C.204: “Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por
el bautismo, se integran en el pueblo de Dios, y hechos partícipes a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo”.
El ser plenamente católico exige mantener los vínculos de
unidad en la profesión de fe, los sacramentos y la disciplina eclesiástica.
- Clérigos y Laicos:
C. 207: “Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia
ministros sagrados, que en el derecho se denominan también clérigos; los demás se denominan laicos”.
Así como la distinción entre clérigos y laicos es de institución
divina, (derecho divino, vocación), el estado religioso es de institución meramente eclesiástica.
2.- DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES DE LOS FIELES:
C. 208-223
El Código de 1.917, sólo regulaba derechos y deberes de los
clérigos y religiosos. En cambio el nuevo Código dedica una gran atención a los derechos y obligaciones de todos los fieles, sean clérigos, personas de vida consagrada o laicos. C. 208: “Por su regeneración en Cristo, se da entre todos los fieles una verdadera igualdad en cuanto a la dignidad y acción, en virtud de la cual todos, según su propia condición y oficio, cooperan a la edificación del Cuerpo de Cristo”.
De allí surgen mutuos derechos y obligaciones de comunión con
la Iglesia y entre los fieles. Así:
Los fieles colaboran con sus pastores en la obediencia,
confianza y ciencia, C.212
Los pastores con los fieles, quienes tienen derecho a recibir la
ayuda de los bienes espirituales de la Iglesia, principalmente la palabra de Dios y los sacramentos. C.213
Todos tienen derecho a tributar culto a Dios, de acuerdo con el
propio rito, y de seguir la espiritualidad que convenga a cada uno C.214.
Todos tienen la obligación de ayudar a la Iglesia en las
necesidades e culto divino, del apostolado, de la caridad y del decoroso sustento de los ministros sagrados; Todos tienen el deber de justicia social, la obligación de ayudar a los pobres en sus bienes, también para los clérigos e institutos religiosos; C.222
El fiel cristiano tiene libertad para crear y dirigir
asociaciones para fines de caridad, piedad o fomentar las vocaciones, y reunirse con otros para los mismos fines, derecho a tomar iniciativas en el campo del apostolado, que solo se denominarán católicas cuando así lo decida la autoridad eclesiástica; C.215 Derecho a investigar en el campo de las ciencias sagradas, así como para manifestar prudentemente su opinión sobre todo aquello en lo que son peritos, guardando la debida sumisión al magisterio de la Iglesia. C.218;
Derecho a escoger libremente su estado de vida, y por tanto
seguir su vocación; C.219
Derecho defenderse y a ser juzgado por las normas
canónicas, y en su caso, a ser sancionadas sólo por las penas previstas en el código y otras normas canónicas, evitándose así la arbitrariedad. C.221
3.- LOS LAICOS EN PARTICULAR:
Como vimos, el C.207, define a los laicos como: aquellos que no
pertenecen al orden sagrado.
De manera más precisa, los define el CCEO, 399: “aquellos
fieles de los que es propio el carácter secular, y que viviendo en el mundo participan de la misión de la Iglesia, y no son constituidos en el orden sagrado, ni tampoco recibidos en el estado religioso”
Nos referimos aquí a los laicos que no han profesado como
religiosos
El carácter secular es propio y peculiar de los laicos. Pues
los miembros del orden sagrado, aun cuando alguna vez pueden ocuparse de los asuntos seculares incluso ejerciendo una profesión secular, están destinados principal y expresamente al sagrado ministerio por razón de su particular vocación. En tanto que los religiosos, en virtud de su estado, proporcionan un preclaro e inestimable testimonio de que el mundo no puede ser transformado ni ofrecido a Dios sin el espíritu de las bienaventuranzas. A los laicos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios. Viven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, con las que su existencia está como entretejida. Allí están llamados por Dios, para que, desempeñando su propia profesión guiados por el espíritu evangélico, contribuyan a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermento. Y así hagan manifiesto a Cristo ante los demás, primordialmente mediante el testimonio de su vida, por la irradiación de la fe, la esperanza y la caridad. Por tanto, de manera singular, a ellos corresponde iluminar y ordenar las realidades temporales a las que están estrechamente vinculados, de tal modo que sin cesar se realicen y progresen conforme a Cristo y sean para la gloria del Creador y del Redentor.
4.- DERECHOS DE LOS LAICOS EN PARTICULAR: (224-231)
Obligación y derecho de hacer apostolado, deber de impregnar
el orden temporal con el espíritu cristiano, siendo testigos de cristo en la vida privada, familiar, social económica, promoviendo leyes justas para la sociedad. C.225 completo C.226 completo - Vocación matrimonial y familiar educación cristiana
C.227- Libertad en asuntos terrenos
C.230 – completo. Laicos participan en el rito litúrgico.
5.- LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS : (232-293)
C. 207: “Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia
ministros sagrados, que en el derecho se denominan también clérigos; los demás se denominan laicos”.
Los ministros sagrados o clérigos, son aquellos fieles que
han recibido el sacramento del orden sagrado en algunos de sus tres grados: episcopado, presbiterado y diaconado. Los dos primeros otorgan el sacerdocio jerárquico, pero no el tercero. En su conjunto se les llama clero o clerecía.
El episcopado es la plenitud del sacerdocio. Sólo los obispos
pueden ordenar sacerdotes y diáconos.
El sacramento del orden produce en ellos una consagración
personal que los hace personas sagradas en virtud de su destinación al culto divino y de su condición,
C. 232- Deber y derecho propio y exclusivo de la Iglesia de
formar a los que se destinan a los ministerios sagrados;
C. 233- Papel de la comunidad cristiana de fomentar vocaciones.
(ejemplo el padre Franceschi pidiendo porque rezaran porque sus hijos sean sacerdotes. Incardinación de los sacerdotes: Cada sacerdote debe ser incardinado (adscrito) a una Iglesia particular, a una prelatura personal, o a un instituto de vida consagrada. No puede haber clérigos acéfalos que no dependan e ningún obispo. C.265
Obligaciones de los clérigos:
a) Obediencia al Papa y al propio Obispo.C. 273;
b) Guardar el celibato (En las Iglesias católicas orientales pueden ser ordenados los casados. Si fueron ordenados sacerdotes siendo célibes, no pueden ya contraer matrimonio. Los Obispos sólo se eligen entre los célibes) (C.277) c) Llevar hábito digno.(C.284) d) Prohibido ejercer el comercio C. 286 e) No participar en partidos políticos y sindicatos C. 287
6.- LAS ASOCIACIONES DE FIELES C.298 y C. 329
Los fieles pueden crear asociaciones. Los clérigos y los laicos,
pueden trabajar unidos buscando el fomento de una vida más perfecta, promover el culto público, la doctrina cristianan, realizar actividades de apostolado, iniciativas de evangelización, obras de caridad etc. C.304
Son públicas las asociaciones que erige la autoridad
eclesiástica para desempeñar actividades reservadas a la jerarquía, como por ejemplo enseñar en nombre de la Iglesia, promover culto público etc. C.301. Todas las demás son privadas. Son asociaciones clericales, las dirigidas por clérigos que se proponen el ejercicio del orden sagrado. C.302.
Puede así, haber pues, asociaciones de fieles constituidas sólo por
laicos, sólo por clérigos ó mixtas, y se pueden dedicar a diversas actividades, educativas, de caridad etc.
Pueden ser de derecho público o privado según su iniciativa provenga
de fieles que forman o no parte de la jerarquía eclesiástica; y puede ser de derecho pontificio o diocesano, según el órgano eclesiástico que apruebe sus estatutos y documento constitutivo.
Obras escogidas de Tertuliano: Apología contra los gentiles. Exhortación a los mártires. Virtud de la paciencia. La oración cristiana. La respuesta a los judíos