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PSICOLOGÍA EXPERIMENTAL

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

Título del Ensayo

“Conducta agresiva en niños”

AUTOR (ES):

Cruzado Vela, Karen Roxana (orcid.org/0000-0001-5011-2260)

Ojanama Guerra, Helen Lucero (orcid.org/ 0000-0002-2907-130X)

Ayala Vasquez, Diego Alonso (orcid.ord/ 0000-0001-5701-4348)

Diaz Sanchez, Anny Marcela ( orcid.ord/) NT

ASESOR(A)(ES):

Arevalo Flores, Sandra Melissa (orcid.org/orcid.org/ 0000-0001-8085-648X)

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:

“Salud integral humana”

LÍNEA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA:

“Apoyo a la reducción de brechas y carencias en la educación en todos sus niveles.”

TARAPOTO — PERÚ

(2023)
PSICOLOGÍA EXPERIMENTAL

I. INTRODUCCIÓN

La agresión infantil se presenta en diferentes formas y etapas del


desarrollo humano, actualmente es uno de los problemas persistentes que
preocupa tanto a los padres como a los profesores en las escuelas, debido
a que los niños exhiben ciertos comportamientos agresivos como patear,
morder, golpear, insultar y poner apodos a sus compañeros, amenazas,
gritos, entre otros Iskandar (2020).
García (2019), mantiene la idea de que, si los niños son criados sin gritos
ni castigos, por el contrario, con amor, tolerancia y cariño se estará criando
niños con menos conductas agresivas y más concentrados en el respeto
hacia otro.
Por otro lado, Vásquez (2016), sostiene que si se quiere ayudar a un niño
a corregir su conducta agresiva se debe conocer cuáles fueron los motivos
que provocaron dicho comportamiento. Además, menciona que, si se
devuelve su agresividad con otra, entonces él aprenderá por imitación y
copiará aquellas conductas agresivas de manera rápida.
La agresividad del niño se refleja en situaciones donde este va
desenvolviéndose a diario, pudiendo ser estos lugares el hogar y la
escuela, es allí donde el niño adquiere y refuerza estas conductas, pero es
la familia quien puede ayudarle a modificar estas manifestaciones
haciendo uso de actividades significativas.
Teniendo en consideración lo antes mencionado y teniendo en claro que la
agresividad en los niños es importante,
se debe tener en cuenta que la familia y el docente cumplen un rol muy
importante en la formación de la conducta del niño, ya que son ellos
quienes orientan al niño en su comportamiento. Si los niños presentan
conductas agresivas en alta potencia entonces existe la probabilidad de
que estas persistan durante las distintas etapas del desarrollo del ser
humano. Por lo tanto, se plantea como objetivo general identificar las
principales causas de las conductas agresivas en niños de inicial.
El estudio de Boj (2015) resalta que la conducta agresiva en la infancia
puede convertirse en un patrón persistente en la vida adulta si no se
controla adecuadamente. En este sentido, tanto la familia como la escuela
desempeñan un papel crucial en la gestión de la agresividad en los niños y
niñas.
PSICOLOGÍA EXPERIMENTAL

De acuerdo con el autor, si un niño crece en un hogar caracterizado por


conflictos familiares o la ausencia de figuras parentales, puede
experimentar una sensación de desprotección y desamparo. Esta situación
puede llevar al niño a reprimir sus emociones y a manifestar su enojo
mediante conductas agresivas, como golpear objetos. Sin embargo si la
familia, como agente educador, no cumple con su responsabilidad, la
escuela debe asumir un papel importante en la prevención de la
agresividad en los niños. Por lo tanto, es esencial que los docentes
empleen nuevas estrategias y establezcan una comunicación efectiva con
las familias para crear ambientes saludables tanto en la escuela como en
el hogar, con el objetivo de controlar las conductas agresivas y fomentar la
convivencia armoniosa entre los niños.

Silva (2009) define las conductas agresivas como comportamientos que


implican una disposición a actuar de manera agresiva hacia otros,
incluyendo ataques, faltas de respeto, ofensas o provocaciones
intencionales. Ribes (1990, citado en cochaches et al., 2014) describe la
conducta agresiva como una forma intensa o violencia de comportamiento,
ya sea físico o verbal, que causa daño a otros y que puede ser aprendida y
tratada para reemplazarla como conductas positivas.

Por otro lado Boj (2015) señala que las conductas agresivas son
comportamientos intencionados que pueden causar daño a otros, como
golpear, burlarse, ofender o utilizar palabras inapropiadas. Rodríguez y
Barrera (2018) argumentan que las conductas agresivas son naturales en
el desarrollo de los niños, pero deben superarse con el tiempo, esperando
su desaparición hacia los cuatro años de edad bajo la influencia de
modelos parentales y el entorno social y afectivo.

Además, Sánchez (2007, citado en Cobo, 2019) sostiene que las


conductas agresivas se relacionan con un mecanismo de la personalidad
basado en actitudes violentas y el control de los instintos como una forma
de defensa. El texto enfatiza la importancia de abordar las conductas
agresivas en la infancia, ya que si no se tratan a tiempo, pueden llevar al
fracaso escolar y a comportamientos antisociales en la adolescencia y la
edad adulta. Por lo tanto, destaca la necesidad de que la familia y la
escuela contribuyan a crear entornos armoniosos para el desarrollo social
y emocional de los niños.
PSICOLOGÍA EXPERIMENTAL

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