Está en la página 1de 2

CONTRATO DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA

En un contrato de transferencia de tecnología una parte concede a la otra el uso industrial y


comercial de una patente de a cuál es titular, o le facilita sus conocimientos técnicos y
experiencia sobre procesos o fórmulas de producción, para que esta ultima los utilice a su cargo
y riesgo en la producción (y también intercambio) de bienes y servicios. La regulación se
encuentra en la ley 22.246 y su Dec. Reglamentario 580/81.

Bajo la denominación genérica de contratos de transferencia de tecnología se agrupan diversas


especies de comercialización internacional: contrato de licencia; Know how; información técnica;
consultoría.
Contrato de licencia es aquel por el cual el titular de una patente de invención autoriza a la otra
parte a usar o explotar industrialmente la invención sin transferirle la titularidad.
Las licencias pueden ser autorizadas con plazo o sin plazo; ser totales o parciales según se
conceda la explotación total o parcial de la patente; pueden referirse a un país, varios países o
zona determinada; pueden ser exclusivas o no exclusivas.
El licenciatario explota la patente bajo su exclusivo costo o riesgo.

Contrato de Know How


El contrato de know how es aquel por el cual una parte se obliga a suministrar a la otra
información, y asesoramiento para la aplicación de los conocimientos tecnológicos necesarios
(fórmulas, pericia, especial habilidad técnica, etc.), para obtener un producto o servicio logrado
como fruto de un proceso de estudio, investigación y experiencia.
El titular del know how (cedente) se obliga a suministrar a la otra parte toda la información
necesaria sobre un proceso industrial especifico, pero no interviene en su aplicación ni garantiza
su resultado comercial.
El cesionario está facultado a utilizar todos los elementos durante el termino de vigencia del
contrato, pero le está prohibido revelar el secreto a terceros.

Diferencia entre know how y licencia


El contrato de licencia no impone al licenciante la obligación de mantener a favor del licenciatario
una corriente de información sobre las formulas y procedimientos obtenidos como secreto
industrial. En cambio, el know how tiene por objeto precisamente esto último, sin ninguna
referencia a las patentes de invención, modelos o diseños industriales.

CONTRATO DE EDICIÓN

El art. 37 de la ley 11.723 describe el contrato de edición como aquel en el que un titular de
derecho de autor sobre una obra intelectual se obliga a entregar la obra a un editor y este a
reproducirla, difundirla y venderla.
La obra debe estar ya realizada, sólo así se puede ser titular de un derecho intelectual de esta
naturaleza. Pero es frecuente que se celebre un contrato de edición referido a una obra que el
autor se compromete a escribir a partir de la firma del contrato.

La obligación asumida por el editor comprende tres prestaciones diferentes, el art. 37 de la ley
11.723 dispone que el editor se obliga a reproducir la obra, difundirla y venderla. No basta
reproducir la obra intelectual porque, en ese caso, la relación jurídica es la de un contrato de
obra. La ley impone al editor la difusión, que la haga conocer al público a quién va destinada
para que la obra se venda.

El autor tiene derecho a una retribución por el monto y las modalidades que se pacten, y es
frecuente estipular una regalía sobre el precio de venta de cada ejemplar.
El contrato de edición es un contrato nominado, con tipicidad legal.

Respecto de la cesión de los derechos correspondientes al autor de una obra literaria, científica
o técnica, la ley 11.723 otorga a esta sección la denominación de "venta". Sin embargo, en los
arts. 51 a 55, que regulan esta figura contractual, la ley hable de enajenación o cesión de una
obra literaria, científica o musical.

En este contrato el autor deja de ser titular de los derechos patrimoniales correspondientes a la
obra, los que pasan al cesionario durante el término que la ley reconoce al autor y sus
derechohabientes. El art. 53 de la ley 11.723 ordena: "La enajenación o cesión de una obra
literaria, científica o musical, sea total o parcial, debe inscribirse en el Registro Nacional de la
Propiedad Intelectual, sin cuyo requisito no tendrá validez".

Es también muy importante la tutela que otorga la ley al derecho moral que el autor conserva de
su obra. el art. 52 dispone "Aunque el autor enajenare la propiedad de su obra, conserva sobre
ella el derecho a exigir la fidelidad de su texto y título, en las impresiones, copias o
reproducciones, como asimismo la mención de su nombre o seudónimo como autor".

También podría gustarte