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¿Por qué no hubo revolución científica en el islam?

Toda gran civilización escribe su propia historia, extrae se-


lectivamente los datos del pasado, y luego demuestra a su ente-
ra satisfacción que su grandeza no tiene rival. L a civilización
dominante en nuestra época, Occidente, t a m b i é n ha definido
una visión de la historia cultural e intelectual en l a que el desa-
rrollo de la ciencia se presenta como el avance, unidireccional e
inexorable, de las ideas grecorromanas hacia el período del R e -
nacimiento europeo. Sólo en las últimas décadas se ha amplia-
do algo esta perspectiva, y se ha empezado a comprender que
las raíces de la ciencia hay que buscarlas en escenarios cultura-
les y temporales muy diversos. Gracias, sobre todo, a la obra de
historiadores de la ciencia como Sarton y Needham, el papel
de otras importantes civilizaciones -principalmente la islámica,
la china y la h i n d ú - ya no puede ser descartado sin contempla-
ciones como antes.
Dado que, en el apogeo de su gloria, todas las civilizaciones
importantes han producido destacados avances en el conoci-
miento humano, resulta una hipótesis viable pensar que cual-
quiera de ellas podría haber dado origen a la revolución cientí-
fica. Pero el hecho histórico es que fue en Occidente donde se
inició la ciencia moderna. ¿Por q u é en Occidente? Para sociólo-
gos como Max Weber - c u y a obra influyó profundamente en el
punto de vista occidental sobre las civilizaciones orientales—,
hay que buscar la razón en la superioridad de la mente colectiva
europea. Weber llegó hasta el punto de sugerir que los euro-

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peos estaban genéticamente doíados de una racionalidad coni- ° L a s que son consecuencia deí carácter específico del dere-
parativamente superior, lo que permitió un desarrollo más rápi- cho islámico.
do de la ética capitalista racional. • L a s que tienen su origen en la inexistencia, o en la debili-
Estos argumentos racistas no merecen un comentario serio: dad, de determinadas formaciones socioeconómicas como las
para empezar, el rápido crecimiento actual de la cultura cientí- ciudades autónomas o los gremios.
fica en muchos países no europeos constituye una evidente re-
° L a s derivadas del c a r á c t e r peculiar de l a política en el
futación de la pretensión de que la mente europea tiene el mo-
islam.
nopolio del pensamiento científico. Pero siguen quedando
muchas más preguntas por contestar y por debatir. E n particu-
Se podría argumentar que estas causas no son independien-
lar, ¿por q u é l a revolución científica no tuvo lugar en la c i v i l i -
tes: cada una de ellas influye en las d e m á s . Por ejemplo, las ac-
zación islámica, pongamos por caso, entre los siglos i x y xill?
titudes y filosofías están configuradas por el nivel de compleji-
L a pregunta no es absurda. U n marciano que hubiera visitado la
dad de las fuerzas productivas presentes en una sociedad: es un
Tierra en el año 1100 d.C. habría llegado a la concusión de que
hecho obvio que la gente que vive en las ciudades piensa y ac-
la civilización árabe era, con mucho, la m á s avanzada.
túa de manera muy distinta de la que habita en el ámbito rural.
Cinco siglos de hegemonía científica e intelectual islámica Pero también es cierto lo contrario. L a asimilación de nuevas
podrían haber llevado -aunque no lo hicieron- al surgimiento fuerzas productivas en l a estructura económica de una sociedad
de un sistema universal de ciencia moderna. Por supuesto, las plantea, como requisito previo, determinadas exigencias en
explicaciones que se podrían aventurar deben ser necesaria- cuanto a las actitudes de dicha sociedad. D e l mismo modo, l a
mente especulativas. No hay ningún laboratorio en el que se educación refleja necesariamente las creencias existentes, aun-
pueda observar c ó m o , al inyectarlos en diferentes entornos so- que también puede ser un vehículo de cambio. Así, lejos de em-
ciales, los gérmenes del progreso científico responden a los dis- barcarnos en un profundo debate acerca de cuál es la causa y
tintos nutrientes y condiciones. Pero, aunque la complejidad in- cuál el efecto, nos contentaremos con identificar q u é explica-
terna de la sociedad humana y la diversa naturaleza de las
ciones se presentan como lógicas y plausibles.
influencias externas que actúan en ella impiden el aislamiento
de un solo factor, los análisis y tentativas de dar una explica-
ción - n i que sea parcial- pueden resultar interesantes, gratifica-
Raxonies de acütaid y fílosofía ^
dores e incluso oportunos. Esto nos sitúa ante cuestiones que
abarcan desde la filosofía hasta el derecho, desde la economía
L a adquisición de un conocimiento positivo y racional -o, lo
hasta l a política. Por difíciles que puedan resultar, estas cues-
que es más o menos lo mismo, la actividad científica- está de-
tiones no son irrelevantes: algunas de las fuerzas que retrasaron
terminada, en gran medida, por el sistema global de ideas que
el desarrollo científico de las sociedades musulmanas en el pa-
predomina en la sociedad en un momento dado. L o s sistemas
sado siguen actuando en la actualidad.
globales de ideas - e n otras palabras: las creencias, actitudes,
Para buscar una respuesta a la pregunta que da tímlo a este costumbres sociales, presupuestos generales y posturas religio-
capítulo, vale la pena considerar hasta cinco grupos distintos sas e ideológicas e s p e c í f i c a s - tienen una importancia funda-
de causas: mental en la historia humana. Julián Huxley los comparaba a
los esqueletos en l a evolución biológica: proporcionan la es-
• L a s relacionadas con cuestiones de actitud y filosofía. tructura de la vida, que los anima y reviste, y, en gran medida,
• L a s derivadas de un determinado concepto de educación. determinan cómo se vivirá,

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L a noción oe racionalidad -de surna imponancia pavs la •viioados a explorar lo desconocido con ios "insirümentos de la
ciencia- existe en todos los sistema de ideas, aunque l a impor- ciencia.
tancia que se le asigna en cada uno de ellos puede variar. ¿Qué E n e l apogeo de su desarrollo intelectual y científico, la so-
significa racionalidad? E n el siglo x i x , el filósofo Nietzsche dio ciedad islámica no era una sociedad fatalista. L Q S encarnizados
una sucinta definición: la racionalidad es una matriz de cone- debates entre quienes creían en el libre albedrío (qadiríes) y los
xiones que atribuye una causa a un efecto. Buscando las raíces partidarios de la predestinación (yabríes) generalmente se re-
de la racionalidad, Nietzsche profundizaba en las raíces psico- solvían en favor de ios primeros. Pero la gradual hegemonía de
biológicas de la epistemología. Afirmaba que l a racionalidad es las doctrinas fatalistas asharíes debilitó mortalmente l a «volun-
una consecuencia inevitable de lo que denominaba l a «voluntad tad de poder» de l a sociedad islámica e hizo que su espíritu
de poder» del hombre. Enterrado en l a mente humana -razona- científico se marchitara. E l dogma asharí insistía en negar toda
ba-, existe el impulso, profundamente asentado - y posiblemen- conexión entre causa y efecto, y, en consecuencia, repudiaba el
te inexplicable-, de controlar los acontecimientos del mundo pensamiento racional. Asimismo, rechazaba l a causalidad se-
exterior. Esta «voluntad de poder» constimye l a principal fuen- cundaria; es decir, l a noción de que Dios es el responsable últi-
te psicológica de toda actividad creadora. L a racionalidad re- mo de todo, pero sólo a través de las leyes que Él ha creado pa-
sulta esencial para l a sublimación de este impulso, y a que sin ra el mundo.
ella no habría ninguna posibilidad de un control humano de los E l carácter anticientífico de los asharíes se pone de manifies-
acontecimientos o de un cambio social consciente. S i n l a « v o - to en su creencia de que toda predicción es imposible. Incluso la
luntad de poder», los seres humanos se convierten en simples flecha más veloz puede o no alcanzar su objetivo - d i c e n - , pues-
boyas notando sobre las olas. to que en cada momento de su trayectoria Dios destruye el mun-
A partir de aquí, podemos pasar a formular l a siguiente pre- do y luego lo crea de nuevo en el momento siguiente. Dónde es-
gunta: ¿qué impulsa a una sociedad a alimentar l a ciencia en tará la flecha en el momento siguiente, sabiendo que estaba en
mayor o menor grado que otra sociedad? S i se contempla la un punto determinado en el momento anterior, es algo que no se
ciencia como una consecuencia de la «voluntad de p o d e r » del puede predecir, y a que sólo Dios sabe cónio se va a recrear el
hombre, entonces hay que buscar l a respuesta precisamente en mundo. Y a hemos examinado en otro capítulo los puntos de vis-
el hecho de que las sociedades, como los individuos, difieren ta de al-Gazali, el más influyente de los asharíes. A l negar fer-
enormemente entre sí en l a medida en que poseen su propio vientemente la existencia de conexiones causales, llegó hasta al
impulso inherente. Cabría esperar que la b ú s q u e d a de conexio- punto de afirmar -como y a hemos visto- que un trozo de algo-
nes causales - r a c i o n a l i d a d - fuera menos intensa cuando se ha dón no se quema simplemente por la acción del fuego, sino por-
admitido que la voluntad de Dios forma parte de l a matriz de que Dios interviene, ya sea directamente, y a sea por mediación
conexiones. E n otras palabras: cuanto mayor es l a intervención de sus ángeles. Al-Gazali termina uno de sus razonamientos so-
divina en los asuntos del mundo exterior, y menor l a influencia bre esta cuestión diciendo: «Y esto refuta la afirmación de quie-
de l a voluntad de los mortales en l a Voluntad D i v i n a , menores nes pretenden que el fuego es el agente de la combustión; el
posibilidades hay de ejercer l a «voluntad de p o d e r » . S i l a i n - pan, el agente de la saciedad; la medicina, el agente de la salud,
tervención divina es total, entonces l a curiosidad, l a imagina- etc.».' E l predominio final de estas actitudes fatalistas, l a nega-
ción y la ambición resultan superfluas. U n a sociedad orientada ción del juicio independiente y el rechazo de l a cultura raciona-
hacia el fatalismo, o una sociedad en l a que una deidad inter- lista griega, hicieron muy difícil que se diera algún avance inte-
vencionista forma parte de l a matriz de conexiones causales, lectual importante, y mucho más una revolución científica.
está destinada a producir un menor n ú m e r o de individuos i n - U n segundo factor que frenó el conocimiento por el conoci-

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miento fue el creciente carácter utilitario de ia sociedad islámi- Las siguientes generaciones de musulmanes mostrarían ía
ca posterior a la Edad de Oro. E l utilitarismo - l a noción de que misma falta de curiosidad. También podemos verla en l a actitud
sólo es deseable lo que es ú t i l - no constituía precisamente una de los turcos otomanos, que en el siglo x v i habían establecido
obsesión de la sociedad islámica en los primeros tiempos de su un vasto y magnífico imperio. L o s gobernantes ^otomanos reco-
desan-ollo intelectual. Cuando, por ejemplo, el califa al-Mamun nocieron la utilidad de algunas recientes invenciones tecnológi-
creó la Bayt al-Hikmah en Bagdad y envió emisarios a todas cas de Occidente, e incluso de apropiaron de varias de ellas.
partes para buscar manuscritos sobre las diversas materias del Pero no se mostraron predispuestos a permitir que se dieran
conocimiento y de l a ciencia, el motivo básico era altruista, y avances en e l pensamiento o a reconocer que l a tecnología era
no materialista. E n realidad, la posibilidad de una recompensa una consecuencia del pensamiento científico. A s í lo observaba,
material en forma de una tecnología nueva o.mejorada era prác- por ejemplo, Ghiselin de Busbecq, embajador del Sacro Impe-
ticamente inexistente, y a que l a relación entre la ciencia y la rio Romano en Estambul, en una carta de 1560, donde escribía:
tecnología antiguas era muy distinta de la que existe en la ac-
tualidad. Aunque se podrían señalar excepciones, como l a al- Ninguna nación se ha mostrado menos ceacia a adoptar los in-
quimia y la medicina, el conocimiento no se valoraba primor- ventos útiles de las demás; por ejemplo, se han apropiado de los
dialmente por sus fines utilitarios. Sin embargo, al final l a cañones largos y estrechos, y de muchos otros de nuestros descu-
noción de que sólo el conocimiento práctico es conocimiento brimientos. Sin embargo, nunca han sido capaces de ponerse a im-
útil, y la inevitable marginación del conocimiento teórico, aca- primir libros ni a instalar relojes públicos. Sostienen que sus Escri-
baron impregnando a toda la sociedad islámica. Paralelamente, turas -esto es, sus libros sagrados- dejarían de ser Escrituras si se
aumentó la rigidez del dogma y se cerraron las puertas a l a i n - imprimieran; y si instalan relojes públicos, creen que la autoridad
vestigación teológica. de sus almuecines y de sus antiguos ritos se verá disminuida.-'

Podemos afirmar que la falta de interés por el conocimiento


L a falta generalizada de interés entre los musulmanes oto-
teórico «inútil» se inició entre los musulmanes en torno al siglo
manos por las maravillas de l a ciencia recientemente descubier-
XIV, y continúa en nuestros días. Incluso Ibn Jaldún, el más cé-
tas se reflejaba también en un informe escrito por Mustafa Hatti
lebre pensador de la Edad Media musulmana, mostraba apenas
Efendi, enviado con una embajada a Viena en 1748. Estando
una ligera curiosidad por lo que ocurría en otras partes del
allí, los miembros de la embajada turca fueron invitados por el
mundo:
emperador a visitar un observatorio, donde se hallaban varios
dispositivos y objetos extraños. Efendi y su grupo no se impre-
Nos hemos enterado de que en tierras de los francos, en las cos-
sionaron:
tas septentrionales del mar, las ciencias filosóficas gozan de gran
predicamento, sus principios reviven, los círculos donde se las en-
seña son numerosos, y e! número de esUidiantes que quieren apren- E l tercer aitilugio consistía en pequeíias botellas de cristal que
derlas aumenta." les vimos golpear contra la piedra y la madera sin que se rompie-
ran. Luego pusieron fragmentos de pedernal en las botellas, con lo
cual aquellas botellas del grosor de un dedo, que habían resistido el
Pero Ibn Jaldún no lo consideraba un hecho alarmante o una
impacto de la piedra, se disolvieron como si fueran de harina.
ocasión para tratar de imitar a los francos. Por el contrario, se- Cuando les preguntamos qué significaba aquello, nos dijeron que,
guía oponiéndose implacablemente al estudio de la filosofía, cuando el cristal se enfriaba metiéndolo en agua fría inmediata-
así como al de la alquimia. S u actitud reflejaba la atmósfera de mente después de sacarlo del fuego, se volvía así. Nosotros atribui-
su época, que había perdido el espíritu de la libre investigación. mos aquella absurda respuesta a un engaüo de los francos."

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También com.parneron ese e s p í n t u u ü h t a n c ios mongoie:-., debe hallarse muy lejos de io evidentemente visible o úíi!. U n
qiíe dominaron ía Xndia desde 1480 hasta la victoria de los bri- físico iraní expone el caso de manera sucinta:
tánicos, en 1857. E n el reinado de Akbar hubo un notable entu-
siasmo por la tecnología útil. E l engranaje en escuadra, l a desti- Sólo las auténticas sociedades espirituales haií sido capaces de
lación de alcohol y de perfumes, las lentes para anteojos y desarrollar la ciencia [...] Es inherente a una sociedad utilitaria el
telescopios, l a refrigeración del agua mediante salitre, etc., h i - hecho de que ésta sea indiferente a los auténticos valores espiritua-
cieron su aparición en la India de Akbar. Aproximadamente a les [...] Una nación que no tiene grandes filósofos nunca tendrá
mediados del siglo xvn, se construyeron en l a India un gran nú- grandes científicos. Heidegger dice que el filósofo es un hombre
mero de barcos parecidos a las modernas naves de las flotas que siempre es capaz de maravillarse. Esto caracteriza también al
imperiales europeas. Pero, a pesar de todo esto y de la indiscu- científico. E l hombre utilitario no es capaz de maravillarse. Por lo
tible magnificencia de l a arquitectura mongola, l a historia no tanto, es dudoso que pueda desarrollar una ciencia.^
registra logros intelectuales importantes, como l a creación de
universidades u observatorios,-o e l fomento del pensamiento
positivista. £1 papel de la educación musulmana
Por supuesto, e l utilitarismo -junto con un antiintelectualis-
mo apenas velado— abunda también en la época moderna. Por Los valores y objetivos últimos a los que aspira una sociedad
ejemplo, el asesor científico del difunto presidente Z i a , M . A . hay que buscarlos en la manera como educa a su juventud. E s
K a z i , hablaba sin ambages de la cuestión; aquí donde nos enfrentamos abiertamente a la cuestión de si la
sociedad valora la transformación y el cambio, o si, por el con-
En el islam no existe la ciencia por la ciencia, ni existe el cono- trario, prefiere el orden existente, o el pasado.
cimiento por el conocimiento. Todo es para un fin, que consiste en Resultará útil enumerar aquí las diferencias entre la educa-
utili2ar el conocimiento científico para el bien de la humanidad en ción religiosa tradicional y la educación secular moderna, ya
general.^ que ambas definen dos modelos radicalmente distintos de filo-
sofía educativa y poseen dos conjuntos de objetivos y métodos
Los saudíes, por su parte, no ocultan su afición por las como- radicalmente diferentes. E n la jerga de los sociólogos, se deno-
didades que proporcionan las maravillas de la tecnología mo- minan tipos ideales.'' Compararemos una versión pura - y , p o r
derna, ni su aversión por el conocimiento científico teórico. No tanto, t e ó r i c a - de l a educación religiosa tradicional con una
cabe duda de que temen el efecto liberador que éste provoca en versión, también pura, de la educación moderna. E l cuadro de
la mente de los hombres, y los peligros que puede acarrear para la página 218 muestra una síntesis de las diferencias.
una sociedad rígidamente jerarquizada y dinástica, donde la le- Aunque los tipos ideales constituyen necesariamente una
gitimidad de los líderes proviene de su invocación de la sanción abstracción, estos arquetipos diferencian de manera eficaz los
divina. dos enfoques, fundamentalmente distintos, de la educación. Su-
E l actual predominio de los valores utilitarios en la sociedad gieren también que el carácter memorista de la educación en
musulmana no augura nada bueno para el desarrollo de l a cien- las sociedades musulmanas contemporáneas tiene su origen en
cia. Cuando un pueblo e s t á decidido a no preocuparse de nada actitudes heredadas de la educación tradicional, en la que el co-
más que de lo que resulta directa y obviamente útil, se vuelve nocimiento es algo que se debe adquirir antes que descubrir, y
incapaz de desarrollar un pensamiento abstracto y de crear el en la que la actitud mental es pasiva y receptiva antes que crea-
aparato intelecmal propio de l a ciencia, e l cual necesariamente tiva e inquisitiva. E l condicionamiento social de un entorno tra-

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E l concepto de educación estática y memorista tiene un ori-
, Educación tradicional Educación moderna
gen histórico que se remonta a los inicios del currículo nizam-
1. Orientación ultramundana Orientación moderna miyah, diseñado en el siglo x i . Este currículo fue seguido fiel-
2. Aspira a la socialización en el Aspira al desarrollo de la indivi- mente por las generaciones posteriores, y adoptado, sin ninguna
islam dualidad modificación, en la India mongola. E n él se insistía, sobre todo,
3. Programas invariables desde Programas que responden a los en l a memorización del Corán y los hadices. Ibn Jaldún, en un
la época medieval cambios en la materia estudio comparativo sobre la educación en las tierras musulma-
4. E l conocimiento es revelado E l conocimiento se obtiene a tra- nas en e l siglo x i v , señalaba que sólo en la España musulmana
y no modificable vés del pensamiento empírico y y en Persia el programa de estudios incluía materias como la
los procesos deductivos poesía, l a gramática y la aritmética. E n otros lugares, las mate-
5. E l conocimiento se adquiere E l conocimiento es necesario pai'a rias no relacionadas con el Corán se consideraban demasiado
por mandato divino resolver problemas seculares para enseñárselas a los niños. E l alumno copiaba un
6. Cuestionar los preceptos y pre- Cuestionar los preceptos y presu-
versículo en su libreta, lo memorizaba, y luego lo borraba para
supuestos no está bien visto puestos está bien visto
hacer sitio al versículo siguiente. U n antiguo libro relata que,
7. Estilo de enseñanza básica- Estilo de enseñanza que implica
ia participación del estudiante durante e l período abasí, los alumnos solían dedicar media ma-
mente autoritario ñana a leer el Corán, y el resto del día a escribirlo, con un breve
L a interiorización de conceptos
8. L a memorización es funda- período de descanso. Los martes por la tarde y los jueves por la
clave es fundamental
mental
L a actitud mental del estudiante inañana se dedicaban a corregir lo que habían escrito.
9. L a actitud mental de estu-
es activa-positivista
diante es pasiva-receptiva L a educación tradicional, con su insistencia en la perfecta
L a educación puede ser muy es-
IG. L a educación es en gran parte m e m o r i z a c i ó n , creó sus propios p a r á m e t r o s de calificación y
pecializada
indiferenciada modelos de conducta. Uno de los maestros m á s citados es
Muhammad ibn-Ziyad al-Arabi de al-Kufah, que m u r i ó en Sa-
marra en el año 840, y de quien se dice que llegó a reunir a
dicional autoritario tiene la consecuencia inevitable de que todo cien alumnos.^ Durante diez años Ies estuvo dictando sin que
el conocimiento pasa a ser contemplado como no modificable, nadie viera un solo manuscrito en sus manos, pues tenía una
y todos los libros de texto tienden a ser memorizados e incluso, memoria prodigiosa. Otro ejemplo: un autor del siglo ix afir-
en cierta medida, venerados. E l concepto de conocimiento se- ma, con admiración, que «Murarraj tenía más memoria que
cular como instrumento para la resolución de problemas que los d e m á s . Cogía un pasaje y lo recordaba durante toda la no-
evoluciona con el tiempo es ajeno al pensamiento tradicional. che, repitiéndolo al día siguiente, aunque tuviera quince pági-
Puesto que el maestro obtiene su poder y su autoridad de n a s » . Otro relato habla de un erudito que fue de Bagdad a S i -
fuentes incuestionables, el estilo de la enseñanza tradicional es jistan para dar unas conferencias. Con el fin de no tener que
inevitablemente autoritario. E n l a India mongola, al igual que cargar con los libros, memorizó las tradiciones a las que de-
en las escuelas rurales de hoy en día, el profesor, muallim o lis- seaba referirse. Aunque llegó a citar 30.000 tradiciones sobre
tad, se sentaba ante sus estudiantes, que, dispuestos en filas, el Profeta -prosigue el relato-, las personas que comprobaron
formaban un semicírculo frente a él. A l final del dictado o del sus conferencias no fueron capaces de encontrar m á s de tres
comentario de un texto, se levantaba, al tiempo que pronuncia- errores.
ba las palabras: «Y Alá sabe lo que es mejor». Luego, los alum- Tras el final de la Edad de Oro del islam, en torno al siglo
nos le besaban reverentemente l a mano y se marchaban. XIII,la educación musulmana simplemente dejó de transformar-

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S 6 . E i programa era tan limitado que inciuso Auraagzeb, e's ai- taran las oportunidades de educación secular y establecieran
chiconservador emperador mongol, se sintió obligado a dirigir más colegios e institutos.
unas severas palabras a su antiguo profesor; Por su parte, los musulmanes contemplaron ia decisión britá-
nica con recelo y con resentimiento. E n cierta medida, ello se
¿Qué me enseñaste? Me dijiste que la tierra de los francos es debía a que los británicos habían puesto fin, por la fuerza, a va-
una pequeña isla en la que el rey más grande había sido primero el rios siglos de dominio musulmán en la India. Por io tanto, la
soberano de Portugal, luego el rey de Holanda y ahora el rey de In- «ciencia europea» se veía como un ardid del enemigo para sub-
glaterra. Me dijiste que los reyes de Francia y España eran como vertir la religión y la cultura islámicas, L a resistencia a l a cien-
nuestros soberanos más insignificantes [...] ¡Bendito sea Dios! cia se incrementó aún más por la característica arrogancia de
¡Qué conocimientos de geografía y de historia demostraste! ¿Aca-
los imperialistas, que ridiculizaron abiertamente los pasados lo-
so no era tu deber instruirme en las características de las naciones
del mundo: los productos de dichos países, su potencia militar, sus gros científicos musulmanes. Por ejemplo, en un discurso pro-
métodos de guerra, sus costumbres, sus modos de gobierno y polí- nunciado el 2 de febrero de 1835, lord Macaulay se refería bur-
ticas? lonamente a...
Nunca consideraste que la formación académica fuera precisa
para un príncipe. Todo lo que consideraste necesario para mí fue [...] unas doctrinas médicas [musulmanas] que avergonzarían a un
que me convirtiera en un experto en gramática y aprendiera,mate- herrero inglés, una astronomía que haría reír a las chicas de un in-
rias adecuadas para un juez o un jurisconsulto.' ternado inglés, una historia en la que abundan los reyes de diez
metros de estatura y los reinados de treinta mil años de duración, y
L o que Aurangzeb ponía de manifiesto era lo reducido del una geografía hecha de mares de melaza y de mantequilla.'"
ámbito del aprendizaje, que, en mayor o menor medida, excluía
la cultura general y las ciencias naturales. L o s conocimientos Así, fue una mezcla de dolor, orgullo, despecho y conserva-
religiosos, con l a gramática y l a literatura como instrumentos durismo lo que llevó a los musulmanes a rechazar el saber mo-
complementarios, dominaban completamente la educación. E l derno. L o s ulemas se mostraron particularmente hostiles, y
programa privado de Shah Waíiullah (m. 1761) era relativa- cuando, en 1835, Macaulay decidió introducir la educación mo-
mente m á s vasto, e incluía algo de matemáticas, astronomía y derna en toda la India, en Calcuta 8.000 ulemas firmaron una
medicina. Pero los conocimientos seculares siempre ocuparon petición solicitando al gobierno que eximiera a los musulma-
un lugar secundario entre los musulmanes del subcontinente. nes." Se dice que la L e y de Educación fue, en parte, responsa-
A d e m á s , incluso allí donde se permitía cierto grado de investi- ble de los sangrientos acontecimientos de 1857. Los padres se
gación y e x p e r i m e n t a c i ó n libres, sus implicaciones estaban fir- abstuvieron de enviar a sus hijos a las escuelas, prefiriendo que
memente limitadas a l mundo de la materia inerte y no se permi- se quedaran en casa o enviándolos a las madrasas. L o s pocos
tía hacerlas extensivas a los ámbitos religioso y cultural. padres que se opusieron a estas acciones fueron objeto de pre-
Este estado de cosas persistió hasta principios del siglo x i x , sión social, incluyendo burlas y amenazas. Acostumbrados a
cuando los b r i t á n i c o s trataron de introducir l a «ciencia euro- las pasadas glorias de ia época mongola, los musulmanes consi-
p e a » , así como un sistema moderno de administración y conta- deraban que la mayor parte del trabajo intelectual, incluyendo
bilidad, en las escuelas del subcontinente. L a s dos comunidades la contabilidad, sólo era adecuado para los hindúes de las castas
principales, los hindúes y los musulmanes, reaccionaron de ma- inferiores. Este era el sombrío ambiente en el que Syed Ahmed
nera distinta ante aquella decisión. L o s hindúes l a acogieron Jan inició la batalla por la reforma educativa musulmana, una
con entusiasmo, y presionaron a los británicos para que aumen- batalla que sólo pudo ganar parcialmente.

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Para concluir, el aprendizaje de memoria y el aucoritansmo E l razonamiento weberiano dice, m á s o menos, lo siguiente.
constituyen los productos inevitables de la enseñanza tradicio- L a existencia de una clase burguesa hace que resulte esencial la
nal, y dicha e n s e ñ a n z a se adapta de manera natural a una socie- existencia de un sistema legal que pueda resolver las disputas
dad en equilibrio. Pero cuando l a sociedad evoluciona hacia sobre derechos de propiedad, obligaciones contractuales, tran-
una mayor complejidad, ya no puede agarrarse rígidamente a la sacciones bancarias y financieras, etc. L a s sentencias jurídicas
simplicidad de las estructuras pasadas, y debe buscar solucio- se deben fundamentar en leyes racionales, y no en leyes arbitra-
nes que satisfagan las necesidades de progreso manteniendo, a rias, y el alcance de dichas leyes debe ser lo suficientemente
la vez, un cierto ni-vel de continuidad histórica y cultural. E s amplio como para abarcar todo el abanico de causas y proble-
muy posible que l a incapacidad del sistema tradicional de edu- mas que se dan en un entorno e c o n ó m i c o complejo. L a s nuevas
cación para responder de manera adecuada a un mundo cam- situaciones requieren nuevas leyes, y éstas deben ser coheren-
biante haya sido e l m á s importante de los factores que han ne- tes con las leyes anteriores. L a racionalidad jurídica constituye
gado a los musulmanes l a posibilidad de encabezar l a un requisito previo del capitalismo moderno; sin un sistema le-
revolución científica. gal global y coherente, el sistema económico pronto se haría
añicos.
E l marco jurídico secular y racionalizado necesario para el
E l papel del derecho m u s u l m á n surgimiento del capitalismo - c o n t i n ú a e l razonamiento- resulta
incompatible con el carácter del derecho islámico. Este último
L a revolución científica e industrial de la Europa posrena- es inseparable de la ética y la creencia religiosa, y, como tal, no
centista no fue sólo una creación de los filósofos y pensadores: se basa en unos principios claramente definibles. Se fundamen-
fue, además, un fenómeno económico y social sumamente com- ta totalmente en las revelaciones y tradiciones del Profeta. L a
plejo. Ciertamente, los avances de la tecnología dieron lugar a actividad jurídica de un cadí (juez) consiste en descubrir una
nuevos y potentes medios de producción, pero fue la burguesía tradición jurídica sagrada y hacerla aplicable al caso en cues-
europea la que aprovechó el progreso técnico y, finalmente, re- tión. E n el islam -afirman los weberianos-, las leyes no se ha-
alizó l a metamorfosis de una sociedad feudal en una sociedad
cen: se descubren. L a ausencia de una distinción clara entre la
capitalista moderna. Siguiendo a Marx, se puede definir ia bur-
ética y el derecho islámicos implica que no existe un sistema
guesía como una clase capaz de coordinar los medios de pro-
Jurídico coherente que se pueda poner al servicio de la hurgue-^
ducción y de llevar a cabo transformaciones estructurales fun-
sía para proteger la propiedad privada en el marco de un siste-
damentales mediante la i n n o v a c i ó n y la inversión. Aunque
ma racional global. Así -afirma Weber-, dado que...
reconocía el papel vital que d e s e m p e ñ a b a en l a transformación
de l a sociedad, Marx la identificaba también como explotadora [...] los tribunales religiosos tenían jurisdicción sobre los pleitos
y como enemiga natural de la clase trabajadora. territoriales, la explotación capitalista de la tierra resultaba imposi-
Preguntarse por q u é no hubo revolución científica en el i s - ble, como, por ejemplo, en Tunicia [...] En conjunto, esta situación
lam equivale, en l a práctica, a preguntarse por q u é e l islam no es típica del modo como la administración judicial teocrática inter-
produjo una clase burguesa fuerte. Se ha dicho -especialmente fería, y debe interferir necesariamente, en el funcionamiento de un
Weber y sus partidarios- que el carácter y l a práctica del dere- sistema económico racional.
cho islámico contribuyeron de manera fundamental a impedir
el surgimiento de una burguesía y un capitalismo nacientes. V a - E n términos estrictamente formales y textuales, probable-
mos a analizar esta afirmación. mente los weberianos tienen razón al afirmar que la sharia islá-

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mica e?; hosti] a una señe de elemeníos lUndarneutaAes del capi- jurídicos seculares y universaíes. Se podría argumentar, por
talismo, y que ello bloqueó el surgimiento de una banca institu- ejemplo, que el derecho islámico debería prohibir que los paí-
cional del estilo de ias que entonces surgían en Europa. E n rea- ses musulmanes aceptaran préstamos con interés, tanto de paí-
lidad, las cuatro escuelas jurídicas actualmente en vigor entre ses islámicos como no islámicos; pero, en ia práctica, la sharia
los sunnfes no han sufrido modificación alguna desde l a época no ha influido en las actitudes relacionadas con esta cuestión.
en la que fueron fundadas, respectivamente, por M a l i k Ibn L o mismo ocuire en la política interior de los modernos estados
Anas (m. 795), A b u Hanifa (m.,855), Mohammed Ibn Idris al- islámicos. Por ejemplo, la insistencia de determinados funda-
Shafíi ( m . 820) y Ahmad Ibn Hanbal (m. 855). L a s diferencias mentalistas en que se prohiban todas las representaciones del
entre ellas se derivan íntegramente de l a distinta importancia rostro humano no ha impedido que el estado moderno imponga
que atribuyen a los diferentes versículos del Corán y al grado la exigencia de que todos los ciudadanos deben poseer un docu-
de validez que otorgan a las diversas tradiciones proféticas. E s - mento de identidad con su fotografía, ni ha llevado a prohibir
tas escuelas habían resuelto todos los problemas importantes de las emisoras de televisión. L a necesidad que tiene el estado de
l a jurisprudencia islámica a finales del siglo x i ; con ello, las imponer su control sobre la población constituye, claramente,
puertas de l a iytihad se cerraron oficialmente. en el argumento dominante.
Pero el impacto real de la sharia a l a hora de determinar la Se pueden encontrar muchos otros ejemplos en los que inclu-
dirección del desarrollo e c o n ó m i c o en ía sociedad musulmana so las autoridades religiosas violan abiertamente la sharia: si
no se puede inferir simplemente de argumentos formales. E n la no en l a letra, sí en el espíritu. U n ejemplo es la aprobación
práctica, varios requerimientos de l a sharia han sido desdeña- inequívoca, por parte de los ulemas locales, del comercio de
dos por los musulmanes, en todas las épocas, siempre que estu- heroína en l a provincia pakistaní de l a Frontera Noroeste, pro-
vieran en juego intereses económicos o políticos importantes. fundamente religiosa. L o s argumentos religiosos aducidos para
E l islamólogo francés M á x i m e Rodinson afirma que, por ejem- legitimar el comercio de este narcótico son totalmente falaces.
plo, la prohibición islámica de prestar dinero con interés no ha Evidentemente, los intereses materiales consiguen predominar
impedido nunca l a práctica de l a usura a gran escala en l a so- sobre las consideraciones morales, éticas y religiosas.
ciedad musulmana. E l efecto práctico de la prohibición fue la Para concluir, aunque el desarrollo del capitalismo en rierras
creación de diversos m é t o d o s para burlarla. Estos m é t o d o s tie- islámicas se habría visto favorecido si hubiera existido un con-
nen una denominación en árabe: hiyal, que significa «ardid» o junto de reglas codificadas, relativamente fijas y basadas en
«artimaña». Desde e l siglo i x , se han escrito libros enteros de- principios racionales, no hay ninguna prueba concluyente de
dicados a exponer las diversas formas de hiyal. L a obra de R o - que, en la práctica real, la sharia impidiera por sí sola que el
dinson Islam y Capitalismo contiene un apasionante informe mundo musulmán evolucionara por su propio camino. Por con-
sobre la práctica pasada y presente de estos ardides. siguiente, nuestra investigación de las causas que impidieron el
Los expertos en l a sharia argumentan que abarca todos los desarrollo de una cultura islámica industrial moderna no se de-
ámbitos: el comercio internacional, las sociedades anónimas, tiene aquí.
los préstamos de donantes extranjeros, los principios de tributa-
ción, etc., hallan su regulación en el derecho islámico. Pero el
hecho es que esto nunca se ha planteado ni debatido en serio, ni Causas e c o n ó m i c a s
mucho menos se ha resuelto. E n consecuencia, vemos que to-
dos los países islámicos tiene normas definidas, que básica- Cuando ias tierras musulmanas fueron invadidas y coloniza-
mente regulan cuestiones e c o n ó m i c a s , derivadas de principios das por las potencias imperialistas en el siglo x v i i l , la sociedad

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musulmana se hallaba estancada en un estado medieval. No ha- la, pese a destacar en numerosos aspectos, siguió siendo esen-
bía ninguna burguesía islámica que pudiera utilizar los avances cialmente medieval. Un conocido estudioso de la historia de la
de la tecnología para realizar l a transformación de una sociedad ciencia en l a India, M a n Habib, de la Universidad Musulmana
feudal a una capitalista. A pesar de ello, a veces se ha dicho que de Aligarh, plantea una cuestión; a la que inmediatamente res-
India y Egipto estaban a punto de llegar a una formación socio- ponde: ¿por qué los nobles mongoles y las personas cultas ma-
económica capitalista cuando el inicio del dominio colonial in- nifestaron un interés tan escaso por conocer los artefactos me-
terrumpió su desarrollo natural. E s obvio que esta afirmación cánicos?
no se puede descartar a l a ligera. S i n embargo, dos importante
elementos se oponían al desarrollo de una clase burguesa autóc- Una explicación podría ser la posición económica de la no-
tona: la existencia de una clase dirigente urbana basada en un bleza mongola. L a clase dirigente mongola se basaba en un siste-
sistema estable de explotación del campesinado, y la ausencia ma de extracción de excedente agrario internamente estable, su
transferencia a las ciudades por medio de la venta de comestibles
de ciudades autónomas y de gremios, que tan importante papel
y materias primas, y la existencia en las ciudades de una amplia
desempeñaron en el desarrollo del capitalismo europeo. población urbana que ofrecía toda clase de bienes y servicios.
Vamos a examinar con mayor detalle estos dos factores. Mientras no estallara una crisis interna agraria, la clase dirigente
mongola apenas tenía escasez de recursos ni sentimiento de pri-
Economía de explotación vación por no obtener los juguetes mecánicos de Europa. Sólo
sintió esta necesidad respecto al armamento bélico; y pudo solu-
Tanto en el caso de los territorios árabes bajo el dominio de cionarla importando de Europa tanto la artillería como los arti-
los otomanos como en el de l a India bajo el de los mongoles, lleros.
no cabe duda de que l a base de la civilización islámica era ur-
bana. L o s aldeanos tenían muy poco contacto cultural con la Habib explora también la posibilidad de que la cantidad de
civilización de las ciudades, aparte de vender productos agríco- capital comercial que existía -bastante considerable- pudiera
las a sus habitantes, y vivían una existencia apartada y atrasada haber sido una fuente de inversión en nueva tecnología, y, en
en un mundo completamente cerrado en sí mismo. L o s califas y consecuencia, el desarrollo capitalista en la sociedad India
los reyes nombraban a gobernadores locales y funcionarios que pronto habría venido por sus propios pasos. Pero ia conclusión
aseguraban que los campesinos siguieran produciendo rentas y es negativa: ^
alimentos. Incluso en una situación de hambruna, las ciudades
salían mejor paradas que las aldeas. También existían los talieres o karjanah, de los que eran propie-
L a dependencia parasitaria de las ciudades con respecto a las tarios. Pero [...] éstos se establecieron sobre todo cuando las mate-
aldeas, así como ei hecho de que el suministro de rentas y ali- rias primas resultaban demasiado caras para distribuirlas entre los
mentos estuviera asegurado, redujo sustancialmente los incenti- artesanos en sus casas. A l parecer, las herramientas seguían siendo
las de los artesanos. Así, no hubo ninguna evolución ni siquiera
vos para que se dieran avances tecnológicos en la producción.
del primitivo capital-máquina, que en su momento hubiera podido
E n una sociedad precapitalista como aquella, el objetivo de la atraer grandes inversiones para la instauración de mejoras tecnoló-
producción era el consumo inmediato, aunque regulado por las gicas. También existe la posibilidad de que los comerciantes obtu-
tradiciones y por l a estructura jerárquica predominante. No se vieran unos beneficios excesivos del comercio en bienes y artícu-
aspiraba a l a mejora o al desarrollo de nuevas fuerzas producti- los de lujo para una clase dirigente muy pequeña, que poseía una
vas. L a estabilidad de este sistema de extracción puede explicar inmensa riqueza y se mostraba muy poco inclinada a invertir en ar-
p o r q u é ia sociedad India de la época de la dominación mongo- tefactos que resultaban irrelevantes para los provechosos intercara-

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bios comerciales esiablecidos. En esencia, pues, volvemos a nues- parte importante de la coRciencia .social L o s elemeníos de esta
tra tesis principal de que la explotación agraria, ejercida con tanto estmciura siguen siendo visibles en la actualidad.
éxito por el Imperio mongol, hizo a su economía inmune, en gene- Aunque el carácter fragmentario de la vida urbana no permi-
ral, a la tentación de imitar a la tecnología europea, hasta que ya tía el desarrollo de instituciones corporativas, los gremios de
fue demasiado tarde.
artesanos islámicos eran bastante simulares a los de las ciudades
europeas.'^ E n realidad, se sabe que y a en el siglo i x existían
Instituciones autónomas gremios y corporaciones en la sociedad islámica. Abarcaban to-
do tipo de profesiones, como joyeros, médicos, maestros, agua-
E n su análisis del auge del capitalismo europeo, Weber afir- dores, carpinteros, e incluso prostitiitas y ladrones. S i n embar-
maba que l a ciudad europea autónoma fue importante para el go, el grado de control sobre los gremios por parte de las
desarrollo de una vida asociativa Ubre, así como para el desa- autoridades extemas era considerablemente mayor. Quizás el
rrollo de los gremios de comerciantes y profesionales, y, en motivo principal era impedir que los gremios se constituyeran
consecuencia, d e s e m p e ñ ó un papel fundamental en el surgi- en focos de resistencia contra los impuestos. Así, de hecho los
miento de una comunidad social y jurídica unificada. L a mayor gremios eran creados y controlados por el estado, que determi-
parte de las ciudades europeas de la Edad Media eran jurídica- naba las normas de trabajo, organización y formación, el tipo y
mente autónomas, mantenían guarniciones, y se mostraban i n - calidad de los productos, y los precios a los que finalmente se
ternamente cohesionadas frente a las amenazas extemas. Esto podían vender. Probablemente resulte indicativo de este grado
fue posible debido a que estas instituciones sociales contaban de control el hecho de que, en 1807, se dieran órdenes estrictas
con un orden duradero, rígido y patrimonial. a los zapateros de Estambul para que no fabricaran botas, zapa-
Weber reconocía en el carácter particular del cristianismo un tos ni zapatillas puntiagudos, puesto que eran contrarios a l a
estímulo a este desarrollo en el orden social, pero sus argumen- antigua tradición.'^ Parece ser que...
tos en favor de esta idea no resultan muy convincentes. Sin em-
bargo, la importancia de las instituciones sociales autónomas [...] los gremios islámicos no eran, pues, organizaciones creadas
parece tener una cierta relación lógica con el desarrollo del ca- por los obreros para protegerse a sí mismos y su oficio; eran orga-
pitalismo. nizaciones creadas por el estado para supervisar e! oficio y a los
E n este contexto, la tradición de l a vida urbana islámica pa- obreros, y, sobre todo, para proteger al estado frente a las institu-
rece haber sido bastante distinta en comparación con las ciuda- ciones autónomas."
des europeas. E n las tierras musulmanas, las ciudades estaban
controladas externamente por las dinastías gobernantes, y el co- Extrapolando la experiencia europea, se podría conjeturar
mercio, el transporte y l a vida militar estaban dominados por que la existencia de instituciones autónomas habría estimulado
ellas. Este control extemo significaba que las instituciones mu- el desarrollo de la industria en las tierras islámicas, y habría
nicipales, o bien no se desarrollaron, o bien tuvieron un papel permitido al islam mantener la ventaja que tenía sobre el resto
muy poco efectivo en el gobierno de la vida de la ciudad. E n del mundo hasta el siglo x i v . E n aquella época, la industria
consecuencia, lejos de constituir un todo integrado, en los terri- existente en las tierras islámicas consistía principalmente en la
torios árabes, así como en la India mongola, la ciudad era un fabricación de papel, en Iraq, Siria, África del Norte y España;
conjunto de células heterogéneas y autosuficientes, que contro- y en l a producción de tejidos, ropa, alfombras, zapatos, etc. E n
laban las mezquitas y otros servicios de l a comunidad. L a ads- España existían minas a cielo abierto de mineral de hierro y co-
cripción a un grupo o a una secta determinados constituía una bre, astilleros y metalistería. Por desgracia, no existían las i n -

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dustrias metalúrgicas ni de maquinaria, y los productos indus- terminado por unos procedimientos institucionalizados y defi-
triales de los países islámicos no podían competir con un Occi- nidos que aseguraran la continuidad de su política o fomentaran
dente y a industrializado. Aunque algunos de los antiguos oficios, centros de poder alternativos. E n principio, como señala la teo-
como la fabricación de vidrio, la metalistería, etc., mantenían la ría de al-Mawardi sobre el califato, se suponía que el califa se
excelente calidad de sus productos, a principios del siglo x v i i i ajustaba a los elevados ideales de piedad y justicia. Pero, en la
la simetría que antaño existiera entre Oriente y Occidente había práctica, las riendas del gobierno podían caer en manos de in-
desaparecido por completo. trigantes, o de aquellos que ejercían el mayor poder. Al-Gazali
reconoció el divorcio entre los ideales éticos y e l ejercicio del
poder temporal en los califas: ,
Factores políticos
Un sultán malvado y bárbaro, en la medida en que cuenta con el
E n 1258, cuando el mongol Halaku Jan saqueó Bagdad y apoyo de la fuerza militar, de modo que sólo con dificultades pue-
golpeó al califa reinante hasta matarlo, el califato abasí fue de ser depuesto y ia tentativa de deponerle daría lugar a luchas in-
abolido. L o s cronistas de la época afirman que en las calles de soportables, debe conservar necesariamente el cargo, y hay que
la ciudad se amontonaron 800.000 cuerpos. Se destruyeron las prestarle obediencia, exactamente como se debe prestar obediencia
obras de irrigación, y se declaró una situación de hambruna. L a a los emires t...] Hoy en día el gobierno es sólo consecuencia del
ciudad que una vez fuera el centro de la cultura y la civilización poder militar, y quienquiera que sea aquel a quien el poseedor del
islámicas había dejado de serlo. poder militar otorgue su lealtad, ése será el califa."^
Pero es importante señalar que, por desastrosas que fueran,
las depredaciones mongolas llegaron en un momento en el que A l comparar la historia política islámica con la europea, uno
la civilización islámica había entrado ya en una fase de deca- se enfrema de inmediato a la manera, radicalmente distinta, en
dencia. L o s califas habían perdido su poder ante los sultanes que la religión penetró en la esfera de la política. L a Iglesia
laicos, y, cuando fue abolida, ia institución del califato ya se cristiana era una institución todopoderosa que exigía la fideli-
tambaleaba. Además, aunque el daño infligido por las invasio- dad total de sus subditos, y que, desde el centro del papado en
nes fue considerable, su efecto se localizó en Iraq y, en menor Roma, hacía y deshacía reinados en lugares tan alejados como
medida, en Siria. L a civilización musulmana en España y e! Inglaterra o Francia. L a tiranía ejercida por la Iglesia no dejaba
Magreb no resultó afectada. Por otra parte, gradualmente los lugar a la disensión. L o s procesos que entabló la Inquisición
saqueadores se fueron convirtiendo al islam, y se inició un nue- contra los sospechosos de herejía constituyen uno de los capítu-
vo período de desarrollo e c o n ó m i c o y cultural. No podemos, los más espantosos de la historia humana. Sólo después de la
pues, echar la culpa únicamente a los factores políticos exter- Reforma luterana se vio atemperada su autoridad.
nos; antes bien, fueron los elementos internos de la sociedad E n contraste, el islam no tenía ninguna Iglesia, como tampo-
los que desempeñaron e l papel más importante a la hora de de- co disponía de ningún centro oficial del que emanara una auto-
tener su evolución económica, política e intelectual. ridad religiosa tiránica. Por consiguiente, el nivel de persecu-
E l hecho de que no surgiera una burguesía capitalista islámi- ción de los eruditos y pensadores islámicos fue mucho menor
ca fuerte, a s í como l a debilidad de las instituciones autónomas que en Europa: no hay en toda la historia islámica nada pareci-
como las ciudades y los gremios, se hallaban estrechamente do a la Inquisición. Se podría atribuir este hecho a la naturaleza
vinculados a la circunstancia de que, en el islam -aparte del ca- de las creencias islámicas, que admiten una gran libertad de i n -
so de los cuatro primeros califas-, el califato no estuviera de- terpretación de la doctrina. Pero esta libertad también condujo a

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la ausencia de una autoridad poiílico-religiosa centras que pu Í2, M a x Weber.. Ecouomy and Sociery (Nueva York, G . Roth and C, WJt-
tich, 1968). vol. 2, p. 823. [Trad. casi.. Ecnnomfa y sociedad. Fondo de Cultu-
diera resolver o mediar en las disputas. L o s usurpadores podían
ra Económica, México, 1993.,!
apropiarse del poder del estado y reclamar el liderazgo religio- 13. Irfan Habib, «Changes in Technology in Medieval India», ponencia
so; podían convertir las disputas por el poder o por el territorio presentada al Simposio sobre Tecnología y Sociedad, Congreso de Historia
en una ocasión para la yihad (guerra santa), o podían movilizar India, Waltair, 1979.
los sentimientos religiosos de las masas para eliminar a los gru- 14. Ibíd.
15. Bryan S. Tumer, Weber and Islam (Londres, Routledge and Kegan
pos religiosos minoritarios o heterodoxos. También el proceso
Paul, 1974), pp. 100-106. [Trad. cast., Weber y el islam. Fondo de Cultura
de fragmentación en nuevas sectas se vio ayudado por l a ausen- Económica, México.]
cia de una Iglesia centralizada. Paradójicamente, una posición 16. H . A . R . Gibb y H. Bowen, Islamic Society and the West (Londres,
moral superior - e l derecho del individuo a interpretar l a doctri- 1950), vol. l , p . 283.
na sin l a ayuda de sacerdotes- aparece c ó m o el origen de una 17. B . S , Tumer, Weber..., op. cit., p. 103.
sistemática debilidad organizativa que, a largo plazo, resultaría 18. Al-Gazali, en Ihya II124 (El Cairo, 1352); citado en Hamilton Gibb,
Studies on the Civilization of Islam (Nueva Jersey, Princeton University
fatal para e l poder político y ecofiómico islámico, por no hablar
Press, 1962), pp. 142-143.
de su capacidad científica y tecnológica.

Notas

1. Ibn Rushd, Tahafut al-Tahafut (The Incoherence of the Incoherence),


tradución inglesa de S. Van den Bergh (Londres, Luzac and C o . , 1954), I , p.
318.
2. Ibn Jaldún, citado en Peter Mansfield, The Arabs (Harmondsworth,
Penguin Books, 1987), p. 102.
3. Citado en B . Lewis, The Muslim Discovery of Euro pe (Nueva York,
W.W. Norton, 1982), pp. 232-233.
4. /¿>¡U, p. 232.
5. M.A. Kazi, en Knowledge for What?, actas del Seminario sobre Islami-
zación del Conocimiento, Islamabad, Universidad Islámica, 1982, p. 69.
6. Muhammad Hussein Saffuri, en Klaus Gottstein (ed.), Islamic Culuiral
Identity and Scientific-Technological Development (Baden-Baden, Nomos,
1986), p. 92.
7. Se puede encontrar una exposición sobre el pasado y el presente de la
educación musulmana en Modemization of Muslim Education (Labore, Isla-
mic Book Service, 1983).
8. Bayard Dodge, Muslim Education in Medieval Times (Washington D . C ,
The Middle East Institute, 1962), p. 11.
9. S.M. Ikram, Rud-i-Kawzar (Karachi, 1958), pp. 424-426; citado en
Fazlur Rehman, Islam (Londres, Weidenfeld and Nicolson, 1966), p. 187.
10. H . Sharp, Selections from Educational Records. Part I (1781-1839)
(Calcuta, G o v e m m e n í Printing, 1920), p. 110.
11. Mauíana Hali, Hayat-e-Javed (Lahore, 1957), p, 447.

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