe ser menor que el 10%
(coeficiente de rozamiento) en los patines de deslizamiento que no dispongan de cilindros de
empuje y al menos del 50% en los que sí. Así, existen patines desde 25 T o 50 T de capacidad
unitaria hasta 1.000 T pasando por distintos rangos intermedios (90 T, 150 T, 300 T, 500 T,
750 T, etc.).
En función del tipo y peso de puente a empujar, serán necesarios más o menos elementos.
Normalmente son necesarias dos líneas de carriles de deslizamiento (siempre paralelas entre
sí), aunque puede haber más. El número de patines de deslizamiento dependerá del número
de puntos resistentes del puente a mover y/o de la carga que se pueda aplicar sobre cualquier
53
Capítulo 3. Sistemas de empuje
de ellos. Y el número de cilindros de empuje horizontales dependerá del peso total del puente
a empujar.
La superficie de apoyo de los carriles debe ser siempre plana, nivelada y resistente para las
cargas a transmitir durante el empuje. Su profundidad dependerá en cada caso del tipo de
terreno y del peso del puente que deslice sobre él.
La velocidad normal a la que pueden empujar un puente estos sistemas de deslizamiento es
de unos 12 m/h, si bien en función del número y tipo de generadores y cilindros longitudinales
de empuje que se empleen esta velocidad puede aumentarse o disminuirsepor un coeficiente
de 1,5 aproximadamente.
Los sistemas de deslizamiento pueden absorber radios en planta para hacer empujes curvos,
en función de la longitud unitaria de los carriles y de los patines. En estos casos, es necesario
fijar los carriles a su suelo de apoyo para evitar cualquiera falta de alineamiento debido a su
interacción con los cilindros de empuje.
Para los lanzamientos o empujes de puentes, los sistemas de deslizamiento se suelen utilizar
en las trazas detrás de los estribos donde se preparan las zonas de montaje y fabricación del
puente. A veces, estos sistemas también se pueden incorporar a las pilas por las que “se
lanza” el puente, si son de dimensiones mayores a las normales.
A pesar de su cierta rigidez, estos sistemas de deslizamiento están muy indicados en empujes
de puentes en los que el control de cargas sea una necesidad o requerimiento. Es un sistema
que permite controlar las cargas en cualquier instante de las maniobras y corregirlas según
se requiera. En la práctica, cuando se utilizan patines hidráulicos se pueden ajustar mejor los
cálculos de los elementos del puente a lanzar pues no se tienen por qué añadir más
coeficientes a la estructura de los necesarios debidos al procedimiento de lanzamiento, al
poder estar controlado en cada instante. Sobre todo, en puentes mixtos, esto suele repercutir
en un ahorro de la cantidad de acero que se necesita para el lanzamiento lo que siempre es
muy interesante desde el punto de vista económico de la obra en sí.
En el caso de los patines hidráulicos, estos sistemas de deslizamiento pueden situarse por
sus propios medios debajo del puente a desplazar, tomar carga elevando la carrera de los
cilindros hidráulicos de sus patines, desplazar el puente hasta la posición deseada y
descargarlo sobre sus apoyos definitivos (o temporales) actuando con los cilindros hidráulicos
verticales en el sentido contrario.
Se han considerado dentro de este apartado aquellos sistemas de empuje que no precisan
un punto de reacción externo y que no necesitan de cilindros hidráulicos horizontales para
transmitir la fuerza de empuje. Esta fuerza de empuje viene generada por algún tipo de motor
eléctrico o diésel. Además, normalmente cuando se utilizan el esquema estático del puente
durante el empuje no suele variar, lo que podría indicar que estos sistemas no se ajustan tanto
al ámbito de este documento como los anteriores. En España y dada nuestra orografía, este
tipo de sistemas descritos a continuación no son tan usuales, aunque en otras partes de
mundo su uso es mucho más frecuente por lo que se ha considerado oportuno mantenerlos
en el documento como referencia.
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
La velocidad normal a la que pueden circular estas plataformas de transporte puede llegar a
ser la del paso de una persona, es decir hasta unos 3 Km/h, aunque en las maniobras de
empuje de puentes estas velocidades son mucho menores (de metros/hora).
La nivelación de la plataforma también puede ser controlada, para ajustar el bastidor a la
posición más horizontal posible, incluso en el ascenso/descenso de rampas como pendientes
transversales. Figura 3.17.
Figura 3.17. Esquema de compensación longitudinal de suspensiones subiendo una rampa para
mantener el chasis horizontal.
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
Para el estudio del cálculo de una plataforma de transporte para un lanzamiento de un puente
(o en una operación o maniobra determinada) a parte del resto de factores normales, se han
de tener en cuenta los siguientes aspectos:
1.- Carga por eje: que viene determinada por:
1.a. - El peso total de la parte del puente que le corresponda,
1.b.- Por el número de módulos que se puedan acoplar geométricamente,
1.c.- Por la carga en vacío de la plataforma y de sus estructuras auxiliares (por
ejemplo, estructuras metálicas de recrecido en altura).
2.- Tracción total necesaria: que viene determinada por el número de ejes autopropulsados
que se instalen.
3.- Capacidad total de freno necesaria: que viene determinada por el número de ejes
convencionales que se instalen.
4.- Pendientes en la zona por la que se debe pasar: tanto longitudinales como transversales.
5.- Posición del centro de gravedad conjunto: tanto de la carga que le corresponda del puente
a trasladar, como el de su propio peso y/o el de las estructuras auxiliares necesarias. Según
la altura de este centro de gravedad conjunto, así será más o menos estable su transporte
(tanto longitudinal como transversalmente), pudiendo condicionar el número, la disposición
y/o la conexión hidráulica de sus ejes.
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Capítulo 3. Sistemas de empuje
Figura 3.22. Ejemplos de empujes de puentes con barcazas para cruce de ríos.
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M-39. Tableros empujados
Es posible también que se utilicen como elementos de puro transporte sobre agua ya bien sea
en tramos individuales del puente o de una pieza entera.
63
Capítulo 3. Sistemas de empuje
movilización/desmovilización sea mucho mayor que su coste de alquiler durante las fases de
montaje.
Figura 3.25. Ejemplo de barcazas en paralelo como puro elemento de transporte de un puente.
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M-39. Tableros empujados
durante su estancia en stand by (o, por ejemplo, en puerto) o bien durante las distintas etapas
de las maniobras. (Bita; poste asegurado a la cubierta).
Equipo de remolque. Este equipo nos permite conectar la barcaza al remolcador mediante un
cable de remolque para ser movida.
Equipo o sistema de lastrado interno. Este quipo nos permite trasegar agua entre los diversos
tanques de lastre de la barcaza, o bien lastrar (metiendo agua desde el exterior) o deslastrar
(sacando agua del interior) en caso de ser necesario.
Spuds o patas de posicionamiento. Son normalmente 4 patas verticales dispuestas en las
esquinas de la barcaza que se pueden hincar en el fondo y dejar la barcaza en una posición
fija. Los hay que son capaces incluso de levantar toda la barcaza fuera del agua, si bien no
es normal su uso para un lanzamiento de un puente.
Equipo de fondeo. Se da especialmente en aquellas barcazas que están pensadas y
diseñadas para realizar transportes marítimos u oceánicos o realizar parte de sus actividades
en alta mar. Dichas barcazas, disponen de anclas y cadenas, que se estiban en un pozo de
cadenas dispuesto para tal fin, y que permiten en un momento determinado fondear la
embarcación. Igualmente, disponen de cabrestantes que también nos permiten cobrar o
recuperar toda la cadena cuando sea preciso.
Equipos de iluminación. Equipo necesario durante la navegación nocturna. Por último, existen
incluso barcazas modulares con rangos inferiores de capacidad, que se pueden montar en
obra como unión de elementos tipo contenedores. Sus principales ventajas son que pueden
formar una barcaza de las dimensiones casi ideales y que se transportan por tierra en
camiones convencionales, lo que disminuye mucho su coste de movilización y
desmovilización.
Este tipo de barcazas modulares ha evolucionado mucho en los últimos tiempos, llegando a
haber en el mercado algunas con cargas admisibles en cubierta similares a las barcazas
normales y que se montan en obra en pocos días. Figuras 3.26 y 3.27.
65
Capítulo 3. Sistemas de empuje
Figura 3.27. Load out de una viga artesa de 1.000 t sobre una barcaza modular.
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M-39. Tableros empujados
alcanzará un valor mínimo por pequeño que sea) la retenida es necesaria en los empujes de
puentes metálicos y/o mixtos fundamentalmente por dos factores:
Las contraflechas de ejecución y la posición relativa de los apoyos de deslizamiento durante
el empuje pueden provocar que, pese a que la traza carezca de pendiente, existan situaciones
durante el empuje en que tengamos el puente con una tendencia a avanzar por sí solo.
Las deformaciones en punta durante el empuje, especialmente en situaciones de voladizos
máximos, previas a maniobras de recuperación de flecha a la llegada a una pila, pueden
implicar giros de importancia en la pila inmediatamente anterior a la que vamos a alcanzar,
efecto coincidente además con situaciones de carga máxima en dicha pila, lo que puede hacer
también que el puente tenga una tendencia a avanzar por sí solo.
Citar por último los empujes que se realizan con un mástil desde el que se pesca al puente,
ya que en estos casos la fuerza de tiro horizontal que introducen los cables utilizados para
pescar el puente está siempre activa (incluso cuando no se está empujando) y la retenida es
fundamental.
67
Capítulo 3. Sistemas de empuje
coeficiente de seguridad que queramos dar al sistema, el cual, para un valor de S=2 implicaría
en este ejemplo un dispositivo de frenado o retenida con una capacidad de 120 toneladas en
el sentido longitudinal del puente.
Es importante señalar en este punto el interés de que la retenida sea activa, para no tener
que entrar a evaluar condiciones más complejas de cantidad de movimiento. Si la retenida no
es activa, habría que ser más conservador de cara al dimensionamiento de la misma para
tener en cuenta el mayor esfuerzo que supone detener una masa en movimiento libre.
Además, en función del tipo de terreno o situación del puente, su macizo o punto de anclaje
muchas veces puede resultar más costoso que los propios equipos de retenida.
Siguiendo con el comentario del párrafo anterior, en general se debe intentar que en todos los
casos los dispositivos de retenida estén actuando de manera constante y continua durante
todas las fases de los lanzamientos de un puente. Es decir, la retenida debe ser activa y tenida
en cuenta como un elemento fundamental y similar a los de empuje. El riesgo de disponer de
una retenida no activa radica en la existencia de un cierto desfase entre su necesidad de
funcionamiento y su puesta en carga.
Un tema muy importante a tener en cuenta es la coordinación entre los sistemas de tiro y/o
empuje con los sistemas de retenida activa. Su funcionamiento debe ser controlado
conjuntamente y simultanear las paradas necesarias de cada uno de los dos sistemas para
que los tiempos de realización de las maniobras no se vean dilatados en exceso.
También se debe tener en cuenta que al ser la retenida activa supondrá siempre una fuerza
en sentido contrario al avance que se pretende dar al puente durante su lanzamiento, por lo
que se tendrán que incrementar la capacidad de los equipos y sistemas de tiro y/o empuje en
el mismo valor que la capacidad de retenida. Figura 3.28.
Figura 3.28. Sistema de retenida activa por cable junto con sistema de deslizamiento.
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M-39. Tableros empujados
Antes de citar los principales tipos de retenida, queremos mencionar al menos las dos
posiciones principales de los puntos de anclaje o fijación de los equipos de retenida.
Normalmente suelen ser:
• El propio estribo desde el que se lance el puente, o
• Un punto o zona en la parte trasera del parque de empuje en el que se prepare a tal
efecto un muerto trasero (o varios y/o en distintas posiciones).
La principal ventaja del estribo es que ya es un elemento existente y, por lo tanto, se podría
aprovechar caso de que tuviese la capacidad necesaria. En cambio, el punto de conexión de
la retenida en la sección del puente que corresponda se aleja durante los empujes de la zona
de inicio de las maniobras y su recuperación suele retrasar o condicionar los tiempos o
rendimientos del empuje.
Esto no ocurre con los muertos de anclaje traseros en el parque, pero en cambio son nuevos
elementos a añadir para las maniobras y lograr su capacidad necesaria puede ser más o
menos costoso dependiendo del tipo de terreno que tengamos en la traza de cada obra.
Una valoración detallada y particular de ambas posibilidades en cada caso nos dirá qué opción
es la más conveniente para nuestro empuje.
Figura 3.29. Vista de un empuje cuesta abajo con muerto trasero y retenida activa.
La retenida activa no tiene por qué suponer un elemento distinto de los ya utilizados y
mencionados para el empuje de un puente, especialmente en caso de puentes metálicos y/o
mixtos. Figura 3.29. Por eso, los tipos de retenida principales pueden concretarse:
69
Capítulo 3. Sistemas de empuje
Como ya comentamos entonces, la principal ventaja de las de cable frente a las de barras es
que la longitud de cable no es un factor a tener en cuenta durante las maniobras (se pude
cortar el cable que sea necesario), mientras que con las barras su longitud está limitada a
unos cuantos metros y, aunque se pudiesen empalmar unos tramos con otros implicaría una
actividad más a tener en cuanta durante los lanzamientos.
Un caso particular a tener en cuenta en el caso de puentes empujados de hormigón por
dovelas sucesivas mediante sistemas de fricción (o incluso en alguno metálico y/o mixto de
grandes dimensiones) es el papel que puede desarrollar el coeficiente de rozamiento entre
los cilindros hidráulicos verticales y sus macizos de apoyo en estribos (o incluso en pilas)
como coeficiente de seguridad o “retenida” frente al deslizamiento. Los dispositivos de empuje
por fricción tienen una capacidad de frenado que es aproximadamente algo más de la mitad
de su capacidad de empuje, aunque en función del valor de la pendiente negativa puede ser
necesario un sistema de frenado auxiliar que aporte mayor capacidad. En este caso con
equipos de fricción se permiten distintos tipos de retenidas activas/pasivas o incrementos del
rozamiento en el cilindro de empuje.
Los elementos de enclavamiento pensados para fijar el puente en una posición determinada
al final o entre lanzamientos (sistemas de enclavamiento o frenos), o bien no son prácticos
pues no permiten ningún movimiento del puente, o bien actúan por rozamiento (por ejemplo,
levantado y/o presionando alguna sección del puente), por lo que no puede confiarse a ellos
una retenida activa.
Por último, a veces se han planteado o propuesto algún tipo de retenida más rudimentaria o
menos funcional, como colgar o retener el puente desde su parte trasera con contrapesos y/o
maquinaria pesada de uso común en obra civil. Estas soluciones deberían de plantearse
solamente en situaciones de emergencia y en puentes de pequeñas dimensiones o pesos.
Se pueden definir como sistemas mixtos de empujes de puentes aquellos casos en los que
se use una combinación cualquiera de los sistemas y equipos descritos en los apartados 3.2
y 3.3 (y sus sub apartados).
Para intentar explicar cómo son estos sistemas mixtos, pongamos un pequeño ejemplo
teórico del empuje de un puente mixto en varias fases:
Nuestro puente teórico se monta detrás de la traza del estribo 1 y se empuja en varias fases,
llegando a sus pilas de las que parte están cimentadas en tierra y parte en agua.
Supongamos también para simplificar que el puente no necesita nariz o pescante delantero ni
un mástil de atirantamiento sobre el tablero, por lo que su voladizo máximo delantero está
limitado a menos de la luz existente entre pilas.
La pendiente de empuje es descendente lo que obliga a disponer siempre de un sistema de
retenida durante todos los empujes y un sistema de enclavamiento entre los mismos.
Se ha elegido un sistema de deslizamiento en la traza detrás del estribo a lanzar, pues se
considera necesario tener un control continuo de las cargas en los apoyos deslizantes de la
traza.
Debido al gran incremento de peso propio a empujar que implica el hormigón con el que se
lanza el puente a partir de las primeras fases (prelosas superiores y/o inferiores, losa superior,
70
M-39. Tableros empujados
Cuando llegamos a la primera pila en el agua, hay una parte de su luz que se puede realizar
como en las pilas anteriores, pero llega un momento en que para seguir el empuje la
plataforma de transporte se debería meter en el agua. Por tal motivo, se ha previsto una
barcaza y un muelle preparados bajo la sombra del puente que nos permita realizar un load
out de la plataforma de transporte sobre la barcaza y que podamos llegar a la primera pila en
agua de una forma similar a las anteriores.
Para las siguientes pilas en agua, se vuelve a utilizar la misma barcaza con una estructura
metálica de recrecido sobre ella (ya sin las plataformas de transporte). Así podremos alcanzar
el resto de pilas en el agua con un concepto similar a las de tierra, salvo que cambiando las
plataformas de transporte por la barcaza.
Al final, las últimas pilas vuelven a estar cimentadas en tierra, por lo que se vuelve a repetir
las maniobras anteriores haciendo un load in para la primera pila en tierra y utilizando las
71
Capítulo 3. Sistemas de empuje
plataformas de transporte como en las primeras pilas podremos llegar al estribo 2 y terminar
nuestro empuje.
Como indicativo, este sistema es viable para cargas de varios miles de toneladas y luces
medianas-grandes de 50-60m en adelante
En el hipotético y teórico ejemplo anterior, hemos combinado muchos de los sistemas de
empuje, de retenida y de enclavamiento mencionados en los apartados anteriores.
Obviamente, es muy difícil que se den todas estas combinaciones en un empuje de un mismo
puente, pero no es nada extraño que se puedan dar dos o más combinaciones de estos
elementos y/o sistemas en casos reales.
Más difícil de clasificar como “sistemas mixtos”, pero que entendemos esta es la parte del
Manual donde mejor encajan, estarían los empujes de puentes por el método de “pesca”. Una
pesca se podría definir de la siguiente manera:
Por sistema de pesca de un puente se entiende aquel empuje que necesita de una torre o
mástil fijo de atirantamiento (de “pesca”) situado en una pila o estribo contrario a donde se
construye el puente. Figuras 3.32 y 3.33.
La pesca suele ser aconsejable cuando el puente a empujar tiene un vano que cruza un valle
muy profundo o un medio fluvial sobre los que no se puede actuar (por ejemplo, por laderas
muy pronunciadas o por motivos medio ambientales).
En una pesca el puente se empuja, por cualquiera de los sistemas de empuje citados
anteriormente, con un voladizo máximo delantero (todo lo que su estructura soporte) para que
su distancia a pescar se reduzca y sea lo más pequeña posible.
Después, se conecta un sistema de retenida trasero en la última sección del puente a empujar.
Seguidamente, se conecta la torre de pesca en la sección frontal del puente. La torre debe
estar anclada y arriostrada en todas las direcciones para poder soportar los esfuerzos de la
pesca.
72
M-39. Tableros empujados
Figura 3.32. Vista general de la pesca del Viaducto de Lanjarón (Granada 2001).
Por último, se conectan los elementos de vientos transversales también en su sección frontal
y anclados en el estribo/pila a alcanzar, para absorber los esfuerzos en esta dirección. Estos
elementos suelen ser unidades hidráulicas de cable similares a las de la retenida trasera del
puente.
Con una acción combinada de todos estos elementos (retenida trasera, sistema de
deslizamiento en traza, torre de pesca y sus arriostramientos, más las unidades de vientos
transversales) y con un riguroso control geométrico del puente y de cargas en todos estos
elementos se puede salvar el vano en cuestión hasta alcanzar la pila siguiente (o estribo de
llegada).
Como se puede entender, este sistema de pesca es de los más complejos y caros que existen
para el empuje de un puente, por lo que su uso no es corriente y queda exclusivamente
limitado a los casos en los que no se puedan aplicar los sistemas anteriores (por los
condicionantes indicados u otros particulares de cada empuje).
Figura 3.33. Vista general de la pesca del Pabellón Puente (Zaragoza 2008).
73
Capítulo 3. Sistemas de empuje
En cualquier caso y por todos los motivos ya citados, la pesca se suele restringir a un único
vano de empuje, pues si hubiese que repetir todas sus actividades en varios vanos sucesivos
(y, por ejemplo, ir desplazando la torre de pesca y todos sus elementos cada vez) sería un
motivo más que suficiente de por sí para plantearse otro tipo de sistema de empuje.
En el mundo se han realizado pocas pescas de puentes, pero es en España donde se han
realizado dos de las más significativas.
Por último, mencionamos en este apartado una de las últimas patentes españolas relativas al
empuje de puentes: “Diseño y optimización de un Nuevo Sistema de Empuje Continuo de
Puentes Metálicos (Mixtos) y sección constante mediante métodos Numéricos y validación
experimental, basado en doble cajón colaborante para luces de hasta 150 m”. Patente WO
2013/001115 A1 (ES-2368318 (B2)), DCNLBS. Figura 3.34.
Esta patente aún no se ha llevado a la práctica. Su idea principal consiste en usar el primer
tramo a empujar (el más alejado al estribo de lanzamiento en su posición final) para reforzar
la parte del tablero metálico que va a estar más solicitada durante el empuje (la que antes de
llegar a la pila delantero queda sobre la pila anterior, con el voladizo máximo). Este tramo
delantero se superpone y une temporalmente al tablero en esa sección para duplicarla.
74
M-39. Tableros empujados
4.1. INTRODUCCIÓN
75
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
Por último, dentro de este capítulo, se describirán otra serie de elementos auxiliares no tan
significativos como los anteriores, pero que podemos encontrarnos con mayor o menor
frecuencia a la hora de construir un puente utilizando el empuje como procedimiento de
ejecución.
Los apoyos de deslizamiento para el empuje son todos aquellos elementos usados durante el
lanzamiento de un puente metálico, mixto o de hormigón, que, situados en la traza (o parque),
estribos, pilas provisionales y/o definitivas permiten el apoyo y deslizamiento de la estructura
empujada, soportando las cargas provenientes del tablero y ofreciendo el menor rozamiento
posible al avance.
En algunas ocasiones es posible implementar modificaciones o refuerzos a los apoyos
definitivos del puente para que se usen también como apoyos deslizantes provisionales. Esto
es más habitual en el caso de puentes de hormigón y también, aunque con menor frecuencia,
en puentes metálicos/mixtos con pequeñas cargas y deformaciones.
En otros casos, suele ser más habitual utilizar apoyos de deslizamiento provisionales
independientes de los definitivos. En los estribos y pilas suelen estar situados en una posición
geométrica muy parecida a la de los apoyos definitivos del puente durante su vida útil (de
hecho, normalmente es necesario un gateo de sustitución de unos por otros al final del
lanzamiento). También hay casos en los que por las dimensiones de la pila/estribo, es
necesario añadir unas ménsulas o puntales metálicos auxiliares. Ambos tipos de apoyo,
provisionales y definitivos, pueden en algunos casos estar situados a la vez durante los
lanzamientos.
76
M-39. Tableros empujados
el apoyo puede darse sobre vigas de deslizamiento en el parque de hormigón, sobre apoyos
puntuales fijos o sobre carretones o patines de deslizamiento.
Nos centramos en este apartado en los apoyos provisionales de deslizamiento en el resto de
puntos de apoyo de la traza: estribos y pilas (definitivas o provisionales).
La estructura que conforma el apoyo suele ser metálica y de cierta extensión, para repartir la
carga que recibe el apoyo deslizante en la mayor longitud posible. La dimensión de este
elemento vendrá determinada por la capacidad del puente de recibir una determinada presión
en esa longitud de apoyo deslizante. A veces, como veremos al hablar de los elementos de
guiado, también se puede aprovechar este elemento como soporte del guiado lateral del
puente.
Se pueden clasificar los apoyos provisionales de deslizamiento en función de varias de sus
características. Así podemos hacer divisiones:
En función de su capacidad de giro
En función del elemento sobre el que se desliza
En función de la posibilidad de regulación en altura
77
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
Figura 4.1. Apoyo deslizante longitudinal Figura 4.2. Apoyo deslizante con rótula
con cilindro hidráulico vertical. esférica con cilindro vertical.
o Sin rótula
La rótula puede no existir, ver figuras 4.3.1. y 4.3.2.
La figura 4.3.1 por ejemplo, muestra apoyos de puentes de hormigón empujados por dovelas
sucesivas con nariz delantera con pequeñas flechas de recuperación a la llegada a pilas (lo
que implica giros muy pequeños o despreciables en los apoyos deslizantes de la pila/estribo
anterior).
Figura 4.3.1: Apoyo deslizante sin rotula para empuje de puentes de hormigón
por dovelas sucesivas.
78
M-39. Tableros empujados
La figura 4.3.2 (*) muestra un apoyo hidráulico para puentes metálicos/mixtos (con varios
cilindros repartidos en vez de uno grande central como en 4.1 y 4.2) donde es suficiente con
el control de su carga al no tener un giro considerable por salvar una luz pequeña.
(*) En realidad, esta figura representa un apoyo sin rótula mecánica, pero con rótula hidráulica ya que
sí admite un cierto giro
Figura 4.3.2. Apoyo deslizante hidráulico sin rótula (mecánica) para empuje
de puentes metálicos con deformaciones frontales pequeñas.
79
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
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M-39. Tableros empujados
- En la cara superior la bandeja dispondrá de una lámina de acero inoxidable pulido por la que
deslizarán las almohadillas de empuje teflonadas. Dicha lámina deberá estar fijada al apoyo
durante el proceso de empuje, pero debe poder ser retirada una vez finalizado dicho empuje.
- La bandeja deberá contar con unos chaflanes que faciliten la entrada y la salida de las
almohadillas durante el empuje.
- El apoyo montará unos bloqueos temporales que permitan las rotaciones necesarias
inducidas por el tablero mientras que, a la vez, impidan el deslizamiento de la bandeja durante
el empuje.
81
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
1 Tablero 2
1 Almohadilla 2
deslizante
Apoyo de empuje 4
3
3 4
Una vez finalizado el empuje se procederá a pasar los apoyos POT a situación de servicio
realizando las siguientes tareas:
- Retirar la lámina de acero inoxidable utilizada para facilitar el empuje.
- Fijar la bandeja superior al tablero (mediante un procedimiento de atornillado o soldado) y
retirar los bloqueos temporales para no coartar los desplazamientos longitudinales y/o
transversales del tablero. (Figura 4.8).
82
M-39. Tableros empujados
Las guías laterales aseguran que el tablero no se desvíe de su trayectoria teórica durante el
proceso de empuje.
Para cumplir con esta misión las guías deben de ser capaces de soportar los esfuerzos que
se pueden generar durante el proceso de empuje, por ejemplo:
En caso de tableros curvos, esfuerzos tangenciales generados en el extremo del tablero
debido al equipo de empuje.
Guías pasivas: Son aquellas en las que el elemento de guiado se encuentra fijo y sin
capacidad de regulación a través de un sistema de fuerza externo.
83
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
En este tipo de guía, en caso de que se requiera corregir la trayectoria del tablero es necesario
introducir calzos o suplementos para que, utilizando la propia fuerza del sistema de empuje
del puente se permita su recolocación (siempre y cuando la holgura del sistema de guiado lo
permita). (Figura 4.10).
Figura 4.10. Guía pasiva en pila (izquierda) y guía pasiva incluida en el apoyo deslizante (derecha).
4.2.2.2. Clasificación de las guías laterales en función del elemento en contacto con
el tablero
En función del elemento o material en contacto con el tablero se pueden distinguir los
siguientes tipos de guía:
Con almohadillas de deslizamiento
Esta tipología emplea como elemento de contacto entre el cuerpo de la guía y la estructura
almohadillas de deslizamientos formada por teflón – neopreno (similares a las usadas entre
apoyos provisionales) o de polietileno especial (ver foto derecha en Figura 4.10). Suelen ser
las más usadas, dado que sus coeficientes de rozamientos son menores, así como las
presiones transmitidas a la estructura.
Estas almohadillas pueden colocarse de forma fija en la guía o se pueden introducir según va
avanzando el tablero en la interfaz guía-tablero.
Con Rodillos
Esta tipología emplea rodillos como elemento de contacto entre el cuerpo de la guía y la
estructura pudiendo ser uniaxiales o, más comúnmente, trenes de rodillos o rollers.
84
M-39. Tableros empujados
Figura 4.11. Guías laterales de mástil fijo, cabezal fijo y tren de rodillos.
85
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
La nariz de empuje anticipa el contacto del tablero con la pila. El principal motivo para utilizar
la nariz de empuje es el de aligerar el tramo frontal de tablero con el objetivo de reducir los
esfuerzos en el tablero en las situaciones de máximo voladizo. Se trata, pues, de una solución
“pasiva” que se ha convertido en una solución tradicional en las tipologías de puentes. (Figura
4.12).
El papel de la nariz de empuje llega a ser más importante mientras el peso propio de la
estructura se incrementa, como en el caso de los puentes de hormigón. Los puentes mixtos
son construidos generalmente mediante el empuje de la sección metálica por lo que la nariz
de empuje no posee la misma relevancia que en el caso de los puentes de hormigón, llegando,
en alguna situación, a no ser precisa.
86
M-39. Tableros empujados
87
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
Los cordones inferiores de la nariz a veces se disponen con una forma de cuña, para facilitar
la entrada de la nariz en la pila. Figura 4.13. Si bien la fuerza longitudinal generada en el apoyo
frontal por el rozamiento, la pendiente y la acción de cuña puede ser elevada, la reacción
vertical de apoyo es tan pequeña que su componente horizontal es raramente capaz de
sobrecargar la pila. Pueden ser precisas mayores rotaciones en estos apoyos para que
puedan acomodar esta acción de cuña.
88
M-39. Tableros empujados
89
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
90
M-39. Tableros empujados
En el caso de puentes que disponen de un gran vano central y en los que es posible realizar
el empuje desde ambos estribos, el sistema de atirantamiento permite alcanzar longitudes de
vano mayores que con el uso de la nariz.
Figura 4.17 bis. Torre de atirantamiento más nariz de empuje para vanos de gran luz.
Viaducto del Canal de Beauharnois.
91
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
En ocasiones las dos “patas” de la torre pueden, a su vez, duplicarse, bien en forma de perfiles
paralelos o mediante una estructura en forma de A, lo que facilita el montaje de la propia torre.
(Figura 4.17).
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M-39. Tableros empujados
Las pilas provisionales constituyen un sistema eficaz para disminuir los esfuerzos durante el
lanzamiento, al reducir la longitud del voladizo.
Sin embargo, su utilización es poco habitual, dado que en pocos casos compensa el ahorro
obtenido en el tablero durante el empuje con el incremento de coste que implica la
construcción de una pila más, sus cimentaciones y los medios de control adicionales que
requiere. Figura 4.20.
93
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
Las condiciones en que puede ser interesante la construcción de una pila provisional son las
siguientes:
Pilas de altura pequeña o media
Cimentaciones directas
Zona de accesibilidad sencilla
Vanos mayores de 60 m
Vanos muy variables, con uno de ellos claramente penalizante
Posibilidad de reutilización de pilas provisionales en dos calzadas paralelas
Evitar la utilización de sistemas de estabilización lateral
Evitar la ampliación del parque de empuje.
94
M-39. Tableros empujados
Las pilas provisionales suelen ser mucho más flexibles que las definitivas, por lo que la
absorción de las fuerzas horizontales debidas al empuje debe complementarse con sistemas
adicionales similares a los descritos en el apartado de atirantamiento provisional de pilas. Ver
apartado 4.4.2.
Hay que tener en consideración el diferente comportamiento entre las pilas provisionales y
definitivas especialmente en relación con la mayor deformabilidad, asientos diferenciales e
inercia térmica. Figura 4.21.
Figura 4.21. Combinación de pilas provisionales metálicas con definitivas. Viaducto de Millau.
95
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
Figura 4.23. Contranariz en un tablero mixto. Figura 4.24. Contranariz en tablero de hormigón.
Lógicamente el primero de los objetivos se consigue fácilmente sin más que aumentar la
rigidez longitudinal de la pila. En el caso de viaductos de hormigón las necesidades de rigidez
y resistencia de las pilas durante el proceso de empuje no suelen introducir una penalización
destacada frente a las condiciones impuestas durante el servicio de la estructura, por lo que
no es necesario establecer ninguna otra actuación adicional sobre las pilas.
96
M-39. Tableros empujados
Sin embargo, en el caso de tableros metálicos y mixtos (Figura 4.25), la práctica ausencia de
fenómenos reológicos permite, en determinados casos, establecer una fijación longitudinal de
las pilas más altas al tablero en la situación definitiva del puente.
De esta forma es posible optimizar el diseño de la sección transversal de las pilas y de su
cimentación, aumentando notablemente la esbeltez de las pilas y disminuyendo la cuantía de
armadura. Esta esbeltez entra en conflicto con las necesidades de rigidez y resistencia
durante el proceso de empuje del tablero, en el que la pila puede estar sometido a elevadas
fuerzas horizontales trabajando en un esquema de ménsula.
97
Capítulo 4. Elementos auxiliares de empuje
Útil de carga que permite materializar la transferencia al tablero del tiro horizontal para el
empuje. Figura 4.27. Normalmente, en casos de empujes en varias fases se va reutilizando
en los distintos empujes.
98
M-39. Tableros empujados
99
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
En primer lugar, se presentan en este capítulo las particularidades propias del Proyecto, tanto
de Construcción como el de Adaptación, de un puente empujado. Posteriormente se presenta
una relación de “ítems” o actividades mínimas a incluir en cada uno de los dos tipos de
proyecto; se trata de tener la lista de verificación o “checklist” de los aspectos mínimos que
debe considerar el proyecto para que pueda ser licitada la obra con suficiente conocimiento
de lo que haya que hacer y para que, posteriormente, pueda ser correctamente ejecutada.
• Contraflechas de ejecución
• Acciones a considerar
• El parque de empuje
• Parque de prefabricación
• Definición de la instrumentación.
100
M-39. Tableros empujados
101
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
• Cuando existen vanos de luces mayores que las anteriores, se pueden disponer
ábacos sobre las pilas y así reducir el vuelo máximo durante el empuje y aumentar el
canto en esa zona en situación definitiva (Figuras 2.19 y 2.20). También se puede
recurrir a un canto variable, aunque este hecho dificulta el empuje.
• Si el tablero es una celosía metálica las luces anteriores pueden aumentarse en
función del canto que tenga la celosía. (Figura 5.2).
• Los puentes de hormigón pretensado (Figura 5.3) son más pesados que los mixtos,
por lo que la luz máxima recomendable se reduce con respecto a la indicada para los
puentes mixtos. El rango habitual de luces de los puentes empujados de hormigón
pretensado de canto constante es 40-60 m, si se utiliza en su lanzamiento, como es
habitual, una nariz convencional, llegándose a alcanzar luces mayores (75-80 m) en
casos excepcionales.
102
M-39. Tableros empujados
• Los puentes para tráfico ferroviario deben soportar una sobrecarga más elevada que
los de tráfico rodado. Además, en estos puentes los requisitos funcionales en los
estados límite de servicio - ELS – (flechas y vibraciones) y de fatiga suelen ser más
estrictos lo que conlleva un aumento del canto y del peso por metro del tablero,
haciendo que el rango de luz aplicable sea mayor y alcanzándose luces de 75m.
Además de lo expuesto se puede recurrir a otras soluciones para aumentar la luz del puente
empujado. Así, se puede diseñar un extradosado que aumente el canto por encima de la
superficie de rodadura (Figura 5.4), disponer algún medio auxiliar que recoja la punta del
tablero en la posición de máximo voladizo (Figura 3.3) o empujar un puente atirantado (Figura
4.21).
103
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
El proceso consiste, en esencia, en ejercer una fuerza horizontal sobre el tablero, bien de
compresión a través de cilindros hidráulicos horizontales de empuje (Figura 5.5) o bien de
tracción mediante barras de tiro o cables (Figura 5.6), para forzarle a deslizar sobre los apoyos
dispuestos a lo largo de su recorrido. La fuerza horizontal a ejercer debe ser superior a la que
se opone al deslizamiento del tablero, suma del rozamiento y de la componente del peso del
puente a empujar según la pendiente longitudinal, como se expone seguidamente. En
consecuencia, la fuerza de empuje es máxima en las últimas fases de empuje en las que se
moviliza el tablero completo. Por tanto, son dos los aspectos críticos a considerar en relación
al proceso de empuje, sobre todo en los puentes de hormigón: minimizar el rozamiento sobre
104
M-39. Tableros empujados
En los casos habituales en los que se realiza el empuje ejerciendo la fuerza de translación
contra un punto fijo que suele ser el estribo, la fuerza necesaria para desplazar el tablero es:
F= (p + µ) . W
Donde:
p es la pendiente (positiva si es ascendente)
105
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
final de empuje (en kN) para distintas pendientes (positiva si la pendiente es ascendente en
el sentido del empuje)
Resulta evidente que a mayor pendiente se requiere mayor fuerza de empuje. Del análisis de
la tabla anterior podría deducirse que es preferible empujar a favor de pendiente puesto que
las fuerzas a ejercer son menores. Sin embargo, el rozamiento es un fenómeno variable cuyo
valor puede oscilar fácilmente entre el 1% y el 5% cuando se desliza sobre teflones. Dichas
variaciones hacen que el signo de algunas de estas fuerzas se invierta y haya que disponer
una retenida para evitar que el tablero se mueva descontroladamente.
Se repite la tabla anterior suponiendo un rozamiento del 1%
106
M-39. Tableros empujados
Durante la maniobra de empuje puede ser necesario controlar el movimiento del puente
cuando se empuja a favor de pendiente o cuando el rozamiento es reducido. El sistema
previsto para tal fin recibe el nombre de retenida y adopta diversas soluciones en función del
sistema de empuje.
La retenida, como ya se ha comentado, puede consistir en unos apoyos de neopreno
convencionales en el estribo desde el que se empuja, de forma que unos cilindros hidráulicos
verticales levanten el tablero durante el deslizamiento y posteriormente lo depositen sobre
estos apoyos concluida la maniobra. La retenida puede también adoptar la forma de cables
que, anclados al tablero y a unos cilindros hidráulicos fijos al macizo de reacción, resistan la
fuerza desequilibrada de deslizamiento del tablero.
El sistema de retenida debe ser capaz de sujetar un tablero que se está empujando en
pendiente (o incluso con pendiente nula, como ya se ha comentado en el apartado 3 anterior)
durante el tiempo que dura la maniobra de lanzamiento. Dado que, durante el empuje, los
patines de deslizamiento adoptan la pendiente del tablero, para evitar el deslizamiento del
tablero la fuerza de rozamiento debe ser superior a la componente del peso paralela a la
directriz.
El tratamiento que se le da a la retenida es diferente si el puente es de hormigón o si es
metálico o mixto:
Adicionalmente, para controlar los posibles movimientos de la estructura entre las diferentes
maniobras de empuje es necesario definir sistemas de bloqueo que sean capaces de
mantener el puente en las condiciones de seguridad adecuadas durante las semanas que
pueden pasar hasta que se realice el empuje del siguiente tramo de estructura. Uno de los
elementos que diferencia estos sistemas de bloqueo de los sistemas de retenida es
precisamente su permanencia en el tiempo lo que suele llevar, por ejemplo, a descartar
soluciones que empleen elementos hidráulicos para tal fin, por la mayor atención ante posibles
fallos frente a otros de tipo tope físico más sencillos de ejecutar y con mayor fiabilidad de
comportamiento.
5.1.4. Contraflechas
Los puentes metálicos empujados, al igual que cualquier otro puente metálico, se construyen
con unas contraflechas significativas (Figura 5.7), para compensar la flecha de carga
permanente en su esquema estructural definitivo. Estas contraflechas deben ser tenidas en
107
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
cuenta durante el proceso de empuje ya que modifican, en definitiva, las reacciones de peso
propio en cada uno de los patines de empuje y, en consecuencia, los esfuerzos en el tablero
en la fase de empuje correspondiente.
En la figura 5.8 se muestra un gráfico que compara el flector máximo que se produce durante
el proceso de empuje del Viaducto de Alvares (puente metálico empujado de luces
50+50+102+4x50) cuando se consideran las contraflechas y cuando no se hace. Se observa
la gran diferencia que se produce debido a que la existencia de contraflechas hacía que, si no
se hubieran corregido las cotas de apoyo en las pilas, el esfuerzo máximo en voladizo hubiera
sido el correspondiente a un voladizo de unos 57 m en lugar de los 50 m nominales.
20000
-20000
-40000
0 50 100 150 200 250
Distancia a la punta del voladizo [m]
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M-39. Tableros empujados
10000
9000 HIP I
8000 HIP II
REACCIÓN TOTAL (kN
5000
4000
3000
2000
1000
0
40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95
SECCION
Fig. 5.9. Comparación de esfuerzos de patch loading sin considerar contraflechas (hip I) y
considerándolas (hip II).
Se presenta también otro gráfico (Figura 5.9) en el que se muestra la diferencia de reacciones
en las reacciones de parque y las de los apoyos provisionales en las hipótesis de
consideración de flechas o en el caso de no hacerlo. Es de destacar que, en este caso, el
efecto venía agravado por tratarse de un empuje desde los dos estribos con contraflechas
para un vano de 102 m, pero empuje de voladizo máximo mitad de ese valor.
Por el contrario, en los puentes de hormigón pretensado las flechas durante el proceso
constructivo no son importantes puesto que el tablero se suele empujar con la sección
completa y limitando las tracciones, siendo por tanto su rigidez mayor. Es por ello que los
puentes de hormigón se construyen sin contraflechas. La materialización de unas
contraflechas sería contraproducente y complicaría inútilmente la construcción de las dovelas
y el encofrado en la zona del parque de fabricación.
Otro problema es cómo se introducen en los modelos de cálculo las contraflechas del tablero
(Figura 5.10). Con los avances de los programas de cálculo es posible recurrir a
procedimientos de cálculo no lineal o bien introducir las contraflechas como movimientos
impuestos en los nudos cuando el puente apoye en los mismos. El problema se agudiza, sin
embargo, por la existencia de diferentes configuraciones de apoyos a lo largo del empuje (una
109
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
por cada fase de empuje) por lo que hay que considerar, en cada fase la contraflecha de los
nudos que, en esa fase, se encuentran sobre cada apoyo en cuestión.
Además, hay que mencionar lo que pasa en la zona de tablero que se sitúa en la cola en cada
fase de empuje. Pensemos, por ejemplo, en una situación en que nos encontráramos con un
vano inicial (pila-estribo) con una luz relativamente importante, y un apoyo en estribo dejando
el parque libre; el giro producido en la sección dorsal modificará la geometría del nuevo tramo
de forma importante. Por ello, durante la construcción hay que tener en cuente este hecho,
para colocar en parque la dovela o tramo siguiente con la cota y pendiente que corresponda.
Por último, no hay que olvidar el efecto ya mencionado de las contraflechas sobre la pendiente
local en los apoyos provisionales de empuje y su influencia en la valoración del rozamiento y
en las acciones horizontales en cabeza de pilas.
Las acciones actuantes sobre el puente tanto en la fase de construcción como en servicio
deben quedar completamente definidas en el proyecto tanto en el de Construcción como en
el de “Adaptación”. Se podría decir que, a efectos de acciones a considerar durante el
lanzamiento de un puente empujado, se pueden distinguir dos tipos de acciones:
- Las generales que actúan sobre cualquier tipo de puente, como son el peso propio,
el viento (en este caso con una influencia mayor durante la construcción), etc.
110
M-39. Tableros empujados
o Las producidas por los movimientos impuestos derivados del ajuste de las
contraflechas del tablero a la topología (posición y cota) de los apoyos.
En cualquier caso, todas ellas tienen su especificidad en el caso de los puentes empujados,
como se va a comentar seguidamente.
a) El peso propio
El peso propio es la acción vertical dominante durante el empuje. Por ello su correcta
estimación es fundamental para el buen desarrollo del proyecto. Así, por ejemplo, en cada
fase de empuje se debe calcular considerando el peso propio de los elementos estructurales
que en ese momento constituyan el tablero. En el caso de los puentes mixtos es
importantísimo considerar en el cálculo el peso de hormigón de fondo de la zona de negativos,
en caso de que se lance con ese hormigón ya vertido, y el peso de la prelosa o losa superior
en las zonas en que exista este elemento estructural. En el caso de puentes de hormigón es
importante considerar el peso de las traviesas de las pilas y estribos, si es que se empuja con
estos elementos ya ejecutados.
En el Proyecto de Construcción se debe considerar un peso de acero del tablero que se ajuste
con suficiente precisión al real, para lo que habrá que considerar no solo los elementos
estructurales principales (almas, platabandas y chapa de fondo) sino también el peso de los
marcos de rigidización transversal y de la rigidización longitudinal, que no son despreciables.
En el caso de puentes curvos el peso propio genera una torsión que hay que considerar en el
cálculo: la torsión que se genera en el tablero puede ser importante y provocar un estado
tensional elevado en el caso de que la sección, en esa fase de empuje tenga una rigidez a
torsión reducida.
Además, no se debe olvidar en el cálculo el efecto de la pendiente longitudinal, que hace que
el peso propio pueda generar cargas horizontales no despreciables en las pilas, estribos y en
los elementos auxiliares de empuje.
Por último, indicar que es imprescindible considerar con suficiente precisión en el cálculo el
peso propio de los elementos auxiliares que se empleen, en especial el de la nariz de
lanzamiento, incluyendo en su caso los sistemas de recuperación de flecha (puertas, cilindros
hidráulicos …) y el de las torres de atirantamiento, incluyendo el peso de los tirantes y de sus
elementos de anclaje.
b) El viento
El viento es la principal acción transversal durante el empuje de puentes rectos y, junto con el
peso propio, la predominante en el caso de puentes curvos. La acción del viento se ejerce
sobre el tablero y fustes de las pilas, pero se hace notar, sobre todo en el dimensionamiento
de estos últimos, sin olvidar que también dimensionan las guías laterales de los apoyos de
lanzamiento.
111
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
Pero, ¿cuál es el valor de la acción del viento a considerar? Depende de la situación de cálculo
que se esté considerando. Así:
El rozamiento es, quizá, la acción más específica de un puente empujado. Esta acción resulta
determinante en el dimensionamiento del sistema de empuje y retenida y en las acciones
transmitidas a las pilas durante el empuje.
112
M-39. Tableros empujados
113
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
En lo que se refiere a la forma de aplicar la acción de empuje en puentes curvos, hay que
diferenciar si la acción de empuje se aplica según la tangente a la trayectoria (sistemas de
fricción) o según una cuerda, como es el caso de los sistemas que emplean barras de tiro o
cables. En este último caso se producen acciones sobre las guías laterales situadas en las
pilas, cuya importancia crece con el peso del tramo, el efecto de la luz de los tramos y el radio
de curvatura. Otro efecto que en ocasiones hay que considerar es la posibilidad real de
rozamientos diferentes en ambas alineaciones de empuje, con efectos de cierta importancia
en las pilas esbeltas a añadir a la flexión longitudinal.
114
M-39. Tableros empujados
En el caso de que se empleen torres de atirantamiento provisional, habrá que estudiar las
reacciones transmitidas por las torres al tablero, que serán variables dependiendo de la
posición que ocupe el tablero en cada fase de empuje. Es importante destacar que, en algunos
casos, la torre de atirantamiento no se encuentra en la sección de tablero situada sobre la pila
en el momento en que el voladizo es máximo. En tal situación, el tablero está sometido a una
importante carga vertical puntual que le genera un cortante y un flector de magnitud muy
elevada. Tampoco hay que olvidar que en muchas ocasiones se destesa la torre cuando ésta
se encuentra “circulando” por el centro del vano. Esto significa que la carga puntual aplicada
al tablero será menor, pero, en cualquier caso, no será despreciable ya que el peso propio de
la torre es importante. Es evidente que la carga transmitida por la torre y las diferentes fases
de tesado – destesado de la misma deben ser consideradas con detalle tanto en el Proyecto
de Construcción como en el de Adaptación.
g) Sobrecargas de construcción
Durante el empuje se debe considerar alguna sobrecarga sobre el tablero que cubra la
presencia de posibles acopios sobre él. Se suele considerar, al menos, 500 N/m2.
Además, si la ubicación del puente así lo recomienda, se debe considerar una sobrecarga de
nieve cuyo valor debe venir dado por el periodo de retorno correspondiente al plazo de
construcción del tablero. Si no se consideran plazos inferiores a 1 año resulta una carga a
considerar que es del orden del 80-85% de la carga característica de nieve empleada en el
cálculo del puente. Por otra parte, en muchos casos se empuja un tablero con sección cajón
cerrado que, durante el empuje está abierto en su cara superior. En estos casos se deben
dejar obligatoriamente previstos taladros para el desagüe de las aguas pluviales.
115
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
La modulación que se haga del tablero y su división en dovelas condicionará las dimensiones
del parque de prefabricación, por lo que es de gran importancia que esté fijado en el Proyecto
de Construcción. En el caso de tableros de hormigón, tendrá mayor importancia ya que la
longitud de la dovela dimensiona las dos primeras zonas del parque, tal y como se describe
en el apartado correspondiente.
En tableros de hormigón, es habitual proyectar una longitud de dovelas cuya longitud esté en
el entorno de los 15 a 30 m, siendo normal que esta dimensión resulte de dividir cada vano
en dos o tres tramos de igual longitud.
En tableros mixtos la longitud de la dovela no tiene mucha importancia. Depende de la
posibilidad de transporte entre el taller y la obra, y del tamaño de la bancada. En general se
trata de realizar en obra el menor número de soldaduras.
En lo que respecta a la modulación del tablero para empujarlo la premisa del equilibrio es
clara: en el primer lanzamiento se debe empujar –si el tablero es de sección constante - una
longitud que sea, al menos el doble de la luz del primer vano, lo que define claramente la
longitud mínima de parque. En el caso de que no se pueda alcanzar dicha longitud de tablero
en el primer lanzamiento habrá que recurrir a disponer contrapesos en la cola del tramo a
lanzar o a disponer pilas provisionales intermedias entre el estribo y la primera pila. En el caso
de puentes empujados de un vano se deben disponer artilugios especiales de cuelgue en la
punta y retenida en la cola para poder lanzar el tablero una vez que se ha superado la mitad
del vano (Figura 5.11).
116
M-39. Tableros empujados
Un puente empujado tiene un proceso constructivo evolutivo. El modelo de cálculo, por tanto,
tendrá que considerar las distintas fases de empuje: así, para una fase cualquiera, se deberán
incorporar al modelo estructural los elementos correspondientes a la nueva dovela ejecutada
y, posteriormente, simular el desplazamiento de la estructura, desde la posición inicial del
puente con la nueva dovela situada íntegramente en el parque de prefabricación hasta la
posición final con la dovela fuera de éste, apoyada en los apoyos frontales del parque,
calculando a su vez distintas posiciones intermedias (a determinar por el juicio del proyectista).
En cualquier caso, existen ciertas particularidades del proceso de cálculo que deberán ser
tenidas en cuenta sea cual sea el proceso de análisis que adopte el proyectista.
En primer lugar, es fundamental que el modelo de cálculo represente con precisión las
condiciones de apoyo de la dovela en el parque de prefabricación o sobre las pilas en que se
encuentre en ese momento determinado. Durante su empuje a lo largo del parque de
prefabricación, la nueva dovela, ya solidaria al resto del puente ejecutado, se ve sometida a
movimientos impuestos inducidos por el resto de la estructura, resultantes bien de los
movimientos de sólido rígido del puente en su desplazamiento o bien de los movimientos
inducidos por la deformada de peso propio del tablero. Dado que en el parque de
prefabricación la dovela se sustenta en una sucesión bastante próxima de apoyos y que
además el tablero se apoya en las pilas, los movimientos impuestos sobre un segmento de
estructura con un elevado grado de hiperestatismo vertical pueden resultar condicionantes en
las envolventes de esfuerzos y reacciones en las distintas secciones, sobre todo en puentes
de hormigón, que son más rígidos. Como ya se ha comentado, la consideración de las
contraflechas de ejecución en el modelo de cálculo es imprescindible en el caso de puentes
metálicos o mixtos empujados.
117
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
118
M-39. Tableros empujados
ala sometida a la reacción del patín de empuje. La existencia de esta célula constituye una
ventaja adicional puesto que trabaja como viga longitudinal entre dos marcos de rigidización
consecutivos, mejorando enormemente la resistencia del alma a “patch loading” sobre la
resistencia nominal comúnmente admitida en las Normas aplicables (EC-3 parte 1.5, por
ejemplo).
En definitiva, este es el aspecto del cálculo más específico de los puentes empujados
metálicos. La resistencia a patch loading del alma debe ser considerada ya en el Proyecto de
Construcción, puesto que muchas veces es el cálculo condicionante de algunos elementos
del tablero en especial en lo que se refiere a fijar el espesor del alma (y en ocasiones también
el espesor del ala inferior) en ciertas zonas del tablero, en especial en las de centro de vano.
Otro aspecto muy significativo del cálculo del tablero de los puentes empujados es la
variabilidad del flector de cálculo que aparece en cada sección a lo largo del empuje. Especial
mención hay que hacer a los flectores negativos que aparecen en las secciones de centro de
vano o de cuartos de luz que, en situación definitiva, son mixtas y se encuentran sometidas a
flectores positivos y que durante el empuje no tienen hormigón resistente y además soportan,
como se ha indicado, flectores negativos que pueden hacer que se abolle la chapa de fondo
o la platabanda inferior. En general, hay que estudiar con sumo cuidado el estado tensional
de estas secciones durante el empuje, rigidizando convenientemente las chapas comprimidas
y evitando la aparición de tensiones de compresión o de tracción excesivas.
En este aspecto hemos de decir que conviene ser prudentes en el dimensionamiento ya que:
o Hay que tener cierto margen de seguridad en el valor del peso propio, que es
la única acción gravitatoria que actúa durante el empuje.
o La interacción del patch-loading con la flexión negativa da efectos de difícil
cuantificación y no despreciables.
o Es previsible que se produzcan desequilibrios provocados por pequeñas
diferencias de cota entre los apoyos. Estos “desajustes” pueden generar
diferencias de reacciones y esfuerzos con respecto a los previstos; la
magnitud de estas diferencias puede ser importante y de difícil cuantificación
a priori.
119
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
o Dado que las guías laterales siempre tienen unas ciertas holguras, es
inevitable que se produzcan pequeños descentramientos del alma con
respecto a su posición teórica con respecto a los apoyos provisionales de
lanzamiento.
o Se debe mantener la estructura en el rango elástico, y así evitar
deformaciones plásticas remanentes en la estructura.
También hay que recalcar la variabilidad de las características mecánicas de las secciones
del tablero de un puente empujado. Como se ha indicado, suele ser habitual para que no se
incremente mucho el peso del tablero a empujar, efectuar el lanzamiento solo con la parte
metálica, vertiendo el hormigón de fondo en la zona de negativos y hormigonando la losa
superior una vez que el puente ya ha sido colocado en su posición definitiva. Esto significa
que las cargas de peso propio durante el empuje actúan sobre la sección metálica, de mucha
menor resistencia que la mixta final.
Es evidente que la comprobación tensional del tablero debe quedar perfectamente definida
en el Proyecto de Construcción puesto que, muchas veces condiciona las dimensiones y
espesores de las chapas en mucha longitud del tablero.
120
M-39. Tableros empujados
acueductos, en los que la relación entre las sobrecargas y las cargas permanentes es mayor
que en los puentes de carretera.
Fig 5.13. Viaducto sobre río Deza. Detalle de pretensado de continuidad superior e inferior.
Suele ser condicionante en el diseño la comprobación del tablero en Estado Límite de Servicio
de Fisuración, tanto durante la fase de construcción como en fase de servicio. Es muy
importante tener en cuenta que una vez que se permite la apertura de fisura, el tablero ya está
fisurado y las comprobaciones deben hacerse sobre la sección fisurada.
Además, se llama la atención sobre la posible presencia de vainas vacías durante el empuje
en la sección de centro de vano que reducen en algunos casos la capacidad de las almas en
los aspectos referentes a la introducción local de la reacción. Se trata de un importante
aspecto que debe ser evaluado en el diseño del tablero desde su origen. Por ejemplo, se
pueden dejar separaciones suficientes entre vainas que eviten su aplastamiento durante el
empuje.
121
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
5.1.9.1. Pilas
En primer lugar, es un condicionante evidente que el tablero ha de poder deslizar sobre la
subestructura, para lo cual se suelen disponer unos apoyos de deslizamiento específicos o,
menos habitualmente, se acondicionan los aparatos de apoyo definitivos del puente. Debe
preverse, tanto en un caso como en otro, las dimensiones suficientes en la cabeza de la pila
para disponer los elementos de deslizamiento y los cilindros hidráulicos de elevación que
permitan transferir el apoyo del tablero desde los apoyos provisionales a los apoyos
definitivos. Por ello, es preciso que la cabeza de la pila tenga unas dimensiones suficientes
para alojar, simultáneamente, los apoyos de empuje, los apoyos definitivos (bien en su
posición final o ripados hacia el interior para alojar los provisionales), así como los cilindros
hidráulicos necesarios para levantar el tablero en la operación de cambio de apoyo desde los
provisionales a los definitivos.
Fig. 5.14. Cabeza de la pila con el apoyo de empuje, apoyo definitivo ripado hacia el interior,
cilindros hidráulicos de elevación y guía transversal de empuje.
En la figura 5.14 anterior se observa que también debe preverse la disposición en la cabeza
de la pila de un tope guía transversal que garantice la alineación del tablero durante el empuje.
Dicho tope puede formar un único elemento junto con el apoyo de deslizamiento, o bien ser
independiente. La geometría de la pila debe, por tanto, contemplar la disposición de estos
elementos auxiliares de empuje que, en algunos casos muy particulares, como el de la figura
5.15 pueden llegan a tener unas dimensiones notables.
122
M-39. Tableros empujados
Puede darse también el caso de que el tablero se empuje sobre los mismos apoyos definitivos,
situados en su posición final sobre la cabeza de la pila, como por ejemplo los tableros de
hormigón con sección cajón empujados sobre los apoyos definitivos de tipo POT. Estos
apoyos se habrán dispuesto con los movimientos bloqueados antes de que la nariz de empuje
llegue a la pila correspondiente. Entre la lámina de acero inoxidable del POT y la cara inferior
del tablero se van introduciendo sucesivamente almohadillas de neopreno-teflón (con el teflón
en contacto con la lámina de acero inoxidable), que son “escupidas” por la cara frontal del
apoyo, debiendo los operarios realimentarlas continuamente por el lado dorsal a medida que
avanza el puente. Aunque en este caso no es preciso realizar la operación de cambio de
apoyos, sí es preciso realizar un levantamiento final del tablero para retirar la última
almohadilla de empuje de neopreno-teflón, por lo que la geometría de la cabeza de la pila
debe prever la ubicación de los cilindros hidráulicos de elevación también en este caso. Es
preciso señalar, no obstante, que prácticamente cualquier pila con un capitel previsto para
doble apoyo transversal del tablero dispone, por lo general, de superficie suficiente para alojar
unos cilindros hidráulicos para el levantamiento del tablero.
En lo que se refiere a la comprobación de las pilas es claro que deberán diseñarse para resistir
los esfuerzos generados por las cargas actuantes en el puente en servicio, pero también para
los esfuerzos inducidos durante el empuje. Un diseño adecuado de los sistemas de empuje
debería dar lugar a que los esfuerzos condicionantes para el diseño de las pilas sean los de
servicio y no los de construcción. Estos últimos son generados por la componente de la
pendiente y por las fuerzas de rozamiento durante el deslizamiento, para lo cual deberá
estudiarse y, en la medida de lo posible, ajustarse el coeficiente de rozamiento a utilizar para
las comprobaciones. Los esfuerzos son principalmente de flexión y cortante en puentes
123
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
5.1.9.2. Estribos
En lo que respecta a los estribos ya se ha indicado que, en el caso de que el sistema de
empuje sea el de barra de tiro o de tiro con cables, reciben toda esta carga horizontal por lo
que deben ser proyectados para resistir correctamente dicha carga. Además, actuando contra
ellos se pueden disponer los elementos de freno o enclavamiento que también deben ser
considerados en su diseño. Estos dos aspectos deben ser tenidos en cuenta en el Proyecto
de Construcción, ya que son cuestiones que afectan directamente a la validez del estribo y de
su cimentación.
Por último, indicar que los estribos de los puentes empujados suelen ser ejecutados en
dos fases: en la primera se llega hasta algo más abajo de la cota de la cara inferior del tablero
para que éste pueda sobrepasar el muro de frente durante el empuje. Posteriormente, una
vez todo el puente ha sobrepasado el estribo y, en caso de existir, se ha retirado la contranariz,
se ejecuta el murete de guarda y el relleno del trasdós del estribo.
124
M-39. Tableros empujados
• Utilizando una torre de atirantamiento que controle la flecha de la punta del puente
empujado, o
5.1.10.1. Nariz
Como se vio en el capítulo 4 la nariz es un elemento metálico ligero empleado como una de
las posibles soluciones para reducir los esfuerzos producidos durante el empuje en el vano
frontal de avance, de manera que las fases constructivas no condicionen el dimensionamiento
del tablero. Además de una reducción de esfuerzos, las flechas en punta se ven también
reducidas gracias al menor peso que tiene la nariz en comparación con el peso del tablero.
(Figuras 5.16 y 5.17).
125
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
126
M-39. Tableros empujados
Dentro del Proyecto de Construcción será importante caracterizar los siguientes aspectos
relacionados con la nariz de lanzamiento:
b) Capacidad de cada uno de los elementos que componen la nariz frente a los esfuerzos
globales a que va a estar sometida
Con carácter general será necesaria una comprobación a flexión y cortante de cada uno de
esos elementos que componen la nariz. Las dos situaciones que condicionarán de manera
fundamental dicho dimensionamiento, con momentos negativos y positivos, serán
respectivamente el máximo voladizo que alcance la nariz y las reacciones máximas en
situaciones en que la nariz haya alcanzado una pila. Es importante tener en cuenta que debido
a diferentes problemas geométricos (falta de alineación entre apoyos de deslizamiento,
irregularidades en las platabandas inferiores de la nariz, etc.) pueden producirse importantes
desequilibrios de carga entre uno y otro cuchillo de la nariz por lo que conviene calcular cada
uno de los mismos con una carga sensiblemente superior a la que directamente le
correspondería en el cálculo teórico. Al menos, se debería tener en cuenta en el cálculo la
diferencia de cargas entre los dos cuchillos que resulte de la existencia de un movimiento
127
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
diferencial entre los dos apoyos de la nariz de 2,5 cm para los puentes mixtos. Para puentes
de hormigón, se deben permitir desnivelaciones máximas del orden de 5 mm entre los apoyos
de una misma pila debido a la gran rigidez a torsión del tablero.
Adicionalmente es necesario comprobar la capacidad de los elementos transversales, tanto
verticales como horizontales, entre los dos cuchillos principales de la nariz ya que son los
encargados de evitar la posible distorsión entre ambos cordones y de reducir las diferencias
de carga entre los dos cuchillos. Además, la rigidización horizontal cumple una importante
función para hacer frente a las fuerzas transversales de viento o de reacciones introducidas
en el guiado lateral de la estructura.
128
M-39. Tableros empujados
La técnica de atirantamiento del frente de avance es un sistema activo ya que el control del
nivel de tensión de los cables permite regular los esfuerzos y deformaciones en la estructura
durante el empuje.
129
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
aliviado de su efecto, pero no así las secciones situadas entre la torre y la pila, en las que es
imposible modificar apreciablemente el nivel de estos esfuerzos. Sería este un criterio de
dimensionamiento en tensiones, toda vez que fijamos el nivel de atirantamiento tal que no
superen los esfuerzos considerados límite para el tablero.
Sin embargo, puede ser conveniente en otras ocasiones establecer como nivel de
atirantamiento aquel que logra anular la flecha en el extremo del voladizo en la situación de
llegada a la pila, de forma que este paso por la pila pueda realizarse de forma rápida y segura
sin necesidad de un pescante auxiliar y cilindros hidráulicos de remonte.
La elección de un nivel u otro de atirantamiento dependerá, fundamentalmente, de criterios
de tipo económico, buscando un equilibrio entre el dimensionamiento óptimo de las distintas
secciones del tablero y el propio dimensionamiento del sistema de atirantamiento.
● Una vez que se ha producido el paso por la pila.
Una vez que se ha producido el paso por la pila, y la torre de atirantamiento ha sobrepasado
la pila anterior a la de avance, la compresión que los cables ejercen sobre la torre provoca un
flector positivo en el vano entre pilas que puede llegar a ser sumamente perjudicial (sobre
todo en secciones mixtas a tiempo final que se empujan como secciones metálicas, con muy
poca cabeza metálica de compresión).
Por este motivo, es habitual realizar un destesado parcial de los cables una vez que el frente
de avance ha alcanzado la nueva pila. Debe evitarse establecer una parada prolongada en
esta situación (al igual que en la de máxima tensión de los cables), sobretodo en puentes
empujados en contra de la pendiente longitudinal, para evitar que cualquier retroceso
imprevisto del tablero sitúe el tablero con el máximo voladizo y con una baja tensión en los
cables.
Entre estas dos situaciones de máxima y mínima tensión de los cables pueden establecerse
variantes, en lo que se refiere a elegir para qué longitud de voladizo se realiza un nuevo
atirantamiento del sistema en cada fase de empuje. Es factible realizar también este tesado
de los cables en diversos escalones de carga conforme va aumentando la longitud en voladizo
del tablero, controlando de esta forma la flexión positiva que se introduce en el vano situado
bajo la torre. Igualmente, y en el caso extremo de que se realice un atirantamiento poco
agresivo, o en combinación con una nariz metálica, es posible llevar a cabo un único tesado
inicial del sistema de atirantamiento (previo al primer empuje) sin realizar posteriores
modificaciones del nivel de tensión de los tirantes (más que las debidas a los distintos
esquemas resistentes por los que transcurre el tablero).
En todo lo expuesto, y a la hora de evaluar los esfuerzos que introduce el sistema de
atirantamiento en el tablero, es conveniente tener en cuenta la excentricidad de los anclajes
de los tirantes con respecto al centro de gravedad del tablero, que introduce un flector positivo
uniforme no despreciable.
130
M-39. Tableros empujados
5.1.10.4. Contranariz
La contranariz consiste en una prolongación de la estructura en la parte trasera de la misma,
materializada mediante un elemento generalmente metálico, utilizado para poder finalizar el
lanzamiento del puente cuando el anclaje del sistema de tiro se encuentra situado junto al
estribo y no se dispone de suficiente longitud de tiro para llevar el puente a su posición
definitiva, o cuando el sistema de lanzamiento empleado no permite a la cola del puente
alcanzar su situación final sobre el estribo.
Dentro del Proyecto de Construcción será importante caracterizar los siguientes aspectos
relacionados con la contranariz de lanzamiento:
a) Longitud y definición geométrica de la misma.
Vendrá dada en función de la longitud mínima necesaria para los cables de tiro o en función
de la longitud restante para alcanzar el apoyo en el estribo en el momento en que los
elementos de deslizamiento encuentren obstáculo en dicho estribo para completar su avance.
b) Capacidad de cada uno de los elementos que componen la contranariz frente a los
esfuerzos a que va a estar sometida.
131
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
132
M-39. Tableros empujados
• Rigidez estimada para la obtención de los valores de las acciones sobre las guías.
133
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
• Rozamiento previsto
• Necesidad de retenida
• Zona de Compensación: con la longitud necesaria para evitar el vuelco del tablero en
la primera fase de empuje, hasta alcanzar la primera pila.
• Zona de empuje: donde se situan los elementos que realizan el avance de la dovela
ejecutada.
134
M-39. Tableros empujados
a) Dimensiones adecuadas:
En el caso de puentes metálicos y mixtos las dimensiones mínimas vendrán marcadas por la
necesidad de evitar el vuelco de la estructura durante el primer empuje, antes de alcanzar el
primer apoyo. Sus dimensiones máximas vienen condicionadas por la capacidad de los
medios de empuje y por las dificultades de inserción en la traza, bien por la necesidad de
135
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
En cualquier caso, tanto para puentes metálicos y mixtos como para puentes de hormigón
será necesario tener en cuenta en el dimensionamiento del parque en proyecto espacios para
permitir el tránsito de maquinaria y para alojar los dispositivos de empuje y el de retenida en
el caso en que éste sea necesario.
b) Capacidad portante adecuada y asientos admisibles en el parque de fabricación:
Tanto si se sitúa el parque de fabricación en un desmonte como, con mayor motivo aún, si el
parque va situado sobre un terraplén, será imprescindible definir en proyecto las
características necesarias para el terreno de apoyo y en caso de que no sean las adecuadas
definir las actuaciones a realizar, que pueden encaminarse, bien a mejorar las características
del terraplén o a acelerar su asentamiento previamente al montaje de las superficies de
deslizamiento, o bien para el apoyo de los carriles de deslizamiento mediante cimentación
profunda, que deberá definirse de manera completa en el proyecto en caso de resultar
necesaria.
c) Definición de los carriles y elementos de deslizamiento en parque:
El proyecto debe definir geométricamente y dimensionar, frente a los esfuerzos que van a
recibir, los carriles o elementos de deslizamiento sobre los que se moverá la estructura
136
M-39. Tableros empujados
Por otra parte, durante el empuje de un tablero se alcanzan en no pocas ocasiones las
situaciones límite de dimensionamiento de ciertos elementos del puente, superiores incluso a
las que soportará durante el resto de su vida útil. Estas situaciones de dimensionamiento, con
probabilidad cierta de ocurrencia, invitan a disponer medidas de auscultación e
instrumentación en ciertos casos redundantes, a fin de garantizar un control más riguroso y
exhaustivo de los elementos esenciales que garantizan la seguridad de la operación.
- Peso a empujar.
- Viento.
137
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
a) Peso a empujar
b) Pilas
Las cabezas de las pilas están sometidas a las fuerzas horizontales de rozamiento del tablero
sobre los aparatos de apoyo durante el empuje. Estas fuerzas horizontales dan lugar a una
ley de flexión lineal en la pila que se reflejan en unos desplazamientos y giros en cabeza de
la pila.
138
M-39. Tableros empujados
en base, definiéndose a su vez los giros para los estados indicados para los
clinómetros de cabeza.
c) Fuerza de tiro.
El control de la fuerza total de tiro permite verificar que no están apareciendo rozamientos
inesperados durante el empuje. Un aumento sobre los valores previstos indica que puede
existir un problema en los aparatos de deslizamiento de las pilas (lo que se correlaciona con
la medición de los movimientos en cabeza de las pilas) o en el parque de lanzamiento.
El proyectista deberá definir, en caso de que lo considere necesario, las secciones y fibras en
las que se deban medir tensiones durante el proceso de empuje. Éstas deberán establecerse
con precisión tanto a nivel de la sección como de la fibra de control. Deberán definirse a su
vez los valores teóricos y el rango de validez de la medición en las fases más significativas de
cada sección. Se contemplarán en planos las posiciones de los extensómetros necesarios
para la medición de dichas tensiones.
Como secciones significativas a controlar pueden figurar las siguientes: sección de máximo
flector negativo en voladizo, sección de punto de inflexión en estructura final (habitualmente
la más débil del puente), sección sobre pilas (a controlar especialmente al pasar por centro
de vano) y sección de flexión positiva (a controlar especialmente en paso por la pila).
f) Flechas y deformaciones.
Se deberán establecer en cualquier caso las flechas verticales (y, en su caso, horizontales)
de llegada a las pilas, y el rango admisible de variación en función de temperaturas,
variaciones aceptables de carga y rigideces, etc.
g) Temperaturas.
Se definirán los termómetros necesarios para establecer de forma completa el rango de
temperaturas que afecta a la estructura.
139
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
h) Viento.
Se definirán y valorarán los anemómetros necesarios para controlar la velocidad del viento,
deteniéndose la operación en caso de superarse los valores críticos establecidos
(habitualmente 12 m/s, aproximadamente).
• Debe analizarse por lo menos el paso completo del tablero a través de todos los vanos
que sean representativos del proceso de empuje. En particular, se tendrán en cuenta
específicamente las siguientes fases:
o Todas las fases representativas del cálculo y, en especial, la del vano de mayor
luz.
o Los primeros empujes con el fin de evitar situaciones de desequilibrio.
o Los últimos empujes para que no se produzca un voladizo trasero que genere
esfuerzos mayores de los previstos.
• Debe analizarse el fenómeno del patch loading en todas las secciones representativas
y en las fases características del empuje.
• Debe indicarse claramente cómo se ha tratado el efecto de las contraflechas en el
cálculo de esfuerzos y de reacciones durante el proceso de empuje.
• En todos los casos debe presentarse una comprobación del estado tensional del
tablero en cada fase.
• Debe presentarse el estado de flechas en la punta del voladizo en las diferentes fases.
140
M-39. Tableros empujados
141
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
• Se debe dar la posición de los apoyos de parque y las máximas reacciones que se
producen en los apoyos provisionales de empuje.
• Debe indicarse claramente el ancho y longitud real de reparto de la carga en los apoyos
provisionales de empuje.
• Se debe indicar claramente el rozamiento considerado en los cálculos, la fuerza de tiro
que resulta en cada fase de empuje y la carga horizontal considerada para el
dimensionamiento de las pilas.
• En caso de que se disponga retenida, se debe indicar la carga máxima prevista en
ella.
5.2.1.2. Planos
a) Tablero:
• Se debe incluir una definición de las chapas que refleje la distribución en dovelas que
se ha adoptado en el cálculo
• Se deberán definir las contraflechas de ejecución en los planos. Además, mediante
una Nota se indicará cómo se ha tenido en cuenta su efecto en los cálculos (esto es
importante porque fija las condiciones en que se ha comprobado el tablero durante el
empuje y, por tanto, indica las hipótesis tomadas para obtener los espesores de chapa
de platabandas y almas).
• Debe incluir planos esquemáticos de proceso constructivo. Es conveniente incluir en
ellos los valores fundamentales del empuje como son la flecha máxima esperada, la
fuerza máxima de empuje y la fuerza esperada en cilindros hidráulicos para la
recuperación de flecha.
• Debe indicarse claramente qué valor del coeficiente de rozamiento se ha empleado en
el cálculo.
• En los planos de apoyo se indicarán las características fundamentales (fuerza vertical
y fuerza transversal) de los aparatos de apoyo provisionales de lanzamiento. Además,
se deberá indicar si está previsto que se regule la cota de apoyo durante el empuje.
142
M-39. Tableros empujados
b) Pilas:
• Las dimensiones de la cabeza de las pilas deberán ser tales que permitan el
posicionamiento de cilindros hidráulicos para el levantamiento del tablero en cualquier
situación del proceso de empuje. Además, hay que tener en cuenta que es habitual
utilizar apoyos provisionales de empuje; por ello, las dimensiones de las cabezas de
las pilas deberán ser diseñadas para alojar tanto estos apoyos como los definitivos,
que, muchas veces, luego serán ripados hasta su posición definitiva.
• En el caso de que se empleen apoyos provisionales de empuje con regulación de cota,
la altura de dichos apoyos es sensiblemente mayor que la de los apoyos definitivos.
En estos, hay que tener en cuenta esta circunstancia, bien previendo un descenso del
tablero de mayor magnitud, una vez finalizado el empuje, o bien adaptando la
coronación de la pila para permitir alojar estos apoyos.
• Debe indicarse claramente qué valor del coeficiente de rozamiento se ha empleado en
el cálculo.
• En caso de que se necesiten pilas provisionales se debe indicar su ubicación y las
cargas en cabeza y en la base necesarias para su dimensionamiento.
c) Estribos y parque de empuje:
• Los estribos deberán tener las dimensiones adecuadas para alojar el sistema de
empuje previsto en proyecto, y en su caso, el de retenida.
• Para obtener una correcta evaluación del coste de la obra civil del parque de
prefabricación, se debe representar en planos las dimensiones principales de dicho
parque de prefabricación, dando su situación, una planta y unas secciones
fundamentales. En caso de que los carriles de lanzamiento requieran cimentación
profunda (lo cual no suele ser habitual), ésta deberá estar calculada y reflejada en los
planos.
143
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
• Se debe analizar por lo menos el paso completo del conjunto tablero-nariz a través de
todos los vanos que sean representativos del proceso de empuje. En particular, se
tendrán en cuenta específicamente las siguientes fases:
o Todas las fases representativas del cálculo y, en especial, la del vano de mayor
luz.
o Los primeros empujes con el fin de evitar situaciones de desequilibrio y de falta
de pretensado.
o Los últimos empujes para que no se produzca un voladizo trasero que genere
esfuerzos mayores de los previstos.
• Deben analizarse las posibles flexiones transversales en la losa inferior debido a la
reacción introducida por los apoyos en una sección genérica.
• En todos los casos debe presentarse una comprobación del estado tensional del
tablero en cada fase.
• Debe presentarse el estado de flechas en la punta del voladizo en las diferentes fases
• Debe indicarse claramente qué valor del coeficiente de rozamiento se ha empleado en
el cálculo.
• Deben calcularse la reacción en las pilas y apoyos de parque en cada fase, incluyendo
la carga a aplicar en la punta del voladizo para recuperar la flecha cuando se alcanzan
las pilas.
• En los puentes curvos se debe examinar la torsión.
• Debe comprobarse que el efecto de los medios auxiliares que pudieran existir (nariz,
torre de atirantamiento) están bien considerados en el cálculo.
b) Nariz:
144
M-39. Tableros empujados
5.2.2.2. Planos
a) Tablero:
145
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
• Los estribos deberán tener las dimensiones adecuadas para alojar el sistema de
empuje previsto en proyecto, y en su caso, el de retenida.
• Para obtener una correcta evaluación del coste de la obra civil del parque de
prefabricación, se debe representar en planos las dimensiones principales de dicho
parque de prefabricación, dando su situación, una planta y unas secciones
fundamentales. En caso de requerir cimentación profunda, esta deberá estar calculada
y reflejada en los planos.
146
M-39. Tableros empujados
que debe ser considerado. Además, se debe incluir también en esta partida la
definición de los parámetros a controlar y del tipo de instrumentación propuesta para
su seguimiento.
• PA de instrumentación
• En caso de que el parque de empuje se salga de la traza, se deberá comprobar si
afecta a expropiaciones y a servicios afectados (especialmente líneas eléctricas). En
caso afirmativo las expropiaciones y reposición de servicios deberá ser valorada.
En este apartado no se repiten los puntos reflejados en 5.2.1 por lo que todos los puntos
siguientes son a añadir a los citados en 5.2.1.
o Cálculos del útil conectado a la nariz o a la sección para efectuar la salida del
parque de la primera dovela, en caso de ser necesario.
o Si se requiere una contranariz para efectuar dicho empuje por insuficiente entrega
del tablero, en los puentes empujados con un sistema de tiro.
147
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
d) Pilas:
• Se deben analizar todos los fustes para determinar cuáles son las flechas esperadas
durante el empuje y para fijar los valores de alarma y de parada.
• Se deben analizar los esfuerzos locales debidos a la conexión de las guías laterales.
e) Estribos:
• Se deben analizar los esfuerzos locales que se producen por la transmisión de cargas
del sistema de empuje, por el sistema de frenado y por el sistema de retenida.
5.3.1.2. Planos
a) Tablero:
• Una definición detallada del frente de tablero donde se han de resolver todas las
interferencias posibles de la unión con la nariz de empuje.
• Planos de proceso constructivo actualizados.
• Planos con detalle de refuerzo de armado en los puntos de transmisión de las cargas
de tiro y de frenado.
b) Pilas:
• Deben contener los embebidos o taladros para la fijación de las guías laterales.
• Deben reflejar adecuadamente la definición de las cabezas de pilas, teniendo en
cuenta las dimensiones y ubicaciones de los aparatos de apoyo provisionales de
empuje. En el caso de que se empleen apoyos con regulación de cota, cuya altura es
significativa, se deberán definir también los huecos a disponer en coronación de la pila,
148
M-39. Tableros empujados
• Por lo general, los planos del estribo de empuje se deberán revisar completamente
puesto que el sistema de empuje, el guiado, el sistema de fijación y el sistema de
retenida (caso de requerirse) implican grandes cambios en el mencionado estribo.
d) Estructuras auxiliares y apoyos:
En este apartado no se repiten los puntos reflejados en 5.2.2 por lo que todos los puntos
siguientes son a añadir a los citados en 5.2.2.
o Cálculos del útil conectado a la nariz o a la sección para efectuar la salida del
parque de la primera dovela, en caso de ser necesario.
o Si se requiere una contranariz para efectuar dicho empuje por insuficiente entrega
del tablero, en los puentes empujados con un sistema de tiro.
149
Capítulo 5. Particularidades del proyecto de un puente empujado
b) Nariz:
- Se deben analizar los esfuerzos locales debidos a la conexión de las guías laterales
d) Estribos:
- Normalmente se debe analizar de nuevo todo el estribo de empuje puesto que a menudo
se vincula con el parque de fabricación de dovelas y porque cada sistema de empuje
suele introducir grandes variaciones geométricas en dicho estribo.
- Se deben analizar los esfuerzos locales que se producen por la transmisión de cargas
del sistema de empuje, por el sistema de frenado y por el sistema de retenida.
5.3.2.2. Planos
a) Tablero:
- Una definición detallada del frente de tablero donde se han de resolver todas las
interferencias posibles de la unión con la nariz de empuje.
- Planos con detalle de refuerzo de armado en los puntos de transmisión de las cargas de
tiro y de frenado.
150
M-39. Tableros empujados
b) Pilas:
- Deben contener los embebidos o taladros para la fijación de las guías laterales.
c) Estribos y parque:
- Por lo general, los planos del estribo de empuje se deberán revisar completamente puesto
que el sistema de empuje, el guiado, el sistema de fijación y el sistema de retenida (caso
de requerirse) implican grandes cambios en el mencionado estribo.
151
M-39. Tableros empujados
6. Ejecución
En este capítulo se revisarán los sistemas de ejecución de puentes empujados, centrando las
explicaciones en la fabricación del tablero y todas las singularidades que la tipología elegida
presenta.
La elección de un determinado material para la ejecución de una estructura condiciona desde
etapas muy tempranas su diseño, influenciando su tipología, la forma en que será ejecutada,
etc.
La ejecución del tablero se realiza en el parque de empuje por lo que al plantear el proyecto
y la construcción del puente han de considerarse todas las implicaciones que este genera.
Desde el punto de vista de ejecución existen importantes diferencias entre la forma en que se
construye un puente de hormigón pretensado y un puente metálico o mixto, en el tipo y la
clase de actividades involucradas en el proceso e incluso, en el volumen de las masas
movilizadas. Todo ello condicionará inevitablemente el diseño del parque de empuje,
apareciendo aspectos diferenciadores entre ambos materiales.
153
Capítulo 6. Ejecución
Las diferentes dovelas que conforman el tablero se fabrican en una instalación alejada de la
obra y son transportadas hasta el parque para su ensamblaje.
Como dimensión del parque de empuje sería deseable la longitud total del tablero a empujar,
pero existen múltiples restricciones que en la práctica impiden que esto sea posible, salvo en
el caso de puentes de pequeña longitud. El montaje completo y posterior empuje del tablero,
permitiría una enorme precisión en el control geométrico de la estructura, a la vez que lograría
liberar de forma secuencial a los diferentes equipos participantes en el proceso (montadores,
soldadores, aplicadores de pintura, etc.) con las consiguientes economías inherentes a dicha
situación teórica. Sin embargo, habitualmente existen múltiples condicionantes que hacen que
este proceso teórico rara vez sea posible. La situación real conducirá a unas dimensiones del
parque menores que la longitud del puente, contemplando así todos los condicionantes
existentes y disminuyendo la repercusión de los medios auxiliares en el coste final del puente
a través de su reutilización en varias fases.
A continuación, se analizarán los factores más importantes que, en la práctica, condicionan
las dimensiones generales de un parque de empuje para un tablero mixto.
154
M-39. Tableros empujados
puesto que en principio resulta deseable empujar en la línea de rasante definitiva (evitando
costosas maniobras de descenso de apoyos), la presencia del parque obliga a una sobre-
excavación que deberá rellenarse una vez empujado el tablero, lo que podría introducir
importantes sobrecostes. Esta circunstancia condicionará tanto la longitud como la anchura
disponible, más aún si la zona en que se ubica el parque se encuentra sobre un sustrato
rocoso y el canto de la estructura es importante.
Si por el contrario la situación del parque se corresponde con una zona en que haya que
proceder a un relleno, los condicionantes suelen ser menores, puesto que bastaría
únicamente con retrasar dicha actividad en el plan de trabajos. En cualquier caso, la longitud
del desmonte o del terraplén tras el estribo condicionará la longitud máxima disponible para
el parque.
Figura 6.2. Parque de montaje tras el estribo. Viaducto sobre el rio Ebro. Logroño.
De igual forma que en la geometría en alzado condiciona las dimensiones generales del
parque, cabe decir lo mismo del trazado en planta, ya que, como se ha indicado, deberá
prolongarse la trayectoria del movimiento detrás del estribo. En este caso, si en la zona tras
el estribo se mantiene la misma alineación recta o curva del puente, será la longitud de estas
alineaciones la que condicionará la longitud del parque. Figura 6.2. En el caso de la presencia
de curvas de acuerdo, el trazado en planta podría determinar la longitud y anchura disponibles,
siendo precisos volúmenes de movimiento de tierras adicionales a los planteados en el
proyecto para poder alojar las dimensiones previstas del parque.
155
Capítulo 6. Ejecución
cada fase o, por el contrario, se efectuará el estudio del empuje del tablero en función del
número de dovelas que el parque puede alojar en cada momento.
Las dovelas ejecutadas en taller son transportadas habitualmente por carretera hasta la obra
(Dovela de transporte), y dependiendo del elemento empleado en el transporte su peso suele
encontrarse en el entorno de las 30 toneladas, con dimensiones máximas habituales de 20 m
a 25 m de longitud, 4m de anchura y 3 m de altura. Sin embargo, estas dimensiones son
superadas en el caso de emplear medios de transporte especiales.
Las dimensiones adoptadas para las piezas o dovelas de transporte y sus pesos
condicionarán el espacio preciso en el parque, sus accesos, así como los medios de descarga
y manipulación. Figura 6.3.
Por otra parte, el diseño de los empalmes de obra afectará igualmente a la división del tablero
en dovelas. Desde el punto de vista de organización de los trabajos en obra las actividades
deberán reducirse a las mínimas imprescindibles, ya que resulta más caro y complicado
alinear y unir por soldadura los tramos en obra que en taller. La simplificación de este tipo de
actividades en obra sugiere el empleo de dovelas tan largas y pesadas como sea posible. Por
otra parte, las dimensiones de las dovelas deberían ser tan constantes como permita el diseño
efectuado, lo que facilitará las actividades de trabajo en el parque, evitando constantes
modificaciones de las posiciones de los apoyos de montaje. El conjunto que finalmente se
empuja como unión de varias dovelas de transporte constituirá la dovela de empuje.
En general el parque de empuje tiene una longitud del orden del doble de la luz del vano
extremo del tablero, lo que permitirá controlar el posible vuelco de éste antes de que la nariz
de empuje alcance la primera pila.
Si existieran restricciones de espacio podrían emplearse contrapesos en la parte final del
tablero, lo que garantizaría un adecuado coeficiente de seguridad al vuelco.
Como referencia; 10m – 12 m es un valor adecuado como ancho en el lateral del parque de
empuje para el acceso de grúas y otros elementos de movimiento. La capacidad de las grúas
puede establecerse en 150 Ton para mover en obra dovelas del tablero metálico que no
suelen pasar de las 50 Ton.
156
M-39. Tableros empujados
157
Capítulo 6. Ejecución
Las actividades a ejecutar en obra para un tablero mixto empujado podrían ser divididas en
dos grupos que se alternan en el tiempo:
El montaje de un tramo metálico detrás del estribo.
El empuje de todo el tramo hacia las pilas.
6.1.2.1. Armado
Como ya se ha indicado, las necesidades de manipulación y transporte hacen que sea preciso
el envío de elementos de dimensiones adecuadas a obra, los cuales deberán acoplarse entre
sí para dar lugar a la estructura del tablero. Estas labores corresponden al proceso de armado
en obra, el cual se facilitará en gran medida si se ha efectuado algún tipo de comprobación
en taller entre las diferentes dovelas, tal como un montaje en blanco o un procedimiento
equivalente.
Previamente a la colocación de las dovelas sobre los apoyos de montaje resulta necesario
efectuar una nivelación de los mismos, longitudinal y transversalmente, de forma que el
acoplamiento de las piezas a la geometría prevista resulte lo más sencillo posible. Una vez
efectuada esta operación, y su control topográfico posterior, podrán comenzar las labores de
armado del conjunto, las cuales no presentan diferencias apreciables con el montaje de
cualquier otra estructura metálica.
6.1.2.2. Soldadura
La tendencia actual se basa en el transporte de dovelas tan grandes y pesadas como sea
posible. Sin embargo, aunque esta opción disminuye el número de empalmes a ejecutar en
obra, no hace que dichos empalmes no existan, tanto longitudinales (unión entre semi-
dovelas) como transversales (unión entre dovelas). El análisis detallado de las diferentes
uniones a efectuar en la sección (rigidizadores, alas y almas, diafragmas, etc.) y la
consideración de unos rendimientos adecuados al procedimiento de soldadura elegido
158
M-39. Tableros empujados
permitirán el dimensionamiento idóneo del equipo humano preciso para estas labores. Figura
6.5.
6.1.2.4. Pintura
Dependiendo de la forma en que la estructura sea enviada a obra, las labores relacionadas
con la pintura del tablero tendrán una incidencia mayor o menor en la duración de los trabajos
a realizar en el parque antes de proceder al empuje del tablero. Si la protección contra la
corrosión del tablero se basa en un sistema de pintura multicapa, como suele ser habitual, la
estructura podría ser enviada a obra totalmente acabada (salvo en las zonas de empalme), o
transportada con parte de las capas aplicadas, siendo preciso, al menos, aplicar la capa de
acabado en obra.
159
Capítulo 6. Ejecución
En el primer caso, las labores a realizar en obra consisten únicamente en la reparación de los
daños ocasionados durante la manipulación y el transporte, además de la aplicación del
sistema elegido en las zonas de empalme. Esta opción permite su ejecución secuencial una
vez efectuadas las labores de soldadura y control, interfiriendo mínimamente con las labores
que se ejecutan en otras zonas del parque. Sin embargo, en muchas ocasiones es preciso
proceder a aplicar en obra la capa de acabado, por lo que, en este caso, además de las
actividades citadas en el caso anterior, resulta necesario proceder a ejecutar una actividad
que comprende toda la longitud de la estructura que se encuentra en el parque, por lo que
resulta imprescindible una adecuada coordinación con el resto de actividades para evitar
tiempos muertos en el programa de trabajos.
Un punto importante que no debe ser olvidado es la aplicación del sistema de pintura en
aquellas zonas en que las dovelas se encuentran sobre los apoyos de montaje, actividad que
únicamente puede realizarse después de la retirada de éstos y toma de la carga por los
apoyos de empuje.
En el empleo de aceros autopatinables o aceros corten que no requieren pintura, hay que
indicar que existen productos que se pueden aplicar sobre la zona de deslizamiento para
evitar un coeficiente de rozamiento alto. Así mismo puede ser útil recordar que en general
pueden emplearse pinturas distintas en la zona de deslizamiento para ajustar el coeficiente
de rozamiento preciso durante el empuje y que dicho avance se realice una vez que la pintura
esté seca.
Los apoyos de armado se disponen con modulaciones que están relacionadas con la
dimensión adoptada para las dovelas de transporte. Este tipo de apoyos está dotado de
elementos de regulación que permiten ajustar la geometría de los distintos conjuntos a la
prevista en las diferentes fases, tanto en dirección longitudinal como transversal del tablero.
Su situación se encuentra condicionada, por tanto, por la posición de los empalmes
transversales del tablero, por lo que en la fase de empuje resultan excesivamente cercanos
entre sí y, conjuntamente con las variaciones térmicas y el efecto de las contraflechas,
provocan levantamientos y distribuciones de cargas en apoyos diferentes a las previstas.
160
M-39. Tableros empujados
Para evitar los problemas anteriores se disponen adicionalmente apoyos de empuje (Figuras
6.6 y 6.7), con distancias entre ellos adecuadas a la rigidez del tablero, lo que, en aplicaciones
habituales hace que su separación se encuentre entre los 30 y los 40 metros. Un
condicionante de esta separación es la capacidad de la sección trasera del tablero en voladizo,
ya que durante el avance del mismo irá perdiendo de forma controlada estos apoyos, y deberá
comportarse como una ménsula sin deformaciones ni esfuerzos excesivos. En este punto es
necesario hacer mención a la capacidad regulable de dichos apoyos, ya que en esta fase de
avance la zona trasera incrementará su deformación de forma rápida, golpeando las rótulas
de apoyo e incluso, dañándolas debido a la excentricidad de la reacción respecto al eje del
apoyo al paso de la sección dorsal. Por ello resulta conveniente disponer elementos dotados
de cilindros hidráulicos o dispositivos similares que permitan, mediante la disminución de la
carrera de los mismos, modificar el esquema estático de vano extremo apoyado a vano
extremo en voladizo de una forma claramente controlada.
Figura 6.7. Guía laterales sobre la primera pila. Viaducto de Ruidellots. AP7. Gerona.
El diseño de los apoyos de montaje debe hacerse de acuerdo con las condiciones expuestas
anteriormente, estableciendo la modulación adecuada de los mismos de acuerdo con las
dimensiones adoptadas para las dovelas y las posiciones en que quede la sección dorsal de
la estructura después de cada fase de empuje. Dichos apoyos deben contar con un sistema
adecuado de nivelación que permita en todo momento materializar la geometría de la
estructura de acuerdo con el perfil teórico. Por otra parte, su altura debe ser tal que facilite el
acceso bajo la estructura para poder llevar a cabo las labores de armado, soldadura,
inspección y pintura.
Un aspecto importante a tener en cuenta es la posición de las guías transversales en el parque
de empuje. Al menos hasta alcanzar la primera pila durante el empuje del primer tramo resulta
imprescindible la disposición de guías en el parque, lo cual podría interferir con los trabajos
que deben efectuarse. Como en el caso de los apoyos de montaje, resulta aconsejable el
estudio detallado de su posición idónea, evitando así interferencias innecesarias durante la
ejecución de los trabajos en el parque.
161
Capítulo 6. Ejecución
Los empalmes de obra se efectúan habitualmente en un único plano para toda la sección
transversal, ya que el desplazamiento de los mismos entre las alas y almas no mejora el
comportamiento de la sección y dificulta en gran medida los procesos de montaje en obra.
Esta circunstancia hace que sea preciso desplazar los apoyos de armado una cierta distancia
desde la sección de empalme hacia el interior de la dovela en sentido longitudinal,
proporcionando un fácil acceso a las zonas de soldadura. Sin embargo, esta separación no
debería ser excesiva, permitiendo así el control de las deformaciones y rotaciones de las
secciones de empalme.
Las dovelas se disponen sobre los apoyos de montaje, estableciendo las separaciones
adecuadas entre ellas para efectuar los empalmes por soldadura. Una vez alineadas al perfil
teórico aún podrían efectuarse algunas correcciones de menor entidad antes de proceder a la
soldadura de las mismas. La alineación vertical de las dovelas se efectúa mediante el ajuste
de los apoyos de montaje, de acuerdo con el perfil de contraflechas previsto. En el caso de
puentes con curvatura en planta la alineación transversal se realiza simultáneamente.
La nivelación de los apoyos debería establecerse en cada fase mediante cotas absolutas,
evitando hacerlo mediante referencias relativas en el propio apoyo. Esta forma de nivelación
permitirá detectar la posibilidad de asentamientos y evitar la superposición de una curvatura
adicional al perfil geométrico establecido, lo que podría provocar variaciones de cierta
importancia en las reacciones durante el empuje.
Las tolerancias recogidas en la normativa para la ejecución de estructuras metálicas podrían
ser excesivas en las alas inferiores, en aquellos aspectos referentes al contacto con los
apoyos de empuje, ya que los defectos de planeidad en el contacto con las superficies de
deslizamiento podrían causar dificultades, más aún si el defecto es local y se emplean
almohadillas de teflón. Es preciso, por tanto, detectar las irregularidades locales en las zonas
de deslizamiento antes del empuje, repararlas y repintarlas. Similares indicaciones resultan
aplicables con respecto al sobre-espesor de los cordones de soldadura en su paso por las
superficies de deslizamiento, ya que deteriorarán la superficie de apoyo, incrementando
significativamente el valor del coeficiente de rozamiento. Las mismas observaciones respecto
a las tolerancias son aplicables a la nivelación de las alineaciones transversales de los apoyos,
lo que podría afectar a la distribución de las cargas verticales durante el empuje respecto a
los valores previstos.
El uso combinado de apoyos de montaje cercanos a las posiciones de empalme y el empleo
de elementos de alineación de los bordes de las chapas resulta aconsejable en todos los
casos, y reduce este tipo de problemas al mínimo. Sin embargo, estas operaciones deben ser
completadas con secuencias de soldeo adecuadas que minimicen los problemas de distorsión
angular en la unión, evitando irregularidades locales indeseables durante el proceso de
empuje. Por ello resulta aconsejable que las secuencias de soldeo se efectúen de la forma
más simétrica posible, controlando en cualquier caso las deformaciones locales debidas a la
retracción térmica de la soldadura en los diferentes elementos de la sección.
162
M-39. Tableros empujados
Otro aspecto importante que deberá tenerse en cuenta es la posible variación que podría
producirse en la geometría del tablero debido al giro en la dovela dorsal tras una fase de
empuje, lo que afectaría a la estructura ya montada y a las dovelas que deben añadirse en
esta nueva fase. Así, tras finalizar un proceso de empuje, parte de la estructura se encuentra
fuera del parque, sometida a su peso propio con las luces definitivas, mientras que otra parte
de la estructura debe montarse en el parque, con distancias entre apoyos relativamente
reducidas, por lo que la adopción del perfil teórico de contraflechas podría conducir a una
geometría final que nada tendría que ver con la prevista para la situación de puente acabado.
(Figura 6.8).
En cada caso, y de acuerdo con las fases de empuje previstas y las deformaciones
resultantes, deberá analizarse la geometría del conjunto, procediendo a una nueva definición
de contraflechas si fuera preciso, para que la geometría final coincida con la prevista. Esta
circunstancia suele obligar a no empujar toda la estructura existente en el parque en un
momento determinado, lo que permite controlar el giro de la sección dorsal y evitar una
desviación excesiva de la geometría prevista. No obstante, el análisis detallado de cada
situación permitirá definir las limitaciones que deban establecerse en cada estructura.
6.1.5. Rendimientos
A la hora de establecer los rendimientos de empuje de los puentes con tablero metálico o
mixto es necesario distinguir entre las propias operaciones de armado y ensamblaje de la
estructura metálica y el procedimiento específico de empuje.
Las labores de armado y ensamblaje de la estructura metálica no forman parte estrictamente
del procedimiento de empuje. Su organización y rendimiento son tareas comunes y habituales
en la fabricación de estructura metálica para cualquier otro tipo de puente, tal y como se han
descrito previamente.
163
Capítulo 6. Ejecución
En lo que se refiere al propio rendimiento de empuje, si bien hay una dependencia en función
de los distintos sistemas de tiro o empuje, es habitual conseguir rendimientos en torno a los 5
m/h – 8 m/h. Figuras 6.9.1 y 6.9.2.
Sin embargo, hay que prestar atención a las operaciones singulares, tales como llegada a la
pila, o abandono de apoyo de la cola – en el caso de apoyos múltiples en el parque de empuje
–, o incluso eventual sustitución de almohadillas, entre otras. En la planificación de los
rendimientos del proceso de empuje es conveniente prever estas maniobras, puesto que
consumen igualmente un tiempo no despreciable (de hasta varias horas). De manera
aproximada, podría considerarse una duración tipo de 1 semana para el empuje completo de
una longitud de entre 90 m y 130 m.
164
M-39. Tableros empujados
El hecho de que el material sea hormigón lleva asociado un elemento singular que es el
parque de prefabicación y empuje. Las características de este elemento deben permitir la
construcción “industrializada” de las dovelas de tablero en cuanto al montaje de armaduras,
colocación de pretensado y operaciones de hormigonado.
6.2.1.1. Definición
Parque de empuje es la zona en las proximidades del viaducto en la cual se fabrica el tablero
dovela a dovela y en la que se desarrolla la mayoría de las veces el proceso de empuje ya
que en esta zona suele estar ubicado el equipo de empuje. Su situación natural es por detrás
de un estribo de modo que se vaya fabricando el tablero fuera de la zona en la que va a
situarse el viaducto finalmente. Los elementos de un parque de empuje son muy concretos si
bien su distribución viene determinada por diversos factores: tamaño de las dovelas, sistema
de empuje, accesos al emplazamiento, industrialización de los procesos, etc.
En los siguientes puntos se va a analizar cómo influyen todos los anteriores factores en el
parque. La explicación se va a centrar en el caso más habitual de tablero ejecutado in situ,
aunque bien podría plantearse el caso de no fabricar las dovelas en el parque sino
prefabricarlas en otra ubicación. Siguiendo el sentido del empuje se pueden enumerar las
siguientes partes dentro de un parque de empuje: Figura 6.10.
o Zona de montaje de la ferralla: Suele ser necesaria una zona en la que haya un equipo de
trabajo prefabricando la armadura de modo que se pueda simultanear su actividad con otras
operaciones. En otros casos no existe esta zona de fabricación de la ferralla y la armadura se
monta directamente sobre el encofrado lo cual repercute en los rendimientos ya que el equipo
de ferralla tiene un trabajo discontinuo y la operación de montar la armadura en el encofrado
es más lenta.
165
Capítulo 6. Ejecución
o Zona de encofrados: En la que se sitúan todos los moldes sobre los que se va a hormigonar
y se va a fabricar la dovela.
o Zona de compensación: Zona exenta cuya función es la de dar estabilidad al tablero que se
va fabricando y que se va lanzando hasta que llega a la primera pila. Hasta ese momento lo
que se tiene es un tablero en voladizo, por lo que en función de la longitud de ese primer vano
se determina cómo debe ser la zona de compensación. En esta zona, al inicio de la fabricación
del tablero, será donde se monte la nariz de empuje. En el caso de que el equipo de empuje
sea con cilindros hidráulicos de fricción, con la longitud de este tramo se puede controlar la
reacción vertical que se va a tener en el equipo de empuje.
o Zona de empuje: En la que se ubica el equipo de empuje ya que en la mayoría de los casos
se sitúa en el parque. Dependiendo del sistema puede estar en la zona de compensación, en
la zona del estribo o por delante del estribo. En el caso particular de empuje con cilindros
hidráulicos de fricción puede ser interesante colocar la zona de empuje por delante del estribo
de modo que en el último empuje los cilindros hidráulicos puedan apoyarse en el tablero sin
necesidad de una contranariz.
o Zona del estribo: En la que se encuentran la primera línea de apoyos del puente.
Dependiendo del sistema de empuje, puede estar dentro de alguna de las zonas anteriores.
166
M-39. Tableros empujados
garantizar que haya espacio suficiente en la zona en la que se vaya a ejecutar el parque.
A menudo los viaductos están encajados en zonas abruptas en las que a continuación de
los estribos existen grandes desmontes o túneles que interfieren con la zona que puede
ser ocupada.
o Movimientos de tierras: Al conformar las plataformas de trabajo y los distintos espacios,
dependiendo de la topografía existente aparecen unos movimientos de tierras. Estos
volúmenes de desmontes o de rellenos hay que cuantificarlos y valorarlos para tener en
cuenta este concepto en la toma de decisión a la hora de colocar el parque.
Existirán dos tipos de dovelas a hormigonar; dovelas de vanos y dovelas con diafragma. Esto
implica realizar dos modulaciones de paneles interiores compatibles con el encofrado exterior
de alas o voladizos.
Esta longitud dependerá también de las dimensiones disponibles en el parque, de tal forma
que es posible disponer incluso de unas dimensiones de encofrado igual a la longitud del
vano, que no suele ser habitual.
Aunque todas las dovelas tienen la misma longitud es necesario realizar una dovela inicial y
final de ajuste. Precisamente, si la dovela inicial de ajuste se realiza de tal forma que, al
ejecutar la dovela sobre la pila, el diafragma quede próximo a la anterior dovela ya ejecutada,
se puede solucionar el problema del paso del encofrado al ser una longitud muy pequeña de
encofrado “especial” la que debe de pasar a través del diafragma. Este cambio debe ser
valorado conjuntamente con el hecho de considerar que la junta de hormigonado no se
produce en la sección de momento nulo.
167
Capítulo 6. Ejecución
o Zona de encofrados: Debe ajustarse al tamaño de la dovela. Figura 6.12. También hay que
tener en cuenta que dependiendo del sistema de empuje en el parque van a existir unos tipos
de rozamiento u otros. Hay sistemas en los que la dovela recién ejecutada se traslada
directamente sobre las vías de deslizamiento del encofrado inferior (μ=0.20-0,30), de esta
forma hay un rozamiento mayor en la zona del encofrado que en el resto de los apoyos. En
estos casos el tamaño de la dovela y de la zona de encofrados influye en la fuerza a desarrollar
en el parque, de forma proporcional a la longitud de la dovela. Los sistemas en los que el
tablero desliza sobre teflones en la zona del parque (μ=0.03-0,05), no implica un rozamiento
diferente entre la zona de parque y el resto de los apoyos.
o Zona de compensación: Vendrá determinada por la luz del primer vano para que se garantice
la estabilidad del conjunto durante el empuje. Deberán estudiarse de forma detallada las
primeras fases de empuje ya que en función del tamaño de la nariz y del tamaño de las dovelas
puede que sean necesarios apoyos intermedios hasta que el tablero fabricado alcance la zona
de apoyo. de la primera pila. Además, hay que estudiar las últimas fases de empuje en las
que el tablero sale de la zona de los encofrados y puede requerir algún apoyo adicional para
limitar el voladizo trasero. En los sistemas de empuje con barra o cable se requiere un espacio
mayor en la zona de compensación para alojar los elementos de anclaje externos a la sección
evitando interferencias con los encofrados y estribos. (Los elementos de tiro requieren más
espacio en el sentido transversal al puente porque son externos a la sección, no obstante, no
se precisa una mayor longitud del parque de empuje)
168
M-39. Tableros empujados
Figura 6.13. Ejemplo de parque de empuje organizado en línea. Viaducto del Candi.
Es esencial premontar las armaduras en una zona del parque en la que no interrumpa otros
procesos, de esta forma el equipo de ferralla puede trabajar de forma continua. Lo ideal es
que exista por detrás y alineado con la zona de encofrados un parque de prefabricación de
ferralla y que exista una grúa pórtico que mueva la armadura de la zona de prefabricación a
la zona del encofrado. Figura 6.13.
En otras ocasiones, por problemas de espacio no se puede disponer de esta zona de
prefabricación de armadura en prolongación (Figura 6.14) y hay que situarla a un lado. En
este caso es necesaria una grúa que mueva la armadura del acopio a la zona de
prefabricación y, una vez premontada a la zona de los encofrados. También es necesario
conocer si la dovela se va a hormigonar en una fase o en varias. En el caso de hormigonar en
varias fases hay que mover los encofrados de las primeras fases por lo que son necesarios
169
Capítulo 6. Ejecución
acceso para grúas auxiliares o un pórtico grúa. Esto influye en las zonas de acopios ya que
hay que ir almacenando los encofrados entre secuencias de ejecución.
Figura 6.14. Pórtico para el traslado longitudinal de de farralla premontada. Viaducto de Ibaizabal.
La tipología del encofrado interior y los medios auxiliares para manipularlo influye en la
organización del parque.
170
M-39. Tableros empujados
Figura 6.15. Parque de empuje. Ejecución por fases. Viaducto sobre el rio Ebro.
171
Capítulo 6. Ejecución
Figura 6.16. Parque de sobre cilindros de elevación (teflones) y sobre carriles de deslizamiento.
● Encofrado de fondo abatible. Operación necesaria para despegar el encofrado del fondo del
tablero. (Figura 6.17).
172
M-39. Tableros empujados
El encofrado interior corresponde al encofrado de la superficie interior del núcleo del tablero.
Una de las principales dificultades en el diseño del encofrado interior es lograr de forma
sencilla el paso de los encofrados a través del hueco dejado en el diafragma sobre la pila.
Figura 6.19).
173
Capítulo 6. Ejecución
La mayor complejidad del encofrado estriba en resolver las formas y disposiciones interiores.
El encofrado debe no solo solucionar las formas en las operaciones de vertido y fraguado sino
también lograr un fácil desencofrado y maniobrabilidad desde el interior de la dovela ejecutada
hasta la dovela nueva a realizarse. Figura 6.20.
Para los encofrados interiores en dos fases el encofrado interior de primera fase resuelve los
hastiales, teniendo que retirar el mismo a una zona adyacente al parque. La zona del
diafragma o riostra sobre la pila correspondiente a los paramentos verticales se ejecuta en
esta fase.
El encofrado de segunda fase resuelve el paramento horizontal interior de la losa superior,
presentando una tipología muy dispar dependiendo de las dificultades que tenga para
solucionar su paso por la zona de la riostra sobre la pila.
Figura 6.21. Encofrado para ejecutar en una sola fase la sección transversal.
174
M-39. Tableros empujados
Para el hormigonado en una sola fase (Figura 6.21) se suelen disponer de elementos que
apoyen sobre el encofrado inferior. El diseño de dicho encofrado quedará condicionado
nosolo por la forma de la dovela sino por el paso del mismo por la riostra de pila y por
otros elementos como cajetines de tesado, variación de espesores y riostras sobre la losa
inferior.
El interior se suele configurar con “carros” de encofrado que tras su desencofrado ruedan por
la losa inferior hasta la nueva dovela a ejecutar o por encofrados suspendidos de la
losa superior que con su adecuado repliegue salvan los posibles obstáculos que pueda
tener la forma interior del tablero en sus diferentes secciones tipo.
Una de las principales dificultades en el diseño del encofrado interior es lograr de
forma sencilla el paso de los encofrados a través del hueco dejado en el diafragma sobre
la pila. (Figura 6.22)
Figura 6.22. Encofrado interior automatizado para ejecutar en una sola fase.
175
Capítulo 6. Ejecución
1. Perfiles soporte.
2. Chapa de deslizamiento.
3. Sistema de elevación.
Figura 6.24. Sistema de corrección para posibles movimientos del parque de enofrado
176
M-39. Tableros empujados
La prefabricación de la armadura fuera del encofrado posee múltiples ventajas. Puesto que la
elaboración de la armadura es una operación lenta y delicada en el interior del encofrado,
debido fundamentalmente a la presencia de vainas, anclajes de pretensado, acopladores y
otros elementos, la ejecución de este tipo de labores fuera del encofrado permite desplazar
estas actividades del camino crítico del programa de trabajos, así como organizarlas
adecuadamente en un área específica del parque donde no interfieren con las labores de
hormigonado.
Salvo la primera dovela, que se suele elaborar dentro del molde exterior, la armadura del resto
de las dovelas se prefabrica fuera del molde, en un parque de prefabricación de ferralla. Para
dimensionar este parque de prefabricación de ferralla se deben tener en cuenta los siguientes
factores:
• La forma de introducir la ferralla en el molde: Mediante grúa o pórtico
fundamentalmente. La situación relativa del parque de prefabricación con respecto al
encofrado:
177
Capítulo 6. Ejecución
Se considerará adecuado para un mejor diseño de los encofrados, tener en cuenta dos tipos
de dovelas:
Dovela de vano: Sección interior constante y recrecidos de losa inferior para situar los
tendones de tesado.
Dovela sobre pila: La zona central contiene el diafragma, que acaba apoyando sobre una pila
cuando la construcción se ha completado. Este diafragma es un macizado interior con un paso
de hombre central. La dovela sobre pila cuenta además con recrecidos inferiores y laterales
sobre los hastiales para el paso de las vainas de tesado.
178
M-39. Tableros empujados
6.2.4. Pretensado
179
Capítulo 6. Ejecución
Suele ser más habitual el plantear los tendones con una longitud de 2 o 3 dovelas con el fin
de evitar tesar y acoplar el 100% de los tendones en cada dovela... El único inconveniente de
este planteamiento es que la primera o las dos primeras dovelas recién empujadas no tienen
la totalidad del pretensado de empuje. Este hecho no suele ser un problema ya que esas
dovelas se encontrarán justo a la salida del parque de fabricación o dentro del primer vano y
en esas zonas el tablero no está sometido aún a sus esfuerzos pésimos.
Al no poder tesar todos los tendones en cada dovela se presentan las dos siguientes
alternativas.
1._ Enfilar esos tendones por dentro de las dovelas cuando tengan que ser tensados. Esta
solución implica la necesidad de que haya un cajetín en la zona del acoplador para que se
pueda acceder a él y realizar el acople al anclaje del tendón ya tesado. Este cajetín se debe
sellar con mortero una vez acoplado el tendón y realizado el tesado. Es necesario que los
tendones discurran por zonas accesibles de la sección transversal.
2._ Dejar los tendones enfilados antes de fabricar las dovelas. En este caso será necesario
disponer de elementos de desplazamiento de los tendones o llevarlos enrollados. Esta
solución constructivamente es más compleja y no es recomendable.
La operación del tesado de empuje debe estar bien estudiada en cuanto a la accesibilidad y
manipulación de los cilindros hidráulicos de tesado intentando que sea lo más rápido posible.
También interesa estudiar las posiciones de los tendones con respecto al encofrado y a los
solapes de armadura para evitar interferencias de los cilindros hidráulicos.
180
M-39. Tableros empujados
181
Capítulo 6. Ejecución
distintas secciones, de modo que colocando la enfiladora encima del tablero se pueda realizar
el proceso de enfilado.
Para la operación de tesado es necesario mover los equipos de tesado por dentro del tablero.
Para realizar el tesado es necesario disponer algún tipo de estructura auxiliar colgada de la
losa superior para que se pueda suspender el cilindro hidráulico de tesado Otra opción a
considerar es diseñar un sistema automático que mueva el cilindro hidráulico entre los
distintos anclajes.
6.2.5. Rendimientos
Cuando se habla de puentes empujados se plantea como rendimiento teórico el ciclo semanal,
considerando como días clave el viernes de cara al hormigonado y aprovechar el fin de
semana para el curado del hormigón y el lunes, día en el que se realizan las operaciones de
tesado y empuje. Figura 6.30.
En la práctica en España se consiguen resistencias de hormigón que permiten el tesado en
menos de 24 horas, esto unido a la dificultad de encajar el ciclo semanal sin perder días de
trabajo hace que en la realidad se consigan rendimientos de una dovela de 20 a 30 m de
longitud en apenas 4 días.
182
M-39. Tableros empujados
Teniendo en cuenta que las dovelas diáfanas necesitan un día menos de trabajo que las
dovelas con diafragma, pueden llegar a conseguirse rendimientos de hasta 5 dovelas
mensuales, esto conlleva, lógicamente sacrificar los lunes como día fijo para el empuje.
Se adjunta tabla de rendimientos típica que contempla la mayor duración de las dovelas inicial
y final. Figura 6.31.
De cara a establecer el periodo de ejecución de un viaducto empujado hay que tener en cuenta
que una vez fabricadas y empujadas todas las dovelas hay que realizar las operaciones de:
Postesado de continuidad.
Cambio de apoyos provisionales a definitivos.
183
M-39. Tableros empujados
7. Instrumentación y control
La operación de empuje es una operación muy delicada, en la que una mala maniobra puede
llegar a provocar el colapso de la estructura, además durante las maniobras de empuje existe
la posibilidad que diversos elementos lleguen a trabajar al límite de su dimensionamiento.
Por este doble motivo, la monitorización del puente durante la maniobra de empuje es
imprescindible de cara a comprobar que la maniobra se está realizando correctamente y que
el puente se está comportando según lo previsto en los cálculos de proyecto.
Es necesario indicar que la instrumentación es únicamente una herramienta, y que es
fundamental que la maniobra sea realizada por técnicos cualificados, que sepan analizar los
datos que se están obteniendo además de prever y localizar los posibles problemas.
En el apartado 5.1.13 se han descrito los parámetros que pueden ser sujetos a control y en
este capítulo se vuelve a incidir en cuáles son los mínimos indispensables además de describir
las distintas opciones existentes para el control de los mismos.
Es importante recordar, que, una vez elegido el sistema de empuje por parte del contratista,
éste debe realizar el proyecto de adaptación, en el cual deben venir descrito el procedimiento
de empuje, así como referenciadas las medidas a controlar en la operación de empuje, así
como los sistemas de monitorización o instrumentación de las mismas.
En ese proyecto deben también venir indicados los valores límite que obligarían a parar el
proceso en caso de que estos sean superados.
Durante la maniobra de empuje, siempre tiene que estar una persona como técnico
responsable de la operación, por parte de la empresa constructora que es la encargada de
supervisar la maniobra y todos los datos que se van obteniendo durante la operación a través
de la monitorización.
185
Capítulo 7. Instrumentación y control
El operador de la central vigila en cada momento cual es la fuerza que está aplicando al
tablero, cualquier aumento brusco de la presión del manómetro o valores cercanos a los de
alarma suponen la existencia de algún incidente, que obliga al operario a parar la central.
Figura 7.1.
Mediante el uso de manómetros calibrados, analógicos o digitales se obtiene la lectura de la
fuerza de empuje.
186
M-39. Tableros empujados
Del cálculo estructural de las pilas, se deducen los valores máximos admisibles de los
desplazamientos en cabeza de la pila. Si estos valores se superan pueden llegar a provocar
la fisuración o incluso la rotura de las mismas.
Con el fin de no superarlos se pueden usar sistemas automáticos de detección de
desplazamientos, que avisen al operador de la central de empuje en el caso de alcanzarse en
alguno de las pilas su valor máximo admisible parando la maniobra de inmediato.
Estos sistemas pueden ser de naturaleza mecánica o electrónica.
187
Capítulo 7. Instrumentación y control
En el puesto de mando de empuje puede disponerse un cuadro con testigos luminosos para
cada pila, que se enciende en caso de que uno de las pilas llegue a la distancia máxima
permitida.
El Clinómetro “romano” es otro sistema mecánico similar que consiste en la medición continua
y un detector de proximidad para parar la maniobra. Figura 7.3.
188
M-39. Tableros empujados
189
Capítulo 7. Instrumentación y control
Cada vez que el pescante o nariz de empuje llega a la pila suele ser necesario recuperar la
flecha del tablero mediante cilindros hidráulicos verticales colocados usualmente en el
pescante o en su defecto en la pila.
Durante esta maniobra es necesario realizar los controles de flecha en el pescante, así como
la fuerza necesaria a aplicar para recuperar dicha flecha.
Los datos de flecha a la entrada en la pila, así como la fuerza ejercida para recuperar la misma
permiten, comparándolos con los valores teóricos, detectar errores de geometría en
fabricación, diferencias de rigideces con la teórica etc.
Mediante el uso de manómetros calibrados analógicos o digitales se obtiene la lectura de la
reacción.
Se ha de prestar atención al empuje de tableros con curvatura, dado que puede ser necesario
que los cilindros delanteros del pescante no trabajen en equipresión a fin de mantener la
geometría de la curva.
En cuanto a la medición de la fecha del pescante, la forma más sencilla y práctica es mediante
flexómetro que mida la carrera del cilindro empleada en recuperar la deformación del
pescante. Figuras 7.6.1 y 7.6.2.
Opcionalmente también se pueden medir mediante elementos electrónicos como
transductores de desplazamiento.
190
M-39. Tableros empujados
Para el control de los esfuerzos en los cilindros hidráulicos se suelen usar manómetros
calibrados analógicos o digitales.
Adicionalmente a los datos que provienen de la monitorización, durante la fase de empuje del
tablero, los operarios situados en las cabezas de las pilas pueden detectar anomalías de
menor o mayor gravedad que aconsejen detener el empuje.
Para que el tiempo de reacción desde que se detecte la anomalía hasta la detención del
empuje sea lo menor posible, es recomendable colocar en cada pila un interruptor manual de
emergencia que en caso de accionarse detiene automáticamente el funcionamiento de la
central.
Aunque este dispositivo no puede considerarse como propio de la instrumentación al uso, está
vinculado a la “monitorización humana” en las pilas que pueden llegar a detectar una
incidencia antes que la propia instrumentación.
Para el correcto funcionamiento de este sistema, es preciso que los operarios situados en las
pilas hayan sido instruidos para poder tomar la decisión de detener la maniobra en caso de
ser necesario.
191
Capítulo 7. Instrumentación y control
El exceso de datos puede llegar a ser contraproducente al llegar a dar incluso informaciones
contradictorias.
192
M-39. Tableros empujados
Este ejemplo expone el procedimiento constructivo del viaducto del Ginel correspondiente a
la línea de alta velocidad Madrid Barcelona, que fue construido por Ferrovial Agromán para el
ADIF. Figura 8.1.1.
193
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
El viaducto del Ginel pertenece al subtramo II - A cerca de Zaragoza. El viaducto tiene una
longitud de 1147 m. Este viaducto se empujó desde ambos estribos por dos motivos: para
reducir el plazo de ejecución simultaneando la construcción de ambos tramos y, porque
debido al trazado en alzado no era posible el empuje desde un solo estribo.
Así se dividió el viaducto en dos tramos separados por un vano isostático llamado vano inerte.
El tramo empujado desde el estribo 1 tiene 685 metros empujados con una pendiente
descendente del 2.5 % y el tramo empujado desde el estribo 2 tiene 462 metros empujados
con un 1.8 % ascendente.
El vano inerte de 31 metros se fabricó junto al tramo 1, cosiéndose con cables de pretensado
provisionales. Tras finalizar el empuje de este tramo se separaron ambas piezas. Figuras 8.1.2
y 8.1.3.
1147.00
685,00 (TRAMO-1) 462,00 (TRAMO-2)
39.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 39.00 31.00 39.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 48.00 39.00
RIO GINEL
194
M-39. Tableros empujados
Las longitudes de dovelas empleados son de 24 m. (la mitad de la luz estándar). Para
industrializar el proceso se dispone de un parque de prefabricación tras el estribo destinada a
la ejecución del tablero. Este consta a su vez de parque de ferralla, de encofrado y zona de
compensación. Figuras 8.1.4 y 8.1.5.
8.1.2.2. Encofrado
La orientación en planta y en alzado es fundamental para la construcción del tablero con una
adecuada geometría. El encofrado disponía de unas bandas longitudinales de deslizamiento
que facilitan la salida de la dovela del encofrado.
El encofrado interior avanzaba con la dovela y se posicionaba una vez introducida la ferralla
para la fabricación de la siguiente dovela.
El hormigonado de la sección transversal se ejecuta en una sola fase.
195
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
196
M-39. Tableros empujados
Los cilindros verticales se sitúan bajo las almas del cajón y sobre ellos actúan los horizontales
que se apoyan en su parte trasera en unos bloques de reacción cuya misión es por un lado
transmitir la carga horizontal de los cilindros hidráulicos y por otra dar apoyo al tablero y frenar
el mismo cuando se recupera carrera del cilindro hidráulico horizontal.
El avance se realiza por ciclos en los que se avanza 25 cm en cada uno, consiguiendo el
avance correspondiente a una dovela (24 m) en aproximadamente 3 horas.
Este sistema tanto para los primeros como para los últimos empujes donde la reacción sobre
los cilindros verticales es muy pequeña, se ayuda de tiro mediante barras de pretensado que
unen los cilindros hidráulicos con el pescante o nariz en las primeras dovelas o con la
contranariz en las últimas fases de empuje. Figuras 8.1.8 y 8.1.9.
197
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
El paso del tablero sobre las pilas se hace mediante unos apoyos deslizantes provisionales
de acero inoxidable y almohadillas de neopreno teflón.
Existen también en cada pila unas guías laterales que hacen que el tablero en su avance
describa el trazado en planta.
198
M-39. Tableros empujados
Interruptores de detección de empuje, tipo seta para que los operarios encargados de las
almohadillas puedan accionarlos y detener el empuje automáticamente en caso de problemas.
Control de reacción del cilindro del pescante o nariz, comparando con valores teóricos a
fin de detectar errores de geometría. Figura 8.1.11.
Escala para control topográfico, para controlar los desplazamientos de las pilas a lo largo
del empuje. Ver figura 7.5.
199
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
del ala inferior de la nariz, quedando esta enrasada con el resto del ala pudiendo avanzar con
la interposición de almohadillas de teflón como en el resto del tablero.
200
M-39. Tableros empujados
Los rendimientos medios obtenidos fueron de 6 días por dovela llegando a realizarse
numerosas dovelas en 4 días. Figura 8.1.15.
201
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
El viaducto Regueirón tiene una longitud total de 560 m, distribuidos en 7 vanos de longitudes
64, 84, 92, 84, 84, 84 y 68 m. Si bien el proyecto original del viaducto correspondía a las obras
de la 1ª calzada de la Autovía (para una anchura de 11.50 m), dadas las especiales
características de la estructura en cuanto a longitud total, altura de pilas y luz máxima de vano,
se optó por proyectar un único viaducto para las dos calzadas, con una anchura total de 23,00
m que alojan 2 carriles de circulación en cada sentido. El viaducto se sitúa en una alineación
curva en planta, con un radio constante de 600 m y peralte del 8%. En alzado la rasante es
recta, con rampa del 5,8%.
En esencia, el tablero es un cajón monocelular de almas verticales de 4,28 m de canto, girado
para materializar el peralte del 8% de la sección. Tanto éstas como la chapa de fondo (de 7,0
m de ancho) se rigidizan con perfiles cerrados. En la unión de las almas con la chapa inferior
de fondo se disponen sendas células que permiten que las almas sean estables ante las
cargas puntuales que suponen las reacciones de las pilas al empujarse el tablero. El peralte
de la sección transversal hace que la forma del cajón metálico no sea completamente
simétrica para que el patín de deslizamiento quede horizontal. Los diafragmas intermedios,
dispuestos cada 4.00 m, disponen de dinteles y jabalcones laterales que sirven de apoyo a la
losa de hormigón (que es de 22 cm de espesor, y hormigonada sobre prelosas colaborantes).
Figura 8.2.2.
202
M-39. Tableros empujados
203
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
La presencia de las contraflechas del tablero metálico, con valores máximos superiores a 200
mm, provoca múltiples situaciones de despegue del tablero sobre los apoyos del parque en
cada una de las fases de empuje.
Los apoyos provisionales se materializaron con castilletes de hormigón armado, y sobre estos
se colocaron unas peanas en las que fueron alojados los balancines con las almohadillas de
deslizamiento.
La geometría de los apoyos provisionales es diferente en el caso de los apoyos AP1 y AP2
(los más alejados del estribo) y los apoyos AP3 y AP4 (más cercanos al estribo) a fin de
acomodar los diferentes balancines.
Los castilletes fueron diseñados para posibilitar la colocación de las guías laterales, y con
espacio suficiente para la colocación de cilindros de elevación. Figura 8.2.5.
204
M-39. Tableros empujados
- Estribo 1:
En el estribo, se colocó una pareja de balancines, con almohadillas de deslizamiento en su
parte superior. Figura 8.2.6.
Figura 8.2.6. Situación de balancines, guias laterales y sistema pasivo de tiro en el estribo.
205
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
En cada una de las pilas se instalaron de una pareja de guías laterales, para la regulación y
el control de movimientos transversales del tablero durante el empuje. Figura 8.2.8.
Figura 8.2.9. Detalle platabanda de acero inoxidable soldada al fondo del tablero.
206
M-39. Tableros empujados
207
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
El anclaje inferior delantero es pasivo (con posibilidad de tesado con cilindro hidráulico unitario
para igualación de carga en tesado inicial), mientras que el anclaje inferior trasero es activo
(con posibilidad de tesado del total del tirante en continuo en todo momento del empuje.
208
M-39. Tableros empujados
209
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
8.2.3.2. Instrumentación
Además del control topográfico clásico que se realiza durante los empujes (desplazamiento
longitudinal y transversal en la punta de avance del tablero y en la cola, y desplazamiento
longitudinal y transversal en cabeza de pilas), se dispuso un sistema de instrumentación
estática permanente, a base de sensores controlados electrónicamente en tiempo real
mediante un sistema de adquisición de datos gobernado por un ordenador.
Mediante esta instrumentación se controló, en tiempo real durante cada uno de los ciclos de
empuje, los siguientes parámetros:
- Giro longitudinal en punta de avance.
- Tensiones en el tablero en las secciones críticas de flexión, cortante, torsión y patch
loading.
- Giros longitudinales y transversales en cabeza de pila.
- Tensiones en los cables de atirantamiento
La perfecta ejecución del castillete fue imprescindible para el buen funcionamiento del apoyo:
altura (nos da la rasante de deslizamiento), inclinación y replanteo son fundamentales para el
buen funcionamiento del sistema. Esto es extensible para todos los castilletes de obra.
• Ubicación: AP3, AP4 y E-1, lado bajo y alto. Apoyos provisionales indicados en el
apartado 8.2.2.2.
• Composición: placa base – balancín – almohadilla neopreno/teflón.
• Dimensiones: alto 758 mm (con pastillas de deslizamiento), largo 1.310 mm, ancho
800 mm.
• Fijación a chapa base: soldadura.
• Superficie de deslizamiento: 3 almohadillas 60 cm x 35,4 cm, total 6.372 cm2.
• Carga máxima de trabajo s/proyecto: 4690 kN.
• Tensión de trabajo en almohadillas: 73,6 kp/ cm2.
210
M-39. Tableros empujados
211
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
• Ubicación: Apoyos provisionales AP3, AP4 lado bajo, estribo lado bajo y AP2 lado alto.
• Conjunto: base/cabezal/rodillos.
• Superficie deslizamiento: rodillos.
• Fuerza de servicio 500 kN.
• Fijación a castillete de hormigón: 6 barras MB 500 d.26.
• Tesado barras: Par de apriete de montaje con llave.
Figura 8.2.15. Cabezal de guía rodillos Tipo 1. Figura 8.2.16. Detalle rodillos de deslizamiento.
212
M-39. Tableros empujados
• Ubicación: Apoyos provisionales AP1 lado bajo, AP2 lado bajo, AP3, AP4, lado alto,
AP1 lado alto.
• Conjunto: base/cabezal/rodillos.
• Superficie deslizamiento: APM (material plástico de baja fricción)
• Fuerza de servicio 500 kN.
• Fijación a castillete de hormigón: 6 barras MB500 d.26.
• Tesado barras: Par de apriete de montaje con llave.
213
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
Figura 8.2.19. Cabezal de guía lateral rodillo tipo 2. Figura 8.2.20. Conjunto guía lateral Tipo A’.
214
M-39. Tableros empujados
Figura 8.2.21. Conjunto guía lateral Tipo B’. Figura 8.2.22. Vista general percha trasera.
Principales características:
Principales características:
215
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
216
M-39. Tableros empujados
- Traseros: Anclaje pasivo superior y activo inferior, con posibilidad de tesado con
cilindro hidráulico unitario y tesar/destesar todo el tirante en cualquier momento del
empuje.
217
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
218
M-39. Tableros empujados
8.2.5.1. Controles
Los controles realizados, los podemos dividir en dos partes:
219
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
a) Realizados por el técnico responsable del empujado, estos fueron anotados por el
técnico encargado del empuje a medida que se avanza, contrastando éste los resultados
reales, con las alarmas máximas. En caso de ser sobrepasados los valores de alarma, el
técnico paró el empuje para informar del hecho al ingeniero responsable de la maniobra.
Para esto, se dispuso a inicio de cada empuje de un parte de trabajo que incluyó:
• Valores teóricos
- Peso total de cada fase a empujar.
- Longitud de cada fase a empujar.
- Secuencia de tesado de tirantes durante la longitud de empuje.
• Alarmas
- Fuerza máxima de empuje (traducida a bares para los cilindros de esa fase)
- Velocidad máxima de viento
• Actuación y registro, con respecto a la longitud avanzada
- Presión de empuje con una cadencia de metro a metro (aprox. una lectura cada cinco
emboladas). Figura 8.2.28.
- Reacciones en apoyos.
- Flechas y reacciones a la entrada de la nariz en la pila.
- Flechas y reacciones en cola a la salida de apoyos provisionales.
- Control cargas en los tirantes de paso de pilas.
- Tesado de cargas en los tirantes de paso de pilas.
- Control cargas en los tirantes de Arriostramiento (si fuera necesario).
220
M-39. Tableros empujados
desplazamiento de las pilas etc.… se fijaron y realizaron por las personas designadas para
cada caso.
8.2.5.2.1. Empuje 1
Posición inicial de punta del puente: En el centro del apoyo en E-1.
Total, de metros a empujar: 44 m.
Peso total de la estructura a empujar: 8770 kN. (L=144,0 m)
Rozamiento estimado: 5% sobre teflones.
Fuerza de empuje estimada: 947.5 kN.
Secuencia a seguir antes del inicio del empuje:
Durante el empuje:
221
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
8.2.5.2.2. Empuje 2
Total, de metros a empujar: 84 m.
Peso total de la estructura: 11420 kN (L=192 m).
Rozamiento estimado: 5% sobre teflones.
Fuerza de empuje estimada: 1233 kN.
Antes de proceder al empuje de esta fase, se habrán montado y tesado a la carga indicada
los tirantes de paso de la pila.
El proceso a seguir en las fases sucesivas será igual que en la fase 1.
8.2.5.2.3. Empuje 3
Total, de metros a empujar: 136 m.
Peso total de la estructura: 15440 kN (L=272 m).
Rozamiento estimado: 5% sobre teflones.
Fuerza de empuje estimada: 1667 kN.
8.2.5.2.4. Empuje 4
Total, de metros a empujar: 112 m.
Peso total de la estructura: 21060 kN (L=384 m).
Rozamiento estimado: 5% sobre teflones
Fuerza de empuje estimada: 2274 kN.
8.2.5.2.5. Empuje 5
Total, de metros a empujar: 128 m.
Peso total de la estructura: 27860 kN (L=512 m)
Rozamiento estimado: 5% sobre teflones
Fuerza de empuje estimada: 3008 kN.
8.2.5.2.6. Empuje 6
Total, de metros a empujar: 56 m.
222
M-39. Tableros empujados
8.2.5.3.1. Paso sobre la pila 3 (en caso de que hubiese sido necesario)
Previo a este paso por la pila era necesario (control):
• Guiado durante el empujado: se controló que en ningún momento las dos guías
estuvieran trabajando contra el tablero, ya que una zona de tablero más ancha podría
provocar tensiones no deseadas en las guías.
223
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
Durante el empujado en cada pareja de guías, podíamos tener situaciones en que una
de las guías trabajara o que ninguna de las dos trabajase, pero no podían estar
colaborando en el guiado nunca las dos a la vez.
IMPORTANTE:
Las holguras dejadas en las guías, serán tales que NO PERMITAN A LAS
ALMODILLAS DE DESLIZAMIENTO, SALIRSE DEL CARRIL DE DESLIZAMIENTO
DE INOX. (anchura almohadilla 600mm, anchura camino de rodadura 730mm)
• Regulación durante el empujado: cuando se quiso desplazar el tablero
transversalmente se procedió como sigue:
a) Se libera la tuerca de la guía del lado hacia el cual se quiere desplazar el tablero.
b) Se gira la tuerca de la guía opuesta el número de vueltas que se haya determinado
(relación vuelta/paso de rosca), es importante apretar la tuerca cuando el tablero
está en movimiento (de no ser así es mucho más costoso desplazar el tablero).
c) Se controla el desplazamiento transversal conseguido tras el apriete de la tuerca,
este se determina tras dos o tres emboladas ya que no es instantáneo, existe una
inercia de movimiento (“movimiento diferido”)
d) Cuando se ha conseguido el desplazamiento requerido, se procede a restituir en
las guías la posición de “Guiado durante empujado”
• Fijación tablero por paro: Tras la finalización del día de trabajo o final de empujado,
se procederá a apretar todas las guías.
Recordar liberar las guías cuando se desee continuar con el empujado.
224
M-39. Tableros empujados
g) Secuencia de descenso
8.2.6.1. Objetivo:
Descripción de las tareas a realizar y los riesgos asociados
8.2.6.2. Tareas
1. Montaje de elementos de empuje en castilletes parque:
• Montar balancines
225
Capítulo 8. Ejemplos de tipo de empujes
• Montar balancines
• Enfilar los cables en los cilindros de tiro y en los pasivos de yugo de tiro.
• Darles tensión inicial baja a los cables mediante cilindros hidráulicos para
quitar la catenaria.
Cuando todas las partes consideren que la estructura está preparada para ser
empujada, se comenzará el empuje de la estructura no sin antes tenerse por escrito
una autorización por parte de la dirección de obra.
226
M-39. Tableros empujados
227
M-39. Tableros empujados
9.1.1. Tipología
En función de los grados de libertad de la estructura, los apoyos pueden ser libres, guiados
longitudinal o transversalmente y fijos.
Estos apoyos responden acorde a la normativa EN 1337.
Salvo en el caso del uso de los apoyos definitivos implementados para empuje, el tipo y las
restricciones en los apoyos no están relacionados con el método de empuje.
En cuanto a la posición de los apoyos definitivos, de una forma general:
Para puentes metálicos o mixtos, el eje de apoyos definitivos y de empuje coincide
generalmente con el alma de tablero (aunque en el caso de secciones cajón puede estar
retranqueado hacia el interior).
229
Capítulo 9. Operaciones posteriores al empuje
Para puentes de hormigón o para puentes con diafragma sobre la pila, se admite más
fácilmente que el eje de los apoyos se encuentre retranqueado hacía el interior del tablero. En
este caso los ejes de los apoyos definitivos y de los apoyos provisionales pueden no coincidir.
9.1.2.1. Equipos
Los cilindros hidráulicos de levantamiento deben ir provistos de la suficiente carrera. Se debe
intentar trabajar en el rango ¼ a ¾ de la carrera de los cilindros a fin de evitar riesgo de dejar
un cilindro hidráulico cerrado bajo carga o de dañar un émbolo por superar su carrera limite.
Son recomendables los cilindros hidráulicos con rótula mecánica y con tuerca mecánica de
cierre/seguridad.
El dispositivo de levantamiento debe estar equipado de un control de fuerza (vía la lectura de
presión de los cilindros) y de un control de desplazamiento (preferiblemente sistemas de
lectura absolutos entre tablero y la pila o de lectura externa vía topografía).
9.1.2.2. Disposición
La sección transversal del puente y la sección de la pila deben estar previstas para la
colocación de los distintos dispositivos, a saber: apoyos provisionales, cilindros hidráulicos de
levantamiento y apoyos definitivos.
En el caso de que la pila no permita alojar a los cilindros o en el caso de que los apoyos
provisionales ocupen gran parte de la sección de la pila, se deberá disponer de unos medios
auxiliares.
Estos medios auxiliares son generalmente: ménsula metálica conectada a la pila, torres
metálicas de suficiente rigidez o robustez adosadas y estabilizada mediante unión a la pila.
Se desaconseja el uso de torres con muchos elementos modulares (tipo andamio) que para
alturas considerables y bajo cargas importantes admiten muy poca deformada longitudinal y
que se acorten en altura (aunque solo sea unos pocos cm y que al descargarse recuperan su
altura inicial). Esto puede complicar su posterior desmontaje y el de los elementos auxiliares
que soportan.
230
M-39. Tableros empujados
La instalación de los apoyos definitivos debe realizarse según las exigencias de la norma EN
1337 1-11.
Para la retirada de los apoyos provisionales y la instalación de los apoyos definitivos se aplican
las recomendaciones del manual “Conservación y Mantenimiento de Aparatos de Apoyo,
Juntas de Calzada y Sistemas de Drenaje en Puentes” emitidas por el comité de puentes de
la ATC en colaboración con ACHE en su capítulo 2.
231
Capítulo 9. Operaciones posteriores al empuje
El puente consta de un número de puntos fijos longitudinales (pilas centrales, estribo, pila
central porticada, …) función de su tipología que no coinciden forzosamente con la posición
de freno a final de empuje,
Durante el empuje las fuerzas horizontales resultando de la componente horizontal del peso
están equilibradas por los frenos y retenidas,
En servicio, al colocar los apoyos horizontales, no existe el efecto de la componente horizontal
de peso,
Los movimientos reológicos y debidos a efectos térmicos ejercen fuerzas internas a la
estructura que deberán pasar a ser equilibradas por las retenidas / frenos hacía los
dispositivos definitivos,
Por lo tanto:
la secuencia de transferencia deberá verificar que las fuerzas horizontales debidas al
componente horizontal de peso y los efectos térmicos, pueden ser resistidas por los apoyos
definitivos instalados y las pilas a cada fase de transferencia.
la secuencia y la duración de las operaciones pueden afectar la posición de las bandejas y el
ajuste de los apoyos mecánicos deslizantes. Esta posición deberá ser previamente estudiada
y conocida antes de proceder.
232
M-39. Tableros empujados
En el caso de que previamente haya que realizarse un descenso global del puente por el
hecho de que el empuje se efectuó a una cota superior a la definitiva, son válidas las mismas
consideraciones realizadas en este apartado. Únicamente habrá de tenerse en cuenta cuál es
el máximo descenso relativo (longitudinal y transversal) que es capaz de soportar el tablero.
Este dato debe ser aportado por el proyectista. Conviene llamar la atención de que, al realizar
este descenso global, el tablero generalmente no presenta todavía las mismas características
resistentes que en su configuración definitiva (en tableros mixtos lo más frecuente es que aún
no se haya hormigonado la losa superior ni la losa de fondo en secciones de pilas, o que aún
233
Capítulo 9. Operaciones posteriores al empuje
234
M-39. Tableros empujados
Figura 9.2. Segundo puente sobre el río Orinoco, instalación de placa inferior
previamente al empuje para insertar y fijar (tras empuje) el apoyo a nivel.
Figura 9.3. Segundo puente sobre el río Orinoco, instalación del apoyo
sobre placa inferior tras empuje.
En el caso de que los apoyos definitivos no coincidan con el eje de los apoyos provisionales,
las operaciones de nivelación, colado y fraguado de meseta inferior se pueden realizar
previamente y fuera del camino crítico de la transferencia.
235
Capítulo 9. Operaciones posteriores al empuje
Anclajes superiores
En el caso de que los apoyos deban ser anclados (guiados, fijos), es recomendable:
Dejar unas holguras con una suficiente tolerancia puesto que la posición final de empuje
requiere una tolerancia grande (por precisión y movimientos térmicos del tablero durante la
fase de transferencia),
O embeber una placa metálica en la cara inferior del tablero como se comenta en el párrafo
siguiente.
236
M-39. Tableros empujados
Los datos requeridos en proyecto para realizar la transferencia de carga constan usualmente
de:
• Secuencia con respeto a las otras operaciones posteriores al empuje como:
hormigonado de losa en puentes mixtos, hormigonado de vuelos en puentes de
hormigón, pretensado de servicio,
• reacciones estimadas,
• diferencia de nivel admisible entre líneas de apoyo tanto transversal como longitudinal
en el caso de un descenso,
• verificación de las zonas de disposición de los cilindros de levantamiento en la pila,
estribo o tablero,
• secuencia de fases de levantamiento, indicando en particular las fases de transferencia
de carga horizontal longitudinal y transversal, las fases de instalación de los puntos
fijos, …
• posición de las bandejas de los apoyos deslizantes sobre todo para puentes de
hormigón con el objeto de permitir los desplazamientos de servicio de la estructura
(función a su vez de la edad de la estructura y de la temperatura del día de instalación
de la secuencia de instalación del punto fijo definitivo).
• tolerancias de instalación del apoyo suministradas por el proveedor del apoyo (en
conformidad con la norma En 1337-1 y 11)
• alturas mínimas de mesetas, materiales empleados y armado requerido para mesetas
(en conformidad con En 1337-1 y 11).
237
Capítulo 9. Operaciones posteriores al empuje
238
M-39. Tableros empujados
la nariz y que luego debe volver a ser rellenado. Por este motivo, en ocasiones
se llega a desmontar la nariz en partes según va pasando por el estribo de
llegada y en otras, incluso, se realiza su desmontaje antes de llegar a él.
d. Mástil o torre de atirantamiento: es el claro ejemplo de un elemento auxiliar de
empuje que se monta fácilmente en la traza, pero que su desmontaje se debe
realizar en el aire. Para los puentes mixtos o de hormigón que se lancen con
losa y que sea accesible la llegada a la torre desde el estribo de lanzamiento,
puede que no suponga mayor problema. Pero para puente metálicos que se
lancen sin prelosas del tablero, que tengan alturas de pilas considerables y que
además coincida en que la luz máxima de empuje coincida con un último vano
del puente, se debe estudiar con detalle las grúas y elementos necesarios para
su desmontaje.
La losa superior de las secciones mixtas, sean o no empujadas, se puede ejecutar utilizando
elementos prefabricados, bien sea en su espesor completo o como encofrado perdido;
hormigonando “in situ” mediante el empleo de encofrados más o menos convencionales, o
combinando ambas soluciones.
239
Capítulo 9. Operaciones posteriores al empuje
Los encofrados de las alas se cuelgan de ambos extremos del pórtico, mediante una unión
articulada que, con la colaboración de tensores manuales o cilindros hidráulicos, permiten
realizar las maniobras de encofrado-desencofrado y transporte de una tongada a la siguiente.
Para soportar el peso del hormigón fresco durante la puesta en obra y posterior fraguado del
mismo, los encofrados se atan, mediante barras de acero de alta resistencia, a los dinteles de
los pórticos del carro, transmitiéndose las cargas, a través de las patas del carro, a la
estructura metálica del tablero
Como cualquier medio auxiliar que se utilice en la construcción, los “carros de alas” deben
incorporar todas las medidas de seguridad colectivas que sean necesarias: plataformas de
trabajo, con barandillas, rodapiés y escaleras de comunicación entre ellas, en todos los niveles
que se precisen.
Una variedad de los carros de alas, son los carros de alas contrapesados, que permiten la
ejecución de una sola de las alas del tablero, independientemente de que se ejecute o no la
otra.
240
M-39. Tableros empujados
Se enumeran las operaciones típicas que suelen ser comunes a otros tipos de tableros y no
específicas de la tecnología de puente empujado.
Ferrallado y hormigonado de bloques de anclaje y diafragmas.
Pretensados de servicio.
Cierres al empujar por los dos lados.
Hormigón de fondo en la zona de negativos.
Finalización del estribo en la zona de empuje.
Prueba de carga, impermeabilización del tablero.
241
M-39. Tableros empujados
243
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
Este puente se empujó desde ambos extremos, completando desde el primer lado los 38 m del primer vano
y 25,50 m del vano central. Posteriormente se trasladó el parque a la otra orilla para empujar desde el otro
lado los otros dos vanos de 38 m más 25,50 m del vano central. Después se hormigonaron los 3 m de clave
y se dio continuidad al puente. No es una solución económica, pero no era posible situar una pila provisional
en el río para dividir el vano de 54 metros de luz.
La construcción de las dovelas del cajón en el parque se hacía en dos fases. Primero se construía la losa
inferior y una parte pequeña de las almas, y en una segunda posición el resto de las almas y la losa
superior. Este método de construcción lo hemos utilizado en la mayoría de los puentes empujados que
hemos hecho, por simplicidad de los encofrados.
La nariz de lanzamiento o pico de lanzamiento tenía 13 metros de longitud y se hizo con viga triangulada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
244
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
245
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
246
M-39. Tableros empujados
OTROS:
Se trata de 8 viaductos de características similares, con vano tipo de 45 metros y longitudes 195 m, 240 m,
285 m (2), 330 m, 465 m, 510 m (2)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
HyA 180 (1991, trimestre 3) – J.A. Llombart
“Viaductos del tramo Adamuz-Villanueva para el Tren de Alta Velocidad Madrid-Sevilla"
247
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
248
M-39. Tableros empujados
LOCALIZACIÓN ZARAGOZA.
AÑO DE REALIZACIÓN 1992.
PROPIEDAD AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA.
CONSTRUCTOR ACS.
PROYECTISTA CFC (Carlos Fernandez Casado).
ASISTENCIA TÉCNICA
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
249
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
250
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
HyA 212 (1999, trimestre 2) – J.A. Llombart, J. Revoltós :
"Viaducto de Sant Bartomeu, perteneciente al eje transversal Lleida-Girona"
251
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
252
M-39. Tableros empujados
OTROS:
Primer puente de A.V. de esa longitud empujado desde 1 solo estribo. Peso máximo del tablero
en las fases finales del empuje aproximadamente 30.000 t.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
• “El viaducto empujado sobre el río Cinca en la Línea de Alta Velocidad Zaragoza-Lleida”
José Antonio Fernández Ordóñez, Francisco Millanes Mato, Julio Martínez Calzón, Javier
Pascual Santos
I Congreso ACHE (Sevilla 1999)
253
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
254
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
255
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
256
M-39. Tableros empujados
OTROS:
En el empuje se empleó una nariz delantera de alma llena de 27.4 metros de longitud.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
257
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
En el empuje se empleó una nariz delantera de alma llena de 27.4 metros de longitud.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
258
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
http://www.fhecor.es/files/FCH/PDF/esp_alpera.pdf
Congreso de Puentes de Ferrocarril del Grupo Español de IABSE. Junio 2002
Ponencia “Puentes de Ferrocarril construidos por ACS. Luis Miguel Viartola
259
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
Empuje desde ambos estribos, vano central inerte independiente. En el empuje se empleó una
nariz delantera de alma llena de 28,5 metros de longitud.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
• “Viaductos sobre el río Jalón y sobre el río Ginel de la L.A.V Madrid- Zaragoza”
Francisco Millanes, Javier Pascual, Antonio Carnerero, Daniel Martínez, Óscar Bartolomé
II Congreso ACHE (Madrid 2002)
260
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
261
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN
AÑO DE REALIZACIÓN 2001.
PROPIEDAD MINISTERIO DE FOMENTO.
CONSTRUCTOR VIAS Y CONSTRUCCIONES.
PROYECTISTA CFC (Carlos Fernandez Casado).
ASISTENCIA TÉCNICA CFC (Carlos Fernandez Casado).
OTROS:
(*) La sección está formada por un cajón con almas aligeradas con orificios circulares y unida en su parte
superior con costillas. Estructuralmente se trata de una viga vierendeel. Tiene un canto total de 9.15 m. La
sección transversal tiene una forma trapecial. En la parte superior tiene una anchura máxima de 16.56 m. y
12.90 m. en su parte inferior. Las almas están aligeradas con orificios circulares de 3.80 m. de diámetro cada
6.00 m. El espesor varía entre 0.50 m. y 0.60 m. en la zona de apoyos. La losa inferior tiene un espesor que
varía desde los 0.30 m. en su unión con las almas hasta los 0.39 m. en el centro.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
262
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
263
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
Para el empuje se asimiló el trazado con acuerdo cóncavo en alzado a una curva circular en el
espacio con diferencias menores a 5 cm respecto al acuerdo. En el empuje se empleó una nariz
delantera.
264
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
SEI – IABSE (4 / 2000) – J.A. Llombart , J. Revoltós: “Petra Tou Romiou Viaduct,
Cyprus”
265
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
(*)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
https://www.youtube.com/watch?v=0QaZ7e8Ec-Y
II congreso de ACHE Viaductos de Ferrocarril en la LAV Madrid-Barcelona Javier
Manterola Armisén & Antonio Martínez Cutillas
266
M-39. Tableros empujados
LOCALIZACIÓN ZARAGOZA.
AÑO DE REALIZACIÓN 2002.
PROPIEDAD GESTOR DE INFRAESTRUCTURAS FERROVIARIAS. G.I.F.
CONSTRUCTOR NECSO.
PROYECTISTA CFC (Carlos Fernandez Casado).
ASISTENCIA TÉCNICA
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
II congreso de ACHE Viaductos de Ferrocarril en la LAV Madrid-Barcelona Javier
Manterola Armisén & Antonio Martínez Cutillas
267
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN LLEIDA.
AÑO DE REALIZACIÓN 2002.
PROPIEDAD GESTOR DE INFRAESTRUCTURAS FERROVIARIAS. G.I.F.
CONSTRUCTOR OHL.
PROYECTISTA CFC (Carlos Fernandez Casado).
ASISTENCIA TÉCNICA
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
268
M-39. Tableros empujados
LONGITUD DE DOVELA 24 m
SISTEMA DE EMPUJE Empuje por fricción (TECPRESA)
SISTEMA DE RETENIDA
ENCOFRADO DE LA DOVELA ULMA. Fondo móvil y costeros abatibles
OTROS:
Empuje sobre línea de Ferrocarril y A-2
269
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
270
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
271
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
272
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
273
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN TARRAGONA.
AÑO DE REALIZACIÓN 2004.
PROPIEDAD GESTOR DE INFRAESTRUCTURAS FERROVIARIAS. G.I.F.
CONSTRUCTOR NECSO.
PROYECTISTA CFC (Carlos Fernandez Casado).
ASISTENCIA TÉCNICA
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
II congreso de ACHE “Viaductos de ferrocarril en la LAV Madrid-Barcelona-Frontera Francesa” Javier
Manterola Armisén y Antonio Martínez Cutillas
Empuje de Puentes de Ferrocarril de Alta Velocidad Abril 2002 Ricardo Llago Acero ACCIONA
274
M-39. Tableros empujados
LOCALIZACIÓN FUERTEVENTURA
AÑO DE REALIZACIÓN 2005
PROPIEDAD GOBIERNO DE CANARIAS
CONSTRUCTOR OHL-CORORASA
PROYECTISTA EIPSA
ASISTENCIA TÉCNICA EIPSA
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
275
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
276
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
277
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
278
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“VIADUCTO SOBRE EL RÍO LLOBREGAT EN LA LAV MADRID - BARCELONA”
José Antonio Llombart, Jordi Revoltós
III Congreso ACHE (Sevilla 1999)
279
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
280
M-39. Tableros empujados
OTROS: Para que fuese una geometría empujable se asimiló a una curva de radio
constante.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
281
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Acueducto Canal Garrigues-Segarra”
Javier Manterola, Antonio Martínes Cutillas, Juan Antonio Navarro
IV Congreso ACHE (Valencia 2008)
282
M-39. Tableros empujados
OTROS: Empuje del tablero sobre pilas provisionales con luces de 24 m. Sección de gran peso y
anchura lo que llevó a 4 ejes de tiro. Nariz metálica en punta mediante dos cuchillos de 11 m. Guiado
transversal interior
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“El Puente del Tercer Milenio. Retos en el diseño de puentes desde la perspectiva de la ingeniería
creativa (II). Desarrollo”
Juan José Arenas de Pablo, Guillermo Capellán Miguel, Héctor Beade Pereda, Ángel Ortega Arias,
Javier Martínez Aparicio
IV Congreso ACHE (Valencia 2008)
283
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Viaductos Río Deza y Anzo 2. Isabel Pardo de Vera Posada,
Marcos Jesús Pantaleón Prieto, Óscar Ramón Ramos Gutiérrez, Guillermo Ortega Carreras, José
Manuel Martínez García. Revista Hormigón y Acero. Volumen 62, nº 259, 61-74. Enero-marzo 2011.
284
M-39. Tableros empujados
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Viaductos Río Deza y Anzo 2. Isabel Pardo de Vera Posada,
Marcos Jesús Pantaleón Prieto, Óscar Ramón Ramos Gutiérrez, Guillermo Ortega Carreras, José
Manuel Martínez García. Revista Hormigón y Acero. Volumen 62, nº 259, 61-74. Enero-marzo 2011.
285
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
286
M-39. Tableros empujados
OTROS: El tablero se fabricó curvo de radio constante pero orientado en el espacio de modo
que su proyección en planta y en alzado se ajustaba a la geometría teórica.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
287
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
288
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
289
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
290
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
291
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN ZAMORA.
AÑO DE REALIZACIÓN 2014.
PROPIEDAD ADIF.
CONSTRUCTOR ACCIONA.
PROYECTISTA CFC (Carlos Fernandez Casado).
ASISTENCIA TÉCNICA CFC (Carlos Fernandez Casado).
Diseño de elementos de empuje Talleres centrales ACCIONA
OTROS:
Empuje y abatimiento ver videos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
https://www.youtube.com/watch?v=LJMpGwwp2hk
https://www.cfcsl.com/portfolio/viaducto-de-ffcc-de-alta-velocidad-sobre-el-rio-tera-zamora-espana-
2014/
https://www.youtube.com/watch?v=GlXTGzEBAdI
292
M-39. Tableros empujados
OTROS:
VII CONGRESO DE ACHE en A Coruña, junio de 2017
CONGRESO EN POLONIA Wroclawskie Dni Mostowe. Wroclaw, 28-29 octubre 2017
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
HORMIGÓN Y ACERO. Volumen 69, Issue 284, January-April 2018, Pages 59-67. Empuje con doble
curvatura, planta y alzado en viaducto de línea de alta velocidad Orense-Monforte-Lugo, Variante de
San Julián http://dx.doi.org/10.1016/j.hya.2017.05.010
293
M-39. Tableros empujados
295
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Puente para los Ibores”
Ramiro R. Borlado y Olavarríeta
R.O.P. Nº 3317 enero 1993
“Tableros de celosías mixtas”
Hugo Corres Peiretti, Alejandro Pérez Caldentey
R.O.P. Nº 3416 diciembre de 2001
296
M-39. Tableros empujados
297
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
298
M-39. Tableros empujados
299
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
L. ESTRUCTURA 90 m
DISTRIBUCIÓN DE LUCES 45 – 45 m
LUZ MÁXIMA EMPUJADA 45 m
TIPOLOGÍA DEL TABLERO Atirantado. Mixto – Viga-cajón metálica +
losa hormigón
ANCHO / CANTO TABLERO 3,10 / 1,00 m
PESO DEL TABLERO/PESO TOTAL EMPUJADO
CARÁCTERISTICAS GEOMÉTRICAS (R, i) Recto
LONGITUD DE PARQUE 90 m
OTROS:
Empuje de la estructura atirantada metálica completa desde el estribo. Posteriormente al empuje se
procedió al hormigonado de la losa superior del tablero
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
-HyA 201 (1996, trimestre 3)- J.A. Llombart, J.Revoltós: "Estructura atirantada para acceso a la torre de
toma en el embalse Francisco Abellán. Río Fardes (Granada)".
-SEI – IABSE (4/1996) – J.A Llombart, J. Revoltós: “Cable-Stayed Pedestrian Bridge, Spain”
300
M-39. Tableros empujados
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Puente de Euskalduna en Bilbao”
Leonardo Fernández Troyano y Javier Manterola Armisén
1er Congreso ACHE (Sevilla 1999)
301
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: Empuje desde ambos estribos. Torre auxiliar de apoyo en cada vano extremo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
302
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
303
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
304
M-39. Tableros empujados
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Nova carretera de Eix Transversal Lleida a Girona. Tramo: Viladrau – Sant. Hilari de Sacalm”
R.O.P. Nº 3363 marzo 1997
“Tableros de celosías mixtas”
Hugo Corres Peiretti, Alejandro Pérez Caldentey
R.O.P. Nº 3416 diciembre de 2001
305
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
306
M-39. Tableros empujados
OTROS: Empuje desde ambos estribos y cierre central. Vano inicial no empujado. Viaducto de canto
variable. Empuje combinado con giros con ayuda de pórtico auxiliar trasero realizado por ALE.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Viaducto el Embalse de Contreras”
Julio Martínez Calzón, Jorge Bernabéu, Juan Jesús Álvarez
1er Congreso ACHE (Sevilla 1999)
307
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: Torre de atirantamiento para control de flechas en punta y minoración de esfuerzos durante
empuje.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Tableros de celosías mixtas”
Hugo Corres Peiretti, Alejandro Pérez Caldentey
R.O.P. Nº 3416 diciembre de 2001
308
M-39. Tableros empujados
OTROS: Empuje desde ambos estribos y cierre central. Viaducto de canto variable. Empuje combinado
con giros con ayuda de pórtico auxiliar trasero realizado por ALE.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Puentes sobre el río Sil”
Hugo Corres Peiretti, Alejandro Pérez Caldentey, José Romo Martín y Jorge Calvo Benítez
1er Congreso ACHE (Sevilla 1999)
309
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: Voladizos variables para adaptarse al trazado real en clotoides. Nariz de 3 m de longitud. Pila
provisional para primer empuje. Pretensado provisional durante el empuje
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
310
M-39. Tableros empujados
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Puente del Picado sobre el embalse de Guadalcacín II (Cádiz)”
José Romo, Hugo Corres, Javier Torrico
I Congreso ACHE (Sevilla 1999)
311
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: Se utilizó una torre de atirantamiento provisional para recuperar la flecha en los
apoyos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
312
M-39. Tableros empujados
OTROS: Torre de atirantamiento para control de flechas en punta y minoración de esfuerzos durante
empuje. Patines de deslizamiento formados por balancines. Ejecución tableros a cargo de DRACE
(actual FPS)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Viaducto sobre el río Navia y As Nogais”
Marcos J. Pantaleón Prieto, Alfredo Diego Abascal
II Congreso ACHE (Madrid 2002)
313
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN GRANADA
AÑO DE REALIZACIÓN 2000
PROPIEDAD MINISTERIO DE FOMENTO
CONSTRUCTOR DRAGADOS
PROYECTISTA TORROJA INGENIERÍA
ASISTENCIA TÉCNICA TORROJA INGENIERÍA
314
M-39. Tableros empujados
OTROS: Empuje desde ambos estribos y cierre en centro del vano principal. Torre de atirantamiento
para control de flechas en punta y minoración de esfuerzos durante empuje. Patines de deslizamiento
formados por balancines. Ejecución tableros a cargo de DRACE (actual FPS)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Viaducto sobre el río Navia y As Nogais”
Marcos J. Pantaleón Prieto, Alfredo Diego Abascal
II Congreso ACHE (Madrid 2002)
315
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: Vanos 1 y 2 y parte del 3 montados con grúa. Resto empujado. Patines de 1000 ton de
capacidad. Lanzamiento con 2 basculamientos con ayuda de pórtico móvil trasero. Contranariz
albergando contrapesos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Proceso de construcción del viaducto de Tina Menor”
Susana López Manzano, Miguel Martín Pardina, Francisco Quintero
II Congreso ACHE (Madrid 2002)
316
M-39. Tableros empujados
OTROS: Apoyo provisional en el centro del vano principal durante el empuje. Empuje realizado con la
losa de compresión ejecutada en los 42 metros centrales de la estructura
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
• “Estructura de cruce de la M-45 sobre la N-II”
Alberto Azcón González de Aguilar y Cristina Martín Nieto
II Congreso ACHE (Madrid 2002)
317
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN CHILE.
AÑO DE REALIZACIÓN 2001.
PROPIEDAD DIRECCIÓN DE VIALIDAD. DEPARTAMENTO DE PUENTES.
CONSTRUCTOR SACYR.
PROYECTISTA CFC (Carlos Fernandez Casado).
ASISTENCIA TÉCNICA
OTROS:
Primer puente ejecutado en Chile mediante el sistema de empuje.
Empleo de equipos hidráulicos telescópicos de gran recorrido para recuperación de flecha.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
• Puente Carretero mas alto de Chile”
Revista Bit, Junio 2000
318
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
319
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
Empuje de tablero mixto completo sobre pilas provisionales.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Revista de Obras Públicas. Número 3.431. Marzo, 2003 – J.A. Llombart, J. Revoltós
“Puentes empujados con tablero formado por estructura mixta acero – hormigón”
320
M-39. Tableros empujados
OTROS:
Empuje de la mitad del tablero (Estructura metálica + parte del total de prelosas) desde cada margen del
río. Finalizado el empuje, cierre en clave, colocación de prelosas restantes y hormigonado de losa
superior.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Revista de Obras Públicas. Número 3.431. Marzo, 2003 – J.A. Llombart, J. Revoltós
“Puentes empujados con tablero formado por estructura mixta acero – hormigón”
321
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: Empuje con hormigonado de fondo y prelosas colocadas excepto en los primeros 18 metros
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Puente en la Variante de Tejina”
José Antonio Llombart, Jordi Revoltós
II Congreso ACHE (Madrid 2002)
322
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
323
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN LOGROÑO.
AÑO DE REALIZACIÓN 2003.
PROPIEDAD AYUNTAMIENTO DE LOGROÑO.
CONSTRUCTOR FERROVIAL.
PROYECTISTA CFC (Carlos Fernandez Casado).
ASISTENCIA TÉCNICA
OTROS:
El puente se construyó empujando el dintel metálico central sobre pilas provisionales instaladas en el río,
para hormigonar a continuación la losa superior. Posteriormente se procedió al montaje desde el tablero
central de las pasarelas exteriores.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
324
M-39. Tableros empujados
LOCALIZACIÓN ASTURIAS
AÑO DE REALIZACIÓN 2004
PROPIEDAD PRINCIPADO DE ASTURIAS
CONSTRUCTOR FCC + ALVARGONZALEZ
PROYECTISTA Servicios Técnicos FCC
ASISTENCIA TÉCNICA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
325
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: En el empuje se emplearon torres provisionales de apeo para reducir la longitud en voladizo a
un máximo de 66 m. Los empujes se realizaron desde los dos estribos, uniendo ambos tramos de
viaducto en el centro del vano principal con un voladizo desde ambos extremos de 66 m.
Por la singularidad de la sección transversal, con un cordón inferior tubular que se bifurca en dos para
acometer el apoyo en las pilas, se diseñaron unas estructuras “ad-hoc” sobre las pilas definitivas que
permitieron el deslizamiento de la estructura por el cordón superior.
Se dispusieron cables de atirantamiento en las pilas con un control activo mediante equipos hidráulicos.
Todos los apoyos de deslizamiento se realizaron mediante equipos hidráulicos, para lograr un control de
cargas y de deformaciones en todo momento.
Mediante un software de auscultación, compuesto por prismas activos en el frente de empuje, GPS en la
cola del empuje y topografía convencional en apoyos se disponía de la posición del tramo empujado.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Viaducto sobre el río Guadiana·
Jesus Martínez Colliga, Rafael Pérez Valencia. III Congreso de ACHE (Zaragoza 2005)
Roberto Gomez Blanco, Jacinto García Santiago. III Congreso de ACHE (Zaragoza 2005)
“Un gran reto técnico” Viaducto sobre el río Guadiana
Manuel Bruno Romero, Revista CAUCE 2000 nº 126, año 2005
326
M-39. Tableros empujados
OTROS: Empuje desde ambos estribos y cierre en centro del vano central. Regulación vertical en apoyos
evitando sistemas de recuperación de flecha.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“El Viaducto de Alvares”
José M. Simón-Talero, Ramón Mª Merino
III Congreso ACHE (Zaragoza 2005)
327
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: Torre de atirantamiento para control de flechas en punta y minoración de esfuerzos durante
empuje. Empuje con hormigón de fondo ejecutado y parte de prelosas y armadura de losa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Viaducto de La Miel”
Mariano Villameriel, Miguel Martín, César Pérez
III Congreso ACHE (Zaragoza 2005)
328
M-39. Tableros empujados
OTROS:
Doble acción mixta en negativos. Altura máxima de pilas 93 m.
Primer viaducto mixto de Alta Velocidad proyectado en España.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
• “Viaducto Arroyo Las Piedras. Primer viaducto mixto de las Líneas de Alta Velocidad españolas”
Francisco Millanes, Javier Pascual, Miguel Ortega
Hormigón y Acero nº 243 (2007)
• “Arroyo Las Piedras Viaduct. The first Composite Steel-Concrete High Speed Railway Bridge in Spain”
Francisco Millanes, Javier Pascual, Miguel Ortega
Structural Engineering International (4/2007)
• “Viaduc de Las Piedras. Primer viaducto mixto de las Líneas de Alta Velocidad españolas”
Francisco Millanes, Javier Pascual, Miguel Ortega
Ponts métalliques. Bulletin nº 25 (2009)
ESTRUCTURA PASO SUPERIOR SOBRE LA E9 EN SANT MIXTA
CUGAT DEL VALLÉS (BARCELONA)
329
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
USO CARRETERA
OTROS: Empuje realizado con parte del hormigón de fondo ejecutado y parte de las prelosas colocadas.
Recuperación de flecha con ayuda de grúa auxiliar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Paso Superior sobre la E-9 en Sant Cugat (Barcelona)”
José Antonio Llombart, Jordi Revoltós, Jorge Cascales, Juan Jesús Álvarez
IV Congreso ACHE (Valencia 2008)
330
M-39. Tableros empujados
OTROS:
Empuje simétrico de las dos mitades del tablero realizado desde ambos lados, con unión posterior en la
clave.
Cada una de las dos mitades, construida en su totalidad previamente al primer empuje
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
-HyA 242 (2006, trimestre 4) – J.A Llombart, J.Revoltós “Puente sobre el río Tajo, en el embalse de Alcántara (Arcos
de Alconétar)”.
-SEI - IABSE (2 / 2010) – J.A. Llombart, J. Revoltós "Alconétar Bridge over the River Tagus at Alcántara
Reservoir, Cáceres, Spain”
331
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN LLOBREGAT
AÑO DE REALIZACIÓN 2006
PROPIEDAD ADIF
CONSTRUCTOR ACCIONA INFRAESTRUCTURAS
PROYECTISTA Pedelta (Proyecto)
MC2 (Proyecto de Empuje)
Todos los elementos auxiliares necesarios para el empuje han
sido diseñados por Acciona.
ASISTENCIA TÉCNICA ACCIONA Dirección de Servicios Técnicos y Talleres Centrales de
ACCIONA Construcción
OTROS:
Ver en las referencias la fabricación, el parque de montaje, los elementos llave y el empuje.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
https://www.acciona.com/pressroom/videos/construction/construcci%C3%B3n-del-tramo-del-
ave-en-sant-boi-de-llobregat-acciona/
https://es.wikipedia.org/wiki/Viaducto_de_Sant_Boi_de_Llobregat
https://www.mc2.es/proyecto/lanzamiento-viaducto-sobre-el-rio-llobregat/
fabricación y empuje presentación Talleres Centrales Acciona
http://www.apta.com.es/pdf/Puentes%20en%20lineas%20de%20alta%20velocidad/acciona.pdf
http://www.apta.com.es/pdf/Puentes%20en%20lineas%20de%20alta%20velocidad/pedelta_3.pdf
332
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
333
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS:
(*) Un tramo de acceso de planta circular y 11 vanos de 60 m de luz dando un total de 660 m de longitud,
sobre la vega del río, con una sección transversal de canto constante de 3.0 m; tramo recto de 441 m de
longitud que cruza el cauce principal del río Nalón. La zona central de este tramo es un pórtico de carácter
mixto formado por un cajón metálico de canto variable y dos pilas de carácter escultórico realizadas con
hormigón pretensado, en cada una de las orillas del río. El tramo se completa con varios vanos de menor
luz y canto constante a ambos lados del principal.
Pila provisional dividiendo la luz principal de 124 m en dos vanos de 62 m; nariz de lanzamiento de
16m; torre de atirantamiento; canto variable.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
MARTÍNEZ CALZÓN J., SERRANO CORRAL A., CASTAÑÓN JIMÉNEZ C., GÓMEZ
NAVARRO M., “Viaducto sobre el río Nalón en la Autovía del Cantábrico (A-8)”; IV Congreso
ACHE.
https://www.mc2.es/en/proyect/bridge-over-the-nalon-river/
334
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
335
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: Torre de atirantamiento para control de flechas en punta y minoración de esfuerzos durante
empuje. Empuje con hormigón de fondo ejecutado y parte de prelosas y armadura de losa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Construcción del nuevo puente sobre el río Guadalquivir para la línea 1 interurbana del Metro de
Sevilla”
Manuel Escamilla, José Manuel González Barcina, Víctor Jiménez
http://www.ciccp.es/biblio_digital/V_Congreso/congreso/pdf/010115.pdf
336
M-39. Tableros empujados
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Pabellón Puente. Expo 2008. Construcción y lanzamiento”
Hugo Corres Peiretti, José Romo Martín, Ángel Ortega Arias, Vicente Pérez Pérez, Javier Andueza
Olmedo, Javier Antón Díaz, Alejandro Mendoza Monfort, Susana López Manzano
IV Congreso ACHE (Valencia 2008)
337
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
338
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
339
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
USO CARRETERA.
OTROS: Empleo del sistema ábaco en pilas 3 y 4. Ábacos mixtos de 32 metros de longitud y canto
variable (máximo 2.25 m). En el empuje se empleó una nariz delantera en celosía de 16 metros de
longitud y una contranariz trasera de 4 metros. Recuperación de flecha en punta de hasta 1.50 metros
mediante gatos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Viaducto del Estrecho de Paredes”
Juan Jesús Álvarez Andrés, Conchita Lucas Serrano, Guillermo Lorente Perchín
IV Congreso ACHE (Valencia 2008)
340
M-39. Tableros empujados
USO CARRETERA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Ejecución del viaducto atirantado de Arbizelai”
Felipe Tarquís Alonso, Miguel Martín Pardina. Jesús de los Ríos Francisco, Hugo
Corres Peiretti, Julio Sánchez Delgado, Cristina Sanz Manzanedo
IV Congreso ACHE (Valencia 2008)
341
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
USO FERROCARRIL
Para la maniobra se montaron dos pórticos, una torre auxiliar y dos unidades de tiro, en cada lado, que
aproximaron los tableros hasta su unión en el punto medio entre las pilas de ambas orillas.
Todos los apoyos disponían de capacidad de regulación vertical en altura para gateo y control de
cargas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Viaductos ferroviarios de Aboño”
Hugo Corres Peiretti, Julio Sánchez Delgado, Javier de Cabo Ripoll, Mirian Sánchez Pérez, Rubén
Estévez Sánchez
IV Congreso ACHE (Valencia 2008)
342
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
343
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Número 94 de la revista “Bridge Desing & Engineering Updated”, septiembre 2010.
344
M-39. Tableros empujados
OTROS: Para resolver los problemas de espacio en el parque de montaje y la geometría variable en
planta se lanzaron conjuntamente el viaducto V4 sobre el V1 y el VR2 sobre el V2, diseñando unas vigas
transversales a medida, para materializar el apoyo de un viaducto sobre el otro. Una vez lanzado
completamente el conjunto V1+ V4 y V2+VR2, con ayuda de dos pórticos apoyados en las pilas, se
desvincularon los viaductos superiores, ripándolos hasta su vertical y descendiéndolos a los apoyos
definitivos. La maniobra de ripado se realizó parcialmente sobre unos carriles de deslizamiento sobre el
viaducto inferior, este ripado se acompañó de un giro en planta para posicionar el viaducto paralelo a su
posición definitiva.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Enlace de Cadagua: Lanzamientos Viaducto V1 con V4 y Viaducto V2 con VR2”
“Enlace de Cadagua: Ripado e izado Viaductos V4 y VR2”
Rüdiger Spengler, Narciso Pulido Asín, Rafael Pérez Valencia. V Congreso de ACHE (Barcelona 2011)
“Enlace de Cadagua. Lanzamientos, ripados, izados y montaje con grúa de cinco puentes mixtos”
Rüdiger Spengler, Narciso Pulido Asín, Rafael Pérez Valencia, Miguel Angel Gil Ginés, Jose María Martínez
Gutierrez. Revista HORMIGÓN Y ACERO nº 267, año 2013
345
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LOCALIZACIÓN GERONA
AÑO DE REALIZACIÓN 2008-2010
PROPIEDAD ADIF
CONSTRUCTOR ACCIONA INFRAESTRUCTURAS
PROYECTISTA FHECOR (Proyecto)
Todos los elementos auxiliares necesarios para el empuje han
sido diseñados por Acciona.
ASISTENCIA TÉCNICA ACCIONA Dirección de Servicios Técnicos y Talleres
Centrales de ACCIONA Construcción
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Paso de la LAV Barcelona-Francia sobre la AP-7 en Ruidellots de la Selva Gerona José Romo Martín,
Javier Andueza, Ricardo Llago etc.. ACHE V Congreso
346
M-39. Tableros empujados
OTROS: En el empuje se empleó una nariz delantera en celosía de 20 metros de longitud y una torre de
atirantamiento provisional de 35 metros de altura y tirantes pasivos y activos de 850 toneladas de
capacidad. Sistema de recuperación de flecha mediante gatos verticales y puertas abatibles integrado en
la nariz. Apoyos deslizantes contraflechados con gran longitud y capacidad (hasta 850 toneladas) con
teflón de alta resistencia y adaptados a la imposibilidad de uso de células en el encuentro alma-ala
inferior. Gran dificultad en la variación geométrica en alzado y por presentar una solución no estándar en
el diseño frente a abolladura por carga concentrada ("patch loading"). Cada empuje era de 164 m de 4
segmentos de 41 m de longitud
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Proyecto de empuje del Puente sobre el Canal de Beauharnois (Montreal. Canadá)”
Hugo Corres Peiretti, Francisco Millanes Mato, Javier Andueza Olmedo, Enrique Bordó Bujalance
V Congreso ACHE (Barcelona 2011).
CONSTRUCTION DU PONT SUR LE CANAL
DE BEAUHARNOIS 20ème colloque sur la progressino de la recherche québécoise sur les ouvrages
d´art Luis Peset + Gabriel Menéndez Pidal + Alejandro Acerete + Javier Ayala
347
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: El parque de empuje es en altura, aprovechando la posición de los vanos 1 y 2 y usando torres
de apeo provisionales para el montaje. También se usan torres de apeo provisionales para reducir la luz
empujada. Los vanos empujados son los vanos 3 y 4, de 120 m cada uno.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Ejecución de los vanos de acceso del Viaducto sobre el río Ulla de la margen izquierda mediante lanzamiento”
Susana López Manzano, David Mouriño Crespo, Felipe Tarquis Afonso, Julio Sánchez Delgado, Rubén Estévez Sánchez,
Miguel Ortega Cornejo
VI Congreso ACHE (Madrid 2014)
“Ingeniería de lo efímero en la construcción del tablero del viaducto del río Ulla”
Hugo Corres Peiretti, Javier de Cabo Ripoll, Julio Sánchez Delgado.VI Congreso ACHE (Madrid 2014)
348
M-39. Tableros empujados
OTROS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
349
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LONG. ESTRUCTURA / DISTRIBUCIÓN LUCES El Tablero tiene 130 metros de longitud distribuidos
en 3 vanos: 30 + 70 + 30
Nota: El vano central es un arco.
LUZ MÁXIMA EMPUJADA 50 metros
TIPOLOGÍA DEL TABLERO Mixto formado por dos vigas metálicas de sección
cerrada, paralelas entre sí, separadas 15.5 m y unidas
mediante riostras transversales y diafragmas de pilas
esviados.
ANCHO / CANTO TABLERO 16 m / variable
PESO DEL TABLERO / PESO TOTAL EMPUJADO ~1.300 Ton
CARACTERÍSTICAS GEOMÉTRICAS (R,i) Planta: Curva poligonal con radio equivalente de 3.6
Km
Alzado: Empuje en ascenso. Pendiente máxima del
1%
SISTEMA DE EMPUJE Hidráulico con tendones de postesado (Mekano4)
SISTEMA DE RETENIDA No necesario.
OTROS:
El Viaducto sobre la A-45, de 130 metros de longitud, salva el cruce de la Autovía A-45 con la línea de alta velocidad
entre Antequera y Granada. El tablero son dos arcos paralelos poligonales con una luz 70 metros. Se lanzó desde el
lado Antequera. El parque disponía de 4 alineaciones de apoyos provisionales y cada una de éstas a su vez
constituida por 2 parejas de apoyos tipo balancín. Dado que la separación entre los balancines de cada pareja era
de tan sólo 1.5 m y la longitud de los balancines debía ser suficiente para no cargar excesivamente las almas de las
vigas, en las alineaciones más solicitadas, se dispuso un sistema hidráulico de regulación y medida de carga. La
recuperación de la flecha a la llegada a las diferentes alineaciones se realizó mediante grúas. El sistema de empuje
estaba formado por 2 tendones de postesado. Dado que ambas vigas eran 2 poligonales paralelas, adicionalmente
y durante el empuje, se aplicó al tablero mediante unos dispositivos hidráulicos ubicados en las guías laterales, una
rotación controlada y paulatina según se definió en el estudio cinemático desarrollado por Mekano4.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
• http://prensa.adif.es/ade/u08/gap/prensa.nsf/Vo000A/9D8C12856278DC6DC125795100421908?Opendocument
• https://www.wsp.com/-/media/Insights/Spain/Documents/Congreso-ACHE_Empuje_A45_ACHE17.pdf
350
M-39. Tableros empujados
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Puente de Cádiz. Viaducto de acceso lado Cádiz”
José Manuel González Barcina, Francisco Niño Tejedor, Luis Peset González, Víctor M. Jiménez
Aguadero
V Congreso ACHE (Barcelona 2011)
351
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
LONG. ESTRUCTURA / DISTRIBUCIÓN LUCES El viaducto tiene un total de 3.418 metros de longitud.
Está formado por 11 tableros, 5 isostáticos y 6
hiperestáticos. El tramo central, formado por 2
tableros se ha montado con grúa. El tramo norte está
formado por 5 tableros, que se han montado unidos
para ser empujados. En total 1.483m. El tramo sur
está formado por 4 tableros que también han sido
empujados igual que el tramo norte, con 1.381m de
longitud. El total del viaducto tiene 62 pilas con luces
comprendidas entre los 50 y 56 metros.
LUZ MÁXIMA EMPUJADA 56 metros
TIPOLOGÍA DEL TABLERO Tablero mixto con bi-jacena metálica
ANCHO / CANTO TABLERO 7000 mm / 3750mm (sin incluir losa superior
hormigonada a posterior)
PESO DEL TABLERO / PESO TOTAL EMPUJADO El tablero norte tiene un peso de 6.674Tn y el del sur
de 6.214Tn.
CARACTERÍSTICAS GEOMÉTRICAS (R,i) Planta: Alineación Recta.
Alzado: Tramo sur horizontal. Tramo norte pendiente
descendiente del 2,9% inicial acabando en horizontal.
LONGITUD EMPUJADA Norte: 1.483m / Sur: 1.381m en tramos de hasta 213 m
SISTEMA DE EMPUJE Hidráulico con tendones de postesado (Mekano4)
SISTEMA DE RETENIDA Hidráulico con tendones de postesado (Mekano4)
OTROS:
El viaducto se ha lanzado desde 2 parques de montaje ubicados detrás de cada uno de los estribos. Ambos de 220
metros de longitud y con 5 líneas de apoyos provisionales, separados 37,5m entre sí. El parque del lado sur era
horizontal mientras que el del lado norte reproducía la misma pendiente que el primer tramo del viaducto, 2,9%.
Los apoyos de empuje eran tipo balancines rotulados con almohadillas de neopreno-teflón. Para recuperar la flecha
a la llegada a las pilas se dispuso de una nariz metálica en el frente del tablero. Se utilizó una contranariz para
abandonar los apoyos provisionales de parque.
El sistema de empuje estaba formado por 2 tendones de postesado de hasta 37 cordones en cada uno de los dos
parques.
En el lado norte además se instaló un tendón de retenida que gobernaba la maniobra. Los tendones de tiro hacían
fuerza suficiente para vencer el rozamiento estático, y la retenida permitía el movimiento al mover el gato de retenida.
Permaneciendo parado si éste no se accionaba.
352
M-39. Tableros empujados
OTROS: En el empuje una torre de atirantamiento provisional de 42 metros de altura y tirantes pasivos y
activos de 7412 toneladas de capacidad. Apoyos deslizantes con gran longitud y capacidad (hasta 2500
toneladas) con teflón de alta resistencia equipados con gatos planos capaces de controlar la carga en
tiempo real y girar en dos ejes del espacio para acomodar tolerancias de fabricación. La rasante de
empuje variaba poco antes de alcanzar la segunda pila por medio de una rotación de eje horizontal que se
realizaba mediante deslizamiento de la cola por una rampa descendente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Launched North Approach Viaduct in the New Queensferry Crossing”
Héctor Bernardo, Antonio Vázquez, Steve Thompson, Alan Ward, David Taylor
Proceedings of the Institution of Civil Engineers (Publication Pending)
353
Capítulo 10. Fichas de ejecuciones realizadas
OTROS: En el empuje una torre de atirantamiento provisional de 35 metros de altura y tirantes pasivos y
activos de 500 toneladas de capacidad. Apoyos deslizantes contraflechados con gran longitud y
capacidad (hasta 650 toneladas) con teflón de alta resistencia y adaptados al uso de células en el
encuentro alma-ala inferior así como al giro de tablero debido a tolerancias de fabricación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
“Launched South Approach Viaduct in the New Queensferry Crossing”
Héctor Bernardo, Antonio Vázquez, Steve Thompson, Alan Ward, José Manuel González, Francisco
Niño.
Proceedings of the Institution of Civil Engineers (Publication Pending)
354
M-39. Tableros empujados
OTROS:
Empuje desde un estribo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
355
M-39. Tableros empujados
11. Bibliografia
- Leonhardt, F 1973 "Procédé de construction par cycles de bétonnage en coffrage fixe et cycles
de poussage" Annales de l´Institut Technique du Bâtiment et des Travaux publiques, Janvier
#301
- Bouchon & Calgaro Guide des ponts poussés Association Française Génie Civil
- Mar Alonso, tesis doctoral Universidad de Oviedo 2013, Nuevo sistema de empuje continuo de
puentes: diseño y análisis mediante simulación numérica
- Castañón Jiménez, C., “Aspectos condicionantes del diseño y análisis de puentes construidos
por empuje”, tesina doctorado, ETSI-CCyP UPM, 2008
- Castro-Fresno, D., Del Coz Díaz, J.J., Navarro-Manso, A. and Alonso-Martínez, M., "Sistema y
método de lanzamiento de estructuras", ES2368318 (B2); 2012. Internacional ext. WO
2013/001115 A1.
- Castro-Fresno, D., Del Coz Díaz, J.J., Navarro-Manso, A. and Alonso-Martínez, M., "Sistema
de desplazamiento continuo de estructuras", ES2367737 (B2); 2012. Internacional ext. WO
2013/001114 A1.
- Navarro-Manso A., Alonso-Martínez M., del Coz Díaz J.J., Castro-Fresno D., Álvarez Rabanal
F.P.; A new steel bridge launching system and method. Fundamentals; Hormigón y Acero,
ACHE. In Press.
- Navarro-Manso, A., del Coz Díaz, J.J., Alonso-Martínez, M., Castro-Fresno, D., Álvarez
Rabanal, F.; Patch loading in slender and high depth steel panels: FEM–DOE analyses and
bridge launching application; Engineering Structures, Volume 83, January 2015, pp. 74-85. In
press.
- Navarro-Manso A., del Coz Díaz J.J., Alonso Martínez M., Castro Fresno D., Blanco
Fernández E.; New launching method for steel bridges based on a self-supporting deck
system: FEM and DOE analyses; Automation in Construction. Volume 44, 2014, pp. 183-196.
ISSN: 0926-5805.
- VI Structures International Conference (ACHE). Madrid, Spain (June 2014). Presentation title:
Aerodynamic analysis of bridge launched by means of the new self-supporting double box
system. Publication number: ISBN 978-84-89670-80-8.
357
MONOGRAFÍA
39
TABLEROS
EMPUJADOS