Está en la página 1de 60

Derecho Canónico

LIBRO II: El pueblo de Dios


(cc. 204 – 746)

P. Luis Aldaz
Introducción
La Constitución Dogmática sobre la Iglesia :
Lumen Gentium
 Cap I: El misterio de la Iglesia.
 Cap II: El pueblo de Dios.
 Cap III: Constitución Jerárquica de la Iglesia y particularmente
del episcopado.
 Cap VI: Los Laicos.
 Cap V: Vocación Universal a la Santidad en la Iglesia.
 Cap VI: Los Religiosos.
 Cap VII: Índole Escatológica de la Iglesia peregrinante y su unión
con la Iglesia celestial.
 Cap VIII: La Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, en el
misterio de Cristo y de la Iglesia
Introducción
El Código de 1917: El Código de 1983:
 Liber I: Normae generales  Liber I: Normae generales
 Liber II: De personis  Liber II: De populo Dei
 Liber III: De rebus  Liber III: De Ecclesiae
munere Docendi
 Liber IV: De Ecclesiae munere
Sanctificandi
 Liber V: De iure patrimoniale
Ecclesiae
 Liber VI: De sanctionibus in
 Liber IV: De processibus Ecclesiae
 Liber V: De delictis et poenis  Liber VII: De processibus
Introducción
• El título del Libro II del CIC: “El Pueblo de Dios” proviene del
capítulo II de la Constitución Lumen Gentium, pero en la redacción
de esta constitución se utiliza la expresión “Nuevo Pueblo de Dios”.
• Hablamos de un “Nuevo” Pueblo porque se trata del que sucede al
antiguo y se diferencia de este en dos aspectos:
EL LIMITE TERRITORIAL: En cuanto estaba constituído
por hombres que vivían en Palestina, pero que se
extendió cuando Jesús envió a los apotóles hasta los
confines de la tierra.

EL LIMITE TEMPORAL: En cuanto que como tal debía


terminar con la venida de Cristo, pero significa hasta la
consumación de los tiempos.

• La misión del antiguo pueblo de Dios era de preparar a los hombres para la
primera venida del Mesias y recibir el mensaje de su Reino , la misión en
cambio , del nuevo Pueblo de Dios es de preparar a los hombres a la
segunda venida del Mesías, para merecer vivir eternamente en su Reino
Libro II: El pueblo de Dios
• TITULO I:Obligaciones y derechos de todos los fieles
(cc.208-223)
•TITULO II: Obligaciones y derechos de los fieles laicos
PARTE I: Los Fieles (cc.224-231)
(cc.204-329) •TITULO III: Los ministros sagrados o clérigos (cc.232-293)
•TITULO IV : Las prelaturas personales (cc.294-297)
•TITULO V: Las asociaciones de fieles (cc. 298-329)

•SECCIÓN I: La suprem autoridad de la Iglesia (cc.


PARTE II: La Constitución
330- 367)
Jerárquica de la Iglesia
• SECCIÓN II: Las iglesias particulares y sus
(cc.330-572)
agrupaciones (cc.368-572)

PARTE III: Los Institutos de •SECCIÓN I: Los institutos de vida


Vida Consagrada y las consagrada(cc.573-730)
Sociedades de Vida •SECCIÓN II: Las sociedades de vida apostólica
Apostólica (cc.573-746) (cc.731-746)
Canones Introductivos
(cc. 204 – 207)
Canon 204 (Los fieles cristianos):
Ҥ 1. Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el
bautismo, se integran en el pueblo de Dios, y hechos partícipes
a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y
real de Cristo, cada uno según su propia condición, son
llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir
a la Iglesia en el mundo.
§ 2. Esta Iglesia, constituida y ordenada como sociedad en este
mundo, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor
de Pedro y por los Obispos en comunión con él.
Canones Introductivos
(cc. 204 – 207)
Canon 204 (Los fieles cristianos):
LOS FIELES CRISTIANOS Enseñanzas del Concilio Vaticano II:
 Incorporación a Cristo por medio del bautismo,
 La Iglesia como pueblo de Dios,
 La participación de todos los fieles en los oficios de Cristo,
 La universal misiónde salvación confiada a la Iglesia.
 La responsabilidad que compete a cada cristiano en su
realización.

Igualdad fundamental y distinción funcional


Se indica, por lo tanto, que el
Relación primaria Relación jerárquica
Bautismo comporta una realidad
teológica que origina una
Condición jurídica: “Cada uno según su propia
consecuencia jurídica.
condición”
Canones Introductivos
(cc. 204 – 207)
Canon 204 (Los fieles cristianos):
 La Iglesia tiene un carácter de institución, de una realidad
La Iglesia como Sociedad que debe su origen a la voluntad de su Divino Fundador
 La Iglesia tiene una estructura orgánica .

“La única Iglesia de Cristo, nuestro Salvador, después de su


“SUBSISTIT IN ECCLESIA resurrección, la entregó a Pedro para que la pastoreara. Le
CATHOLICA” encargó a él y a los demás apostóles que la extendieran y la
gobernaran. Esta Iglesia, constituida y ordenada en este
mundo como una sociedad, SUBSISTE EN la Iglesia Católica,
gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en
comunión con él” (LG 8).
Canones Introductivos
(cc. 204 – 207)
Canon 205 (plena comunión):
“Se encuentran en plena comunión con la Iglesia católica, en esta
tierra, los bautizados que se unen a Cristo dentro de la
estructura visible de aquella, es decir, por los vínculos de la
profesión de fe, de los sacramentos y del régimen eclesiástico”.

La PLENA COMUNIÓN se da por tres vínculos:

Vinculum fidei: profesión de la misma FE

Vinculum Sacramentorum: participación en los mismos sacramentos

Vinculum disciplinae: dependencia de las mismas y legítimas autoridades


Canones Introductivos
(cc. 204 – 207)
Canon 206 (los Catecúmenos):
Ҥ 1. De una manera especial se relacionan con la Iglesia los
catecúmenos, es decir, aquellos que, movidos por el Espíritu
Santo, solicitan explícitamente ser incorporados a ella, y que por
este mismo deseo, así como también por la vida de fe,
esperanza y caridad que llevan, están unidos a la Iglesia, que los
acoge ya como suyos.
§ 2. La Iglesia presta especial atención a los catecúmenos y, a la
vez que los invita a llevar una vida evangélica y los inicia en la
celebración de los ritos sagrados, les concede ya algunas
prerrogativas propias de los cristianos.”.
Canones Introductivos
(cc. 204 – 207)
Canon 206 (los Catecúmenos):
Los Catecúmenos No hacen parte de la iglesia, pero en fuerza de su deseo y de su
vida de fe, de esperanza y de caridad son “incorporados a la
Iglesia que los acoge ya como suyos”

Canon 788 §1: “Quines hayan manifestado su voluntad de abrazar la fe en Cristo, una
vez cumplido el tiempo de precatecumenado, sean admitidos en ceremonias litúrgicas
al catecumenado, e inscríbanse sus nombres en el libro destinado a este fin”.

La Iglesia: “los invita a llevar una vida evangélica y los inicia en


la celebración de los ritos sagrados, les concede ya algunas
prerrogativas propias de los cristianos”

Canon 788 §3: “Corresponde a las Conferencias Episcopales publicar unos estatutos por
los que se regule el catecumenado, determinando qué obigaciones deben cumplir los
catecúmenos y que prerrogativas se les reconocen”.
 Se puede ver: c. 1170 (bendición) y c. 1183 (exequias).
Canones Introductivos
(cc. 204 – 207)
Canon 207 (“categorías” de fieles):
“§ 1. Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia
ministros sagrados, que en el derecho se denominan también
clérigos; los demás se denominan laicos.
§ 2. En estos dos grupos hay fieles que, por la profesión de los
consejos evangélicos mediante votos u otros vínculos sagrados,
reconocidos y sancionados por la Iglesia, se consagran a Dios
según la manera peculiar que les es propia y contribuyen a la
misión salvífica de la Iglesia; su estado, aunque no afecta a la
estructura jerárquica de la Iglesia, pertenece, sin embargo, a la
vida y santidad de la misma.”.
Canones Introductivos
(cc. 204 – 207)
Canon 207 (“categorías” de fieles):
Lumen Gentium 10 “El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o
jerárquico, aunque difieren esencial y no sólo gradualmente, se
ordenan el uno al otro , pues cada uno paricipa de forma
peculiar del único sacerdocio de Cristo”

En razón de tal diferencia esencial se justifica una radical distinción en la condición


jurídica entre los fieles laicos y los fieles clérigos.

De esta distinción surgen consecuencias jurídicas diversas, sea en relación a la disciplina


que regula sus funciones como a su condición.

SACERDOCIO DE CRISTO
Profesión de los Consejos
Evangélicos
Ministros Sagrados Laicos Pertenece a la vida de
Santidad de la Iglesia
Canones Introductivos

TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

TÍTULO II TITULO III


DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS LOS MINISTROS SAGRADOS O
FIELES LAICOS CLÉRIGOS
(Cann. 224 – 231) (cc.232-293)
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 208 (IGUALDAD ESENCIAL):


“Por su regeneración en Cristo, se da entre todos los fieles una verdadera
igualdad en cuanto a la dignidad y acción, en virtud de la cual todos, según
su propia condición y oficio, cooperan a la edificación del Cuerpo de Cristo”.

Se funda en:
 Los deberes y derechos del fiel derivan de su incorporación al Cuerpo Místico de
Cristo.
 El sujeto de deberes y derechos es el cristiano perteneciente al Pueblo de Dios y en
comunión con la Iglesia, sin distinción de sexo, edad o estado.
 Sev trata de un principio base del Ordenamiento Canónico.
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 209 (COMUNION CON LA IGLESIA):


“§ 1. Los fieles están obligados a observar siempre la comunión con la Iglesia,
incluso en su modo de obrar.
§ 2. Cumplan con gran diligencia los deberes que tienen tanto respecto a la
Iglesia universal, como en relación con la Iglesia particular a la que
pertenecen, según las prescripciones del derecho”.
Se trata de:
 Conservar siempre y en cada manifestación de su vida una comunión vital con la
Iglesia Universal y Particular, incluso con la Iglesia parroquial.
 c. 529 §2: “Reconozca y promueva el párroco la función ´propia que compete
a los fieles laicos en la misión de la Iglesia, fomentando sus asociaciones para
fines religiosos. Coopere con el Obispo y con el presbiterio diocesano,
esforzándose también para que los fieles vivan la comunión parroquial y se
sientan a la vez miembros de la diócesis y de la Iglesia Unversal y tomen parte en
las iniciativas que miren a fomentar esa comunión y la consoliden .
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 210 (SANTIFICACIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA):


“Todos los fieles deben esforzarse según su propia condición, por llevar una vida
santa, así como por incrementar la Iglesia y promover su continua
santificación”.

Se trata de:
“Todos los fieles de cualquier estado o grado están llamados a la plenitud de la vida
cristiana y a la perfección de la caridad” (LG 40)
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 211 (TAREA MISIONERA):


“Todos los fieles tienen el deber y el derecho de trabajar para que el mensaje divino de
salvación alcance más y más a los hombres de todo tiempo y del orbe entero”.

Canon 212 (RELACIÓN CON LOS MINISTROS SAGRADOS):


“§ 1. Los fieles, conscientes de su propia responsabilidad, están obligados a seguir, por
obediencia cristiana, todo aquello que los Pastores sagrados, en cuanto representantes
de Cristo, declaran como maestros de la fe o establecen como rectores de la Iglesia.
§ 2. Los fieles tienen derecho a manifestar a los Pastores de la Iglesia sus necesidades,
principalmente las espirituales, y sus deseos.
§ 3. Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento,
competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello
que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la
integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta
de la utilidad común y de la dignidad de las personas”.
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 213 (RELACIÓN CON LOS MINISTROS SAGRADOS):


“Los fieles tienen derecho a recibir de los Pastores sagrados la ayuda de los bienes
espirituales de la Iglesia principalmente la palabra de Dios y los sacramentos”.

Canon 214 (LAS NORMAS DEL PROPRIO RITO):


“Los fieles tienen derecho a tributar culto a Dios según las normas del propio rito
aprobado por los legítimos Pastores de la Iglesia, y a practicar su propia forma de vida
espiritual, siempre que sea conforme con la doctrina de la Iglesia”.
1.- Derecho al propio Rito: “Conservando la unidad en lo necesario, todos en la
Iglesia, cada uno según la función que le ha sido encomendada observen la debida
libertad, tanto en las diversas formas de vida espiritual y de disciplina como en la
diversidad de ritos litúrgicos” (UR 4).

2.- La Espiritualidad personal: La vida espiritual en el Concilio Vaticano II es definida


como: “... Aquella relación escondida del fiel con Cristo en Diosque se alimenta de la
oración, en la escucha de la Palabra y en la participación de la liturgia y que da
origen e impulso al amor hacia el prójimo y a la edificación de la Iglesia” (PC 6).
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 215 (LIBERTAD DE ASOCIACIÓN Y DE REUNIÓN):


“Los fieles tienen derecho a fundar y dirigir libremente asociaciones para fines de
caridad o piedad, o para fomentar la vocación cristiana en el mundo; y también a
reunirse para procurar en común esos mismos fines”.

Canon 216 (LIBERTAD DE INICIATIVA APOSTÓLICA):


“Todos los fieles, puesto que participan en la misión de la Iglesia, tienen derecho a
promover y sostener la acción apostólica también con sus propias iniciativas, cada
uno según su estado y condición; pero ninguna iniciativa se atribuya el nombre de
católica sin contar con el consentimiento de la autoridad eclesiástica competente”.
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 217 (EDUCACIÓN CRISTIANA):


“Los fieles, puesto que están llamados por el bautismo a llevar una vida congruente con
la doctrina evangélica, tienen derecho a una educación cristiana por la que se les
instruya convenientemente en orden a conseguir la madurez de la persona humana y
al mismo tiempo conocer y vivir el misterio de la salvación”.

Canon 218 (LIBERTAD PARA INVESTIGAR Y EXPRESAR LA


CIENCIA SAGRADA):
“Quienes se dedican a las ciencias sagradas gozan de una justa libertad para investigar,
así como para manifestar prudentemente su opinión sobre todo aquello en lo que
son peritos, guardando la debida sumisión al magisterio de la Iglesia”.
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 219 (LIBERTAD PARA ESCOGER SU PROPRIO ESTADO):


“En la elección del estado de vida, todos los fieles tienen el derecho a ser inmunes de
cualquier coacción”.

Canon 220 (LA BUENA FAMA Y LA PROPIA INTIMIDAD):


“A nadie le es lícito lesionar ilegítimamente la buena fama de que alguien goza, ni violar
el derecho de cada persona a proteger su propia intimidad”.

1.- LA BUENA FAMA: Entendida como el derecho a la propia dignidad y al decoro


personal, no a la consideración social, pero sí opuesta a la injuria y difamación.
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 221 (DERECHOS JURÍDICOS):


“§ 1. Compete a los fieles reclamar legítimamente los derechos que tienen en la
Iglesia, y defenderlos en el fuero eclesiástico competente conforme a la norma del
derecho.
§ 2. Si son llamados a juicio por la autoridad competente, los fieles tienen también
derecho a ser juzgados según las normas jurídicas, que deben ser aplicadas con
equidad.
§ 3. Los fieles tienen el derecho a no ser sancionados con penas canónicas, si no es
conforme a la norma legal”.

1.- DERECHO A LA LEGÍTIMA DEFENSA


2.- DERECHO A LA ASISTENCIA LEGAL
3.- DERECHO A NO SER IMPUTADO DE
UN DELITO SIN EL DEBIDO PROCESO.
TÍTULO I
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES
(cc. 208 – 223)

Canon 222 (NECESIDAD DE LA IGLESIA):


Ҥ 1. Los fieles tienen el deber de ayudar a la Iglesia en sus necesidades, de modo que
disponga de lo necesario para el culto divino, las obras de apostolado y de caridad y
el conveniente sustento de los ministros.
§ 2. Tienen también el deber de promover la justicia social, así como, recordando el
precepto del Señor, ayudar a los pobres con sus propios bienes”.

Canon 223 (EL BIEN COMÚN):


Ҥ 1. En el ejercicio de sus derechos, tanto individualmente como unidos en
asociaciones, los fieles han de tener en cuenta el bien común de la Iglesia, así como
también los derechos ajenos y sus deberes respecto a otros.
§ 2. Compete a la autoridad eclesiástica regular, en atención al bien común, el ejercicio
de los derechos propios de los fieles”.

EL BIEN COMÚN: No es solamente el orden público externo como sociedad , sino


que por el misterio divino, se trata de la vida de gracia, que es participación de la
vida divina de cada uno y de la comunidad.
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)

Canon 224 (CANON INTRODUCTIVO):


“Los fieles laicos, además de las obligaciones y derechos que son comunes a todos los
fieles cristianos y de los que se establecen en otros cánones, tienen las obligaciones y
derechos que se enumeran en los cánones de este título”.

 El Concilio Vaticano II ha dedicado a los laicos el decreto Apostolicam


Actuositatem en 1965, además Pablo VI en 1967 ha creado el Pontificio Consejo
para Laicos, luego el Sínodo de Obispos de 1987, profundizó sobre la misión y
vocación de los Laicos y finalmente se promulgó en 1988 la Exortación Apostólica
Postsinodal Christifideles Laici.

 En el sentido sacramental , los laicos en virtud de su sacerdocio común ,


participan de la triple función de la Iglesia , pero de manera diversa a los clérigos.
En el sentido apostólico, los laicos tienen la misión propia de la animación del
orden temporal , así los laicos trabajan en nombre de la Iglesia y no en nombre de
la jerarquía.
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)

Canon 225 (TAREA APOSTÓLICA Y MISIONERA):


“§ 1. Puesto que, en virtud del bautismo y de la confirmación, los laicos, como todos los
demás fieles, están destinados por Dios al apostolado, tienen la obligación general, y
gozan del derecho tanto personal como asociadamente, de trabajar para que el
mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres en todo
el mundo; obligación que les apremia todavía más en aquellas circunstancias en las
que sólo a través de ellos pueden los hombres oír el Evangelio y conocer a Jesucristo.
§ 2. Tienen también el deber peculiar, cada uno según su propia condición, de impregnar
y perfeccionar el orden temporal con el espíritu evangélico, y dar así testimonio de
Cristo, especialmente en la realización de esas mismas cosas temporales y en el
ejercicio de las tareas seculares”.

 Estas tareas corresponden a los laicos como tareas propias , en virtud del
bautismo y de la confirmación , ya que en diversos lugares y circunstancias la Iglesia
difícilmente podría hacerse presente en muchos lugares del mundo sin la presencia
de los laicos.
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)

Canon 226 (LAS PERSONAS CASADAS):


“§ 1. Quienes, según su propia vocación, viven en el estado matrimonial, tienen el
peculiar deber de trabajar en la edificación del pueblo de Dios a través del
matrimonio y de la familia.
§ 2. Por haber transmitido la vida a sus hijos, los padres tienen el gravísimo deber y el
derecho de educarlos; por tanto, corresponde a los padres cristianos en primer lugar
procurar la educación cristiana de sus hijos según la doctrina enseñada por la Iglesia”.

 Como esposos les corresponde llenar la tierra de hijos, y


Como padres llenar el cielo de santos. (Cf. Familiaris Consortio).
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)

Canon 227 (LA NECESARIA LIBERTAD):


“Los fieles laicos tienen derecho a que se les reconozca en los asuntos terrenos aquella
libertad que compete a todos los ciudadanos; sin embargo, al usar de esa libertad,
han de cuidar de que sus acciones estén inspiradas por el espíritu evangélico, y han
de prestar atención a la doctrina propuesta por el magisterio de la Iglesia, evitando a
la vez presentar como doctrina de la Iglesia su propio criterio, en materias opinables”.

Canon 228 (COOPERACIÓN DE LOS LAICOS):


“§ 1. Los laicos que sean considerados idóneos tienen capacidad de ser llamados por los
sagrados Pastores para aquellos oficios eclesiásticos y encargos que pueden cumplir
según las prescripciones del derecho.
§ 2. Los laicos que se distinguen por su ciencia, prudencia e integridad tienen capacidad
para ayudar como peritos y consejeros a los Pastores de la Iglesia, también formando
parte de consejos, conforme a la norma del derecho”.
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)
Canon 228 §1 (MINISTERIOS LAICALES):
Ministerio de la Palabra (cc. 759, 766, 770)
• Munus Docendi: Catequesis (cc. 774, 776)
Misión (cc. 781, 784, 785)
Docencia(cc. 796, 797, 798, 800, 807, 810, 812, 818)

Erigir y formar parte de asociaciones públicas (c. 337)


Ser consultante del Sínodo diocesano (cc. 460, 462)
Ser parte del consejo pastoral (diocesano y parroquial) (cc. 512, 536)
Ser parte del consejo económico(diocesano y parroquial) (cc. 492, 537)
• Munus Regendi: Colaboración con el párroco (c. 519)
“Administrar” una parroquia (c. 517§2)
Ser nombrado: juez, defensor del vínculo, promotor de justicia, Perito,
asesor, mediador, auditor, notario, administrador, ecónomo diocesano (c.
495)
Liturgia: acolitado y lectorado.
• Munus Sanctificandi: Bautismo. (c. 861 §2)
Comunión. (cc. 910, 911, 943)
Matrimonio. (c. 1112)
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)
Canon 229 (LA CULTURA RELIGIOSA Y LA CIENCIA SAGRADA):
“§ 1. Para que puedan vivir según la doctrina cristiana, proclamarla, defenderla cuando
sea necesario y ejercer la parte que les corresponde en el apostolado, los laicos
tienen el deber y el derecho de adquirir conocimiento de esa doctrina, de acuerdo
con la capacidad y condición de cada uno.
§ 2. Tienen también el derecho a adquirir el conocimiento más profundo de las ciencias
sagradas que se imparte en las universidades o facultades eclesiásticas o en los
institutos de ciencias religiosas, asistiendo a sus clases y obteniendo grados
académicos.
§ 3. Ateniéndose a las prescripciones establecidas sobre la idoneidad necesaria, también
tienen capacidad de recibir de la legítima autoridad eclesiástica mandato de
enseñar ciencias sagradas”.

 Vivir según la Doctrina Cristiana.


 Estar en grado de anunciarla.
Defenderla, si es necesario.
Participar activamente del ejercicio del apostolado.
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)

Canon 230 (MINISTERIOS LAICALES):


Ҥ 1. Los varones laicos que tengan la edad y condiciones determinadas por decreto de la
Conferencia Episcopal, pueden ser llamados para el ministerio estable de lector y
acólito, mediante el rito litúrgico prescrito; sin embargo, la colación de esos
ministerios no les da derecho a ser sustentados o remunerados por la Iglesia.
§ 2. Por encargo temporal, los laicos pueden desempeñar la función de lector en las
ceremonias litúrgicas; así mismo, todos los laicos pueden desempeñar las funciones
de comentador, cantor y otras, a tenor de la norma del derecho.
§ 3. Donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia y no haya ministros, pueden también los
laicos, aunque no sean lectores ni acólitos, suplirles en algunas de sus funciones, es
decir, ejercitar el ministerio de la palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar
el bautismo y dar la sagrada Comunión, según las prescripciones del derecho”.
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)

Canon 230 (MINISTERIOS LAICALES):

Los ministerios se clasifican en:


 Instituidos o Estables : Acolitado y Lectorado (c. 230 § 1)
 Temporales: Aquellos que se realizan durante las ceremonias litúrgicas, como el
de lector, comentador, cantor, etc. (c. 230 §2)
 Extraordinarios : Los que se realizan por laicos supliendo la falta de ministros
ordenados, pueden ser: el ministerio de la Palabra, presidir los discursos litúrgicos,
administrar el bautismo, repartir la Comunión, asistir el matrimonio, preparar para
el matrimonio y la cura pastoral de una parroquia. (c. 230 §3)
TÍTULO II
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS FIELES LAICOS
(cc. 224 – 231)

Canon 231 (LA ADECUADA FORMACIÓN DOCTRINAL Y


LA REMUNERACION):
Ҥ 1. Los laicos que de modo permanente o temporal se dedican a un servicio especial de
la Iglesia tienen el deber de adquirir la formación conveniente que se requiere para
desempeñar bien su función, y para ejercerla con conciencia, generosidad y
diligencia.
§ 2. Manteniéndose lo que prescribe el c. 230 § 1, tienen derecho a una conveniente
retribución que responda a su condición, y con la cual puedan proveer decentemente
a sus propias necesidades y a las de su familia, de acuerdo también con las
prescripciones del derecho civil; y tienen también derecho a que se provea
debidamente a su previsión y seguridad social y a la llamada asistencia sanitaria”.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
(cc. 232 – 293)

NOCIONES GENERALES
1.- CONCEPTO: Son aquellos fieles signados con un carácter indeleble por medio del
sacramento del orden y están destinados sacramentalmente al ejercicio de las funciones
sagradas de enseñar, santificar y gobernar al pueblo cristiano en nombre y también en la
persona de Cristo.

2.- El código de 1917, consideraba clérigos a efectos canónicos, no sólo a los ministros
sagrados, es decir a quienes habían recibido el sacramento del orden, sino atodos
aquellos que habían recibido la primera tonsura , las órdenes menores (acólitos,
exorcistas, lectores, ostiarios) y el orden mayor del subdiaconado. Por lo que se
diferenciaba como: ordenados in sacris de los llamados “clérigos”.

3.- El 15 de agosto de 1972, el Papa Pablo VI promulga el mp “Ministeria Quaedam”,


cuya inovación consistió precisamente en restringir la palabra clérigo al ministro
sagrado.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

Canon 232 (la formación de los clérigos):


“La Iglesia tiene el deber, y el derecho propio y exclusivo, de formar a aquellos que se
destinan a los ministerios sagrados”
 La Santa Sede para todos, las conferencias episcopales y los obispos para los
clérigos diocesanos.

 El ordinario militar o castrense para los clérigos que serán incardinados en el


ordenariato.

 El ordinario del ordenariato para los anglicanos que entran en plena comunión
con Iglesia católica para los clérigos que serán incardinados en este ordenariato.

 Los moderadores a norma de las constituciones para los miembros de los


institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

Canon 233 (Obligación de fomentar vocaciones):


Ҥ 1. Incumbe a toda la comunidad cristiana el deber de fomentar las vocaciones, para
que se provea suficientemente a las necesidades del ministerio sagrado en la Iglesia
entera; especialmente, este deber obliga a las familias cristianas, a los educadores y
de manera peculiar a los sacerdotes, sobre todo a los párrocos. Los Obispos
diocesanos, a quienes corresponde en grado sumo cuidar de que se promuevan
vocaciones, instruyan al pueblo que les está encomendado sobre la grandeza del
ministerio sagrado y la necesidad de ministros en la Iglesia, promuevan y sostengan
iniciativas para fomentar las vocaciones, sobre todo por medio de las obras que ya
existen con esta finalidad.
§ 2. Tengan además especial interés los sacerdotes, y más concretamente los Obispos
diocesanos, en que se ayude con prudencia, de palabra y de obra, y se prepare
convenientemente a aquellos varones de edad madura que se sienten llamados a los
sagrados ministerios”.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

Canon 234: “CONSÉRVENSE Y FOMÉNTENSE LOS SEMINARIOS MENORES Y


OTRAS INSTITUCIONES SEMEJANTES”

Canon 235: “LOS JÓVENES QUE DESEAN LLEGAR AL SACERDOCIO DEBEN


RECIBIR SU FORMACIÓN EN EL SEMINARIO MAYOR O POR
LO MENOS DURANTE 4 AÑOS SI ASÍ LO JUZGA EL OBISPO”

Canon 236: “QUIENES ASPIRAN AL DIACONADO PERMANENTE DEBEN SER


FORMADOS SEGÚN LAS NORMAS DE LA CONFERENCIA
EPISCOPAL”

Canon 237: “EN CADA DIÓCESIS ES CONVENIENTE QUE HAYA UN


SEMINARIO MAYOR, DE NO SER POSIBLE SE EREGIRÁN
SEMINARIOS INTERDIOCESANOS”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

Canon 238: “LOS SEMINARIOS EN SI MISMOS TIENEN PERSONALIDAD


JURÍDICA Y SON REPRESENTADOS POR EL RECTOR”

“EN TODO SEMINARIO DEBE HABER UN RECTOR, SI ES


Canon 239: NECESARIO UN VICERECTOR, ECÓNOMO, DIRECTOR
ESPIRITUAL Y SI LOS ALUMNOS ESTUDIAN ALLÍ MISMO,
PROFESORES ”

Canon 240: “ADEMÁS CONFESORES ORDINARIOS Y OTROS. NO SE PEDIRÁ


NUNCA LA OPINIÓN AL DIRECTOR ESPIRITUAL O CONFESOR
PARA LA ADMISIÓN A ÓRDENES O SALIDA DEL SEMINARIO”

“EL OBISPO DEBE ADMITIR SOLO A AQUELLOS QUE CONSIDERE


Canon 241: CAPACES DE DEDICARSE DE MANERA PERPETUA AL
MINISTERIO SAGRADO. PUEDE ADMITIR A ALGUIEN
DESPEDIDO DE OTRO SEMINARIO O CASA DE FORMACIÓN
SÓLO CON UN INFORME”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

“EN CADA NACIÓN HA DE HABER UN PLAN DE FORMACIÓN


Canon 242: SACERDOTAL, ESTABLECIDO POR LA CONFERENCIA
EPISCOPAL”

Canon 243: “CADA SEMINARIO TENDRÁ UN REGLAMENTO PROPIO


APROBADO POR EL OBISPO DIOCESANO”

“VAYA EN PERFECTA ARMONÍA LA FORMACIÓN ES´PIRITUAL Y


Canon 244: LA FORMACIÓN DOCTRINAL DE LOS ALUMNOS”

“MEDIANTE LA FORMACIÓN ESPIRITUAL LOS ALUMNOS DEBEN


Canon 245: ADQUIRIR UN ESPÍRITU DE ORACIÓN, SANTIFICACIÓN Y
CONCILIACIÓN, ADEMÁS DE ESTAR UNIDOS A LA
JERARQUÍA”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

“LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA SEA EL CENTRO DE LA


VIDA DEL SEMINARIO. SE DEBE CREAR LA OBLIGACIÓN DE
LA ORACIÓN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS Y EL CULTO A
Canon 246: LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. SE DEBE ACOSTUMBRAR A
LOS ALUMNOS A ACUDIR CON FRECUENCIA AL
SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN. ES OBLIGACIÓN QUE
HAGAN EJERCICIOS ESPIRITUALES CADA AÑO”

Canon 247: “MEDIANTE UNA FORMACIÓN ADECUADA PREPARENSE PARA


OBSERVAR EL CELIBATON Y TODAS LAS OBLIGACIONES DE
LA VIDA SACERDOTAL”

Canon 248: “ADQUIERAN UN CONOCIMIENTO AMPLIO Y PROFUNDO DE


LAS DISCIPLINAS SAGRADAS”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

“ES NECESARIO QUE LOS ALUMNOS SEAN INSTRUIDOS EN SU


Canon 249: PROPIA LENGUA, LATÍN Y ADEMÁS CONOZCAN OTRAS
LENGUAS ”

Canon 250: “LOS ESTUDIOS FILOSÓFICOS Y TEOLÓGICOS SEAN DE AL


MENOS SEIS AÑOS, DOS DE FILOSOFÍA Y CUATRO DE
TEOLOGÍA.”

Canon 251: “LA FORMACIÓN FILOSÓFICA DEBE : COMPLETAR SU


FORMACIÓN HUMANA, AGUZAR SU MENTE Y
PREPARARLOS PARA LOS ESTUDIOS TEOLÓGICOS.”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

Canon 252 (La formación Teológica):


“§1. La formación teológica, a la luz de la fe y bajo la guía del Magisterio, se ha de dar de
manera que los alumnos conozcan toda la doctrina católica, fundada en la Revelación
divina, la hagan alimento de su propia vida espiritual y la sepan comunicar y defender
convenientemente en el ejercicio de su ministerio.
§ 2. Se ha de formar a los alumnos con particular diligencia en la sagrada Escritura, de
modo que adquieran una visión completa de toda ella.
§ 3. Ha de haber clases de teología dogmática, fundada siempre en la palabra de Dios
escrita, juntamente con la sagrada Tradición, con las que los alumnos conozcan de
modo más profundo los misterios de salvación, teniendo principalmente como
maestro a santo Tomás; y también clases de teología moral y pastoral, de derecho
canónico, de liturgia, de historia eclesiástica y de otras disciplinas, auxiliares y
especiales, de acuerdo con las normas del Plan de formación sacerdotal”.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

Canon 252 (La formación Teológica):


1.- MATERIAS:
 Sagrada Escritura, alma de toda la Teología.
 Teología Dogmática, fundada sobre la Sagrada Escritura, los Padres de la Iglesia, Santo
Tomás y la historia de los dogmas.
 Teología Moral, fundada sobre la caridad y deberes de los fieles.
 Teología Espiritual, estudio de la Teología y Espiritualidad del sacerdocio y de la vida
consagrada.
 Teología Pastoral, principios teológicos de la acción pastoral.
 Derecho Canónico, Fundamentos Teológicos, principios canónicos y normas.
 Doctrina Social de la Iglesia, principios fundamentales de la acción social.
 Liturgia, no solamente el aspecto jurídico, principalmente el teológico, histórico,
espiritual y pastoral.
 Misionología, fundada en la misión de la Iglesia.
 Historia de la Iglesia, la universal y particular.
 Disciplinas auxiliares, ecumenismo, historia de las religiones, etc.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

“PARA EL CARGO DE PROFESOR NOMBRESE A QUIENES HAYAN


Canon 253: CONSEGUIDO EL DOCTORADO O LICENCIATURA EN UNA
UNIVERSIDAD RECONOCIDA POR LA SANTA SEDE”

“EN LA ENSEÑANZA LOS PROFESORES DEBEN GUARDAR


Canon 254: ESPECIAL ATENCIÓN CON LA UNIDAD Y ARMONÍA CON LA
DOCTRINA DE LA FE”

“LOS ALUMNOS TENGAN UNA INSTRUCCIÓN


Canon 255: ESPECÍFICAMENTE PASTORAL, APRENDIENDO LOS
PRINCIPIOS Y MÉTODOS PROPIOS DEL MINISTERIO”

“FORMENSE EN LA PRÁCTICA DEL MÉTODO CATEQUÉTICO,


Canon 256: HOMILÉTICO, EL CULTO DIVINO Y EN LA CELEBFACIÓN DE
LOS SACRAMENTOS. ENSÉÑESE TAMBIÉN A PROMOVER
VOCACIONES, ACCIONES ECUMÉNICAS Y SOCIALES.”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

“LA FORMACIÓN A DES ER TAL QUE LOS ALUMNOS DESEEN


Canon 257: SERVIR NO SOLO A LA IGLESIA PARTICULAR PROPIA, SINO A
TODA LA IGLESIA UNIVERSAL.”

“LOS ALUMNOS DEBEN SER INICIADOS EN LA PRÁCTICA


Canon 258: PASTORAL , MEDIANTE LAS ACTIVIDADES INDICADAS POR
EL ORDINARIO Y BAJO LA GUÍA DE UN SACERDOTE”

“QUE EL OBISPO DIOCESANO VISITE FRECUENTEMENTE EL


Canon 259: SEMINARIO, SUPERVISE LA FORMACIÓN, CONOZCA LA
VOCACIÓN Y ACOMPAÑE A LOS ALUMNOS”

“EN EL CUMPLIMIENTO DE SUS TAREAS PROPIAS, TODOS


Canon 260: DEBEN OBEDECER AL RECTOR, A QUIEN COMPETE LA
DIRECCIÓN INMEDIATA DEL SEMINARIO”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO I
DE LA FORMACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 232 – 264)

“EL RECTOR DEL SEMINARIO CUIDE DE QUE SUS ALUMNOS


Canon 261: CUMPLAN PERFECTAMENTE LAS NORMAS ESTABLECIDAS
EN EL PLAN DE FORMACIÓN, ASÍ COMO LOS PROFESORES.”

“LOS ALUMNOS DEBEN SER INICIADOS EN LA PRÁCTICA


Canon 262: PASTORAL , MEDIANTE LAS ACTIVIDADES INDICADAS POR
EL ORDINARIO Y BAJO LA GUÍA DE UN SACERDOTE”

“EL SEMINARIO ESTÁ EXENTO DEL RÉGIMEN PARROQUIAL; Y ES


Canon 263: EL RECTOR O UN DELEGADO SUYO QUIEN REALIZA LA
FUNCIÓN DE PÁRROCO PARA TODOS LOS QUE ESTÁN EN EL
SEMINARIO ”
“PARA PROVEER A LAS NECESIDADES DEL SEMINARIO, ADEMÁS
Canon 264: DE LA COLECTA DE LA QUE SE TRATA EN EL C. 1266, EL
OBISPO PUEDE IMPONER UN TRIBUTO EN SU DIÓCESIS”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 265 (Canon introductivo):


“Es necesario que todo clérigo esté incardinado en una Iglesia particular o en una
prealtura, o en un Instituto de Vida Consagrada o en una Sociedad de vida apostólica
que goce de esta facultad, de modo que de ninguna manera se admita los clérigos
acéfalos o vagos”.

1.- La dependencia del clérigo, establecida por la ley, a una Iglesia particular o a un
Ordenariato o a una Prelatura personal, o a cualquier instituto de Vida Consagrada o a
una Sociedad con la facultad de incardinar.

2.- “Los presbíteros como próvidos colaboradores del orden episcopal, como ayuda e
instrumento suyo, llamados a servir al pueblo de Dios, forman con su obispo un
presbiterio, en cada una de las congregaciones locales de fieles, ellos hacen, por así
decirlo, presente al obispo con quien están confiada y animosamente unidos y tomen
sobre sí una parte de la carga y solicitud pastoral y la ejercitan en el trabajo diario” (LG
28).
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 265 (Canon introductivo):


3.- La incardinación es un acto de incorporación a una comunidad y un presbiterio, su
contenido primario es una relación de servicio entre un clérigo y una estructura
jerárquica de la Iglesia , ya sea territorial o personal.

4.- Durante la elaboración de este capítulo hubo la propuesta de utilizar únicamente la


palabra “incardinación”, pero se decidió dejar la palabra “adscripción” ya que al tratar de
los religiosos no se recurre normalmente a la palabra “incardinación”.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 266 (Modos de incardinación):


“§ 1. Por la recepción del diaconado, uno se hace clérigo y queda incardinado en una
Iglesia particular o en una prelatura personal para cuyo servicio fue promovido.
§ 2. El miembro profeso con votos perpetuos en un instituto religioso o incorporado
definitivamente a una sociedad clerical de vida apostólica, al recibir el diaconado
queda incardinado como clérigo en ese instituto o sociedad, a no ser que, por lo que
se refiere a las sociedades, las constituciones digan otra cosa.
§3. Por la recepción del diaconado, el miembro de un instituto secular se incardina en la
Iglesia particular para cuyo servicio ha sido promovido, a no ser que, por concesión
de la Sede Apostólica, se incardine en el mismo instituto”.
ORIGINARIA: por el diaconado
Existen, por lo tanto dos modos de incardinación:

DERIVADA: por legítima adscripción


TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 267 (Excardinación - Incardinación):


“§ 1. Para que un clérigo ya incardinado se incardine válidamente en otra Iglesia
particular, debe obtener de su Obispo diocesano letras de excardinación por él
suscritas, e igualmente las letras de incardinación suscritas por el Obispo diocesano
de la Iglesia particular en la que desea incardinarse.
§ 2. La excardinación concedida de este modo no produce efecto si no se ha conseguido
la incardinación en otra Iglesia particular”.

1.- Carta de excardinación del


obispo “A quo”

2.- Carta de incardinación del


obispo “Ad quem”
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 267 (Excardinación - Incardinación):


TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 268 (Incardinación ipso iure):


“§ 1. El clérigo que se haya trasladado legítimamente de la propia a otra Iglesia particular,
queda incardinado a ésta en virtud del mismo derecho después de haber
transcurrido un quinquenio si manifiesta por escrito ese deseo tanto al Obispo
diocesano de la Iglesia que lo acogió como a su propio Obispo diocesano, y ninguno
de los dos le ha comunicado por escrito su negativa, dentro del plazo de cuatro meses
a partir del momento en que recibieron la petición.
§ 2. El clérigo que se incardina a un instituto o sociedad conforme a la norma del c. 266
§2, queda excardinado de su propia Iglesia particular, por la admisión perpetua o
definitiva en el instituto de vida consagrada o en la sociedad de vida apostólica”.
1.- El clérigo que haya manifestado por
escrito y hayan transcurrido 5 años
La incardinación ipso iure donde se
2.- El clérigo admitido en un ICV o SVA
contemplan tres casos:
3.- El clérigo que sale de un IVC o SVA y
entra en una íócesis
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 269 (Incardinación - condiciones):


“El Obispo diocesano no debe proceder a la incardinación de un clérigo a no ser que:
1 Lo requiera la necesidad o utilidad de su Iglesia particular, y queden a salvo las
prescripciones del derecho que se refieren a la honesta sustentación de los clérigos;
2 le conste por documento legítimo que ha sido concedida la excardinación y haya
obtenido además, si es necesario bajo secreto, los informes convenientes del Obispo
diocesano que concede la excardinación, acerca de la vida, conducta y estudios del
clérigo del que se trate;
3 el clérigo haya declarado por escrito al mismo Obispo diocesano que desea quedar
adscrito al servicio de la nueva Iglesia particular, conforme a derecho”.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 270 (Excardinación – con causas justas):


“Sólo puede concederse lícitamente la excardinación con justas causas, tales como la
utilidad de la Iglesia o el bien del mismo clérigo; y no puede denegarse a no ser que
concurran causas graves, pero en este caso, el clérigo que se considere perjudicado y
hubiera encontrado un Obispo dispuesto a recibirle, puede recurrir contra la
decisión”.

 La excardinación solo puede ser concedida por justas causas.


 La excardinación no puede ser negada sino por causas graves.
 Recurso jerárquico a la Congregación para el Clero.
 Además, la pérdida del estado clerical implica la excardinación.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 271 (Incardinación – necesidad ):


Ҥ 1. Fuera del caso de verdadera necesidad de la propia Iglesia particular, el Obispo diocesano no ha
de denegar la licencia de traslado a otro lugar a los clérigos que él sepa están dispuestos y
considere idóneos para acudir a regiones que sufren grave escasez de clero para desempeñar
en ellas el ministerio sagrado; pero provea para que, mediante acuerdo escrito con el Obispo
diocesano del lugar a donde irán, se determinen los derechos y deberes de esos clérigos.
§ 2. El Obispo diocesano puede conceder a sus clérigos licencia para trasladarse a otra Iglesia
particular por un tiempo determinado, que puede renovarse sucesivamente, de manera, sin
embargo, que esos clérigos sigan incardinados en la propia Iglesia particular y, al regresar, tengan
todos los derechos que les corresponderían si se hubieran dedicado en ella al ministerio
sagrado.
§ 3. El clérigo que pasa legítimamente a otra Iglesia particular quedando incardinado a su propia
Iglesia, puede ser llamado con justa causa por su propio Obispo diocesano, con tal de que se
observen los acuerdos convenidos con el otro Obispo y la equidad natural; igualmente, y
cumpliendo las mismas condiciones, el Obispo diocesano de la otra Iglesia particular puede
denegar con justa causa a ese clérigo la licencia de seguir permaneciendo en su propio
territorio”.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO II
DE LA ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 265 – 272)

Canon 272 (Excardinación – con causas justas):


“El Administrador diocesano no puede conceder la excardinación o incardinación, ni
tampoco la licencia para trasladarse a otra Iglesia particular, a no ser que haya pasado
un año desde que quedó vacante la sede episcopal, y con el consentimiento del
colegio de consultores”.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO III
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 273 – 289)

Canon 273 (OBEDIENCIA):


“Los clérigos tiene especial obligación de mostrar respeto y obediencia al Sumo pontífice
y a su Ordinario propio”.
 OBEDIENCIA no solo al Ordinario propio sino a Sumo pontífice.
 Todos los fieles están llamados a la obediencia, pero los clérigos de un
modo especial.
 Obligación de aceptar el encargo encomendado por el Obispo y de
cumplirlo fielmente
El fundamento primario de este canon es la estructura jerárquica de este
sacramento.
 El fundamento secundario es la promesa realizada el día de la ordenación.
 Los diáconos
Los presbíteros.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO III
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 273 – 289)
Canon 274 (OBEDIENCIA):
“§ 1. Sólo los clérigos pueden obtener oficios para cuyo ejercicio se requiera la potestad
de orden o la potestad de régimen eclesiástico.
§ 2. A no ser que estén excusados por un impedimento legítimo, los clérigos deben
aceptar y desempeñar fielmente la tarea que les encomiende su Ordinario”.
 Se refiere al oficio eclesiático que es exclusivo para el clérigo, es decir
aquel que implica el sacramento del orden.
 El sentido de aceptar fielmente radica en la incardinación, que justamente
pretende concretar el servicio ministerial en la Iglesia Particular
 La obediencia canónica, no entraña una actitud de pasiva, sino que es la
expresión de la corresponsabilidad del sacramento del orden.
 La obediencia expresa la espiritualidad que busca llenar toda la vida del
clérigo, quien debe entender su vida, no como inicativa propia, sino como
expresión de una oferta particular a Dios.
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO III
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 273 – 289)
Canon 275 (VÍNCULOS ENTRE CLÉRIGOS Y ENTRE CLÉRIGOS Y LAICOS):
“§1. Los clérigos, puesto que todos trabajan en la misma obra, la edificación del Cuerpo
de Cristo, estén unidos entre sí con el vínculo de la fraternidad y de la oración, y
fomenten la mutua cooperación, según las prescripciones del derecho particular.
§ 2. Los clérigos deben reconocer y fomentar la misión que, por su parte, ejercen los
laicos en la Iglesia y en el mundo”.

 Relaciones entre clérigos, es decir el VÍNCULO DE FRATERNIDAD Y DE


ORACIÓN.

 Relaciones entre clérigos y laicos, es decir el FOMENTAR LA MISIÓN DE


LOS LAICOS. (Revisar PO 9)
TÍTULO III
DE LOS MINISTROS SAGRADOS O CLÉRIGOS
CAPÍTULO III
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS CLÉRIGOS
(cc. 273 – 289)

Canon 276 (SANTIDAD):


“§1. Los clérigos en su propia conducta, están obligados a buscar la santidad por una razón peculiar,
ya que, consagrados a Dios por un nuevo título en la recepción del orden, son administradores
de los misterios del Señor en servicio de su pueblo.
§ 2. Para poder alcanzar esta perfección:
1 cumplan ante todo fiel e incansablemente las tareas del ministerio pastoral;
2 alimenten su vida espiritual en la doble mesa de la sagrada Escritura y de la Eucaristía; por eso, se
invita encarecidamente a los sacerdotes a que ofrezcan cada día el Sacrificio eucarístico, y a los
diáconos a que participen diariamente en la misma oblación;
3 los sacerdotes, y los diáconos que desean recibir el presbiterado, tienen obligación de celebrar
todos los días la liturgia de las horas según sus libros litúrgicos propios y aprobados; y los
diáconos permanentes han de rezar aquella parte que determine la Conferencia Episcopal;
4 están igualmente obligados a asistir a los retiros espirituales, según las prescripciones del derecho
particular;
5 se aconseja que hagan todos los días oración mental, accedan frecuentemente al sacramento de la
penitencia, tengan peculiar veneración a la Virgen Madre de Dios y practiquen otros medios de
santificación tanto comunes como particulares”.

También podría gustarte