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PAUTAS PARA AUMENTAR Y DISMINUIR CIERTOS COMPORTAMIENTOS:

Antes de comenzar a aplicar consecuencias a los comportamientos de un niño


hay que tener claro qué conductas queremos que desaparezcan y por cuáles
debe sustituirlas (conducta incompatible), así como qué comportamientos que
ya están en el repertorio de conducta del niño queremos promocionar.

AUMENTAR COMPORTAMIENTOS:

Refuerzo positivo:
Ante la aparición de la conducta deseada (normalmente y para más efectividad,
la incompatible con las no deseadas) aplicamos una consecuencia con un
significado positivo para el niño: muestras de afecto, reconocimiento…
Se puede establecer un programa de puntos de modo que si en una semana se
ha realizado la conducta en todas las ocasiones pertinentes el domingo se
reciba un premio (ej. Si te lavas todos los días los dientes el domingo juegas al
fútbol con tu padre).

Condiciones para que funcione:

- Debe ser inmediato y claramente asociado a la conducta.


- La preferencia del niño por la recompensa ha de ser clara, si no es
gratificante para él no funcionará.
- Distinguir recompensa de soborno (si te portas bien te compro una
bicicleta) y de chantaje (Si no haces los deberes se lo voy a decir al
profesor)
- Deben aplicarse cada vez que el niño ejecute la conducta deseada, si
se hace de forma intermitente o se cesa demasiado pronto no se
adquirirá esa conducta.
- La conducta a premiar debe estar claramente definida, pues puede
darse el caso de que se dé junto con otra inadecuada y se refuercen
las dos.
DISMINUIR COMPORTAMIENTOS:

El castigo es la técnica más frecuente y común, sin embargo tiene


consecuencias negativas para las relaciones personales y un efecto poco
duradero en la mayoría de los casos, así pues podemos usar otras medidas:

Extinción:
Las conductas no deseadas se eliminan a través de la ausencia de
reforzadores. Es necesario conocer todos los reforzadores que mantienen la
conducta, así como ser conscientes de que los resultados no serán inmediatos,
incluso puede darse un incremento inicial de esas conductas.

Tiempo fuera:
Se aísla al niño de todo refuerzo sin discutir, debe permanecer allí hasta que se
calme.
No se presta atención al niño en los primeros momentos al regresar del tiempo
fuera, de modo que no se convierta en un juego para él.
Su aplicación debe ser coherente, consecuente e inmediata: se aplica cada vez
que se da la conducta no deseada, inmediatamente.

Sobrecorrección o práctica positiva:


Inmediatamente después de realizar una conducta que haya producido
destrozos en algún aspecto, el niño debe reparar lo dañado y hacer prácticas
de esa conducta reparadora (ej. Si deshace la cama en un arrebato debe
hacerla una y otra vez hasta que quede bien hecha, no sólo una vez.

Coste de respuesta:
Ante la aparición de ciertas conductas se le retiran refuerzos obtenidos por
realizar bien otras conductas. Hay que asegurarse de que existen refuerzos
obtenidos suficientes para “cobrar la multa”, de lo contrario no funciona.

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