CONCLUSIÓN

La novela analizada en este trabajo de investigación, aunque forma parte del género de

la Novela Histórica, posee una diferencia pequeña pero fundamental: Soldados de

Salamina no se encuentra totalmente inmersa en el pasado Histórico, sino que presenta

a un hombre de la actualidad que se está buscando a sí mismo, en su pasado, como mero

sujeto representante de la sociedad a la que pertenece. La novela es una Novela

Histórica, pero al revés, puesto que primero es una mirada al pasado desde el presente.

En el transcurso de la lectura de Soldados de Salamina, es posible que el lector

no perciba que se trata de una metanovela hasta el momento en que termina la lectura,

porque es hasta el final cuando el autor revela que vio su libro terminado y con el

siguiente inicio: ―Fue en el verano de 1994, hace ahora más de seis años, cuando oí por

primera vez del fusilamiento de Rafael Sánchez Mazas…‖ (Cercas, 17) que a su vez,

son las palabras con las que empieza la tan ansiada novela, la novela que se está

leyendo. Lo cual indica un acercamiento a un texto infinito, como Kunz refiriera a la

metanovela, es este mismo elemento metadiscursivo el que da fuerza a la función que la

novela cumple con la memoria, pues como ya se advirtió previamente, al llegar al final

de la lectura el lector se encuentra con que el autor le cuenta que ha encontrado el

principio perfecto para su novela, el que resulta ser el mismo que el de la novela que ya

se leyó, pudiendo provocar así un sentimiento cíclico de volver a leer Soldados de

Salamina porque el final remarca el ciclo infinito de la función de la memoria dentro de

la novela. La memoria y la historia del sujeto son importantes para el mismo individuo

y la humanidad en general

El segundo elemento que está en función de la memoria en la novela es el

recurso de la autobiografía ficcional ya que Javier Cercas como personaje es el sujeto

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que recuerda, que investiga y el que cuenta desde su perspectiva que él forma parte del

resultado de los acontecimientos del pasado histórico de su propia sociedad, como los

demás sujetos que también la conforman. Además de que al ser un texto ficcional de

corte autobiográfico, presenta a la novela como un texto verídico, como un ―relato real‖,

como el mismo personaje quería que fuera. Soldados de Salamina es un relato real

escrito con fragmentos de hechos reales y al ser una autobiografía ficcional reafirma ésa

intención del autor, a pesar de que es una ficción.

Aunque es una autobiografía ficcional, el personaje se llama Javier Cercas,

como el autor de la novela en la vida real, con el final que el personaje cita, concatena la

realidad con la fantasía, pero el autor Javier Cercas dice: ―no tiene nada de 'relato real',

como insiste el Cercas narrador. Tampoco es nuevo periodismo, como le dijeron

algunos amigos. 'Es una novela, rara, pero una novela'.‖ (Méndez, 2002). Este final y

principio es lo único de relato real que tiene, según lo que pretende Javier Cercas.

Al ser la novela nombrada como los soldados de Salamina deja a España como

la nueva Persia derrotada y, como en la obra de Esquilo, la perspectiva desde la que se

narra la historia es desde el pueblo derrotado, pero a diferencia de ésta, es la España del

presente, de más allá de finales de los noventas, recordando esa derrota, esa herida.

Además porque todos los soldados de Salamina, son los soldados derrotados, caídos en

la batalla y los que están en el exilio.

Miralles es uno de estos héroes en el exilio, es un héroe trágico porque habiendo

luchado en su país vive lejos de él, pero también porque en un momento, cuando se está

en el punto más álgido de la crudeza y violencia de la humanidad, él presenta el rasgo

más grande de lo humano: salvarle y perdonarle la vida a otro hombre. También mítico,

porque aunque no muestra rasgos de divinidad, muestra la ya mencionada humanidad,

lo que hace al mito más actual, porque se transforma y refuncionaliza pues no está

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hablando de proezas divinas, sino que hace de la humanidad un mito. Por lo que en la

actualidad, los héroes con los que los individuos conviven, son héroes nacidos de la

mortalidad y llevados a la divinidad al ser recordados y reconocidos como los

hacedores de algo contundente, importante, como lo hizo Miralles al luchar en varias

guerras y recordar a sus compañeros caídos, como hace Javier Cercas al darles voz y

vida a estos héroes a través de su novela. Los héroes trascienden no solamente a través

de la memoria, sino de la viva palabra de los sujetos, de los unos a los otros y así

sucesivamente hasta llegar a la Historia general de la sociedad.

Independientemente de que Miralles sea o no el héroe que dio a conocer su

humanidad en la cruenta lucha de la Guerra Civil Española, para el lector es él aquel

héroe, porque todas las líneas de la investigación que Cercas narrador hizo apuntan

hacia él, tal vez, en la vida real jamás sepamos quién fue ese héroe, quizá nunca se sepa

cuál es su nombre porque todo ser humano, al menos, alguna vez en la vida ha vivido un

rasgo de humanidad. Los soldados de Salamina son en realidad la gran masa o el

pequeño pelotón de los amigos que recuerda Miralles o los grandes pelotones que

estuvieron luchando por su país son todos aquellos nombres que no se recuerdan, que no

se conocen, a menos de que sean héroes cuyos nombres sí son conocidos por el

colectivo de la memoria.

Soldados de Salamina es una novela en la que Javier Cercas trata de dar una

nueva visión a la falange y al periodo franquista, lo cual, a mi parecer, logró, es una

novela que presenta al hombre del presente como un resultado de lo sucedido en los

años del falangismo y del franquismo.

Luego, al incursionar brevemente tanto en la Historia de España, como en la

historia de su literatura, me di cuenta del alcance que la misma novela tenía, de las

diferencias que tenía con las otras Novelas Históricas. O, por ejemplo, el paralelismo de

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la pena de España con la desgracia de Persia. Finalmente, la comparación de la obra

Soldados de Salamina con Los Persas17, por las obvias comparaciones, paralelismos

que el autor español hizo al momento de escribir su novela, es así como refuncionaliza

el mito de los soldados de Salamina, convirtiendo a los soldados españoles en ellos, en

el nuevo mito de los soldados.

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Los Persas (472 a. C.), obra de Esquilo, trata esta batalla desde la perspectiva de los persas, y
aunque es de un pueblo derrotado el autor no hace alarde del ingenio militar griego, sino que procura
generar la compasión del lector o espectador por el pueblo derrotado. El primer contacto con la batalla es
por las especulaciones del coro y por el sueño premonitorio de la reina Atosa, después entra el mensajero
que da una descripción detallada de la lucha, con el cruento desenlace. A pesar de que la ventaja numérica
estaba a favor del ejército persa y asiático, los griegos fueron los que triunfaron en esta batalla, porque los
dioses estaban a su favor. Xerxes I, hijo de Darío I, lleva a la derrota a su ejército por soberbia. La
tragedia es referencia tanto histórica como clásica.

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