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CASO 1:
Eduardo Sarmiento, servidor público, con una trayectoria de 15 años, se encuentra inmerso en
un procedimiento disciplinario por una falta que considera no cometió, por lo cual, dentro del
procedimiento correspondiente, interpone un recurso de apelación ante la Autoridad Nacional
del Servicio Civil (SERVIR), al estar en desacuerdo con la resolución de primera instancia. El
recurso de apelación lo resuelve el jefe directo de Eduardo, cuando la norma señala que debe
resolverlo el Tribunal del Servicio Civil.
¿Qué requisito de validez consideras que no aplicó adecuadamente? ¿El acto administrativo
debe ser considerado nulo? Fundamenta tus respuestas.
Por lo tanto, el acto administrativo que resuelve el recurso de apelación de Eduardo Sarmiento
por parte del jefe directo, debe ser considerado nulo, ya que se ha vulnerado el principio de
competencia, que establece que la autoridad que conoce y resuelve un asunto debe ser la que
tiene la competencia legal para ello.
CASO 2:
El acto administrativo emitido por el Seguro Social de Salud es válido en cuanto cumple con los
requisitos de validez exigidos por la norma y ha sido debidamente notificado al administrado.
Sin embargo, el acto administrativo podría ser considerado nulo en tanto que se vulnera el
derecho a la salud y la protección social del asegurado.
El Seguro Social de Salud tiene la obligación de brindar atención médica a todos los asegurados
que cumplan con los requisitos establecidos por ley, independientemente del pago de aportes
mensuales que realice el empleador del asegurado. La falta de pago de los aportes por parte
del empleador no puede ser utilizada como justificación para negar la atención médica al
asegurado.
En este sentido, el acto administrativo emitido por el Seguro Social de Salud podría ser
considerado nulo por vulnerar los derechos fundamentales del asegurado a la salud y la
protección social. El asegurado podría recurrir a la vía judicial para solicitar la nulidad del acto
administrativo y la atención médica correspondiente.
CASO 3:
En el presente caso se observa un incumplimiento de los requisitos exigidos para una debida
notificación, lo cual implica un defecto en la forma del acto administrativo. La Ley del
Procedimiento Administrativo General (LPAG) establece que la notificación debe ser personal o,
en su defecto, por cualquier medio que asegure la recepción del acto.