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M. Crespo
Adaptación española
H. González-Ordi
B. Ruiz
M.ª M. Gómez
P. Santamaría
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CIT
MANUAL
Versión experimental
TEA Ediciones
Madrid, 2019
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Cómo citar esta obra
Para citar esta obra, por favor, utilice la siguiente referencia:
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Índice
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Acerca de los autores
María Crespo
Doctora en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y profesora titular
de Psicología clínica en esta misma universidad. Es así mismo especialista en
Psicología clínica y tiene el reconocimiento de la European Federation of Psychology
Association (EFPA) como Psicóloga Especialista en Psicoterapia. Es directora del
grupo de investigación Complutense en “Victimología: atención psicológica a
víctimas de experiencias traumáticas”. En los últimos años ha trabajado en varios
proyectos para la mejora de los procedimientos de evaluación psicológica y el
desarrollo de tratamientos psicológicos eficaces para las víctimas de
acontecimientos traumáticos en general y, de manera más específica, de las mujeres
víctimas de violencia en la pareja. En esta línea de trabajo ha dirigido proyectos
financiados por la Universidad Complutense de Madrid, la Comunidad Autónoma de
Madrid y el Plan Nacional I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad. Sus
trabajos sobre evaluación de los efectos del trauma se han plasmado en la
publicación de la Escala de Evaluación Global de Estrés Postraumático – EGEP (2012)
y su adaptación al DSM-5, EGEP-5 (2017), ambas publicadas en TEA Ediciones. Es
co-directora del curso «Atención integral en violencia de género» de la Escuela
Complutense de verano. Ha publicado numerosos artículos científicos y varios libros
entre los que destacan Técnicas de Modificación de Conducta (1998), Estrés (2003),
Protocolo de atención psicológica a mujeres víctimas de violencia de género (2009),
Estigma y enfermedad mental (2009) y Psicología Clínica Basada en la Evidencia
(2012). Su labor investigadora ha sido reconocida, entre otros, por los siguientes
premios de investigación: Rafael Burgaleta (primer premio en 2003 y accésit en
2011) del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, premio de Investigaciones
Sociales del IMSERSO (2006), premio de investigación Francisco Garcés Roca 2006,
otorgado por la Sociedad Española de Asistencia Sociosanitaria, y premio TEA
Ediciones (2011).
Héctor González-Ordi
Doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid (Premio
Extraordinario de Doctorado). Psicólogo Especialista en Psicología Clínica. Profesor
de la Facultad de Psicología y Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la
Universidad Complutense de Madrid. Antiguo Editor Jefe y actualmente Editor
Asociado de la revista Clínica y Salud. Entre sus campos de interés, tanto en
investigación aplicada como en la práctica clínica, se encuentran los tópicos de la
Sugestión e Hipnosis, el trauma (TEPT) y la disociación, el dolor crónico y el estudio
de la validez de síntomas (simulación y disimulación). Autor de numerosos artículos
científico-técnicos, capítulos de libro y libros, entre los que cabe destacar,
Estrategias de detección de la simulación, un manual clínico multidisciplinar (2012)
e Hipnosis, Trauma y Disociación (2019). Así mismo, es autor del Informe
interpretativo informatizado del Inventario Multifásico de Personalidad de
Minnesota – Forma Reestructurada - MMPI-2-RF (2016) y adaptador al castellano
del Inventario Estructurado de Simulación de Síntomas – SIMS (2009). Entre otros
méritos, ha recibido el premio de investigación “Early Career Award” otorgado por
la Stress and Anxiety Research Society – STAR (2002) y el Diploma de Reconocimiento
otorgado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid a la labor de difusión y
promoción de la Psicología en la sociedad a través de los medios de comunicación
(2013).
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María del Mar Gómez-Gutiérrez
Pablo Santamaría
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Agradecimientos
El CIT no habría sido posible sin la contribución de múltiples profesionales, centros
e instituciones. A todos ellos queremos expresar nuestro más sincero
agradecimiento y nuestro reconocimiento por la labor desempeñada.
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Alejandra Loredo Traviesa Carmen R. Muñoz Galán Cinthia Michelle Puluche
Irene Martín Robles Inés Navarro González Rodríguez
Sofía Belén Martín Amaia Nerea Osoro Sas Sara I. Rodríguez Moreno
Ruipérez Andrea Otero Cuevas Silvia Sánchez-Ferrer
Lorena Martínez Martínez Elena Parro Jiménez Sánchez
Enric Massaguer Ferrer Ignacio Peña López Teresa Sanz Mena
Remedios Melero Cavero Marta Ponce Neto Carmen Terés Jiménez
María Asunción Molina Cristina Portero Ruiz Sergio Varela Lérida
Pelegrín Inmaculada Vera Preciado
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Ficha técnica
Nombre: Cuestionario de Impacto del Trauma (CIT)
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permite su uso experimental en contextos clínicos y forenses y obtener perfiles de
resultados.
En esta fase se ofrece gratuitamente el uso del CIT para la evaluación de casos clínicos y
forenses con el objetivo de establecer evidencias de validez convergente y discriminante
con distintos grupos clínicos. Por este motivo se aplica junto con un protocolo formado
por otras pruebas y por eso se requerirá una identificación del tipo de caso evaluado y
su contexto.
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1. Descripción general
Pero si bien el TEPT es el cuadro más conocido y estudiado, las secuelas y efectos de un
acontecimiento traumático van mucho más allá. Entre ellos, y sin ánimo de ser
exhaustivos, se pueden constatar la aparición de trastornos de ansiedad (trastornos
fóbicos, ansiedad generalizada…), alteraciones del estado de ánimo (depresión…),
somatizaciones, dificultades de regulación emocional, abuso de sustancias, problemas
de identidad, dificultades interpersonales, problemas conductuales (e.g., autolesiones,
comportamientos impulsivos y compulsivos en alimentación, sexo…). De hecho, los
datos indican reiteradamente que el TEPT presenta unas altas tasas de comorbilidad con
otros trastornos; pero incluso podemos encontrarnos casos que, sin presentar cuadros
completos de TEPT, presenten otro tipo de diagnósticos. El propio DSM-5 (APA, 2013)
señala que las personas con un diagnóstico de TEPT son un 80% más propensas a
presentar síntomas que cumplen con los criterios diagnósticos para al menos otro
trastorno, mientras que Kessler et al. (1995) indican que la probabilidad de padecer al
menos otro trastorno psicológico a lo largo de la vida es significativamente mayor entre
quienes en algún momento de su trayectoria vital han presentado TEPT.
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general y adecuada del estado psicológico o psicosocial de los afectados por este tipo
de situaciones (Courtois, 2004).
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La versión definitiva que se publique del CIT (en una fase posterior a esta y prevista para 2020 tras la
validación con las muestras clínicas y forenses) proporcionará puntuaciones en una escala de Impresión
negativa compuesta de ítems que reflejan cuando la persona evaluada está dando una imagen de su
sintomatología postraumática poco verosímil o poco probable. No obstante, esta escala está todavía en
fase de investigación y por prudencia no se proporcionarán resultados en el perfil en esta fase de
validación. Será a partir de los datos que se recojan en esta fase de validación cuando se podrá confirmar
o refutar la adecuación de esta escala planteada de impresión negativa para el CIT.
Con el objetivo de que el profesional pueda disponer de indicadores de exageración de sintomatología
para su toma de decisiones se proporciona dentro del protocolo tanto el SIMS como las escalas de validez
de PAI o MMPI-2-RF.
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presentar la información aportada por la persona evaluada, ya sea por respuestas
aleatorias o incoherentes o por otros motivos.
Por otra parte, y desde el punto de vista de la conceptualización del TEPT, si bien el CIT
toma como referencia fundamental los criterios diagnósticos DSM-5 (APA, 2013), o la
definición de TEPT complejo del reciente CIE-11 (OMS, 2018), va más allá de los
controvertidos criterios, incorporando las aportaciones de los estudios recientes sobre
la estructura latente de la sintomatología postraumática (e.g. Armour et al., 2015, 2016;
Soberón et al., 2016), así como aportaciones clínicas y experimentales sobre otras áreas
afectadas por el trauma.
Finalidad
El CIT tiene como objetivo la valoración global de las secuelas y el impacto psicosocial
de acontecimientos traumáticos en personas adultas. De este modo el cuestionario
pretende proporcionar una panorámica general y amplia del impacto del trauma en la
vida de la persona, siendo aplicable a todo tipo de acontecimientos traumáticos y en
contextos clínicos, forenses o de investigación.
Contexto de utilización
El CIT se ha diseñado para la evaluación de población que haya sufrido cualquier tipo de
acontecimiento traumático. Desde un punto de vista clínico, la información que aporta
la prueba respecto a la sintomatología puede ser de gran utilidad en el diseño de
programas de intervención individualizados, centrados en las áreas de la vida del
paciente más afectadas por el trauma y en los síntomas que más malestar generan en
cada caso. En este contexto la prueba también puede ser de utilidad clínica para la
valoración de los efectos de las intervenciones implementadas en el medio y largo plazo.
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Por otra parte, la prueba es de utilidad en la evaluación forense permitiendo determinar
el grado de afectación postraumática presente en la vida de la persona en el momento
de la evaluación. n ambos contextos, la prueba debe complementarse, en su caso, con
instrumentos para la evaluación y diagnóstico del TEPT.
Contenido y estructura
El CIT está compuesto, en su versión actual2, por 239 ítems articulados en 32 escalas
agrupadas en 5 categorías (4 de síntomas y 1 de validez) que son las siguientes:
o Intrusión
o Evitación
o Alteración cognitiva y del estado de ánimo
o Alteración en la activación y reactividad
o Disociación
▪ Disociación psicológica
▪ Disociación somática
o Cambio vital
• Área somática
o Problemas somáticos
o Alteraciones del sueño
• Área internalizante
o Ansiedad
o Rumiación
o Pánico
o Depresión
o Desregulación emocional
o Malestar sexual
o Alteraciones en la conducta alimentaria
o Ideación suicida
o Autolesiones
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La publicación de la versión definitiva del CIT tendrá lugar en 2020, una vez se hayan finalizado los
estudios con muestras clínicas y forenses. En esa publicación final, el CIT probablemente tendrá un
número menor de ítems tras la selección de aquellos que hayan mostrado unas propiedades óptimas
para la evaluación. También aparecerá la puntuación en una escala de Impresión negativa como control
de la exageración de síntomas que pueda presentar la persona evaluada. Esta escala ya está incluida en
el cuadernillo del CIT pero no se proporcionan resultados a la espera de finalizar sus estudios de
validación.
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• Área externalizante
o Abuso de sustancias
o Conductas de riesgo
o Conductas sexuales de riesgo
o Ira
• Área interpersonal
o Dependencia emocional
o Distanciamiento social
o Deterioro en el funcionamiento
o Inconsistencia
La prueba proporciona una puntuación de la frecuencia en el último mes para las escalas
de síntomas, proporcionando una puntuación para cada escala (29 en total) y
permitiendo la valoración de la misma mediante la comparación con los baremos de
referencia, establecidos a partir de una amplia muestra de población general.
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La versión definitiva que se publique del CIT (prevista para 2020 tras la validación con las muestras
clínicas y forenses) proporcionará puntuaciones en una escala de Impresión negativa compuesta de ítems
que reflejan cuando la persona evaluada está dando una imagen de su sintomatología postraumática poco
verosímil o poco probable. Los ítems de esta escala ya están incluidos en el cuadernillo del CIT pero no se
proporcionan resultados por prudencia hasta tener su validación completa. Con el objetivo de que el
profesional pueda disponer de indicadores de exageración de sintomatología para su toma de decisiones
se proporciona dentro del protocolo tanto el SIMS como las escalas de validez de PAI o MMPI-2-RF.
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Materiales
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2. Normas de aplicación y corrección
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3. Normas de interpretación
Al consultar el perfil de resultados del CIT puede advertirse que aparecen dos
puntuaciones para cada escala: la puntuación directa (PD) y la puntuación típica T. Toda
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la interpretación de resultados en el CIT se realiza a partir de las puntuaciones típicas T.
A continuación, se explican ambos tipos de puntuaciones y la lógica que les subyace.
Las puntuaciones directas (PD) resultan del promedio de respuestas de la persona
evaluada a los ítems que componen dicha escala. Estas puntuaciones, por sí mismas,
tienen una difícil interpretación y es necesaria su transformación a puntuación típicas
(T) para poder dotarlas de interpretación y significado “psicológico”. Así, para que una
puntuación directa (PD) obtenida en un test tenga un significado “psicológico” se
requiere de algún tipo de transformación estadística que la ponga en relación con un
criterio externo de referencia. La evaluación es siempre un ejercicio de comparación. De
la misma forma que decir que alguien es alto significa hacer una comparación con otras
personas, la evaluación produce datos que nos indican cómo es la persona evaluada en
comparación con otras de edades y características similares. Para ello, se compara la
puntuación directa obtenida por la persona evaluada con la de un amplio grupo de
individuos extraídos de la población general. A partir de esta comparación, se obtiene
su puntuación típica T que establece en qué medida la persona obtiene puntuaciones
mayores, iguales o menores que este grupo de referencia o grupo normativo que
constituye su baremo de comparación.
Por este motivo, en el perfil de resultados del CIT se incluyen las puntuaciones T en cada
una de las escalas y son las que se representan gráficamente y en las que basa toda la
interpretación de resultados. Estas puntuaciones T se obtienen al comparar las
puntuaciones directas de la persona evaluada (PD) con las puntuaciones una muestra
de 1.000 adultos de la población general evaluados con el CIT y que constituyen el
baremo general de la prueba o la referencia o norma4. En dicha muestra de referencia
todas las escalas del PAI tienen una puntuación T media de 50 y una desviación típica de
10. Así, una puntuación T que se sitúa por encima de 50 en una escala, indica que las
respuestas de la persona evaluada reflejan que posee dicho atributo en mayor medida
que la población general; cuanto más alejado del 50, en mayor medida se caracterizará
por ese atributo al compararla con la población general.
Por lo tanto, las puntuaciones típicas T lo que hacen es indicarnos cuánto de bajo, medio
o alta es esa puntuación directa cuando la comparamos con lo que obtienen
habitualmente otros adultos de la población general en esa variable. Por ejemplo, casi
todo el mundo experimenta períodos en los que puede sentirse algo deprimido, pero
¿cómo determinar si ese nivel de depresión es normal o por el contrario resulta
significativo? La respuesta la encontramos en las puntuaciones T que reflejan en qué
medida ese nivel de respuestas se da en una muestra amplia de adultos y nos indica
cuanto de frecuente o infrecuente es ese nivel de sintomatología o alteración. Así, una
puntuación T de 60, equivalente aproximadamente a un percentil 84, indica que la
persona experimenta los síntomas y problemas indicados por la escala en mayor medida
que la muestra de referencia, concretamente más que el 84% de los adultos de la
población general; una puntuación T de 70, equivalente aproximadamente a un
percentil 98, representa un grado de problemas y síntomas que no suelen darse en la
población general (solo en un 2%) e indica, probablemente, un problema de importancia
clínica.
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El lector interesado puede encontrar información sobre las características de esta muestra en el
capítulo 4 de este manual.
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Tabla 3.1. Equivalencia aproximada entre algunas puntuaciones T y sus percentiles
en la muestra de tipificación de población general del CIT
60 - 64 Elevación leve
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3.2. Etapas a seguir en la interpretación del CIT
A continuación, se detallan las fases que se recomiendan seguir para una correcta
interpretación del perfil de resultados del CIT.
Una vez terminada la aplicación de la prueba se recogerán los cuadernillos y las hojas de
respuesta, comprobando si se han rellenado correctamente los datos de identificación
(ID, tipo de aplicación, edad, sexo, hora de comienzo y de finalización…) y si se han
anotado las contestaciones de forma correcta (esto es, rellenando el círculo). El
profesional también deberá comprobar que no haya respuestas en blanco o ítems con
respuestas "dobles" (p. ej., se ha marcado tanto la opción 1 como la 3).
En caso de omisiones, el profesional podrá señalar las respuestas en blanco a la persona
e invitarla a contestarlas. Es mejor no insistir demasiado si la persona, por cualquier
razón, se obstina en no querer contestar. En algunos casos se podrán explorar las
razones en un segundo momento. La indagación sobre el motivo de las omisiones puede
resultar interesante a nivel interpretativo y diagnóstico. Estas pueden deberse a simples
distracciones, a una posible ansiedad excesiva a la hora de contestar a las preguntas, a
problemas de comprensión de los ítems, a una interpretación muy particular de los
mismos o a un rechazo más general a la prueba o a la evaluación. En todo caso puede
ser un aspecto en el que indagar. En el caso de "respuestas dobles" (p. ej., se ha marcado
tanto la opción 1 como la 3), se llamará la atención de la persona evaluada sobre el ítem
en cuestión y se le solicitará que indique una única respuesta, borrando la opción de
respuesta a descartar.
Ha de recalcarse que la presencia de omisiones o de dobles respuestas afecta a la
precisión y calidad de la información proporcionada por el CIT y a la interpretación de
sus escalas. Por este motivo, es recomendable reducir al mínimo posible las omisiones
o las dobles respuestas que puedan existir en la hoja de respuestas (se ha de intentar
que se respondan a todos los ítems). De hecho, si una hoja de respuestas del CIT tiene
un cierto número de omisiones (sin responder o con dobles respuestas) se puede
considerar inválida y no podrá ser corregida ni se podrá obtener ninguna puntuación del
CIT.
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La versión definitiva que se publique del CIT (2020) proporcionará puntuaciones en Impresión negativa
alertando cuando la persona evaluada está dando una imagen de su sintomatología postraumática poco
verosímil o poco probable.
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Una de las fuentes de distorsión puede ser la confusión, el despiste o el descuido al
responder la prueba. En este sentido, aquellas personas que contestan a las preguntas
al azar, sin reflexionar o que tienen problemas de comprensión lectora pueden obtener
resultados que no reflejan precisamente sus experiencias. Con el objetivo de evaluar
estos aspectos se dispone de la escala Inconsistencia en el perfil de resultados del CIT
cuyas pautas de interpretación son descritas en la tabla siguiente.
Tabla 3.3. Pautas de interpretación de la escala Inconsistencia
La escala Inconsistencia evalúa si se ha respondido de forma inconsistente a los ítems de la prueba, sin prestar
atención a lo que respondía o haciéndolo al azar. Para ello se tiene en cuenta la respuesta a pares de ítems
altamente relacionados entre sí, ya que reflejan contenidos próximos y a los que la mayoría de las personas
suele responder de forma parecida (p. ej., “Me siento triste” y “Tengo ganas de llorar” o “Pienso que no merezco
ser feliz” y “Creo que ya no puedo ser feliz”).
Puntuaciones altas en esta escala son indicativas de que la persona ha respondido de manera inconsistente a la
prueba y, por lo tanto, los resultados obtenidos pueden no ser interpretables. La presencia de inconsistencia
puede deberse a múltiples causas: la persona puede haber respondido al azar o sin prestar la suficiente
atención, puede haber tenido dificultades para comprender las instrucciones o los ítems de la prueba, puede
haberse equivocado al anotar sus respuestas, puede haber habido algún error al teclear sus respuestas en la
plataforma de corrección, etc.
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Cuando se observen puntuaciones elevadas en la escala Inconsistencia, el profesional
deberá tomar las medidas oportunas para indagar acerca de las posibles causas de esta
situación y así determinar el grado de cautela que debe tener en la interpretación de los
resultados del CIT o, en ciertos casos, descartar los resultados obtenidos. A
continuación, se comentan con más detalle algunas posibles causas que pueden explicar
la presencia de patrones de respuesta inconsistentes y se proponen algunas medidas
para detectarlas y subsanarlas:
• Se han cometido errores en la introducción de las respuestas en el sistema de
grabación: La tarea de teclear las respuestas en el sistema de corrección de TEA
Ediciones resulta delicada y es posible que se hayan cometido errores durante
este proceso. Por ello, cuando aparezca una puntuación elevada en
Inconsistencia, antes de continuar comprobando otras hipótesis, conviene
revisar que las respuestas se han introducido correctamente por parte del
profesional en el sistema de corrección6.
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En la versión definitiva que se publique del CIT (2020) estará disponible tanto este sistema de aplicación
en papel y lápiz como, opcionalmente para el profesional que lo desee, un sistema de aplicación on-line
que permitirá que la persona evaluada reciba un correo con instrucciones para responder a la prueba on-
line y que avisará automáticamente al profesional cuando la persona haya acabado de introducir sus
respuestas para acceder al perfil de resultados. Esta aplicación on-line evitará los posibles errores de
tecleo por parte del profesional o de los colaboradores del profesional. En estos casos de aplicación on-
line lo que habrá que verificar es que la persona evaluada no haya cometido errores marcando las
respuestas en el sistema o entendiendo su funcionamiento, por lo que convendrá preguntarle si tuvo
dificultades durante este proceso.
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persona pueda plantear sus dudas antes de comenzar a responder. Para
determinar si esta es la causa de la elevación en la escala Inconsistencia se
recomienda preguntar a la persona acerca de su forma de completar el ejemplar
y pedirle algunos ejemplos concretos que indiquen por qué ha proporcionado las
respuestas que ha marcado a los ítems, lo cual permitirá clarificar si ha realizado
correctamente la tarea.
También conviene asegurarse de que la persona que responde al CIT tiene una
capacidad cognitiva y una comprensión lectora adecuadas para leer y responder
a los enunciados incluidos en el test. Durante el desarrollo del CIT se ha
procurado que los ítems fueran lo más breves y sencillos posible, así como
eliminar terminología poco frecuente o compleja. No obstante, ciertas personas
pueden tener dificultades para interpretar adecuadamente los ítems o pueden
haber tenido dificultades con términos específicos que desconozcan; esto
también puede producir elevaciones en la puntuación en Inconsistencia. Si lo
estima oportuno, sugiera a la persona evaluada que señale aquellos términos
con los que tenga dificultades para consultarlos con usted al finalizar la
aplicación.
En la tabla 3.4 se incluye una breve definición de cada una de las escalas del CIT así como
posibles hipótesis e inferencias interpretativas que pueden extraerse de la aparición de
puntuaciones altas en la escala (T > 70, elevación clínicamente significativa).
Complementariamente, pueden considerar también puntuaciones T igual o mayor a 65
como en el área de precaución o potencialmente clínicas.
Un primer análisis de las puntuaciones en la sección de escalas de estrés postraumático
permitirá dilucidar en qué grado están presentes los síntomas más relevantes y
definitorios del estrés postraumático (intrusión, evitación, activación y reactividad y
alteración cognitiva y del estado de ánimo), así como aspectos frecuentemente
vinculados como la disociación o la sensación de haberse producido un cambio vital.
Tras ese primer análisis, la consulta de las escalas de síntomas permitirá concretar en
qué áreas y dominios (somática, internalizante, externalizante, interpersonal) se
presenta la sintomatología indicada por la persona evaluada para poder determinar de
forma más específica la intervención o las indicaciones a incluir en un posible informe.
En un tercer momento se analizará la sección de alteraciones en las creencias para
valorar qué aspecto de su sistema de creencias en relación consigo misma, con los
demás, con el mundo y el futuro pueden estar afectados y ser objetos de intervención
o valoración.
Finalmente, el análisis de la puntuación en la escala Deterioro en el funcionamiento nos
indica en qué grado considera la persona evaluada que la sintomatología presente está
causando deterioro clínicamente significativo en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento (criterio G en diagnóstico de TEPT del DSM-5 o criterio
general de malestar clínicamente significativo o deterior en valoración de trastornos
psicopatológicos).
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Tabla 3.4. Descripción de las escalas del CIT y pautas de interpretación de
puntuaciones altas
Escala Descripción
Escalas de estrés postraumático
Esta escala evalúa la presencia de reacciones postraumáticas intrusivas, que se
caracterizan por recuerdos desagradables relacionados con un acontecimiento traumático,
sueños en los que aparece contenido relacionado con el acontecimiento o una repetición
de este, malestar ante estímulos que recuerdan el acontecimiento o recuerdos sobre este y
revivir el acontecimiento como si estuviese sucediendo de nuevo.
Puntuaciones altas en esta escala suelen estar relacionadas con que la persona ha vivido
un acontecimiento traumático. Por lo tanto, las puntuaciones altas pondrían de manifiesto
la presencia de sintomatología postraumática referida a intrusión. Así, la persona refiere
Intrusión (Int) manifestar de forma involuntaria memorias relacionadas con el acontecimiento que
pueden presentarse en forma de recuerdos (imágenes o pensamientos), sueños o
sensaciones. Además, los estímulos que le recuerdan el acontecimiento ya sean situaciones
o personas, pueden desencadenar una respuesta de nerviosismo, sintiendo por ejemplo
que el corazón se les acelera, que presentan temblor o sudoración. En algunos casos, la
persona puede presentar flashbacks. La aparición de puntuaciones altas en esta escala es
frecuente en personas que han vivido un acontecimiento traumático, si bien también
pueden aparecer en otras situaciones clínicas que tengan relación con pensamientos
intrusivos (por ejemplo, la presencia de obsesiones).
Esta escala evalúa la presencia de sintomatología referida a evitación a nivel cognitivo
(pensamientos y conversaciones), emocional (sentimientos) y conductual (situaciones,
personas y lugares), de todos lo que suponga un recordatorio del acontecimiento
traumático o se asocie a éste.
Puntuaciones altas en esta escala indican que la persona hace esfuerzos intencionados
Evitación (Evi)
para mantenerse alejado de estímulos internos o externos, generalmente asociados a un
acontecimiento traumático, que le provocan una malestar físico o emocional. Con el fin de
no presentar este malestar la persona evita los estímulos que puedan desencadenarlo. En
aquellos casos en los que la persona se ve obligada a exponerse a dichos estímulos pueden
darse respuestas de escape.
Esta escala evalúa las alteraciones cognitivas y del estado de ánimo asociadas al
acontecimiento traumático. Incluye la incapacidad para recordar algún aspecto central del
acontecimiento traumático no provocada por lesión cerebral o consumo de sustancias, la
presencia persistente de creencias negativas sobre uno mismo, los demás y el mundo, la
percepción distorsionada acerca de la causa o responsabilidad del acontecimiento
traumático, el estado emocional negativo persistente, la anhedonia, el sentimiento de
distanciamiento y desapego respecto a los demás, y la incapacidad persistente de
Alteración cognitiva y
del estado de ánimo
experimentar emociones positivas.
(Cog) Puntuaciones altas en esta escala indican que la persona muestra un importante
embotamiento emocional y una percepción alterada de sí mismo, del mundo y de los
demás, que pueden relacionarse con el acontecimiento traumático. No obstante, altas
puntuaciones en la escala también pueden relacionarse con la presencia de depresión
(anterior o posterior al acontecimiento traumático). El análisis de las escalas de síntomas
y de alteraciones de las creencias podrá resultar útil para precisar las áreas de síntomas
particularmente afectadas.
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Esta escala evalúa la presencia de alteraciones en la activación, caracterizadas por
irascibilidad, un estado de alerta o vigilancia constante, una elevada activación fisiológica,
y una respuesta de sobresalto pronunciada. Incluye así mismo la tendencia a mostrar una
alta labilidad emocional. Estas alteraciones en la activación se plasman además en
Alteración en la
activación y
problemas de sueño (para conciliarlo o para mantenerlo) y de concentración.
reactividad (Act) Puntuaciones altas en esta escala indican la presencia de alteraciones en el estado de
alerta y vigilancia, alta labilidad emocional y alta activación fisiológica que puede interferir
con funciones biológicas como el sueño y con la atención, el rendimiento y la realización de
tareas.
Esta escala evalúa la presencia de sintomatología disociativa relacionada con fenómenos
de desrealización, despersonalización, amnesia disociativa y alteraciones de la identidad,
así como, sintomatología de tipo conversivo (trastorno de síntomas neurológicos
funcionales) asociados a la experiencia traumática. Esta escala resulta la suma de las
subescalas Disociación psicológica y Disociación somática.
La puntuación alta en esta escala puede indicar la presencia de procesos de desapego o
Disociación (Dis) desconexión de sí mismo o de la realidad (despersonalización o desrealización), síntomas
de compartimentalización (amnesia disociativa o alteraciones de la identidad) y síntomas
de tipo conversivo (síntomas neurológicos funcionales).
Sería recomendable descartar etiología neurológica, psicopatológica (sintomatología de
tipo psicótico) y que los efectos sean producidos por el consumo de sustancias psicoactivas
(puede consultarse a este efecto la escala Abuso de Sustancias), antes de pensar en la
existencia de trastorno disociativo o conversivo.
Esta subescala evalúa la presencia de sintomatología disociativa a nivel psicológico, que se
caracteriza por la presencia de síntomas en la que se ven alterados procesos psicológicos,
esto es desrealización, despersonalización, amnesia disociativa y alteraciones de la
identidad.
Disociación Puntuaciones altas en esta subescala indican que la persona presenta síntomas de
psicológica (Dps) desapego que se evidencian por la desconexión de sí mismo y de la realidad. Además,
presenta síntomas de compartimentalización, ya que manifiesta dificultades para recordar
algunos aspectos del día a día o de su historia personal, así como alteraciones relacionadas
con su propia identidad. En los casos con puntuaciones elevadas en esta escala convendría
descartar la presencia de un trastorno disociativo.
Esta subescala evalúa la presencia de sintomatología disociativa de carácter somático, por
lo que se exploran síntomas de tipo conversivo (trastorno de síntomas neurológicos
funcionales) asociados a la experiencia traumática. Incluye síntomas de debilidad o
parálisis, movimientos anómalos, síntomas de deglución, del habla, convulsiones, anestesia
o pérdida sensitiva y síntomas sensitivos especiales.
Disociación somática
Puntuaciones altas en esta subescala reflejan que el paciente experimenta alteraciones
(Dso)
senso-perceptivas y motoras de forma recurrente, involuntaria e incontrolable y que, en
general, presenta altos niveles de disociación somática. Es recomendable descartar
etiología neurológica y que los efectos sean producidos por el consumo de sustancias
psicoactivas (puede consultarse a este efecto la escala de Abuso de Sustancias), antes de
pensar en la existencia de trastorno disociativo o conversivo.
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Esta escala evalúa el impacto del trauma en la vida a nivel personal e indica la presencia de
un cambio significativo en la personalidad del individuo relacionada con el acontecimiento
traumático. La persona siente que ha cambiado a raíz del acontecimiento traumático, que
ya no es la misma, que su vida tiene un antes y un después del acontecimiento.
Puntuaciones altas en esta escala indicarían un gran cambio en la vida de la persona. Una
puntuación alta en esta escala no indica necesariamente que el cambio haya sido a negativo
Cambio vital (Cvi) (i.e. a peor) ni a positivo (un crecimiento postraumático), sino que se centra en señalar la
presencia de un antes y un después con relación al acontecimiento. La respuesta de la
persona al ítem 88 del CIT “Creo que mi vida ha ido peor desde el acontecimiento
traumático” puede ayudar a aclarar si este cambio vital es percibido como negativo o como
positivo por la persona. Por este motivo, este ítem se incluye dentro de los ítems críticos y
se informa de él en el perfil de resultado si ha dado una respuesta de “Muchas veces” o
“Siempre o casi siempre” para señalar esta percepción negativa del cambio vital sucedido.
Escalas de síntomas
Área somática
Esta escala evalúa la presencia de molestias o quejas somáticas del tipo dolor en diversas
partes del cuerpo, mareos, temblor, fasciculaciones, problemas gastrointestinales,
cansancio o malestar físico.
Puntuaciones altas en esta escala indican que la persona puede sentirse cansada o
enferma la mayor parte del tiempo, experimentando dolor persistente en cabeza, espalda,
Problemas somáticos brazos, piernas y articulaciones o zona genital, con más frecuencia de la esperable.
(Som) Igualmente, presenta tensión musculoesquelética, problemas gastrointestinales y
neurovegetativos. Si bien la sintomatología que se evalúa en esta escala responde a
manifestaciones de tipo físico, este tipo de quejas correlacionan con alteraciones
emocionales y psicopatológicas. Puntuaciones muy altas pueden indicar que las quejas
somáticas afectan a la mayoría de los sistemas orgánicos y estén acompañadas de fatiga y
debilidad muy incapacitantes para la persona.
La escala evalúa las alteraciones y trastornos del sueño más prevalentes en pacientes con
estrés agudo y postraumático, especialmente los relacionados la valoración general de la
calidad del sueño y el descanso nocturno (" Mi sueño es poco reparador") y con el insomnio
de inicio o de conciliación ("Me cuesta mucho quedarme dormido o dormida"), insomnio
de mantenimiento ("Me despierto varias veces por la noche") e insomnio del final del sueño
Alteraciones del sueño
(Sue) ("Me despierto antes de que suene el despertador y ya no puedo volver a dormirme"). Así
mismo, se exploran también otras parasomnias (pesadillas, despertar confusional y
bruxismo).
Las puntuaciones altas reflejan una mala calidad del sueño, dificultades para conciliar y
mantener el sueño, pesadillas, y otras parasomnias.
Área internalizante
30
Esta escala aporta información sobre la existencia de problemas de ansiedad a partir de
ítems que reflejan características esenciales de dichos trastornos. Así, el sujeto evaluado
puede reflejar niveles de ansiedad general (“Me siento nervioso”, “Tengo mucho miedo a
equivocarme”) y generalizada (“Me preocupo por todo”, “Me cuesta mucho soportar la
incertidumbre”), ansiedad fóbica (“Soy una persona miedosa”), ansiedad social (“Me pongo
muy nervioso cuando tengo que ir a una reunión social o conocer gente nueva”), o
problemas de carácter obsesivo-compulsivo (“Tengo ideas o pensamientos que no consigo
quitarme de la cabeza”).
Ansiedad (Ans) Una puntuación alta indicaría que la persona evaluada presenta diversas manifestaciones
de tipo ansioso que se evidencian mediante sensaciones de nerviosismo, malestar subjetivo
general y mediante preocupaciones recurrentes o reacciones de aprensión o temor a
determinados estímulos, situaciones o pensamientos.
Las puntuaciones altas están pensadas para advertir al profesional de la salud que podría
existir comorbilidad con otros trastornos de ansiedad. Así mismo, deberían tenerse en
cuenta las puntuaciones en las escalas Depresión, Problemas somáticos y Alteraciones del
sueño para completar la valoración, particularmente para ver el impacto físico y la
expresión somática que puede estar teniendo estos problemas.
Esta escala evalúa la tendencia de la persona a volver una y otra vez, de manera repetitiva,
sobre pensamientos referidos a acontecimientos pasados, particularmente al
acontecimiento traumático, así como a una misma y a los propios sentimientos. Se relaciona
con los pensamientos obsesivos, que muestran una tendencia excesiva a la focalización
continua en un tema hasta llegar al análisis pormenorizado de sus más mínimos detalles y
Rumiación (Rum)
aspectos.
Una puntuación alta en esta estala indica que la persona se implica con frecuencia en este
tipo de pensamientos rumiativos descritos previamente, con dificultades para dejar de
pensar en temas a los que otorga relevancia en su vida. Resultará relevante tener en cuenta
las puntuaciones de la persona en las escalas Ansiedad y Depresión, así en Alteraciones de
la actividad y la reactividad, para su interpretación conjunta y relacionada.
Esta escala aporta información sobre la existencia de síntomas comúnmente asociados al
ataque o trastorno de pánico (p. ej., “Siento que me voy a morir o me voy a volver loco o
loca”, “Respiro con dificultad o me ahogo” o “Siento presión y me duele el pecho”).
Descartada la etiología cardiovascular, una puntuación alta indicaría que la persona
evaluada presenta una marcada tendencia a experimentar crisis de pánico recurrentes ante
diversas situaciones, especialmente aquellas relacionadas de alguna manera con el
Pánico (Pan) acontecimiento traumático.
Así mismo, deberían tenerse en cuenta las puntuaciones en las escalas Problemas
somáticos, Ansiedad, Rumiación, Alteraciones del sueño, Alteraciones de la activación y
reactividad, que probablemente aparezcan también elevadas, para completar la valoración.
Igualmente, puede ser interesante revisar si la escala Abuso de sustancias está
especialmente elevada para descartar que la sintomatología de pánico pueda o no estar
influida por los efectos del consumo de sustancias psicoactivas.
Esta escala evalúa la presencia de sintomatología depresiva, que se caracteriza por tristeza,
desesperanza, culpabilidad, anhedonia, anergia y sentimientos de inutilidad y soledad.
Puntuaciones altas en esta escala indican la presencia de manifestaciones de tipo
depresivo expresadas mediante un estado de ánimo triste, la ausencia de manifestaciones
de emocionalidad positiva, la falta de placer o disfrute en actividades agradables o lúdicas,
Depresión (Dep)
sentimientos de inutilidad, soledad, culpa o desesperanza. Es recomendable consultar la
puntuación en la escala Ideación suicida para valorar el riesgo potencial de suicidio, mayor
si ambas escalas están elevadas. También será interesante consultar las escalas del área
somática (Problemas somáticos y Alteraciones del sueño) por su relación con la
sintomatología depresiva.
31
Esta escala evalúa la presencia de dificultades para comprender y regular las propias
emociones y su expresión, que se manifiestan en cambios bruscos y frecuentes de humor o
en oscilaciones del estado de ánimo a lo largo del día. Por tanto, valora aspectos
relacionados con la labilidad emocional y con el grado de permanencia e impresionabilidad
de los estados emocionales. También explora aspectos relacionados con la dificultad para
controlar las reacciones emocionales o para identificar y comprender determinados
estados de ánimo.
Desregulación Una puntuación alta en esta escala indica que la persona tiene dificultades para
emocional (Des) identificar, comprender o regular sus propias emociones, ya sean positivas o negativas.
Ante puntuaciones elevadas en esta escala se sugiere que se valore la presencia de
determinados cuadros psicopatológicos (trastornos depresivos, trastornos de ansiedad,
trastorno de estrés postraumático y trastorno límite de la personalidad) debido a la alta
comorbilidad que presentan con la desregulación emocional.
También será conveniente analizar sus puntuaciones en la escala Ira ya que suelen estar
relacionadas ambas escalas y la ira puede ser una expresión de estos problemas de
regulación emocional que presenta la persona evaluada.
Esta escala evalúa la presencia de malestar y alteraciones en relación con la conducta
sexual.
Puntuaciones altas indicarán que la persona evaluada ha manifestado sentirse
preocupada, inquieta y con malestar con relación a su vida sexual, con un bajo deseo y
disfrute sexual, así como con ansiedad, temor, culpa y vergüenza y con pensamientos o
Malestar sexual (Msx)
imágenes negativas durante el sexo. Mostrará una reacción negativa general a las
situaciones sexuales lo que puede afectar a su funcionamiento global, a su autoconcepto y
a sus relaciones de pareja. En el caso de aparecer puntuaciones elevadas en esta escala será
conveniente indagar en esta área mediante entrevista u otros cuestionarios o técnicas
específicas y tener en cuenta este aspecto específicamente en la intervención.
Esta subescala evalúa la presencia de problemas relacionados con la conducta alimentaria
y vinculados al uso de la comida como herramienta de manejo del malestar para reducir la
tensión emocional y el malestar.
Una puntuación alta indica que es posible que la persona presente una relación conflictiva
Alteraciones en la con la comida, use la comida como calmante, o haya la presencia de atracones o conductas
conducta alimentaria
(Ali) disfuncionales de alimentación (comidas a escondidas...). En ningún caso esta escala
permite una evaluación de la existencia de trastornos o problemas de la conducta
alimentaria, hecho que deberá ser evaluado con pruebas específicas del área. La elevación
en esta escala solo alerta la presencia de ciertos conflictos y alteraciones en relación con la
alimentación en los que es conveniente indagar.
Evalúa la presencia de pensamientos e ideas relacionadas con la muerte y el suicidio. El
contenido de los ítems va desde pensamientos generales sobre la muerte y el suicidio a
planes claros de actos autolíticos.
Las preguntas sobre ideación suicida son directas y normalmente una evaluación con los
ítems de la escala es eficaz para descubrir intenciones autolíticas. No obstante, en el caso
de que individuo tenga la intención de ocultar su intención suicida puede suprimir sus
puntuaciones en la escala.
Puntuaciones altas indican ideación suicida significativa junto con una destacada
Ideación suicida (Sui)
desesperanza, infelicidad, pesimismo sobre su futuro y sensación de inutilidad. El análisis
conjunto con las puntuaciones en las escalas de creencias puede ser muy informativo. Una
puntuación alta en esta escala puede ser indicativa de una “llamada de auxilio o socorro” a
la que se ha de atender.
Una puntuación elevada en esta escala requiere una atención inmediata a este aspecto. Es
conveniente realizar una evaluación cuidadosa de las intenciones de la persona evaluada,
de sus circunstancias vitales y de sus sistemas de apoyo disponibles e implementar las
intervenciones que sean necesarias sin demora.
32
Esta escala evalúa la presencia de conductas autolesivas que se inflige la persona evaluada
(p. ej., hago cosas para dañar mi cuerpo como cortes superficiales, arañazos, quemaduras,
golpes, mordiscos…, me siento mejor cuando me hago daño a mí mismo…).
Puntuaciones altas en esta escala indican la presencia de estas conductas autolesivas,
Autolesiones (Les) daños realizados por la persona sobre su propio cuerpo sin evidentes intenciones
autolíticas o suicidas. El objetivo de estas conductas autolesivas puede ser variado,
destacando la búsqueda de liberación de tensión o malestar emocional, de evitación de una
sensación de vacío, de consecución de cierta sensación de control o dominio o de castigo
hacia sí mismo, entre otras.
Área externalizante
33
Esta escala evalúa en qué medida la persona evaluada es propensa a experimentar estados
de ira intensos que pueden manifestarse en sentimientos de rabia, en falta de control o en
expresiones físicas o verbales de la ira. La escala se centra en la experimentación intensa
de dichos sentimientos de ira y hostilidad y los deseos de expresarlos física o verbalmente
Ira (Ira)
y el malestar que genera en la persona evaluada.
Una puntuación alta en esta escala indica que la persona evaluada tiene frecuentemente
emociones de ira que puede manifestar interna o externamente de forma verbal o física
(gritos, enfados, golpes a objetos, etc.) y que evidencian su dificultad para controlar y
regular la experiencia de tales emociones.
Área interpersonal
Esta escala evalúa las creencias que la persona tiene sobre sí misma, particularmente en
qué grado está satisfecha consigo mismo y cuál es su autoestima.
Creencias negativas
sobre uno mismo Puntuaciones altas en esta escala indican la presencia de creencias negativas sobre ella
(Aut) misma, con tendencia a la desvalorización, a la baja autoestima y a la presencia de
sentimientos de inferioridad.
Esta escala refleja la tendencia de la persona a culparse a sí misma por lo que hizo o dejó
de hacer durante el acontecimiento traumático y, en general, de las cosas malas que le han
pasado en la vida. Así mismo evalúa la creencia de la persona de que merece ser castigada.
Creencias negativas de
culpa (Cul) Puntuaciones altas en esta escala indican la presencia de elevados sentimientos de culpa
y de responsabilidad por los acontecimientos negativos de la propia vida, con una
tendencia al autocastigo.
34
Esta escala evalúa la posible alteración en las creencias sobre el mundo y sobre el futuro
producida a raíz del acontecimiento traumático. Puntuaciones elevadas en la escala indican
que la persona tiene una visión negativa sobre lo que le puede deparar la vida en general,
Creencias negativas con una percepción de escaso control sobre lo que le suceda, una escasa satisfacción con su
sobre el mundo y el entorno y con su propia vida y creencias de que el mundo es un lugar peligroso y el futuro
futuro (Mun) va a ser negativo y desesperanzador.
Puntuaciones altas en esta escala pueden estar relacionadas con altas puntuaciones en
Depresión.
Esta escala evalúa la presencia de alteraciones en las creencias sobre los demás que se
manifiestan como desconfianza, recelos en las relaciones con los otros, pensamientos sobre
Creencias negativas
sobre los demás
la maledicencia de las demás personas y decepción por su comportamiento.
(Dem) Puntuaciones altas en esta escala indicarían que la persona recela con frecuencia de los
demás, esperando siempre lo peor de los otros.
Esta escala valora en qué medida la persona piensa que la felicidad o el disfrute no deben
formar parte de su vida porque sería algo inmerecido. En este sentido, la persona presenta
pensamiento que le impiden ejercer su derecho a sentirse bien y a alcanzar un cierto nivel
de bienestar.
Autosabotaje (Sab)
Por lo tanto, una puntuación alta en esta escala indica que la persona tiene pensamientos
relativos a que no es merecedora de cosas buenas o positivas. Puntuaciones altas en esta
escala pueden relacionarse con puntuaciones elevadas en las escalas de alteraciones en las
creencias, sobre todo en las referidas a uno mismo y las creencias negativas de culpa.
Evalúa el grado en que existe un alteración o deterioro significativo en las diferentes áreas
de funcionamiento de la persona evaluada (social, laboral, familiar, sexual, sentimental,
físico y estado psicológico general).
Deterioro en el
funcionamiento (Det) Una puntuación alta en esta escala indica que la persona evaluada manifiesta que los
síntomas presentes provocan un deterioro acusado y significativo en diversas áreas
importantes del funcionamiento vital.
35
36
4. Fundamentación psicométrica
La creación de una nueva prueba, como es el CIT, requiere de un extenso proceso de
desarrollo, validación y tipificación. Precisamente dentro de este amplio proceso de
validación se enmarca la colaboración en este proyecto de aplicación del CIT en casos
clínicos y forenses.
37
psiquiátrico (o en proceso de evaluación en contexto clínico, forense o de intervención)
o que tuviera una comprensión lectora en español inadecuada e insuficiente.
A cada uno de los profesionales se les proporcionó un manual experimental del CIT
en el que se detallaban las instrucciones de aplicación, los procedimientos de evaluación
y todas las recomendaciones de buenas prácticas necesarias para garantizar la
obtención de datos válidos y fiables. También se les indicó el procedimiento para
recoger el consentimiento informado de cada participante y garantizar su absoluta
confidencialidad al responder la prueba. El estudio de recogida de muestra del CIT fue
sometido a estudio, revisión y aprobación por parte de la Comisión Deontológica de la
Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
Posteriormente a que cada profesional hubiera realizado una lectura detallada del
manual experimental, se realizó una sesión de formación a todos los profesionales en la
que se instruía en la correcta aplicación de la prueba con diversos ejemplos, se
planteaban posibles incidencias y dudas frecuentes y cómo resolverlas y, finalmente, se
respondían las cuestiones que pudieran tener. Tras la sesión de formación, se requirió
que los profesionales hicieran una aplicación de práctica o ensayo que era remitida al
equipo de autores del CIT para su revisión antes de comenzar la recogida de los casos y
así poder corregir aquellas incidencias o anomalías que pudieran aparecer (en caso
necesario se requería una segunda aplicación de práctica para verificar la correcta
7
Han sido cuatro las regiones geográficas consideradas para la tipificación del CIT: Centro
(Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Aragón), Este (Cataluña, Comunidad
Valenciana e Islas Baleares), Norte (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y
Castilla-León) y Sur (Andalucía, Ceuta, Melilla, Murcia y Canarias).
38
comprensión y seguimiento de todas las instrucciones de aplicación del CIT). Durante
todo el proceso de recogida de muestra, el equipo de autores estuvo en contacto con
los diversos profesionales para proporcionarles asistencia continua y supervisión
durante toda esta fase.
Una vez finalizadas las aplicaciones, todos los protocolos del CIT fueron revisados
minuciosamente por el equipo de autores para garantizar que se habían respondido
correctamente y se descartaron aquellos casos en los que se detectó que había habido
alguna anomalía. En particular, se controló la presencia de protocolos que podrían haber
sido respondidos al azar o descuidadamente y que podrían alterar sensiblemente los
datos de tipificación y validación de la prueba bajo estudio. Para ello se eliminaron
aquellos casos que tenían un porcentaje extremo de respuestas en blanco o que
mostraban un patrón de respuesta azarosa o inconsistente de acuerdo con los
indicadores y las escalas de inconsistencia de respuesta desarrolladas específicamente
para este fin en la versión de tipificación del CIT. Con estos criterios se eliminaron a 57
casos de la base de datos original de 1.057 casos.
Tabla 4.1. Composición de la muestra de tipificación o baremación del CIT por edad y sexo (proporciones
fijadas en el muestreo de acuerdo con los datos censales del INE)
39
Tabla 4.2. Composición de la muestra de tipificación o baremación del CIT por región geográfica8 y sexo
(proporciones fijadas en el muestreo de acuerdo con los datos censales del INE)
En la Tabla 4.3 puede verse la distribución porcentual por región geográfica, sexo y
edad existente tanto en la muestra de tipificación del CIT como en la población (datos
del Censo), así como la diferencia entre ambos (muestra de tipificación del CIT y valores
poblacionales) para valorar en qué grado resulta representativa la muestra de
tipificación del CIT, a partir de la cual se construirán los baremos de la prueba, de los
datos poblacionales disponibles.
Tal y como se puede advertir en la Tabla 4.3 existe un satisfactorio grado de ajuste
entre la distribución en la muestra de tipificación del CIT y los valores poblacionales, tal
y como son establecidos por el Censo oficial de población del INE, con diferencias que
oscilan entre el 0,0 y el 0,6, con una adecuada proporcionalidad por sexo, edad y región
de procedencia.
8
Han sido cuatro las regiones geográficas consideradas para la tipificación del CIT: Centro
(Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Aragón), Este (Cataluña, Comunidad
Valenciana e Islas Baleares), Norte (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y
Castilla-León) y Sur (Andalucía, Ceuta, Melilla, Murcia y Canarias).
40
Tabla 4.3. Distribución porcentual del total de la muestra de tipificación del CIT de acuerdo con los
criterios de estratificación (edad, sexo y región geográfica) y comparación con los valores poblacionales
de acuerdo al censo de población (fuente: INE, www.ine.es)
Muestra de tipificación del CIT (porcentaje de casos en cada combinación de región, sexo y edad)
Varones Mujeres
18-
30–39 40–49 50-59 60-70 18-29 30–39 40–49 50-59 60-70
29
años años años años años años años años años
años
Centro 2,4 2,7 2,3 1,7 1,3 2,7 2,8 2,7 2,2 1,7
Este 3,2 4,0 3,9 2,5 2,0 3,2 3,7 3,8 3,0 2,5
Norte 2,1 2,4 2,5 2,0 1,8 2,0 2,7 2,5 2,4 1,6
Sur 2,6 2,8 2,8 1,9 1,7 2,6 2,9 2,7 2,1 1,6
Cifras poblacionales INE (porcentaje de casos en cada combinación de región, sexo y edad)
Varones Mujeres
18-
30–39 40–49 50-59 60-70 18-29 30–39 40–49 50-59 60-70
29
años años años años años años años años años
años
Centro 2,4 3,0 2,7 2,0 1,6 2,4 2,9 2,7 2,1 1,8
Este 2,9 3,8 3,4 2,6 2,1 2,8 3,5 3,2 2,6 2,3
Norte 1,9 2,5 2,4 2,1 1,8 1,9 2,4 2,4 2,1 1,9
Sur 2,9 3,2 3,0 2,2 1,7 2,8 3,1 2,9 2,2 1,9
Diferencia entre los porcentajes de casos en la muestra de tipificación y las cifras poblacionales INE
Varones Mujeres
18-
30–39 40–49 50-59 60-70 18-29 30–39 40–49 50-59 60-70
29
años años años años años años años años años
años
Centro 0,0 -0,3 -0,4 -0,3 -0,3 0,3 -0,1 0,0 0,1 -0,1
Este 0,3 0,2 0,5 -0,1 -0,1 0,4 0,2 0,6 0,4 0,2
Norte 0,2 -0,1 0,1 -0,1 0,0 0,1 0,3 0,1 0,3 -0,3
Sur -0,3 -0,4 -0,2 -0,3 0,0 -0,2 -0,2 -0,2 -0,1 -0,3
41
limitadas al estado civil legal de la persona (soltero/casado/separado o
divorciado/viudez), por lo que discrepancias entre ambos datos pueden ser
parcialmente debidas al diferente sistema de clasificación.
En todo caso, los datos mostrados en estas tablas ilustran una adecuada diversas en
ambas variables consideradas (estado civil y situación laboral) y una proporcionalidad
con relación a los parámetros poblacionales informados (INE).
Tabla 4.4. Distribución porcentual del total de la muestra de tipificación del CIT de acuerdo con el estado
civil y distribución de acuerdo con los datos de la encuesta de población activa (fuente: INE,
www.ine.es)
Tabla 4.5. Distribución porcentual del total de la muestra de tipificación del CIT de acuerdo con la
situación laboral y distribución en la población de acuerdo con la encuesta de población activa (fuente:
INE, www.ine.es)
42
A continuación tenían que señalar cuál, de todas las situaciones traumáticas por las
que pudieran haber pasado en su vida, era la que le causaba en la actualidad más
molestias, distribuyéndose sus respuestas tal y como se observa en la Tabla 4.6. Puede
observarse como la situación traumática más indicada era la enfermedad muy grave
propia o de un ser querido, seguido de la categoría “Otras” (que agrupaba otros
acontecimientos o experiencias estresantes) y de “Muerte accidental o violenta de una
persona o ser querido”. Esta distribución es acorde con lo esperado dado que se trata
de una muestra de población general comunitaria y no una población clínica ni forense
o particularmente expuesta a eventos traumáticos.
Tabla 4.6. Distribución porcentual de la muestra de tipificación del CIT de acuerdo con la situación
traumática que marcan como la que les causa más molestias en la actualidad
A la hora de valorar el evento o situación traumática que, de entre los vividos, era el
que más molestias les causaba, se les preguntó por diversas características de dicho
evento, tales como su gravedad, su frecuencia, cuándo ocurrió, a quién le ocurrió (si fue
a la persona directamente, a alguien cercano o se presenció) y las implicaciones que
tuvo (si hubo lesiones, amenazas, escenas desagradables…).
Con relación a la gravedad del evento o situación traumática marcada por la persona
evaluada como que más molestias le causaba en la actualidad, un 10,9% de la muestra
consideró la gravedad de dicho evento traumático como leve, un 28,6% como
moderada, un 47,6% como grave y un 12,9% como extrema.
43
mes. Finalmente, referente a lo que supuso el acontecimiento traumático, en la Tabla
4.7 aparece en qué porcentaje supuso diferentes lesiones o amenazas.
Tabla 4.7. Distribución porcentual de la muestra de tipificación del CIT de acuerdo a qué supuso el
acontecimiento o situación traumática que en la actualidad le causa más molestias
Sí No
¿Qué supuso la situación traumática?
% %
Lesión grave de la persona evaluada 10,1 89,9
Lesión grave o muerte de otras personas 34,1 65,9
Amenaza para la integridad física de la persona evaluada 12,8 87,2
Amenaza para la integridad física de las otras personas 9,7 90,3
Amenaza para la vida de la persona evaluada 9,7 90,3
Amenaza para la vida de otras personas 14,6 85,4
Escenas desagradables 38,9 61,1
Amenazas para la dignidad personal, el honor 17,8 82,2
Tabla 4.9 en su composición por región de procedencia y sexo. En las tablas 4.10 y
4.11 aparecen datos sobre la distribución por estado civil, situación laboral
Tabla 4.8. Composición de la muestra de retest (consistencia temporal) por edad y sexo
44
Tabla 4.9. Composición de la muestra de retest (consistencia temporal) por región geográfica y sexo
Tabla 4.10. Distribución porcentual de la muestra de retest (consistencia temporal) de acuerdo con el
estado civil
Estado civil %
Soltero 27,9
Casado / vida en pareja 63,9
Separado / divorciado 8,2
Viudez --
Otro --
Tabla 4.11. Distribución porcentual de la muestra de retest (consistencia temporal) de acuerdo con la
situación laboral
En la tabla 4.12 se incluye cuál fue, de todas las situaciones traumáticas por las que
pudieran haber pasado en su vida, la que le causaba en la actualidad más molestias. Este
acontecimiento traumático un 9,1% lo consideraron de una gravedad leve, un 27,1% de
una gravedad moderada, un 48,6% como grave y un 14,8% como extremo. En un 65,0%
de los casos indicaron que el evento o situación traumática había ocurrido en una única
ocasión; en un 21,7% indicaron que había ocurrido en varias ocasiones y en un 13,3%
indicaron que había ocurrido de forma reiterada o repetitiva. En la mayoría de los casos
le había sucedido directamente a la persona evaluada (51,7%) o a alguien cercano
(40,6%) y en un porcentaje menor de casos lo había presenciado, aunque no le hubiera
sucedido a la persona evaluada (7,7%). En un 24,9% de los casos había sucedido en la
infancia o la adolescencia, en un 69,7% hace más de tres meses, en un 3,7% hace menos
de tres meses y en un 1,7% en el último mes. Finalmente, referente a lo que supuso el
acontecimiento traumático, en la tabla 4.13 aTabla 4.7parece en qué porcentaje supuso
diferentes lesiones o amenazas.
45
Tabla 4.12. Distribución porcentual de la muestra de retest (consistencia temporal) de acuerdo con la
situación traumática que marcan como la que les causa más molestias en la actualidad
Tabla 4.13. Distribución porcentual de la muestra de retest (consistencia temporal) de acuerdo con qué
supuso el acontecimiento o situación traumática que en la actualidad le causa más molestias
Sí No
¿Qué supuso la situación traumática?
% %
Lesión grave de la persona evaluada 8,5 91,5
Lesión grave o muerte de otras personas 36,0 64,0
Amenaza para la integridad física de la persona evaluada 13,0 87,0
Amenaza para la integridad física de las otras personas 9,7 90,3
Amenaza para la vida de la persona evaluada 9,3 90,7
Amenaza para la vida de otras personas 15,8 84,2
Escenas desagradables 37,7 62,3
Amenazas para la dignidad personal, el honor 17,4 82,6
46
Como indican Abad et al. (2011), actualmente se considera un error hablar de
fiabilidad del test, siendo más correcto hablar de fiabilidad de las puntuaciones
obtenidas en el test (Fan y Yin, 2003; Thompson y Vacha-Haase, 2000). Esta distinción
terminológica desplaza el énfasis desde el test hacia el uso que se hace de las
puntuaciones, hacia la muestra en la cual se basen dichas puntuaciones y,
consecuentemente, hacia el método utilizado para extraer conclusiones apropiadas
sobre su precisión. La fiabilidad, por tanto, no es un concepto inherente al test, sino que
va íntimamente ligada al uso que se haga de él.
Este apartado trata la fiabilidad de las puntuaciones del CIT desde dos acercamientos
complementarios: consistencia interna y estabilidad temporal.
Consistencia interna
47
Tabla 4.14. Coeficientes de consistencia interna de las escalas del CIT en la muestra de tipificación
Alfa
Escalas de estrés postraumático
Intrusión 0,87
Evitación 0,77
Alteración cognitiva y del estado de ánimo 0,88
Alteración en la activación y reactividad 0,81
Disociación 0,84
Disociación psicológica 0,80
Disociación somática 0,71
Cambio vital 0,82
Escalas de síntomas
Problemas somáticos 0,82
Alteraciones del sueño 0,78
Ansiedad 0,86
Rumiación 0,72
Pánico 0,68
Depresión 0,91
Desregulación emocional 0,88
Malestar sexual 0,86
Alteraciones en la conducta alimentaria 0,75
Ideación suicida 0,81
Autolesiones 0,71
Abuso de sustancias 0,85
Conductas de riesgo 0,76
Conductas sexuales de riesgo 0,71
Ira 0,85
Dependencia emocional 0,79
Distanciamiento social 0,80
Escalas de alteraciones en las creencias
Creencias negativas sobre uno mismo 0,83
Creencias negativas de culpa 0,82
Creencias negativas sobre el mundo y el futuro 0,82
Creencias negativas sobre los demás 0,81
Autosabotaje 0,74
Escala de deterioro en el funcionamiento
Deterioro en el funcionamiento 0,85
48
Estabilidad temporal
Para estudiar la fiabilidad test-retest del CIT se dispuso de una muestra de 247
personas, tal y como se describe en el apartado 4.1, que respondieron al CIT en dos
momentos temporales diferentes (test-retest), con un intervalo temporal entre ambos
de aproximadamente cuatro semanas y sin que hubiera mediado entre ambos ningún
tipo de intervención, tratamiento o medicación para poder analizar de forma adecuada
la consistencia temporal de la medida. En todos los casos son muestras de población
general, extraídas de las muestras de tipificación de la población general española.
En la tabla 4.15 se presentan las correlaciones test-retest de las distintas escalas del
CIT obtenidas en la adaptación española. El valor promedio de los coeficientes de
estabilidad es de 0,87, valor de estabilidad temporal considerado excelente de acuerdo
a los estándares establecidos (Hernández, Ponsoda, Muñiz, Prieto y Elosua, 2016).
49
Tabla 4.15. Coeficientes de consistencia temporal (test-retst) de las escalas del CIT
Test-retest
Escalas de estrés postraumático
Intrusión 0,85
Evitación 0,81
Alteración cognitiva y del estado de ánimo 0,88
Alteración en la activación y reactividad 0,87
Disociación 0,88
Disociación psicológica 0,86
Disociación somática 0,85
Cambio vital 0,90
Escalas de síntomas
Problemas somáticos 0,87
Alteraciones del sueño 0,85
Ansiedad 0,86
Rumiación 0,82
Pánico 0,85
Depresión 0,89
Desregulación emocional 0,87
Malestar sexual 0,85
Alteraciones en la conducta alimentaria 0,93
Ideación suicida 0,89
Autolesiones 0,86
Abuso de sustancias 0,92
Conductas de riesgo 0,87
Conductas sexuales de riesgo 0,88
Ira 0,88
Dependencia emocional 0,86
Distanciamiento social 0,87
Escalas de alteraciones en las creencias
Creencias negativas sobre uno mismo 0,88
Creencias negativas de culpa 0,84
Creencias negativas sobre el mundo y el futuro 0,87
Creencias negativas sobre los demás 0,86
Autosabotaje 0,84
Escala de deterioro en el funcionamiento
Deterioro en el funcionamiento 0,83
50
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