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ISSN: 0185-2574
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Centro de Estudios Mayas
México
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Uno de los términos con los que se refieren las fuentes coloniales de Yucatán a los artesanos
(Clark and Houston, 1998: 44, citado en McAnany, 2010: 211).
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“Después de todo, la economía no es algo monolítico que proyecta su sombra sobre la gente,
sino son las cosas que la gente hace y las hace repetidamente…” (McAnany, 2010: 307).
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que van siendo recuperados por la labor información de naturaleza y procedencia
de los arqueólogos. tan diversa para enriquecer nuestro en-
McAnany subraya que la monumenta- tendimiento de complejos procesos histó-
lidad de los materiales relacionados con ricos.
las élites mayas que han sobrevivido hasta Dentro de su formación profesional,
nuestros días, sumada a los avances logra- McAnany demuestra una habilidad espe-
dos por la epigrafía en la lectura de los tex- cial para pensar en los indicadores mate-
tos escritos por éstas hicieron que los estu- riales que podrían sugerirnos relaciones
dios mayistas durante las últimas décadas sociales que debieron haberles dado lugar;
dieran demasiado peso a la “agencia” y al al mismo tiempo que nos ofrece una revi-
control hegemónico de dicho sector social. sión exhaustiva y actualizada de lo apren-
Consciente de esta desproporción busca, a dido gracias a las investigaciones hechas
través de su estudio, equilibrar esta pers- por buen número de arqueólogos sobre
pectiva tratando de adentrarse en el pa- sitios arqueológicos mayas (estudios de
pel que otros participantes tuvieron en la casos específicos), cuyos resultados utiliza
dinámica económico-social; especialmente hilándolos a su propuesta general e inter-
la gente común quien jugó un activo papel pretativa.
en la forma en que se elaboraron, circula- Dentro de ésta, hace también uso de
ron y se consumieron tanto bienes como investigaciones sobre otras culturas anti-
servicios. Un tema en específico en el que guas y modernas (tanto dentro la propia
se ve aplicado este nuevo ángulo de análi- área mesoamericana como de otras par-
sis es el del origen durante el Preclásico de tes del mundo) a las que no ve como ca-
edificaciones colosales, que no interpreta sos o contextos particulares a los cuales
—como generalmente se ha venido hacien- contrastar con el maya para resaltar sus
do— en consecuencia de la centralización diferencias, sino para apoyarse en lo que
de poder en manos de ciertos individuos se ha podido deducir o aprender de ellos
con estrategias de engrandecimiento indi- para teorizar y hacer novedosas preguntas
vidual y capacidad coercitiva para contro- y formas de relacionar los restos materia-
lar la mano de obra necesaria, sino como les del caso de su interés, proponiendo al-
resultado de la contribución (“trabajo ri- ternativas para entender aspectos todavía
tual”) de la mayor parte de la población poco explorados de éste. Especialmente
movilizada por sus creencias religiosas. útil en este sentido parece haberle resul-
El texto constituye un notable ejemplo tado la prolífica producción antropológica
de cómo es posible hacer el estudio de un sobre las culturas del sur del Pacífico a la
caso específico (el de las prácticas econó- que se refiere en muchos momentos de su
micas entre los mayas) sin dejar de llegar análisis. Esta habilidad para transitar en-
a reflexiones importantes a nivel teórico, tre un caso y otro sin perderse en ellos,
tanto sobre los temas particulares que va así como para poder llegar a conclusiones
tratando como, incluso, sobre la función y generales que sobrepasan el de los mayas,
el quehacer de la propia arqueología como seguramente hará de sus resultados una
disciplina. Pero, tal vez, en lo que más lectura inspiradora para quienes intenten
destaca es en la capacidad que muestra su nuevas miradas a procesos culturales de
autora para integrar de manera pertinente otras muchas partes del mundo.
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Conjunto de hilos paralelos esparcidos regularmente y colocados en dirección transversal
dentro del telar.
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producción: materiales, tecnología, conoci- las prácticas rituales dan a los individuos
mientos o formas organizativas utilizadas, seguridad, al creer que con ellas logran
como en su dimensión social y política; neutralizar o “domesticar” fuerzas natu-
subrayando que resulta tan importante la rales que esencialmente son distintas —y
maestría con la que fueron elaborados (co- por tanto contrarias y peligrosas— a los
nocimiento y manejo de materias primas, intereses humanos.
sofisticadas técnicas de manufactura, alto Tal concepción se expresa también con
adiestramiento y especialización en el ofi- claridad en la manera en la que los mayas
cio, horas de trabajo invertidas, etc.) como ven a las actividades artesanales como
su historia de vida (a quién pertenecieron, un proceso de diálogo e interacción con
quién y para qué los había usado, cómo se las deidades, un acto creativo como el de
heredaban, cómo pudieron irse resignifi- éstas, en el cual se requiere de enorme
cando o adquiriendo distintas funciones, cuidado y destreza para controlar dichas
por mencionar algunos). fuerzas y transformarlas. Ello explica, se-
Dos ideas centrales subyacen bajo la ri- gún McAnany, el hecho de que en lenguas
queza de ángulos desde los que la autora mayas vivas se utilice el mismo término
va analizando las distintas prácticas eco- “costumbre” para referirse tanto a la ve-
nómicas desarrolladas por los mayas. La neración de las deidades como al cono-
primera es que los bienes producidos no cimiento en la elaboración de artesanías
son objetos pasivos para ser manipulados tradicionales.
por la agencia humana, sino que la interac- Una vez analizada la producción de
ción entre ambos es siempre bidireccional: artesanía fina dentro y para la corte real,
una vez creados y cargados de significados en el capítulo noveno la autora pasa a es-
específicos, a su vez actúan como impor- tudiar cómo la nobleza pudo, gracias a la
tantes detonantes de relaciones entre las guerra y a través de variados mecanismos,
personas. La segunda se refiere al rol cen- apropiarse del excedente producido a ni-
tral que juega en dichas prácticas el ritual, vel local por las comunidades. Utilizando
al igual que en todos los otros campos de sugerentemente evidencia de muy diversa
la vida y cosmovisión de los mayas. Ya sea naturaleza (iconográfica, textual, arqueo-
en el capítulo que dedica al medio am- lógica) nos lleva a entender que además
biente (véase capítulo 3, pp. 60-98) o en el de las formas más conocidas de pago de
que analiza la producción a nivel del grupo tributo existieron otras con las que los
doméstico, y la diferenciación del espacio vencedores garantizaron la infusión cíclica
que hace esta cultura: el humano consti- de productos frescos que no hubiesen po-
tuido por la casa y concebido como el es- dido almacenarse en el ambiente tropical
pacio donde se desarrollan las actividades que explotaban, como lo fue el pago de
femeninas vs. el peligroso espacio natural rescate por los líderes vencidos. Y como
identificado con el “monte” y ámbito de esto muchas veces significó para estos úl-
acción principalmente masculino (explo- timos y sus reinos el desprenderse de los
tación de la milpa y las actividades emi- bienes inalienables en los que su prestigio
nentemente extractivas, véase cap. 4) va y poder se había materializado.
desmenuzando para el lector cómo, den- A mi modo de ver el libro, resulta en to-
tro de su forma de explicarse la realidad, dos sentidos una visión novedosa y propo-
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