heroica

Carta de las venezolanas y los venezolanos

al Secretario General de Naciones Unidas

Distinguido Dr. António Guterres la población. Todo esto a la luz del día y
ante esta honorable institución cuya
Secretario General de la ONU:
razón de ser es evitar el regreso de la
guerra, velando precisamente por el
Como usted seguramente conoce dada
derecho internacional. En las últimas
su honrosa y alta responsabilidad, el
horas el presidente Trump ha formaliza-
gobierno de los Estados Unidos ha em-
do el expolio de los bienes nacionales y
prendido unilateralmente, con el apoyo
amenaza a los países socios poniendo
de gobiernos adeptos y de minorías
en riesgo la seguridad de 30 millones de
políticas de nuestro país, una serie de
habitantes. Las secuelas de este crimi-
planificadas y arteras agresiones
nal acto alcanzan, tal como se pretende,
económicas, políticas y psicológicas,
límites brutales e inhumanos, impidiendo
contra la población venezolana con el fin
el acceso a los alimentos, medicinas e
de producir “un cambio de régimen”, que
insumos importados imprescindibles,
en términos reales no es otra cosa que
incluyendo tratamientos médicos de
derrocar al gobierno que en ejercicio de
emergencia y repuestos esenciales para
nuestros derechos soberanos elegimos
el quehacer colectivo. Nadie escapa a
los venezolanos y venezolanas en elec-
sus alcances. Todos, niños y ancianos,
ciones libres, universales y secretas;
hombres y mujeres, partidarios del gobi-
conforme a nuestras leyes y en ejercicio
erno y opositores, todos somos víctimas
de nuestra autodeterminación como
de este ataque canallesco, contrario al
nación.
ordenamiento legal que rige a las
Naciones Unidas y a los elementales
Iniciadas en 2015, en la gestión del pres-
principios y derechos humanos.
idente Obama, con la emisión de la
infame Orden Ejecutiva según la cual
A lo largo de nuestra historia ningún
nuestro país, nuestro pueblo, representa
gobierno venezolano ha enviado su
“una amenaza inusual y extraordinaria”
fuerza armada para agredir a nadie,
para la seguridad de los EEUU, que es
salvo para liberar a sus hermanos del
precisamente la potencia militar más
primer colonialismo invasor. Como
peligrosa que haya conocido la humani-
expresara nuestro Libertador al agente
dad, la misma que en sólo sesenta años
diplomático estadounidense Baptist
ha propiciado alrededor del mundo no
Irvine: “No permitiré que se ultraje ni
menos de 201 guerras convencionales,
desprecie al Gobierno y los derechos de
sin hablar de los conflictos creados bajo
Venezuela. Defendiéndolos contra la
la llamada guerra híbrida o de baja inten-
España ha desaparecido una gran parte
sidad. Desde entonces se ha formaliza-
de nuestra populación y el resto que
do, y se pretende legalizar ante el
queda ansía por merecer igual suerte. Lo
mundo, el asedio y la destrucción de
mismo es para Venezuela combatir
nuestro Estado Nación. Estas agre-
contra España que contra el mundo
siones se han exacerbado, como Usted
entero, si todo el mundo la ofende”...
bien sabe, desde la elección del señor
Donald Trump, quien en menos de dos
Creemos en la resolución pacífica de los
años ha incrementado la hostilidad
conflictos. Jamás hemos sido, ni somos,
económica y financiera para asfixiar al
ni seremos, amenaza para ningún
Estado venezolano y matar de hambre a

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pueblo del mundo ni pretendemos domi-
nar o explotar a nadie. Por el contrario,
habitan entre nosotros, millones de her-
manos de todas partes de América y el
mundo que constituyen casi un cuarto de
nuestra población.
No creemos que el pueblo de los Esta-
dos Unidos haya otorgado mandato a
sus gobiernos para agredir e invadir a
otras naciones. Estos lo han hecho y lo
hacen sin embargo en nombre de un
Destino Manifiesto que representan,
como predijo Simón Bolívar, la verdade-
ra amenaza para nuestra América, en los
últimos 150 años la ha plagado de dicta-
dores y miserias en nombre de la liber-
tad.
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Carta de las venezolanas y los venezolanos
al Secretario General de Naciones Unidas
Así, pues, Excelentísimo Dr. Guterres,
nos dirigimos a Usted para que, en su
carácter de Secretario General de la
ONU no sólo eleve su voz ante tan injus-
ta y vil agresión sino para exigirle se
proteja a Venezuela de este insólito
crimen pues lo que sucumbirán serán el
orden y las leyes internacionales que
han mantenido a la humanidad libre de
un conflicto planetario. Es por ello que
solicitamos como país miembro, que el
Sistema de Naciones Unidas exija el
cese de esta brutal agresión contra Ven-
ezuela y active los mecanismos exis-
tente para la protección del pueblo
venezolano, y se garantice el pleno dere-
cho que tienen todos los habitantes de
nuestra Patria al desarrollo humano y a
la vida plena.
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