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TAREA 2

TEXTO ESCRITO

CINTHIA ALEJANDRA ARIÑO CASTAÑEDA.

COG: 1065640895

OSNEIDER ENRIQUE PORTO CARO

COG: 1063958003

DAYANIS ELIETH MOLINA MARTINEZ

COG: 1003241922

JORGE EDUARDO ARIAS SUAREZ

COG: 1066268188

MARIA JOSE TRILLOS

COG: 1065839153

TUTORA

LUCY DE LOS MILAGROS EBRATT

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA

VALLEDUPAR /CESAR
INTRODUCCION

En este espacio se encuentra todo lo elaborado sobre la Ecología humana, el cual estuvo

investigando sobre las ciencias y las relaciones biológicas en todo lo relacionado con el ser

humano y el medio ambiente, por otro lado, es muy importante saber todo sobre las

tecnologías que abarca a toda la sociedad siendo eso una ayuda en muchos aspectos, tanto

como al ser humano y como al planeta en general.

Con la elaboración de este trabajo se construyen más los conocimientos sobre el tema de la

Ecología humana y todas sus funciones como tal, ya que como futuros profesionales es de

mucha importancia todas esas estructuras de la ciencia y de todo lo que nos rodea, también

es necesario tener un conocimiento que nos ayude a ampliar muchas en nuestro

conocimiento y así construir una mejor comunicación en general con la naturaleza


Escrito de mínimo tres cuartillas con argumentos y fundamentado con autores acerca de los

elementos que integran la Ecología Humana, correspondencia con otras disciplinas, la

relación hombre-sociedad-ambiente, incluyendo una línea de tiempo del surgimiento de la

ecología humana.

Según la lectura, la ecología humana es la ciencia de la relación entre biología y medio

ambiente. Se trata de la sociología, antropología, psicología social, demografía y geografía

humana de la relación entre los seres humanos y el medio ambiente (aire, suelo, agua).

Organismos y estructuras físicas, incluidas todas las cosas construidas por humanos, este

estudio científico de la adaptabilidad de la sociedad a la tecnología y cómo los humanos

pueden adaptarse al medio ambiente para sobrevivir. La comparación derivada del análisis

de sistemas sociales y ecosistemas nos permite implementar estrategias sostenibles en

todos los ámbitos del desarrollo. Un ejemplo de esto es que cuando la población crece, es

necesario estudiar dónde asentarse, en algunos casos se invadirá tierras silvestres, agrícolas

o naturales para construir y albergar nuevas poblaciones. Esto conduce a un deterioro del

medio ambiente, por lo que la idea es Lograr un equilibrio, e incluso estudiar la cuota de

contaminación que se puede generar, la planificación del transporte y el tipo de diseño

urbano a realizar (ecología urbana). La idea es que no haya conflicto entre el diseño y la

comunidad humana.

Según la lectura los elementos de la ecología humana tienen estructuras, los medios físico,

biológico y cultural. El medio biológico incluye las poblaciones humanas y al resto de las
especies con las que convive. Los medios físico y biológico son comunes a todas las

comunidades de seres vivos, el medio cultural es único, singulariza a los ecosistemas

humanos, es el nicho ecológico ocupado por el hombre y actúa como tampón entre las

poblaciones humanas y los medios geográfico y biológico. Estos componentes

interaccionan entre sí, a través del intercambio continuo de energía, que circula en dos

ciclos diferentes, uno de energía vital o nutritiva que nos mantiene como unidades

biológicas, y otro de energía cultural que nos mantiene como unidades sociales. Hay dos

superestructuras del ambiente cultural, que condicionan los ciclos energéticos: el primero

es el dinero, que modula la cantidad y calidad de ambos tipos de energía utilizada por los

diferentes grupos humanos; el segundo la información, difundida con rapidez vertiginosa a

través de las nuevas tecnologías, condiciona los patrones de comportamiento social en

todos sus aspectos, incluidos los relacionados con el gasto y consumo energético.

Según la interpretación de la "perspectivas de la Psicología Ambiental": entendimiento

actual del comportamiento ecológico del ser humano desde una relación de dominación

utilitaria del ambiente, en contraste a su comprensión desde la perspectiva ecológica, la

cual responde a un modelo natural que es parte de las relaciones de su funcionamiento en

el ecosistema. Al respecto, se pone en discusión el paradigma de crisis ambiental, en el

cual dicho comportamiento supone un grave problema de la sociedad. Para Morse (2003),

la característica de la psicología ambiental radica en su énfasis en el proceso de adaptación,

función que no solo implica el espacio físico, sino que también involucra varios niveles

más amplios y espacios sociales más distantes. También describe la teoría de la psicología

espacial. Desde los autores, la problemática estaría ligada íntimamente al sistema


productivo y económico que promueve la artificialización del ser humano, creando falsas

necesidades que, mediante su consumo, aseguran la sostenibilidad del modelo económico.

Se plantea la reflexión crítica desde la educación, hacia una nueva comprensión del

comportamiento humano cuya perspectiva ecológica impulse nuevas relaciones eco

sistémico, fundamentalmente basado en relaciones de colaboración

Terry Rambo (1983, p. 1) escribe: “La ecología es la ciencia de las relaciones entre los

organismos vivientes y el medio ambiente”, y, más específicamente, “La ecología humana

es el estudio de las interacciones humanas con el ambiente”. Debido a las formas

singulares en las que las personas modifican el medio ambiente, la ecología humana es,

entonces, central entre las distintas ecologías. La ecología humana ha alcanzado una

considerable relevancia práctica en nuestro tiempo; por ejemplo, ha contribuido en gran

medida a la definición de los criterios para los proyectos urbanos y la planificación

económica (Lima, 2000). La ecología humana ha hecho uso de los cambios históricos,

geográficos, médicos, económicos y sociales que han ayudado a lograr un marco completo

y articulado para las diversas necesidades humanas, que antes considerábamos solo a nivel

parcial; ha partido de una variedad de disciplinas como la geografía económica, la higiene

y la epidemiología.

La ecología humana nació precisamente en oposición a las tendencias anti-antropocéntricas

y utilitaristas que caracterizan la ecología profunda y superficial (Valera, 2014b). De

hecho, la ecología humana nació como un conocimiento cuyo objetivo es el de devolver la


especie humana al centro del universo moral, con la esperanza de reconstruir la relación

correcta de los seres humanos consigo mismos y con otras especies. Los seres humanos

pueden ser considerados no solo como un cáncer del planeta, sino también como la posible

cura: en este sentido, la ecología humana cree en los seres humanos y en sus capacidades

de construir y de desarrollar nuevas soluciones.

El conocimiento propuesto por la ecología humana podrá ser auténticamente

interdisciplinario y tendrá como objetivo integrar los conocimientos de las disciplinas

científicas con los de las humanidades, para tener una mejor comprensión general de las

dinámicas que afectan a los seres humanos y que los motivan a actuar de ciertas maneras.

Por esta razón, la “ecología humana se ocupa no solo del presente, sino también del

pasado. Y, puesto que el presente y el futuro de cualquier comunidad son expresiones de su

pasado, podemos esperar que el estudio de la arqueología y de la historia tengan un efecto

práctico en la cuestión fundamental del futuro del hombre” (Sears, 1954, p. 960)

La Ecología-humana tiene tres componentes: la reconciliación del hombre consigo mismo

(ecología de la mente, según Gregory Bateson), la convivencia armónica con los demás

seres humanos (ecología social y el “derecho a la ternura”, según Luis Carlos Restrepo), y

el equilibrio sustentable con la naturaleza biótica y abiótica (holismo biótico, según

hipótesis Gaia de James Lovelock). En síntesis las tres ecologías de Guattari,

dimensionadas en un humanismo científico que nos permita re significar las relaciones del
hombre con su entorno natural y construido y buscar un equilibrio dinámico de dichas

relaciones para el bien del ser humano y de la naturaleza.

En consecuencia, el modo de vida humano asume para si la lógica de lo ecológico,

armoniza el desarrollo cultural, economiza costos adaptativos con el entorno y genera

habito virtuosos de humanización que simultáneamente sea humanizan tés de su habitar.

Terry Rambo (1983, p. 1) escribe: “La ecología es la ciencia de las relaciones entre los

organismos vivientes y el medio ambiente”, y, más específicamente, “La ecología humana

es el estudio de las interacciones humanas con el ambiente”. Debido a las formas

singulares en las que las personas modifican el medio ambiente, la ecología humana es,

entonces, central entre las distintas ecologías. La ecología humana ha alcanzado una

considerable relevancia práctica en nuestro tiempo; por ejemplo, ha contribuido en gran

medida a la definición de los criterios para los proyectos urbanos y la planificación

económica (Lima, 2000). La ecología humana ha hecho uso de los cambios históricos,

geográficos, médicos, económicos y sociales que han ayudado a lograr un marco completo

y articulado para las diversas necesidades humanas, que antes considerábamos solo a nivel

parcial; ha partido de una variedad de disciplinas como la geografía económica, la higiene

y la epidemiología.

A lo largo de la historia se había usado el término de ecología humana pero no fue sino

hasta el siglo XX, en el que esta ciencia empezó a ser relevante en el mundo. Como

menciona Valera, L. (2019.) “En los primeros años del siglo XX comenzaron a nacer

distintas “ecologías”, cada una con un objeto de investigación distinto; a la luz de este
hecho, hoy podemos hablar de “ecologías” en plural.” (p.3). La ecología humana que es la

ciencia de la relación entre biología y medio ambiente. Se trata de la sociología,

antropología, psicología social, demografía y geografía humana de la relación entre los

seres humanos y el medio ambiente (aire, suelo, agua), organismos y estructuras físicas,

incluidas todas las cosas construidas por humanos, este estudio científico de la

adaptabilidad de la sociedad a la tecnología y cómo los humanos pueden adaptarse al

medio ambiente para sobrevivir.

Terry Rambo (1983, p. 1) escribe: “La ecología es la ciencia de las relaciones entre los

organismos vivientes y el medio ambiente”, y, más específicamente, “La ecología humana

es el estudio de las interacciones humanas con el ambiente”. Debido a las formas

singulares en las que las personas modifican el medio ambiente, la ecología humana es,

entonces, central entre las distintas ecologías. La ecología humana ha alcanzado una

considerable relevancia práctica en nuestro tiempo; por ejemplo, ha contribuido en gran

medida a la definición de los criterios para los proyectos urbanos y la planificación

económica (Lima, 2000). La ecología humana ha hecho uso de los cambios históricos,

geográficos, médicos, económicos y sociales que han ayudado a lograr un marco completo

y articulado para las diversas necesidades humanas, que antes considerábamos solo a nivel

parcial; ha partido de una variedad de disciplinas como la geografía económica, la higiene

y la epidemiología.

La ecología humana nació precisamente en oposición a las tendencias anti-antropocéntricas

y utilitaristas que caracterizan la ecología profunda y superficial (Valera, 2014b). De

hecho, la ecología humana nació como un conocimiento cuyo objetivo es el de devolver la

especie humana al centro del universo moral, con la esperanza de reconstruir la relación
correcta de los seres humanos consigo mismos y con otras especies. Los seres humanos

pueden ser considerados no solo como un cáncer del planeta, sino también como la posible

cura: en este sentido, la ecología humana cree en los seres humanos y en sus capacidades

de construir y de desarrollar nuevas soluciones.

El conocimiento propuesto por la ecología humana podrá ser auténticamente

interdisciplinario y tendrá como objetivo integrar los conocimientos de las disciplinas

científicas con los de las humanidades, para tener una mejor comprensión general de las

dinámicas que afectan a los seres humanos y que los motivan a actuar de ciertas maneras.

Por esta razón, la “ecología humana se ocupa no solo del presente, sino también del

pasado. Y, puesto que el presente y el futuro de cualquier comunidad son expresiones de su

pasado, podemos esperar que el estudio de la arqueología y de la historia tengan un efecto

práctico en la cuestión fundamental del futuro del hombre” (Sears, 1954, p. 960)

La Ecología-humana tiene tres componentes: la reconciliación del hombre consigo mismo

(ecología de la mente, según Gregory Bateson), la convivencia armónica con los demás

seres humanos (ecología social y el “ derecho a la ternura”, según Luis Carlos Restrepo), y

el equilibrio sustentable con la naturaleza biótica y abiótica (holismo biótico, según

hipótesis Gaia de James Lovelock). En síntesis las tres ecologías de Guattari,

dimensionadas en un humanismo científico que nos permita re significar las relaciones del

hombre con su entorno natural y construido y buscar un equilibrio dinámico de dichas

relaciones para el bien del ser humano y de la naturaleza. En consecuencia, el modo de

vida humano asume para si la lógica de lo ecológico, armoniza el desarrollo cultural,

economiza costos adaptativos con el entorno y genera hábito virtuoso de humanización que

simultáneamente sea humanizan tés de su hábitat.


De lo anterior, podemos concluir que la problemática estaría ligada íntimamente al sistema

productivo y económico que promueve la artificialización del ser humano, creando falsas

necesidades que, mediante su consumo, aseguran la sostenibilidad del modelo económico;

en especial con la globalización debido a que el mundo y el comportamiento humano se ha

visto plagado por modelos implantados por este sistema, los cuales han provocado la

pérdida de costumbres, tradiciones y cultura de las personas y cada vez se observa una

cultura generalizada en todo el mundo, sin importar cuán lejos nos encontremos del otro;

en otras palabras la biocultural también se ha visto afectada por la economía. Se plantea la

reflexión crítica desde la educación, hacia una nueva comprensión del comportamiento

humano cuya perspectiva ecológica impulse nuevas relaciones eco sistémico,

fundamentalmente basado en relaciones de colaboración.

La ecología humana presenta un reto en la actualidad debido a la incapacidad del hombre

de mantenerse estable y de dejar de provocar que el medio ambiente se adapte a sus

exigencias haciendo así que muchas especies se vean obligadas a cambiar o adaptarse a los

nuevos ecosistemas o a los cambios que provocamos en los mismos. La ética juega un

papel fundamental en este aspecto debido a que son los seres humanos los responsables de

mantener estos ecosistemas como únicos seres vivos razonantes y básicamente los autores

principales de que se presenten los cambios en los ecosistemas. La Eco teología juega un

papel fundamental en esta responsabilidad del hombre y por ello la relación Dios-Hombre-

Naturaleza es primordial para ello, pues esta lo que hace es darnos a entender una teología

en base a las relaciones entre los seres vivos pero enfocado en el hombre debido a su

capacidad se razonamiento.
CONCLUCION

Teniendo en cuenta todo lo leído y estudiado sobre la ecología human, se concluye que es

una ciencia la cual esta agrupada con las relaciones entre la naturaleza y el ser humano,

creando un vínculo el cual es inquebrantable por estos dos factores, la Ecología es la

relación entre las ciencias donde todos nos vamos incorporando en todos los cambios que

sufre el medio ambiente, influyendo de forma relevante en todas las planificaciones en los

criterios de los proyectos urbanos. Este estudio ha logrado la posibilidad de garantizar un

vínculo en las con secciones del mundo y una visión ante el hombre.

Los paradigmas biométricos han puesto una relación de nuevo entre el ambiente y el

hombre, haciendo vulnerable a todas las dinámicas del ecosistema distanciando en muchas

maneras con todo aquello que ha olvidado el hombre de la naturaleza, he incluso su propia

naturaleza animal. Habitar en el ecosistema es la única condición que se tiene para que el

hombre este ene l mundo, esta actitud del hombre de transformar el mundo a través de

morar en el ecosistema, el cual parece puramente natural, sufriendo cambios agigantado

por medio de todas megas construcciones que son realizadas por el hombre en su afán de

sentirse cómodo en el medio en el que habita.

Por otro lado esta apertura que se define correctamente como una dimensión racional

donde todos los que vivimos en el Ecosistema considerándolo como una ciencia que es de

gran importancia y la cual es producto de una dinámica que depende de muchos esfuerzos

por parte del hombre, y así poder mantener un equilibrio de forma responsable con la

naturaleza, procurando cuidarla y respetarla para que ella pueda mantenerse en un buen

estado por muchos siglos y que las próximas generaciones las puedan disfrutar también.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Valera, L. (2019). Ecología humana. Nuevos desafíos para la ecología y la filosofía. Arbor,

195(792)

Cely Galindo, G. S. J., Núñez de Casto, I., Barrera de Aragón, M., Sopó, A. M. V., Bedate

Alonso, C., Mendoza, R., Salas Cardona, J. C., Herazo Acuña, B., & Rueda B, E. A.

(2016). Ecología-humana: una propuesta bioética.

Capó, M. M. A. (2019). Ética, biocultural y Ecología Humana. En Eco ética: Un nuevo

paradigma para proteger los ecosistemas. Pág. 36-51.https://elibro-

net.bibliotecavirtual.unad.edu.co/es/ereader/unad/111361?page=36

Cheli Galindo, G. S. J., Núñez de Casto, I., Barrera de Aragón, M., Sopó, A. M. V., Bedate

Alonso, C., Mendoza, R., Salas Cardona, J. C., Herazo Acuña, B., & Rueda B, E. A.

(2016). Ecología-humana: una propuesta bioética. (pp. 15-33).

https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?
direct=true&db=edsbas&AN=edsbas.3F42695B&lang=es&site=eds-live&scope=site

Disponible en: http://hdl.handle.net/10554/3607

Valera, L. (2019). Ecología humana. Nuevos desafíos para la ecología y la filosofía. Arbor,

195(792) p.p 1-12. http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/view/2324/336

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