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AUDIENCIA PRELIMINAR

- Comparecencia
- Contenido
- Tentativa de conciliación
- Régimen recursivo

AUDIENCIA PRELIMINAR KLETT

La Audiencia preliminar no es una audiencia ordinario o común, es el acto central del proceso
ideado por el CGP, para dar cumplimiento al mandato de los arts. 11.4 y 14: el proceso es un
instrumento que tiene como fin la efectividad de los derechos sustanciales y la tutela efectiva.

En la medida en que es el acto central del proceso, cobran vital importancia los escritos
introductorios, puesto que estos son los actos procesales preparatorios de la audiencia que
determinan la actividad ordenada en el art. 341. Se trata de que todos los actos prepositorios y
sus respectivos actos defensivos, estén sustanciados antes de la realización de la audiencia.

La mejor solución técnica es que todas las alegaciones deben haberse sustanciado y decidido
su admisión antes de la realización de la audiencia preliminar para que esta pueda satisfacer –
a cabalidad – sus múltiples funciones: la ratificación y eventual complementación de los
escritos iniciales, la etapa conciliatoria intraprocesal, la fijación del objeto del proceso y de la
prueba y la calificación y consecuente ordenación de los medios probatorios.

Aunque la pretensión constituya un elemento esencial para definir el objeto del proceso, no
puede soslayarse que la contestación, según los diversos tipos de actitudes que adopte el
demandado, contribuirá a discernir la forma en que habrá de regularse la audiencia, esto es, el
modo y la oportunidad en que se transitaran las diversas etapas y en que se dictaran las
respectivas decisiones con sus consecuentes observaciones o impugnaciones.

Del mismo modo, es por todos conocido que una pretensión o defensa no llega a buen puerto
si no logran probarse los hechos alegados que constituyen su sustento. De ahí la importancia
del objeto de la prueba.

Todo el juicio habrá de versar sobre estas dos determinaciones. Por un lado, la actividad
probatoria estará pautada por la fijación del objeto del proceso y, fundamtalmente, por la
determinación del objeto de la prueba. Por su parte, la sentencia deberá adecuarse a los actos
de proposición, en virtud del principio de congruencia, sin desmedro del principio iura novit
curia (el juez conoce el derecho). Empero, el objeto es dinamico y puso haber sido modificado
a lo largo del proceso. En el momento del dictado de la sentencia definitiva, la concordancia
puede tener que ser establecida de otra forma que la inicialmente concebida o la manejada en
la audiencia preliminar.

Como el objeto procesal determina el resto de las categorías, debe indentificarse que tipo de
proceso se trata para ver si procede la modificación de la pretencion para los proceso de
carácter social. En definitiva, la clara identificación del objeto procesal arrojara luz sobre la
actuación de los sujetos, sobre la forma y orden de los actos procesales, sobre el
desenvolvimiento de las funciones correspondientes, ya sean principales o secundarias.
Principios que rigen la audiecia preliminar:

Dice Barrios de Angelis que la audiencia preliminar es una manifestación del principio de
flexibilidad. Ubicada entre la fijación inicial del objeto y la elucidación final del mismo, permite
la modificación de aquella y la simplificación, reducción o eliminación de esta.

a) Dispositivo: tiene un vasto campo de acción en la audiencia, debe reconocerse la


vigencia de este principio en las hipótesis de conciliación intraprocesal. Es el poder de
las partes para disponer determinados actos del proceso. Este instrumento puede ser
útil incluso para lograr acuerdos sobre cuestiones accesorias o conexas.
b) Inmediación: Barrios de Angelis denomina inmediación al hecho de que los actos de
parte se comuniquen al juez y viceversa, sin la intermediación de persona o cosa
alguna, es decir, por percepción directa de la expresión oral, los gestos y actitudes de
los interesados. En su concepción clásica consiste en el contacto directo del tribunal
con las partes, los medios de prueba (testigos).
En la audiencia preliminar, la inmediación favorece el dialogo sobre todo para
atravesar etapas que se basan en la comunicación que necesariamente debe existir y
fluir entre los contendientes. Una buena dirección del juez y una buena ambientación
para que la inmediación actué inter partes pueden brindar resultados transcendentes.
La interacción entre el juez y las partes, a través de la intervención técnica de sus
abogados, facilita la preparación de la etapa de instrucción, con una gran incidencia en
la ordenación de los diferentes medios de prueba.
c) Concentración: significa economía de esfuerzos, por cuanto la oportunidad de la
reunión entre los sujetos principales del proceso, debe servir para despejar una serie
de vuestiones:
 Ratificar, clarificar o explicitar, modificar
 Intentar la conciliación entre las partes
 Despojar al proceso, en función saneadora, de las cuestiones adjetivas que impiden la
decisión del merito
 Determinar el objeto del proceso y la prueba
d) Dirección: es evidente que el titular de la jurisdicción es quien debe dirigir la audiencia,
habilitando la oportuna participación de las partes, en método dialogal, por lo que es
el sujeto procesal que ostenta la autoridad.
Por otro lado, en el caso en que las partes no se pongan de acuerdo en algún punto, la
decisión final recaerá en el juez.
En función de este poder de dirección, la declaración de incompetencia debe
producirse al inicio de la audiencia preliminar. Tal actitud posibilita al órgano
competente el que establezca las pautas de lo que será la actividad en el proceso,
respetando los beneficios de la inmediación. Si un juez se va a declarar incompetente
debe hacerlo antes de dar inicio a la audiencia, antes de efectuar la actividad prevista
en el art. 341 CGP, ya que si es incompetente, no puede actuar.
Finalmente, es claro que ingresa dentro del concepto de dirección la función de policía
de la audiencia, de control sobre la conducta de las partes y de los abogados.
e) Finalismo. Colaboración: la actuación en audiencia debe ser distendida, con la activa
colaboración de todos, ello se logra si todos los sujetos que deben comparecer llevan
correcta y profundamente estudiado el expediente. Además, corresponde manejar con
fluidez el sistema recursivo para la eventualidad de que se dicte una decisión contraria
a su interés.
El principio de finalismo permite alterar el orden de la audiencia para privilegiar la
conciliación que integra una de las etapas preceptivas, cuando las partes manifiesta,
de manera inmediata al ingreso a la sala de audiencia o en el curso de esta, su dese de
intentar transitar un camino diverso al proceso.
f) Preclusión: hablamos de la preclusión por franjas, la cual se va configurando por
agotamiento de las etapas respectivas. Este opera en la audiencia preliminar respecto
de cada uno de los actos procesales concentrados en ella. Tal principio se vincula con
el anterior en cuanto a las cargas que tienen los litigantes en la preparación y
actuación en la audiencia preliminar.
La finalidad de este principio es ordenar el debate procesal y posibilitar el avance del
proceso, consolidando las etapas cumplidads y negando la posibilidad de retroceder a
las etapas ya culminadas. Las diversas etapas del proceso se desarrollan en forma
sucesiva, mediante la clausura definitiva de cada una de ellas, impidiéndose el regreso
a etapas y momentos procesales ya extinguidos y consumados. Este principio rige
tanto para las partes como para el tribunal.
Tratándose de un acto complejo y que se desarrolla en forma oral, debe tenerse suma
precaucion con el efecto preclusivo que va operando paulatinamente mientras se van
desarrollando las diferentes etapas, de tal manera que no puede retrotraerse a un
momento anterior, a una etapa que fue cerrada mediante una resolución que no fue
recurrida tempestivamente.
En otro orden, si el litigante desea interponer los recursos de reposición y apelación
respecto de alguna interlocutoria dictada en audiencia, debe hacerlo de forma
conjunta y en un mismo acto, porque, de lo contrario, pierde el recurso que no dedujo.
Además, este principio rige tanto para las partes como para el tribunal.
g) Celeridad: este principio se vincula con la adecuada dirección, con la concentración y
con el efecto del recurso de apelación. Los actos procesales deben realizarse de en
periodos breves.
h) Publicidad: todos los procesos, salvo norma expresa contraria o salvedad del tribunal,
son de conocimiento.

La comparecencia del tribunal y las partes:

La comparecencia del tribunal: la presencia preceptiva del juez de la causa surge de lo


preceptuado por el art. 8 y 100 del CGP, que es quien dirige y preside la audiencia, bajo pena
de nulidad y responsabilidad funcional.

Comparecencia de las partes: la regla general es que las partes, personas físicas, deben
comparecer en forma personal a la audiencia, salvo motivo justificado que habilite la
comparecencia por representación. No se ha modificado la comparecencia de las personas
jurídicas ni de los incapaces, que lo harán por intermedio de sus representantes. Dicha
comparecencia deberá ser en compañía de profesional abogado (art. 37).

Las consecuencias negativas previstas por el art. 340 para la incomparecencia de las partes a la
audiencia preliminar son de aplicación preceptiva para el órgano judicial interviniente. De
modo que, constatada la incomparecencia sin causa justificada, el tribunal debe aplicar las
consecuencias previstas en los arts. 340.2 y 340.3 CGP.

Dichas consecuencias se deben aplicar sin poder prorrogar la adiencia, ni conceder un plazo
para que el inasistente justifique la causa.
Si el objeto del proceso se ha visto ampliado por la introducción de otras pretensiones que se
agregan a la deducida en la demanda, los arts. 340.2 y 340.3 resultan aplicables respecto de
estas pretensiones. Tal es el mandato previsto en el art. 340.4. Quien haya asumido la
condición de parte actora y no comparezca a la audiencia habrá de sufrir las consecuencias
negativas de su inasistencia: se lo tendrá por desistido de su pretensión, esto es, que no se
puede volver a plantear el proceso.

La aplicación del art. 340 significa un ahorro de tiempo y de esfuerzos, en la medida que la
actividad procesal se ve reducida por la inasistencia de las partes.

Sin perjuicio de lo dicho, en el caso de que hubiera habido una audiencia preliminar celebrada
con anterioridad donde se celebraron actos como la ratificación, alegación de hechos nuevos,
conciliación, en caso de que la audiencia preliminar se continúe en fecha diferente a la que
efectivamente se desarrollaron los mencionados actos, y si en esta última fecha la parte no
asistiera, constituiría un exceso la aplicación de las consecuencias negativas, que implican el
desinterés marcado y sostenido, y la ausencia de toda actitud de colaboración por parte de las
partes.

En caso de que la parte comparezca pero no así su representante legal, la consecuencia


negativa únicamente resulta aplicable a la inasistencia de la parte, es una sanción que se
vincula con la conducta de quien es el titular del derecho en juego.

En tal caso, más allá de la responsabilidad que pueda tener el curial que no asistió a su parte
en la audiencia preliminar, la ley opto por la continuidad del proceso, por su prosecución con
la parte si asistencia letrada. Cabe plantearse que acontece si las partes – que no pueden tener
actividad procesal - le manifiestan al tribunal que desean llegar a un acuerdo. En ese caso,
debería suspenderse la audiencia para una fecha próxima para transitar esas etapas en legal
forma, es decir, con la presencia de las partes y la asistencia de sus abogados.

Incomparecencia de la actora: rige el art. 340 CGP y, por ende, la consecuencia fundamental de
la previsión; declarado el desistimiento de la pretensión, esta no podrá volver a plantearse en
otro proceso, siendo de recibo la excepción de cosa juzgada. La consecuencia será la misma,
incluso si el demandado no compareciere. Estas consecuencias se aplican por el juez de pleno
derecho, no deben ser solicitadas por las partes.

Incomparecencia del demandado: art. 340.3, se cumplirá sin posibilidad de prorroga fundada
en la inasistencia la actividad procesal de los numerales 1 y 6 del art. 341 (ratificar las
alegaciones y objeto del proceso y de la prueba) y en el art. 343 (audiencia complementaria),
en lo pertinente, la de saneamiento que deba realizar de oficio y tendrá por ciertos los hechos
afirmados por el actor en todo lo que no se haya probado lo contrario.

En caso de no ser necesaria la producción de prueba por no haber contradicción de dichos, el


juez queda habilitado a dictar sentencia de forma inmediata, esto es, dentro del plazo que le
confiere la ley luego de sustanciada la instancia complementaria. Esto es, sobre la base de
tener por ciertos los hechos alegados por el actor (197 y 340) y siempre que tales hechos no
resulten desvirtuados por la prueba obrante en el expediente, diligenciada e integrada al
proceso con anterioridad a la audiencia, el juez deberá aplicar el derecho y, finalmente, decidir
si hace o no lugar a la pretensión deducida.

Impugnación sobre providencia de incomparecencia de parte: art. 340.2 el actor puede (y


debe) recurrir con recursos de reposición y apelación en subsidio, justificando en ese acto el
motivo de su incomparecencia. Dicho recurso tiene efecto suspensivo y esto obedece a que el
proceso, de todas formas, se encuentra paralizado.

Tiene que tenerse presente que en el caso de los procesos que versen sobre derechos
indisponibles, no se tiene a la persona por desistida de su pretensión sino que el expediente
queda a impulso de parte. En estos casos no corresponde la presentación de recurso alguno
sino la mera justificación de la inasistencia a audiencia y la solicitud de nuevo señalamiento.

En caso de que el tribunal entienda por suficientemente justificada la causa de


incomparecencia y revoque la interlocutoria que disponía el desistimiento de la pretensión,
esta nueva resolución es pasible de los mismos recursos por parte del demandado, pero con
efecto diferido. Este efecto quiere decir que se anuncia la apelación pero la misma se sustancia
en la apelación correspondiente a la sentencia.

En el caso de incomparecencia del demandado, podrá justificar su incomparecencia mediante


los recursos de reposición y apelación sin efecto suspensivo. El efecto de este recurso se
sustancia formando testimonio de las actuaciones y elevándolas al tribunal a fin de que se
resuelva el recurso mientras se continua con el proceso de primer instancia.

En caso de que la sede haga lugar a la reposición y tenga por justificada la incomparecencia del
demandado, el actor tiene posibilidad de recurrir dicha providencia mediante los recursos de
reposición y apelación en subsidio con efecto diferido. Dicho efecto se sustancia
fundamentando el recurso en la apelación de la sentencia definitiva.

ETAPAS DE LA AUDIENCIA PRELIMINAR:

La audiencia preliminar tiene una clara ubicación estructural, actividades y funciones bien
definidas, lo que permite un ordenado y eficaz desarrollo de la audiencia.

1. Ratificación o rectificación de los actos de proposición. Aclaración o precisión de


extremos oscuros o imprecisos. Modificación de la pretensión. Interpretación de los
actos de proposición:
En consecuencia, la primera actividad de la audiencia es la ratificación del contenido
de los actos de proposición o su rectificación. También pueden los comparecientes
aclarar los extremos de los actos de proposición, si a juicio del tribunal o de ellos
mismos, resultaren oscuros o imprecisos. Esta actividad no es mas que eso: una
actividad dirigida a clarificar o precisar el contenido de los actos, para que la
contraparte o el tribunal comprendan el auténtico significado del acto procesal en
juego. Ello implica que las partes no pueden exceder ese marco preciso y por vía
oblicua modificar sus actos iniciales.
A dichos efectos se plantea el interrogatorio con fines aclaratorios, el cual se
encuentra previsto en el art. 24 num 5 CGP. La finalidad de este instituto es la de
precisar la declaración de voluntad de las partes manifestada en sus libelos
introductorios. Se trata de aclarar los extremos de la pretensión o defensa si
resultaren oscuros o imprecisos a juicio del tribunal o de las partes. Por ello la
audiencia preliminar parece ser el acto procesal mas adecuado para ello, tanto para el
juez cuanto para las partes.
En relación a su contenido y alcance, conviene destacar que este instituto no puede
ser utilizado para restituir plazos o facultades alcanzados por la preclusión.
Distinta es la situación en los procesos de carácter social, habida cuenta de que la
previsión del art. 350.3. en este tipo de proceso, el interrogatorio aclaratorio puede
ser un instrumento de gran utilidad para determinar la existencia de los supuestos
habilitantes de la modificación de la pretensión.
Desde un punto de vista practico se hace difícil establecer el limite entre el
interrogatorio aclaratorio y uno con fines probatorios, en la medida en que las
respuestas de las partes pueden derivar en respuestas con alcance probatorio, cuya
valoración dependerá del contenido específico de estas, es decir, si resultan favorables
o desfavorables a quien declara.
2. Alegación de hechos nuevos. Proposición de nuevos hechos de prueba: hay una
sistematización de las alegaciones y ofrecimiento de prueba posterior a los actos de
proposición inicial, asi como la proposición de prueba que deriven de las
rectificaciones efectuadas en la propia audiencia.
 En primer lugar la ley refiere a la alegación de hechos nuevos, estos son los que se
conocieron posterior a haber iniciado la pretensión.
Dentro del concepto de hecho nuevo ingresa el hecho que, aunque acaecido con
anterioridad a la demanda o la contestación, recién es conocido por el interesado con
posterioridad, de modo que la carga de la alegación surge cuando tomo conocimiento
del hecho relevante para su pretensión o defensa. La alegación del nuevo hecho
deberá ir acompañada del ofrecimiento de prueba que el interesado considere
oportuna. Se deberá, además, establecer cual es la influencia que tiene en el derecho
invocado.
Ambos puntos, la alegación y el ofrecimiento de prueba correspondiente, tendrán
incidencia, respectivamente, en la etapa de determinación del objeto de la prueba.
Si el hecho es anterior a la audiencia preliminar pero el conocimiento se obtuvo con
posterioridad a ella, el hecho podrá alegarse, en forma inmediata al conocimiento. La
carga solo se genera a partir del conocimiento.
Los arts. 121.2 y 341 num 2 deben integrarse armónicamente para lograr un verdadero
sistema en la alegación, contradicción y prueba del hecho nuevo.
 En segundo lugar, se puede ofrecer nuevos medios de prueba, se puede efectuar
alegaciones y también se pueden proponer medios de prueba viejos. Este caso se
presenta cuando al contestarse la demanda o la reconvención se hacen alegaciones
que la contraparte solo podrá contradecir en ocasión de audiencia preliminar. A fin de
esa contradicción podrá proponer o presentar nuevos medios probatorios.
 En tercer lugar, se podrán ofrecer pruebas supervinientes, es decir nuevos medios de
prueba.
 En cuarto lugar corresponde integrar esta norma con el art. 121.2: a la contraparte de
quien alegue hecho nuevo se le concederá las facultades de contradicción y de prueba
correspondiente. El tiempo que la parte tiene para la contradicción dependerá de cada
caso concreto y de lo que la contraparte alegue, si se trata de una cuestión sencilla
podrá hacerse en audiencia, de lo contrario, podrá otorgarse un plazo prudencial que
no podrá superar, jamás, el de los 30 días dispuesto para la contestación de la
demanda.
3. La tentativa de conciliación: sobre los puntos objetivos del proceso alcanzados por la
controversia el tribunal debe intentar la conciliación, pudiendo lograrse un acuerdo
total o parcial que constituye un titulo de ejecución (arts. 223, 224, 377 num 6).
En tal sentido, la norma del 340 que regula la comparecencia personal de las partes a
la audiencia preliminar, viene a constituirse en un mecanismo indirecto para lograr la
efectividad de la instancia conciliatoria.
Este mecanismo se ubica estratégicamente después de la ratificación de alegación
inicial. Se entiende conveniente intentar la conciliación antes de que el conflicto se
ponga totalmente de manifiesto e incluso las posiciones de las partes se radicalicen. En
algunas ocasiones resulta mas beneficioso intentar la conciliación al inicio de la
audiencia, previo al desarrollo de las demás etapas procesales. Esta conducta se
encuentra amparada en el principio de dirección del proceso y en el específico de
libertad en la elección del procedimiento, criterios que coinciden con el principio de
flexibilidad.
El rol del magistrado en la conciliación es fundamental. En particular la conciliación
intraprocesal puede significar un reajuste de las posiciones en algunos casos, con
determinante incidencia en el objeto del proceso. Debe esclarecerse el significado de
la etapa, la distinta posición que deben asumir los sujetos, tanto las partes como el
juez. A su vez, debe asegurarse a los litigantes que las afirmaciones vertidas en este
momento no serán tomadas en cuenta a la hora de juzgar, si fracasa el mecanismo.
El juez no solo debe arbitrar y evaluar posibles soluciones que provengan de las partes,
sino también y especialmente debe estar preparado para lanzar una propuesta propia,
sin que esto implique prejuzgamiento.
Incluso los acuerdos sobre cuestiones accesorias o conexas son importantes, porque
pueden despojar al proceso de un tópico litigioso, al objeto del proceso o de la prueba
de algún hecho a probar y pueden eliminar de la etapa probatoria la producción de
algún medio.
El contenido posible de la conciliación contiene tanto las reciprocas concesiones como
las renuncias unilaterales, o algún tipo de combinación de estas situaciones.
El tribunal deberá considerar lo siguiente: a) los presupuestos procesales, la capacidad,
la representación y la legitimación, la ausencia de un vicio del consentimiento; b) si la
conciliación esta permitida, es decir, si se trata de derechos disponibles y si ella esta
sometida a algún control especial; c) si se trata de derechos de los menores, se deberá
designar defensa en representación de los mismos.
En base a estas coordenadas el tribunal deberá controlar la regularidad del acuerdo,
que debe adecuarse al ordenamiento jurídico y no vulnerar normas de orden publico,
pudiendo en estas condiciones proceder a su homologación.
Si el juez rechaza el acuerdo, dictará una resolución interlocutoria que será pasible de
apelación con efecto diferido puesto que se trata de la regla general para las
resoluciones dictadas en la audiencia preliminar y no restringe el objeto del proceso.
En cambio, si concurren todos los requisitos aprobará oda la conciliación o transacción,
mediante el dictado de una sentencia interlocutoria que tendrá diversos alcances: 1. Si
la conciliación versa sobre la totalidad de las cuestiones debatidas, concluirá el
proceso y quedara sin efecto cualquier sentencia dictada que no se encuentre firme. 2.
En cambio, si la conciliación solo recae sobre parte del litigio o se relaciona con alguno
de los litigantes, el proceso continuará respecto de los puntos no comprometidos en
ella o de las personas no afectadas por las mismas.
La conciliación o transacción que pone fin al proceso surte el mismo efecto que la
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, ello tiene como consecuencia que la
constituye como titulo ejecutivo, lo que habilita el correspondiente proceso monitorio;
y que nadie puede desconocer el alcance de este acuerdo que tiene la eficacia de cosa
juzgada.
Si la conciliación refiere a laguna de las cuestiones planteadas o a alguno de los
integrantes del proceso en la etapa de conciliación habrá de dictarse la sentencia
interlocutoria que clausure el proceso respecto de los puntos y litigantes
comprendidos en ella, dejando expresa constancia de esto en la etapa de fijación del
objeto del proceso. Dicha resolución habilitará la ejecución parcial, es decir, sobre
parte del objeto o respecto de algún litigante.
4. Recepción de prueba sobre las excepciones: esta prueba deberá constar en el acto de
contestación, en el capitulo respectivo y en el escrito en que se evacua el traslado de la
excepciones previas (y eventual reconvención). La regla es que a cualquier acto de
alegación corresponde un acto de ofertorio de prueba.
5. Despacho saneador: es un dictado de sentencia interlocutoria con el fin de sanear el
proceso, esto es, disponer la manifiesta improponibiliad de la demanda, la caducidad,
relevo de oficio de las excepciones, poder-deber de declarar de oficio las nulidades
absolutas e insubsanables, etc.
Las cuestiones reseñadas deben resolverse de forma concentrada en el despacho
saneador y con la finalidad de depurar el proceso, de despojarlo de las cuestiones
adjetivas que puedan decidirse en este estado de la causa y, esencialmente, de
encaminarlo hacia la sentencia de merito. En definitiva, se analiza la admisibilidad de la
acción y la regularidad del proceso.
Dentro del despacho saneador corresponde la obligación de dictar sentencia
interlocutoria sobre las excepciones que se hubieran interpuesto. En esta etapa el
tribunal habrá de abocarse a analizar si la excepción resulta o no de recibo, es decir, si
es fundada o no. A tales efectos, podrá ordenar el diligenciamiento de prueba ofrecida
por las partes o dispuesta de oficio.
En cuanto a las excepciones de prescripción y caducidad, ha sostenido la autora que,
en supuestos excepcionales, podría diferirse su resolución para la etapa del dictado de
la sentencia definitiva, si el encuadre del tema implica incurrir en prejuzgamiento.
6. Fijación del objeto del proceso y de la prueba: la actividad que regula, en primer
término, el num 6 del art. 341 es la fijación del objeto del proceso y de la prueba.
Luego, la norma refiere a la calificación y ordenación de los medios de prueba y
consagra el poder deber del tribunal de rechazar algunos que categoriza
expresamente.
Se trata de una actividad típica de la audiencia preliminar que tiende a depurar al
proceso examinando el tema a decidirse, los hechos a probar, los medios de prueba
ofrecidos por las partes, acotándolos según las circunstancias del caso y lo que haya
acontecido antes y durante la audiencia, en sus diversas etapas. Incluso, el tribunal
puede, en esa ocasión, ejercer su iniciativa probatoria, aunque se trata de una
situación excepcional.
El objeto del proceso puede sufrir modificaciones a lo largo del proceso y eso también
puede ocurrir con el objeto de la prueba. Incluso, dicha modificación puede ocurrir en
la etapa de ejecución.
Al estudiar el objeto, se consigno que, además de las normas procesales, existen
normas de orden sustantivo, que imponen conductas al órgano judicial que pueden
significar alterar el objeto fijado, en base a la pretensión ejercitada (relevo de
presupuestos procesales, indagación aclaratoria).
También se ha visto que el punto definitorio para que estas determinaciones no
signifiquen un corse para la adecuada decisión de la Litis, que funcione con
independencia del proceso real, lo constituye la circunstancia de que las partes hayan
podido debatir todos los puntos que integran el tema decidendum. Si el acta, por un
error material, no incluyó una pretensión, pero tal pretensión fue objeto de debate y
prieba por parte de los antagonistas, no podrá luego invocarse un vicio de
incongruencia, si, en la sentencia, se emite decisión sobre ella.
A su vez, el objeto de la prueba puede sufrir acotaciones si el objeto del proceso las
padeció. Demás esta decir que constituyen el objeto de la prueba los hechos y no el
derecho. Además, pueden determinar cambios en el objeto de la prueba la
modificación de la pretensión, la admisión de hechos nuevos, las rectificaciones,
aclaraciones o precisiones podrán determinar cambios en el objeto de la prueba.
Las partes deben prestar suma atención en esta etapa y realizar una participación
preventiva, trayendo a la audiencia un proyecto de resolución judicial, distinguiendo
que hechos integran o no el objeto de la prueba. Si la prueba ya esta incorporada al
proceso y el litigante omiso, en forma por demás inadecuada, decidió no impugnar la
providencia que fijaba el objeto incluyendo determinado hecho y ordenaba la prueba
respectiva, la decisión debe fundarse en la prueba diligenciada.
Se propone una participación preventiva, un estar alerta a las cuestiones que pueden
favorecer su posición procesa: entre ellas, una de las mas importantes, la
determinación de los hechos no controvertidos.
Los hechos que deben probarse no son todos los alegados sino que son los
controvertibles y los efectivamente controvertidos. La prueba de los hechos admitidos
es impertinente. Quedan fuera del objeto de la prueba los hechos notorios, los
evidentes, los presumidos por la ley, los normales, los reconocidos por una sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada.
La providencia que fija los objetos del proceso y de la prueba es pasible de los recursos
de reposición y apelación con efecto no suspensivo, siempre que restrinja esos objetos
(testimonio y elevación al tribunal mientras se continúan las actuaciones).
Por lo tanto, su la providencia judicial no permitió modificar la pretensión de carácter
social, modificando o ampliando el objeto, o no admitió un hecho nuevo, la apelación
será con efecto no suspensivo. Si, por el contrario, admitió estas alteraciones, la
apelación será con efecto diferido.
Ordenar la prueba que corresponda implica previamente efectuar el análisis de
admisibilidad de los medios de prueba en sentido amplio; es decir, establecer si la
prueba es admisible, conducente, pertinente y necesaria, aplicando las categorías
consagradas en el CGP.
Ordenar la prueba significa dictar la providencia de convocatoria a la audiencia
complementaria y disponer los medios que se diligenciarán, además de establecer el
orden correspondiente, es decir, concretamente qué medios se llevaran a cabo, en
que fecha, cuales antes y cuales después. En definitiva, esta resolución resulta una
aplicación del principio de dirección.
Por ello debe regir plenamente la carga de urgimiento de la prueba bajo
apercibimiento. En efecto, el magistrado, en aplicación del principio de buena fe y
lealtad procesal y de la doctrina del acto propio puede tener por desistido a un
litigante de un medio de prueba que no ha urgido tempestivamente.
En cuanto a los recursos admisibles en la audiencia preliminar, el art. 342.1 dispone
expresamente que las resoluciones dictadas en el curso de la audiencia admiten recurso de
reposición, que deberá proponerse en la propia audiencia en forma inmediata por el tribunal,
esto es, de forma verbal con expresión de las razones que lo sustentan. El tribunal podrá
resolver de plano el recurso o, previamente, oír a la contraparte. La reposición siempre se
resuelve en la propia audiencia.

El art. 340 dispone la impugnación de las distintas hipótesis desarrolladas en virtud de la


resolución judicial que recae sobre cuestiones de la incomparecencia o comparecencia
defectuosa de las partes.

La ley distingue claramente la etapa de saneamiento que implica la resolución de las


excepciones previas o de toda otra cuestión que ponga fin al proceso en la que incluye la
providencia que ampara la resolución de incompetencia. Luego refiere a la etapa de fijación de
los objetos del proceso y de la prueba. Finalmente, regula una cuestión que concierne a los
sujetos, el tema de la providencia que afecta la situación procesal de un litisconsorte, al hacer
lugar a alguna de las excepciones pone fin al proceso. Entonces cada providencia mencionada,
según el orden legal del art. 341, corresponderá uno o dos incisos en el art. 342.2.

En primer lugar la norma establece la regla general que es el efecto diferido el consagrado
para todas las decisiones proferidas en la audiencia. Sin embargo, si las interlocutorias dictadas
en audiencia ponen fin al proceso o declara la incompetencia del tribunal, entonces será
pasible de recurso de apelación con efecto suspensivo.

Por el contrario, la resolución que restrinja el objeto del proceso o de la prueba es apelable sin
efecto suspensivo. Ello implica la facción de testimonio y elevación al tribunal. Mientras avanza
la instrucción, la pieza con la resolución de alzada ya pudo haber vuelto, con lo que no existe
pérdida de tiempo, pero tampoco se violentan garantías si se excluyó una pretensión o
defensa.

En cambio, sigue la regla general si se efectuó una determinación de los objetivos ampliando lo
que surgía de la secuencia procesal, la apelación será con efecto diferido, ya que toda la
actividad que pueda llevarse a cabo en exceso no causa un perjuicio tan trascendente para
optar por el efecto no suspensivo, como en la hipótesis en que el contenido de la providencia
restrinja indebidamente el alcance del litigio o de los hechos a probar.

AUDIENCIA PRELIMINAR TARIGO

La inserción de la audiencia preliminar a esta altura del proceso esta inspirada, principalmente,
por la idea de dotar a éste de su máxima eficacia. En la noción de eficacia cabe considerar
comprendidas las ideas de simplificación, abreviación, economía procesal, inmediación,
concentración, ordenación, lealtad, buena fe, que son, desde luego, otros tantos principios que
el CGP consagra a texto expreso y que aquí encuentran aplicación práctica y concreta.

A) Presencia del tribunal y comparecencia personal de las partes: art. 8 inmediación


procesal las audiencias como las diligencias de prueba que así lo permitan deben
realizarse por el tribunal, no pudiendo éste delegarlas so pena de nulidad absoluta.
Este principio es ratificado posteriormente en el art. 100 CGP, bajo pena de nulidad
absoluta, esto es, insanable e insubsanable, aun cuando mediara acuerdo o
conformidad de las partes.
En lo que atañe a la presencia personal de las partes en la audiencia preliminar queda
establecida en el art. 340.1.
B) Postergación – por una sola vez – de la audiencia: 340.1 siempre que se acredite que
alguna de las partes no ha podido comparecer por razones de fuerza mayor. Esta
segunda hipótesis se refiere al hecho de que circunstancialmente o accidentalmente,
no ya con carácter habitual o permanente, una de las partes no pudiera concurrir ese
día a esa audiencia; en tal caso, la ley no autoriza, sin mas, la comparecencia por
medio de representante, sino que posibilita que, por una sola vez, la audiencia pueda
ser diferida o postergada.
Como resulta fácil de advertir, no solo de la regla genera que exige la presencia de las
partes en la audiencia, sino aun de este doble plano de las excepciones que permite,
sea en caso debidamente fundados la actuación por medio de representante, sea en
casos de fuerza mayor debidamente acreditados la postergación por una sola vez de la
audiencia, se deriva la conclusión de que existe un verdadero énfasis en la exigencia de
la comparecencia personal de las partes.
El principio de inmediación, básico en el proceso por audiencias, requiere el contacto
personal entre el tribunal y las partes, las partes en el litigio, que conocen
directamente los hechos litigiosos y sobre los cuales el tribunal podrá interrogarlos
libremente.
C) Consecuencias de la incomparecencia de las partes a la audiencia preliminar:
Actor: siempre que dicha incomparecencia no fuera justificada, se le tendrá por
desistido de la pretensión art. 340.2. adviértase que se trata del desistimiento de la
pretensión, modo anómalo y unilateral de conclusión de un proceso, que el código
equipara a la renuncia al derecho subjetivo sustancial en el art. 228.
La consecuencia es sumamente severa pero es la única compatible con el
ordenamiento de un proceso por audiencias. La no justificación de la inasistencia o de
la incomparecencia a la audiencia preliminar, hace presumir el desistimiento o, mejor,
se tiene por tal desistimiento. Y dicho desistimiento de la pretensión no requiere
consentimiento de la contraparte puesto que él satisface por sí solo la oposición que
ésta hubiere formulado en el proceso.
Esta decisión del tribunal es, indudablemente, una sentencia interlocutoria y, más aún,
dado que ella pone fin al proceso y hace imposible su continuación, es una sentencia
interlocutoria con fuerza de definitiva. Es recurrible, por consiguiente, mediante los
recursos de reposición y apelación en subsidio y al deducirlos, el actor
incompareciente a la audiencia podrá justificar su inasistencia por la causal que
corresponda y solicitar y obtener la revocación de la sentencia dictada en su contra.
En caso de que el actor se viera imposibilitado de justificar su incomparecencia en los
plazos que corresponden a los recursos mencionados, es de aplicación la norma
general del art. 98 que recoge el antiguo principio de que al impedido por justa causa
no le corres termino, ya que los plazos quedan suspendidos desde el momento en que
se configure el impedimento y hasta su cese.
Demandado: el art. 340.3 dispone que si el inasistente fuera el demandado, el tribunal
dictara sentencia de inmediato. Sin embargo, hay que integrar esta norma con la
anterior en cuanto a la capacidad de justificar la incomparecencia ya que, de lo
contrario, se violaría el principio de igualdad procesal consagrado en el art. 4.
Así entendida la norma, si el inasistente fuera el demandado y no hubiera justificado
su inasistencia, el tribunal dictara sentencia de inmediato y tendrá por ciertos los
hechos afirmados por el actor en todo lo que no se haya probado lo contrario.
Existe una diferencia esencial entre la incomparecencia del demandado al proceso y su
inasistencia a la audiencia preliminar. Si el demandado incomparecio al proceso y, por
consecuencia, no contesto la demanda, puede, a petición del actor, ser declarado en
rebeldía, en cuyo caso el tribunal debe tener por admitidos los hechos alegados por el
actor, en cuanto no resultaren contradichos por la prueba de autos, la cual deberá,
igualmente ser diligenciada, en todo lo que el tribunal considere necesario art. 339.4.
Si, en cambio, el demandado contesto la demanda y con ella acompaño toda su
prueba documental y propuso los restantes medios de prueba de que habría de
valerse, las afirmaciones de hecho del actor podrán ya aparecer desmentidas o
contradichas por esa prueba documental. Por eso, la norma del art. 340.3 establece
que, en caso de inasistencia del demandado a la audiencia preliminar, luego de haber
contestado la demanda, el tribunal dictara sentencia de inmediato y tendrá por ciertos
los hechos afirmados por el actor en todo lo que no se haya probado lo contrario. Y a
esta altura, la única prueba en contrario podrá ser la que emerja de la prueba
documental aportada por el demandado con su contestación.
Hacen excepción a estas dos reglas, tanto la referida al caso de incontestacion de la
demanda y consiguientemente declaración de rebeldía del demandado, como la
relativa a la inasistencia del demandado a la audiencia preliminar, aquellos procesos
en que la cuestión planteada sea de orden público o se trate de derechos
indisponibles, es decir, aquellos casos en que se trata del denominado proceso
constitutivo necesario, en cuyo caso el tribunal no podrá prescindir del
diligenciamiento de la totalidad de la prueba propuesta y el proceso se desenvolverá
regularmente hasta su finalización mediante el dictado de la sentencia definitiva en la
oportunidad procesal correspondiente.

Contenido de la audiencia preliminar:

a) Ratificación del contenido de los actos de proposición: el art. 341 num 1 ratificacion de
la demanda y de la contestación y, en su caso, de la reconvención y de la contestación
a la misma, pudiéndose alegar hechos nuevos siempre que no modifiquen la
pretensión o la defensa, así como aclarar sus extremos si resultaren oscuros o
imprecisos, a juicio del tribunal o de las partes.
Esta primera actividad tiende al esclarecimiento del objeto del proceso. A esa finalidad
de esclarecimiento está dirigida la posibilidad de la admisión de la alegación de hechos
nuevos, siempre y cuando tal alegación no implique modificar ni la pretensión
contenida en la demanda, ni la oposición a la pretensión, contenida en la contestación
de la demanda.
Por hechos nuevos cabe entender hechos posteriores a la demanda o a su
contestación, en referencia al actor y al demandado, respectivamente; aunque el art.
121 los refiera, genéricamente a la posterioridad a la contestación de la demanda, y
que tenga influencia en el derecho invocado.
b) Ratificación a las contestaciones a las excepciones previas (sea del actor, sea del
demandado): ante la oposición de excepciones las partes tendrán un plazo de 10 días
para su contestación de forma escrita.
c) Tentativa de conciliación: el tercer rubro que marca el contenido de la audiencia
preliminar es la tentativa de conciliación, que deberá realizar el tribunal, respecto de
todos o algunos de los puntos controvertidos art. 341 num. 3. Esta es la llamada
tentativa de conciliación intraprocesal (dentro del proceso) por parte del tribunal ya
que, estando en conocimiento de las alegaciones de las partes y de la prueba
disponible, es quien se encuentra en mejor condición no solo para exhortar a las
partes a que concilien sus diferencias, sino para proponer él mismo medios
conciliatorios concretos.
d) Recepción de la prueba sobre las excepciones: en la situación extraordinaria de que el
tribunal entendiera que existe algún hecho a probar, en cuyo caso se recibirán
exclusivamente las pruebas solicitadas en el escrito en que se hubieran opuesto a las
excepciones y aquellas en que el demandante, al contestar la reconvención, hubiera
opuesto excepciones previas contra ella.
Estando las excepciones previstas referidas fundadamente a cuestiones de naturaleza
procesal y debiendo acompañarse toda la prueba documental con los escritos de
proposición, resultará realmente extraordinaria la situación de considerarse, por parte
del tribunal, que exista algún hecho a probar en relación a las excepciones opuestas.
En esta hipótesis excepcional de tener que diligenciarse prueba sobre las excepciones,
podrá disponerse la prorroga de la audiencia preliminar, pero en la siguiente
oportunidad deberá recibirse la totalidad de la prueba y pronunciarse la tenencia
interlocutoria 341.5.
e) Dictado de la sentencia interlocutoria saneadora del proceso: contestadas las
excepciones previas y recibida la prueba sobre ellas, de corresponder, el tribunal
deberá dictar una sentencia interlocutoria con el fin de sanear el proceso 341 num 5.
El código plantea que dicho saneamiento corresponde a las siguientes posibilidades:
para resolver los problemas planteados por las excepciones procesales propuestas;
para decidir, a petición de parte o de oficio, todas las cuestiones que obstaren a la
decisión de merito, es decir, a la decisión definitiva sobre el litigio mismo. Su finalidad
no es otra que la de despejar el camino de cuestiones accesorias, predominantemente
de naturaleza procesal, de modo tal de poder, a partid de allí, concentrar toda la
actividad procesal en la cuestión de fondo objeto del litigio, resolviendo así, de manera
anticipada pero dentro del proceso y sin necesidad de que éste se posponga meses o
años, todas estas cuestiones accesorias, incidentales y generalmente de naturaleza
solamente procesal.
El art. 342.4 establece que se dictará una única sentencia la cual decidirá todas las
excepciones previas saneando el proceso, pero en verdad esta sentencia interlocutoria
tiene un contenido mayor ya que además de las excepciones previas deberá resolver
sobre las nulidades, las cuestiones que obtén a la decisión de merito, entre ellas, la
improponibilidad de la demanda, la falta de legitimación causal, etc.
La única excepción a esta regla de unidad de la sentencia interlocutoria la constituye el
caso en que, opuestas entre varias la excepción de incompetencia, el tribunal acogiera
tal excepción. En este caso, de considerarse incompetente el tribunal, no se
pronunciará sobre otras cuestiones ya que naturalmente corresponde que sobre ellas
se pronuncie el tribunal que si resulte competente.
f) La fijación definitiva del objeto del proceso y de la prueba: Despejado el proceso de
cuestiones que no hacen al fondo del litigio, el tribunal deberá fijar el objeto del
proceso y de la prueba art. 341.6. Deberá emitir su pronunciamiento sobre los medios
de prueba solicitados por las partes, rechazando los que fueren inadmisibles,
innecesarios o inconducentes (24.6), disponiéndose la ordenación y diligenciamiento
de los que correspondan. Las partes podrán proponer nuevos medios probatorios que,
a juicio del tribunal, refieran a hechos nuevos o a rectificaciones hechas en la propia
audiencia.
La previsión resulta absolutamente lógica y razonable. Por encima de la regla de
principio de que toda la prueba documental debe aportarse con los actos de
proposición y de que en ellos debe indicarse y pedirse el diligenciamiento de los
restantes medios de prueba que cada parte se propone utilizar, resulta obvio que si en
la contestación de la demanda, por ejemplo, el demandado invocó hechos nuevos o si,
en la propia audiencia, una u otra de las partes así lo hizo, la contraparte puede
ofrecer, en la audiencia preliminar, medios de prueba que, claramente, no podían
hacer ofrecido en uno u otro de los escritos de proposición.

Régimen recursivo de resoluciones dictadas en la audiencia preliminar:

En esta audiencia se han de dictar dos tipos de providencias o de resoluciones judiciales: las de
mero tramite y las sentencias interlocutorias. Dependiendo de ello es el tipo de recurso
aceptado:

a) Providencias de mero tramite: solo admiten el recurso de reposición. Éste se propone


una vez dictada la providencia, de forma oral y fundada, y se decide – previa
sustanciación o no, según resuelva el tribunal, es decir, oyendo o no a la contraparte –
en forma inmediata y también oral (342.1 y 246)
b) Sentencia interlocutoria saneadora (resolución de excepciones): aquí se hace
necesario efectuar una distinción según cuales hayan sido las excepciones previas
planteadas y, por consecuencia, las excepciones que la sentencia interlocutoria ha
debido resolver:
1. Principio general: la sentencia interlocutoria que resuelve las excepciones
previas admite solamente el recurso de apelación con efecto diferido art.
342.2. Esto supone la simple interposición del recurso, sin perjuicio del
cumplimiento de la resolución impugnada, reservándose la
fundamentación de la apelación para la eventual apelación de la sentencia
definitiva.
2. Sentencia interlocutoria que acoge las excepciones de incompetencia,
prescripción, caducidad, cosa juzgada, transacción y toda otra que obste a
la prosecución del proceso: admite recurso de apelación con efecto
suspensivo 342.2, que deberá anunciarse en la propia audiencia e
interponerse conforme lo dispuesto en el 254 num 2°.
El tenor literal de esta norma resulta equivocado ya que no todas las
excepciones señaladas, independientemente de si la sentencia es
estimatoria o desestimatoria, pueden ser apelables con efecto suspensivo.
Entonces, solo se apelará con efecto suspensivo aquellas sentencias
interlocutorias saneadoras que acojan las excepciones que pongan fin al
proceso o a la pretensión, ya que estas son interlocutorias con fuerza de
definitivas.

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