Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Pero, a nosotros, como constructores, las piedras que nos interesan son las que son
factibles de trabajar sobre ellas, y según el trabajo que llevan se pueden clasificar en
piedra bruta, piedra cúbica y piedra cúbica piramidal.
La piedra cúbica piramidal tiene nueve caras, la cara visible desde oriente se haya
dividida en cien casillas, 26 de ellas contienen los jeroglíficos manicomios, y otras
26 contienen las letras itálicas correspondientes a su traducción. Luego de estas, 4
casillas llevan grabados los jeroglíficos compuestos, a las que siguen 4 casillas con
las letras itálicas correspondientes a su traducción., la demarcación geográfica
ocupa las 12 casillas siguientes, a las que corresponden igual numero de casillas con
los caracteres vulgares correspondientes, y por ultimo las treinta y dos casillas
restantes se encuentran ocupadas por cifras comprendidas entre el 1 y el 70.
Dentro del triangulo que forma el chaflán de esta cara aparece la clave de los
jeroglíficos manicomios, a cuyo lado izquierdo aparece una plomada y al lado
derecho un nivel, significando que la instrucción iguala a los hombres, pero que el
talento de los de condición humilde los eleva al nivel de Grandes hombres.
La cara que da vista al sur es denominada como obra maestra, muestra una
división de 81, 9² casillas en las cuales se encuentran las letras que contienen todas
las palabras sagradas desde el grado uno al 33. Las 16 casillas triangulares del
chaflán de esta cara forman un gran triangulo o delta, emblema de la divinidad. El
cual es representado en logia por el triangulo luminoso que está en Oriente, debajo
del dosel que cubre el trono de M:.V::M:., dentro de estas 16 casillas se hayan las
letras que forman la palabra tetragramaton, el nombre inamovible de Jehova, que
se encuentra esculpido dentro del delta de la sabiduría.
La cara que da vista al norte tiene cuatro círculos concéntricos los cuales
representan a las cuatro regiones que existían, según los antiguos, en la tierra,
Oriente, Occidente, Mediodía y Norte, así como las cuatro estaciones primavera,
verano, otoño e invierno. Haciendo referencia también a la astronomía, la
geometría y la aritmética. Clave descubierta por los egipcios y la que está formada
por el cuadrado perfecto. El triangulo del chaflán correspondiente a esta cara
encierra dicha clave numérica egipcia, el cuadrado perfecto aludido se divide en
cuatro partes iguales, divididos por dos lineas, una perpendicular y otra vertical.
Luego subdivididas por otras dos lineas diagonales, de angulo a angulo que
determinan ocho triángulos con los cuales queda completa la clave. Dado que de
ellos resultan los diez signos geométricos del 1 al 0, cifras que cuyo origen es
angular. Estas números dieron lugar, entre otros, al estudio de la Astronomía.
Por ultimo, la cara que da vista a Occidente contiene un gran circulo dividido en
360 grados, los que el sol recorre diariamente en el transcurso de 24 horas, lo que
deviene en el fenómeno del día y de la noche. Dentro de dicho circulo aparecen tres
triángulos superpuestos, los que forman 27 casillas triangulares, dentro de las
cuales se hayan los nombre de las ciencias místicas. Al centro de esta figura se
encuentra un pequeño triangulo conteniendo el IOD hebreo, el cual representa a
todas las fuerzas generadoras, germinadoras y al germen contenidos dentro de la
naturaleza. Dentro de este triangulo se encuentra también la inteligencia humana,
la que nos permite admirar las obras de la creación. El triangulo del chaflán
correspondiente a esta cara contiene los siete cuerpos celestes conocidos en la
antigüedad el sol, representa a Apolo, dios de la luz, de las ciencias y de las artes,
ilumina a la inteligencia Suma.
Marte, dios de la guerra, preside las batallas. Mercurio, interprete de la luz divina,
conducto de la verdad y la elocuencia. Júpiter, señor de los dioses, símbolo de la
inteligencia y el poder divino,. Venus, diosa de la belleza, madre del amor, que
conduce a la fecundidad, y Saturno, dios del tiempo, que diariamente, nace y se
destruye, devora sus propios hijos, los días.
Como constructores, debemos entender que no todos podemos ser piedras cúbicas
piramidales, puesto que para una construcción firme estas son muy difíciles de
apilar, lográndose apenas, un inestable equilibrio entre ellas, por tanto, y dado que
la piedra cúbica guarda un cierto elevado grado de perfección, estas serán perfectas
para los cimientos, paredes, arcos y bóvedas de una determinada construcción,
dejándose para su coronación a la piedra cúbica piramidal.
La piedra cubica piramidal representa, por ultimo, a las materias que se estudian
en el grado de compañero, las cuales son indispensables para la labor de todo
masón, la cual debe ser altruista, emancipadora y progresista.
Imagen: http://www.templarioslp.com/2016/10/blog-post.html