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DAVID TAVAREZ
VASSAR COLLEGE
Entre 1702 y 1704, fray Angel Maldonado, quien acababa de asumir su carg
como obispo de Oaxaca, realizô una serie de visitas a Villa Alta para investi-
gar y eliminar creencias indîgenas. Estas visitas habîan sido precedidas por
la ejecuciôn de quince indîgenas hablantes de ticha zaa, o lengua zapoteca 1
luego de una rebeliôn en San Francisco Cajonos, en 1700, que resultô en el
linchamiento de dos indîgenas delatores de una ceremonia ritual colectiva en
•I pueblo. 2 Maldonado proclamô una amnistîa general por idolatrîa, valida
para todo pueblo de indios en Villa Alta que hiciera una confesiôn colectiva
1 I ' us practicas religiosas locales. De esta manera, Maldonado efectuô la mas
ceremonias colectivas locales, mediante las cuales identificaron a especialis- cantos zapotecos se <livide en cinco secciones: su contexto social y rll11il , 1111 1
tas y textos rituales. breve comparacion con los Cantares Mexicanos, su contexto d p1od1111 1111
Paradojicamente, esta campa.fi.a rescato uno de los grupos de textos mâs un anâlisis de los temas marianos desarrollados por el discurso dm l 1 11 1 1
importantes para la comprension de la cosmologia y religion de los pueblos poteco contenido en ellos, y una resefi.a de la labor didâctica y 11111 , il d1 li·
mesoamericanos durante la era colonial. Este grupo se compone por 107 dominicos en dichos cantos.
"cuadernos" entregados en 1704 y 1705 por los oficiales de republica de unas
40 comunidades zapotecas en Villa Alta. Tales cuadernos fueron enviados al
Consejo de Indias por Maldonado como muestra de la ineficacia de los do- EL CONTEXTO RITUAL Y SOCIAL PARA LA
1
minicos y argumento a favor de la secularizacion de catorce de sus doctr inas. EJECUCIÔN DE LOS CANTOS ZAPOTECOS DE VILLA A 1:1
Este corpus, cuyo estudio sistemâtico inicio con los trabajos de Alcina Fran h
y Miller, 3 contiene 103 textos con una lista parcial o total de los 260 <lias 11 1 aufman 5 propone que el zapoteco es un complejo lingüîsti o 0 11 1p11 111 I' 11
la cuenta adivinatoria zapoteca, o biyee. Los cuatro cuadernos restantes ckl ·ln o variantes regionales: el papabuco, y las lenguas zapot os d l 1
corpus contienen sendas colecciones de cantos en lengua zapoteca, ahora cl • nort , centro, sur y oeste; junto con la lengua chatina, estas l1H11 ' 11 1111
signados, como parte del legajo Audiencia de México 882 en el Archivo •t' on las descendientes actuales del protozapotecano. Si bi n un 1 1t11 I 11 1 1
neral de Indias, como Cuadernos 100 (18 folios), 101 (10 folios) , 102 (2 fo li o ) Io ·r nologico de Juan José Rendon 6 y las investigacion s hi sl 1 1 tl 1 J11l1 1
y 103 (7 folios). Los Cuadernos 100 y 101 fueron entregados por esp ecialisl 1 1 . ;hance 7 apoyan la tradicional division de la sierra zapo l · · 1 •11 111 11111 1
rituales de los pueblos zapotecos cajonos de Betaza y Lachirioag, y co n li ' Il •11 1111 · ) S cajonos (bene xhon), nexitzo (bene xidza) y bijano1' (/J1•111• 1111) l 1
dos colecciones de cantos que recorren de forma simbolica el cosm os zupol1• d kr 11 ias dialectales entre las variantes del zapot o d 1 norlt• 1111 11111 11"
co. Los Cuadernos 102 y 103 fueron muy probablemente escritos en 1 put·li l1 11111· 1s 1 ora el periodo colonial. Al caracterizar l s und ' rnos 100 y 1111 il
zapoteco nexitzo de Yalahui, y contienen una serie de cantos di da ti os s1 11111 1111 lln o mo "texto caj onos" y los uad rn os 10 y 10:1 0111 0 "Il 111 11
entidades y santos cristianos. 4 nsa:y
El presente ensayo es una semblanza y anâlisis esquem ati o d ' l 1 1 111
ciones cristianas transcritas en los Cuadernos 102 y 103. Es t s n111 011 1t'l l1 111
un género oral de origen prehispanico que exhibe paralel s i1111 orl,1111 1· 11111
los cantos en nâhuatl ahora conocidos como Cantares M / r111 os y I 11111111111 1 1 111 Ill
3 Al ina flra n h, ,'nlcm/11 1'111 r1•//11/ 11 1•11111• /11 11/111/1•1 11 , 11 111 l 1 1111 11
~0 1 < t um; xv1 xv 11·:
11 10 y vn l 1, M 1111,' t 1 111 111 11111111111 "' 111111 1111 1
10, 11 11 11 l 1111 1 1 11111",1\ 111 11 1 1111Il ' "" li "'1 11111 111• 1111 11
1 IV Il 1111 111 11111 I l 111olt111· 111 1111 1
206 DAVID Î AVAREZ CRISTO EN LA SIERRA NORTE: LA REINTERPRETACI6N DEL CRISTl ANI, Mii Il
designaci6n tradicional de cajonos, nexitzo y bijanos demarca principalmen- ... y para estos sacrificios tenia el comûn la prebenzi6n nezesaria qu • 111 1 1l 11 +111
te divisiones territoriales, etnohist6ricas, y sociopoliticas. gallinas de la tiherra y perrillos con que haziamos los sacrifi los y 11111111 I
Los cantos zapotecos de Villa Alta fueron producidos de forma inde- de copal con que ynzensâbamos al ydolo, y después de haver ydolal111il11 l11d11
pendiente por especialistas rituales, y las declaraciones hechas por dichos ybamos a tocar un atabal con el teponastli, que en n[uest]ro yd lo1111 q111l• • .,
especialistas nos permiten reconstruir algunos elementos de su contexto d e se !lama nicachis porque mientras se tomaban de la embria "I. 11 11 lt 11 1 '
producci6n. El cuaderno 101 fue entregado por Pedro Gonzalo, del pueblo unos tocando sonajas, y al armonia de un casco de una tortu o 1lly l 1li 111 1 "1 +
de Lachirioag, mientras que el cuaderno 100 perteneci6 a Fernando L6pez, hombres y mujeres como siempre se ha hecho y se haze en tod 1 h1 )111 I l.1 1 11
asimismo natural de Lachirioag, quien lo habia adquirido de uno de los m as 6n, y en otras probinzias por falta de ministros p[adr] es y d do 11 111 I'" 11
renombrados especialistas rituales en Cajonos a finales del siglo XVII: Pedro an sacado de rayz todos estos malefizios que desde la conqu is! 11111111 111111•
de Bargas, del pueblo de Betaza. En una deposici6n hecha en 1704, Fabian d e dejados de hazer . 11
Bargas, hijo del citado Pedro, declara que estos cantos eran entonados por
musicos y cantores llamados belao durante "sacrificios del comun", realiza- Todos los instrumentos arriba mencionados -el teponaztli o 11111111111, 11111
dos en su comunidad de ocho a trece veces cada afi.o. La siguiente descrip - drico de maclera, las sonajas, y los caparazones d e tortu a, ol f 11 d 1111 1 1
ci6n de Fabian nos permite recrear el contexto en que se ejecutaban <lich as silbatos de barro y el tambor alto conocido como huehuetl- oi 1
canciones: l musicales tradicionales tanto en COmunidades n ahuas, S w '11 1 111 1
l linia y Pérez de Ribas, como en pueblos mayas yucat os,
... mandan los alcaldes comprar unas candelas delgadas las cuales ponen en Sanchez de Aguilar.12 Debe destacarse que tanto la con lt'u1
los altares en la yglesia y mandan cantar la letania, y que una pluma grande qu ' omo la denominaci6n mas comun de estos cantos e n \ 11 il 111 , 1 1111 11
tienen las imâgenes de n[uest]ra S[efto]ra la suelen llevar a los d[ic]hos sacri fi 1 1 nastle", enfatiza el hecho de que <lichas creaciones s • t 1 11 I d1 111 il
cios y se lapone en la caveza el que estâ tocando el teponastle y cantando canto del idi6fon o cilindrico llamado nicachi en zap oteco, t po1111
diav6licos, [.. . ] y que tienen puestas guardas en diferentes partes mientras ln /1111/i ul n maya yucateco.
sacrificios, para que den aviso de si ba algûn espaftol u otra persona so p ho. 11 Jiu ra de estas confesiones, existen pocos datos sobr Io
para ellos. 10 q11 · Io antos de nicachi podian ser entonados n ox H 1
l 1 1 r •v r6nica que ofrece el dominico fray Fra n is o 11
Una confesi6n publica hecha en noviembre de 1704 por los "maestros d ldn 1 1 o ns il s d don Francisco Pimentel, de Tilanton o n do1 1 l 11
latrià' Fabian y Martin Nicolas de Santiago Laxopa nos ofrece u n a vi sio n n1 111 11 , d Yonhuitlan, ambos sefi.orios m ixtecos:
1
detallada del contexto musical y ritual al que pertenedan los cant s rllu dt
en zapoteco: ... 1• un tumnd • v 11 lo nn In , mas d do. mll 1 q1 1• p11 11 1•d
l 11 d 1111'1111, 1111 111 1111 11, 111vo 1nn1 0 111 1· 11, li111q111l1
Il
todos a competencia salieron al mitote del teponaztli con tantas galas, y joyas de el diccionario zapoteco colonial compilado por el lexic6grafo dominico fray
oro, y piedras de estima, que mostraron todos la veneraci6n, amor, y respeto con Juan de C6rdova. 15
que celebraban las bodas de aquel seftor, y el reclamo que hada en toda la tierra
su autoridad, y su gobierno ... 13
UNA COMPARACIÔN DE LOS CANTOS
Esta descripci6n sugiere que, al igual que los Cantares Mexicanos, los cantos ZAPOTECOS DE VILLA ALTA Y LOS CANTARES MEXICANOS
de nicachi jugaban un papel importante como parte de celebraciones publi-
cas organizadas por élites indigenas, y que, por lo tanto, en dichos contextos Existen diferencias importantes en cuanto al contexto de producci6n y la
podian llegar a ser tolerados por las autoridades coloniales. omposici6n del corpus entre los cantos zapotecos de Villa Alta y los Can-
Es bien conocido el hecho de que tanto las canciones de origen prehis- tares Mexicanos nahuas. El manuscrito de 1628 preservado en la Biblioteca
panico en nâhuatl y maya yucateco recibian una designaci6n -cuicatl y sus Nacional de México contiene, entre otros textos, un grupo de unas 91 cancio-
derivados en el primer caso, kay en el segundo- traducible como "canci6n'' n · s ahora denominadas como Cantares Mexicanos, tal vez compuestas entre
o "canto" en espafi.ol. Los cantos zapotecos de Villa Alta pertenecen a dos las décadas de 1550 y 1580 por nobles nahuas educados por misioneros en el
géneros rituales distintos, segun sus autores. Las canciones contenidas en el v;ille de México. Si bien muchos de estos cantos son an6nimos, otros pueden
cuaderno 1OO se denominan como dij dola, un término que significa pro- ·r atribuidos a personajes hist6ricos nahuas, 16 estan asociados con grupos
bablemente "canci6n de ofrenda o sacrificio". 14 Se puede proponer que este 1 l ni cos, o incluso con eventos hist6ricos espedficos relacionados tanto con
término se refiere a todas las canciones contenidas en los Cuadernos 100 y 1·1p dodo prehispanico 17 como con el periodo colonial temprano. 18 Por otra
101, las cuales estan escritas en zapoteco de Cajonos y no se refieren de forma 1'•1rt , los cantos zapotecos constituyen un corpus mas reducido y pertene-
directa a entidades cristianas. Por otra parte, tres de las canciones escritas 1 1•11 û un entorno cultural distinto: los 22 cantos de los Cuadernos 100 y 101,
en zapoteco nexitzo y transcritas en los Cuadernos 102 y 103 reciben el titulo 1 1 rit s en zapoteco de Cajonos, estan asociados estrechamente con las cos-
de libana -una palabra cuyo equivalente en zapoteco del valle (lipàana) es 1111 ilo fa locales de los pueblos de Lachirioag y Betaza, mientras que los 15
definida como "amonestaci6n'' (26v), "palabras cortesanas palaciegas" (298r) , 1 1111oii d lo Cuadernos 102 y 103, elaborados en zapoteco nexitzo, fueron
"platica que se haze alta y subida, vide elegancia" (316v), y "sermon" (324v) en 11 1do1l n fines didacticos por los dominicos en el pueblo de Yalahui. Dadas
1 1 1 ~ 11· 1 l risticas, los cantares zapotecos pertenecen a un contexto local de
produccion que resulta similar al de los Cantares de Dzitbalché, un grupo de 30 o mas silabas, 22 los cantos zapotecos de los Cuadernos 102 y 103 utiliza1 l 1
unas 15 canciones transcritas utilizando la ortografîa del maya yucateco de silabas to, co, qui, ti y las variantes ortograficas con, ton, tin, guin, gui, en gn 11 11
finales del siglo XVIII en el pueblo de Dzitbalché en el estado de Campeche. 19 de siete a 14 silabas, si bien una cancion llega a tener un patron de 22 sflnh 1
Sin embargo, tanto los cantos nahuas como los zapotecos poseen tres ele- Por otra parte, las canciones no cristianas de los Cuadernos 100y101 no 0111
mentos comunes: el uso de silabas para indicar el tono y la cadencia del ritmo nen un patron de percusion por silabas, lo que resulta sumamente inter s '11l1 ,
llevado por el teponaztli o nicachi, la division de la estrofa en versos que intro- puesto que este es el ûnico grupo de cantos que fue producido por espe iu Il 1 '
ducen un nuevo tema y otros que se repiten a lo largo de dos o mas estrofas, y rituales zapotecos sin ninguna injerencia por parte de los dominicos.
el uso de silabas sin contenido léxico que marcan el fin de cada estrofa. Si bien En los Cantares Mexicanos, virtualmente cada final de estrofaes in Il 1d11
algunos de estos elementos parecen recurrir en géneros orales mayas -debe laramente por la insercion de silabas sin contenido léxico, pero qu 1•1 111
resaltarse la existencia de un patron de percusion para el tun (idiofono de 1 arte de la ejecucion del canto. Estas silabas son variables, pero inclu y Il I' t
dos lengüetas de maclera maya) que acompafiaba al baile k'iché del Rabinal lrones recurrentes en los que predominan las semivocales [w] o [y) : 0/11111 ,
Achi, 20 y la insercion de las silabas ay ay a la mitad y al final de una de las oh.uaya; huee, haa; aya, ayao; ohuaye yia icha aha aya. En algunas ocaslo11 •
estrofas del Canto 8 de Dzitbalché-, los paralelos entre los géneros nahuas y 1-1 insertan estas silabas a mitad de un verso y no al final;
23
en otras, el ft11 il il1
zapotecos aqui analizados son relativamente estrechos. Ill trofa es indicado no por clichas silabas, sino por una palabra o fra s t 11 11
Los Cantares Mexicanos poseen una notacion que indica el patron de per- pl ta, tal como Amén. 24 Los cantos zapotecos villaltecos utilizan el 111 11111
cusion de cada canciém mediante las silabas to, co, qui, y ti. Bierhorst ha pre- pro edimiento para marcar finales de estrofa, pero existen diferen io, •11111
sentado una propuesta detallada que utiliza analogias con la notacion musical 111s antos cristianos y no cristianos. Los cantos cristianos no inserta n Il t1 11
contemporânea y con cantos coras recopilados en 1968 para sugerir un sistema 1 111itad de verso y cierran estrofa con patrones silabicos recurrent • 11111
de cadencias bipartitas y tripartitas compuestas por la alternancia de tonos lllilares a los utilizados en los Cantares Mexicanos: ayaoo ayau; hiya li 11 I'""
altos y bajos. 21 Si bien resulta imposible corroborar esta propuesta empleando 11 vo a iones cristianas: Santa M[ari]a alleloya; Aleluya; Ecce Hom o. P111 tl 1
fuentes coloniales, no es aventurado sugerir que la alternancia de estas cuatro 11111 I , l s segundos pueden insertar silabas a mitad de verso, y util l ~ 111 1111
silabas denota un patron de percusion especifico pero dificil de rescatar. A 1 p.11q o d · xpresiones y patrones silâbicos relativamente heterogén o I' 11 1
igual que los Cantares Mexicanos, los cantos zapotecos cristianos de los cua- 11111 rn r l fin de la estrofa, tales como: y yaoo i yaoo yoo iyao hue ya.hfl i 111 1 111 1
dernos 102 y 103 usan una notacion silabica para indicar el patron de percusi6n 1•11 '111 I ua.; ohue yaha iyaoo ohue.25
del nicachi. Sin embargo, existen algunas diferencias en los patrones usados n
estos dos géneros. Mientras que los cantos nahuas utilizan combinacion s ck
1 1 pur 'J' mplo, los patrones de percusi6n del ya mencionad
1 anto 1 •n 1 . 4Mi 1•1 111 1111 111
las cuatro silabas antes mencionadas en patrones variables que llegan a l n •r 111111 t' •I \' R sllabas, y el segundo, 31.
11, p111 t·jl· rnplo, la ins r i6n d · los sfl abas yeehuaya en cl prlrn r v' rNO 11•1 : 111! 11 J I (l ltj~ I 1
111 11 ltl 171),
1
J 1 li 1•1ll 11 1 1. '111111111• f\11•\/1 ''' '" '1111. 11/ l/11 \ 11' 11 t 1111 11 1!"' •Ill l•i•111111iil l'" I 1
212 DAVID ÎAVAREZ CRISTO EN LA SIERRA NORTE: LA REINTERPRETACION DEL CRISTIANISMO
automatica a través de todas las canciones, puesto que algunas de ellas (como
ayaoo ayau
la altamente compleja Canciôn 84, Chalcacihuacuicatl, "Canto de las mujeres
de Chalco") poseen estrofas que no contienen "refranes" o insertan "versos" ESTROFA2
construir sus estrofas, y los cantos cristianos, que observan la alternancia en- 11 m· del 1111.111do
tre los tres elementos arriba indicados de forma mucho mas regular. Adap -
Hl\tl ll AN 1:
tando la terminologia de Bierhorst, propongo aqui que los cantos zapotec s
construyen sus estrofas mediante la combinaci6n de tres elementos consta 11 l11•11111h1 ' hij loo guia Lij beneachi xil ohn l 1 11 1111111 il101
t\l ll/w/11µrn closfl111 c11te Ill verdadern luz a la l111111flt1idfld, sic1·11111/1• ll/11 111/ 11111
tes: un "temà' que varia de estrofa a estrofa, un "refrân'' que se repite en dos o
mas estrofas adyacentes, y un "final de estrofà', que cierra estrofa medianl ' l 1
1 IN 1, 11(1, l\~' l'R0 1 1A:
inserci6n de silabas sin contenido léxico o frases recurrentes.
Corno ejemplo de esta estructura, basta examinar las prim ras dos 'Sl m 1 11111 y111 1
11111 l11 1i d dt 1" 11 0 11 y lns 11t1l ro p rini ·ras ,• t m f 1, 111 1 ~1 1111 l1 11 111 11 11 11 111
relaci6n entre dichos patrones silabi cos y los ambi os d mov lml nt o d ' d11 1111111t1
111 1dl 111 11 t'
26 Karttunen y Lockh art, "La estn1 turo 1 Io po •slo 11 liu tl vl sl,1 1 01· 11 v111 li111 l1N"1 111 111111
Ca nl:a.res Mc i a nos: So 11.~.1 nf t/1 c /\ 11·1 '• p. •11 111!1 1 1111 "1 1111 111 11
7 A<: I, M xl1 o, HH , 111111
214 DAVID ÎAVÂREZ CRISTO EN LA SIERRA NORTE: LA REINTERPRETACION DEL CRISTIAN ISMO
M:1,Mx111, HH .
1
\' i\I d, M1 '" ""
H6 DAVID ÎAVÂREZ CRISTO EN LA SIERRA NORTE: LA REINTERPRETACION DEL CRISTIANISMO 217
balacisco por "Francisco'', y hesarusale por "Jerusalén" - sugiere que dichos Los autores de estos cantos cristianos tomaron como punto de referencia
textos fueron copiados por hablantes nativos de zapoteco que no estaban bajo ciertos conocimientos generales sobre la historia zapoteca. Por ejemplo, la
La supervision de frailes dominicos. primera canci6n del cuaderno 103 celebra la llegada a Oaxaca del evangelio
El contenido de los Cuadernos 102 y 103 esta orientado a la veneraci6n de (designado metaf6ricamente como xiquitza dios, "las riquezas de Dios") de
entidades cristianas. El primer cuaderno contiene tres breves cantos: uno que la siguiente manera:
celebra el sacrificio del hijo unico de Dios (seis estrofas), otros sobre la Virgen
Maria (cinco estrofas), y otro mas titulado libana queani S[an] Fran[cis]co, CUADERNO 103, Canci6n 1, Estrofa 533 :
"Palabras Elegantes sobre San Francisco" (cuatro estrofas). El segundo contie- [ ... ]
1/111' he, o estados étnicos zapotecos, mas poderosos del periodo posclasico en
34
CUADERNO 103 32 1 1vn lle de Oaxaca. Segun el relato can6nico de Burgoa, Cocijoeza, sefior de
1. Libana de la llegada de las riquezas de Dios 5 secciones, 10 silabas 687r ï, 1:1 h ila, conquist6 la regi6n de Tehuantepec poco antes de la conquista es-
2. Libana sobre creyentes y no creyentes 7 secciones, 10 silabas 687v
1' 111ola, instal6 a su hijo Cocijopij como su gobernante. Luego de la llegada
3. Libana sobre la Pasi6n de Cristo 8 secciones, 10 silabas 687v-688v
4. Libana sobre la Pasi6n y el dolor de Maria 6 secciones, 8 silabas 688v-68 r il1 los pafioles, Cocijoeza abdic6 su sefiorio a favor de la corona espafiola,
5. Libana sobre Santo Domingo y Santo Tomas 5 secciones, 8 silabas 689 r 1 11 111 Io asJ. la conquista militar, para luego regresar a Zaachila y fallecer en
6. Libana sobre los misterios gozosos de Maria 7 secciones, 13 silabas 689v- ç 01' l 1 11 •p,I n n 1529, mientras que su hijo Cocijopij fue bautizado como don Juan
7. Libana sobre la Natividad 5 secciones, 12 y 13 silabas 690r
n Juan Cortés Cocijopij fue eventualmente acusado de realizar
8. Libana para la Gran Senora 4 secciones, 8 silabas Ov
9. Libana sobre Cristo y Santo Domingo 5 secciones, 10 y 6 silabas 1r 1>S d ' animales con un grupo de sacerdotes zapotecos en Mitla. La
10. Libana para Dios Padre 4 secciones, 7 silabas 11d 1•11 l 1 d ' M xi o intervino en el caso, y don Juan fue juzgado y senten-
11. Libana de los Reyes Magos y Juan Bautista 9 secciones, 12 silabas
12. Libana para San Juan Bautista 7 secciones, 7 y 14 sfl abas
ciado a la pérdida de su cargo como gobernante, asi como de los ingresos de TEMAS MARIANOS EN LOS LIBANA
sus antiguos pueblos tributarios. Segun Burgoa, esta condena tuvo un impac- DE VILLA ALTA
ta devastador en don Juan Cocijopij, quien muriô en Nejapa cuando regresa-
36 Esta secciôn propane un acercamiento a los discursos doctrinales de los co 11
ba de la ciudad de México a Tehuantepec.
Por otra parte, otra canciôn que narra la pasiôn de Cristo y el sufrimiento tos de Yalahui mediante una preocupaciôn central en dichos textos: la sel
de Maria emplea el término guitag, "estera de caîlà', de la manera siguiente: ciôn de términos zapotecos para traducir un discurso sobre las cualidad •
fisicas y espirituales de Maria. Los autores de textos doctrinales en nâhu all 1
textos doctrinales. De hecho, las siguientes estrofas de los Cuadernos 102 y la amada es comparada a un huerto o jardin circundado por muros /1111 f/I
103 enfatizan no la compasiôn, sino la caridad de Maria (designada como conclusus en latin). Tal designaciôn puede ser explicada a la luz de laH 11 1 1
quela huezaa lachi) y la dadiva de su propio ser a los planes divinos: tigaciones de Winston-Allen, 47 quien afirma que hacia el siglo XII, lo. l1 l11
marianos europeos habian adoptado la evocativa imagen del hortus 11111 /11 11
CUADERNO 103, Canci6n 6, Estrofa 3:44 como una alusiôn al vientre virginal de Maria. 48 De hecho, este epit Io 11111 , ,
hacer eco a una apelaciôn mariana utilizada por el ya mencionado auloi l1 111
lanij natiuitatee golagloy xonasi xanata M[ari]a xinaa guela hueça lachi xene
ciscano fray Juan Bautista Viseo. En un sermôn en nahuatl impreso en 1r,fl 1 1
En la fiesta de Navidad tu naciste de la sefiora santa Marîa, madre del gran dar generoso
y producido a través de un proyecto conjunto realizado por Vis o y 11 11
chia yahui lani guieba autores de habla nahuatl, Maria es denominada coma in iteoxuchff1•p1111111/1
Ella esta en el palacio del cielo zin Dias, in iteoxuchitlaltzin, "el divino jardin de Dios, su divina tierr l lli 11 1 l 1
Ayao ho hua hi ya he
una formula que exhibe paralelos semanticos obvias con el epiteto 'l. 1p11l1, 1
que aparece arriba de estas lineas. De hecho, la representaciôn de Mn1 1 1 1111111
CUADERNO 102, Canci6n 2, Estrofa 1:45 un huerto divino no esta limitada al discurso doctrinal en nahuali y 'I il 111l1
o. En un himno mariano en quechua compuesto por Juan Pér z Brn 1111 1 1
godi ce queag beo nizah naxij lleeya yahui lijchij dios
impreso en 1631, 50 Maria es descrita como un gran jardin flor ido 111d 11111
Verdaderamente muriô la azalea, el agua dulce, el patio del p alacio de la casa de Dios
p r patacllancu, tecsaullasca, hahuaisaca, tintin, y villcu, cinco tipos d 1 11111
bezahlachijloo quia lij benaachij xilahni cuina bedao d parras nativas de los Andes que habian sida Anai llica quen h11/1111/f1/ [
Tu diste graciosamente la verdadera luz a la humanidad, siervo de Dios mismo 111 /llunacuscan, "tejidas en tu hermosa cerca enmarafi.adà'.
Los epitetos marianos queag beo "azaleà' y gueag he guechino /1111 1 "lit11 11
ayahu ayau
l 1s ILtin e caras" (que se refiere a los quince misterios del rosorlo 1111 11111
de 1111 0 strat gia ret6rica que representaba tanto a Maria orno 1 )1 1111 111
lCômo se explica el hecho de que la ûltima estrofa designe a Maria co mo' •I 1 0 111 0 "(l or s" na idas del arbol geneal6gico de Isaî. 51 Un pn, 1 • d1• 1 11111 .1
patio del palacio de la casa de Dios"? 46 Este epiteto es una traducci6n d' 11111 1 d1 1-1 11 : 1- ) qu m nciona el "arbol de Isai" ba sid o o m ù 11111 •1111 111 1
referencia metafôrica proveniente del Cantar de los Can tares (4: 12) n 1 p 11 1111•11do ·omo un a pr mesa divina d que 1 M sias - y pnr lmpl 1 11 1111 11
44 AGI, México, 882, 689v. Wl 11 11111 /\ llt•11, 811w/1•s of lhc Ros" itada n Burkhnrt, lkfou• .'11111/11 /11/11•. 'l/11• \ /1 /11 A/1111 1 1
45 AGI, México, 882, 664v. t 111d 11 v11, \'11111 /111 /11,/111·11 lt'llp. 1111çapotc a, p. 1 7, lto dos 'Xt 1 • 11111• 1•11111p11 l1,11 il1I ilh 111
46 C6rdova, Vocabulario en lengua çapoteca, glosa Léea como "hu erto" ( v) y "p11 ll11" (Ill J \ 11111 1 111111d111 1h1 1111I n dt• 0 111bnro1.t11·s·: u111ut lllzn d11t•x1 l11 lv11111111 11 11111 11 11 l111 1 1111
varios testamentos zapotecos de Vill a Alta usa n leya o lea o rn o "po lio". Yt1 /111/ 1• 11111 11111111 1/il11i liJ11 1111/11), Y1 ll il l Il l V ll'lill li l' !jll i' 11 1 •li 111t'll 1i l 1•111htll 11rn d1• 1 11 1ilq1 1!1 1 111111 Ill lj1 1 ( /111 1
cognada en zapoteco nexitzo del términ o del za pot o 1 1 vo lk 1111 /1 11 /o1111//111/ , 11 1ol111 l1l11 /1111111 1/11111 1/11/1111/111 /1\111111, //111\11 /1\/1 1111/11)
como "palaci o, casa rcal" ( ,11v), y co mo ' l 11dJ •tlvo" 11r1 , 11•1il" (1111v, 1J1111 'I 11 1111 1 1111 11·1 111111111 1111, 'u11111111111/1111/ /111·11o11111 •11l//11, 1
le tura d llccyn ytilwi llj c/11) rl/M 1t•rf11 "11l j111d l11 1111111 111 il1 l 11 1 1 .1 1 l t 11 ' 1· 11 1111 1 111d11 1 11• lfll 11111 11 111
V11rf1 /111 /11rl111•11 lt • 11.~ 11u ~1 11 111 / 1 11 11 , p 1 v 1111, f l11H11 1•1 /111/111111•1 , '
111 11 "11•1il , 1111 l111l111i''111111 11111 l111 11!111111111 l 11111)1 1.. 111111000
222 DAVID ÎAVAREZ C RISTO UN LA !ERRA NO RTE: LA RE!NTERPRETAC I6 N DEL CRISTIA NISMO
' '
madre- nacerian del arbol genealôgico del rey David, hijo de Isaî. De hecho, LA LABOR DIDACTICA Y MUSICAL DE LOS
esta figura retôrica aparece en textos doctrinales en nahuatl y en quechua. Por DOMINICOS EN LOS LIBANA DE VILLA ALTA
ejemplo, una oraciôn en nahuatl en el Santoral en mexicano, un manuscrito
jesuita de inicios del siglo XVII se refiere a Marîa afirmando que tiyyecyolloxo- Si bien la identidad del autor o los autores de estos cantos zapotecos 1 1
chiquahuitzmolinaltzin, "tu eres un retoiio del sôlido arbol de flores-corazôn'', nos nos es desconocida, dadas su tematica general y sus correspo nd 1•111 1
y que tiymelauca açucenaxochitzin in fesse, "tu eres la recta azucena de Isai''. 52 con el discurso doctrinal mariano desarrollado por autores y misi 1lt' 1" .i,
Esta misma estrategia -el uso de vocablos provenientes de géneros orales in- habla nahuatl y quechua durante los siglos XVI y XVII, se puede 1 n 11111111 1
dîgenas para traducir una metafora mariana canônica- recurre en el himno que dichos cantos corresponden a una estrategia doctrinal domi n 1 t q111
quechua de Pérez Bocanegra arriba citado: la frase en cuestiôn es Iesep yupai empleô géneros orales indigenas para representar narrativas dida t 1 1 111
Capac pitan çiçascampa cari sullcan, "el real y estimado descendiente de Isai, tianas frente a audiencias de indigenas zapotecos en las montaf\as dt V li 1
la dorada y joven progenie de su florecer". 53 Alta. Debe subrayarse que los cantos de Yalahui ocasionalment as u 11 11 11 1111
Si bien los cantos de Villa Alta no se refieren directamente al arbol de marcado tono didactico que celebra la presencia misionera de los do11 1 1111 11
Isai, debe destacarse que las imagenes de flores y dulzura ocupan un lugar n Villa Alta, como sucede en la siguiente estrofa:
importante en el discurso doctrinal zapoteco. Gueag beo es una versiôn colo-
nial del nombre cognado contemporaneo yej pi'o, o "azalea'', aun utilizado en CUADERNO 103, Canci6n 9, Estrofa 2: 55
pueblos cajonos. Por otra parte, en varias canciones de los Cuadernos 102 y
54
103, tanto Marîa como Jesus reciben epitetos que incorporan la palabragueag, gola gona tzahui [r]aho xiguitza dios
"flor". Aparte de ser una "azalea'', Maria es también una gueag naxi, "flor d ul - /frzcn y digan bien las riquezas de Dios:
ce", mientras que Jesucristo es una gueag tzahui, "flor buena'', y gueag natzont1
lllrn 1mi1 ue santo ybagelio Rolohui bexoçiy SanIo /0 111 /,~o
golag guetze Zao yoo, "la flor querida nacida en este mundo''. La frase estat iv 1 I 1lll>n11a del santo Evangelio que anuncian los padres de Sa11t11 I>11111/11 ,,
na-xij, "es dulce", que recurre en el epiteto niza naxij, "agua dulce", est a aso
ciada con caracterizaciones marianas en textos devocionales zapot s. 10 1 Al luya Aleluya
ejemplo, la versiôn zapoteca de Salve Regina que el dominico fray P dro 11
Feria imprime en su Doctrina de 1567 designa a Maria con las palabr s fJl /l' /11
nabanniè, quela naxiè, "Oh, vivir, dulzura'' (56v), mientras qu la l ocl l'/1111 l 1111 ol 1 1 p 1r1 ·, los Ilhan.a s
impresa en lengua zapoteca nexitza por Francisco Pacheco d i 1vo 11 1<il~ I '''"
emplea naxij en expresiones como lehe naxijnaiaari qui n.at1 l 1111 /1• 11 •/11•11
Rabaani Maria, "el vientre dulce y puro de la sefio ra d Lo Io:; no, o l 1t1 , 1t
Virgen Maria" (35r) .
52 Burkhort, Fll'(<m• (,' 11t11 /1il11111•: 'l/11 • \'Il •/11 t\1111 l' I' 11
"> 1 1)111 1< 111 , 1111 111111/ 1 111•1/11111, 11 l'Jr1
l 11111, l l/11/1111111/11 111.,11,,111/1 .. 11111111,,/11,
224 DAVID ÎAVÂREZ C RI STO HN LA S11\H l(A NORTE: L A REINTERPRETACION DEL CRIST!ANISMO
secundum verbum tuum in pace, "Ahora deja ir en paz a tu siervo, Seftor, de Al ERN 103, Canci6n 12, Estrofa 1: 57
acuerdo a tu palabrà' (Lucas 2: 29-32) : Zanha xohuanipautihisl'a hlyo hu
San Juan Bautista
Corno puede apreciarse al inicio de esta estrofa, la frase inicial Nunc dimittis
es glosada de manera idiosincrâtica mediante una frase que se refiere al "If. :omo es bien sabido, desde el punto de vista de la liturgia cristiana, 1 /11 ·111
mite, seftor, de los <lias", para luego interpretar la acci6n original mediante lu ri! tus Dominus es un cântico en el cual Zacarias da gracias al Dios d' 1 1 1 1
cual Simeon pide a Dios que le deje ir como gocilahe xini bedao "él liber6 ni por cl nacimiento de su hijo Juan Bautista, quien eventualmente anutH 111
hijo de la deidad". Por lo tanto, es posible que la primera frase sea una v rsi Il 111Il ada de Jesùs como el m esias prometido al pueblo israelita. Es Ja10 q111
tergiversada creada por el error de un copista, o una traducci6n err6n a q li • ln, •1ulor s d esta estrofa intentan citar el nombre latino del cfoti o, y q111
surgi6 de la colaboraci6n entre autores dominicos y zapotecos. l 1 11lrnrn n zap t o seftala la relaci6n entre dicho cântico y la i rnpo 1 111 11 1
Dicho cântico no es el ùnico mencionado de manera directa n los lll1111111 , d1•l 11 1 imi •nto d Juan Bautista. No obstante, existe una serie d rr·(l11• q11•
ya que otro cântico de uso comùn, el Benedictus Dominus D us 1 ral'/ ( 11 11 11 11 , 0 111 0 ' t 'I , o ant rior, el pr ducto de faltas d piad , o 1 1111111
texto latino proviene de Lucas 1: 68-79), que form aba parte del o 1 Io 1• 1. 111 11 11d l111 ·11to 1 1r iol ntr 1 s autor s. 1or u111 1111 I
des, es citado por su nombre en una canci6n que conm moro la vid 1d •.' 111 om ino lij, "modr · v 1d 1tl 1 1
Juan Bautista: 0 111 0 p.11cln lt11c/}(11t11 t! , " 1 1 1
1 111 1 1111 dt i 1 1 ' \ Ill ' op lu ro . bn lm ·111 • ·I ,11 1 l1 1 1111 1
1' 1l111 lt 1 • 1111 11 111 dl' '. ' l 1 0 1111 osi n.
No irrn: LA
226 DAVID ÎAVÂREZ C RI STO l! N l,A S11\111\A REINTERPRETACI6N DEL CRISTIANISMO
'
Si bien no existen datos precisos sobre la identidad de los autores do- 1624. 61 Es plausibl qu la obras en verso zapoteco escritas por Villanu v 11
minicos que participaron en la elaboraci6n de estos libana, hay referencias Anunciaci6n, San Raimu ndo y Giménez hayan servido como ejemplo o H'111
diversas a obras doctrinales similares en zapoteco que ya no existen. Corno modelo para la elabora i6n de los libana de Yalahui, si bien no se puede , t 1
observa el autor dominico Gaspar de los Reyes 58 en su prefacio a su gramatica blecer un vinculo directo entre estas obras y aquellos autores.
comparada del zapoteco de Cajonos y el zapoteco del valle, no parece existir
ningûn texto devocional en zapoteco nexitzo o de cajonos impreso durante
el siglo XVII, a excepci6n de la Doctrina Christiana en lengua Zapoteca Nexit- CONCLUSIONES
za de Pacheco de Silva de 1687. Por lo tanto, solo se podria especular, como
Reyes seflala en su prefacio, que, ya que los dominicos habian hecho predi- Las similitudes estructurales entre los libana zapotecos y los Cantare M1•
caci6n en Villa Alta desde finales del siglo XVI en adelante, debian de haber canas sugieren que estos tres géneros compartian una serie de pauta, p1 1
existido y perdurado algunas copias manuscritas de sus sermones. Los libana s6dicas y ret6ricas comunes a un género oral de origen prehispânico q11 1 1
de Yalahui son una de las pocas pruebas fehacientes de que el argumento de ejecutaba en espacios pûblicos y tenia como objetivo la representa J 11 1' 11
Reyes no era simplemente una defensa de los proyectos de evangelizaci6n blica de narrativas hist6ricas o religiosas. La idea de un vinculo int h· t 11 il
dominicos, que estaban bajo ataque justamente en la primera década del siglo directo entre los cantos nahuas y zapotecos mediante la acci6n inl 1 11 11
XVIII debido a la campafla contra idolatrias de Maldonado. de misioneros resulta plausible en el caso de los libana. Si, corn pr op1111
La producci6n de los libana de Yalahui se inscribe dentro de una estrategia Bierhorst, 62 una o varias copias de los Cantares Mexicanos circul6 du 1· 111I 1 1 1
doctrinal dominica que recurri6 a géneros dramâticos en la ûltima mitad d 1 Il i Io XVII entre un grupo de autores que incluiria a Juan de Torqu mo 11 (1 1 1
siglo XVI y la primera mitad del XVII para enseflar la doctrina cristiana a un n::m do de Alva Ixtlilx6chitl, Chimalpâhin, Horacio Carochi y Luis Ln, o 1 1
pûblico neôfito indigena. A pesar del contraste entre la relativa abundancia d ' V a, resulta plausible sugerir que los misioneros que supervisar n l 1 1il 111
obras dramâticas devocionales en nâhuatl, 59 existen noticias de varios aulO. 1· 1 i6n de los libana tenian noticias de la existencia de dicho t xt . 1 1111 1111
sacramentales en zapoteco cuyo paradero es ahora desconocido. De a u rd o l 1 lranscripci6n de patrones de percusiôn, la relativa rigid z slru tu1 tl
con Burgoa, el dominico fray Alonso de la Anunciaci6n compuso y pr s n11'1 ll HO 1 final s d e trofa como ayao ayau, sugieren una p ibl ln fl 11 t •11
un drama biblico en lengua zapoteca en 1575 en su parroquia de Etla. 1la .1 lns ;nntar M xicano como modelo pros6dico inm diat .
inicios o mediados del siglo XVII, uno de los maestros de novi i s 1' l\111 1\ll 1 o, ibl pr p n r que los libana de Villa Alta r pr s ·nl ln no 111 11 11 11 1
goa, fray Melchor de San Raimundo, parece haber compuesto y s ' nlfi 1d 1 1p11 1p l l ·i n d un n ro ritual zapot o para fin rlsl'ion ), ,
un auto sacramental sobre el martirio de Santa Catalina d 1111 1111 ·vo ~· n ' ro n 1qu la j u i6n d an t s al ri t rno d ·I 11/c111 ltl • 11111 1
zapoteco, también en Etla. 6° Finalmente, existen referencias s br ' n•p11• 1•11 h 1 1l1 1 1(11' \ •1111 ·I< n 1 p rs naj s d sUan s p r pnrl 1 le 1 IOI < 'I q 111 111
taciones dramâticas doctrinales en zapoteco y espaflol es r ita, 1 01· l 1 1y M 11 1 11 1111 1 ' 1•1111 Io d · 'S I ' n ro hfb rido - qu s' 01 i r t i dt• l.1 1 11111 tl li 1
tin Giménez, quien trabaj6 como misionero en pu bl ho ho. y 111111 111 11 11 1 1111 •111 t1 • 1 11 1·11 g u n n hu oll s rit s dur 1111 ' t•I p1·1 11d11 1 11l1111 il
1
ss 1 y ~. ,m1111lf/ rn rit' lm /rn,~ 1111 1 11/1111111 fi \1 1111 11 111 I' 11/111111 it ,t. I \ 11111 l 11 11 111 1 1 111111111 111 11 11/11If11tl "' 11111111 11111•11111111 I'
G'J ll on 1rn l\ 11 , ll/f1•11 1111 111 /i111lfl, ll11tll1 1111 , /111/1 1 \ \11/111 1/111 111 11111 11 111 1 N. 1/111111/ l/1 ,111 1 1o .11 .. , 1 1 11111111, 1, .i,.11111 '"' / 1/1
mos la siguiente menci6n de Burgoa sobre uno de los autores de dramas doc-
se esperaba que los libana presentaran un mensaje doctrinal fa.cil de enl •111111
trinales mas celebrados en el siglo XVI: el dominico Vicente de Villanueva, vi- y sustituyeran d e form a eventual a los dij dola originales.
cario de Teotitlân del Valle hacia 1560, el que "tenia gran facilidad en reducir
Resulta ir6nico el hecho de que los libana hayan sido entregados n fvl 1I
a metro poético en la lengua de los indios los misterios de nuestra Santa Fe,
donado como un ejemplo de cantos idolâtricos: de acuerdo al ana lisl. 111111
y enseiiâbales a que hiciesen representaciones de ellas en verso, y como ellos
presentado, los au tores de los libana tenian en mente una serie de m '1 l11111
eran los personajes, y los que predicaban en los teatros, fue grande el fruto
especifi.cas vinculadas con el culto mariano desde el siglo XII, y segu fan 11111 111
que con este cebo de las consonancias del verso hizo entre los indios ...". 64
estrategia principal el reclutamiento de expresiones zapotecas que pudlc •r 111
Esta referencia nos permite colocar a los libana de Villa Alta en un con-
fungir como traducciones de dichos similes. Aunque es probab l q111• 11111
texto de ejecuci6n e interpretaci6n mas polifacético, ya que resulta plausible
lectura detenida por parte de las autoridades eclesiasticas hubiera e1 01111 11111
que estos cantos hubieran sido acompaiiados por la presencia de actores za-
una serie de "errores" dentro de los libana, una parte importante de su 1111111
potecos que representaban a los personajes cristianos cuyas vidas se narraban
nido seguia la pauta de modelas de traducci6n también implem nlodo 11111
y celebraban en los cantos mismos.
Bautista Viseo en nahuatl, y Pérez Bocanegra en quechua. A fin cl' ·111•1111
Por otra parte, los misioneros novohispanos poseian una diversidad d
los libana de Villa Alta son los unicos representantes de un audaz cxpt•r 1111 11
opinion es sobre la preservaci6n de los cantos tradicionales en nâhuatl. 65 i
t misionero que surgi6 en un momento anterior en el diâlogo d 'Vt1 111 t<I
bien fray Diego Duran denuncia un canto en nahuatl presuntamente com
i6n, cuando los autores doctrinales todavia creian que la sustilu 1611 d1 111
puesto en honor a San Francisco como idolatrico, también <lice no hallar in
untepasados zapotecas y los seres sagrados con entidades cristiannH p111l1l1
conveniente en la composici6n de cantos en alabanza a seiiores nahua . Por
1> rarse dando al cristianismo un punto de apoyo ret6rico prov 1 i ·111 1· d1 l 1
otra parte, en el pr6logo a su Psalmodia Christiana de 1583, fray Bernardino · 111 iones zap otecas ancestrales.
de Sahagun revela su desconfianza del estilo "oscuro" de los cantares an 11
guos que bien puede ocultar idolatrias, y describe su intenci6n de r mpl 1
zar tales cantos con las composiciones cristianas impresas en su Psa/111011/11
Sin embargo, como ha seiialado Burkhart,66 aun este texto autor izad< po1 1 1
mismo Sahagun contiene una vision nahuatizada y heterodoxa d J 'S u 1 li 1
y Santiago como guerreros mexicas. La elaboraci6n de los liban a d ' Y1l,d111
por dominicos y coautores zapotecos ahora an6nimo par · ol · 1 • l' i 1 l 1
misma 16gica de sustituci6n enunciada por Sah agli n, n un o s ·ol 1 111 · 11 d11
cida: habiendo identificado los elementos pros6d i os q u ', s 'gi'111 ll ll )'1 l'IH• il1
misioneros, caracterizaba a los cantos antiguos n nnhu oll y z 1pol«111, 1 t1 '