Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
COMPORTAMIENTO
-
ESTRUCTURA
-
PROCES pS
·,
: ·-
i .').'•
; .. :
.;,•
·,:.· <j ·
LAS ORGANIZACIONES
Comportamiento ' Estructura 'Procesos
OCTAVA EDICIÓN
James L. Gibson
Kincaid Professor
College of Business and Economics
University of Kentucky
Jobn M. lvancevicb
Hugh Roy and Lillie Cranz Cullen Chair and
Professor of Organizational Behavior and Management
University of Houston
Revisión técnica
Jesús Vázquez Llorens
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales
Especialista en Dirección de Empresa .
McGRAW·HILL/IRWIN
Santafé de Bogob\ • Buenos Aires • caracas • Guatemala • Lisboa • Madrid • México
rbleva York • Panamá • San Juan • Santiago de Cblle • Sao Pauto
Auckland • Hamburgo • Londres • Milán • Montreal • Nueva Delhi • Paris
San Francisco • San Luis • Singapur • Sidney • Tokio • Toronto
. .. , ..... . .... ·, ¡·
' ' ..·· ~
'
o ~ 3¿15 +~
•
f . .:.;,;;..;;..: ~-·:: ~--::::~1 ~ . ..... --:. .... - :_,_._:;..;;.;.;_~ ........... ~~~;:.~~.:..:.-:.\'.,...,_..,__..,..._ _ ~ "
Las organizaciones
ISBN: 0-256-11240-l
ISBN: 84-8086-266-1
19
PROCESOS DE CARRERA PROFESIONAL
Y SOCIALIZACIÓN
OBJETIVOS
DEFINIR
DESCRIBIR
ANALIZAR
COMPARAR
IDENTIFICAR
709
CAPiTULO 1 9 • PROCESOS DE CARRERA PROFESIONAL Y SOCIAUZACION 727
PRIMER PLANO
Entre 1986 y 1990, el personal de Canada Housing and Otra de sus actuaciones fue la publicación de las nue-
Mortgage Corporation (CHMC) redujo su plantilla de vas vacantes con objeto de que aquellos empleados que
4.000 a 3.000 empleados. Los dirigentes de CHMC de- hubieran sido despedidos o se hubieran visto obligados
bieron enfrentarse al problema de buscar una forma de a aceptar un cargo de menor importancia del que hasta
motivar a los que permanecieron para que continuaran entonces habían tenido tuvieran la oportunidad de ser
esforzándose por mejorar en lo personal, a pesar de que los primeros en solicitarlas, la inclusión de empleados
las posibilidades de obtener un ascenso se habían redu- de todo nivel en equipos de trabajo y comités encarga-
cido. El número de puestos de trabajo de máximo nivel dos de resolver los problemas en cualquier lugar de la
había disminuido de forma desproporcionada con res- organización, el inicio de un programa de ayuda a los
pecto a los demás. El tema se agravaba porque un as- empleados (PAE) que permitiera a éstos buscar ayuda
censo siempre había indicado que una persona progre- emocional para poder superar las situaciones de estrés
saba en su carrera y suponía el reconocimiento público emocional y mental, y la implantación de un sistema
de su prestigio. El reto a que se enfrentaban los diri- formal de planificación y asesoramiento individualizado
gentes de CHMC era el de desarrollar valores y prácti- sobre puestos de trabajo, centrado en el desarrollo de
cas que pusieran de relieve la conveniencia de realizar el conocimientos que pudieran aplicarse a diferentes pues-
trabajo actual con entusiasmo y habilidad. tos de trabajo. CHMC aún no ha conseguido determi-
CHMC adoptó una serie de métodos formales para nar si esos esfuerzos han logrado contrarrestar la pér- ·
conseguir cambiar los valores y prácticas hasta enton- dida de oportunidades en su seno, pero sus dirigentes
ces vigentes en la organización. Dichos métodos in- se han comprometido al máximo con dicho sistema. _
cluían preparar a empleados y ejecutivos para que hicie-
. ran frente a la realidad de la nueva situación, incluyendo
Fuente: Mary Ann Archer y Barbara Lee, «Canada Housing and
el hecho de admitir que se habían reducido notable- Mortgage Surmounts Plateauing~, Personnel j ournal, abril 1990,
mente las posibilidades de progresar profesionalmente. págs. 141- 142.
33
Daniel C. Feldman y Jeanne M. Brett, «Coping with New Jobs: A Comparative Study of New Hires
and Job Changers,, Academy of Management ]ournal, junio 1983, págs. 258-72.
-¡
Fases de la socialización
Las fases de la socialización suelen coincidir con las de la carrera. Aunque los inves-
tigadores proponen diversas descripciones de las fases de la socialización,34 hay tres
fases que la describen con precisión suficiente: 1) socialización previa para los que ac-
ceden a la organización o la abandonan, 2) adaptación y 3) gestión del cargo. 35 Cada
una de estas fases implica realizar actividades específicas que, si se llevan a cabo ade-
cuadamente, aumentarán las posibilidades de que la carrera de la persona sea eficaz.
Además, estas fases se producen de forma continuada y a veces simultánea.
36
Feldman, ~A Practica! Program», págs. 65-66.
37
Shirley A. Hopkins y Willie E. Hopkins, «Ürganizational Productivity 2000: A Work Force
Perspective,., SAM Advanced Management ]ournal, agosto 1991, págs. 44-48.
38
John P. Wanous, Organizational Entry (Reading, Mass.: Addison-Wesley, 1980), y Pauta Popovich
y John P. Wanous, ~ The Realistic Job Preview as a Persuasive Communication», Academy
of Management Review, octubre 1982, págs. 570-578.
James A. Breaugh, «Realistic Job Previews: A Critica! Appraisal and Future Research Directions~:
39
PRIMER PLANO
Un fabricante de productos de vidrio se vale del proce- cios, tensiones y distensiones. Instructores y dirigentes
so de contratación para seleccionar empleados que en- observan su comportamiento y califican a cada candida-
cajen en la organización. La mayoría de las organizacio- to teniendo presentes los criterios que la experiencia se-
nes seleccionan empleados que encajen en un trabajo o ñala como eficaces en la organización. Lo importante de
secuencia de trabajos concretos. El proceso de selección esos ejercicios es que sus evaluadores califican los com-
de una organización comprende cuatro sesiones, en cada portamientos de los candidatos que tienen importancia
una de las cuales se trata de obtener información sobre para el éxito del conjunto de la organización y no para
el candidato y facilitarle información. La primera sesión realizar el trabajo en sí.
exige que los candidatos empleen herramientas y equi- Los candidatos que superan las dos primeras fases
po propios de la fabricación de productos de vidrio. Esta pasan a las dos siguientes. En la tercera, paneles de eje-
sesión simula el entorno laboral real y proporciona in- cutivos entrevistan a los candidatos y hablan de su ex-
formación sobre los procesos técnicos de producción. periencia y actitudes con respecto a una fuerte partici-
La segunda sesión sitúa a los candidatos ante simulacio- pación. Los que superan esta fase pasan a la última, un
nes muy realistas de la gran participación existente en examen físico que incluye la detección de drogas. Estas
el entorno laboral, incluyendo ejercicios en grupos au- cuatro fases sirven para eliminar un 75% de los candi~
torregulados, liderazgo participativo, salarios basados datos a ocupar puestos de trabajo en la organización.
en conocimientos y participación en beneficios.
Fuente: David E. Bowen; Gerald E. Ledford, Jr., y Barry R.
Los candidatos son expuestos a todos los aspectos Nathan, .cHiring for the Organization, Not the Job•, Academy
inherentes a una elevada participación: costes y benefi- of Management Executive, noviembre 1991, págs. 35-50.
Adaptación
La segunda fase del proceso de socialización se produce cuando la persona se ha
integrado en el seno de la organización, después de que asuma su puesto de trabajo.
Durante esta fase, la persona tiene oportunidad de examinar la realidad de la organi-
zación y de su puesto de trabajo. A través de diversas actividades, el empleado trata
·., de convertirse en miembro activo de la organización y en un trabajador competente
en el puesto que ocupa. Este período inicial suele crear tensiones en la persona a cau-
sa de la ansiedad producida por la incertidumbre inherente a toda situación nueva y
diferente. Aparentemente, cuanto más se aproxime una persona a la realidad y a la
· congruencia durante la fase previa, más probabilidades habrá de que disminuyan sus
tensiones. No obstante, todo lo que se pida a esa persona le producirá tensiones.
FASE DE La fase de adaptación de la socialización incluye cuatro actividades principales.
ADAPTACIÓN DE LA Por lo general, toda persona debe dedicarse a: 1) establecer nuevas interrelaciones per-
SOCIALIZACIÓN
sonales con sus compañeros de trabajo y supervisores, 2) aprender las tareas que exi-
Actividades de socializa-
ción que se producen des-
ge el nuevo puesto de trabajo, 3) aclarar su papel dentro de la organización y el de
pués de que una persona los grupos formales e informales pertinentes y 4) evaluar los progresos que realiza
se integre en una em- con respecto a satisfacer las exigencias de su puesto' de trabajo y el papel que le corres-
presa.
ponde. Cualquier lector que haya pasado por este proceso de adaptación reconocerá
estas cuatro actividades y recordará haber tenido reacciones más o menos favorables
a las mismas.
Si todo va bien durante esta fase, la persona se sentirá aceptada por sus compa-
ñeros de trabajo y supervisores y será capaz de realizar las tareas de su puesto de tra-
bajo. Si el período inicial resulta satisfactorio, esa persona conseguirá definir el papel
que le corresponde y su evaluación será congruente. Estas cuatro consecuencias de la
adaptación (aceptación, competencia, definición del papel que corresponde y con-
gruencia en su evaluación) las experimentan en mayor o menor medida todos los nue-
vos empleados. No obstante, su «valor» relativo es diferente para cada persona. 41 Por
ejemplo, la aceptación por el grupo puede ser un resultado menos valorado por una
persona cuyas necesidades están satisfechas por su puesto de trabajo. Pese a esas di-
ferencias, debidas a las preferencias personales, todos pasamos la fase de adaptación
de la socialización y seguimos a la tercera fase.
40
Roger L. Crude y Frank M. Jablin, «Retiring from Work: Thc Paradoxical Impact of Organizational
Commitment», journal of Managerial Issues, primavera 1992, págs. 31-45.
41
Gareth R. Jones, ~Psychological Orientation and the Process of Organízarional Socialization:
An Interactionist Perspective•, Academy of Management Review, julio 1983, págs. 464-474.
CAPITULO 1 9 • PROCESOS DE CARRERA PROFESIONAL Y SOCIALIZACION 733
PRIMER PLANO
Los empleados de uno de los primeros fabricantes del la carrera y de la vida familiar. Los asistentes se prepa-
mundo (que suele citarse en las listas de organizaciones raron para el mismo hablando del tema con sus fami-
bien dirigidas) solían expresar su preocupación por la lias. El seminario se centró en la forma en que la orga-
forma en que sus carreras afectaban a su vida familiar. nización podría aliviar las tensiones existentes entre tra-
Citaban ciertas exigencias de su trabajo que no les per- bajo y familia. Entre las muchas sugerencias que se pre-
mitían dedicar tiempo a su familia: vendedores que les sentaron, figuraba la de eliminar los viajes en domingo
llamaban a casa, la política de la empresa que les exigía y el incluir los acontecimientos de tipo familiar en el ca-
viajar 100 días al año acompañando a los vendedores y lendario laboral. Pero más importante aún fue crear una
su permantente responsabilidad. Aunque la unidad de actitud que hoy permite hablar de los problemas labo-
capacitación de recursos humanos de la empresa prepa- rales y familiares y que se sabe que la empresa tiene un
ró y ofreció diversos seminarios sobre distintos aspec- interés legítimo en resolverlos.
tos de la gestión de la propia carrera, la confrontación Fuente: Douglas T. Hall y Judith Richter, «Balancing Work Life
trabajo-familia jamás se había discutido abiertamente. and Home Life: What Can Organizations Do to Help?»,
Como respuesta al enorme interés que despertaba Academy of Management Executive, agosto 1988, pág. 221, y
Douglas T. Hall, «promoting Work!Family Balance: An
este tema, la unidad de recursos humanos ofreció un se- Organization-Change Approach,., Organization Dynamics,
minario de dos días de duración sobre planificación de invierno 1990, págs. 4-18.
que la persona se ajuste a las exigencias y expectativas del grupo laboral próximo a
ella), la fase de gestión del cargo del proceso de socialización incluye un conjunto FASE DE GESTIÓN
mayor de asuntos y problemas. DEL CARGO
DEL PROCESO DE
Concretamente, la tercera fase incluye un conflicto entre el trabajo y la vida fa- SOCIALIZACIÓN
miliar de la pers·ona. Por ejemplo, esta persona deberá distribuir su tiempo y sus ener- Actividades de socializa-
gías entre su trabajo y su papel en la familia. Dado que su tiempo y sus energías son ción que se producen en
limitados y las exigencias del trabajo y la familia parecen insaciables, es inevitable que un período estable de la
carrera de una persona.
surjan conflictos. De hecho, las investigaciones indican que los temas laborales son
la principal causa de los conflictos familiares.'~ 2 Los empleados que no son capaces de
resolver esos conflictos suelen verse forzados a abandonar la organización o a traba-
jar de una forma ineficaz. En cualquier caso, ni la persona ni la organización salen
bien parados de estos conflictos sin resolver entre trabajo y familia. Las organizacio-
nes que entienden que existe un conflicto entre el trabajo y la familia ayudan a sus
empleados de diversas maneras.
La segunda causa de conflicto que surge durante la fase de gestión del cargo es
la del grupo laboral al que pertenece la persona con otros grupos del mismo tipo en la
organización. Esta fuente de conflictos puede influir más en unos empleados que en
2
•Christopher A. Higgins, Linda E. y Richard H. Irving, «Work-Family Conflict in a Duai-Career
Family», Organizational Behavior and Human Decision Processes, febrero 1992, págs. S 1-75.
734 PARTE V • LOS PROCESOS DE LAS ORGANIZACIONES
otros. Por ejemplo, a medida que una persona va ascendiendo jerárquicamente dentro
de la organización, se ve forzada a relacionarse con otros grupos internos y externos.
Cada uno de esos grupos puede exigir, y a veces lo hace, distintas cosas a esa perso-
na, produciéndose tensiones si no puede satisfacerlas. Las personas toleran de distin-
ta forma el nivel de estrés que producen esas exigencias conflictivas y a veces irre-
conciliables, pero podemos suponer que toda tensión no controlada es mala, tanto
para la persona como para la organización.
Consecuencias de la socialización
Si una persona va superando positivamente cada una de las fases del proceso de so-
cialización, habrá conseguido poner los cimientos de una carrera eficaz. Hay que su-
brayar que esos cimientos o inicios son producto de la socialización. Los procesos de
socialización contribuyen a que algunos aspectos de las reacciones de una persona
ante un puesto de trabajo o una organización sean positivos, pero no a que todos los
aspectos de las mismas lo sean. Por ejemplo, la satisfacción general (el punto hasta el
cual una persona está satisfecha y feliz en su trabajo) está relacionada con una gran
congruencia, definición del cargo, solución de exigencias contrapuestas de grupos de
trabajo y solución de conflictos entre el trabajo y la familia. La congruencia es una
actividad de la fase previa, la definición del cargo se produce durante la fase de adap- .
tación y las actividades destinadas a resolver los conflictos son las características de
la fase de gestión del cargo. Por consiguiente, cada una de las fases del proceso
de socialización contribuye a que la persona obtenga una satisfacción general en su
puesto de trabajo.
Las mismas investigaciones que pusieron de manifiesto las relaciones citadas,
indicaron también que las actividades de socialización no -~<!!1 en modo alguno
relacionadas con dos variables muy importantes: motivación. laboral interna y com-
promiso hacia la organización. Por tanto, puede suceder que una persona tenga expe-
riencias positivas o negativas con los procesos de socialización de una organización
y, en consecuencia, tenga una motivación laboral interna y un compromiso hacia la
organización positivo o negativo. 43 La explicación más probable P.~S_te dato es que
la motivación y el compromiso son consecuencia del trabajo en sí y de los valores per-
sonales. En nuestra exposición sobre el diseño de puestos de trabajo: que realizába-
mos en el capítulo 15, destacábamos la importancia de ciertos factores relacionados
con el trabajo, como la identidad de la tarea a realizar, la importancia de la misma, la
libertad en el trabajo y la retroinformación, que permite que los empleados se sientan
satisfechos en sus puestos de trabajo. Así pues, aunque los procesos de socialización
de una organización pueden servir para establecer sólidos cimientos para una carrera
eficaz, no pueden en modo alguno garantizarla. 44 Las organizaciones que se han com-
prometido a ofrecer el máximo de oportunidades profesionales deberá tener muy en
cuenta los factores de motivación a la hora de diseñar su proceso de socialización.
4
1'homas W. Lee, Susan]. Ashford, James P. Walsh y Richard T. Mowday, «Commitment Propensity,
Organizational Commitment, and Voluntary Turnover: A Longitudinal Study of O rganizational Entry
Processes», journal of Management, marzo 1992, págs. 15-32.
44
]ohn Arnold y Nigel Nicholson, «Construing of Self and Others at Wo rk in the Early Years of
Corporate Careers», journal of Organizational Behavior, diciembre 1991, págs. 621-639.
CAPITULO 19 • PROCESOS DE CARRERA PROFESIONAL Y SoCIAUZACIÓN 735
4
l Van Maanen, «People Processing: Srrategies for Organizarional Socialization•, Organizational
Dynamics, verano 1978, págs. 18-36.
46
La exposición que sigue refleja los datos obtenidos en las investigaciones llevadas a cabo por Feldman,
«A Practica! Program •.
736 PARTE V • LOS PROCESOS DE LAS ORGANIZACIONES
fesionales, la organización debe tener en cuenta los movimientos laterales y los casos
en los que una persona pasa a ocupar un puesto de menor categoría. 47
Las transferencias laterales suponen cambios dentro de un mismo nivel jerárquico
de un departamento a otro. Un dirigente que ha alcanzado un nivel estable en pro-
ducción puede ser destinado a un nivel similar en ventas, ingeniería o a cualquier otra
función. Este cambio exige que dicho dirigente aprenda con rapidez las exigencias téc-
nicas de su nuevo campo de actividad, de modo que tendrá una fase de menor ren-
dimiento mientras realiza dicho aprendizaje. No obstante, una vez cualificado, el di-
rigente tendrá en cuenta los puntos de vista de ambas funciones a la hora de tomar
decisiones.
Un destino a un puesto de categoría inferior es algo que nuestra sociedad asocia
con la idea de fracaso. Un dirigente eficaz ni siquiera piensa que el ser degradado su-
ponga una alternativa respetable. 48 Sin embargo, pasar a un puesto de menor catego-
ría no sólo es en muchos casos una alternativa respetable, sino totalmente aceptable,
sobre todo cuando se dan una o más de las siguientes condiciones:
• El dirigente valora la calidad de vida que le ofrece una zona determinada y puede
desear aceptar un puesto de menor categoría para así permanecer o ser destinado
a la misma.
• El dirigente considera que esa situación puede ser una base para futuros ascensos.
• El dirigente está ante la alternativa de ser despedido o pasar a un puesto de menor
categoría o ser despedido.
• El dirigente desea lograr mayor autonomía para iniciar actividades de autorreali-
zación u otras no relacionadas con su trabajo (religiosas, cívicas o políticas) y por
esa razón puede agradecer las menores responsabilidades y exigencias de un pues-
to de trabajo de menos categoría.
Las organizaciones pueden valerse de puestos de retorno para reducir el riesgo que
conllevan los cambios laterales y los destinos a puestos de merior categoría. Esta prác-
tica supone identificar previamente un cargo que el dirigente transferido pudiera ocu-
par si no se acoplara a su nuevo puesto. Al identificar previamente este puesto de re-
torno, la información comunica a todos los afectados que existen algunos riesgos,
pero que la organización está dispuesta a asumir parte de la responsabilidad y que la
vuelta a un puesto de retorno no se deberá considerar como un fracaso. Empresas
como Heublein, Procter & Gamble, Continental Can y Lehman Brothers se han ser-
vido de la idea de puestos de retorno para disminuir el riesgo que existe en todo cam-
bio lateral o ascenso. Esta práctica parece ser muy prometedora para proteger las carre-
ras de técnicos y profesionales muy especializados que pasan a ocupar por primera
vez cargos directivos.
Una alternativa a la tradicional idea de establecer la senda a recorrer a lo largo de
la carrera profesional es establecer una senda profesional realista. Esta práctica hace
47
Douglas T . H all y Francine S. Hall, «What' s N ew In Career Management», Organizational Dynamics,
verano 1976, págs. 21-27.
48
Douglas T. Hall -y Lynn A. Isabella, «Downward Movement and Career Development», Organizational
Dynamics, verano 1985, págs. 5-23.
CAPITULO 1 9 • PROCESOS DE CARRERA PROFESIONAL Y SOCIAUZACIÚN i37
depender los progresos en la carrera de las experiencias de la vida real y de las prefe-
rencias personales. Es~as sendas tendrían las características siguientes: 49
l. lncluirían cambios laterales y a puestos de menor categoría, así como posibilida-
des de ascensos no vinculadas con el ritmo «normal» de avance.
2. Tendrían carácter tentativo y responderían a cambios en las necesidades de la or-
gamzación.
3. Tendrían la suficiente flexibilidad como para tener en cuenta la capacidad personal.
4. Cada uno de los puestos de trabajo a ocupar a lo largo de la senda profesional se
especificaría en términos de conocimientos y técnicas a adquirir para desempe-
ñarlo y de otros atributos concretos del mismo y no sólo haciendo referencia a
estudios, edad o experiencia laboral. .
Para lograr que la socialización previa sea eficaz es necesario contar con unas sen-
das realistas a recorrer a lo largo de una carrera profesional, más que con las de tipo
tradicional. Si carece de información, el empleado sólo podrá tratar de adivinar qué
es lo que se le ofrece. Más aún, crear pautas profesionales flexibles es algo que tiene
gran importancia en una era como la actual, caracterizada por los profundos cambios.
Greyhound Financia! Corporation (GFC), por ejemplo, implan.tó un tipo de diseño
de trayectoria profesional que denominó «culturismo», que lleva a los dirigentes a nue-
vas funciones y a nuevos puestos de trabajo similares a los que ocupan. 5° El programa
de GFC responde directamente a la necesidad de reducir su plantilla, uno de los pro-
blemas más acuciantes de las actuales organizaciones. La experiencia de GFC es aná-
loga a la de otras empresas. Establecer una senda rígida para una carrera profesional
es algo contrario a: los esfuerzos que lleva a cabo cualquier organización por adaptar-
se a los entornos nuevos, las nuevas tecnologías y los nuevos competidores.51
49
James W. Walker, «Let's Get Realistic about Carecr Paths», Human Resource Management, otoño 1976,
págs. 2-7.
50
Gregory_B. N onhcraft, Terri L. Griffith y C hristina E. Shalley, «Building Top Management Muscle
in a Slow Growth Environmeni:: How Different Is Bctter at Grevhound Financia) Corporation»,
The Academy of Management Executive, febrero 1992, págs. 32-4 L
51
Karen N. Gaertner, «Managers' Careers and Organizational Change», The Academy of Management
Executive, noviembre 1988, págs. 311-318.
7 38 PARTE V • LOS PROCESOS DE LAS ORGANIZACIONES
sonales. El nuevo empleado entra en un sistema social activo que ha creado un con-
junto especial de valores, ideales, fricciones, conflictos, amistades, coaliciones y que
presenta todas las demás características de los grupos de trabajo. Si se le deja solo, el
nuevo empleado deberá enfrentarse a ese nuevo entorno desde la más completa igno-
. rancia, en tanto que si se le ayuda podrá hacerlo de una forma más eficaz. 52
Por consiguiente, la organización debería diseñar unos programas de orientación
que permitan que el nuevo empleado conozca a los demás empleados lo antes posi-
blé. Más aún, el trabajo de orientación debería asignarse a personas concretas, a las
que se seleccionaría por su dominio de las técnicas de socialización y que dedicarían
parte de su tiempo de trabajo a los nuevos empleados. Hasta qué punto un programa
de orientación deba tener un carácter formal, es algo que variaría según los casos,
pero en ningún caso se debe dejar al azar.
Los programas de preparación tienen una enorme utilidad durante la fase inicial.
No hay duda de que son necesarios para enseñar a los nuevos empleadoslas técnicas
idóneas y para que desarrollen los conocimientos precisos. Más aún, cuando estos pro-
gramas de preparación son eficaces, proporcionan retroinformación con respecto a la
forma en que se progresa en la adquisición de esos conocimientos. Lo que no está
tan claro es la necesidad de integrar una preparación de tipo formal en el programa
de orientación. 53
Las organizaciones van reconociendo cada vez más la importancia que tiene la pre-
paración para modelar las percepciones y expectativas de sus empleados. En algunos
casos, preparación se utiliza como sinónimo de socialización y, por consiguiente, des-
empeña un papel de la mayor importancia en la forma en que una persona entiende
y se adapta a su nuevo puesto de trabajo y a su nueva organización.54
La evaluación del rendimiento, en el contexto de la socialización, proporciona im-
portante retroinformación sobre la forma en que la persona se desempeña en el seno
de la organización. Si la información relativa a una circunstancia de tal importancia
es inexacta o ambigua, pueden producirse problemas de rendimiento. Para evitar que
surja este tipo de problemas, deberán realizarse sesiones de evaluación del rendimien-
to en reuniones cara a cara entre el empleado y un dirigente, y los criterios sobre el
rendimiento deberán ser lo más objetivos posible para ese puesto de trabajo. La ges-
tión por objetivos y las escalas de calificación ligadas al comportamiento son espe-
cialmente aplicables en estos casos.
La retroinformación sobre el rendimiento es una de las más importantes respon-
sabilidades de los dirigentes, a pesar de lo cual muchos no están bastante preparados
para hacerle frente, ya que, sencillamente, no saben cómo evaluar el rendimiento de
sus subordinados. Este defecto es especialmente perjudicial para los nuevos dirigen-
tes que no han estado el tiempo suficiente en la organización y aún no han podido
socializarse con sus compañeros ni con los demás empleados y no están muy seguros
52
Cynthia D. Fisher, «The Role of Social Support in Organizational Socialization•, Academy
of Management Proceedings, 1983.
53
Daniel C. Feldman, <•Socialization, Resocialization, and Training: Reframing the Research Agenda»,
en Irwin L. Goldstein and Associates, Training and Development in Organizations (San Francisco:
Jossey-Bass, 1989), págs. 376-416.
54
B. Kaye, «Career Development Puts Training in lts Place•, Personnel Journal, febrero 1983,
págs. 132-137.
CAPITULO 1 9 • PROCESOS DE CARRERA PROFESIONAL Y SOCIAUZACION 739
de en qué se espera que crean, ni de los valores que deben defender, ni del compor-
tamiento que se espera de ellos. Ellos se dirigen a sus propios jefes para que les ayu-
den a superar esta fase inicial, pero cuando sus jefes fracasan al evaluar su rendimien-
to de forma satisfactoria, siguen en la más completa ignorancia y totalmente confu-
sos sobre si están consiguiendo realizar lo que la organización espera de ellos.
Un trabajo que suponga un reto para la persona que lo realice es uno de los rasgos
principales de los programas eficaces de socialización y denota que se avanza profe-
sionalmente. 55 El primer trabajo de un nuevo empleado suele exigirle menos de lo que
él quisiera aportar. Por consiguiente, el nuevo empleado no puede hacer patente todo
su potencial, de modo que experimenta una sensación de ahogo, sensación que resul-
ta especialmente perjudicial si la persona que lo captó se mostró decididamente en-
tusiasmada a la hora de «venderle» la organización durante su captación.
Ciertas personas saben lograr que sus puestos de trabajo supongan un reto, aun-
que sean puramente rutinarios. Lo consiguen pensando en formas de desempeñarlos
diferentes y mejores. También pueden convencer a sus jefes para que les den mayor
libertad y más cosas que hacer. Desgraciadamente, muchos universitarios que acaban
de terminar sus carreras carecen de esta habilidad. En sus anteriores experiencias en
las aulas, el reto lo habían creado sus profesores; siempre se lo han creado otras per-
sonas, nunca ellos.
Enriquecer un puesto de trabajo es una práctica habitual para motivar a los em-
pleados que tienen marcada necesidad de desarrollarse y realizarse. Si el trabajo no en-
traña un reto, el dirigente a cargo del nuevo empleado puede enriquecerlo. Entre las
formas habituales de hacerlo figuran el dar mayor autoridad y responsabilidad al nue-
vo empleado, permitir que se relacione directamente con los clientes y dejar que lleve
a la práctica sus ideas, en vez de recomendar a su jefe que lo haga.
Un jefe exigente contribuye a conservar a los nuevos empleados. No hay que in-
terpretar en este contexto la palabra exigente como equivalente a autocrático; por el
contrario, el tipo de jefe que más probabilidades tendrá de encauzar a los nuevos em-
pleados para que sigan un rumbo correcto es aquél cuyas expectativas con respecto a
su rendimiento son altas, pero alcanzables. Este tipo de jefe lleva a comprender que
se espera un elevado rendimiento del nuevo empleado y que éste se verá recompen-
sado, y lo que también es importante, que dicho jefe siempre está dispuesto a ayudar
con sus consejos y sus ideas_. 56
Puede ser que la práctica de asignar a los nuevos empleados a jefes exigentes ten-
ga o no un carácter formal. No obstante, lo probable es que un nuevo empleado se
vea influido por otros empleados. Esa influencia adopta a veces la forma de una re-
lación tutelar, en la que un empleado con experiencia asume el papel de tutor.
La tutoría puede estar a cargo de cualquier dirigente o compañero de trabajo. 57
Más aún, las consecuencias de las relaciones tutelares son a veces negativas desde el
55
John E. Sheridan; John W. Slocum, Jr.; Richard Buda. y Richard C. Thompson, «Effects of Corporate
Sponsorship and Departmental Powrr on Career Tournaments... Academy af Management ]oumal,
septiembre 1990, págs. 578-602.
56
Burr Anderson, Jr., · Managing Activiry: New Agent ~ Want Close Supervision», Managers Magazine,
febrero 1992, págs. 3, 5.
57
Kathy E. Kram y Lynn A. Isabella, «Memoring Alternatives: The Role of Peer Relationships in Career
Development,, Academy of Managemem journal, marzo 1985. págs. 1i0-132.
7 40 PARTE V • LOS PROCESOS DE LAS ORGANIZACIONES
punto de vista de la organización. Por ejemplo, el tutor puede transmitir al nuevo em-
pleado información sobre formas de reducir el rendimiento sin ser sorprendido. Por
tanto, la organización debe tener en cuenta la importancia de este tipo de tutoría y
ha de crear procedimientos formales para asignar a los nuevos empleados a dirigentes
que les propongan retos en su trabajo.
El interés de la tutoría como factor que afecta al desarrollo de la carrera de una
persona y a la eficacia de la organización ha llevado a realizar diversos estudios sobre
la misma. 58 Puede afirmarse que existen pruebas evidentes que la vinculan con el de-
sarrollo profesional, la eficacia de la organización y la satisfacción profesional. 59 Las
organizaciones que cuentan con un número relativamente grande de empleados que
están en la fase de mantenimiento de su carrera profesional cuentan con un grupo de
personas que pueden servir de tutores. No sólo es coherente el papel de tutor con la
fase de mantenimiento, sino que hemos visto que la necesidad de tutoría también es
coherente con la fase de establecimiento de la carrera profesional. 60
/ Las actividades específicas de la tutoría distinguen entre comportamientos relacio-
/ nados con la carrera y comportamientos relativos a la persona. Entre las actividades
relacionadas con la carrera, figuran asesorar y presentar retos a los tutelados, hacien-
do al mismo tiempo públicos sus logros y protegiéndoles frente a cualquier maniobra
de carácter político. Las relativas a las personas incluyen comportamientos amistosos
y de asesoramiento, sin por ello dejar de actuar como modelo para el nuevo emplea-
do. El tutor es el patrocinador y el maestro del recién llegado. Por consiguiente, el
papel de tutor es difícil de desempeñar y requiere contar con considerable habilidad
interpersonal y gran conocimiento sobre la organización para desempeñarlo bien.
El nuevo empleado puede obtener cuantiosos beneficios de una relación eficaz
de tutoría. Un estudio realizado sobre una población de consejeros-delegados puso de
manifiesto que casi un 65% de los mismos tuvo un tutor en algún momento de su ,
carrera profesional y que los que lo habían tenido percibían un salario mayor que los
que habían carecido de él. 61 Otros estudios sobre el liderazgo de los ejecutivos con-
firman la importancia que tiene aprender con tutores y jefes. Los dirigentes eficaces
casi siempre consideran que sus antiguos tutores y jefes han contribuido decisivamen-
te a su éxito.62 No obstante, hay que formular una advertencia antes de aceptar la uni-
versalidad de los efectos positivos de la tutoría: un reciente estudio indica que los
empleados que proceden de niveles socioeconómicos relativamente elevados se bene-
fician más de la tutoría que los de niveles socioeconómicos más bajos.63 Como se in-
dica en el Primer plano que acompaña a la presente sección, el sexo de un empleado
PRIMER PLANO
La mujer continúa avanzando hacia la igualdad de opor- que, sin la ayuda de sus mentores, sus progresos profe-
tunidades profesionales en el campo de la dirección de sionales se habrían visto negativamente afectados.
empresas. Tanto mujeres como hombres han hablado A pesar de los datos que facilitó dicho estudio, otros
mucho de la idea del techo invisible. Este techo es una estudios detectan un respaldo menos positivo a cual-
barrera invisible que impide que las mujeres progresen quier tipo de tutoría como ayuda eficaz para la mujer
más allá de un cierto punto en la jerarquía de la direc- que aspire a llegar a los puestos más altos de una em-
ción. Encuestas, testimonios e investigaciones diseña- presa. Por ejemplo, no hay muchos mentores eficaces
das con el máximo rigor han puesto de manifiesto que en las organizaciones y ello supone que no toda perso-
ese techo es real. Ciertas organizaciones han empezado na que aspire a un alto cargo pueda disponer de un men-
a elaborar planes para eliminarlo. Muchos de ellos in- tor eficaz. También pueden existir otras barreras que
cluyen algún tipo de tutoría para la mujer. impidan que las tutorías sean eficaces en una organiza-
Un estudio realizado sobre una población de muje- ción y que cualquier aspirante a un alto cargo se vea
res empleadas en distintas organizaciones permitió obligado a superarlas. Un estudio indicaba que las mu-
identificar los factores que consideraban eficaces para jeres perciben un mayor número de barreras que los
progresar en sus carreras. Las mujeres citaban la tutoría hombres. ¿Por qué? Hay quien dice que la mayoría de
como uno de esos factores y afirmaban que lo normal los mentores de mujeres son hombres y que a las mu-
era que sus mentores fueran hombres. Las mujeres in- jeres les resulta mucho más difícil establecer una rela-
dicaron que preferían tener varios mentores en lugar de ción de tutoría con un hombre que con una mujer. Esta
uno, ya que esto les proporcionaba una serie de venta- situación no cambiará hasta que un número mayor de
jas, entre las que citaron: 1) oportunidades laborales que mujeres acceda a puestos de tutoría.
les permitieran mostrar sus conocimientos y capacidad, Fuente: Barbara Ettorre, o:Women at Work: Breaking tbe Glass...
2) retroinformación y asesoramiento, 3) el hecho de que or Just Window Dressing?•, Management Review, marzo 1992,
págs. 16-22; Rose Mary Wentling, «Women in Middle
compartieran sus experiencias con ellas y 4) un estímu- Management: Their Career Development and Aspirations•,
lo para que alcanzaran unos estándares de alto rendi- Business Horizom, enero-febrero 1992, págs. 47-54, y Belle Rose
Cotton y John L Cotton, «Easier Said tban Done: Gender
miento y su reconocimiento cuando lo lograban. Las Differences in Perceived Barriers to Gaining a Mentor», Aaulemy
mujeres que intervinieron en dicho estudio indicaron of Management ]ournal, octubre 1991, págs. 939-51.
TABLA 19 • 1
Fase de socialización Prácticas
USTA DE
COMPROBACIÓN Socialización previa 1. Captación mediante una presentación realista del
DE PRACTICAS puesto de trabajo.
2. Selección y colocación empleando sendas realistas por
EFICACES DE donde se debe desarrollar la carrera.
SOCIALIZACIÓN Socialización de adaptación l. Programas de orientación de diseño especial
y personalizado.
2. Preparación de tipo social y técnico.
3. Retroinformación estimulante y exacta.
4. Asignación de trabajos que entrañen un reto.
5. Supervisores exigentes, pero justos.
6. Estimulantes relaciones de tutoría.
Socialización de gestión del cargo l. Proporcionar asesoramiento profesional.
2. Trabajos adaptables y flexibles.
3. Ejecutivos sinceros y centrados en lo personal.
miemos percibidos de forma personal y relacionados • Los procesos de socialización de una organización coin-
con experiencias laborales de importancia para una ciden con las distintas fases de la carrera profesional. La
empresa. socialización previa se produce durante las fases ante-
riores al trabajo y a la jubilación. La adaptación se pro-
• La dinámica correspondiente a la elección de una carre-
duce en las fases de establecimiento y progreso, y la de
ra no llega a entenderse muy bien. Holland presenta una
gestión del cargo en la de mantenimiento. La coinciden-
de las teorías más atractivas al respecto, afirmando que
cia que existe entre las fases de socialización y las del
las personas eligen las carreras que son compatibles con
desarrollo profesional permite a los dirigentes aplicar
su tipo de personalidad. Más aún, según esta teoría, hay
prácticas que maximicen las posibilidades de satisfacer
relaciones muy definidas entre ciertos tipos de perso-
las necesidades personales y las de la empresa.
nalidad y determinadas características laborales.
• El éxito de la socialización de una organización depen-
• El concepto de carrera en una organización debe ser lo
de del modo en que las actividades de socialización sa-
bastante amplio como para incluir las nuevas pautas de
tisfagan las necesidades personales de la empresa en cada
vida laboral y extralaboral, entre las que figuran el
una de las fases de su carrera profesional. Las prácticas
deseo de una persona de cambiar sus experiencias pro-
habituales de una organización, como la captación, la se-
fesionales por otras de tipo familiar y personal, la pre-
lección y la ubicación, además de la promoción y la
ocupación por la calidad de vida en todas sus facetas y
transferencia, pueden convertirse en elementos funda-
la existencia de varias carreras en un mismo hogar.
mentales de un proceso de socialización eficaz si la di-
• Una carrera eficaz presenta las características de ren- rección los adopta con el objeto de satisfacer las nece-
dimiento, actitudes, adaptabilidad e identidad. Estas sidades personales y las de la empresa.
características, que denotan la eficacia de una carrera
• Por tanto, la socialización dentrcr de una organización
personal, contribuyen a lograr una mayor eficiencia,
puede considerarse como un medio para lograr la inte-
producción, calidad, flexibilidad, competitividad y de-
gración de la misma. Una de las principales tareas de la
sarrollo.
dirección consiste en lograr integrar eficazmente la di-
• La mayoría de las personas realizan sus carreras siguien- versidad existente en toda organización, diversidad que
do pautas predecibles. Cada una de las fases de la mis- obedece a la necesidad de crear puestos de trabajo y de-
ma presenta unas exigencias psicológicas, de actividades partamentos especializados y contratar a especialistas
y comportamientos concretos. Además, la importancia para que se ocupen de esas especialidades. La diversidad
relativa de las necesidades concretas va cambiando a me- crea la necesidad de integrar. La socialización puede ser
dida que la persona recorre cada una de las fases de su un medio para integrar los intereses personales con los
carrera. de la orga~ización.
• PREGUNTAS DE REPASO
l. ¿Cuáles eran las actividades de socialización de alguna de una persona y de una organización. Explique su
organización de que usted haya formado parte? ¿Qué clasificación.
pruebas hay de que la dirección ha tomado parte activa
5. Entreviste a alguna persona que le conste que tenga una
en el diseño de esas actividades para contribuir así a al-
experiencia profesional considerable. Pídale que le ex-
canzar los objetivos empresariales?
plique las actividades relacionadas con la gestión del
2. Describa la forma en que los procesos de socialización cargo que ofrece la organización.
pueden contribuir a que los empleados se comprome-
6. ¿Cuál de las tres fases de la socialización es más im-
tan a producir bienes y servicios de gran calidad.
portante para que los empleados rindan más? Explique
3. ¿De qué modo ha afectado la nueva diversidad en el lu- su respuesta.
gar de trabajo y en el mercado global a los procesos de
7. ¿Qué experiencia ha tePido con entrevistas y exposi-
socialización y desarrollo de una carrera?
ciones previas relativas a los puestos de trabajo? ¿Le
4. Clasifique por orden de importancia las cuatro carac- han descrito el trabajo con precisión, de acuerdo con
terísticas de una carrera eficaz desde el punto de vista sus posteriores experiencias? ¿Se le podría haber expli-
CAPITULO 1 9 • PROCESOS DE CARRERA PROFESIONAL Y SOCIALIZACIÓN 7 45
cado lo que usted experimentó en una exposición rea- 10. ¿Por qué las organizaciones actuales dan tanta impor-
lista de su puesto de trabajo? Explique su respuesta. tancia a la socialización previa a la jubilación? ¿Por qué
es distinta la socialización previa de los empleados que
8. ¿Por qué se considera que los líderes y los compañeros
por primera vez van a acceder a un puesto de trabajo
son los principales protagonistas del proceso de so-
en la organización y la de los que van a jubilarse?
cialización?
9. Basándose en su experiencia laboral, ¿han sido impor-
tantes los dirigentes y compañeros en su socialización
dentro de la organización?
• LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Allen, N. J., y J. P. Meyer. «Ürganizational Socialization Nicholson, M., y J. Arnold. ,,from Expectation to Ex-
Tactics: A Longitudinal Analysis of Links to Newco- perience: Graduares Entering the Large Corpora-
mers' Commitment and Role Orientation». Academy of tion ». ]ournal of Organizational Behavior, 1991,
Managernent ]ournal, 1990, págs. 847-858. págs. 413-429.
Cappelli, P., y W. F. Cascio. «Why Sorne Jobs Command Reynolds, R. «Career Management: Making It on Your
Wage Premiums: A Test of Career Tournament and In- First Job». Black Enterprise, 1992, págs. 130-138.
terna! Labor Market Hypotheses». Academy of Mana-
Schneer, J. A., y F. Reitman. «Effects of Employment Gaps
gement ]ournal, 1991, págs. 848-868.
on the Careers of M.B.A.'s: More Damaging for Men
Folkman, J.«Avoiding Rustout and Burnout». Executi'l:e than for Women?>>. Academy of Managernent ]ournal,
Excellence, 1992, págs. 12-13. 1990, págs. 391-408.
Fullagar, C.; D. McCoy, y C. Shull. «The Socialization of Sunseri, A. J., y D. B. Kosteva. <<Strategic Planning Is Es-
Union Loyalty>>. ]ournal of Organizational Behavior, sentía! to Career SuccesS>>. Healthcare Financia! Mana-
1992, págs. 13-26. gement, 1992, pág. 100.
Harrison, J. R., y G. L. Carro!!. «Keeping the Faith: AMo- Wilson, P. «Women Employes and Senior Management>>.
del of Cultural Transmission in Formal Organi- Personnel Review, 1991, págs. 32-36.
zations». Adrninistrativ e Science Quarterly, 1991,
págs. 552-582. Zawacki, 'R. A. «Motivating the IS People of the Future».
Information Systems Management, 1992, págs. 73-75.
McCall, M. W.; M. M. Lombardo, y A. M. Morrison. «Ca-
reer Leaps ana Bounds''· Executive Excellence, 1992,
págs. 16-17.
CASO A ANALIZAR
NEGARSE A UN AscENso
A Ron Riddell, un hombre de treinta y seis años, gerente llones de dólares durante su pnmer año de comercia-
de proyectos en Dowling Products Corporation, se le con- lización.
sidera un dirigente consciente, activo y creativo. Actual- Riddell cuenta con un equipo permanente formado por
mente está trabajando en un nuevo producto para limpiar ocho hombres y tres mujeres, más otro temporal de dos
los fregaderos, del que se espera una venta bruta de tres mi- hombres y dos mujeres que le han sido asignados sólo para