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DEONTOLOGÍA

Es una rama de la ética cuyo propósito es establecer los deberes, obligaciones y éticas que tiene
que asumir quienes ejercen una determinada profesión.

Por lo general, se halla recogida en forma escrita en los llamados códigos deontológicos,
habituales en esferas a cualquier otra disciplina en que se trate con seres humanos o seres vivos.

¿QUÉ ES DIONTOLOGÍA?

Es la ciencia que trata sobre el conjunto de deberes y principios éticos que conciernen a cada
profesión, oficio o ámbito laboral.

La deontología fija las normas que rigen la conducta y el desempeño en la esfera profesional
determinadas responsabilidades en relación con los actos ligados a su campo laboral. Como tal, es
una ciencia aplicada al ámbito moral, que se enfoca en todas aquellas conductas y actuaciones que
no están no contempladas ni en el derecho ni sometidas al control de la legislación pública.

Los colegios profesionales son, en este sentido, las entidades encargadas de fijar, mantener,
promover y defender los códigos deontológicos, así como de vigilar su correcto cumplimiento y
exigir determinados niveles de competencia y calidad a sus adscritos en el desempeño de sus
funciones.

La deontología es conocida también bajo el nombre de “teoría del deber” y, al lado de la axiología,
es una de las dos ramas principales de la ética normativa. Un código deontológico es un conjunto
de criterios, apoyados en la deontología con normas y valores, que formulan y asumen quienes
llevan a cabo una actividad profesional.

La deontología trata del espacio de la libertad del hombre sólo sujeto a la responsabilidad que le
impone su conciencia.

Los argumentos humanistas de la libertad y utilitarismo fueron apropiados en la deontología, con


las exigencias ético.racionales que influyeron de alguna manera en el constitucionalismo
colombiano.

Los primeros códigos deontológicos se aplicaron después de la segunda guerra mundial luego de
ver las atrocidades que los profesionales de la salud aplicaban con las personas justificándose en el
ejercicio de la investigación, pero que tampoco tenía ningún tipo de regulación ni control, es así
como durante la guerra fría se comienza a estudiar y aplicar la deontología en Europa.

Puede hablarse también de una deontología aplicada, en cuyo caso no se está ya ante una ética
normativa sino descriptiva e incluso prescriptiva.

La deontología aplicada al estudio de los derechos y deberes, particularmente enfocados al


ejercicio de una profesión, es el caso de la deontología profesional.

Para su aplicación se elaboran códigos deontológicos, los cuales reglamentan, de manera estricta
o bien a modo de orientación, las cuestiones relativas al “deber”, de los miembros de una
determinada profesión. La deontología se nutre por un lado del marco jurídico y por otro del
marco moral. Su concepto básico es que obrar “de acuerdo a la ética” se corresponde con obrar de
acuerdo a un código predefinido.
CÓDIGO DEONTOLÓGICO

Un código deontológico es un documento que recoge un conjunto más o menos amplio de


criterios, apoyados en la deontología con normas y valores que formulan y asumen quienes llevan
a cabo correctamente una actividad profesional.

Los códigos deontológicos se ocupan de los aspectos éticos del ejercicio de la profesión que
regulan. Estos códigos cada vez son más frecuentes en otras actividades. No se debe confundir la
deontología con los códigos deontológicos. La deontología tiene un carácter más amplio y puede
incluir normas que no figuren en ningún código particular. El código deontológico es la aplicación
de la deontología a un campo concreto.

CARACTERÍSTICAS

Lo códigos deontológicos son mecanismos de autorregulación en el ámbito de la comunicación


social, la psicología, la medicina, entre otras profesiones, pero no son el único instrumento; libros
de estilo, estatutos de redacción, convenios, etc. Todos contribuyen a que una comunidad
profesional fije sus propios límites, en muchos países esta regulación es a través de colegios
profesionales.

En este sentido, algunas profesiones elaboran códigos profesionales donde se especifican


consideraciones morales acerca de aspectos complejos de la vida profesional y donde,
generalmente, se contemplan sanciones para el supuesto caso de que alguien viole abiertamente
el espíritu de dicho código deontológico.

Por supuesto, los códigos deontológicos no siempre se cumplen, y aunque se respeten, no queda
muy claro quién esté encargado de velar por su cumplimiento ni cuáles son las sanciones para
quienes los vulneren, ni quién debe imponerlas.

Son por tanto pautas, de conducta a seguir cuyo objetivo es realizar un determinado trabajo de
forma correcta, adecuada y eficiente.

La ética constituye el ámbito que inspira y cobija los más nobles sentimientos del ser humano. Sin
ética el hombre estaría sin “hogar”, a la intemperie, desamparado en un mundo en el que sólo
imperaría la ley de la selva y la de los más bajos instintos.

Así pues, urge una renovación de la moral, que en diálogo con la postmodernidad genere una
moral de la persona, una moral concreta, una moral de actitudes y de opciones fundamentales.
Urge promover, no una moral minimalista, sino una moral de aspiraciones.

Se denomina ascetismos o ascética a la doctrina filosófica y religiosa que busca purificar el espíritu
por medio de la negación de los placeres materiales o abstinencia; al conjunto de procedimientos
y conductas de doctrina moral que se basa en la oposición sistemática al cumplimiento de
necesidades de diversas índoles que dependerá, en mayor o menor medida, del grado y
orientación de que se trate.

Los esfuerzos humanos para construir un mundo más justo, más humano y más fraterno van
mucho más allá de los progresos técnicos, que sin la guía de la ética pueden convertirse en una
amenaza para la paz y la justicia. Ahora bien, la orientación del progreso a nivel técnico y político
debe pasar por la ética y especialmente por la ética de las profesiones.
La función humanizadora d la ética. Al actuar éticamente, no se trata sólo de evitar caer en su
comportamiento gregario, sino que el prescindir de la ética sería abdicar de algo que es íntimo y
propio del hombre.

En efecto, en el capítulo primero del libro primero de la Política, Aristóteles afirma que “lo propio
del hombre con respecto a los demás animales es que él sólo tiene la percepción de lo bueno y de
lo malo, de lo justo y de lo injusto, y de otras cualidades semejantes, y la participación común de
estas percepciones es lo que constituye la familia y la ciudad”. De este modo, la ética distingue al
hombre del animal, y su ser social está también estrechamente ligado a su comportamiento.

Se pueden multiplicar las leyes y los reglamentos, pero si no existe conciencia ética, no serán
acatados.

Para reforzar la ética es imprescindible la religión. Pretende excluir el fenómeno religioso es dar la
espalda a un aspecto esencial de la historia y la vida humana.

La Deontología. Proviene del griego y significa “lo obligatorio, lo justo, lo adecuado”. Es la rama d
la filosofía que tiene como finalidad específica la determinación de cómo debe ser el como de cada
una de las profesiones y cómo debe ser aplicado.

La deontología es la disciplina que se ocupa de los deberes de los profesionales. En el caso de los
ingenieros se trata de multiplicidad de deberes como son aquellos consigo mismo, con la sociedad,
con la profesión, con los clientes, con los colegas, con la entidad gremial. Es aquella parte de la
ética profesional que se ocupa de los deberes morales de los profesionales, de los deberes estos.

En efecto, Santo Tomás sostiene que “las leyes justas obligas en conciencia”. El Aquinate señala
cinco condiciones para que se de esta obligación en conciencia:

1. Que las leyes emanen de la autoridad legítima.


2. Que sean convenientemente promulgadas.
3. Que no sobrepasen la esfera de la competencia de la autoridad.
4. Que no contradigan la ley natural.
5. Que sean conformes al bien común.

De aquí, que la existencia de las leyes llamadas “meramente penales” como pretendían sostener
algunos moralistas, era una contradicción, ya que no tendrían sentido no obligar a cumplir la ley y,
en cambio, sostener la obligación moral de aceptar el castigo por el incumplimiento de la ley.

La Deontología podría contribuir a superar los efectos negativos de la globalización.


CONCIENCIA PROFESIONAL Y DEONTOLOGÍA

En los tiempos que corren, convulsos, vertiginosos y cambiantes, la conciencia profesional cobra
su mayor significado actuando como directriz de comportamiento de los profesionales liberales. A
día de hoy, ya no es suficiente una conciencia individual, reflexiva y ética. La conciencia profesional
toma una renovada dimensión y se convierte en elemento básico de la garantía del ejercicio
profesional toma una renovada dimensión y se convierte en elemento básico de la garantía del
ejercicio profesional. Ello se canaliza a través de su reflejo en la deontología profesional y gracias a
los códigos deontológicos elaborados por organizaciones profesionales.

CONCIENCIA PROFESIONAL

La conciencia profesional se caracteriza por incorporar en su contenido:

1. El elemento responsable de la conciencia ética.


2. El auto conocimiento individual.
3. La interiorización, asunción y normativización de los derechos y deberes que confluyen en
el ejercicio de una profesión a través de la cual se adquiere una responsabilidad social.

La conciencia profesional es individual e intransferible y se regula a través de códigos de conducta


o deontológicos que son elaborados por las organizaciones profesionales por ser estas las mejores
conocedoras de los sujetos de cuya conciencia profesional se trata.

DEONTOLOGÍA

La deontología, entendida como el conjunto de normas que son exigibles para un colectivo
profesional, se encuentra precisamente su razón de ser en la concepción de la conciencia
profesional. La deontología profesional halla su sustento fundamental y natural en la elaboración
de códigos deontológicos que son utilizados por los profesionales como guía o advertencia para la
conducta en situaciones específicas.

Los códigos deontológicos no solo deben prohibir determinadas conductas consideradas como no
deseables, sino que deben inspirar, dar coraje y apoyar a los profesionales éticos sentando las
bases modelos deseables de conducta profesional. Se convierten así en instrumentos de carácter
preventivo, punitivo, didáctico y dinámico, estando siempre abiertos a incluir las especificaciones
propias de cada profesión y de los diversos entornos en los que se desarrollan las profesiones.

Los códigos de conducta elaborados por los colegios profesionales deben, además responder a
unos principios básicos de autorregulación, legalidad, tipicidad y publicidad. Según él Informa
sobre Deontología, existen veinte categorías básicas que han de contemplarse en cualquier código
deontológico, ello sin perjuicio de nuevos conceptos que puedan ser añadidos por el carácter
dinámico de los propios códigos o por el natural desarrollo de las necesidades y prioridades de la
sociedad.

Precisamente para que no sea posible, es imprescindibles, además, que los órganos de gobierno
de las organizaciones profesionales lleven a cabo también su actuación en base a unos principios
comunes recogidos en los denominados códigos de buen gobierno.

ÁMBITO INTERNACIONAL

La Directiva 2006/123 relativa a los servicios en el mercado interior promueve asimismo la


elaboración de códigos por parte de los colegios profesionales y señala, además. Que estos
códigos de conducta deben incluir, teniendo en cuenta la naturaleza de cada profesión, normas de
deontología y conducta profesional de dichas profesiones, con vistas a garantizar, en particular, la
independencia, la imparcialidad y el secreto profesional. Por otro lado, la resolución de
parlamento europeo apoya la adopción de códigos de conducta de los prestadores de servicios,
apuntando que estos deben ser elaborados con la participación de todos los interesados.

AUNTONOMÍA FACULTATIVA Y RELACIÓN DE EMPLEO

La deontología sienta, por todo lo dicho, las bases de un modelo de actuación, de una buena
práctica profesional, que debe ser controlado y garantizado en todo ámbito en el que los
profesionales ejercen su actividad. Por otra parte, todo profesional que realiza su ejercicio
profesional en base a una relación de empleo está sujeto a una regulación civil, mercantil, laboral
o administrativa. Así, el pacto profesional es consustancial a la autonomía facultativa, o
independencia de criterio del profesional, lo que conlleva un control deontológico recogido y
aplicado por una organización especializada, independiente e imparcial como es el colegio
profesional.

En ningún caso debe la regulación laboral o administrativa actuar como sustitutiva d la normativa
deontológica y del régimen disciplinario asociado a la misma, pues resulta evidente que dicha
normativa tiene otra causa, otro objeto y otro contenido; siendo pues imprescindible la presencia
de ambas, por ser necesariamente complementarias.

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