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¿Tienes anemia ferropénica?

Cuidado con la inflamación


La anemia ferropénica se debe a un déficit de hierro y tiene una incidencia elevada
entre la población. Los síntomas son cansancio, falta de concentración, dolor de
cabeza, uñas quebradizas, caída de pelo, mareos, malhumor o cara pálida.

¿Qué más puede ocurrir? Problemas de absorción de hierro o hemorragias. En el


caso de las mujeres es muy común la pérdida de hierro abundante en cada
menstruación, pero también podría haber alguna úlcera interna.

Anemia e inflamación

En los últimos años se ha descubierto que un estado inflamatorio también puede


ser motivo de anemia ferropénica. Como no existen mecanismos activos para
eliminar el hierro, su absorción está muy controlada por la hepcidina, una hormona
que se libera en el hígado ante varias señales: cuando la reserva de hierro está
elevada y en casos de inflamación o infecciones (aunque los depósitos no estén
llenos no se absorbe).

Puede haber alguna molestia o patología digestiva, pero también otras dolencias que
quizás no relacionamos como infecciones recurrentes o migrañas.

Es muy importante evitar los alimentos inflamatorios: gluten (especialmente, trigo),


azúcar (incluye harinas refinadas) y grasas de mala calidad (aceites refinados y
trans). Además, debemos evitar tóxicos, fármacos y estrés. Por otra
parte, potenciaremos alimentos antiinflamatorios como el omega 3 y la cúrcuma
con pimienta. Las verduras también son antiinflamatorias gracias a su efecto
antioxidante. Priorizaremos las de color verde (ricas en clorofila) y de color rojo (ricas
en betalaína, como la remolacha) porque también estimulan la formación de glóbulos
rojos.

Anemia por deficiencia de hierro


La anemia por deficiencia de hierro es un tipo común de anemia que se produce si no
tiene suficiente hierro en su cuerpo. Las personas con anemia por deficiencia de
hierro leve o moderada pueden no tener ningún signo o síntoma. La anemia por
deficiencia de hierro más severa puede causar fatiga o cansancio, dificultad para
respirar, o dolor en el pecho.

Si su médico le diagnostica anemia por deficiencia de hierro, su tratamiento


dependerá de la causa y la gravedad de la condición. Su médico puede recomendarle
cambios saludables en la alimentación, suplementos de hierro, terapia con hierro por
vía intravenosa para la anemia por deficiencia de hierro leve a moderada o transfusión
de glóbulos rojos para la anemia por deficiencia hierro grave. Es posible que deba
manejar la causa de su deficiencia de hierro, como alguna hemorragia subyacente. Si
no se diagnostica o no se trata, la anemia por deficiencia de hierro puede causar
complicaciones graves, como insuficiencia cardíaca

Síntomas

Los signos y síntomas de la anemia de células falciformes suelen aparecer alrededor


de los 5 meses de edad. Varían de una persona a otra y cambian con el tiempo. Los
signos y síntomas pueden incluir los siguientes:

 Anemia. Las células falciformes se rompen fácilmente y mueren,


dejándote con muy pocos glóbulos rojos. Los glóbulos rojos suelen vivir
aproximadamente 120 días antes de que deban ser reemplazados. Pero
las células falciformes suelen morir en 10 a 20 días, y como consecuencia
se produce una escasez de glóbulos rojos (anemia).

Sin suficientes glóbulos rojos, tu cuerpo no puede obtener suficiente


oxígeno, y esto causa fatiga.

 Episodios de dolor. Los episodios periódicos de dolor, llamados crisis de


dolor, son un síntoma importante de la anemia de células falciformes. El
dolor se manifiesta cuando los glóbulos rojos falciformes bloquean el flujo
sanguíneo en los pequeños vasos sanguíneos del pecho, el abdomen y
las articulaciones. También puede haber dolor en los huesos.

El dolor varía en intensidad y puede durar de unas horas a unas semanas.


Algunas personas solo tienen unas pocas crisis de dolor al año. Otras
tienen una docena de crisis de dolor al año, o más. Una crisis de dolor
intenso requiere un internamiento en el hospital.

Algunos adolescentes y adultos con anemia de células falciformes


también tienen dolor crónico, que puede ser el resultado de daños en los
huesos y las articulaciones, úlceras y otras causas.

 Hinchazón de manos y pies. La hinchazón es consecuencia de los


glóbulos rojos en forma de hoz que bloquean el flujo sanguíneo a las
manos y los pies.

 Infecciones frecuentes. Las células falciformes pueden dañar el bazo y


volverte más vulnerable a las infecciones. Normalmente, los médicos les
dan vacunas y antibióticos a los bebés y niños con anemia de células
falciformes para prevenir infecciones potencialmente mortales, como la
neumonía.

 Problemas de visión. Los diminutos vasos sanguíneos que abastecen a


los ojos pueden obstruirse con las células falciformes. Esto puede dañar la
retina, la parte del ojo que procesa las imágenes visuales, y provocar
problemas de visión

¿Cuáles son los signos y síntomas de la anemia por deficiencia de hierro?

Signos y síntomas de la anemia


El síntoma más frecuente de todos los tipos de anemia es el cansancio. Se produce
porque no hay suficiente hemoglobina en la sangre. La hemoglobina es una proteína
rica en hierro que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y transporta el oxígeno
por el cuerpo.
La anemia también causa sensación de falta de aliento; vértigo, especialmente al
ponerse de pie; frío en las manos o los pies; palidez en la piel, las encías y el lecho de
las uñas; y dolor en el pecho.

Si no hay suficientes glóbulos rojos para transportar la hemoglobina, el corazón tiene


que trabajar más para hacer circular la cantidad reducida de oxígeno en la sangre.
Esto puede provocar arritmia, soplos, aumento de tamaño del corazón y
hasta insuficiencia cardiaca..

Signos y síntomas de la anemia por deficiencia de hierro


Los signos y síntomas de la anemia por deficiencia de hierro pueden comprender
uñas quebradizas, hinchazón y dolor de la lengua, grietas en las comisuras de la
boca, aumento de tamaño del bazo e infecciones frecuentes.
Las personas que tienen anemia por deficiencia de hierro pueden sentir antojos raros
de comer cosas que no son alimentos, como hielo, tierra, pintura o almidón. Estos
antojos se conocen como pica o malacia.

Algunas personas que tienen anemia por deficiencia de hierro presentan el síndrome
de las piernas inquietas. Se trata de un trastorno que causa un intenso impulso de
mover las piernas. Este impulso a veces se acompaña de sensaciones extrañas y
desagradables en las piernas. A las personas que sufren el síndrome de las piernas
inquietas a menudo les cuesta trabajo dormir.

Algunos signos y síntomas de la anemia por deficiencia de hierro tienen relación con
las causas de la enfermedad. Por ejemplo, las deposiciones (materia fecal,
excremento o heces) de color negro alquitrán o las deposiciones con sangre de color
rojo vivo pueden ser signos de sangrado intestinal.

El sangrado menstrual abundante o muy largo y otros tipos de sangrado vaginal


pueden indicar que una mujer corre el riesgo de sufrir anemia por deficiencia de
hierro.

¿Cómo se trata la anemia por deficiencia de hierro?


El tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro dependerá de la causa y la
gravedad de la enfermedad. Puede consistir en cambios en la alimentación, toma de
suplementos, medicinas y cirugía.

La anemia por deficiencia de hierro grave puede requerir tratamiento en un hospital,


trasfusiones de sangre, inyecciones de hierro o tratamiento intravenoso con hierro.

Los objetivos del tratamiento consisten en tratar la causa de fondo de la enfermedad y


restablecer las cifras normales de glóbulos rojos, hemoglobina y hierro.

Cambios de la alimentación y suplementos nutricionales


Hierro
Es posible que usted necesite suplementos de hierro para aumentar sus
concentraciones de hierro lo más rápidamente posible. Los suplementos de hierro
pueden corregir concentraciones bajas de hierro en cuestión de meses. Los
suplementos vienen en tabletas
Las cantidades grandes de hierro pueden ser nocivas. Por esa razón los suplementos
de hierro se deben tomar sólo como el médico lo indique. Manténgalos lejos del
alcance de los niños. Así se evitarán las sobredosis de hierro.

Los suplementos de hierro pueden causar efectos secundarios, como deposiciones


(materia fecal) de color oscuro, irritación del estómago y acidez estomacal. El hierro
también puede causar estreñimiento; por esa razón su médico puede sugerirle que
tome un laxante.

También puede aconsejarle que coma más alimentos ricos en hierro. La mejor fuente
de hierro son las carnes rojas, especialmente la carne de res y el hígado. El pollo, el
pavo, el cerdo, el pescado y los mariscos también son buenas fuentes de hierro.
El cuerpo tiende a absorber el hierro de la carne mejor que el de otros alimentos. Sin
embargo, otros alimentos también pueden servirle para aumentar las concentraciones
de hierro.

Entre los alimentos diferentes de las carnes que son buenas fuentes de hierro están:

 Espinacas y otras hortalizas con hojas de color verde oscuro


 Cacahuetes, mantequilla de cacahuete y almendras
 Huevos
 Guisantes, lentejas y frijoles blancos o rojos, o frijoles cocidos y enlatados.
 Frutas secas, como uvas pasas, albaricoques y melocotones (duraznos)
 Jugo de ciruelas pasas
Algunos alimentos, como cereales, panes y pasta, se enriquecen con hierro. Consulte
la etiqueta de información nutricional de un alimento para ver cuánto hierro contiene.
La cantidad se expresa como el porcentaje de la cantidad total de hierro que se
necesita todos los días.

Vitamina C
La vitamina C le ayuda al cuerpo a absorber el hierro. Entre las fuentes de vitamina C
se encuentran las frutas y verduras, especialmente la guayaba, el pimiento dulce rojo,
el kiwi, las naranjas y el jugo de naranja, el pimiento verde y el jugo de pomelo
(toronja).

Si usted está tomando medicinas, pregúntele a su médico o farmacéutico si puede


comer pomelo (toronja) o tomar jugo de esta fruta.

Otras frutas ricas en vitamina C son las fresas (frutillas), el melón cantalupo, la
papaya, la piña y el mango. Las verduras ricas en vitamina C son las coles de
Bruselas, el colinabo, el brócoli, la batata dulce o boniato, la coliflor, la col y los jugos
de tomate y de verduras.

Las frutas, verduras y jugos frescos y congelados por lo general contienen más
vitamina C que los enlatados.

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