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TÍTULO
CURSO:
PROFESOR:
INTEGRANTES: CÓDIGOS:
❖ Maravi Huaman, Yafaedh.
❖ Moran Zambrano, Luis Enrique De Jesus. 2019232233
❖ Ramos Valenzuela, Luis David.
❖ Poma Meza, Marjhorie Azucena. 2019232591
❖ Zapata Alamo, Maciel Andrea. 2019232429
LIMA-PERÚ
2023
ÍNDICE
1. Introducción
2. El concepto de causa y los caracteres de los hechos
Gravedad
Impunidad
Invocabilidad
Posterioridad al matrimonio
4.1.2. Adulterio
4.1.7. Toxicomanía
4.1.10. Condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos
años.
Nuestro Código Civil de 1984, puesto de manifiesto más aún, con las reformas
introducidas por las Leyes N.º 27495, 28384 y 29227, sigue un sistema mixto y
complejo, en el que caben diversas vías para obtener la separación personal y el
divorcio vincular. Así: a) admite el mutuo consentimiento (separación convencional)
únicamente para invocar la separación de cuerpos, la que puede convertirse después en
divorcio vincular; b) contempla causas de inculpación (incumplimientos graves o
reiterados de los deberes conyugales), que pueden ser alegadas tanto para demandar la
separación de cuerpos como el divorcio vincular, con la consecuencia de un cónyuge
legitimado activamente y otro pasivamente, sin perjuicio de la posible inculpación
recíproca reconvencional; c) conjuntamente admite causas no inculpatorias (separación
de hecho y separación convencional), con la consecuencia de que cualquiera de los
cónyuges está legitimado para demandar al otro; y, d) permite el divorcio ulterior
cuando se declara la separación de cuerpos por cualquier causa. No debe perderse de
vista que se trata de una regulación unitaria aplicable al matrimonio celebrado conforme
la ley civil. Además, es un sistema complejo por cuanto contempla causales subjetivas o
inculpatorias propias del sistema del “divorcio-sanción”, artículo 333, incisos 1 al 11,
del Código Civil, con la consecuencia de un cónyuge legitimado activamente y otro
pasivamente, sin perjuicio de la posible inculpación recíproca reconvencional; y,
también, causales no inculpatorias de la separación de hecho y del acuerdo de los
cónyuges, del sistema del “divorcio-remedio”, artículo 333, incisos 12 y 13 del Código
Civil, con la consecuencia de que cualquiera de los cónyuges está legitimado para
demandar al otro, evidenciándose, también, en los efectos personales y patrimoniales,
cuando se extienden los del divorcio-sanción a quienes acuden a las causales no
inculpatorias, atenuando el rigor objetivo del sistema de divorcio-remedio.
2. El concepto de causa y los caracteres de los hechos que pueden dar lugar a
la separación personal y al divorcio vincular:
Las causas de separación personal o de divorcio vincular son supuestos de hecho que,
en definitiva, implican una grave violación de los deberes del matrimonio. Ello ha
permitido afirmar que “todas las causales no son sino variantes de una sola y
fundamental: la injuria grave, que vendría así a ser la causal única de divorcio que
subsume a las demás, las cuales no serían sino casos particulares de ella” 1; debiéndose
agregar que, para el caso peruano, la causal de imposibilidad de hacer vida común
queda reservada para los hechos violatorios de deberes matrimoniales que no encuadren
en alguna de las demás causales, por lo que se trata ahora de la causal residual, en
cuanto incluye hechos agraviantes no comprendidos en las demás, pero no de una causal
genérica. Los hechos que pueden dar causa al divorcio tienen los siguientes requisitos
comunes:
a) Gravedad:
Esto es, que los hechos producidos deben crear entre los cónyuges una situación
imposible de ser sobrellevada con dignidad, atentando contra la convivencia conyugal
de modo tal que excedan el margen de tolerancia humana. Debe ser de tal gravedad que
hagan imposible moral o materialmente la vida en común de los consortes. De no ser
así, no se justificaría una solución de importancia tal como la separación personal o el
divorcio vincular.
b) Imputabi1lidad:
Esto es, que los hechos producidos deben ser resultado de una actitud culpable o dolosa
del cónyuge al cual se atribuyen, lo que supone un comportamiento consciente y
responsable. Por consiguiente, si uno de los cónyuges comete actos que constituyen
causales de divorcio en estado de enajenación mental u otro estado de conciencia
equiparable, el otro no puede invocarlos para demandar el divorcio. Lo mismo ocurre si
fueron ejecutados bajo el imperio de una coacción irresistible; pero no si la
1
BELLUSCIO, Augusto César, Manual de Derecho de Familia, tomo I, Buenos Aires, Ediciones
Depalma, 1981, p. 396.
irresponsabilidad resulta de hechos imputables al acusado, como en caso de embriaguez
alcohólica voluntaria o intoxicación con estupefacientes voluntaria. Es, pues, necesario
tener en cuenta si la conducta culpable está dentro de la esfera de los actos o hechos
voluntarios.
c) Invocabilidad:
Esto es, que los hechos producidos solo pueden ser invocados por el cónyuge agraviado,
no por el que los cometió. Los hechos constitutivos de causas de separación personal y
de divorcio vincular solo pueden ser invocados por el cónyuge perjudicado, es decir, por
aquel cuyos derechos hayan sido menoscabados. El cónyuge culpable no puede
demandar por divorcio: es una consecuencia del principio general de que nadie puede
alegar su propia torpeza; ello, respecto de las causas inculpatorias.
d) Posterioridad al matrimonio, esto es, que los hechos producidos deben haberse
realizado después de celebrado el matrimonio, sin perjuicio de que los anteriores puedan
ser tenidos en cuenta como antecedentes, o cuando se trata de actos de inconducta
ocultados o revelados después del matrimonio en condiciones afrentosas para el
cónyuge.
2
Si los hechos que han determinado el divorcio comprometen gravemente el legítimo
interés personal del cónyuge inocente, el Juez podrá concederle una suma de dinero por
concepto de reparación del daño moral”. (Cas. Nº 1930-99-LA LIBERTAD, del
04/11/1999)
El artículo 333 del Código Civil señala las causales inculpatorias que permiten a un
cónyuge demandar al otro la separación de cuerpos o el divorcio. De todos modos, las
causales específicamente enunciadas en el artículo 333 del Código Civil no son sino
diversos actos que representaban injurias de un cónyuge al otro, en tanto lo afectan
violando, en algunos de sus aspectos, el vasto contenido de deberes morales y
materiales que impone al matrimonio. Bien podría haberse reducido, como causa
subjetiva, la enumeración del artículo 333 del Código Civil a las injurias graves o, lo
que sería más acertado, haberse acudido a una fórmula enunciativa general, referida a la
violación grave o reiterada de los deberes que derivan del matrimonio, tal como algunas
legislaciones lo hacen actualmente, sin incurrir a una enunciación como la de nuestro
artículo 333. Así, por ejemplo, el artículo 242 del Código Civil francés señala que: “el
divorcio puede ser demandado por un esposo por hechos imputables al otro, cuando
esos hechos constituyen una violación grave o renovada de los deberes y obligaciones
del matrimonio y hacen intolerable el mantenimiento de la vida en común”.
Puede demandarse el divorcio por las causales señaladas en el Artículo 333, incisos del
1 al 12.
1.
1. El adulterio.
10. La condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos
años, impuesta después de la celebración del matrimonio.
Las causales son conductas antijurídicas que atentan contra la paz conyugal. Es todo
acto u omisión, doloso o culposo, imputable al cónyuge que daña la confianza y respeto
matrimonial, permitiendo al cónyuge inocente utilizarla como sustento para requerir la
separación de cuerpos o el divorcio.3
Es necesario que la culpa pueda ser reprochada a uno de los esposos y que esta tenga
relación con las obligaciones resultantes del matrimonio: una culpa que sería, por
ejemplo, puramente profesional no podría naturalmente resultar en beneficio de uno de
los cónyuges como causal de divorcio.4
Los deberes de fidelidad y asistencia (art. 288) y de cohabitación (art. 289) también
forman parte de nuestro ordenamiento nacional y son considerados deberes y derechos
que nacen del matrimonio.
3
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique (2011). Tratado de derechos familia. Matrimonio y uniones estables. Tomo
II. Lima: Universidad de Lima.
4
BÉNABENT, Alain (2003). Droit civil. La famille. Paris: Litec
Como se ha referido el matrimonio genera una serie de deberes como son: la
fidelidad, cohabitación, asistencia, participación y cooperación en el gobierno del
hogar y respeto mutuo. Estos, cuando se ven afectados, generan un debilitamiento o la
ruptura del vínculo conyugal.
Sin necesidad de ser categóricos, siguiendo al profesor Varsi, los deberes incumplidos
generan las siguientes casuales:
4.1.2. Adulterio:
El adulterio se configura con el simple acto sexual fuera del matrimonio, sea ocasional o
permanente. Esta causal requiere la prueba de las relaciones sexuales
extramatrimoniales, lo cual suele ser difícil. De ahí que la doctrina y la jurisprudencia
acepten la prueba indiciaria que resulta de presunciones graves, precisas y
concordantes ; como ocurre, por ejemplo con la partida de nacimiento del hijo
extramatrimonial de un cónyuge, concebido y nacido durante el matrimonio de este, la
prueba del concubinato público, etc. En todo caso, si ellas no tuvieran entidad suficiente
para dar por acreditado el adulterio, las tendrán para configurar la causal de injurias
graves, si se prueban hechos o actos incompatibles con la observancia de la fidelidad
conyugal, apreciada de acuerdo con las circunstancias del caso. Sobre esta causal debe
considerarse que es improcedente su invocación si el cónyuge que la imputa provocó,
consintió o perdonó el adulterio. La misma consecuencia se produce si media
cohabitación entre los cónyuges con posterioridad al conocimiento del adulterio, lo que
también impide proseguir con el proceso (artículo 336 del Código Civil). No obstante,
la jurisprudencia ha afirmado que el adulterio no es causal de divorcio con efectos
permanentes sino de constitución inmediata, por lo que si se denuncian hechos
adulterinos posteriores a los que se reclaman y se reputan extinguidos por caducidad,
por perdón o por consentimiento, es posible admitir la configuración de la violación del
deber de fidelidad, pues este se recupera como deber fundamental de las relaciones
conyugales tan pronto se haya extinguido la causal anterior por caducidad.
La llamada violencia psicológica está referida a los daños psíquicos que se infligen a un
cónyuge por la conducta del otro. El daño psíquico consiste en la alteración,
modificación, perturbación o menoscabo de carácter patológico del equilibrio mental
del cónyuge, generalmente permanente y de reconocida magnitud 6. Este daño puede
originar desde la relativa pérdida de autonomía negocial hasta limitaciones de diversa
magnitud en el disfrute de la vida, sin dejar de mencionar las dificultades o la
imposibilidad para acceder al trabajo, la pérdida de capacidad de la persona para valerse
por sí misma, la perturbación experimentada en la vida de relación familiar y social, la
repercusión en los afectos y en la creatividad, las depresiones e inhibiciones en general.
El daño psicológico genera, por consiguiente, una alteración de la personalidad del
cónyuge, de su manera de proyectarse en la familia y en sociedad.
5
Exp. Nº 409-98. 20/04/1998 j
6
Exp. Nº 2538-98. 15/12/1998
del recíproco respeto que supone la vida en común 7. En cuanto a la probanza del daño
psíquico, debe considerarse que este puede provenir de un preexistente daño físico o
puede, contrariamente, ser autónomo, es decir, que no reconozca, al menos en forma
primitiva, la existencia de un daño orgánico. De ahí que para evaluar el daño psíquico
debe analizarse previamente el estado físico de la persona a fin de determinar si el daño
psíquico es autónomo.
Ello tiene por objeto determinar si el daño físico es la causa primaria del daño psíquico
o si tan solo ha agravado un estado preexistente de menoscabo o desequilibrio psíquico
de naturaleza patológica en el cual se hallaba sumida la persona con anterioridad al daño
sufrido. De otra parte, la pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por esta
causal caduca a los seis meses de producida la causa. Téngase presente lo expuesto al
tratar la causal de adulterio para el caso de las violencias continuas.
Así, la jurisprudencia ha señalado que la causal de atentado contra la vida del cónyuge
supone la realización de un acto lo suficientemente grave que esté dirigido a poner en
7
Cas. Nº 207-T-97-LAMBAYEQUE. 11/11/1997
peligro la vida del consorte8. De otra parte, la pretensión de separación de cuerpos o de
divorcio por esta causal caduca a los seis meses de conocida la causa por el cónyuge que
la imputa y, en todo caso, a los cinco años de producida.
El artículo 333 inciso 5 del Código Civil establece que es causal para demandar la
separación de cuerpos o el divorcio el abandono injustificado de la casa conyugal.
8
Exp. Nº 224-97. 01/09/2007
9
Cas. Nº 2239-2001-LIMA, publicada en El Peruano el 31 de enero de 2003 j15 . En similar sentido: Exp.
Nº 3179-97. 16/03/1998 j
10
Cas. N° 3006-2001-Lima. 06/02/2002
Por su parte, el demandado deberá acreditar las causas que justifican su alejamiento,
como podrían ser los supuestos de cese de la cohabitación por razones ajenas a su
voluntad, por ejemplo, tratamiento por una enfermedad, para cumplir un trabajo o un
estudio temporal, que resulta justificado o que el abandono se debe a conductas del otro
cónyuge, por ejemplo, actos de violencia física o psicológica, impedirle el ingreso al
domicilio conyugal o expulsarlo de este, etc. Todo ello se sustenta en el criterio de
quien ha hecho abandono de la convivencia, este tendrá a su cargo probar las causas que
lo justifican. Por su parte, la jurisprudencia ha señalado que para la configuración de la
causal de abandono injustificado del hogar conyugal se requiere la conjunción de los
siguientes elementos: a) el alejamiento físico del hogar conyugal; b) el elemento
temporal, constituido por el tiempo establecido por la ley; c) la voluntad de sustraerse
de sus obligaciones conyugales, el cual constituye un factor de atribución subjetivo 11. El
simple hecho del alejamiento, ausencia o separación no basta para constituir el
abandono como causal de divorcio, se requiere además que el ofensor se sustraiga a los
deberes que la ley le impone a los cónyuges para asegurar los fines del matrimonio y
que transcurra el periodo determinado de tiempo (2 años)12.
Dentro de la generalidad de la fórmula legal del inciso 6 del artículo 333 del Código
Civil se comprende una multiplicidad de hechos y situaciones que la realidad puede
presentar y que escapan a toda posibilidad de enumeración. No obstante la genérica
redacción, debe apreciarse que concurran los dos extremos que establece la ley: si la
conducta del cónyuge demandado es realmente deshonrosa y si, en efecto, torna
insoportable la convivencia, no siendo necesario requerir la “vida común” como
condición de esta, sino que la conducta deshonrosa impida por sí misma mantener o
reanudar la “vida común”(24).
4.1.7. Toxicomanía.
La Ley Nº 27495 ha modificado el inciso 7 del artículo 333 del Código Civil al
introducir la excepción referida al artículo 347 del Código Civil que dispone: “En caso
de enfermedad mental o contagiosa de uno de los cónyuges, el otro puede pedir que se
suspenda la obligación de hacer vida común, quedando subsistentes las demás
obligaciones conyugales”. Esta modificación resulta ser innecesaria por cuanto en la
calificación legal ya se descarta la ingestión por razones terapéuticas o por prescripción
médica.
4.1.10. Condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos
años.
Esta causal no va ligada a ningún hecho contrario al cónyuge que invoca la sentencia
condenatoria como causal de separación de cuerpos o de divorcio. La motivación puede
fundarse bien desde la perspectiva del hecho de la separación fáctica que impone la
privación de libertad, bien por contemplación de una conducta moral reprobable
causante de la pena(28).
El artículo 2 de la Ley Nº 27495 ha variado el inciso 11 del artículo 333 del Código
Civil con el siguiente texto: “La imposibilidad de hacer vida en común, debidamente
probada en proceso judicial”. Se trata de la recepción legislativa, en nuestro sistema
jurídico, de la tesis del matrimonio desquiciado o dislocado; vale decir, la consideración
de que la desavenencia entre los cónyuges ha alcanzado un alto grado de inestabilidad y,
por ello, no puede alentarse esperanza alguna de reconstrucción del hogar. Se sustenta
en la falta de interés social en mantener en el plano jurídico un matrimonio
desarticulado de hecho, por la inconveniencia de conservar hogares que pudiesen ser en
el futuro fuente de reyertas y escándalos. Sin embargo, la innovación no implica haberse
admitido la causal como puramente objetiva. Esto se aprecia en la vigencia, para esta
causal, del principio de la invocabilidad contemplado en el artículo 335 del Código
Civil: los hechos que dan lugar a la imposibilidad de hacer vida común y, por tanto, a
obtener el divorcio solo pueden ser invocados por el cónyuge agraviado, no por el que
los cometió. Ello responde al sistema mixto y complejo que sigue nuestro sistema
jurídico, ya expuesto. Se trata de una nueva causal inculpatoria. En consecuencia, se
deben analizar los motivos que originan la imposibilidad de hacer vida común y quién
los provocó, a fin de atribuir los efectos de la separación de cuerpos o del divorcio al
cónyuge culpable o inocente, según corresponda.
Siendo fundamental acreditar la causal del divorcio trataremos de identificar las pruebas
que actualmente vienen siendo aceptadas por los jueces en sus decisiones. Es importante
precisar que las pruebas que se mencionarán pretenden ser una guía y no son las únicas
pues la ley establece libertad probatoria correspondiendo a cada abogado determinar las
pruebas que se ajusten al caso concreto.
7. Pruebas que acreditan las causales de divorcio
● Prueba de la causal de condena por delito doloso mayor de dos años: Copia
certificada de la sentencia penal condenatoria.
● Prueba de la causal de separación de hecho por dos años si no hay hijos menores y
de cuatro años si los hay: Denuncias policiales por retiro o abandono injustificado
el hogar, cualquier documento que pruebe que los cónyuges no viven juntos en el
hogar conyugal.
https://lpderecho.pe/divorcio-familia-derecho-civil/
https://divorciosporinternet.com/divorcio-por-causal-peru/
http://dataonline.gacetajuridica.com.pe/resource_gcivil/PubOnlinePdf/
05072013/22%20Las%20causales%20de%20divorcio.pdf