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Proyecto Proyectar una clase de Historia.

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1. Recurso y Retorno a la Historia Personal

Primero debemos saber lo que constituye la singularidad de cada individuo,


debemos recurrir a su historia personal. Este recurso a la historia le sirve para captar
la singularidad de una personalidad. En esta posición interdisciplinaria en la que
intentamos situar a la historia personal tanto en lo que constituye hacia atrás, como
en la cual se intenta orientar y ubicar a través del proyecto que se da.

El filósofo J. Ladrière comunica sobre el tiempo vivido: "Si el pasado contribuye a


esbozar el porvenir, así mismo la manera en la cual el sujeto se proyecta hacia sus
posibilidades contribuye a modalizar el pasado que está presente en él. El pasado
siempre tiene que ser reinterpretado; si es retomado en el presente, es en tanto que
es comprendido, vivido, modalizado de una cierta manera. Es a partir de la
anticipación del porvenir como el pasado es así interpretado"

Entonces debemos interrogarnos sobre el proyecto para saber como esta figura de
la anticipación contribuye a modalizar el pasado, con esto nos referimos a
reinterpretar la historia personal de cada individuo. Pues el proyecto se basa en tres
parónimos del proyecto: el sujeto, el objeto, y el rechazo (rejet).

2. El proyecto y sus características.

Los conceptos mencionados anteriormente son derivados de la raíz de “jet”, que


significa ser arrojado allí, condición misma de toda existencia. Pues la existencia
entonces, es tanto arrojada y sometida a el sujeto, colocado delante del objeto,
sobre el cual a su vez el puede rechazar y proyectar las intenciones para construir la
trama de su trayecto. El sujeto a través de sus proyectos intenta organizar los
trayectos que les parecen útiles, aunque con el tiempo (tarde o temprano),
reconocerá que el proyecto y trayecto son ilusorios con relación a la pregnancia y la
necesidad del objeto.

La noción del proyecto, es intentar poner en evidencia el impacto que genera el


proyecto sobre la historia personal. Puesto que biológicamente el proyecto marca la
propiedad de tender a lo que aún no es. Orienta en un primer momento hacia la
conservación y el desarrollo de la existencia y en segundo tiempo hacia la muerte.
Sin embargo, el proyecto también vuelve y permite volver a dar esperanza.

Sociológicamente, las sociedades arcaicas durante muchas decenas de milenios, las


sociedades tradicionales durante muchas centenas de años no tuvieron que recurrir
al proyecto. Como figura de la anticipación, ellas utilizaron sobre todo la
premonición. El proyecto se impuso, en los últimos años, especialmente como una
anticipación de lo que está por venir, hemos observado un aumento significativo en
la tendencia de diseño y consumo de proyectos en nuestra sociedad post-industrial.
Desde una perspectiva psicológica, un proyecto representa la capacidad de un
individuo para ser el autor de su propia acción. Es una aspiración personal que uno
anhela realizar por sí mismo. Un proyecto implica un protagonista que se considera
el creador de lo que tiene la confianza de llevar a cabo. Al empoderar a las personas
con el sentimiento de ser el "autor de su destino", les otorga una sensación de
"autoridad".El proyecto, o aquello que ocupa su lugar, se convierte en un poderoso
factor para forjar la identidad personal. Refuerza tres elementos fundamentales que
son la base de toda identidad:

El sentimiento de diferenciación: Al avanzar en la ejecución de su proyecto, la


persona es capaz de identificar mejor lo que constituye su singularidad personal en
relación con las particularidades del entorno.

El sentimiento de continuidad personal: El proyecto, como parte de la vida de una


persona, está vinculado de alguna manera a su historia personal, ya sea en
continuidad o a través de rupturas parciales, pero siempre mantiene una conexión
con su trama de vida.

El sentimiento de reconocimiento social: A pesar de las inevitables diferencias de


opinión y obstáculos que surgen en cualquier proyecto, la realización de un proyecto
conlleva la obtención de reconocimiento social, e incluso, la mera existencia social.
Esto se debe a que ningún proyecto es estrictamente individual, ya que todos están
inherentemente relacionados.

Desde un punto de vista psicológico, los proyectos contribuyen a la construcción de


la identidad personal. Además de ser una fuente de acción y un sentido de autoría,
los proyectos reflejan una característica intrínsecamente humana: la capacidad de
crear, y a través de esta capacidad, se consolida la identidad personal.

3. El Sujeto frente a su Historia Personal y a su Proyecto

El uso del término "sujeto" en nuestra lengua es ambiguo, ya que puede referirse
simultáneamente o alternativamente a "aquel que somete" y "aquel que es
sometido". El sujeto que consideramos aquí es una entidad singular que ejerce un
control más que ser controlada. Es parcialmente autónoma y parcialmente
determinada en su naturaleza. Su autonomía se refleja en la forma en que estructura
sus hábitos.

La recuperación de la historia personal implica apropiarse de todas las capacidades


que han sido parcialmente desarrolladas, en parte ignoradas o mal conocidas, y que
han quedado inactivas, enterradas bajo capas de hábitos pasivos. Esta recuperación
debe ser guiada por un proyecto que otorgue un nuevo sentido y dinamismo a la
vida del individuo. La conexión entre las experiencias pasadas y futuras se basa en
los motivos que impulsan al sujeto a actuar y establecer sus intenciones. Estos
motivos, que confieren dinamismo y significado a la acción y al proyecto, deben ser
constantemente explicados por el sujeto. Al examinar la historicidad de su situación,
el sujeto puede determinar la legitimidad de sus motivos y comprender mejor la
dirección que su proyecto busca dar a su propia historia
Vincular el proyecto a la historia personal sitúa al sujeto en un estado de aprendizaje
constante, lo obliga a extraer lo mejor de su historia para el futuro. Cada proyecto se
caracteriza por una combinación única y no repetible. Si esta combinación se
volviera repetitiva, caería en el ámbito de los hábitos pasivos. Por lo tanto, podemos
reconocer que un proyecto posee una doble función: actúa como una fuerza
impulsora y como una matriz para la historia personal. En otras palabras, el proyecto
impulsa y da forma a la historia personal del individuo.

4. El Sujeto y su Proyecto de Objeto

El proyecto se centra en la creación de un objetivo deseado y representa un intento


de dar forma al futuro. El proyecto exhibe claramente el control del individuo sobre
su entorno, un espacio que puede ser transformado y recreado según sus designios.
El sujeto es el punto de partida del proyecto, y el objeto al que se dirige el proyecto
es el resultado final que el sujeto busca materializar en un espacio potencial. La
ambivalencia del proyecto radica en su capacidad para oscilar entre la ilusión y el
realismo.

La ilusión en un proyecto se manifiesta como una combinación de proyección y un


ideal del yo. Cada proyecto lleva consigo esta ilusión, que es inherente a su
naturaleza. Por otro lado, el realismo en un proyecto se deriva del hecho de que los
motivos que lo impulsan se nutren de las deficiencias observadas en el entorno. Se
origina en la experiencia de que existe una necesidad de acción debido a la
insatisfacción generada por las circunstancias actuales. Es importante destacar que
un proyecto no se limita únicamente a dar forma a un objeto; va más allá de eso.
También se enfoca en cumplir con los propósitos que lo impulsan.

5. El Proyecto y su Actividad de Rechazo

Proyectar, en primer lugar, implica tanto la selección como la exclusión: el valor de


un proyecto radica no solo en las suposiciones que se descartan, sino también en
aquellas que se buscan priorizar. Por lo tanto, el proyecto siempre implica rechazo y
exclusión; esta es su fase negativa en contraste con las elecciones positivas.

El segundo aspecto del rechazo se relaciona con la forma en que el proyecto evita
considerar ciertos aspectos de la historia personal del individuo. Esto da lugar a un
doble rechazo que acompaña a cada proyecto. Si bien el primer rechazo es
inevitable, no ocurre lo mismo con el segundo. El segundo rechazo es más
problemático, y es beneficioso evitarlo en la medida de lo posible.

El rechazo histórico implica, de alguna manera, una voluntad de desconectar el


proyecto de sus raíces y rechazar la asunción de su propio pasado. El individuo
corre el riesgo de vivir en una especie de alienación con respecto a sí mismo, a
través de la evasión que le permite el proyecto.

6. El Proyecto está Destinado a Esclarecer al Sujeto


Proponemos que el recorrido de vida es una herramienta fundamental para
comprender el proyecto en cualquier historia personal. El proyecto se basa en
motivos que respaldan y legitiman su existencia. Estos motivos pueden dividirse en
dos categorías: motivos personales vinculados al individuo en su situación actual, en
su historia pasada, en sus valores personales y aspiraciones, y motivos
situacionales que pueden justificar la necesidad del proyecto, como deficiencias,
problemas, insatisfacciones o impactos negativos causados por circunstancias
externas.

Teniendo en cuenta estos elementos, el individuo se cuestiona si está intentando


aclarar su propio recorrido utilizando sus proyectos de manera retrospectiva o
proactiva. En un enfoque retrospectivo, el individuo se esforzará en examinar su
historia personal a la luz de sus recuerdos de satisfacción o desilusión. Por otro lado,
en un enfoque proactivo, el individuo analizará sus proyectos actuales y tratará de
comprender cómo estos se relacionan con su historia personal, ya sea en
continuidad o ruptura, y cómo modelan en última instancia esa historia personal.

Es importante destacar que un proyecto solo tiene significado para un individuo que
actúa como actor en su propia vida. Un actor permanece impotente si no involucra,
incluso a regañadientes, a las diversas personas que lo rodean, ya que estas
personas son un recurso crucial. Por lo tanto, enfatizamos la dimensión relacional
inherente a todo proyecto. La explícita comunicación de un proyecto puede servir
como una herramienta de concienciación y desarrollo personal. Es en este sentido
que el proyecto está estrechamente relacionado, aunque de manera no unívoca, con
la historia personal, que se desarrolla como la realización perpetuamente
insatisfactoria de un proyecto existencial que rara vez está completamente definido.

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