Está en la página 1de 1

Metáfora “Los fantasmas en casa”

Imagina que eres el dueño de la casa que siempre has querido, imagina esa casa, ¿qué
tendría?, ¿por qué te gustaría tener eso? (dar espacio para que el participante conteste).
Ahora piensa que, para tener esas cosas en tu casa y ese tipo de casa, seguramente tuviste que
trabajar y esforzarte mucho, así como lo has hecho hoy (ponga ejemplo de los logros que han
tenido el participante en su vida (p. ej.: ser madre, acabar una carrera, entre otros).
Imagina que estás viviendo ahí y que un día descubres que esa casa está embrujada, y claro,
esto te causa mucho miedo, ansiedad, enojo, impotencia. ¡Todo parecía ir bien, hasta que:
buuh! ¡Esos fantasmas aparecieron en tu vida! ¿Qué te daría ganas de hacer? ¿huir?,
¿abandonar todo por lo que has luchado y lo que te ha costado tanto trabajo? (dar un tiempo
para que el participante conteste).
Ahora imagina que un día, uno de los fantasmas que vive en esta casa te propone negociar.
Este fantasma te ofrece desaparecer de tu casa, pero te pone una condición: tú no los verás,
ni sentirás más miedo, siempre y cuando permanezcas solo en la casa y no la abandones
nunca.
Esto parece estar bien por algún tiempo, los fantasmas dejan de aparecer, pero las cosas
básicas como la comida, jabón, agua y el dinero se empiezan a acabar y es ahí donde
comienzas a pensar “que esto tal vez no fue una buena idea”. Además, cuando te asomas por
la ventana puedes ver la luz del día, puedes imaginarte lugares que te gustaría visitar, gente
con la que quisieras estar, comida que te gustaría probar o libros que te gustaría leer y el
sentimiento de añoranza comienza a aparecer y empiezas a sentir el vacío de aquellas cosas
que faltan en tu vida. ¿Te suena conocida esta historia? A veces, por no sentir miedo u otras
emociones nos quedamos estancados dejando de hacer cosas y sintiéndonos vacíos.
Ahora piensa que estos fantasmas te asustan, pero nunca te han hecho daño y es porque ellos
no pueden dañarte. Así que decides salir de casa y comenzar a vivir, pero en el momento en
el que tu vas hacia la puerta aparecen los fantasmas e intentan asustarte, justo como nos pasa
cuando queremos intentar cosas nuevas en la vida: sentimos miedo. Y en este momento tu
puedes elegir, los fantasmas no se irán, pero no pueden causarte daño, tú no puedes abandonar
la casa, así como no puedes abandonar tu vida en la actualidad, y la pregunta sería: si pudieras
elegir una vida con miedo, pero también con cosas valiosas o una vida sin miedo, pero vacía,
¿qué clase de vida elegirías? (dar tiempo para que los participantes contesten).
Trabajemos por esa vida valiosa, no para tener contentos a los fantasmas.

También podría gustarte