Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EL JUEGO SOCIAL
Las ciencias y el gobierno están de espaldas. Hasta ahora vemos las ciencias
aisladas de la práctica política y en el núcleo de este distanciamiento existe un
gran problema de teoría de la práctica. Consideramos que cada departamento las
ciencias es una especialidad vertical que puede afrontar directamente su relación
con la práctica social. Es un contrasentido, porque la práctica pública cruza
horizontalmente todas las especialidades y esta genera sus propios problemas.
Pero, la práctica social horizontal que se ejerce en el ámbito público cruza los
departamentos de las ciencias en dos sentidos: a) genera relaciones
transdepartamentales de contenidos (flecha A), que obligan al análisis del
intercambio de problemas entre los distintos departamentos: por ejemplo, valorizar
la eficacia política versus la eficacia económica, evaluar los efectos políticos de la
acción económica y viceversa; y b) produce problemas comunes que son
inherentes a la práctica social (flecha B), la cual no reconoce la división vertical por
departamentos; solamente distingue problemas.
Existe una causa teórica del distanciamiento entre las ciencias sociales
tradicionales y la política y el proceso de gobierno. Distanciamiento que contribuye
con la baja capacidad de gobierno de nuestra dirigencia política. Los problemas de
la práctica política y los problemas de la vida cotidiana cruzan horizontalmente los
departamentos verticales del conocimiento que aporta la ciencia tradicional.
Atraviesan las facultades de las Universidades. Por su lado, las ciencias sociales
están de espaldas a los problemas prácticos de la política y del gobierno. Se
colocan en la misma posición que las Universidades. Dividen artificialmente la
realidad en compartimentos verticales que no existen en la práctica. La frontera de
cada ciencia es una necesidad relativa a una imposición analítica exigida por la
investigación científica. Pero, esa frontera es un límite convencional que no existe
en la práctica del juego social. Esa frontera, dificulta la comprensión y la acción
sobre los problemas de la práctica social.
EL JUEGO SOCIAL
Con lo anterior descrito, se hace necesario establecer, en que consiste el Juego
Social, que se encuentra indudablemente compuesto de varios juegos
indivisiblemente entrelazados, que coexisten en el mismo tiempo y espacio físico,
con sus propias particularidades especiales, pero que a su vez reproduce sus
propias particularidades. El juego social es un juego de nueve poderes, donde se
disputa tanto la identidad del gran juego dominante.
2. La historia del juego hace actores a unos y seguidores a otros, y los reparte
entre juegos. Cada jugada es una apuesta, y cada una implica la inversión de
recursos (políticos, económicos, cognitivos, organizativos).
5. Es un juego difuso, que hace muy difícil calcular riesgos. Se lidia con
incertidumbre dura a través del cálculo situacional.
A1 A2
Juego social
Juego Social
A3 A4
Existen tres tipos de juegos: juego formalizado rígido (bien estructurados simples y
bien estructurados complejos), formalizados flexibles (cuasiestructurados) y libres
(de cooperación y conflicto). Un conflicto entre dos actores se produce cuando hay
un desencuentro contradictorio de intereses, valores, sentimientos y tradiciones;
hay conflictos que se gestan, se heredan o de producen. En las discusiones
políticas pesan dos características negativas: el dominio del accionismo
(soluciones de los síntomas sin analizar las causas) y el conflicto de intereses que
no considera el conflicto cognitivo en tanto ceguera situacional (una incapacidad
de comprender la realidad). La acción estratégica es más apropiada para enfrentar
el conflicto de intereses, mientras que la acción concertadora es la más apropiada
para el conflicto cognitivo.
En un conflicto se pueden enfrentar posiciones transparentes (apoyo firme, apoyo
dudoso o condicional, rechazo firme, rechazo dudoso o condicional, indiferencia
pura e indiferencia por desconocimiento), posiciones enmascaradas (apoyo
aparente, rechazo aparente e indiferencia táctica y de oportunidad) y cooperación
(abierta o limitada) y conflicto (cognitivo, emocional o de intereses).
A modo de conclusión ¿Es posible pensar la Teoría del Juego Social como teoría
de políticas públicas?
3. Sobre las redes y la categoría de sub-sistemas nada impide entender que los
actores se agrupan por diversas razones, ya sea por temas coyunturales o por que
comparten una tradición o forma de ver y entender los problemas públicos, y que
en el juego social, es más común de lo que aparece que las estrategias y jugadas
provengan de unidades colectivas con diferentes niveles de coordinación y
consolidación a los que pueden aplicársele conceptos como éstos u otros, por
ejemplo el de coaliciones, también muy común en políticas públicas.
4. En relación con las ideas y las creencias, para el caso de la Teoría del Juego
Social, su uso es claro en la noción de actor social, son éstas el motor de las
estrategias que maquinan los actores convirtiéndose en últimas en el centro del
dinamismo del juego social.
BIBLIOGRAFÍA
Matus, Carlos. La teoría del juego Social. 1st ed. Caracas: Fundación ALTADIR.
Fondo editorial ALTADIR