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Universidad Autónoma de Santo Domingo

(UASD)
Facultadad de Ciencias de la Salud
Escuela De Medicina

Hospital General Docente de la Policía Nacional

Internado Rotatorio sept 2022/2023, Ciclo de


Traumatología y Ortopedia

Coordinador:
Dr. Juan A. Parades

Temas:
Hernia Discal Cervical

Sustentante:
Médico Interno Elena López Valdez

Matricula
EI912
Introducción

La hernia discal cervical es uno de los diagnósticos más frecuentes en la


práctica radiológica de la patología de la columna vertebral. Sin embargo,
debemos considerar en el diagnóstico diferencial otras patologías que
pueden simular hernias discales, especialmente en algunas secuencias o
planos al leer una resonancia magnética.

Las hernias discales, frecuentemente están en contacto con el disco


intervertebral, se localizan en el espacio intrarraquídeo extradural. En
algunas oportunidades pueden extenderse al foramen intervertebral o
incluso en situación extraforaminal.

Pueden tener un componente ascendente o descendente, localizándose por


detrás del cuerpo vertebral y ocupando el canal raquídeo central o
los recesos laterales.

En las imágenes de tomografía computada se visualiza como una masa


intrarraquídea extradural, adyacente e isodensa al disco intervertebral que
ocupa en canal raquídeo o receso lateral desplazando el saco dural.

En las imágenes de resonancia magnética su apariencia es muy variable.


Frecuentemente se visualizan como lesiones de baja señal en las imágenes
ponderadas en T2 comparadas con los discos intervertebrales, pero pueden
ser isointensa o hiperintensas respecto del disco intervertebral lo
cual dificulta su visualización en imágenes convencionales de resonancia
magnética.
Hernia Discal Cervical

Una hernia discal se produce cuando un disco intervertebral se degenera y


deteriora, lo que hace que el núcleo interno pueda filtrarse hacia una parte
debilitada situada en la zona externa del disco. La hernia discal cervical se
produce en la zona cervical.
Los tejidos que se encuentran entre los huesos de la columna se llaman
discos intervertebrales. Estos discos se componen de un centro blando,
similar a un gel, y de una cobertura exterior más sólida. El disco
intervertebral crea una articulación entre cada uno de los huesos de la
columna que ayuda a que se muevan. Cuando la cobertura exterior que
rodea al disco se rasga, el centro blando puede traspasar la abertura y crear
una hernia de disco.
Una causa muy frecuente del dolor de cuello, hombro y brazos es una
hernia discal cervical o lesión de un disco cervical.

Signo y Sintoma
Los síntomas de la hernia cervical pueden incluir dolor sordo en el cuello o
entre las «paletillas», dolor que se dirige o irradia hacia abajo en dirección
del brazo, la mano y los dedos, con entumecimiento u hormigueo en brazo
o mano.
Ciertas posiciones o movimientos del cuello pueden intensificar el dolor o
las alteraciones sensitivas.
Las molestias de una hernia de disco en nivel cervical muchas veces se
parecen a otras patologías como el síndrome del túnel del carpo, los
problemas del manguito rotador del hombro.
En algunos pacientes las hernias de disco cervical pueden provocar
compresión de la médula espinal produciendo síntomas medulares. Esta es
una patología mucho más severa y puede requerir un plan de tratamiento
más agresivo.
Los signos y síntomas de compresión medular incluyen una marcha torpe o
con tropiezos, dificultad con las habilidades motoras finas en las manos y
los brazos y hormigueo o una sensación de «choque» o electricidad a lo
largo de la espalda y hasta las piernas.
Diagnostico

El diagnóstico de hernia discal cervical es clínico; según los síntomas y la


exploración del paciente. Se confirma el diagnóstico mediante pruebas de
imagen (resonancia magnética). Es importante escuchar al paciente y
valorar bien sus síntomas y su exploración física para poder descartar otras
patologías comunes que puedan causar también dolor en brazo(tendinitis
de manguito rotador de hombro, síndrome de túnel del carpo.).
En cuanto a la exploración física valoraremos los mismos apartados que
hemos seguido en el apartado anterior:
 Afectación discal: valorar puntos dolorosos, restricciones de movilidad
y posibles contracturas.

 Maniobras de provocación de raíces nerviosas: existen diferentes


maniobras (la más conocida es la maniobra de Spurling) en las que
girando el cuello se pueden comprimir las raíces nerviosas y reproducir
dolor o calambre en el brazo afectado por la hernia.

 Maniobra de Compresión (Concusión): Para evidenciar hernias


discales por estrechamiento del agujero de conjunción opresión sobre
las carillas articulares. Ejercer presión hacia abajo en la cabeza.
Positivo cuando hay aumento de dolor a la compresión

 Afectación de raíces nerviosas: hay que explorar la fuerza y


sensibilidad de los brazos, así como los reflejos que estarán
disminuidos si la raíz nerviosa está muy comprimida.

 Afectación medular: en el caso de afectación del canal central por el


que discurre la médula, se puede ver afectada la sensibilidad y fuerza
de las piernas y los reflejos de las piernas pueden estar exaltados (no
disminuidos como se veía en la afectación de las raíces nerviosas). Hay
otros signos y síntomas específicos en la exploración que nos indican
afectación medular:

 Espasticidad (aumento de tono muscular de las piernas)

 Signo de Lhermitte: sensación de calambre o descarga eléctrica a lo


largo de la columna cuando se flexiona el cuello
 Retención urinaria

 Disminución de destreza manual

 Marcha inestable con aumento de base de sustentación

 Aparición de reflejos que en condiciones normales no deberían existir


(Babinsky, reflejo radial invertido)

 Prueba de Valsalva: Para evidenciar hernias discales o tumor haga que


el paciente contenga la respiración y se esfuerce como si evacuara el
intestino, preguntar si percibe aumento del dolor. Prueba subjetiva, que
requiere una reacción precisa del paciente positivo: aumento de dolor
de la columna cervical secundaria a aumento de la presión

Ante una sospecha de hernia discal deberemos pedir las siguientes


pruebas de imagen:

 Radiografía cervical: se pueden apreciar signos indirectos de


pinzamiento discal y se valoran bien los cambios degenerativos
artrósicos así como la forma global de la curvatura cervical.

 Resonancia magnética: es la “prueba de oro” para el diagnóstico de


hernia discal. Podemos distinguir a qué nivel y en que localización está
la hernia, ver la compresión de raíces nerviosas emergentes y valorar el
grado de afectación medular (mielopatía).

 TAC o escáner cervical. A nivel de columna cervical esta prueba


apenas tiene capacidad diagnóstica, desde el punto de vista quirúrgico.
Los artefactos óseos son grandes y es difícil obtener imágenes claras de
hernia discal. No obstante, puede ser útil como complemento de la RM
para valorar mejor la existencia de disco duro (osteofito) y/o disco
blando.

Diagnóstico Diferencial
Muchas veces sesiente hormigueos en las manos y no siempre es debido a
una hernia cervical, es mucho más frecuente tener un atrapamiento del
nervio mediano o del nervio cubital que una compresión de una raíz en el
cuello por una hernia.
 Síndrome del túnel carpiano. Consiste en la compresión del nervio
mediano a nivel de la muñeca, sentiremos adormecimiento de la mano,
principal mente a nivel del pulgar, índice y mediano. En ocasiones
incluso sentiremos dolor en toda la mano. Los síntomas son más
frecuentes por la noche.

 Atrapamiento cubital. El nervio cubital a nivel del codo también puede


sufrir una compresión, el síntoma principal es hormigueo en el anular y
meñique. Los síntomas se reproducen al apoyar el codo en una mesa,
sentiremos una sensación “eléctrica” que recorre el borde del antebrazo.

 Síndrome músculos escalenos. Los músculos escalenos van desde el


cuello hasta la clavícula, entre ellos discurre el plexo nervioso cervical,
anatómicamente esta zona se conoce como “desfiladero de los
escalenos” contracturas de estos músculos pueden estrechar aún más por
donde pasan y comprimir el plexo nervioso y provocar síntomas
similares a cuando tenemos una hernia cervical.

Tratamiento
Para valorar cual es el mejor tratamiento primero debemos saber cual es la
historia natural de la hernia discal, ya que un porcentaje elevado de hernias
van a mejorar con tratamiento conservador.

Así pues de inicio, salvo síntomas graves de compresión medular, el


tratamiento va a ser conservador:

 Reposo breve en las etapas de máximo dolor: no se recomiendan


reposos prolongados mayores de 5 días

 Ejercicios de Estiramiento Cervical y Musculación de Core. El pilates y


natación son beneficiosos siempre que se realicen bajo supervisión
adecuada. Evitar ejercicios que impliquen flexo-extensiones forzadas
de columna así como deportes con impacto. Pulsa aquí para ver
ejercicios de core para el cuello.

 Fisioterapia: masajes, estiramientos, tracciones, TENS, magnetoterapia,


onda corta, pueden ayudar a aliviar los síntomas de dolor.
 Fármacos: analgésicos vía oral y relajantes musculares en periodos
cortos. Si el dolor es muy incapacitante se puede valorar inyecciones de
analgesia o corticoides intramusculares.

 Unidad del dolor: realización de infiltraciones en dolores que no


mejoran tras el resto de tratamientos conservadores.

 Antiinflamatorios y relajantes musculares: con el objetivo de aliviar los


posibles dolores del paciente. En casos más graves

 Inyecciones de corticoides: para reducir la inflamación provocada por


el desplazamiento del disco intervertebral

Las indicaciones de cirugía son:

 Síntomas que no mejoran tras los tratamientos conservadores


previamente descritos

 Episodios de dolor recurrentes e incapacitantes, sobre todo en los


brazos.

 Aparición de síntomas de compresión medular

A día de hoy la técnica quirúrgica más utilizada para el tratamiento de la


hernia discal es la discectomía completa (resección del disco cervical
herniado). El abordaje quirúrgico más usado es un abordaje a través de la
parte anterior del cuello, separando hacia un lado las estructuras vasculares
(yugular y carótida) y hacia el otro lado la laringe y el esófago para poder
acceder a la parte anterior de la columna vertebral.
Al retirar el disco, la columna queda inestable por lo que debemos
“rellenar” el vacío que ha dejado el disco para estabilizar la columna, y
para ello existen dos métodos:

 Prótesis cervical: usada para pacientes que presentan hernia discal sin
afectación artrósica. Permiten mantener cierto grado de movilidad
cervical en el nivel afectado.

 Artrodesis cervical (fijación vertebral): usada para pacientes que


presentan además de la hernia discal, afectación artrósica de las
articulaciones cervicales del nivel afecto. Tras retirar el disco se coloca
un espaciador intervertebral (injerto óseo del propio paciente sacado de
la cresta iliaca, cajas de PEEK, cajas de titanio….). Para evitar que ese
espaciador se movilice se puede atornillar a la vértebra de por encima y
por debajo del disco afecto o colocar una placa anterior atornillada a las
vértebras. Dado que son pacientes que presentaban ya artrosis previa
(con restricción de movilidad debido a la artrosis), y como hemos
dicho, la mayoría de movilidad de la columna está en segmentos
superiores, la pérdida de movilidad que va a manifestar el paciente tras
está cirugía va a ser mínima.

La recuperación de la cirugía suele ser rápida, con ingresos de 24-48 horas


aproximadamente. La mejoría del dolor de brazo suele ser bastante
inmediata mientras que el dolor cervical y mareos pueden tardar semanas o
meses en desaparecer. En el postoperatorio se puede presentar disfagia o
afonía que suele recuperarse en días o pocas semanas.

Complicaciones
En la mayoría de los casos, la salud del paciente mejora con el tratamiento,
aunque puede pasar más de un año hasta que el paciente puede realizar
todas las actividades que desee sin notar dolor.
En ocasiones se dan algunas complicaciones que dificultan la vida al que
las padece:

 Dolor de espalda prolongado


 Dolor en la pierna
 Pérdida de movimiento o de la sensibilidad en pie o piernas
 Pérdida del control de la vejiga e intestinos
 Lesión de médula espinal permanente
 Lesión medular
 Lesión radicular
 Perforación de esófago
 Fuga del lıquido cefalorraquídeo
Conclusión

Las hernias de disco cervicales sintomáticas suelen aparecer entre la 4.a


y 6.a década de la vida, con una discreta predilección por el sexo
masculino. El diagnostico suele ser clínico y radiográfico, siendo poco
relevantes los datos electrofisiológicos.

Las pruebas de imagen son altamente sensibles pero su especificidad


baja, siendo básica la correlación entre la clínica, los hallazgos de la
exploración y la RNM a la hora de la indicación tratamiento,
especialmente el quirúrgico.

La historia natural de las hernias de disco cervicales es benigna, con


una buena respuesta al tratamiento conservador en un 80–90% de los
pacientes.

La indicación de cirugía es el fracaso tratamiento conservador y la


lesión de primera o segunda motoneurona. La cirugía presenta
igualmente buenos resultados con escasa tasa de complicaciones, no
existiendo una evidencia que demuestre mejores resultados con ninguna
de las opciones actualmente disponibles.
Anexos

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