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OCTAVO SEMESTRE
UNIDAD I (RESUMEN)
Función de control
La función de control de las finanzas se expresa a través del control financiero de los
parámetros cuantitativos y cualitativos de los procesos de movilización y empleo de
los recursos financieros. El importante papel de esta función es la posibilidad de analizar
aspectos de la actividad del sujeto de la gestión.
La función de control de las finanzas se manifiesta en el control de la distribución del valor del
producto en las diversas etapas de su traslado a los fondos apropiados y su gasto para el fin
previsto.
Aplicando la función de control, es posible evaluar a nivel estatal la eficacia de la utilización de
los fondos para la política social, las actividades de inversión de las empresas y la viabilidad de
los gastos familiares.
Función de acumulación
La función acumulativa de la financiación es un proceso de formación (acumulación,
movilización) de fondos necesarios para el funcionamiento de cualquier sistema económico.
Esta función puede manifestarse en la formación del presupuesto del país, en la formación de
los ingresos totales en el presupuesto de la empresa y la familia.
Las funciones financieras se dan en cada uno de los tipos de finanzas que existen:
o De empresas.
o De hogares.
o Públicas.
La función distributiva se visibiliza en el empleo del dinero, que además favorece distintos
procesos de redistribución de la economía, la función de control se encarga del análisis
financiero y de la eficacia de los fondos y la función acumulativa crea los fondos necesarios
para el sistema económico.
*NATURALEZA DE LA EMPRESA
La naturaleza de una empresa se refiere a su esencia, a lo que la define y la diferencia de otras
organizaciones. Es un concepto complejo que abarca diferentes aspectos, como su objetivo
principal, su estructura y su funcionamiento.
En términos generales, una empresa es una organización que se dedica a la producción o
comercialización de bienes o servicios con el fin de obtener beneficios económicos. Es decir, su
objetivo principal es generar ganancias para sus dueños o accionistas.
La estructura de una empresa puede variar según su tamaño y sector de actividad, pero por lo
general se compone de un conjunto de personas que trabajan en conjunto para alcanzar los
objetivos de la organización. Estas personas pueden dividirse en diferentes departamentos
o áreas de trabajo, como producción, finanzas, marketing, recursos humanos, entre otros.
El funcionamiento de una empresa implica diferentes procesos, como la planificación,
la organización, la dirección y el control de las actividades que se llevan a cabo en su interior.
Para ello, se utilizan diferentes herramientas y técnicas de gestión empresarial, como
el análisis financiero, el marketing, la gestión de proyectos, entre otros.
La naturaleza de una empresa se refiere a las características fundamentales que la definen. En
este sentido, podemos identificar algunos aspectos clave que forman parte de su naturaleza,
tales como:
1. PROPÓSITO O MISIÓN.
Toda empresa tiene un propósito o una misión que define su razón de ser y su objetivo
principal. Puede ser la producción de bienes, la prestación de servicios, la generación de
empleo, entre otros.
2. ESTRUCTURA ORGANIZATIVA.
La estructura organizativa de una empresa incluye el conjunto de relaciones y jerarquías que
existen entre las diferentes áreas y niveles de la organización. Esto incluye la distribución de
responsabilidades, la asignación de tareas y la toma de decisiones.
3. RECURSOS Y CAPACIDADES.
Los recursos y capacidades de una empresa se refieren a los elementos necesarios para llevar a
cabo su actividad, como el capital, la tecnología, los recursos humanos, entre otros.
4. ENTORNO Y MERCADO.
El entorno y el mercado son factores externos que también influyen en la naturaleza de una
empresa. Esto incluye la competencia, los clientes, los proveedores, la regulación y la situación
económica.
*METAS DE LA EMPRESA
¿Qué son las metas de una empresa?
Las metas de una empresa, son aquellos objetivos que reflejan el camino que la empresa desea
tomar para la integración con el entorno. Mientras más explícitos son, más oportunidades
tienen de convertirse en los instrumentos que guían y encaminan las acciones de la empresa
hacia el éxito continuo.
Cabe destacar que las metas de una empresa pueden ser de distintas naturalezas. Puede que
sean metas económicas, meramente estratégicas o sociales, pero incluso, pueden ser
medioambientales, comunicacionales y hasta de recursos humanos.
Lo importante es tener en cuenta que en la multiplicidad de sus objetivos es donde radica el
éxito o no de las mismas. Y, además, entender que cada una de ellas refleja la dinámica y
ambición de la empresa como un todo.
Ejemplos de metas de una empresa
Tomando en cuenta que la naturaleza de las metas de una empresa es diversa, algunos
ejemplos podrían ser:
Metas del tipo estratégico sobre finanzas
Las metas de este tipo son de carácter meramente financiero y se enfocan en ciertas métricas
de gran relevancia. Estas incluyen:
Aumentar las ganancias netas.
Mantener la rentabilidad en números positivos.
Aumentar el valor de las acciones.
Diversificar y simplificar el flujo de ingresos.
Promover la sustentabilidad económica.
Optimizar los costos de producción.
Aumentar el margen de rentabilidad.
Establecer objetivos de ingresos específicos.
Fomentar el buen manejo presupuestario de todos los departamentos.
Incrementar el porcentaje de ventas nacionales en comparación de las ventas
internacionales.
Metas del tipo estratégico enfocadas en el cliente
Este tipo de metas se centran en el cliente y en cómo se puede penetrar en nuevos mercados.
Incluso, permiten tener un desarrollo de marca aún más eficaz. Las métricas que se pueden
establecer son:
Aumentar la fidelización de clientes.
Disminuir la fuga de clientes.
Optimizar la experiencia de usuario y satisfacción del cliente.
Aumentar el número de clientes nuevos.
Incrementar la tasa de retención de clientes.
Fomentar el valor de marca en los clientes y en la oferta de productos o servicios.
Optimizar la fluidez comunicacional con los clientes.
Aumentar las tasas de conversión en las ventas.
Dominar una nueva segmentación de clientes.
Disminuir la cantidad de devolución de productos o insatisfacción en servicios.
Aumentar la gama de ofertas para clientes.
Metas centradas en aumentar el crecimiento de la empresa
Acá se refiere a metas que tienen como objetivo la expansión y desarrollo de la empresa y
ampliar su espectro de operaciones. Por ese motivo, las métricas incluyen:
Aumentar la participación y operaciones en el mercado.
Explorar nuevos mercados y nichos de negocio.
Fomentar la confianza operacional.
Velar por cumplir las normativas.
Aumentar la velocidad de las operaciones de la empresa.
Abrir nuevas sucursales.
Promover la reputación digital y en redes sociales.
Aumentar el tráfico en el sitio web y las compras online.
Fusionarse con otra empresa o adquirir una nueva.
¿Cómo hacer metas de una empresa?
Existen varias formas de crear y establecer las metas de una empresa. Sin embargo, las más
recomendadas debido a su eficacia y garantía de éxito son:
1. Establecer metas reales y medibles
Si hay algo que deben tener las metas de una empresa es su carácter de usabilidad. Es decir,
que sean metas ajustadas a la realidad y que se puedan cumplir. Amén de que también se
puedan medir. Cuando se establecen metas reales y medibles se puede controlar el progreso
de la empresa a lo largo del año. En consecuencia, animan al equipo de colaboradores a asumir
la responsabilidad del rendimiento y a hacer un esfuerzo extra para alcanzar los objetivos
todos los meses.
2. Planificar todas las inversiones
Es menester identificar cuándo, dónde, por qué y cómo se va a invertir para alcanzar las metas
de una empresa. Algo que se debe tener en cuenta es que, por ejemplo, para cumplir con los
objetivos propuestos, se debe hacer una inversión en tecnología.
Por ese motivo, es necesario planificar todo tipo de inversión para evitar cualquier fuga de
presupuesto o gastos innecesarios.
3. Trabajar en unión con los socios y considerar la financiación como plan B
Los socios, colaboradores, directivos, todos deben colaborar para establecer y cumplir con las
metas de una empresa. De hecho, se considera que una de las mejores formas de mejorar los
procesos, productos o servicios y gestión en general, es contar con la ayuda de los socios y
demás miembros de la empresa.
Por otro lado, lo ideal es que, en la medida de lo posible, se destinen los propios recursos de la
empresa para el cumplimiento de objetivos. No obstante, siempre hay que tener un plan B de
financiación externa en caso de que así se requiera.
Para ello, es útil contar con una planificación que incluya la financiación como una posibilidad.