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FIGURAS FUNDAMENTALES

En materia de Derechos Humanos

En el artículo 1o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se


señala la incorporación al sistema jurídico de las figuras que hoy en día son
consideradas fundamentales en Materia de Derechos Humanos y que tuvieron
origen en el sistema interamericano de Derechos Humanos:

Principio Pro-Persona

Se refiere a que en caso de que un juez o autoridad tenga que elegir qué norma
aplicar a un determinado caso, deberá elegir la que más favorezca a la persona, sin
importar si se trata de la Constitución, un tratado internacional o una ley. Bajo esta
lógica, el catálogo de derechos humanos ya no se encuentra limitado a lo que esté
prescrito en el texto constitucional, sino que también incluye a todos aquellos
derechos que figuran en los tratados internacionales que están ratificados por el
Estado mexicano.

Principio de Interpretación conforme

Constituye el principio por el cual las normas relativas a los derechos humanos son,
en su carácter de estándares de mínimos, objeto de una referencia hacia la
Constitución y los tratados internacionales para efectos de su aplicación más
protectora. Lo que implica reconocer que constituyen elementos normativos
susceptibles de ampliación, y que requieren de un traslado o remisión hacia otros
ordenamientos a fin de dotarlos de un umbral más robusto de protección.

Control difuso y concentrado de Convencionalidad

El control difuso de convencionalidad consiste en el deber de todas las autoridades


nacionales de realizar un examen de compatibilidad entre los actos y normas
nacionales, y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, sus protocolos
adicionales, y la jurisprudencia de la Corte que interpreta ese corpus iuris
interamericano. Dicho control implica reconocer la relevancia y la pertenencia de los
tratados internacionales dentro del ordenamiento jurídico.
El control concentrado corresponde a las facultades inherentes que posee la Corte
Interamericana para resolver los casos que son sometidos a su jurisdicción, para
realizar la ponderación entre el derecho interno del Estado de que se trate y las
disposiciones de la Convención Americana.

Obligaciones Generales y Particulares del Estado

El párrafo tercero del artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos dispone como obligaciones generales de las autoridades del Estado
Mexicano las consistentes en: i) Respetar; ii) Proteger; iii) Garantizar; y, iv)
Promover los derechos humanos, de conformidad con los principios rectores de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. De ahí que para
determinar si una conducta específica de la autoridad importa violación a derechos
fundamentales, debe evaluarse si se apega o no a la obligación de respetarlos, y
ésta puede caracterizarse como el deber de la autoridad que le impide interferir con
el ejercicio de los derechos o ponerlos en peligro, ya sea por acción u omisión; es
decir, la autoridad, en todos sus niveles (federal, estatal o municipal) y en cualquiera
de sus funciones (ejecutiva, legislativa o judicial), debe mantener el goce del
derecho y, por ende, su cumplimiento es inmediatamente exigible puesto que, aun
cuando primeramente está dirigida a los órganos del Estado, también incluye la
conducta de los particulares, que igualmente se encuentran obligados a no interferir
con el ejercicio de los derechos; por tanto, esta obligación alcanza la manera en que
las autoridades entienden las restricciones a los derechos, tanto en su formación (a
cargo del Poder Legislativo) como en su aplicación (Poder Ejecutivo) e
interpretación (Poder Judicial).

Prohibición de discriminación

La prohibición de la discriminación es un as- pecto fundamental de los derechos


humanos, cuya función es que todas las personas puedan gozar de todos sus
derechos humanos en condiciones de igualdad, pues cada vez que un derecho se
vulnera se acompaña de la violación de al menos otro derecho humano.
El Derecho forma parte del principio de igualdad y protege a las personas de ser
discriminadas por cualquier motivo; su fundamento es la dignidad humana. La
Declaración Universal de Derechos Humanos establece que todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, por lo que no es justificable
distinguir, excluir o tratar como inferior a persona alguna, si no existe un fundamento
razonable para ello.
El artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
reformado mediante decreto publicado en el citado diario, al establecer que todas
las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en el propio texto
constitucional y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte, modificó sustancialmente el contenido de los derechos protegidos
constitucionalmente, incluido el de igualdad, el cual es un principio adjetivo que se
predica siempre de algo y que, por tanto, se define y actualiza progresivamente a
través del tiempo y a la luz de una multiplicidad de factores sociales, culturales,
económicos, políticos, entre otros.

INTEGRANTES

 González Cortez Diego.


 Hernández Navarro Ariadna.
 Mendoza Lopez Brenda Guadalupe.
 Soberanes Acosta Armando David.

Bibliografía

 Caballero Ochoa, J. L. (2018). Definición y alcances de la interpretación


conforme. LA INTERPRETACIÓN CONFORME EN EL ESCENARIO
JURÍDICO MEXICANO. ALGUNAS PAUTAS PARA SU APLICACIÓN A
CINCO AÑOS DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 2011, 3, 44.
https://www.sitios.scjn.gob.mx
 Camarillo Govea, L. A. (2017). El control de convencionalidad como
consecuencia de las decisiones judiciales de la Corte Interamericana de
Derechos. Revista IIDH, 64. https://www.corteidh.or.cr/tablas/r36250.pdf
 Tesis: 1a./J. 124/2017 (10a.)
 Tesis: XXVII.3o. J/23 (10a.)
 El Derechos a la No Discriminación en México. (2018). El Derecho a la No
Discriminación, 19. https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/cartillas/2015-
2016/21-Discriminacion-DH.pdf

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