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LA PIEDRA CÚBICA PIRAMIDAL

Las piedras forman la base de la mayoría de las construcciones que el hombre


realiza, templos, columnas, arcos, bóvedas, etc., análogamente, nosotros, coma
humanos somos piedras en la construcción del gran templo interior que debemos
levantar.

En sus características físicas una piedra es un trozo de sustancia mineral,


inorgánica, compactada, de dureza verificable, es un cúmulo de partículas de sales
minerales y óxidos con propiedades diversas, indisolubles e incombustibles.

Pero, a nosotros, como constructores, las piedras que nos interesan son las que son
factibles de trabajar sobre ellas, y según el trabajo que llevan se pueden clasificar en
piedra bruta, piedra cúbica y piedra cúbica piramidal.

La piedra bruta representa al hombre primitivo, al profano no cultivado, al A:.M:.


recién iniciado.

La piedra cúbica representa al hombre civilizado al H:.M:. cultivado, quien,


utilizando el cincel y el mazo, la inteligencia y la fuerza ha ido desbastando a la
piedra bruta, representa al masón que por méritos propios y en base al esfuerzo se
ha hecho merecedor al aumento de salario. Simboliza el cumplimiento de la obra,
equivale a la sal de los alquimistas, representa también al punto de convergencia de
las influencias opuestas que provienen del azufre y del mercurio.

La piedra bruta piramidal, ubicada en el lado sur de la Gran Columna “J”,


representa al hombre moral y espiritualmente cultivado, al H:.M:. que se ha
superado en cada aspecto, que ha estudiado, que ha trabajado, quien a través de
sus actos y ejemplos ayuda a la superación de los demás. La piedra cúbica
piramidal simboliza en su base al templo, y por transición al mundo, al universo, y
en su punta superior, representa el camino al camino continuo de superación que
todo masón debe seguir a lo largo de su existencia. Su representación en el plano
corresponde a la Tetraktys y al cuadrado de cuatro, cuaternario superior y terciario
inferior, figuras con mucho valor para los pitagóricos, herméticamente corresponde
a la piedra filosofal.

La piedra cúbica piramidal tiene nueve caras, la cara visible desde oriente se haya
dividida en cien casillas, 26 de ellas contienen los jeroglíficos manicomios, y otras
26 contienen las letras itálicas correspondientes a su traducción. Luego de estas, 4
casillas llevan grabados los jeroglíficos compuestos, a las que siguen 4 casillas con
las letras itálicas correspondientes a su traducción., la demarcación geográfica
ocupa las 12 casillas siguientes, a las que corresponden igual numero de casillas con
los caracteres vulgares correspondientes, y por ultimo las treinta y dos casillas
restantes se encuentran ocupadas por cifras comprendidas entre el 1 y el 70.

Dentro del triangulo que forma el chaflán de esta cara aparece la clave de los
jeroglíficos manicomios, a cuyo lado izquierdo aparece una plomada y al lado
derecho un nivel, significando que la instrucción iguala a los hombres, pero que el
talento de los de condición humilde los eleva al nivel de Grandes hombres.

La cara que da vista al sur es denominada como obra maestra, muestra una
división de 81, 9² casillas en las cuales se encuentran las letras que contienen todas
las palabras sagradas desde el grado uno al 33. Las 16 casillas triangulares del
chaflán de esta cara forman un gran triangulo o delta, emblema de la divinidad. El
cual es representado en logia por el triangulo luminoso que está en Oriente, debajo
del dosel que cubre el trono de M:.V::M:., dentro de estas 16 casillas se hayan las
letras que forman la palabra tetragramaton, el nombre inamovible de Jehova, que
se encuentra esculpido dentro del delta de la sabiduría.

La cara que da vista al norte tiene cuatro círculos concéntricos los cuales
representan a las cuatro regiones que existían, según los antiguos, en la tierra,
Oriente, Occidente, Mediodía y Norte, así como las cuatro estaciones primavera,
verano, otoño e invierno. Haciendo referencia también a la astronomía, la
geometría y la aritmética. Clave descubierta por los egipcios y la que está formada
por el cuadrado perfecto. El triangulo del chaflán correspondiente a esta cara
encierra dicha clave numérica egipcia, el cuadrado perfecto aludido se divide en
cuatro partes iguales, divididos por dos lineas, una perpendicular y otra vertical.
Luego subdivididas por otras dos lineas diagonales, de angulo a angulo que
determinan ocho triángulos con los cuales queda completa la clave. Dado que de
ellos resultan los diez signos geométricos del 1 al 0, cifras que cuyo origen es
angular. Estas números dieron lugar, entre otros, al estudio de la Astronomía.

Por ultimo, la cara que da vista a Occidente contiene un gran circulo dividido en
360 grados, los que el sol recorre diariamente en el transcurso de 24 horas, lo que
deviene en el fenómeno del día y de la noche. Dentro de dicho circulo aparecen tres
triángulos superpuestos, los que forman 27 casillas triangulares, dentro de las
cuales se hayan los nombre de las ciencias místicas. Al centro de esta figura se
encuentra un pequeño triangulo conteniendo el IOD hebreo, el cual representa a
todas las fuerzas generadoras, germinadoras y al germen contenidos dentro de la
naturaleza. Dentro de este triangulo se encuentra también la inteligencia humana,
la que nos permite admirar las obras de la creación. El triangulo del chaflán
correspondiente a esta cara contiene los siete cuerpos celestes conocidos en la
antigüedad el sol, representa a Apolo, dios de la luz, de las ciencias y de las artes,
ilumina a la inteligencia Suma.

La luna, representa a la diosa Diana, hermana de Apolo, esta es la luz nocturna o


luz de segundo orden, tenebrosa penumbra del talento impreparado.

Marte, dios de la guerra, preside las batallas. Mercurio, interprete de la luz divina,
conducto de la verdad y la elocuencia. Júpiter, señor de los dioses, símbolo de la
inteligencia y el poder divino,. Venus, diosa de la belleza, madre del amor, que
conduce a la fecundidad, y Saturno, dios del tiempo, que diariamente, nace y se
destruye, devora sus propios hijos, los días.

Por todo esto, los antiguos descubrieron que la naturaleza se renueva


constantemente, puesto que también es hija del tiempo.

La base de la piedra cúbica piramidal contiene círculos concéntricos, en cuyo


espacio intermedio aparecen nueve estrellas pequeñas, y en el centro de toda la
figura se encuentra la estrella de cinco puntas, con la letra “G” en el centro, que
representa al hombre como rey de la creación., y las nueve estrellas como los
factores que este utiliza para dominar el mundo, materia, aire, agua, fuego, el
germen, la física, la química, la fuerza y la inteligencia.

Como constructores, debemos entender que no todos podemos ser piedras cúbicas
piramidales, puesto que para una construcción firme estas son muy difíciles de
apilar, lográndose apenas, un inestable equilibrio entre ellas, por tanto, y dado que
la piedra cúbica guarda un cierto elevado grado de perfección, estas serán perfectas
para los cimientos, paredes, arcos y bóvedas de una determinada construcción,
dejándose para su coronación a la piedra cúbica piramidal.

Queda así demostrada la explicación moral de las enseñanzas contenidas en la


piedra cúbica piramidal, cuya pirámide simboliza la verdad porque está formada
por la primera superficie, el cubo simboliza la moral porque es la representación de
la logia, la unidad monicaco. Las nueve caras de la piedra representan a la
perfección, la cual es el emblema de la generación, la reproducción, y la
inmortalidad, puesto que el nueve es el único símbolo que jamas desaparece.

La piedra cubica piramidal representa, por ultimo, a las materias que se estudian
en el grado de compañero, las cuales son indispensables para la labor de todo
masón, la cual debe ser altruista, emancipadora y progresista.

Imagen: http://www.templarioslp.com/2016/10/blog-post.html

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