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Veinte años y más: El pasado, el
presente y el futuro de la
investigación sobre las EIAs
Shanta R. Dube
Department of Population Health Sciences, School of Public Health, GeorgiaState
University, Atlanta, GA, United States
Introducción
Hace algo más de dos décadas, los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) y Kaiser Permanente en San Diego lanzaron el histórico
estudio CDC-Kaiser ACE1 (Felitti et al., 1998). Este estudio pionero sobre las
experiencias infantiles adversas (EIAs) documentó la contribución del estrés y los
traumas de la vida temprana a las causas principales y actuales de muerte en los
Estados Unidos a lo largo de la vida. Desde que se puso en marcha, numerosas
acciones respecto a las EIAs en diversas disciplinas se han centrado en la
validación cruzada, a través de replicaciones del estudio y la traducción de la
investigación. Al darse cuenta de que las EIAs están muy generalizadas, en
múltiples sistemas y contextos se están aplicando activamente los resultados de la
investigación.
El Estudio EIA se realizó en una cohorte de adultos nacidos entre 1900 y 1978
que evaluaron retrospectivamente sus adversidades en la infancia. Una de las
conclusiones más llamativas del estudio sobre las EIAs es que, dentro de la cohorte,
todas las generaciones con una o más adversidades en los primeros años de la vida
corrían un mayor riesgo de abuso de sustancias, de presentar enfermedades
1 En el texto original se usa ACEs para referirse a Adverse Childhood Experiences, acá lo
hemos traducido como Experiencias Infantiles Adversas (EIAs) que es la forma usada en
la literatura en español sobre el tema. Usaremos Estudio EIA, en vez de Estudio ACE.
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mentales y de perpetrar actos de violencia, en comparación con los que no
informaron de ninguna EIA. Por lo tanto, la ciencia de las EIAs proporciona apoyo
empírico sobre la importancia de romper el ciclo intergeneracional de estas
exposiciones en los primeros años de vida. En virtud de estos hallazgos, un
enfoque dual o multigeneracional enfatiza la importancia de reconocer las EIAs entre
los adultos para promover su curación y recuperación, con el fin de prevenir la
futura exposición a la siguiente generación de niños. Este capítulo describe la
historia del estudio CDC- Kaiser EIA, citando los estudios originales publicados.
Se discuten los esfuerzos actuales para abordar y prevenir los traumas en la
primera infancia junto a propuestas de orientaciones futuras.
no tratadas, abuso de sustancias en el hogar, ser testigo de que la madre fue tratada
con violencia, y ausencia de un miembro del hogar debido al encarcelamiento- en
relación con las causas principales y actuales de muerte en los Estados Unidos. En
la segunda oleada del Estudio EIA, se añadieron medidas de negligencia física y
emocional, aumentando a un total de 10 el número total de adversidades infantiles
examinadas (Dube et al., 2001).
El Estudio EIA, de CDC-Kaiser, ha dado lugar a los hallazgos que se resumen
a continuación:
(1) La exposición en la infancia a malos tratos, negligencia, violencia
doméstica y factores de estrés en el hogar relacionados están muy extendidos
y se dan comúnmente en todas las poblaciones. En la cohorte del estudio
de Kaiser Permanente, en la que predominaban los adultos blancos con
buena educación y atención en salud, cerca de dos tercios de los
encuestados declararon haber sufrido al menos una adversidad, y cerca
del 40% declararon haber sufrido dos o más EIAs (Felitti et al., 1998).
Además, 1 de cada 6 hombres y 1 de cada 4 mujeres sufrieron abuso
sexual en la infancia (ASI), y la contribución del ASI a la depresión, el
consumo de sustancias y los problemas matrimoniales en la edad adulta
es similar para ambos géneros, lo que pone de relieve la importancia de
reconocer que todos los menores, niños y niñas, son vulnerables a esta
forma de abuso (Dube et al., 2005).
(2) La exposición en la infancia a malos tratos, negligencia, violencia
doméstica y factores de estrés en el hogar relacionados son un grupo
interrelacionado de experiencias adversas en la infancia que ocurren
frecuentemente. Cuando habían estado expuestos a cualquier categoría
de EIAs, entre el 81% y el 98% de los encuestados declararon haber
experimentado una o más adversidades infantiles adicionales y entre el
58% y el 90% de los encuestados declararon haber experimentado dos o
más EIAs (Dong et al., 2004). Al enumerar el número total de
adversidades en la infancia reportadas, la puntuación de las EIAs
proporcionó evidencia de las relaciones dosis-respuesta entre las
adversidades de la infancia y numerosos resultados en la salud, en el
ámbito social y en el comportamiento (Felitti et al., 1998).
(3) La exposición en la infancia a malos tratos, negligencia, violencia
doméstica y factores de estrés en el hogar relacionados contribuyen a
importantes resultados sociales, conductuales y en la salud, a lo largo de
la vida. Las EIAs están asociadas con una amplia gama de problemas de
salud que comienzan en la adolescencia como riesgos de comportamiento
y continúan en la edad adulta como una enfermedad, riesgos de
comportamiento, y efectos sociales de importancia en la sociedad actual
(véase la Fig. 1). El Modelo de Epidemiología del Curso de la Vida (Ben-
Shlomo & Kuh, 2002), que incluye el reconocimiento de estas experiencias
como exposiciones no biológicas con un ciclo intergeneracional, es un
marco esencial mediante el cual se debe estudiar el impacto a largo plazo
de las EIAs.
(4) La exposición en la infancia a malos tratos, negligencia, violencia
doméstica y los factores de estrés en el hogar relacionados contribuyen a
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resultados de salud que trascienden 100 años de tendencias sociales y
seculares para cambiar comportamientos y prevenir enfermedades
(Dube, Anda, Felitti, Dong & Giles, 2003). Los participantes del estudio
nacidos entre 1900 y 1978 que declararon haber sufrido EIAs tenían una
mayor probabilidad de presentar problemas de alcoholismo, tabaquismo,
consumo de drogas ilícitas, conductas sexuales de riesgo y enfermedades
mentales, en cuatro cohortes de nacimiento distintas desde 1900 hasta
1978 (Dube et al., 2003). Los resultados de este estudio en particular
apoyan la suposición de que las EIAs tienen una fuerte influencia en la
salud, sin importar el momento histórico en que los individuos nacieron.
Resultados en los
adolescentes. Iniciación
Adversidades en la temprana:
infancia Consumo de substancias
Abuso Suicidalidad
Negligencia Embarazo
Estresores en el hogar Enfermedad mental
relacionados Conducta sexual de riesgo
Resultados en adultos
Enfermedades crónicas
Consumo de substancias
Obesidad/falta de ejercicio
Riesgo de ETS/VIH
Conducta sexual de riesgo
Enfermedad mental
Suicidalidad
Desregulación emocional
FIG. 2 (A) Seis estados que administraron el cuestionario EIAs BRFSS en 2009. (B) Estados que
administraron el cuestionario EIAs BRFSS entre 2009 y 2017. Cifras obtenidas con autorización
de EIAs Connection (https://acesconnection.com/g/state-aces-action-group/blog/behavioral-risk-
factor-surveillance-system-brfss).
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Investigación
Momento, intensidad y frecuencia de la exposición a las EIAs. La investigación
debe seguir estudiando las 10 EIAs, junto con otros tipos de adversidades en la
infancia como crecer en condiciones de pobreza, la violencia entre pares y la
violencia en la comunidad.
La investigación adicional sobre el momento en que se producen las EIAs, la
intensidad y la frecuencia durante las distintas etapas del desarrollo proporcionará
al área una visión adicional de los mecanismos a través de los cuales la adversidad
en la vida temprana afecta a la salud a lo largo de la vida. También es necesario
investigar para comprender mejor la especificidad de la exposición de las mujeres
embarazadas a los factores de estrés relacionados con la adversidad y su impacto
en el feto en desarrollo.
Resiliencia, activos y dimensiones del bienestar. Además de evaluar las EIAs y los
resultados de salud asociados, las medidas de resiliencia, los activos y las
múltiples dimensiones del bienestar son esenciales para proporcionar una
imagen más completa del afrontamiento y la adaptación. Esta fue una
limitación subestimada del Estudio de las EIAs CDC-Kaiser; de hecho, aunque
dos tercios de los participantes en el Estudio de las EIAs experimentaron EIAs,
solo se publicaron dos estudios (Dube, Felitti y Rishi, 2013; Hillis et al., 2010)
que examinaron los factores de protección o de promoción de la salud. En un
análisis de los datos de la Oleada II del estudio CDC-Kaiser, Hillis et al. (2010)
investigaron la contribución de los puntos fuertes de la familia en la infancia
(es decir, la cercanía, el apoyo, la lealtad, la protección, el amor, la importancia
y la capacidad de respuesta a las necesidades de salud de la familia) al
embarazo en la adolescencia y las consecuencias psicosociales. Los resultados
indicaron que, en presencia de EIAs, estos factores eran fuertemente
protectores contra el embarazo adolescente, el inicio temprano de la actividad
sexual y las consecuencias psicosociales a largo plazo. Utilizando el mismo
conjunto de datos, Dube et al. (2013) examinaron los factores de protección y
promoción de la salud basados en la evidencia (es decir, la actividad física, la
abstinencia de fumar, el nivel educativo y el apoyo social/emocional) en
asociación con la calidad de vida relacionada con la salud entre los adultos que
informaron de al menos una adversidad. Se observó que la salud física y mental
era significativamente mejor para quienes indicaban realizar actividad física
con regularidad, abstenerse de fumar, tener al menos dos o más personas con
las que hablar de sus sentimientos y tener al menos un diploma de secundaria.
Se realizó un análisis similar utilizando el 2010 BRFSS (Dube & Rishi, 2017),
para examinar los días mentalmente no saludables (MUDS) y los días
físicamente no saludables (PUDS) como resultado. Encontramos que, entre los
adultos que informaron de al menos una adversidad, el número medio de
MUDS y PUDS fue más bajo, estadísticamente significativo, para aquellos que
indicaron que hacían ejercicio con regularidad, no fumaban, participaban con
frecuencia en instancias de apoyo social y habían obtenido un diploma de
escuela secundaria o superior. Las investigaciones futuras deben tener en
cuenta no sólo la contribución de las EIAs a los comportamientos de riesgo y a
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los resultados adversos para la salud sino también comprender, en el caso de
aquellos que han experimentado EIAs y traumas tempranos, los medios con
los que enfrentaron positivamente y se adaptaron al estrés y al trauma
experimentados tempranamente.
Educación y formación
Plan de estudios de los profesionales de la salud. Las facultades de medicina, las
escuelas de salud pública, las escuelas de profesiones aliadas de la salud y los
planes de estudios de salud mental y consejería no han integrado plenamente
la ciencia de las EIAs y la enseñanza del CIT.
La falta de formación en las escuelas profesionales les hace un flaco favor
a las ciencias de la salud de la población. Es necesario hacer un mayor esfuerzo
para garantizar que la formación en ciencia de las EIAs y en CIT se integre en los
planes de estudio de las facultades de medicina y de otros ámbitos la salud.
Competencia informada en trauma. La educación y la formación que siguen el
marco CIT de SAMHSA requieren que los adultos que trabajan con niños no
sólo se den cuenta de que el trauma está muy extendido y reconozcan los
síntomas del trauma, sino que también comprendan en sí mismos sus reacciones
ante situaciones seguras y amenazantes. Centrado en las teorías de aprendizaje
de los adultos, The Why and How of Trauma-Informed Care©3 (Dube, 2017) es
un plan de estudios centrado en aumentar el conocimiento sobre porqué es
necesaria la atención informada en trauma. El cómo se centra en ayudar a los
adultos a participar en el aprendizaje y la práctica autorreflexiva para ser más
conscientes de sus reacciones al estrés (Mezirow, 1991; Schacter, 1992; Taylor,
1996) y proporcionarles prácticas basadas en la evidencia para el autocuidado.
Aunque a menudo se pasa por alto, el autocuidado es una herramienta esencial
para resistir la re-traumatización en el marco del CIT (Dube, 2017).
Práctica
Uso de un enfoque dual o multigeneracional. La gran proporción de adultos(dos
tercios) que han experimentado al menos una adversidad en la infancia muestra
la importancia de comprender que la ocurrencia de las EIAs es mucho más
común de lo que se cree. La gran proporción de adultos con al menos una
adversidad en la infancia también enfatiza la importancia de la prevención
terciaria de los resultados relacionados con las EIAs en los adultos, como un
esfuerzo crítico para evitar que las niñas y niños se vean expuestos a
adversidades (Dube et al., 2013; Dube & Rishi, 2017). Por ejemplo, los resultados
asociados a las EIAs, como los problemas de uso de sustancias (por ejemplo,
problemas de alcohol), son síntomas de trauma que pueden perpetuar las
mismas EIAs a la siguiente generación, dando lugar al ciclo intergeneracional de
estas exposiciones (Dube, Anda, Felitti, Edwards, & Croft, 2002). Por ejemplo,
una puntuación de cuatro o más EIAs se asoció con un aumento de tres veces en
Resumen
La innovadora investigación del Estudio sobre las EIAs ha informado la
política y la práctica en múltiples disciplinas y sectores, especialmente en lo
que respecta a la implementación del CIT. Las próximas décadas se apoyarán
en la investigación para aumentar nuestros conocimientos sobre los
mecanismos específicos de desarrollo, a través de los cuales actúan estos
estresores en los primeros años de vida y las formas tangibles de promover la
resiliencia y la curación. La integración de la ciencia de las EIAs y de las
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mejores prácticas innovadoras para el CIT, como plan de estudios estándar
en las instituciones educativas, será esencial y transformadora para abordar la
salud de la población. Si se tiene en cuenta que las EIAs a menudo no se
resuelven en los adultos que trabajan con niños y niñas o los crían, se releva
la importancia de adoptar un enfoque global que incluya la integración de los
tres niveles de prevención de las EIAs a través de múltiples generaciones.
Declaración de divulgación
The author has no financial conflicts of interest to report.
Any contents taken from this chapter must be properly cited: Shanta R. Dube, 2018.
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