Violencia contra las mujeres

León Vázquez Sergio Eduardo

Patriarcado, colonialidad y capitalismo

Desde la acumulación primitiva se ha tratado a las mujeres como sirvientas ante la

fuerza de trabajo de los hombres. Con ello, se desarrollaron los medios para el
capitalismo y el orden patriarcal. Federici (2010) menciona que la caza de brujas en
la edad media fue nadamás que una criminalización de la mujer por ejercer control
de su cuerpo. Se les privó de los métodos anticonceptivos y de estos saberes lo que
provoca una pérdida de la autonomía del parto.
Mies (2018) explica que con la expansión colonial, el hombre se independiza de la
naturaleza con la creación de máquinas. Por lo que también se independiza de las
mujeres debido a los avances de la ciencia y tecnología. Ese progreso "supone la
regresión de otros" (Mies, 2018: 154). Por ello, el hombre explotó y subordinó tanto
a las mujeres como a la naturaleza.
Además, en el colonialismo, el trabajo esclavo también degradó a las mujeres
esclavas y "libres". Mientras que la mujer, negra o indígena esclava, era
"domesticada" y privada de sus derechos, las mujeres europeas ganaron estatus.
Sin embargo, eso fue a costa de privarlas del derecho a la realización de actividades
económicas. Lo que provocó una división sexual del trabajo.
Con esta división hubo una recomposición de las relaciones entre hombres y
mujeres. Con ello, aparece la ideología de género que implementa nuevas normas
de, jerarquía sexual, comportamiento y deber ser. El desarrollo del capitalismo se
logró con el trabajo masculino y la subordinación de las mujeres a sirvientas. Con el
capitalismo, argumenta Federici (2010), la división sexual del trabajo promovió la
acumulación capitalista, por lo que se generaron relaciones de poder. Por otro lado,
la acumulación e invisibilización del trabajo femenino ha llevado a la alienación de
su identidad.
En concreto, desde la caza de brujas hasta el colonialismo fue un proceso
sangriento y de saqueos basado en la conquista de territorios, provocando un
"desarrollo" para la clase dominante y, aparentemente, para el resto del mundo. Sin
embargo, lleva consigo siglos de subordinación hacía las mujeres sin importar raza
o ideología. Fueron relegadas y educadas a conveniencia del sistema. Esto, dió pie
al capitalismo, cambiando las posiciones materiales, salariales y sociales para las
mujeres. La modernidad "logró" esto con base a la subordinación, violencia y
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domesticación. Por lo que se instauraron normas patriarcales que solo beneficiaban

a los hombres.
Como ejemplo, me gustaría exponer el caso de las sufragistas, en especial, las
sufragistas norteamericanas. Este movimiento feminista luchó por el voto a la mujer
a principios del siglo XIX. Su lucha se fundamenta en buscar el voto de las mujeres
y ser votadas para desempeñar cargos públicos. Esto constituye el inicio de la
llamada segunda ola del feminismo. Las mujeres se organizaron de manera
colectiva en el ámbito de libre expresión y el surgimiento de la protesta social como
forma de reivindicación de sus derechos.
Sin embargo, las sufragistas estadounidenses excluyeron a las mujeres negras de
este movimiento. Por lo que existía una discriminación explícita hacía las mujeres
negras ya que en las manifestaciones las dejaban hasta atrás. Las sufragistas
norteamericanas aspiraban al hombre blanco como estándar de la humanidad. Por
lo que las mujeres negras tuvieron que luchar con ser mujer y ser negras; del
sexismo y el racismo. Tanto así, que al momento de ratificar la decimonovena
enmienda en 1920, se le dió el voto a las mujeres, pero se excluyeron a las mujeres
negras. Fue hasta 1965 que pudieron votar. Se tardaron 45 años para que las
mujeres negras pudieran votar.
Angela Davis, filósofa y activista afrodescendiente, explica en su libro "Mujer, raza y
clase" (1981) que "el feminismo sin interseccionalidad es solo supremacía blanca".
Este ejemplo trata de exponer cómo aún en los movimientos feministas existe una
segregación racial y pensamientos patriarcales. Todo esto como consecuencia del
colonialismo y el patriarcado que a provocado la violencia contra las mujeres
también entre mujeres.

Bibliografía:
● Federici, Silvia (2010). "Introducción", pp.21-33; y "La acumulación del trabajo
y la degradación de las mujeres. La construcción de la «diferencia» en la
«transición al capitalismo»". pp. 141-177, El calibán y la bruja. Madrid:
Traficantes de sueños.
● Mies, María (2018). "Colonización domesticación." en Patriarcado y
acumulación a escala mundial, Madrid: Traficantes de Sueños, pp. 151-195.
● Davis, Angela (1981). Mujeres, raza y clase. Madrid: AKAL.