La psicología para la ecología

La psicología ambiental inicialmente centro su atención en el comportamiento humano según los

entornos construidos (ciudad, vivienda, espacios institucionales, espacio público, entre otros), sin

embargo, la evolución de los problemas como sociedad hacia los espacios naturales han ido

dirigiendo la disciplina en lo que Enric Pol (1993) ha llamado “De la Psicología de la arquitectura

a la psicología ambiental verde”. De esta manera se ha focalizado la atención a cuestiones mas

relacionadas con espacios y recursos naturales. Los efectos entre el ambiente y la conducta se

consideran bidireccionales y recíprocos, siendo objeto de estudio de esta disciplina los fenómenos

producidos en ambas direcciones.

Los psicólogos ambientales han comprobado que el ambiente afecta el comportamiento humano,

aunque estas no sean conscientes de su influencia.

Es decir que el objeto de estudio característico de la psicología ambiental es la interacción entre

el individuo y los entornos y esta interacción se encuentra dentro de un contexto de interacción

social, por lo que las actividades de esta interacción entre individuo y entorno han de ser

considerados antes que nada como productos “psico – socio – ambientales”. Como afirma

(Vertchy Arkkelin, 1995) “Ciencia de la conducta multidisciplinar, con orientación básica y

aplicada, cuyo enfoque son las relaciones sistemáticas entre el ambiente físico y social y la

conducta y la experiencia humana individual”.

La ecología humana por su parte realiza un estudio casi similar por no decir que el mismo a las

personas y su relación con su entorno cultural, político económico, ambiental, entre otros. Terry
Rambo (1983, p1) “la ecología es la ciencia de las relaciones entre los organismos vivientes y el

medio ambiente” más exactamente “la ecología humana es el estudio, de las interacciones

humanas con el ambiente”. Así entonces, la ecología humana tiene como finalidad devolver a la

especie humana el universo moral, teniendo en cuenta que esta especie se considera un cáncer

para el planeta, pero también una posible cura, con la esperanza de reconstruir la relación correcta

de los seres humanos consigo mismos y con otras especies.

La realidad humana es resultado de la co-evolución de los sistemas culturales, socioeconómicos y

biológicos que cada población desarrolla en el medio en que vive; la aproximación a esa realidad

se ha hecho de manera fragmentaria hasta al primer cuarto de este siglo, en que algunos

investigadores se hacen conscientes de la necesidad de ampliar su parcela y darle un enfoque

ecológico, con el fin de obtener una mejor comprensión de los fenómenos humanos. Estas

conductas individuales, cristalizaron en colaboraciones interdisciplinares institucionalizadas cuyo

resultado final fue el desarrollo de la Ecología Humana (McKenzie, 1926).

El tema ambiental ha estado más relacionado con áreas de las ciencias básicas o aplicadas de la

química, ecología, biología, pero no con áreas sociales y menos psicológicas, a pesar de que los

comportamientos y conductas humanas son parte fundamental del estudio y cuidado del medio

ambiente.

A pesar de esto se inicia a reconocer la gran importancia de la conducta humana frente al cuidado

del medio ambiente y es ahí cuando se inicia el interés por conocer los mecanismos psicológicos

de la comprensión humana acerca del medio ambiente molar.

La psicología ambiental ha recibido la influencia de teorías clásicas de la psicología general para

abordar el paradigma de la representación cognoscitiva del ambiente, entre estos aportes

encontramos:

El paradigma de la relación personalidad – ambiente: Las teorías de la personalidad han aportado

de manera significante frente a las conductas del ser humano en los medios ambientes.

El paradigma “respuesta” a los medios ambientes físicos: Influye en una clásica concepción

comportamental, se abordan tres problemas principales:

Estrés ambiental (ruido, densidad, polución)

Ambiente construido (vivienda, diseños urbanos)

Ambiente natural (clima, topografía).

El paradigma de la proxémica: Explica la manera en que el ser humano utiliza el espacio para

manifestar sus interacciones sociales, y los significados que los diferentes lugares adquieren

según las vivencias del mismo.

En resumen, la psicología ambiental ha tenido gran interés por influenciar de manera positiva en

el desarrollo y construcción de la ecología humana, aportando diferentes estudios y paradigmas

que permiten reconocer diferentes tipos de comportamientos de los seres humanos que habitan el

medio ambiente, logrando así identificar las diferentes causas que afectan y benefician a la

misma. La conducta de cada persona se ve significativamente influenciada por las vivencias,

experiencias y cultura, es decir que cada persona tiene el poder de influenciar de manera positiva

o negativa sobre el medio ambiente, y el interés de la psicología ambiental es poder brindar

apoyo a las personas que influyen de manera negativa, dándoles a conocer las consecuencias que

conllevan los malos actos que se suelen tener con el ecosistema.

 Referencias

Bernis, C. (2003) Ecologia Humana. file:///C:/Users/Saider/Downloads/Introd_Ecologia

%20Humana.pdf

Cely Galindo, G. S. J., Núñez de Casto, I., Barrera de Aragón, M., Sopó, A. M. V., Bedate

Alonso, C., Mendoza, R., Salas Cardona, J. C., Herazo Acuña, B., & Rueda B, E. A. (2016).

Ecología-humana: una propuesta bioética. (pp. 15-

33). https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?

direct=true&db=edsbas&AN=edsbas.3F42695B&lang=es&site=eds-live&scope=site Disponible

en: http://hdl.handle.net/10554/3607

Valera, S. (2021) Elementos básicos de psicología ambiental.

http://www.ub.edu/psicologia_ambiental/unidad-1-introduccion