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Lorena Sánchez Fernández

DEONTOLOGIA
LECCIÓN 2

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL

1. Ética y Deontología Profesional.

Si bien existen similitudes entre la norma ética y la jurídica, la moralidad y la legalidad de


los actos son sustancialmente diferentes

Existe un ámbito ético-jurídico: lo deontológico

Distinguimos dos conceptos íntimamente interrelacionados: ética profesional y deontología

Ética profesional: consiste en la aplicación de los principios morales generales al ámbito


propio de cada profesión, averiguando al mismo tiempo cuáles son los bienes internos que
cada una de las actividades debe proporcionar a la sociedad y, por tanto, que valores y
hábitos deben incorporar para producirlos. (Horizonte moral).

 Concepto:

Deontología:

La Deontología es una ética aplicada al mundo profesional pero que habla desde dentro
del contexto profesional y centrada en unos deberes y obligaciones profesionales

Etimológicamente Deontología significa “tratado de los deberes” (“déon” el deber y “logía”,


ciencia o tratado)

Definición: “conjunto de normas y códigos de conducta exigibles a los profesionales,


aprobados por el colectivo de profesionales, que enumera una serie de deberes y obligaciones
mínimos para todos los profesionales con algunas consecuencias de carácter sancionador”.

Objetivo concreto y limitado: establecer unas normas y pautas de conducta exigibles a los
profesionales con la finalidad de garantizar una actuación honesta a todos los que ejercen la
profesión.

En la medida en que propone normas de actuación se sitúa más cerca del derecho que de la
filosofía, se sitúa entre lo ético y lo jurídico, participando, de este modo -las normas
deontológicas-, de una naturaleza mixta.

Las normas deontológicas son de naturaleza moral, lo que, sin embargo, no excluye que se
les pueda dotar de cierta eficacia jurídica.

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2. PRINCIPIO DEONTOLÓGICOS COMUNES A TODAS LA PROFESIONES

Son entendidos como los elementos de los que se derivan todas las demás cosas o elementos
a los que se reducen todas las cosas.

Orientan la deontología tres principios y representan las tres instancias de la vida profesional:

 Beneficencia el profesional

 Autonomía  el cliente

 Justicia  la sociedad

 Principio de beneficencia y el profesional

Dos niveles o planos:

- No maleficencia:

o Primum non nocere: Antes que nada está el no dañar o no perjudicar

Es la primera obligación del profesional

o Para algunos es más obligatoria que la exigencia de promover el bien.

Beneficencia o hacer el bien

Los profesionales “profesan” estar al servicio de un determinado bien e intentan producir esos
bienes o servicios.

Fin del abogado: “consejo, concilio y la defensa de los derechos e intereses públicos y privados
mediante la aplicación de la ciencia y técnica jurídicas” (art. 6 Estatuto General de la Abogacía
Española)

El principio de beneficiencia lleva siempre a actuar en beneficio del cliente, del usuario lleva a
procurar el bien interno.

o Las actividades profesionales son actividades cooperativas institucionalizadas que


necesitan para su funcionamiento : dinero, poder y prestigio.

o Problema: en las instituciones existe el peligro que el bien interno se olvide o se


pongan por encima los bienes externos.

o El principio de beneficencia subraya la profunda unión del profesional con los bienes
internos de su profesión que tiene la obligación de aportar a la sociedad.
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o Aplicación: se centra en la relación riesgo-beneficio

Búsqueda de los mayores beneficios con el menor riesgo.

 El principio de autonomía y el usuario de los servicios

Benefactor y beneficiario no están en el mismo plano

El profesional sabe mejor lo que le conviene a quien acude a él y por eso se acude a él.

Problema: si se absolutiza el principio de beneficencia se cae en el paternalismo.

Corrige esa desviación el principio de autonomía

El cliente no un simple objeto o destinatario de servicios sino que es sujeto de derechos y tiene
que ser respatado e informado y tomado en consideración.

El profesional ya no es el único que define e interpreta su propia actuación.

El usuario-cliente tiene que ser tratado como un interlocutor adulto.

Él es el protagonista de lo que con él se hace o se va a hacer.

Y es él, el que debidamente informado debe decidir acerca del servicio o prestación que se le
ofrece.

 El Principio de Autonomía se centra en el consentimiento informado

En el terreno jurídico: se informe sobre las posibilidades de ganar o perder el juicio, sobre los
apoyos legales que se tienen, sobre la manera como va a llevar el asunto…

Y lo normal es respetar la decisión del cliente

¿Hasta donde hay que respetar la autonomía?

 No siempre sabemos lo que nos conviene y nuestras acciones tienen repercusiones.

 El principio de autonomía tiene que ser moderado por el principio de beneficencia.

 El Principio de justicia y La sociedad.

Los profesionales ejercen dentro de organizaciones, instituciones y empresas, que disponen de


recursos limitados y tienen la necesidad de compatibilizar o jerarquizar demandas plurales.

Hay que introducir un principio de justicia para arbitrar una distribución racional y justa de
recursos escasos en orden a conseguir fines múltiples.

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- Este principio pone de manifiesto que nuestras opiones y decisiones


profesionales repercuten sobre el contexto social.

- Recae principalmente en las autoridades y representantes políticos, pero


también en todo ciudadano.

Una formulación del principio de justicia sería tomar un criterio de elección entre dos opciones,
considerando:

 Cuál de ellas es más urgente

 Más universal (número afectados por la medida)

 Y más necesaria o básica

3. NATURALEZA JURIDICA DE LAS NORMAS DEONTOLÓGICAS. Naturaleza.

Son normas que no provienen del Estado sino del ordenamiento profesional, pero ha de
contestarse afirmativamente a su juricidad.

No se puede negar la eficacia jurídica de una normativa cuyo incumplimiento puede llevar
aparejada como sanción la expulsión de la propia Organización colegial y ,dada la obligatoriedad
de la colegiación, supone una sanción que tiene el mismo contenido que la pena de inhabilitación
especial para el ejercicio de profesión u oficio recogida en el artículo 39 del vigente Código
Penal de 1995.

En caso de la normativa deontológica nos encontramos ante un tipo de normas a las que nuestro
ordenamiento estatal ha atribuido, a través de un sistema de remisión material, eficacia jurídica.

Un auténtico derecho estatutario o derivado

Encuentra su fundamento, alcance y límites en la propia normativa del Estado, con la que no
podrá entrar en contradicción, prevaleciendo, en caso de conflicto, la normativa estatal.

La normativa deontológica encuentra su legitimación en varios niveles:

 La Constitución española de 1978

 La Ley de Colegios profesionales de 1974

 Real Decreto 135/2021 (entrada en vigor el 1 de julio) por el que se aprueban los
Estatutos generales de la Abogacía española.

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La Constitución: establece la necesidad de regular mediante ley las peculiaridades propias del
régimen jurídico de los Colegios Profesionales y el ejercicio de las profesiones tituladas (art.36)

Ley de Colegios profesionales otorga a los Colegios Profesionales la función de “ordenar en el


ámbito de su competencia la actividad profesional de los colegiados, velando por la ética y
dignidad profesional y por el respeto debido a los derechos de los particulares y ejercer la
facultad disciplinaria en el orden profesional y colegial” [art. 5 i)].

Estatutos generales de la Abogacía española: atribuye al Consejo General la función de


aprobar las normas deontológicas y las resoluciones que ordenen la actividad profesional de los
colegiados; normas que califica de “carácter obligatorio”.

STC 219/1989, de 21 de diciembre:

“las normas de deontología profesional aprobadas por los colegios profesionales o sus
respectivos Consejos Superiores u órganos equivalentes no constituyen simples tratados de
deberes morales sin consecuencias en el orden disciplinario. Muy al contrario, tales normas
determinan obligaciones de necesario cumplimiento por los colegiados y responden a las
potestades públicas que la Ley delega a favor de los colegios” (F.J. 5º).

Pautas que los tribunales deberán tener en cuenta a la hora de juzgar la actuación de los
profesionales

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