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- Comparecencia
- Contenido
- Tentativa de conciliación
- Régimen recursivo
La Audiencia preliminar no es una audiencia ordinario o común, es el acto central del proceso
ideado por el CGP, para dar cumplimiento al mandato de los arts. 11.4 y 14: el proceso es un
instrumento que tiene como fin la efectividad de los derechos sustanciales y la tutela efectiva.
En la medida en que es el acto central del proceso, cobran vital importancia los escritos
introductorios, puesto que estos son los actos procesales preparatorios de la audiencia que
determinan la actividad ordenada en el art. 341. Se trata de que todos los actos prepositorios y
sus respectivos actos defensivos, estén sustanciados antes de la realización de la audiencia.
La mejor solución técnica es que todas las alegaciones deben haberse sustanciado y decidido
su admisión antes de la realización de la audiencia preliminar para que esta pueda satisfacer –
a cabalidad – sus múltiples funciones: la ratificación y eventual complementación de los
escritos iniciales, la etapa conciliatoria intraprocesal, la fijación del objeto del proceso y de la
prueba y la calificación y consecuente ordenación de los medios probatorios.
Aunque la pretensión constituya un elemento esencial para definir el objeto del proceso, no
puede soslayarse que la contestación, según los diversos tipos de actitudes que adopte el
demandado, contribuirá a discernir la forma en que habrá de regularse la audiencia, esto es, el
modo y la oportunidad en que se transitaran las diversas etapas y en que se dictaran las
respectivas decisiones con sus consecuentes observaciones o impugnaciones.
Del mismo modo, es por todos conocido que una pretensión o defensa no llega a buen puerto
si no logran probarse los hechos alegados que constituyen su sustento. De ahí la importancia
del objeto de la prueba.
Todo el juicio habrá de versar sobre estas dos determinaciones. Por un lado, la actividad
probatoria estará pautada por la fijación del objeto del proceso y, fundamtalmente, por la
determinación del objeto de la prueba. Por su parte, la sentencia deberá adecuarse a los actos
de proposición, en virtud del principio de congruencia, sin desmedro del principio iura novit
curia (el juez conoce el derecho). Empero, el objeto es dinamico y puso haber sido modificado
a lo largo del proceso. En el momento del dictado de la sentencia definitiva, la concordancia
puede tener que ser establecida de otra forma que la inicialmente concebida o la manejada en
la audiencia preliminar.
Como el objeto procesal determina el resto de las categorías, debe indentificarse que tipo de
proceso se trata para ver si procede la modificación de la pretencion para los proceso de
carácter social. En definitiva, la clara identificación del objeto procesal arrojara luz sobre la
actuación de los sujetos, sobre la forma y orden de los actos procesales, sobre el
desenvolvimiento de las funciones correspondientes, ya sean principales o secundarias.
Principios que rigen la audiecia preliminar:
Dice Barrios de Angelis que la audiencia preliminar es una manifestación del principio de
flexibilidad. Ubicada entre la fijación inicial del objeto y la elucidación final del mismo, permite
la modificación de aquella y la simplificación, reducción o eliminación de esta.
Comparecencia de las partes: la regla general es que las partes, personas físicas, deben
comparecer en forma personal a la audiencia, salvo motivo justificado que habilite la
comparecencia por representación. No se ha modificado la comparecencia de las personas
jurídicas ni de los incapaces, que lo harán por intermedio de sus representantes. Dicha
comparecencia deberá ser en compañía de profesional abogado (art. 37).
Las consecuencias negativas previstas por el art. 340 para la incomparecencia de las partes a la
audiencia preliminar son de aplicación preceptiva para el órgano judicial interviniente. De
modo que, constatada la incomparecencia sin causa justificada, el tribunal debe aplicar las
consecuencias previstas en los arts. 340.2 y 340.3 CGP.
Dichas consecuencias se deben aplicar sin poder prorrogar la adiencia, ni conceder un plazo
para que el inasistente justifique la causa.
Si el objeto del proceso se ha visto ampliado por la introducción de otras pretensiones que se
agregan a la deducida en la demanda, los arts. 340.2 y 340.3 resultan aplicables respecto de
estas pretensiones. Tal es el mandato previsto en el art. 340.4. Quien haya asumido la
condición de parte actora y no comparezca a la audiencia habrá de sufrir las consecuencias
negativas de su inasistencia: se lo tendrá por desistido de su pretensión, esto es, que no se
puede volver a plantear el proceso.
La aplicación del art. 340 significa un ahorro de tiempo y de esfuerzos, en la medida que la
actividad procesal se ve reducida por la inasistencia de las partes.
Sin perjuicio de lo dicho, en el caso de que hubiera habido una audiencia preliminar celebrada
con anterioridad donde se celebraron actos como la ratificación, alegación de hechos nuevos,
conciliación, en caso de que la audiencia preliminar se continúe en fecha diferente a la que
efectivamente se desarrollaron los mencionados actos, y si en esta última fecha la parte no
asistiera, constituiría un exceso la aplicación de las consecuencias negativas, que implican el
desinterés marcado y sostenido, y la ausencia de toda actitud de colaboración por parte de las
partes.
En tal caso, más allá de la responsabilidad que pueda tener el curial que no asistió a su parte
en la audiencia preliminar, la ley opto por la continuidad del proceso, por su prosecución con
la parte si asistencia letrada. Cabe plantearse que acontece si las partes – que no pueden tener
actividad procesal - le manifiestan al tribunal que desean llegar a un acuerdo. En ese caso,
debería suspenderse la audiencia para una fecha próxima para transitar esas etapas en legal
forma, es decir, con la presencia de las partes y la asistencia de sus abogados.
Incomparecencia de la actora: rige el art. 340 CGP y, por ende, la consecuencia fundamental de
la previsión; declarado el desistimiento de la pretensión, esta no podrá volver a plantearse en
otro proceso, siendo de recibo la excepción de cosa juzgada. La consecuencia será la misma,
incluso si el demandado no compareciere. Estas consecuencias se aplican por el juez de pleno
derecho, no deben ser solicitadas por las partes.
Incomparecencia del demandado: art. 340.3, se cumplirá sin posibilidad de prorroga fundada
en la inasistencia la actividad procesal de los numerales 1 y 6 del art. 341 (ratificar las
alegaciones y objeto del proceso y de la prueba) y en el art. 343 (audiencia complementaria),
en lo pertinente, la de saneamiento que deba realizar de oficio y tendrá por ciertos los hechos
afirmados por el actor en todo lo que no se haya probado lo contrario.
Tiene que tenerse presente que en el caso de los procesos que versen sobre derechos
indisponibles, no se tiene a la persona por desistida de su pretensión sino que el expediente
queda a impulso de parte. En estos casos no corresponde la presentación de recurso alguno
sino la mera justificación de la inasistencia a audiencia y la solicitud de nuevo señalamiento.
En caso de que la sede haga lugar a la reposición y tenga por justificada la incomparecencia del
demandado, el actor tiene posibilidad de recurrir dicha providencia mediante los recursos de
reposición y apelación en subsidio con efecto diferido. Dicho efecto se sustancia
fundamentando el recurso en la apelación de la sentencia definitiva.
La audiencia preliminar tiene una clara ubicación estructural, actividades y funciones bien
definidas, lo que permite un ordenado y eficaz desarrollo de la audiencia.
En primer lugar la norma establece la regla general que es el efecto diferido el consagrado
para todas las decisiones proferidas en la audiencia. Sin embargo, si las interlocutorias dictadas
en audiencia ponen fin al proceso o declara la incompetencia del tribunal, entonces será
pasible de recurso de apelación con efecto suspensivo.
Por el contrario, la resolución que restrinja el objeto del proceso o de la prueba es apelable sin
efecto suspensivo. Ello implica la facción de testimonio y elevación al tribunal. Mientras avanza
la instrucción, la pieza con la resolución de alzada ya pudo haber vuelto, con lo que no existe
pérdida de tiempo, pero tampoco se violentan garantías si se excluyó una pretensión o
defensa.
En cambio, sigue la regla general si se efectuó una determinación de los objetivos ampliando lo
que surgía de la secuencia procesal, la apelación será con efecto diferido, ya que toda la
actividad que pueda llevarse a cabo en exceso no causa un perjuicio tan trascendente para
optar por el efecto no suspensivo, como en la hipótesis en que el contenido de la providencia
restrinja indebidamente el alcance del litigio o de los hechos a probar.
La inserción de la audiencia preliminar a esta altura del proceso esta inspirada, principalmente,
por la idea de dotar a éste de su máxima eficacia. En la noción de eficacia cabe considerar
comprendidas las ideas de simplificación, abreviación, economía procesal, inmediación,
concentración, ordenación, lealtad, buena fe, que son, desde luego, otros tantos principios que
el CGP consagra a texto expreso y que aquí encuentran aplicación práctica y concreta.
a) Ratificación del contenido de los actos de proposición: el art. 341 num 1 ratificacion de
la demanda y de la contestación y, en su caso, de la reconvención y de la contestación
a la misma, pudiéndose alegar hechos nuevos siempre que no modifiquen la
pretensión o la defensa, así como aclarar sus extremos si resultaren oscuros o
imprecisos, a juicio del tribunal o de las partes.
Esta primera actividad tiende al esclarecimiento del objeto del proceso. A esa finalidad
de esclarecimiento está dirigida la posibilidad de la admisión de la alegación de hechos
nuevos, siempre y cuando tal alegación no implique modificar ni la pretensión
contenida en la demanda, ni la oposición a la pretensión, contenida en la contestación
de la demanda.
Por hechos nuevos cabe entender hechos posteriores a la demanda o a su
contestación, en referencia al actor y al demandado, respectivamente; aunque el art.
121 los refiera, genéricamente a la posterioridad a la contestación de la demanda, y
que tenga influencia en el derecho invocado.
b) Ratificación a las contestaciones a las excepciones previas (sea del actor, sea del
demandado): ante la oposición de excepciones las partes tendrán un plazo de 10 días
para su contestación de forma escrita.
c) Tentativa de conciliación: el tercer rubro que marca el contenido de la audiencia
preliminar es la tentativa de conciliación, que deberá realizar el tribunal, respecto de
todos o algunos de los puntos controvertidos art. 341 num. 3. Esta es la llamada
tentativa de conciliación intraprocesal (dentro del proceso) por parte del tribunal ya
que, estando en conocimiento de las alegaciones de las partes y de la prueba
disponible, es quien se encuentra en mejor condición no solo para exhortar a las
partes a que concilien sus diferencias, sino para proponer él mismo medios
conciliatorios concretos.
d) Recepción de la prueba sobre las excepciones: en la situación extraordinaria de que el
tribunal entendiera que existe algún hecho a probar, en cuyo caso se recibirán
exclusivamente las pruebas solicitadas en el escrito en que se hubieran opuesto a las
excepciones y aquellas en que el demandante, al contestar la reconvención, hubiera
opuesto excepciones previas contra ella.
Estando las excepciones previstas referidas fundadamente a cuestiones de naturaleza
procesal y debiendo acompañarse toda la prueba documental con los escritos de
proposición, resultará realmente extraordinaria la situación de considerarse, por parte
del tribunal, que exista algún hecho a probar en relación a las excepciones opuestas.
En esta hipótesis excepcional de tener que diligenciarse prueba sobre las excepciones,
podrá disponerse la prorroga de la audiencia preliminar, pero en la siguiente
oportunidad deberá recibirse la totalidad de la prueba y pronunciarse la tenencia
interlocutoria 341.5.
e) Dictado de la sentencia interlocutoria saneadora del proceso: contestadas las
excepciones previas y recibida la prueba sobre ellas, de corresponder, el tribunal
deberá dictar una sentencia interlocutoria con el fin de sanear el proceso 341 num 5.
El código plantea que dicho saneamiento corresponde a las siguientes posibilidades:
para resolver los problemas planteados por las excepciones procesales propuestas;
para decidir, a petición de parte o de oficio, todas las cuestiones que obstaren a la
decisión de merito, es decir, a la decisión definitiva sobre el litigio mismo. Su finalidad
no es otra que la de despejar el camino de cuestiones accesorias, predominantemente
de naturaleza procesal, de modo tal de poder, a partid de allí, concentrar toda la
actividad procesal en la cuestión de fondo objeto del litigio, resolviendo así, de manera
anticipada pero dentro del proceso y sin necesidad de que éste se posponga meses o
años, todas estas cuestiones accesorias, incidentales y generalmente de naturaleza
solamente procesal.
El art. 342.4 establece que se dictará una única sentencia la cual decidirá todas las
excepciones previas saneando el proceso, pero en verdad esta sentencia interlocutoria
tiene un contenido mayor ya que además de las excepciones previas deberá resolver
sobre las nulidades, las cuestiones que obtén a la decisión de merito, entre ellas, la
improponibilidad de la demanda, la falta de legitimación causal, etc.
La única excepción a esta regla de unidad de la sentencia interlocutoria la constituye el
caso en que, opuestas entre varias la excepción de incompetencia, el tribunal acogiera
tal excepción. En este caso, de considerarse incompetente el tribunal, no se
pronunciará sobre otras cuestiones ya que naturalmente corresponde que sobre ellas
se pronuncie el tribunal que si resulte competente.
f) La fijación definitiva del objeto del proceso y de la prueba: Despejado el proceso de
cuestiones que no hacen al fondo del litigio, el tribunal deberá fijar el objeto del
proceso y de la prueba art. 341.6. Deberá emitir su pronunciamiento sobre los medios
de prueba solicitados por las partes, rechazando los que fueren inadmisibles,
innecesarios o inconducentes (24.6), disponiéndose la ordenación y diligenciamiento
de los que correspondan. Las partes podrán proponer nuevos medios probatorios que,
a juicio del tribunal, refieran a hechos nuevos o a rectificaciones hechas en la propia
audiencia.
La previsión resulta absolutamente lógica y razonable. Por encima de la regla de
principio de que toda la prueba documental debe aportarse con los actos de
proposición y de que en ellos debe indicarse y pedirse el diligenciamiento de los
restantes medios de prueba que cada parte se propone utilizar, resulta obvio que si en
la contestación de la demanda, por ejemplo, el demandado invocó hechos nuevos o si,
en la propia audiencia, una u otra de las partes así lo hizo, la contraparte puede
ofrecer, en la audiencia preliminar, medios de prueba que, claramente, no podían
hacer ofrecido en uno u otro de los escritos de proposición.
En esta audiencia se han de dictar dos tipos de providencias o de resoluciones judiciales: las de
mero tramite y las sentencias interlocutorias. Dependiendo de ello es el tipo de recurso
aceptado: